El Fruto Prohibido. ( Continuación - 277 )
Una vez que Ernesto estuvo listo, dejamos el apartamento y salimos a la calle; nos fuimos directos hacia el boulevard, y una vez allí nos metimos en una cervecería donde nos pedimos yo una cerveza y él un zumo de pomelo, y también unas tapas ligeras para entretener al estómago ya que no habíamos desayunado.
En cuanto nos sirvieron hicimos un brindis
y tras dar el primer trago le pregunté por su salud, por como se encontraba, que tal llevaba el tratamiento, etc...
Me dijo que muy bien, que había hecho un control hacía poco y que todo le daba normal, aunque había algún pequeño detalle que se había alterado mínimamente y debía controlarlo.
----- ¿ Y como es eso ?
----- Ayyyy... hermano, te confieso que en Venezuela tuve algún pequeño desliz.
----- No me jodas... ----- le dije.
----- No me echés la bronca...
Le miré con el semblante serio y le dije:
----- Fue cuando se vino Rocío y te quedaste solo... ¿ Verdad ?
Me respondió con un gesto afirmativo... Mientras que con gestos negativos le respondía:
----- Si es que es para inflarte a hostias...
----- Que no hombre, que solo fue un par de veces y controlándome.
----- Si, ya lo veo.
----- Pero si el médico me ha dicho que no tiene importancia, pero no hay que descuidarse. Y en eso estoy.
Le miré y con una expresión como de no saber si creerle, y le comenté:
----- Y supongo que por eso se ha cabreado Rocío.
----- En parte si, pero hay más detrás.
Y me fue contando sobre la situación en que se encontraba con Rocío, pero muy por encima y sin profundizar; yo solo le escuchaba haciendo algún que otro gesto, pero no le pregunté; dejé que se expresase a su manera y que me contase lo que él me quisiera contar y la manera en que me lo quisiera contar.
Después me preguntó por Carmen y por mí sobre como iba nuestra relación y en que punto nos encontrábamos, y si nos íbamos a ir a vivir juntos de una vez.
Le comenté que íbamos a nuestra manera, que respetábamos estrictamente nuestros espacios libres; y en cuanto a irnos a compartir vivienda, pues le comenté en que punto más o menos nos encontrábamos y lo que nos diferenciaba, ya que yo optaba por irnos a vivir al extrarradio para estar más cerca del trabajo, mientras que ella no estaba por la labor y quería permanecer en la capital.
----- Y así estamos. ----- le dije con cierta resignación.
----- Ay que jodienda. ----- me dijo.
Yo afirmé con gestos mientras me preguntaba:
----- ¿ Entonces piensas mudarte ?
Hice otro gesto afirmativo y le respondí:
----- Pues si, en este apartamento no quiero vivir con nadie; o vivo solo, o me voy.
----- ¿ Y eso por que ? El apartamento está chevere.
----- Si que lo está, pero este es un espacio que lo monté con Keiko para que lo compartiéramos los dos, y me sería difícil compartirlo con otra persona. Su recuerdo estaría siempre revoloteando en el ambiente.
----- Entiendo... ----- me dijo.
Y luego añadió:
----- Eso te pasa por promiscuo.
Me reí y exclamé:
----- Ay la leche, lo que tengo que escuchar. Anda queeeeee....!!!! Mira quien fue a hablar.
Y nos reímos los dos...
Tras ello me comentó:
----- Entonces entiendo que la japonesa aún tiene peso en vos.
Hice un gesto, y con el semblante serio le respondí:
----- A ver, tengo buen recuerdo de ella, no lo niego, porque fue alguien importante en mi vida.
----- Claro.
----- Pero ya forma parte de mi pasado; ahora mi presente y mi realidad es Carmen.
----- Como tiene que ser.
----- Tu lo has dicho.
Y tratando de cambiar el tema, fue que retomé lo suyo con Rocío y le pregunté:
----- ¿ Entonces como piensas solucionar tu situación con Rocío ?
Me miró a los ojos
y me respondió:
----- No lo se hermano, no lo se; cada vez lo veo más complicado. Como ya te dije, a ver que pasa durante este tiempo que esté aquí con vos.
Quedamos unos segundos en silencio y me confesó:
----- Además ha ocurrido algo que no se si es grave, y tal vez nos lleve a un punto de no retorno.
Esto si que me sorprendió e inquietó a la vez; y así le pregunté:
----- ¿ Que ha ocurrido exactamente ?
Me miró con una expresión como de cierto arrepentimiento y me respondió:
----- Que le he vuelto a ser infiel a Rocío.
Buuuuffffff....!!!!!
Eso si que me pilló totalmente por sorpresa...
----- No me jodas... ----- le dije.
----- Si hermano, si.
----- ¿ En Venezuela ?
----- No, aquí en España.
----- No habrá sido con aquel grupo de eslavas.
----- No, no... que va. Fue en un pueblo de Córdoba. ----- me respondió.
----- ¿ Entonces que fue lo que pasó ?
----- Es que me invitaron a pasar un fin de semana largo en Montilla; allí tengo unos amigos como sabes.
----- Si, algo me contaste.
----- Rocío no quiso venir, pero yo agarré un buen cabreo y me fui solo.
----- Estos amigos tienen allí un cortijo por todo lo alto, pues son ganaderos. Así que montaron una barbacoa nocturna en la que corría la bebida y la comida sin control alguno; y acabamos en la piscina.
----- Y tu comiste y bebiste lo que te dio la gana, supongo
----- No hombre, supones mal porque comí con moderación y todo a la brasa y carne magra; nada de grasa. Lo prepararon expresamente para mí, y solo tomé como dos o tres vasos de vino nada más.
----- Ya, y yo me lo creo.
----- Pues creéme porque te doy mi palabra.
----- Vale, vale... Si tu lo dices tendré que creerte.
Y a continuación le pregunté:
----- ¿ Y que más pasó ?
----- Bueno, esto no se lo he contado a nadie, vos eres el primero a quien le cuento algo.
----- Vaya, gracias por la confianza.
Y chocamos la palma de la mano; y continuó relatando:
----- El caso es que la gente se puso contenta con la bebida, yo era el que mantenía el tipo por razones obvias.
----- Me imagino...
----- El caso es que acabamos en la piscina, y allí uno de mis amigos le tenía echado el ojo a su cuñada...
Hice un gesto ostensible... y exclamé riendo...
----- No me jodas.
----- Si hermano; era la mujer de su cuñado, el hermano de su mujer.
----- Ya...
----- Y el muy cabrón me dijo que entretuviese a la suya porque su cuñado tenía una toña de campeonato y la estaba durmiendo en una tumbona; así que iba a aprovechar para calzarse a su cuñada, porque según me contó tenía mucho tonteo con ella y se tenían ganas.
Me partí de risa...
----- Joder que fuerte... si es que te metes en cada fregado.
----- Yo no lo busqué.
----- Ya, ya... te encontraste por el camino.
----- Más o menos.
Y nos partimos los dos...
----- Anda sigue... ----- le dije.
----- Pues eso, su mujer también esta bien buena, y llevaba un bikini de esos que llaman brasileños y estaba bien apetecible; como para darle verga sin parar...
----- Me imagino.
----- Ella también llevaba una buena encima porque no se controló con la bebida. Y allí me quedé con ella en la piscina; un par de veces me pidió que te trajera una copa.
----- Y fuiste obediente.
----- A ver, que iba a hacer si no.
Yo me reí
haciendo gestos como de darle a entender que no tenía remedio.
----- ¿ Y que pasó ?
----- Pues que allí en el agua estuvimos jugueteando, y fuimos los últimos en salir de la piscina... Ya eran más de las tres de la mañana y todos ya en encontraban durmiendo excepto nosotros. Ella iba bastante perjudicada que me costó sacarla del agua; según intentaba salir se cayó dos veces, y tuve que agarrarla por donde pude.
----- Claro, aprovechándote pedazo cabrón...
El se partió de risa...
y me respondió:
----- Ante todo hay que ser caballero.
Le di un leve puñetazo en el hombro...
----- Pero que peligro que tienes. ----- le dije.
Y en medio de sus risas
me continuó contando.
----- El caso es que a su dormitorio no la podía llevar porque suponía que allí estaría el marido con la cuñada, así que la llevé para el cuarto que me habían asignado. Y allí se puso llorosa, entonces la abracé, le di palmaditas y algún beso.
----- ¿ En la boca ?
----- Alguno que otro, y se me fue poniendo cariñosa. Comencé a acariciarla, le quité la parte de arriba, y vaya tetas que tenia la bandida.
----- Te lanzaste a por ellas.
----- Hombre, dejar unos manjares así es un pecado...
Yo me seguí riendo...
----- Y le metiste mano.
----- Ya te digo, poco a poco la fui sobando bien sobada y comiéndole las tetas y la boca...
----- Y el marido con la cuñada.
----- Exacto.
Yo cada vez estaba más sorprendido...
mientras él seguía relatando.
----- Al final la dejé totalmente desnuda; me lancé a por su panocha y la estuve saboreando a placer... Buaaaafffff...!!!! que bien dotada que estaba hermano y que sabrosa la tenía... Luego me agarró la verga y nos hicimos un buen sesenta y nueve.
----- Joder, entonces iba desatada.
----- Pero total...
----- A ver si sospechaba que el marido andaba en lo mismo con la cuñada.
----- No creo, pero quien sabe. El caso es que me la terminé calzando bien calzada.
----- Jodeeeerrrr... Un muesca más en tu cañón.
El se rió
y con gestos afirmativos me dijo:
----- Si, una más.
----- ¿ Y descargaste ?
----- Ya lo creo que descargué.
----- ¿ Dentro ?
----- Si dentro, dentro.
----- Pero con goma... ¿ no ?
----- No hermano, sin nada. A pelo como dicen ustedes.
----- Buffffff...!!!! que fuerte.
Y añadí:
----- A ver si la has puesto a engordar.
----- No lo se, esa es la duda.
Bufffffff...!!!! lo decía con tal tranquilidad, que no se si me sorprendía aún más eso que todo lo que me había contado...
----- ¿ Y cuando fue eso ?
----- Hace dos semanas.
Me quedé unos segundos pensativo y le pregunté:
----- ¿ Pero como pudiste caer en ello ?
----- Lo necesitaba hermano, desde que regresé de Venezuela, nada de nada; Rocío me tiene en cuarentena.
----- No me digas...
----- Si hermano, se niega por completo. Y lo cierto es que cuando regresé a Sevilla me sentí arrepentido, pero ahora tengo mis dudas; yo también tengo mis necesidades.
Aparté la mirada y quedé en silencio, hasta que él me preguntó:
----- ¿ Que te parece ? ¿ No me dices nada ?
Tomé aire y pasados unos segundos le respondí tras apretar los labios:
----- No digo nada, yo no te voy a juzgar.
Y en tono de alivio me respondió a la vez que me agarraba el brazo:
----- Ay hermano, que peso me quitas de encima. Yo necesitaba confesar esto, y temía que me lo fueras a recriminar.
----- A ver Ernesto, ya eres mayorcito para saber lo que haces, pienso yo.
----- Ya pero la otra vez no me apoyaste.
----- No, no te apoyé porque no tenías razón; y cada situación es diferente como diferentes son también las circunstancias en que se dan.
Iba a preguntarle que paso cuando a la mañana siguiente se despertaron y como reaccionó ella, pero inoportunamente sonó mi móvil con una llamada. Miré la pantalla temiendo que fuera Rocío, pero para mi alivio era Rosa, lo cual también me sorprendió...
" Que oportuna " pensé para mis adentros...
----- Disculpa.
Dije a Ernesto mientras iba a responder a Rosa.
Y este asintió con un gesto.
----- Hola, dime...
----- Hola Danny, buenos días.
----- Buenos días.
----- ¿ Que tal dormiste ?
----- Bien, aunque llegué algo cansado. ¿ Que tal tú ?
----- Aún me siento algo cansada.
Yo me reí...
----- Es que se nos hizo tarde.
----- ¿ Puedes hablar ?
----- A ver, me pillas en la calle con un amigo que ha venido a visitarme desde Sevilla, y se va a quedar aquí una temporada en mi apartamento.
----- Ah vale, entiendo. Mejor te llamo en otro momento.
----- No, no... Dime lo que quieras decirme si es algo rápido.
----- Es que quiero agradecerte lo de ayer, porque me lo pasé genial y me hacía falta una desconexión así. Por eso te estoy agradecida.
----- No tienes que agradecerme nada, para mi también fue agradable.
Y tras unos segundos en silencio... Le dije:
----- Bueno... ¿ Era esto solo ?
----- Es que también me siento avergonzada.
Me sorprendió por completo
y le dije:
----- Avergonzada. ¿ Por que te vas a sentir avergonzada ?
----- Por lo que te dije al final; no se si fue ese whisky junto con el vino que tomé en la cena lo que me descontroló.
Yo me reí...
de nuevo, y ella añadió:
----- Ay Dios... lo que habrás pensado de mí.
----- Pero que voy a pensar...
----- No se, lo mismo te molestó
----- Pero que me va a molestar... Lo tomo como una anécdota divertida y ya está.
----- ¿ De verdad que no te molestó ?
----- Claro que no me molestó lo más mínimo, ya te lo dije. Me sentí halagado.
Quedó unos segundos en silencio y le dije:
----- Ehhhh... ¿ Que ocurre ?
----- Nada, nada...
Entonces le dije:
----- Si quieres, la próxima semana buscamos un hueco que nos coincida en el trabajo y nos tomamos como otras veces un café o un té y hablamos; se que está pasando una situación complicada.
Y ella me respondió:
----- Lo que quiero es invitarte un día a comer.
----- Bueno, ya lo hablaremos y miramos cuando nos es factible.
----- Creo que ahora te pillo mal... No puedes hablar. ¿ Verdad ?
----- Ya te he dicho que estoy con un amigo, y estamos elaborando nuestro plan para hoy.
----- Ah, vale... Disfrutarlo.
----- Gracias.
Y nos despedimos sin más.
Ernesto se quedó mirándome y sin atreverse a preguntar; y entonces le aclaré así por encima que era una compañera del trabajo que no estaba pasando por buenos momentos, etc...
Continuará.............................................................................