El Fruto Prohibido. ( Continuación - 352 )
La miré con una expresión cómplice mientras apretaba una sonrisa, y así le di media vuelta a la vez que la abrazaba por detrás. acomodando mi cabeza sobre su hombro y agarrando esas hermosas tetas
con que estaba dotada, por la base de los senos y elevándoselas levemente; mientras que ella se echaba hacia atrás, apretándose contra mí y moviéndose para frotas su hermoso y tentador trasero
contra mi entrepierna, lo cual hacía reaccionar a mi amigo de ahí abajo
que comenzaba a ganar en tamaño y dureza...
Ella soltó un profundo suspiro...
----- Ahhhhhh...!!!!.
Mientras que yo iba besando su cuello con cortos y tiernos besos...
cargados de sensualidad, y que ella respondía frotando su hermoso trasero
con más ímpetu y profundidad contra mi.
Se dio media vuelta, y con una sonrisa en medio de una expresión sugerente, me miró a los ojos a la vez que se abrazaba a mi cuello y se acercaba con la boca medio abierta, ofreciéndome sus ricos y sensuales labios, los cuales uní a los míos en un largo y profundo beso
que fue ganando en pasión y profundidad, y en medio del cual juntamos nuestras lenguas haciéndolas chocar con la punta y uniéndolas en un agradable y húmedo juego de sensaciones...
que me supo a gloria bendita.
Tras ello, me miró apretando una sonrisa mientras me ofrecía su mano, la cual agarré con suavidad y tirando de mi me condujo hasta el dormitorio.
Una vez allí, me indicó que me sentara en el borde de la cama, y eso fue lo que hice; acto seguido, ella se fue alejando hacia atrás sin dejar de mirarme con una expresión sugerente, mientras se iba contorneando y pasando sus manos por las caderas, mientras que yo la miraba con atención como embobado...
y sin perder detalle en lo que hacía.
En esas se dobló levemente hacia atrás, dejando que su pierna saliese por la abertura lateral del vestido, mostrándola en todo su esplendor; y así comenzó a desabrocharse el vestido sin dejar de contornear sus estupendas caderas en un sugerente baile de seducción, a la vez que humedecía sus labios pasando la punta de la lengua por los mismos y mordiéndoselos levemente con la punta de los dientes.
Uffff....!!!! aquello me iba poniendo a tono cada vez más y más...
como preámbulo de lo que inevitablemente iba a ocurrir un poco más tarde, y con lo que remataríamos tan agitado día... Sin duda que Carmen era una maravillosa hembra que me conocía a la perfección; me tenía bien estudiado en mis puntos débiles, y dominaba el arte de seducirme haciéndome caer sin remedio en sus garras de hembra dominante.
En esos momentos, mientras ejecutaba su ritual seductor, la miraba y la veía como una auténtica diosa del placer y el deseo que me iba hechizando con sus artes sin dejarme escapatoria posible. Carmen era mucha Carmen y daba gracias a la vida y al destino por haberla traído a mi lado y tener el privilegio de haber sido elegido para entrar en su vida y convertirme en su presa doméstica.
Iba dando sus coordinados pasos hacia delante y atrás, sin abandonar sus expresiones y sonrisas tentadoras, presentándose como un apetecible y tentador bocado, cuando en realidad el bocado iba a ser yo...
mientras que mis hormonas se iban agitando por momentos e imponiéndose a mis neuronas tomando el control de mi mente... Sobre todo cuando echó hacia un lado ese tirante del hombro que sujetaba toda la prensa, la cual fue cayendo lentamente por su torso y sus piernas, dejando al aire sus hermosas y magnifícas tetas
quedando cubierta solamente por unas minúsculas braguitas tipo tanga de hilo en color negro.
Uffff....!!!!
Según la contemplé sentí como se desbordaba mi temperatura interna y ardí en deseos de lanzarme a por ella como un tigre
y saborear aquel estupendo y suculento cuerpo con que estaba dotada y que también sabía lucir y ofrecer...
Pero supe contenerme y dejar que ella llevase la voz cantante, porque estaba claro que esa noche era ella y solo ella la maestra de ceremonias y quien dirigía toda la operación.
Acto seguido se acercó a mi y la abracé por la cintura, apretando mi cabeza lateralmente contra su torso, justo debajo de sus maravillosas tetas...
Ella acarició suavemente y con ternura mis cabellos. Tras unos segundos y sin decir palabra alguna, me apartó suavemente y agarrando mis manos me miró apretando una sonrisa, y tirando suavemente de mi, me obligó a ponerme en pié... Tras ello, me comenzó a desabrochar la camisa y el pantalón, el cual cayó hacia mis pies, y después me quitó la camisa, dejándome solo con el slip, el cuial también era de color negro, a juego con sus sugerentes braguitas. Después recogió mis prendas y las colocó sobre una silla.
Se volvió hacia mi y se fe acercando con su sugerente y seductora sonrisa; y en cuantop estuvo a mi altura, colocó sus manos en mi hombros mirándo fijamente a mis ojos, a la vez que me susurró.
----- Eres mio.
----- Totalmente... ----- le respondí en el mismo tono.
Y sin dejar de mirarnos, nos fuimos acercando hasta que la apreté suavemente en medio de mis brazos, sintiendo y disfrutando del suave tacto que me transmitía su piel al entrar en contacto con la mí; y así fue que acoplamos nuestras bocas uniendo los labios en un cálido y profundo beso cargado de pasión y sensualidad
con el que prácticamente comenzamos a devorarnos mutuamente, volviendo a unir nuestras lenguas en otro ardiente y húmedo juego de sensaciones lujuriosas.
Después, cuando nos separamos, agarró nuevamente mi mano y se fue tumbando en la cama invitándome a que me tumbase a su lado; tras ello nos abrazamos de nuevo y volvimos a unir nuestros labios en otro largo y profundo beso
cargado de pasión, y en el que literalmente nos volvimos a devorar la boca con desespero, como si no volviese a haber un mañana para nosotros y fuese la última vez que podíamos hacerlo... Y así, tras devorarnos nuevamente, nos separamos un momento para tomar aire mientras sonreía con una expresión de total satisfacción...
como dándome a entender que se sentía vencedora al tenerme totalmente atrapado en sus redes seductora y que no tenía escapatoria posible.
----- Me gusta tu boca... ----- me susurró.
----- Y a mi la tuya... ----- le respondí.
Me miró sonriendo con ternura y añadió:
----- Me encantan tus labios.
----- Y a mi los tuyos.
Acto seguido, puse mis manos sobre sus hermosas y apetecibles tetas...
y comencé a ariciárselas con suavidad y ternura, presionando con los pulgares esos duros y erguidos pezones que las coronaban, y que comenzaban a mostrarse bien apetitosos y tentadores en todo su esplendor...
Y así se los iba acariciando y agarrando, para pellizcárselos suavemente con la punta de los dedos, mientras que ella se agitaba y gemía con esos espasmos de placer que le provocaba, y así terminé agarrando y amasando aquellas magníficas tetas con que estaba dotada...
que eran mías y solo mías; y que me las ofrecía para que las disfrutase y de paso la hiciese felíz...
Y así, después de estar un rato disfrutando de ese maravilloso tacto que me transmitían sus apetitosos
senos, se acercó a mi oído y me susurró:
----- Comemélas cariño... Quiero que me las comas.
Y torciéndose un poco hacia mi, fue que puso la derecha justo frente a mi boca...
Besé con suavidad y ternura ese maravillosos pezó que la coronaba, y acto seguido le di unos golpecitos con la punta de la lengua, mientras que ella comenzó a tomar aire y suspirar profundamente...
----- Así... así... Sigue mi amor... ----- me susurraba.
Comencé a darle unos lametones y a rodearlo con la punta de la lengua trazando su contorno, mientras que ella iba suspirando con más profundidad.
----- Diooossssss... que tetas tan maravillosas que tienes... ----- le dije.
----- Son para ti... ----- me susurró.
Entonces fue que me acercó la izquierda para que le repitiese la misma operación; pero esta vez se la agarré mordisqueándole el pezón suavemente con la punta de los dientes y disfrutando de esa dureza que transmitía, mientras que ella soltaba pequeños gemidos de placer. Después se lo fui lamiendo para poco a poco írlo introduciendo en mi boca y chupárselo atrapándolo en medio de los labios, y terminar succionandolo casi con desespero y mamandolo como si fuese un bebé, mientras que ella me lo apretaba y me incitaba a que metiese en la boca todo lo que me entrase de aquella maravillosa masa de carne que era su maravilloso seno izquierdo, que acabé devorándolo con desespero y placer. y que poco después me lo retiró para ofrecerme el derecho y que se lo devorase de la misma manera.
Y según lo hacía, en tono agitado me dijo:
----- Ay mi amor, me gusta esto que me haces... Pero que bien que me las comes.
Tras recrearme un rato saboreando suculentamente su teta derecha, suavemente la obligué a que se quedara tumbada, y ladeándome en diagonal, comencé a comerle una y otra cambiando rítmicamente de pezón en pezón, mientras que ella no paraba de agitarse y contornearse de placer en medio de profundos suspiros, gemidos y jadeos, mientras que la iba agarrando ambas tetas para poder saboreárselas mejor...
----- Diooosssss... Dioooossss... Como me gusta esto.
No paraba de susurrar mientras que yo seguí y seguía devorando con desespero esos magníficos senos suyos
como si fuese la última ocasión en que iba a tener oportunidad de hacerlo... Así de vez en cuando los amamantaba y ella me apretaba contra los mismos incitándome a que se los siguiera comiendo y saboreando con más ímpetu y pasión, mientras que mi miembro estaba ya bien duro y erguido
esperando a que llegase el momento de actuar. Pero no había prisa y aún había que calentar más el ambiente...
para cuando llegara el momento...
----- Ayyyy... Diooossssss... como me esta gustando esto.
No paraba de decir.
Y luego susurraba:
----- Uhhhhmmmm... Que rico, mi amor... Pero que rico esto que me haces.
Y casi me suplicaba:
----- Sigue, sigue... No pares, por favor... no pares.
Y sacando de la boca aquella teta que le estaba comiendo, le preguntaba en tono bajo:
----- ¿ De quien son estas tetas tan maravillosas ?
----- Tuyas mi amor; son tuyas y solo tuyas... ----- me respondía.
Y así continué disfrutando de aquellas dos maravillas que me ofrecía provocándole todo el placer del que era capaz... Uffff...!!!!
confieso que nunca con nadie había disfrutado del sexo tal y como lo disfrutaba con Carmen, como tampoco con ninguna otra mujer me había sentido tan compenetrado y coordinado como me sentía con ella.
Llegó un momento en que viéndose desbordada por todo el placer que le iba provocando, que de golpe se apartó de mi como dándome a entender que ya era suficiente; y así se echó hacia un lado, para con una rápida maniobra quedarse encima mío, y agarrándose a mis hombros medio se alzó y me miró fijamente a los ojos durante unos segundos.
Entonces fue que me dijo:
----- Ahora me toca a mí.
Hice un gesto de sumisión y añadió:
----- Entóname como tu sabes.
Con la punta de los dedos comencé a pasárselos por la espalda y ella comenzó a moverse y contornearse sobre mí, rozando su entre pierna contra la mía, a la vez que notaba mi dureza...
----- Joder, como se te ha puesto me dijo.
Y así se iba rozando y contorneando mientras me pedía:
----- Sigue, sigue... mi amor... Uhhhhmmmm... cuanto me excita esto...
Y después añadía:
----- Dioooossss... como me estoy mojando.
Y tras unos segundos, se paró de golpe; se echó hacia un lado y en una rápida maniobra se quitó esas minusculas braguitas que aún llevaba puestas y después me quitó el slip.
Tras ello se colocó nuevamente encima mío y me dijo:
----- Venga, contuinuemos.
Así volví a pasar la punta de mis dedos pos su espalda, mientras que ella comenzaba a moverse y contornearse encima mío, para ya sin ningún impedimento ir frotando su sexo contra el mío, desatando un profundo placer con ese maravilloso tacto que generábamos entre los dos; hasta el punto de que mi miembro parecíaa que iba a reventar... Llegó un momento en que lo agarró y lo apretó con su mano, extendiéndomelo hacia atrás, para luego colocar su húmeda raja encima e ir recorriendo todo el tronco con la misma e impregnándolo con esos jugos y esencias que iban manado de su interior.
Uffff....!!!!
Aquello ya me desbordaba que me llevaba a un éxtasis total, al sentirme atrapado en sus dotes seductoras de diosa del placer. Nunca nadie me había trabajado de esta manera como me trabajaba Carmen, ni me habían llevado a donde ella era capaz de llevarme...
que me hacía sentirme perdido y atrapado en un paraíso de placer y lujuria.
----- ¿ Te gusta mi amor ? ----- me preguntaba.
----- Me encanta... ----- le respondía
Y ella no hacía más que frotarse y frotarse, deslizando cada vez a más ritmo su encharcada raja contra mi miembro, recorriendo todo el tronco en un juego sin fin.
----- Dioooossssss... como se te pone. ----- no paraba de decirme.
----- Tu, lo estas poniendo tu. ----- de decía yo.
Y luego añadía:
----- Que arte tienes mi amor...
----- Porque soy tu hembra y tu dueña... ----- me respondía.
----- Claro que si; tu y solo tu.
----- Me perteneces cabrón, eres mío y solo mío.
----- Totalmente.
----- Agárrame las tetas. ----- me pidió.
Y según se las agarré me ordenó:
----- Apriétalas, joder... amasalas, presionalas.
Y eso hacía siguiendo sus ordenes e indicaciones... Mientras que ella no paraba de decirme:
----- Que polla tienes... Dioooossss... Como me gusta y la deseo.
----- Es para tí... ----- le decía yo.
----- Solo para mí.
----- Si, si... solo para ti... ----- le respondía.
Y esa respondía:
----- Cabrooooón... si es que tienes la polla ideal para mi coño. Por eso me entra tan bien.
----- Da la medida exacta...----- le decía.
----- Siiiiii... la diseñaron para eso. ----- me respondía.
Y este agitado diálogo como que nos iba entonando aún más de lo que ya estábamos...
Y así no paraba de frotarse y frotarse, poniendo cada vez más ímpetu en sus deslizamientos sobre mi ya superimpregnado y endurecido miembro...
con esos jugos internos que no paraban de manar de su interior. Yo solo me dejaba hacer, permitiendo que ella llevase la voz cantante y marcase los tiempos.
Llegó un momento en que se paró de golpe y me dijo:
----- Ufffff....!!!! No puedo más.
Se paró de golpe, y mirándome a los ojos añadió:
----- La necesito dentro ya mismo.
Alzandose un poco más me la agarró con la mano, y tras apretarla entre sus dedos, susurró:
----- Diooooosss... como la tienes; pero como se te ha puesto, mi amor.
----- Para tí, solo para ti... ----- le decía.
Continuará......................................................................