El Fruto Prohibido. ( Continuación - 274 )
Confieso que me vi completamente sorprendido...
más por inesperado que por otro motivo; y por otro lado sentí una agradable sensación al sentir los labios de Rosa pegados a los míos y como su boca se acoplaba a la mía. Sentí una agradable sensación e incluso moví levemente mis labios respondiendo a los suyos... Pero tras unos segundos, la cordura se impuso en mi mente, y aunque siempre había deseado besar aquella boca, algo me decía que debía parar ya y alejar a los demonios
. de la lujuria antes de que se hiciesen dueños de la situación.
Puse mis manos en sus hombros y la aparté suavemente; nos miramos en silencio a los ojos durante unos segundos, hasta que ella dijo:
----- Bueno, ya está.
La miré sin decir nada, y ella continuó como justificándose:
----- Era algo que teníamos pendiente.
Hice un gesto como dándole a entender que si ella lo decía, pues sería así; porque yo me sentía como en un estado previo a un pequeño shock y realmente no sabía como reaccionar.
Ella se acercó de nuevo y volvió a besar mis labios con suavidad y ternura durante cuatro o cinco segundos, en que volvía a apartarla.
----- Vale ya. ----- le dije.
Me miró entre sorprendida y decepcionada.
----- ¿ Te ha molestado ? ----- me preguntó.
Hice un gesto negativo y le respondí:
----- No, no me ha molestado.
----- ¿ Cual es el problema entonces ?
Hice un gesto y le respondí:
----- Es que esto no me parece correcto ni ético.
----- ¿ Pero por que ?
La miré a los ojos un par de segundos, vi en ella esa expresión que tanto me fascinaba; y así le respondí:
----- Tu estás casada y yo estoy con Carmen, es mi pareja. No se lo que se merecerá tu marido, pero Carmen no se merece algo así ni que sea desleal.
Bajó su mirada como decepcionada, o sintiendo que se había equivocado, y me dijo:
----- Claro, es de entender... Lo siento.
La tomé por las mejillas y la obligué a mirarme; esbocé una sonrisa y le dije:
----- A ver Rosa, no ha pasado nada... Un simple beso es algo inocente que no hace daño a nadie, pero hay que parar a tiempo no sea que se nos escape el control.
----- Si tienes razón. te pido disculpas.
Yo sonreí y le respondí:
----- Tranquila, no pasa nada.
La atraje hacia mí y la abracé suavemente; y después le comenté:
----- Esto me lo tomo como una anécdota divertida de esta noche tan estupenda, y lo bien que me lo estoy pasando contigo, sobre todo recordando lo que estamos recordando...
----- Recordar es como volver a vivir algo otra vez. ----- me dijo.
----- Si, a veces se percibe así, pero el pasado pasó y ya está vivido. No se puede volver a vivírlo otra vez.
----- Lamentablemente no.
----- Esta bien que recordemos y nos riamos recordando, pero no más de ahí. No quiero que en una confusión nos descontrolemos y luego nos arrepintamos de lo hecho.
Me miraba en silencio y bajando la mirada de vez en cuando un tanto decepcionada, hasta que me dijo:
----- Admiro tu lealtad.
La miré y tras hacer un gesto le dije:
----- Muchas gracias...
Y a continuación le comenté:
----- No soy perfecto ni nunca lo fui; a lo largo de mi vida cometí errores que no quiero volver a cometer...
Agarró mi mano, y tras apretarla me dijo:
----- Antes te dije que envidiaba a Carmen; pues ahora la envidio aún más.
Sonreí y agarré su mano, la cual se la besé suavemente. Ella se acercó y nos abrazamos en silencio durante unos segundos. Cuando nos separamos, ella me miró poniendo su mano sobre mi mejilla, y me acabó diciendo:
----- Danny, no solo me arrepiento de no haberte besado aquella noche; también me arrepiento de no haberme acostado contigo.
Buuuffff....!!!!!
Esta confesión si que me sorprendió por completo...
mientras que también pensé en lo que habría dado entonces para que eso se hubiera hecho realidad.
Al final le dije:
----- Es destino tenía otros planes para nosotros.
----- Está visto que si. ----- me respondió.
Viendo que ya era tarde, pues ya pasaba de las dos de la mañana, acordamos retirarnos ya y poner fin a esta quedada que habíamos tenido. Apuramos lo que aún quedaba de nuestras respectivas bebidas y nos fuimos hacia la barra.
Una vez allí insistió en que las copas las pagaba ella, que yo había invitado a la cena y ahora le tocaba invitar a ella; así que le discutí más y dejé que pagara.
Salimos a la calle y según íbamos en busca del coche, pasé mi brazo por su espalda y ella se pegó a mí.
----- Ayyyy... Danny, Danny; como me gustaría seguir el resto de la noche contigo. Me siento tan bien a tu lado.
Yo sonreí y le dije:
----- Eres incansable.
Me miró sonriendo, y tras besarme la mejilla me dijo:
----- Es que me lo he pasado tan bien que me ha sabido a poco.
Hice un gesto y le respondí:
----- Ya repetiremos....
----- Claro que si.
Tras unos segundos en silencio, nos paramos y tras mirarnos me dijo:
----- Me gustaría que acabásemos la noche en lo alto de la Sierra y viésemos amanecer.
Sonreí y le dije:
----- Sí, estaría bien, pero hoy no va a ser posible.
Hizo un gesto risueño.
----- Esa es mi pena... ----- respondió.
Llegamos al coche, y nada más subirnos y ocupar nuestros respectivos asientos, ella me agarró el brazo y con una mirada tierna pronunció mi nombre...
----- Danny.
La miré y percibí como que estaba dudando si decirme algo o no. Y tras unos segundos me confesó:
----- Quiero ponerle unos buenos cuernos a mi marido.
La miré todo sorprendido...
y a continuación me reí...
Con el semblante serio me dijo:
----- No te rías por favor... Lo digo muy en serio.
La miré apretando una sonrisa y le comenté:
----- Creo que ese whisky no te ha sentado del todo bien.
Y con una expresión risueña me respondió:
----- Me ha sentado de maravilla y hacía tiempo que no me sentía tan bien.
Se fue acercando hacia mí, y suavemente volvió a besar
mis labios con ternura...
Buuuffff...!!!!
besaba de una manera maravillosamente sensual y me costaba contenerme, pero estaba siendo fuerte y conseguía no caer en aquel juego, porque al mínimo paso en falso estaba claro que terminábamos en la cama. En mi casa no iba a poder ser estando Ernesto, y en la suya supongo que tampoco. Pero había hoteles y la tentación era muy fuerte...
Tras besarme, fue que me dijo:
----- Te he confesado esto porque es contigo con quien se los quiero poner.
Ufffff....!!!!! Esto ya termino por sorprenderme del todo...
La miré en silencio durante unos segundos, y luego al apartar la mirada y agarrar el volante, fue que le respondí:
----- Me temo que no va a poder ser posible.
Me miró decepcionada, agarró mi mano y me dijo:
----- ¿ Que ocurre ? ¿ Es que ya no te gusto ?
----- No, no... No es eso. ----- le respondía.
----- ¿ Entonces es que ya no me ves guapa ni atractiva ?
Y haciendo gestos negativos le respondía:
----- No, no... Claro que te veo tan guapa y atractiva como entonces. Y claro que me gustas.
----- Pues no te entiendo, la verdad.
Puse mis manos sobre sus mejillas y le expliqué:
----- Rosa, ya te dije antes que el tiempo ha pasado, que vivimos realidades diferentes a las de entonces. Además te insisto en que no quiero cometer errores que me puedan llevar a perder a Carmen... Si estuviese solo, quizás si que me animaría; pero no lo estoy.
Y en medio de su decepción me insistió:
----- Pero si nadie se va a enterar, todo quedará entre tu y yo... Será un secreto que nos llevaremos a la tumba.
Y haciendo gestos negativos le respondía:
----- No Rosa, no... No se como ni de que manera, pero estas cosas casi siempre se terminan sabiendo. Son armas que carga el diablo y que se suelen disparar en el momento menos oportuno.
Se apartó de mi y dijo:
----- Vale, veo que me desprecias.
----- No, no... para nada, para nada te desprecio, créeme.
Puse mi mano sobre su mejilla e hice que me mirara; entonces me fui acercando, y esta vez fui yo quien besó suavemente sus labios...
Y tras ello le expliqué:
----- Mira, que nos demos algún que otro beso no tiene importancia; pero hay límites que no debemos cruzar así alegremente, porque si lo hacemos nos puede costar muy caro y lo lamentaríamos. También es posible que no pudiesemos volver a ser amigos y nos arrepentiríamos de ello.
----- Lo que tu digas, pero si no se los pongo contigo no se los pongo con nadie.
Sonreí, y poniendo mi mano en su mejilla le dije:
----- Rosa, yo te entiendo. Se que estás dolida por muchas cosas, y lo estás con toda razón. Pero antes de dar un paso así debes estar segura de ti misma y de los motivos que te llevan a quererlo dar.
----- Estoy segura y muy segura. ----- me respondió.
Entonces le argumenté:
----- O tal vez crees que lo estás... Por eso te pido que pienses y medites bien antes de dar un paso en falso del que luego te tengas que arrepentir.
Ella me miró apretando los labios, y tras unos segundos me dijo:
----- Al menos prométeme que lo pensarás.
Hice un gesto, y tal vez más por cortesía que por convencimiento, que le respondí:
----- Te lo prometo.
Entonces nuevamente se abrazó a mí y acogiéndola en mis brazos acaricié sus cabellos, mientras que ella medio sollozando me decía:
----- Ay Danny, perdóname si te molesto o te ofendo...
Y dándole una palmadas en la espalda le respondí:
----- Tranquila que ni me molestas ni me ofendes. Todo lo contrario, me siento halagado... Pero debemos comportarnos con madurez y responsabilidad, no sea que cometamos errores fatales e irreversibles.
Besé el lateral de su frente y luego se apartó de mí; agarró nuevamente mi mano y me dijo:
----- Cada vez estoy más convencida de que debimos besarnos aquella noche.
Hice un gesto arqueando las cejas y le respondí:
----- Pero el destino no lo quiso. Y quien sabe, de haberlo hecho quizás ahora no estaríamos aquí de esta manera.
Luego la miré, y apretando una sonrisa le dije:
----- Hoy si que nos hemos besado, con retraso pero hemos saldado eso que teníamos pendiente.
Ella sonrió acariciando mi mano y haciendo gestos afirmativos. Y acto seguido puse en marcha el coche.
Cuando llegamos a su barrio me fue indicando como llegar a su calle, y una vez allí paré justo delante de su portal.
Me miró con una sonrisa, y tras agarrar de nuevo mi mano d¡fue que me dijo:
----- Danny, muchas gracias por esta noche. ha sido un placer.
----- El placer ha sido mío. ----- le respondí.
Me miró a los ojos, y nuevamente me pidió:
----- Por favor, piensa en esto que te he dicho.
La miré, y haciendo un gesto le di a entender que que si, que lo iba a pensar.
A continuación se me acercó con el fin de darnos el beso de despedida, pero al percibir que venía directa a mi boca, fue que torcí la cara y nos lo dimos en la mejilla.
Me miró un tanto decepcionada y me dijo:
----- Ehhh... ¿ Que ocurre ?
----- No ocurre nada; mejor dejemoslo así y no compliquemos las cosas.
----- Ya... entiendo. ----- me respondió.
Abrió la puerta y salió del coche y me quedé mirando como se dirigía al portal. Abrió la puerta, y una vez dentro agitó su mano despidiéndose de mí, mientras que yo hacía lo mismo.
Continuará...............................................................................................