Compañeros

32​

Dos días después. Miércoles.
Cristina


“Buenos días, Carlos” dije desde la puerta de su despacho. Carlos me saludó sonriendo y nos pusimos a charlar de banalidades. Y mientras tanto, lo miraba y le notaba algo diferente, pero no sabía que era. Tras unos minutos de cháchara, me fui a mi sitio y saludé a Héctor, el cual me saludó también sonriente y entonces caí, ya sabía que le veía distinto a Carlos, era la mirada, sus ojos, ya no parecían tristes, estaban animados. Y me reí por dentro sorprendida “Se ha enamorado, estoy segura, tiene la misma mirada que Héctor”.

Encendí mi ordenador contenta. Contenta porque le fueran bien las cosas a Carlos. Contenta por Héctor, que se merecía lo mejor del mundo. Y contenta por como iban las cosas en casa. Habíamos hablado con Alberto para decirle que me tenían que ayudar en casa y, aunque había protestado diciendo que él se pasaba el día ejercitándose y llegaba muy cansado, al final dijo que ayudaría, y ayer cuando llegué a casa, me encontré la cocina limpia y recogida. Y estaba confirmado que tendría a Alberto todo el finde para mí solita, y eso me tenía entusiasmada porque hacía mucho que no lo tenía para mí en exclusiva.

Revisé los correos y, como no había nada urgente, le pregunté a Héctor:

- ¿Café?

Él asintió sonriente y fuimos a la cafetera. Mientras terminaba de hacer los cafés me quedé mirando a Héctor. Había pensado en lo que me contó Mónica, que Héctor era virgen, y cada vez me parecía más injusto porque no era nada feo. Lo que tenía de “malo” era su carácter introvertido. En el instituto había observado a varias chicas haciéndole ojitos, pero como mi relación de amistad con él en aquellos años no incluía nuestras vidas privadas, nunca había sabido si salía con alguien o no. Le dije:

- Se te ve contento

- ¿Sí? No sé (tímidamente)

Nos callamos y entonces él dijo:

- Creo que… que esto con Mónica es algo muy temporal

Lo miré con sorpresa. Le pregunté:

- ¿Por qué dices eso? ¿No te gusta?

- Sí, a mí sí pero… mmmm en algún momento se aburrirá de mí

Me reí y dije:

- Pero si está coladita por ti

- Será la novedad, pero ya sabes como soy y…

- Ay, que tonto… ¿No será por ser como eres que le gustas?

Él me miró poniendo cara de circunstancias y le pregunté:

- ¿Quieres una relación seria?

- No… o no lo sé… no sé que quiero

- Creo que sí lo sabes (sonriéndole)

- ¿El qué?

- Sexo

Héctor se puso colorado y rio cortado. Le dije:

- Eso es normal, no te apures

- Ya, supongo

- Está bien que os divirtáis

- Ya… ¿Tú cuándo te diste cuenta que querías una relación seria con Alberto?

Lo miré pensativa y le dije:

- Lo mío no sé si es serio

- ¿No? Pero si vivís juntos

- Ya pero eso fue de casualidad, él quería irse de casa de sus padres pero como no trabaja no podía y a mí me venía bien porque… bueno, por el sexo jeje

- Pero estás colada por él

Lo miré extrañada y él dijo:

- Sí, se te nota cuando estás con él

- Mmmm, sí, puede ser, pero lo mío es complicado

- ¿Por?

- Por… porque todo en mi vida es complicado

Y pensé rápido para cortar el tema, no quería contarle mi relación a tres bandas, me moría de vergüenza solo pensar en contárselo. Le dije:

- Ah, oye, una cosa

- ¿Qué?

- ¿Salimos este sábado los cuatro juntos? En plan parejitas

- ¿Salir?

- Sí, a cenar y luego bailar

Héctor puso mala cara y dijo:

- Yo… yo soy un soso, no se me dan bien esas cosas

- Anda ya

- Y no sé si Mónica querrá

- Pregúntale

- No sé…

- Anda, a mí me hace ilusión, eres mi mejor amigo y quiero que salgamos juntos a divertirnos con nuestras parejas

Héctor me miró extrañado. Le dije:

- Pregúntale a Mónica ¿Vale?

- Vale

Lo miré sonriendo y le dije:

- Me gusta que hablemos así

- ¿Cómo?

- De nuestras cosas personales, no tengo a nadie con quien hablar de estas cosas

- Ni yo

Terminé el café y dije de volver a nuestros sitios. Sospechaba que a Mónica también le gustaría la idea.

Carlos
Miré el móvil tras recibir una notificación de un mensaje. En cuanto vi que era Carmen lo abrí. Decía:

- Buenos días, cariño

- Buenos días, preciosa

- Anoche me lo pasé fenomenal

- Yo también

- Eres un amante excepcional, cariño

Había ido a su casa a cenar y después habían ido a la cama y, “Ufff, que pasada, que mujer” pensé mientras rememoraba el polvo sonriendo como un tonto. Carmen escribió:

- Habrá que ir pensando cuando repetimos

- Cuando quieras

- Mmmm el sábado tengo que ir a ver a mi madre pero el viernes noche soy toda tuya

- Genial, te invito a cenar

- Perfecto, y luego ya veremos donde vamos, si a tu casa o a la mía

- Jeje

- ¿Desayunamos juntos?

- Claro

- ¿En media hora en la cafetería?

- Sí

- Chao, guapo

- Hasta ahora, preciosa

Dejé el móvil en la mesa, sin poder dejar de sonreír, la cosa iba genial con Carmen, no me lo acababa de creer.

Volví la cabeza al monitor. Justo estaba revisando una cosa para Carmen cuando me había escrito. En la cena ella comentó que su portátil era muy pesado y con todas las reuniones que tenía la agobiaba ir con él. Me preguntó si había ipads o algo y ahora estaba asignándole el equipo completo que se le daba a los directores, Iphone, ipad y portátil extrafino. Ella no era directora pero ya me las apañaría para hacerlo pasar.

Revisé el presupuesto e hice el pedido al proveedor. Era caro pero seguro que le gustaría.

Carmen
“Bueno, ya he alimentado su ego de macho” pensé sonriendo. A los tíos les encantaba verse como grandes folladores. Carlos no era un gran follador ni de lejos. Ya tenía una idea de como iba a ser en la cama, era de los suaves. Sabía comer un coño, que eso siempre estaba bien y no era malo follando pero prefería tíos que me follaran duro, y Carlos nunca lo haría.

Entonces, pensando en tíos que follan duro me acordé de Santi que llevaba varios días enviándome mensajes y ni los había leído. Lo busqué y era lo que me imaginaba, llorándome para follar. Pensé unos segundos y le escribí “Vente esta noche”. Me respondió casi de inmediato confirmando. No me vendría nada mal echar un par de polvos como me gustaban de verdad.

El viernes volvería a follar con Carlos y el sábado noche tenía un cliente. Le había contado un rollo a Carlos de un viaje a mi pueblo para ir a ver a mi madre pero lo cierto era que tenía que ir pensando en dejar lo del puterío, era algo que me daba mucho morbo pero lo tendría que dejar y quedarme con un par de amantes, Santi y algún otro.

Héctor
Miré como Mónica se partía de risa con Cris contando una anécdota de cuando éramos unos adolescentes tontos. Sonreí pensando en la de veces que me había metido en problemas por ella y su hermano. Los otros chicos del colegio se metían mucho con ellos porque habían nacido en Francia cuando sus padres trabajaban allí, y tenían un fuerte acento francés. A Jaime le llamaban maricón por su acento y formas, cosa que unos años después descubrí que en realidad sí era gay. Y a Mónica la insultaban porque no sabía callarse y eso siempre la llevaba a problemas.

Cuando terminó de contar la anécdota les dije:

- Como sigáis así, vamos a tardar una hora en desayunar

- Señor, sí, señor (dijo Mónica partiéndose de risa de nuevo las dos)

Entonces Cris dijo:

- Ah, Mónica, le he dicho antes a Héctor de salir este sábado en plan parejitas

- Ah

- A ver si lo convences

- Claro

Y Mónica, mirándome y poniendo caritas, dijo:

- Vamos a salir, nene, anda, ¿Sí?

- Pero es que yo no…

Cris dijo:

- Dice que es un soso que no sabe bailar o divertirse

- Huy, pues conmigo no para de moverse y divertirse, jajajaja

Cris casi escupe su café y empezó de nuevo a reírse mientras yo notaba como se me subían los colores a la cara. Dije:

- ¡¡¡Moni!!!

- ¿Qué? Es la verdad, te mueves muy bien jajaja

Levanté los ojos al cielo mientras las dos seguían riéndose. Entonces Mónica dijo:

- Sí, claro que vamos, me hace ilu conocer a tu bombero jajaja

- Aún no es bombero

- Bueno, lo que sea jajaja

Seguimos comiendo entre risas de ellas y divertimiento mío. Cuando ya estábamos recogiendo, Mónica dijo:

- Ah, nene, antes le he preguntado a Carlos una cosa

- ¿El qué?

- Si puedo cambiar mi horario a como lo teníais vosotros

- ¿Quieres venir por la tarde?

- Sí, así estoy con mi chico a todas horas jajaja

- ¿Por eso?

- No, tonto, por acabar antes las prácticas

- Ah

- Así que a partir de ahora también me apunto a los almuerzos ¿Vale?

- Claro

Y subimos juntos a la oficina, con Mónica pegada a mí y cogiéndome de la mano.

Carmen
Me miré al espejo para asegurarme de estar perfecta y me quité la bata al escuchar llamar a la puerta. Santi llegaba temprano pero no me importaba, Daniel hacía rato que dormía. Me di un repaso rápido. Solo llevaba puesto un camisón de seda muy corto. Me duraría puesto un suspiro pero era muy sexy.

Fui a la puerta abrí. Santi me recorrió el cuerpo con la mirada y sonrió lascivamente. Me aparté y entró. En cuanto cerré lo tenía encima de mí, besándome y cogiéndome las tetas. Intentó desnudarme pero lo paré y me lo llevé al dormitorio. Tras cerrar la puerta, volvimos a comernos la boca largamente y esta vez sí dejé que me quitara el camisón, quedándome totalmente desnuda. Sus manos recorrían mi cuerpo bruscamente, apretándome las tetas, el culo, el coño… El chico era todo ansia pero esa noche es lo que necesitaba, no quería suaves caricias y besos, quería sexo duro.

Le quité la cazadora y la camiseta, lamiendo su magnífico cuerpo. Luego, me arrodillé y le bajé los pantalones. Su polla saltó, totalmente dura. Me la metí en la boca hasta sentir arcadas. Me encantaba ese pollón. Chupé con ansias durante un buen rato. Luego me levanté y, entre besos y lametones, le dije:

- Fóllame duro, cabrón

- Eso seguro, zorra

Me empujó a la cama donde me abrí de piernas para él. Se terminó de quitar los zapatos y pantalones y se echó sobre mí, cogiéndome del cuello y apretando mientras me penetraba metiéndomela hasta el fondo de un solo golpe. Grité de dolor y gusto. Me folló duro de esa forma, sin dejar de apretar mi cuello hasta que me corrí. Luego, me dio la vuelta y me folló a 4 sobre la cama, insultándome y golpeándome de vez en cuando en el culo. Poco a poco me fui derrumbando en la cama mientras él no paraba de follarme rápido. Me volví a correr, esta vez un orgasmo más intenso, que me dejó muerta tumbada boca abajo en la cama.

Entonces, él me giró, y masturbándose, se corrió en mis tetas, echándome dos latigazos de semen, y apuntó a mi cara donde cayeron el resto de chorros. Acercó su polla a mi boca y la chupé hasta no dejar ni gota.

Nos quedamos tumbados boca arriba, recuperándonos del primer asalto. Luego, me incorporé y me senté en la cama, echándome en la cabecera de mi cama. Busqué en mi mesita y encendí un porro. Fumé mientras le pasaba mi pie por su polla flácida. Sabía que en cuanto me terminara el porro, estaría de nuevo en forma. Entonces él dijo:

- ¿No te limpias?

Pasé un dedo por mi cara y me lo chupé. Él dijo:

- Joder, que zorra eres

- ¿No lo sabes ya, cariño?

Entonces recordé algo, no sabía nada de su novia ¿Le habría contado algo? Me parecía raro que no hubieran roto sin que él me dijera algo. Le pregunté:

- ¿Y tu novia?

- En su casa

- ¿Te la has follado?

- ¿Hoy? No, le he dicho que no podía ir hoy

- Ah

- Ayer sí

- Bien

Lo miré extrañada ¿No le había contado nada? ¿Por qué? Lo lógico sería que le hubiera montado un numerito, pero lo cierto es que ella sabía que me follaba desde hacía bastante y no se lo había dicho. Era raro. Le dije:

- Enséñame una foto

- ¿Qué?

- De tu novia (se me había ocurrido que lo mismo no era su novia esa chica que vino)

Santi se levantó, buscó su móvil y me lo dio tras buscar una foto. Cogí el móvil y la vi. Sí, era ella, sin duda. Le dije:

- Es muy guapa

- Sí

- ¿No folláis ahora más?

- ¿Más? No sé, como siempre

- Ah

- ¿Por qué?

- No, por curiosidad

¿Se lo contaba? Pensé que mejor no, que quizás pudiera sacar algo de provecho de todo esto. Le pregunté:

- ¿Por qué no le dices que se venga un día?

Él me miró como si estuviera loca. Me dijo:

- Pero ¿Qué dices?

- Un trío ¿No te gustaría?

- Jajaja, ya te digo pero Yoli no es de esas

- ¿De esas?

- No, es muy… mmmm muy tradicional

- Ah, que lástima

- ¿Te la follarías?

- Claro, cariño, está muy bien

- ¿En serio?

- Sí

- Joder, fliparía viéndoos follar

- Pues coméntaselo

- Ni de coña, ¿Yoli con una tía? Jajaja, ni de coña

- Lo mismo te sorprende

- No, jajaja

Lo miré. El chico conocía poco a su novia. Hice como si mirara más fotos pero en realidad busqué el móvil de la chica y lo memoricé. Quizás yo sí la podría convencer, estaría muy bien un trío con ellos. Dejé el móvil en la mesa y volví a acariciarle la polla con mi pie. Me quedaba poco del porro y aumenté las caricias. Noté como la polla se le ponía morcillona y sonreí. Me terminé el porro, lo apagué y me incorporé para cogerle la polla. Le miré y le dije:

- Ahora a ver si me follas duro de verdad, que te estás amariconando

- Serás zorra, pero si te has corri…

- Joder, ni me has follado un poco el culo ¿A eso lo llamas follarme duro?

- Ahora te voy a romper el culo, zorra

- A ver si es verdad, cabrón

Y me agaché metiéndome la polla en la boca mientras sonreía.​
 
Carmen sigue siendo la misma tía lamentable y prepotente. Espero que Carlos abra pronto los ojos y descubra lo Zorra que es. Sigo pensando que Carlos y Silvia acaban juntos.
Por otro lado, no me hace mucha gracia esa salida entre los 4, porque me veo venir que pase algo entre Alberto y Mónica, aunque esto haría que fuera posible que Héctor y Cristina acaben juntos.
 
Esa salida se los cuatro en pareja va a ser contraproducente. Alberto, el bombero empotrador, saliendo con Hector el friki y su novia, no se va a poder resistir e intentará huhumillar al friki ligando con su novia. Habrá que ver cómo reacciona Cristina. Puede suponer el fin de su amistad con Hector y descubrir en realidad que "su novio" Alberto no es como ella piensa.
 
Tienes razón, vemos a la bruja Carmen acercarse por detrás al príncipe Carlos con un garrote y todos chillamos para advertirle, pero está sordo pensando en todo el arroz que se va a comer.

Lo de la salida de Héctor, Mónica, Cristina y Alberto, puede estar muy bien ... o muy mal. Tal vez le sirva a Cris para ver que con Alberto solo encaja en la cama, tal vez Héctor apoyado en Mónica no se vea tan inferior, tal vez el descaro de Mónica desenmascare a Alberto, tal vez Alberto se encapriche de Mónica y ningunee a Cris, tal vez sea todo lo contrario y Al se las lleve a las dos, tal vez Sara se entere y se muera de celos, tal vez ... me estalle la cabeza con tanto "tal vez".

O tal vez Sara, boicotee esa salida a cuatro sin ella y se una o, mejor aún, se quede con Alberto, convirtiendo la salida de cuatro en tres. Así tendríamos el tan ansiado amor a tres.
 
Va a ser decepcionante para Mónica ver cómo Alberto se burla de ellos o al menos sólo de Héctor y este no haga nada para defenderse.

Y no la culpo, debe ser desesperante andar con un tipo sin nada de amor propio.

Espero me equivoque salga el Héctor que los defendía a ella y su hermano en el pasado.
 
O tal vez Sara, boicotee esa salida a cuatro sin ella y se una o, mejor aún, se quede con Alberto, convirtiendo la salida de cuatro en tres. Así tendríamos el tan ansiado amor a tres.

Sara no va apoder ir con ellos pues se va al pueblo, es por lo que Cristina tiene a Alberto a su disposición el fin de semana.
 
En TR, un lector ha escrito que el relato necesita un revulsivo, que lo ve repetitivo desde hace 10 capítulos ¿Os pasa lo mismo?
En absoluto. Vas mostrando la evolución de los personajes capítulo a capítulo, mostrando las distintas tramas en cada escrito que nos das. La prueba la tienes en los múltiples comentarios que suscita cada entrega.
 

33​

Tres días después. Sábado.
Carlos


No podía evitarlo, mi reloj interno siempre me despertaba a la misma hora. Miré a mi lado y vi la figura de Carmen, durmiendo a mi lado. La noche anterior habíamos salido a cenar y luego, habíamos venido a mi casa donde hicimos el amor… bueno, lo de anoche no se podía decir que fuera hacer el amor, fue sexo, bonito, gratificante y excitante, pero sexo. Carmen había estado increíble, muy sensual y provocativa.

Me levanté con cuidado y me vestí sin hacer ruido. La miré. Dormía profundamente y estaba preciosa. Cerré la puerta con cuidado y me fui al baño y luego a hacerme un café. Un par de horas más tarde escuché a Carmen llamarme y fui al dormitorio:

- Buenos días, amor

- Buenos días, Carmen ¿Has dormido bien?

- Mmmmm genial

Y se incorporó dejando sus pechos al aire. Dijo:

- ¿Estoy horrible recién levantada?

- ¿Horrible? Pero si estás preciosa

- Mentiroso adulador, pero me gusta

- No es ninguna mentira

Carmen se levantó y vino hacia mi desnuda, contoneándose. Menuda visión, noté como mi polla se animaba. Me dio un beso y dijo:

- Creo que me vendría bien una ducha, anoche fuiste un chico travieso (guiñándome un ojo)

Me sentí avergonzado, sabía a qué se refería. Anoche Carmen me había hecho una cubana entre sus pechos y no lo pude resistir y me había corrido entre ellos. Carmen se rio y dijo:

- Cariño, no te apures, si me gustó, ya te dije que pienso que el sexo es diversión, debe ser divertido

- Ya, pero…

- Pero nada, hay que disfrutar y anoche lo hicimos ¿No es verdad?

Y me dio un pico sonriendo. Entonces dijo:

- ¿Te duchas conmigo?

- Cl… claro

Y nos fuimos a mi cuarto de baño. Carmen se metió en la ducha mientras yo me desvestía. Al meterme, nos besamos y ella me enjabonó. Luego, yo la enjaboné, especialmente los pechos, era increíble las sensaciones que daba tocar y masajear esos pechos.

A esas alturas ya la tenía totalmente dura y Carmen me cogía la polla moviendo su mano. Luego, me quitó la espuma de ahí y se arrodilló. Me miró con expresión traviesa y se la metió en la boca. Comenzó una mamada lenta, masajeándome los testículos sin dejar de chupar. Tras un rato, se levantó y me dio la espalda. La cogí por las caderas y se la metí despacio. La follé en esa postura, con muchos gemidos de Carmen hasta que se corrió. Luego, se volvió a agachar y me la chupó de nuevo pero pronto se la sacó de la boca y movió mi polla por sus pechos. Dijo:

- Me gustó sentir como te corrías entre mis pechos, fue muy, muy excitante

- Mmmmm

- Puedes hacerlo siempre que quieras, amor

- Yo…

- Y lo puedes hacer donde quieras

Y empezó a mover su mano rápidamente a lo largo de mi polla. No pude aguantar mucho más y la avisé. Carmen, apuntó a su cara y sonrió sin dejar de mirarme mientras mis chorros le caían en su preciosa cara. Luego, me la chupó un poco y se levantó. Me dio un pico y dijo:

- ¿Ves? Es divertido, excitante y no pasa nada

Cogió la ducha y se limpió la cara. “Que mujer, es una diosa del sexo” pensé admirándola. Salimos de la ducha y nos fuimos a desayunar. Luego nos vestimos, Carmen tenía que irse a su pueblo a ver a su madre y la llevé a su casa. Sabía que esa noche echaría muchos de menos, no solo por el sexo, me había encantado volver a tener a una mujer en mi cama y despertarme a su lado.

Carmen
Miré la hora, las 7 de la tarde, tenía tiempo de sobra antes de tener que salir para el servicio. Esta vez era algo sencillo, un par de horas en un hotel, a las 10. Entonces sonó una notificación en mi móvil y lo miré. Me sorprendió a medias, era Yolanda. El día anterior le había escrito con la excusa de la navaja que se había dejado aquí. Ella había respondido muy borde, como era normal. Le había dicho que se la daría a Santi si no venía a por ella y ahí se acojonó, no le había contado nada a Santi ni quería contárselo. Leí el mensaje:

- Estoy cerca de tu casa ¿Me puedo pasar a coger eso?

- Hola, Yolanda

- ¿Me puedo pasar o no?

- Sí, guapa, pásate

Unos 15 minutos después llamaba. Le abrí y ella, en la puerta, me dijo:

- Dámelo

- Pasa, mujer

- No, dámelo y me voy

Me fui para dentro mientras le decía:

- Entra y cierra la puerta

La escuché refunfuñar pero me hizo caso. Iba con vaqueros ajustados y una cazadora corta abrochada hasta arriba. Fuimos a la cocina y le dije:

- ¿Quieres tomar algo?

- ¿Me quieres dar de una vez la puta navaja?

- Tranquila, mujer, vamos a charlar un poquito

- No

Me hice un té con tranquilidad mientras la miraba como se impacientaba. Le puse una taza a ella que ni la miró. Le dije:

- No me has hecho caso

- ¿Qué?

- Santi sigue viniendo aquí cuando lo llamo, como un perrito, y eso quiere decir que sigues sin follar con él en condiciones

- Mira, zorra, deja de una puta vez a Santi, es mi hombre y…

- Ya te dije que solo me interesa de él lo que tiene entre las piernas, el resto es para ti, pero si tú descuidas ese pollón que tiene, seguirá viniendo

- Vete a la mierda

Y salió de la cocina dispuesta a irse. Le dije tranquilamente:

- El otro día estuvimos hablando de ti entre polvo y polvo

Escuché como se paraba. Luego volvió a la cocina con cara de cabreo total:

- ¿Pero qué coño te crees que haces hablando de mi con mi novio?

- Surgió el tema

- Puta zorra

- Sí, cariño, soy muy zorra y muy contenta de serlo

Nos quedamos en silencio. Bebí sin dejar de mirarla. Entonces preguntó:

- ¿Me… me va a dejar?

Me reí con ganas. Ella, enfadada, preguntó:

- ¿Me va a dejar por ti?

- No, cariño, jajaja, ya te he dicho que solo me interesa su polla

- ¿Qué… qué dijo?

- Fue cosa mía, tenía curiosidad

- ¿De qué?

- De si le habías montado el numerito de novia con cuernos

Yolanda me miró con rabia. Le dije:

- Pero no, te lo has callado ¿Por qué?

- No te importa

- ¿Tienes miedo de que te deje si le pones un ultimátum de o tú o yo?

Vi que había dado en el clavo por la cara que puso. Me reí y le dije:

- No se lo des, te va a seguir engañando, volverá en cuanto yo quiera aunque te prometa que no lo hará

La cara de Yolanda era un poema de sensaciones. Le dije:

- Está en tu mano que deje de venir, ya te lo dije

- No… no sé como hacerlo, siempre estoy dispuesta pero...

- Tienes que ser más zorra

- Yo no… mierda, vete a tomar por culo, zorra, no pienso hablar contigo de estas cosas

- Le hice una propuesta

- ¿Qué? ¿Cuál?

- Hacer un trío

- ¿Cómo? Estás como una puta cabra

- Cariño, sería excitante y te abriría un nuevo mundo de…

- Vete a la mierda

- Ese es tu problema, no experimentas con el sexo

- ¿Qué dijo él?

- Que tú nunca lo harías, que nunca estarías con una tía

- Tiene toda la razón

Me levanté y fui hacia ella. Yolanda retrocedió hasta chocar con una pared. Le acaricié la cara y le dije:

- Creo que no te conoce bien

Ella intentó apartarse pero sin mucha fuerza. Me incliné y la besé tiernamente en los labios. Yolanda no reaccionó. Saqué mi lengua ligeramente y lamí sus labios. Ella jadeó abriendo un poco la boca y metí mi lengua ligeramente pero entonces reaccionó y me empujó:

- No soy bollera, zorra

- ¿Seguro?

Me miró con odio y se fue de la cocina. Le dije:

- Te dejas la navaja

Volvió y tendió su mano. Se la di pero le cogí la mano para retenerla mientras le decía:

- Piénsate lo del trío, nos divertiríamos mucho

- No

Se sacudió para que la soltara y se fue. Me reí, le había dado mucho que pensar.

Yolanda
Salí de esa puta casa aún peor de como estaba. Esa mujer, esa puta vieja, me sacaba de quicio, pero a la vez, tenía algo… Me había estaba machacando la cabeza sin entender por qué Santi volvía con ella una y otra vez. Me doblaba la edad y yo soy atractiva, eso lo sabía, pero Santi no paraba de follar con ella. Pero ahora empezaba a intuir lo que Santi podía ver en ella, era una mujer terriblemente sensual, toda ella era sexo y seducción. “Joder, que he estado a nada de devolverle el beso con el asco que me da la tía esa” pensé con incredulidad.

Meneé la cabeza. Un trío, nos había propuesto un trío. Jamás haría algo así, ni con ella ni con nadie, eso lo tenía claro pero “me ha hecho dudar la muy puta” pensé con rabia. Respiré hondo y tomé una decisión “Vale ¿Quieres que luchemos por Santi? De acuerdo, seré más zorra que tú, puta vieja, Santi no tendrá ganas de ti porque estará seco, de eso me aseguraré yo”.

Cristina
Estaba siendo un fin de semana maravilloso. La noche anterior, tras irse Sara, habíamos salido Alberto y yo, y luego, al volver, había follado intensamente. Y por la mañana otro polvo, y después de comer otro. No me podía quejar. Y esta noche saldríamos con Héctor y Mónica, y tenía ganas, muchas ganas.

Estaba revisando mi ropa, con Alberto echado en mi cama viendo una serie, mirando a ver que me iba a poner, cuando escuchamos la puerta. Nos miramos extrañados hasta que escuchamos “HOLAAAAA”. Era Sara. Salimos y ella nos abrazó dando besos. Nos dijo:

- Mi hermano me ha traído, que tenía que venir y he aprovechado ¿Os lo habéis pasado bien sin mí?

La miré con cara de circunstancias. Alberto estaba contento y no paraban de hablar mientras yo pensaba en mis planes para esa noche. Le dije:

- Me dijiste que no venías hasta mañana

- Lo sé, cariño

- Es que teníamos planes

- Me apunto

- Pero… pero es que vamos a salir con mis compañeros del trabajo

Alberto dijo:

- Con los frikis

Y Sara se rio con ganas. Seguí hablando:

- Mis compañeros no saben nada de nuestra relación a tres e íbamos a salir en parejas y…

- Bueno, no pasa nada, me apunto como amiga, como haces tú cuando salimos con los amigos de Alberto

- ¿Seguro?

- Sí, cariño, esta vez eres tú la novia, no me importa

La miré, no me fiaba, Sara descontrolaba mucho, y Alberto aún más. Dije:

- Mejor cancelo y…

- No, no, Cris, vamos con tus frikis, me portaré bien jajaja

- No quiero que ellos sepan…

- Que sí, que os avergonzáis de mí

- No es eso, pero no quiero chismes en el trabajo con…

- Que sí, que estaba bromeando, no te preocupes, salimos y me comporto bien pero luego, aquí, me comportaré muy, muy mal jajaja

Alberto reía con ganas aprobando esa idea. Sonreí y dije:

- Bueno, pero tú lo mismo, Alberto, no te pases con Sara

- ¿Yo pasarme? Nunca

Y Sara partida de risa. Suspiré, la noche se había complicado y ya no me apetecía tanto salir.

Carlos
Me senté en el sofá de Silvia tras terminar de ayudarla recogiendo los platos de la cena. Gema ya dormía así que empezamos a hablar de temas más personales. Silvia dijo:

- Bueno, te noto contento

- Sí, lo estoy

- ¿Por el sexo?

- No, bueno, eso está muy bien pero es que estoy muy bien con Carmen

Hizo un esfuerzo por no torcer el gesto y consiguió sonreír pero me di cuenta y dije:

- Se te nota que te cuesta ser amable con este tema jajaja

- Bueno, pero lo intento jeje

- Y te lo agradezco

- ¿Vas en serio con ella?

- ¿En serio? Bueno, es pronto para eso, nos estamos conociendo, pero hay confianza e incluso te diría que complicidad

- ¿Complicidad?

- Sí, en la cama, por ejemplo

- Mmmm No sé si te entiendo

- Bueno, me refiero a confianza para estar relajados durante el sexo

- Ah, ya

Silvia
“Vamos, que es una guarra y hace de todo” pensé, pero sonreí a duras penas. Que me costaba no saltar con esa mujer. Me gustaba ver a Carlos contento pero sabía que estaba así por manipulaciones de ella y estuve a punto de advertirle de nuevo pero me mordí la lengua. Le dije:

- Como cambian las cosas

- ¿Por?

- Ahora eres tú el que tiene sexo y yo no

- ¿Tú no? ¿Por dos semanas?

- Muchas son jeje

- Jajaja, ya mismo lo tienes aquí

- Lo sé, no veo la hora, y no solo por el sexo, es que me siento muy sola sin él aquí

- Claro, normal. El otro día estuve hablando con él

- ¿Por?

- Por trabajo, para saber como va la formación

- Ah

- Va bien, está contento con eso, pero os echa de menos

- Claro

- A él también se le está haciendo cuesta arriba

- Lo sé, lo sé, a veces me da ganas de coger un avión pero luego…

Me sonrió comprensivo. Entonces dije:

- Pues ya tenemos a los dos machitos del departamento emparejados

- ¿Al final es verdad que salen juntos?

- Y tanto, estos follan más en un día que nosotros en un mes jeje

- Jajaja, son jóvenes

- Oye, que yo soy joven

- Jajaja

- El que se siente viejo eres tú ¿O ahora ya no te ves tan viejo?

- Bueno…

- Jajaja ¿Ves? Si yo tenía razón, necesitabas una mujer

Y se rio.

Héctor
Estaba siendo una noche extraña. Había empezado muy bien cuando fui a recoger a Mónica. Se había maquillado bastante, con los labios muy rojos y llevaba, además de un abrigo, tacones no muy altos, medias enteras tipo pantis negras de rejilla, unos pantalones cortos ajustados y un top con un hombro al aire. Me había parecido muy sexy.

Y luego, al ir al sitio donde habíamos quedado y ver a Cris, que también iba muy sexy, con un vestido con minifalda ajustada, medias también enteras pero lisas y negras, tacones altos y un top algo escotado. No estaba acostumbrado a verla así y me pareció que estaba increíble. Nos dijo que su compañera de piso se había apuntado a última hora. Al fin conocía a la famosa Sara. También era guapa y sexy, pero menos que Cris, aunque iba con un vestido igual de corto y ajustado.

Alberto iba con una camiseta hiper ajustada marcando todos sus músculos. Observé la cara de Mónica al verlo, como le sonreía tontamente. Es que estaba claro, un tío así las dejaba a todas tontas, y era lógico. El tío me volvió a triturar la mano en un apretón, y no paró de meterse conmigo en toda la cena, estaba claro que era un tío muy físico y no le gustaba la gente como yo que éramos unos canijos que nos pasábamos el día sentados delante de un ordenador. Me callé por respeto a Cris pero el tío era un gilipollas total.

Con Mónica no se metía pero le soltaba cosas como “¿No eres demasiado guapa para estar con un friki?”. Notaba que a Cris no le hacían gracia estas bromas sobre mí, y a Mónica menos, pero Sara le reía todas esas gracias con muchas ganas.

Luego dijeron de ir a bailar. Yo, por mí, ya me habría retirado pero Mónica y Cris insistieron. Bailé sobre todo con Mónica, pero también un poco con Cris. Con Sara nada. Y me enrollé con Mónica varias veces, igual que Alberto con Cris. No me gustaba como Alberto manoseaba a Cris delante nuestra, como demostrando que era suya y hacía lo que quería, cogiéndole el culo, incluso las tetas. Y cuando se enrollaban me daba vergüenza ajena por como le metía mano. Yo también le metía mano a Mónica pero de una forma distinta, como caricias, él lo hacía como posesión, o eso me parecía, pero estaba claro que a Cris no le importaba así que sería cosa mía.

También observé que Cris estaba bastante colocada, algo se había tomado y me lo confirmó Mónica porque a ella también le habían ofrecido una pastilla pero Mónica pasó. Esta Cris era muy diferente a la del trabajo, mucho más sensual y con ganas de divertirse, cosa normal, yo solo tenía la visión formal de ella.

Una de las veces me fui a la barra para pedirme un refresco, me dolía la garganta de gritar y estaba cansado. Al poco llegó Mónica y me dijo:

- No me gusta nada ese tío

- ¿Quién?

- Alberto

- ¿Por qué?

- Está muy bueno pero es un gilipollas sobón

- ¿Qué? ¿Te ha tocado?

- No, pero lo ha intentado

Me entró algo por dentro. Podía soportar que se metiera conmigo pero eso ya sobrepasaba mi límite. Entonces Moni dijo:

- Y sospecho que tiene algo con Sara y Cris ni se da cuenta

- ¿Por qué dices eso?

- No los has visto bailando ahora, como se tocan y manosean… el tío tiene la mano muy larga pero lo que he visto en ese baile no es nada normal

- ¿Mano larga?

- Sí, ha intentado cogerme el culo pero le he cortado el rollo, el tío se cree que porque tiene músculos todas babeamos por él pero no, es un gilipollas, a mí solo me toca el culo mi chico

- Será cabrón, voy a decirle que se vaya a la mierda y...

- No, cari, sé defenderme, le he dicho que como volviera a intentarlo le daba un rodillazo en los huevos, ya no soy la chiquilla aquella jajaja

La miré sonriendo. Desde luego que no era aquella niñita por la que me metí en tantas peleas por defenderla. Pensé que lo mejor sería irnos, pero antes hablaría con él, me tenía harto. Entonces Moni dijo:

- ¿Nos vamos?

- Sí, mejor que sí, voy a decirles que nos vamos

- Creo que han salido a fumar, voy de mientras al baño, que me estoy haciendo pis jiji

Me dio un beso y se fue. Salí fuera para buscarlos, sobre todo a Alberto, pensaba decirle cuatro cosas aunque me llevara una hostia. No los veía por ninguna parte. Giré una esquina y nada. Ya me iba a ir cuando vi unas figuras entre unos coches. Me acerqué y me quedé de piedra. Vi a Alberto apoyado contra un coche, fumando un porro y con la polla fuera, totalmente dura, tocándosela. Y delante de él a Cris y Sara morreándose salvajemente mientras se metían mano porque Cris tenía una mano entre las piernas de Sara y Sara una en las tetas de Cris. Vi que Alberto me miraba con una sonrisita de chulo que me dio asco y me fui rápido.

Cuando encontré a Mónica dije de irnos. Fuimos a por mi coche que estaba en otra zona lejos de donde estaban esos tres. Durante el camino no paraba de pensar en Cris, en como le comía la boca a Sara. Paré el coche en un sitio oscuro, estaba muy excitado. Mónica se extrañó:

- ¿Qué pasa?

La besé. Ella se rio y dijo:

- Pero mejor en la cama ¿no?

- No puedo esperar

Mientras seguía besándola con ardor y metía mi mano por debajo de la blusa de Mónica, buscando sus tetas. La mano de Mónica me bajó la cremallera y sacó mi polla dura. Eché el asiento atrás y Mónica se agachó para chupármela. Volví a meter la mano en su blusa para seguir tocándole las tetas. Y de pronto me vino a la mente la imagen de Cris besando a Sara, su culo y tetas bien marcados por el vestido, y me corrí de forma inmediata en la boca de Mónica, que soltó un ruido de sorpresa pero no paró la mamada.

Cuando levantó la cabeza se había tragado todo y dijo:

- Vaya, sí que tenías ganas, no me lo esperaba

- Lo… lo siento, ha sido de repente

- Ya, ya me he dado cuenta jiji

La miré avergonzado, me había corrido pensando en Cris, no en ella. Le dije de hacerle unos dedos pero ella se lo pensó un momento y dijo:

- Mejor en la cama, porque habrá segundo asalto ¿No?

- Sí

- Bien, pues vamos, y rapidito, que ahora soy yo la que tiene muchas ganas jajaja

Lunes
Cristina

Me removí nerviosa en el asiento del autobús que, increíblemente, había conseguido ocupar esa mañana. Estaba nerviosa desde el día anterior por la tarde cuando comenté con Alberto y Sara que no sabía nada de Héctor y Mónica y él dijo riéndose:

- Se estará matando a pajas

- ¿Qué? ¿Por qué?

- Por lo que vio en el aparcamiento

- ¿Qué vio?

- A nosotros liados

- ¡¡¡¡¿Qué?!!!!!

- Sí, menuda cara de salido friki puso jajaja

Sara rio y dijo:

- Puah ¿Se hará una paja pensando en nosotras? Que asquito

- Eso tenlo por seguro, nena

- Arghhh, asco jajaja

La miré enfadada y aún sin creérmelo:

- No digas eso, Héctor no da asco

- Tía, si es un frikazo

- Es mi amigo y…

Alberto intervino:

- Ese tío está en otra liga, preciosa

- ¿Otra liga?

- Claro, Cris, nosotros somos guapos y atractivos, y él está en la liga de los feos y mediocres jajajaja

Sara le rio la gracia y dije:

- Héctor ni es feo ni mediocre

Sara me miró con sorpresa y dijo:

- ¿Te lo has tirado?

- No, pero…

- ¿Seguro?

- Que no me lo he tirado, joe, pero no porque sea feo, sino porque es mi amigo, pero tiene un buen polvo

Alberto, sonriendo con suficiencia dijo:

- Nena, está en otra liga, tú estás mucho más buena que él

- Que tonterías dices

- Es la verdad, ese tío jamás se tirará a tías como vosotras

- Eres idiota, no solo pensamos en el físico y Héctor no es para nada feo

- Ya, claro, jajaja

- ¿Y Mónica? ¿Me vas a decir que es fea?

- No, está buena pero es muy rara

- ¿Por el pelo de colores?

- Porque es rara de cojones, nena, es otra friki

- A mí también me gustan los ordenadores

- Pero eres normal, y eres de nuestra liga jeje

- Mira, paso de tonterías… Joder, ahora sabe lo nuestro y a saber que pensará de mí

- ¿Y qué importa lo que piensa ese friki?

- ES MI AMIGO, claro que me importa que piensa de mí

Pero Sara y Alberto menospreciaban a Héctor y no le daban importancia. Al final me había enfadado con ellos, no entendía porqué trataban así a Héctor que era la mejor persona que conocía. Y casi no había podido dormir esa noche, nerviosa por él, por lo que pensaría de mí, eso me preocupaba muchísimo, no quería perderlo como amigo ni que cambiara nuestra relación ni el ambiente en el trabajo.

Cuando llegué al trabajo saludé rápidamente a Carlos y fui a mi sitio. Allí estaba Héctor y le dije:

- Ven, tenemos que hablar

Lo llevé a la cafetera y le dije:

- ¿Qué viste la otra noche?

- ¿Qué? Yo…

- Alberto me dijo ayer que nos viste en el aparcamiento ¿Cuánto viste?

Héctor, nervioso, no decía nada. Le dije:

- Héctor, por favor ¿Qué viste?

- Os vi… os vi a ti y a Sara besándoos

- ¿Y nada más?

- No

Bueno, menos mal que no vio la mamada a dúo que le habíamos hecho a Alberto. Suspiré y le dije:

- Casi no he dormido esta noche

- ¿Por qué?

- Preocupada por lo que viste

- Yo… lo siento, no fue mi intención espiaros, os buscaba para deciros que nos íbamos y…

- Lo sé, no es eso, Héctor

Inspiré y le dije:

- Me da miedo lo que pienses de mí

- ¿Cómo?

- Yo… mi relación con Alberto no es… no es normal

- Mmmm

- Es una relación a tres, Alberto es mi novio pero también de Sara, y Sara es mi novia

La cara de pasmo de Héctor me habría hecho reír en otro momento pero estaba tan nerviosa que no lo hice. Continué:

- Me daba miedo contártelo por si me… no sé, por si te parecía mal y… y me veías diferente y…

- Pero Cris, eso es algo personal tuyo

- Ya pero…

- Yo no voy a opinar si está bien o mal, es tu relación

Lo miré, casi estaba a punto de llorar por nervios. Él sonrió y dijo:

- Yo no entiendo de estas cosas, me refiero a cosas sobre el amor y relaciones, soy… soy un inútil para estas cosas

- No digas eso

- Sí, es la verdad, pero sé una cosa, desde que tienes esa relación te veo más feliz, más contenta, y creo que solo por eso ya me parece genial la relación que sea que tengas

- ¿Sí?

- Claro, para mí es importante que seas feliz, eres mi amiga, te deseo siempre lo mejor y está claro que esa relación te hace bien porque sonríes más, estás más relajada… no sé, yo te veo mejor y eso está guay

Rompí a llorar y me abracé a él. Cuando me calmé le dije:

- Jo, eres un tío estupendo, Mónica tiene mucha suerte

- Sí, y me moría de ganas de contarte la verdad, pero tenía tanto miedo a que… a que me vieras diferente y… y… y te alejaras de mí, que no quisieses ser mi amigo

- Anda ya, que chorrada jeje

Me separé de él y le dije:

- ¿Se… se lo has contado a Mónica?

- No, eso es una cosa tuya

- Gracias

- De nada

- Todo esto me da mucha vergüenza pero me alegro que ya lo sepas, así podré contarte como me siento de verdad porque a veces no todo es bonito, tengo mis celos y malos ratos, es una relación complicada y me gustaría conocer tu opinión y que me aconsejes, no tengo a nadie a quien pedir consejos

- Uf, pero si yo no tengo ninguna experiencia en relaciones, no creo que pueda ayudarte

- Pero eres muy listo y sabes escuchar, a veces solo con eso es suficiente

- Para eso siempre puedes contar conmigo

- Lo sé

Y le cogí la mano y se la apreté con cariño. Le dije:

- Fue una noche rara ¿No?

- Sí

- Siento mucho que Alberto no parara de meterte caña en la cena, me he enfadado con él, con los dos

- Ya, bueno, estoy acostumbrado, siempre he sido un canijo poca cosa

- No lo eres

- ¿Soy gordo?

- No eres poca cosa, eres muy importante para mí

Le sonreí tímidamente. Entonces dije:

- Mónica iba muy guapa

- Sí, y sexy, como tú

- ¿Sí?

- Sí, claro, tengo ojos jeje, y nunca te había visto así, estabas genial

Noté como se me subían los colores y le dije:

- Gracias, tú también ibas muy bien, estabas guapo

- Jajaja, ya, seguro

- Sí, es la verdad

Él meneó la cabeza sin creérselo y dijo:

- Me gustó bailar contigo

- Y a mí, aunque me coloqué bastante

- Ya

- Por eso pasó lo del aparcamiento, estaba muy colocada

- Imagino

- No suelo tomar pastillas pero desde que estoy con ellos… No sé, a ellos sí les gusta y los acompaño

- Ah

- Tengo que dejarlo, no es lo mío

- No creo que te haga falta colocarte para divertirte

- Eso creo pero a ellos sí les gusta

Nos miramos y le dije:

- ¿Café?

- Sí

Lo preparamos y bebimos en silencio. Le dije:

- Ufff, estaba de los nervios, no te puedes imaginar como estaba. Ayer estuve a punto de llamarte mil veces pero me daba corte y, al final, preferí hablarlo hoy contigo, en persona

- Bien

- Sí, aunque no sé como tenía tanto miedo, conociéndote no debería haber dudado de tu reacción pero… pero es eso, me daba mucho miedo que dejaras de ser mi amigo

- No creo que eso pase nunca

Y le sonreí feliz.​

FIN SEGUNDA PARTE
 
Última edición:
Bueno, como ya estamos cerca de las festividades navideñas, aprovechando que deberíamos empezar una nueva parte, estoy pensando en hacer un parón navideño y seguir después de reyes ya que en fin de semana que viene empiezo mis ansiadas vacaciones, 3 semanitas que me quedan de este año, y no voy a estar mucho por casa.
 
La salida a cuatro al final ha sido de cinco. Alberto en su estilo machirulo y haciendo de aguafiestas, como Sara. Que poco cerebro tienen los dos. Pero de momento seguimos igual aunque Cris cada vez se pilla más rebotes.

Ahora que Héctor ya conoce el trío amoroso que se llevan, quizá Cris se abra más a el y le cuente sus quejas. Héctor se dará cuenta cual es el verdadero papel de Cris en esa relación y pueda darle consejos que le haga abrir los ojos.
 

📢 Webcam con más espectadores ahora 🔥

Atrás
Top Abajo