El Fruto Prohibido. ( Continuación - 273 )
La verdad que estar allí hablando con Rosa era una sensación como de haber retrocedido en el tiempo y haber regresado a aquella época universitaria que tan buenos recuerdos nos había dejado; solo que de aquella no quedé nunca con ella para ir a tomar copas fuera del ambiente universitario, y mucho menos haberla llevado a cenar...
Y tras unos segundos, ella dio un nuevo trago a su whisky
y yo a mi zumo
Luego chocó su copa con la mía y dijo:
----- Por aquellos tiempos.
Alzamos nuevamente nuestras bebidas y dimos otro trago.
Tras ello, y tras unos segundos en silencio en que no supe que decir, ella me miró y apretando una sonrisa me dijo:
----- Danny. ¿ Te acuerdas cuando te llamé aquel sábado por la mañana ?
----- ¿ Cuando ?
Sonrió y me aclaró:
----- Te llamé pidiéndote ayuda y que vinieras a mi piso porque el lunes tenía un examen importante de fin de carrera...
----- Ah, si. Creo que fue mi compañero de piso quien me pasó la llamada.
----- Si, creo que si... era sudamericano... ¿ no ?
----- Si, Alejandro, venezolano.
----- Si, si... que una vez vino a reunirse contigo en la cafetería de la facultad y era muy simpático.
----- Y lo sigue siendo.
----- ¿ Aún tenéis contacto ?
----- Claro, nunca dejamos de tenerlo; somos como familia.
----- Ay, que bonito.
----- Es una amistad para toda la vida...
Ella sonrió y me hizo un gesto positivo...
para continuar después:
----- ¿ De verdad te acuerdas ?
----- Claro que me acuerdo...
" Uffff...!!! como para no acordarme. " pensé para mí. Que Rosa me llamase o me buscase, no es que me pusiera nervioso, pero reconozco que entonces algo se removía dentro de mí...
Y continué:
----- También recuerdo que en un principio te puse pegas y excusas.
----- Si, si... ----- dijo sonriendo.
----- Pero fuiste convincente.
Ambos nos reímos...
y seguí recordando:
----- Ese sábado había quedado en la facultad de Alejandro porque tenían una fiestorra para celebrar el fin de los exámenes y del curso; teníamos previsto irnos de movida toda la noche. Pero insististe e insististe que me comprometí pero ya por la noche.
----- Y llegaste como a la una de la mañana...
----- Si, más o menos. Y en la mesa del salón tenías extendidos todos tus apuntes y notas con los diferentes libros.
----- Exacto... Y un termo de café para combatir el sueño durante la noche.
Hice un gesto afirmativo mientras apretaba una sonrisa y ella continuó recordando:
----- Además estábamos solos porque mis compañeras se habían ido, una a su pueblo a pasar el fin de semana y otra a estudiar en el piso de unas compañeras.
----- Y nos pasamos la noche peleando con William Shakespeare. ----- le dije.
Ella se rió...
y me comentó:
----- Y que duro era el jodido.
----- Pero muy duro de pelar... ----- añadí.
Eso me hizo recordar como ella seguía atentamente a mis explicaciones con aquella expresión que tanto me fascinaba, o como movía los labios al hablar cuando me comentaba o argumentaba algún detalle.
Sentí que pasar una noche con una chica como ella y que no ocurriese nada era como una maldición del destino, y más estando solos como estuvimos...
----- Nos dieron las luces del alba. ----- me dijo.
Yo afirmé con un gesto y le comenté:
----- Fue una maratón.
Entonces agarró mi mano, y mirándome con esa expresión suya que tanto me fascinó en su momento, fue que me dijo:
----- Si, fue una maratón; pero gracias a ti pude ir más segura al examen de aquella prueba y saqué una buena nota gracias a tu ayuda.
----- Bueno, no sería para tanto.
----- Si que lo fue, porque sin ti no lo habría conseguido. Pero lamenté una cosa.
----- ¿ Que lamentaste ?
----- Que no te lo pude agradecer porque cuando salieron las notas unos días después, tu ya no estabas en la facultad.
----- No, no estaba. Si mal no recuerdo me tuve que ir urgente a Santander; mi padre ya no se encontraba bien de salud y mi madre me llamó preocupada pidiéndome que fuera.
----- Si, recuerdo que llamé a tu casa y eso fue lo que me dijo tu compañero de piso. Y sentí mucho que no estuvieras porque me habría gustado invitarte a comer o a cenar.
Sonreí y le dije:
----- Bueno, aunque con retraso puede decirse que ya lo hemos hecho.
----- Si, pero has invitado tu.
----- Eso da igual. ----- le dije.
Me miró y me dijo:
----- Aquella noche fue la última vez que te vi.
----- Si, creo que si.
----- Lo fue, hasta hace poco que nos hemos vuelto a encontrar.
Yo afirmé con gestos, mientras que ella continuó recordando; y así me comentó:
----- Recuerdo que que al comentar o hablar me mirabas de una manera especial.
----- ¿ Como especial ? ----- le pregunté.
----- Si, parecía embobado e incluso te percibía a veces como una expresión de cordero degollado.
Yo me reí
afirmando con gestos.
Y sonriendo me preguntó:
----- ¿ Por que ?
----- Es que me gustaba observar como movías la boca al hablar.
Puso una expresión como de sorpresa...
y me dijo:
----- Ah si... ¿ Y por que ?
----- A ver, me gustaba tu boca, la veía hermosa; y también me gustaba tu mirada o esa expresión cuando escuchabas atentamente a lo que te explicaba. Pero sobre todo me fascinaba como movias los labios al hablar.
Y sonriendo me preguntó:
----- ¿ Deseabas besárlos ?
Hice un gesto afirmativo y le confesé:
----- Uffffff....!!!!! Me moría por besárlos.
Me miró apretando una sonrisa y con una expresión pícara me preguntó:
----- ¿ Por que no los besaste ?
La miré directo a los ojos y le respondí confesando:
----- No me atreví, me faltó valor.
----- ¿ Tanto miedo te daba ?
Me reí
y le respondí:
----- Más que miedo era respeto.
----- ¿ Como respeto ?
Hice un gesto y le argumenté:
----- A ver, yo era un pobre mortal de tercero mientras que tu ya eras una diosa de quinto a punto de licenciarse; y algo mayor que yo.
----- Bueno, no tanto.
----- Pero lo suficiente como para frenarse ante algunas lineas rojas y no profanar cierta jerarquía.
Ella se rió...
Y poniendo su mano sobre mi hombro, me miró un par de segundos con una expresión un tanto risueña y me dijo:
----- ¿ Sabes una cosa ?
----- Dime.
----- Estuve toda la noche deseando que me besases; me moría por que lo hicieras.
Aquello me sorprendió por completo
y me dejó casi con la boca abierta.
----- No me digas... ----- le dije en tono incrédulo.
Afirmó con un gesto mientras apretaba una sonrisa, para después dar un trago a su whisky.
Tras unos segundos en silencio, como tratando de encajar esa confesión, ella me dijo:
----- Solo pensaba en que te atrevieras y lo hicieras. A ver si se atreve y me besa, no paraba de decírmelo.
Bajé la mirada y sonreí, para comentar después:
----- Es curioso; ambos deseábamos lo mismo pero ninguno se atrevió a dar el paso.
Ella afirmaba con gestos, a la vez que comentó:
----- Por eso ya cuando lo dejamos por la mañana, me sentí un tanto decepcionada.
----- Nos tomamos un último café.
----- Y cuando ya te marchabas, recuerdo que te acompañé a la puerta, puse mi mano en tu hombro y te di las gracias.
----- Y yo te deseé suerte.
----- Si; y nos despedimos con un par de besos en la mejilla como buenos amigos.
Hice un gesto afirmativo y le pregunté:
----- ¿Y porque no me besaste en ese momento ?
----- Tampoco me atreví.
Los dos nos reímos y ella me confesó:
----- Cuando te marchaste y cerré, me puse de espaldas a la puerta y me sentí decepcionada. Entonces me dije: haberle besado, tenías que haberle besado.
----- Vaya, lo siento.
----- No, si no tuviste culpa alguna, y yo tampoco. Solo fue una decepción por el hecho de que no hubiese ocurrido aquello que había deseado durante toda la noche.
----- ¿ Y si llega a ocurrir ? ----- le pregunté.
Pero ella me respondió con otra pregunta:
----- ¿ Que crees que habría pasado ?
----- Uffff....!!!! no se, es difícil saberlo; pero tal vez hubiésemos repetido con algunos más.
Me miró con una expresión pícara, y sonriendo me dijo:
----- Es probable que si.
Y tras arquear las cejas comenté:
----- Y lo mismo luego nos habríamos arrepentido.
Me miró un tanto sorprendida y me preguntó:
----- ¿ Arrepentirnos de que ?
----- No se, pero con el pasar de los años y tras adquirir experiencia, vas tomando conciencia de lo peligroso y arriesgado que es el cruzar ciertos límites.
Ella sonrió, y agarrando nuevamente mi mano, fue que me dijo:
----- Yo creo que nos habríamos enganchado y hoy seríamos una feliz pareja.
Yo me reí...
y ella mirándome con cierta decepción, me preguntó:
----- ¿ Por que te ríes ?
----- Porque nunca me he visto tan joven y enganchado a alguien; siempre fui muy independiente.
Ella me miró con el semblante serio, y poniendo nuevamente su mano sobre mi hombro, fue que me dijo:
----- Danny, me arrepiento de que no nos besáramos aquella noche.
Aparté la mirada un par de segundos, y tras torcer el gesto le respondí:
----- Bueno, no ocurrió y ya está; no hay que darle más vueltas porque ya no tiene remedio.
----- O si lo tiene... ----- respondió.
Entonces se acercó, me agarró por la nuca, y suavemente puso sus labios sobre los míos y me besó de manera sensual
Continuará.......................................................................................