El Fruto Prohibido. ( Continuación - 264 )
Continuó aquella jornada sin mayor novedad, y a mi hora habitual me marché para casa llevándome algunos asuntos que revisar; y una vez que llegué y los revisé, ya me pude relajar, aunque me sentía cansado. A parte de los dos días en Salamanca y llevar diez días sin parar, aquella jornada había sido muy intensa y no tuve un solo momento de relax. Así que me dejé caer en el sofá e iba a agarrar el mando de la televisión para hacer zapping y buscar algo interesante.
Y justo en ese momento recibí por el móvil una llamada de Carmen en la que me comentó que la había llamado Inma para quedar porque Konrad quería que quedásemos los cuatro ya que nos quería invitar.
Ufffffff....!!!!
La verdad es que no me apetecía salí, ya que como he dicho, me sentía candado y prefería quedarme en casa y mantenerme relajado; necesitaba descansar y así se lo expuse... Pero ella me insistió e insistió tanto... Que al final me dejé convencer y dije que si. Pero puse la condición de que fuese por mi barrio para que notuviera que desplazarme.
Y así, tras un tira y afloja, me pidió que le diese tiempo porque iba a consultarlo con Inma y a ver que le decían...
Pasado unos minutos me llamó de nuevo, y me comunicó que si, que aceptaban venir a mi barrio; y así acordamos que nos veríamos en esa cervecería alemana donde habíamos quedado más veces, y sin más, concretamos la hora...
Cuando ya se iba aproximando el momento, salí de casa y me fui paseando hacia el Centro Comercial, en cuyas proximidades se encontraba aquella cervecería. Fui a paso ligero, y como en un cuarto de hora ya estuve por allí. En cuanto entré en el local, pude verlos a los tres sentados en una mesa. Inma fue la primera en verme e hizo un gesto a Carmen, que me hizo señas indicando que me acercase.
Tras saludar, Inma comentó sonriendo:
----- Ya estamos todos.
----- Hola cariño... ----- me dijo Carmen.
Y según me sentaba a su lado, se me acercó y nos dimos un beso en los labios...
----- ¿ Que quieres tomar ? ----- me preguntó Konrad.
Como vi que se estaba tomando una buena jarra de cerveza
le respondí:
----- Pues lo mismo que tú.
Luego miré a las chicas y vi que ambas debían estar tomado lo mismo y les pregunté:
----- ¿ Que es eso que estáis tomado ?
----- Un San Francisco. ----- me respondió Carmen.
----- ¿ Un que... ??? ----- Dije incrédulo.
----- Un San Francisco... ----- repitió.
Inma sonriendo me aclaró:
----- Es un cóctel sin alcohol originario de California...
----- Ahhhh... ¿ Y que lleva ?
Carmen me respondió:
----- Este lleva zumo de naranja, limón, piña y melocotón, más granadina.
Hice un gesto de como si tu lo dices...
----- ¿ Es que no lo conocías ? ----- me preguntó Inma.
----- Pues no, es la primera vez que oigo hablar de este invento.
Carmen se pegó toda cariñosa a mí y exclamó:
----- Ayyyyy... mi chico, que no está nada puesto en bebidas, solo sabe de ron y de whisky.
----- Y cerveza... ----- añadí.
----- Eso, y cerveza. ----- recalcó Carmen.
Me agarró la mano y la apretó entre las suyas, mientras seguía pegada a mí en actitud cariñosa
a la vez que yo la tomaba por la cintura y la apretaba contra mí...
La verdad es que me chocaba esa actitud tan cariñosa que estaba teniendo conmigo después de haberse mostrado tan arisca en esos días anteriores, sobre todo cuando se enteró que Ernesto se venía para mi casa por un tiempo indefinido.
En cuanto me sirvieron la jarra de cerveza
iniciamos una conversación sobre temas banales y sin hacer referencias al trabajo; aunque yo poco participé en la misma y me mantuve escuchando la mayor parte del tiempo. Pues como ya dije, me encontraba cansado y saturado de tanto trabajo como tenía últimamente.
Inma me lo debió notan, porque en un momento dado me preguntó:
----- ¿ Que te pasa Danny ? Te veo apagado.
Hice un gesto y le respondí:
----- Me encuentro cansado, hoy he tenido un día que no he parado ni medio minuto... Y estoy saturado de tanto trabajo.
----- Ya me imagino... y mucho estrés, supongo.
----- Supones bien. ----- le respondí.
Entonces en ese momento, Carmen se agarró a mi brazo, y tratando de cambiar la conversación, fue que comentó:
----- A ver, el caso es que nos lo pasamos bien en Salamanca aunque fuera currando...
----- Pero toda la responsabilidad cayó en Danny. ----- dijo Inma.
Yo sonreí y apunté:
----- Es lo que hay; para eso soy el jefe... Para que luego me machaque el jefazo por un lado, y empleadas y empleados por otro.
Los tres se rieron...
Y Carmen comentó:
----- Vamos a pedir algo de cenar... ¿ os parece ?
Todos estuvimos de acuerdo, y luego añadió dirigiéndose a mí:
----- Y te vas a casa a descansar.
Pedimos una carta, y según la íbamos mirando, nos dejamos asesorar por Konrad y pedimos un tipo de salchichas que nos recomendó y que iban acompañadas de patata cocida y chucrut... Mientras que Carmen, haciendo honor a su condición de vegetariana, se decantó por unas tostas con queso de cabra, tomate, alcaparras y diferentes especias.
Estuvimos cenando en medio de una charla distendida, en la que también comentamos aquella propuesta que nos hizo Inma para ir un fin de semana al norte de Cáceres, en Las Batuecas. Comentó que nos podías pillar una cabaña para cuatro y pasarlo genial; aunque tendría que ser mejor hacia ya entrada la primavera porque así nos podríamos bañas en unas piscinas naturales que hay por allí en el río, y que según ella estaban de lujo.
Pero bueno, ya se iría viendo porque aún nos quedaba por pasar más de la mitad del otoño y el invierno, aún tenía que llover un poco... El casop es que los tres se mostraban animados a ello, excepto yo que me mantenía un tanto al margen y no mostraba entusiasmo, la verdad. No podía hacer planes a tan largo plazo, porque la verdad es que no sabía que sorpresas me podía guardar el trabajo.
Aunque Carmen si que me hizo un comentario con cierto grado de socarronería, al decirme:
----- Espero que para entonces tu amigo ya se haya marchado, no sea que se apunte también.
Yo me encogí de hombros, y tras apretar una sonrisa, torcí el gesto arqueando las cejas y le respondí:
----- Supongo que sí; no creo que para las navidades aún ande por aquí.
Y toda irónica comentó:
----- Joder, solo falta que le tengamos de cotillón en fin de año.
----- Joooo... tía, como eres... ----- le dijo Inma.
----- Pues si, porque con toda su jeta dice que se viene aquí por tiempo indefinido.
----- Ayyy... vale ya. ----- le dije.
Y luego añadí:
----- No creo que esté aquí más de dos meses.
----- Ya se verá... ----- me dijo.
Y le respondí:
----- Pues si pasado dos meses no se marcha, ya hablaré con su mujer para que se arreglen de una vez y se lo lleve.
Y ahí corté el tema.
Después de haber cenado, aún estuve un rato más con ellos haciéndoles compañía, hasta que llegó un momento en que me disculpé diciéndoles que me retiraba ya mismo y que no tardaría en irme a dormir.
Konrad se ofreció a llevarme en el coche, pero por mucho que me negué, todos me insistieron en que no, que me acercaban hasta mi casa. Y al final accedí porque ellos me comentaron que también se retiraban.
Al final nos invitó Konrad, y tras pagar nos fuimos a buscar su coche. Inma se sentó delante con él, mientras que Carmen y yo nos fuimos al asiento trasero y así nos fuimos hacia mi calle. Al llegar, salí del coche y Carmen también salió conmigo.
----- Descansa cariño. ----- me dijo.
Y nos despedimos con un largo beso en los labios...
Mientras que riendo
desde el cohe, Inma no paraba de decirnos:
----- Corten... corten...
Así fue pasando la semana con bastante trabajo y muchos asuntos que atender, ya que la sección de informática comenzaba a funcionar cada vez a mayor ritmo, y David se tenía que encargar de coordinar todo con José Luis y Sally, mientras que la atención a los clientes lo iba delegando en mí.
Ya el jueves, antes de salir del trabajo vino a verme Rosa que me preguntó si tenía un momento parta tomarnos un café, a lo cual accedí. y allí en la sala de descanso, mientras ella se tomaba un café y yo un té, me planteó que iba hacer al día siguiente al salir del trabajo; me recordó que habíamos quedado en hablar para irnos a cenar... La verdad es que no había pensado en ello desde la última vez que lo hablamos; pero al final le dije que sí, que quedaba con ella para ir a cenar y pasar una velada agradable recordando aquellos viejos tiempos universitarios. Y tras mirar diferentes posibilidades acordamos ir a un italiano por la zona de Prado del Rey, al que David me solía llevar alguna que otra vez cuando quedábamos con algún cliente. Acordamos la hora y que damos en que yo haría la reserva; también quedamos en que la recogería con el coche en una calle de Argüelles, cerca a donde ella vivía.
Después de terminar aquella jornada y encontrarme en casa ya por la noche mientras miraba un par de asuntos que tenía pendientes, cuando de pronto sonó mi móvil. Al mirar la pantalla pude ver que era Ernesto.
----- Dime. ----- le respondí.
----- Hey.... hermano. ¿ Como andas ?
----- Aquí atareado como siempre.
----- Ayyyy... es que nunca paras.
----- ¿ Que me cuentas ?
----- Pues que mañana voy para ahí.
----- Ok... ¿ A que hora llegas ?
----- Pues creo que sobre las doce y media, más o menos.
----- Bien, pues ya aviso a la chica para que te deje entrar y te de una llave que le dejaré.
----- Pero como... ¿ Es que no le has contado nada aún ?
----- Si claro, claro que le he contado; pero tengo que confirmarle la hora a la que llegarás.
----- Ah, bueno.
----- Le diré que te tomas un taxi y que llegarás sobre la una a casa.
----- Eso lo sabés vos; yo hace mucho que desconecté de Madrid.
----- Ya, ya... Mañana me espera un día bastante atareado y no se a que hora llegaré a casa; espero que sea entre siete y siete y media.
----- No hay problema, aquí te estaré esperando.
----- Tu llegas y te instalas en el cuarto de siempre, como si estuvieras en tu casa.
----- Si mi hermano. Y como te agradezco lo que haces por mí.
----- Anda déjate de tonterías.
Y a continuación le pregunté:
----- ¿ Que tal Rocío ?
----- Bien, está bien.
----- ¿ Como se encuentra ?
----- Ahora anda atareada porque esta con revisiones de exámenes y esa vainas. Ahora mismo está encerrada en un pequeño despacho que se montó en uno de los cuartos, y ahí anda corrigiendo exámenes.
----- ¿ Como se toma el que vengas para aquí ?
----- Pues a ver como te digo... No queda muy convencida por que quiere saber cuando vuelvo, y es que ni yo mismo lo se. pero necesityamos distanciarnos un tiempo a ver que pasa.
----- Aquí sabes que tienes tu casa y puedes quedarte todo el tiempo que necesites.
----- Lo se hermano, y te lo agradezco de corazón.
----- Y ya que hablas de corazón... ¿ Como va el tuyo ?
----- Bien, responde bien; estoy llevando el tratamiento, aunque a veces me cueste, pero lo llevo y me cuido.
----- Genial entonces.
----- Bueno, el problema es que aún me siento joven como para tener que andar con estas vainas de anciano.
Yo me reí...
y le dije:
----- Te veo ya en el geriátrico.
----- Ayyyy no me seas tan cabrón... ----- me dijo.
Yo me reí también...
----- ¿ Que tal está Carmencita ?
----- Bien, como siempre.
----- Ayyyy... que ganas tengo de verla.
----- Y ella de verte a ti...
Mentí como un bellaco...
----- Pues lo dicho, llegas, te instalas y luego por la tarde ya llegaré yo.
----- Perfecto, aquí me tendrás a la espera.
Y sin más nos despedimos cordialmente y de manera afectiva, en poco más de medio día nos veríamos de nuevo.
Continuará...................................................................................