El Fruto Prohibido. ( Continuación - 350 )
Agarré su mano y tras salir del ascensor, ambos fuimos riendo
hasta mi puerta... Según la abrí, encendí la luz del recibidor y le cedí el paso; nada más entrar y cerrar de nuevo la puerta, ella se abrazó a mi y yo la acogí tiernamente entre mis brazos acariciando con suavidad su espalda.
Nos miramos y nos fuimos acercando hasta unir nuestros labios, acoplando nuestras bocas en un cálido y sensual beso cargado de ternura y sentimiento...
----- Gracias mi amor... ----- susurró.
La miré con un gesto de complicidad
y respondí:
----- Gracias a ti.
----- No, gracias a ti por este maravilloso regalo que me haces.
----- Te lo mereces.
Puso sus manos en mis mejillas y me confesó:
----- No sabes como deseaba poder hacer un viaje así; siempre fue como mi sueño inalcanzable.
Sonreí con ternura, mientras que ella me siguió diciendo.
----- Y ahora lo voy a hacer realidad gracias a ti.
La miré hacia la profundidad de sus ojos oscuros, a la vez que nos fuimos acercando de nuevo y volvíamos a unir nuestros labios
en otro largo y profundo beso cargado de sensualidad y ternura, en el cual comenzamos a dejarnos flotar en un mar de sensaciones...
Y tras ello susurró:
----- Doy gracias a la vida por haberte traído a mi lado.
La apreté entre mis brazos y nuevamente besé su boca con toda mi pasión...
uniendo mi lengua a la suya en un húmedo y placentero juego de sensaciones...
Se agarró a mis brazos y me dijo:
----- ¿ Nos tomamos una copa compartida ?
Asentí con un gesto y una sonrisa.
Pasamos al salón, donde nos quitamos nuestros respectivos abrigos, a la vez que yo también me quité la americana del traje. Y tras dejar nuestras respectivas prendas sobre una silla, ella tomó asiento sobre el sofá cruzando sus maravillosas piernas en una pose muy insinuante, mientras que yo me fui hacia el mueble bar.
Tras abrirlo le pregunté:
----- ¿ Que te apetece ?
----- Un whisky.
La verdad es que me sorprendió con aquella respuesta y así se lo hice saber.
----- ¡ Un whisky ! ----- dije con cierta sorpresa.
----- Si, un whisky. ¿ Por que ?
Hice un gesto y le respondí:
----- Me sorprendes con esta elección porque tu sueles ser de vodka.
Ella sonrió y me aclaró:
----- Ya, pero hoy en un momento especial y quiero que hagamos honor a tu querida Escocia.
Sonreí haciendo un gesto positivo
y le pregunté:
----- ¿ Como lo quieres ?
----- Solo con hielo, tal y como sueles tomarlo tu.
Así fue que saqué un whisky reserva especial de mi querida tierra natal, junto con el correspondiente vaso ancho...
y tras dejar todo sobre la mesa, agarré una pequeña hielera de cristal y me fui hacia la cocina, donde la fui llenando con unos cubitos que saqué del congelador.
En cuanto regresé al salón, puse en el vaso un par de cubitos
y a continuación eché encima un buen chorro de aquel estupendo whisky. Durante unos segundos moví el vaso con su contenido y después se lo ofrecí a Carmen, quien alargando su brazo lo tomó en la mano.
----- Toma. ----- le dije.
Sonrió y guiñando un ojo
me respondió:
----- Gracias mi amor.
Miró el vaso, y tras agitarlo suavemente olió el aroma de aquel contenido y comentó:
----- Uhhhmmmm... huele a Escocia.
Sonreí y le dije:
----- Espera a que enfría un poco más.
----- Si mi amor, como tu digas; eres el experto.
Sonreí y me senté a su lado; ella se pegó a mi, a la vez que la acogí en mis brazos y ella apoyaba la cabeza sobre mi hombro, mientras que yo iba acariciando sus suaves y oscuros cabellos que se iban deslizando en medio de mis dedos, mientras que ella se pegaba cada vez más a mi.
En ese momento pensaba en mi suerte al tener a Carmen a mi lado, en como había entrado y se fue asentando en mi vida; lo que comenzó siendo para mi un quiero y no quiero, se había convertido en algo imprescindible, porque me daba cuenta de lo mucho que necesitaba a Carmen y las energías que aportaba a mi vida.
Me miró con un gesto, y con otro gesto le di a entender que adelante... Así tomó el vaso y le dio un pequeño trago:
----- Joder que fuerte está esto... ----- comentó.
Sonreí y le comenté:
----- Es un whisky de alta calidad.
----- Joder, quema por dentro.
----- Es que no estás acostumbrada.
----- Será eso.
A continuación me ofreció el vaso, invitándome a probar su contenido, lo cual hice tomando un trago algo más largo que el suyo. Y al ver mi reacción me dijo:
----- Joder... ¿ Es que no te quema ?
Respondí con un gesto negativo, a la vez que me comentaba:
----- Pues será que tienes callo en la garganta.
Me reí...
y le respondí:
----- Anda exagerada; ya te he dicho que el problema es que no estas acostumbrada a beber este tipo de licores.
----- Ufffff... pues será eso.
Sonreí poniendo mi mano sobre la suya, y acercándome volvía a besar con suavidad y ternura
sus hermosos y apetecibles labios...
Mientras que ella acariciaba mi mejilla con su otra mano.
Estuvimos así como un par de minutos, hasta que ella se separó de mi lado y poniéndose frente a mi, colocó sus manos sobre mis mejilla y me preguntó:
----- ¿ Que piensas ?
Hice un gesto apretando los labios, y apartando suavemente sus manos tomé el vaso y di un pequeño trago de whisky... Tras ello la miré y le respondí:
----- Pensaba en que debemos ir resolviendo el irnos a vivir justos; creo que tras las fiestas deberíamos ponernos ya en serio con este asunto.
Me miró con un gesto, no de fastidio pero si de cierta incomodidad, porque sabía cual era mi intención; y así me preguntó:
----- ¿ Sigues pensando en que nos vayamos fuera de Madrid ?
Hice un gesto afirmativo, y tras tomar aire le respondí:
----- Creo que es lo mejor y lo más adecuado; debemos irnos cerca del trabajo porque eso nos supondrá un ahorro en tiempo y dinero.
Ella reaccionó apartando la mirada durante un par de segundos y a continuación, tras un gesto puso nuevamente sus manos sobre mis mejillas y me respondió:
----- Si cariño, si. Tal vez tengas razón, pero entiende lo difícil que se me hace el dar un paso como ese; me resulta muy difícil el irme de Madrid y alejarme de mi ambiente de amigos, de mi familia y de mi rutina.
Resoplé y le respondí:
----- Joder, que no nos vamos a Sebastopol, que nos vamos a veinte o veinticinco kilómetros como mucho.
----- Yaaaaa... pero entiende que no me veo preparada para dar ese paso, me gusta más la opción de quedarnos aquí en Madrid, en otro barrio si quieres, pero no fuera de la ciudad.
Buuuuffffff....!!!!
Seguía en sus trece y no había manera de convencerla le diese los argumentos que le diese...
Al final, habilmente cambió el tema de conversación y me preguntó sobre que planes tenía para Londres y que tenía previsto para hacer en la ciudad; que lugares emblemáticos visitaríamos, en que ambientes nos íbamos a mover, etc...
Y así le fui explicando como era la ciudad, cual era la mejor manera de desplazarse por la misma, en que zona nos íbamos a alojar, etc... y así le fui relatando como era la zona de Kensington, los cerca que estaba el Hyde Park, el Royal Albert Hall; pero lo que más le gustó es que estaríamos cerca de una estatua de Peter Pan.
Se le iluminaron los ojos y exclamó:
----- Uhhhhhh....!!!! Peter Pan, de niña era mi personaje favorito de los cuentos. Quería ser como él.
Me reí
y le dije:
----- Más bien querrías ser Wendy, es lo más lógico.
----- Que vaaaaa... Wendy me parecía una ñoña... Me molaba más Peter Pan que era travieso y alocado.
----- Como eras tú, entiendo.
Se rió
y me respondió:
----- Reconozco que de aquella era algo Marimacho.
Entonces me reí con ella...
----- Alguna secuela te quedó. ----- le dije.
Hizo un gesto y me respondió:
----- Si tu lo dices...
En ese momento, hizo un movimiento y se sentó sobre mi regazo; la acogí en mis brazos, apretándola suavemente por la cintura a la vez que le daba un suave beso en la mejilla.
----- Hay que mimar a la nena... ----- le dije.
Ella se rió
y me respondió:
----- Anda no me seas capullo; ya sabes muy bien que mimos necesito.
Y me reí con ella
a la vez que nos besábamos en los labios...
Tras ello, agarró el vaso de whisky y dio un pequeño trago; después me lo ofreció a mi, que lo agarré y di también un trago más largo y abundante que el suyo.
Según lo tragué, me miró de manera sugerente y apretando una sonrisa me dijo:
----- Que bien nos lo vamos a pasar.
Le respondí con un gesto afirmativo, a la vez que ella ponía el semblante serio y me decía:
----- Pero eso si, no te apartes de mi en ningún momento, ni siquiera en el hotel.
La miré un tanto sorprendido
y le dije:
----- ¿ Como que no me aparte de ti ?
----- Si, tu a mi lado y en todo momento.
Aún más sorprendido le pregunté:
----- ¿ A que viene eso ?
----- Es por el idioma, ya sabes que no hablo ni papa de inglés.
Entonces me reí con ganas...
y le respondí:
----- Por eso no te preocupes...
----- No, que va. para ti será muy fácil jodido, pero para mi...
----- Ayyyyy... si no fueses como eres. ----- la interrumpí.
Me miró con el semblante serio y me dijo:
----- ¿ Y como soy ? ¿ Que quieres decir ?
----- Si no fueses tan vaga y negada para estudiar idiomas...
Sonrió de manera irónica, y tras un gesto sugerente puso de nuevo sus manos sobre mis mejillas, y tras agitarlas levemente me respondió:
----- Para eso tengo este escocés guapo que tengo.
Nos acercamos y unimos una vez más nuestros labios en un cálido y sensual beso
cargado de ternura.
A continuación me preguntó:
----- ¿ Que tal estoy con este vestido ?
----- Espectacular. ----- le respondí.
Ella sonrió y me dijo:
----- Me queda bien... ¿ verdad ?
Y haciendo gestos afirmativos le respondí:
----- Ya lo creo, te queda de maravilla; has tenido un gusto maravilloso.
Entonces se acercó de nuevo y me volvió a besar en los labios
a la vez que me comentaba:
----- Cuando lo vi y me lo probé, me miraba en el espejo y sentía que me quedaba como un guante... A Inma le pareció maravilloso y viendo como me sentaba decidió probarse ella otro igual de su talla, pero lo prefirió en amarillo.
----- Es que a ti el negro te queda fenomenal.
----- Verdad que si.
Le hice un gesto afirmativo mientras tomaba otro trago de whisky.
Ella sonrió y me dijo en tono de confesión:
----- ¿ Sabes que pensé ?
----- ¿ Que pensaste ?
Sonrió con complicidad y me respondió:
----- Pensé: me lo pondré para mi Danny, para él y solo para él.
Hice un gesto de admiración que casi se me salían los ojos...
y tras besarnos de nuevo en los labios
y añadió:
----- Eso le dije a Inma cuando estábamos pagando.
Sonreí y le pregunté:
----- ¿ Y que te dijo ?
----- Le encantó y me confesó que le dábamos envidia sana con nuestro romanticismo.
Yo me reí...
y le dije:
----- Anda que jodida... ¿ Y ella que ?
----- ¿ Como que ella que ?
----- No te dijo que se lo pondría para Konrad.
----- No, no me dijo nada.
----- Joder...
----- Es que ese alemán es un tanto frío... no te parece.
----- No se, no entiendo de hombres.
Ella se rió...
y tras darme un cachetillo en la mejilla me dijo:
----- Anda capullin...
Ahora fui yo quien se acercó y puse mis labios sobre los suyos besándoselos con suavidad y ternura...
a la vez que ella me ofrecía su lengua que la chocó con la mía, mientras que mi mano se posaba sobre ese muslo que tenía al descubierto y se lo acariciaba tiernamente disfrutando del agradable tacto que me transmitía.
Y mientras lo hacía le susurré al oído:
----- Estás muy apetecible.
Ella sonrió sensualmente mientras se mordía el labio inferior; y con una expresión cómplice me respondió susurrando también:
----- Hoy quiero que nos devoremos.
Volvimos a besarnos apasionadamente
acoplando nuestras bocas y saboreándonos los labios...
Tras ello, agarró el vaso de whisky y dió un pequeño trago que retuvo en la boca; me indicó que me acercase, y al hacerlo pegó su boca a la mía y me pasó ese whisky que aún retenía en el interior y que con gusto bebí.
Nos miramos, y tras sonreír me dijo:
----- ¿ Te ha gustado ?
----- Me ha encantado; whisky con sabor a ti.
Sonrió con satisfacción y me dijo:
----- Ahora quiero probarlo yo con tu sabor...
Y repetimos la operación al revés.
Tras relamerse los labios me dijo:
----- Uhhhmmmmm.... delicioso.
Y así estuvimos intercambiando varios pequeños tragos de boca a boca durante un par de minutos.
Continuará...............................................