El Fruto Prohibido. ( Continuación - 315 )
Según corté y guardaba el móvil, Rosa me miró con una expresión medio cómplice y apretando una sonrisa; y cuando mis ojos coincidieron con los suyos, fue que me preguntó:
----- ¿ Habrá encajado bien Carmen que estemos aquí ?
Hice un gesto y le respondí:
----- Creo que sí... aunque el lunes lo sabré con certeza.
Ella me miró un tanto sorprendida

y me dijo:
----- ¿ Que quieres decir con eso ?
Y arqueando las cejas, solté un leve suspiro y le respondí:
----- Pues que con vosotras las mujeres nunca se sabe...
Se quedó con la boca abierta, y tras darme una palmada en el hombro me dijo:
----- Andaaaaaaa... no me seas machista, que eso no me lo esperaba en tí.
Yo me reí




y le pregunté:
----- ¿ Machista ? ¿ Dices que soy machista ?
----- Hombre ese comentario está fuera de lugar.
----- Ahhhh... vale, vale... pues nada. Vosotras las mujeres sois perfectas y nunca os equivocáis, todo lo hacéis bien; y si algo sale mal...
Me quedé unos segundos en silencio, hasta que ella me dijo:
----- ¿ Que pasa si algo sale mal ?
----- Que la culpa es de algún hombre.
Ella se partió de risa, y tras darme una palmada en la cara me dijo:
----- Pero mira que eres jodido... lo que tengo que oír.
Puse cara de cordero degollado

y le dije:
----- Mejor no digo nada más.
----- Si, mejor... mejor...
----- Todo lo que diga se podrá utilizar en mi contra...
Y riendo



me respondió:
----- De eso que no te quepa la menor duda...
A continuación, puso su mano en mi hombro, y mirándome con una expresión de sinceridad me dijo:
----- Danny, no quiero causarte problemas con Carmen.
La miré unos segundos apretando el gesto, y al final le respondí:
----- No me vas a causar ningún problema...
----- ¿ Estás seguro ?
Asentí con un gesto y le respondí:
----- Mientras no se crucen las líneas rojas no tiene por que haber problemas...
Ella me miraba con el semblante serio, a la vez que yo me ponía en pié; y a continuación le ofrecí mi mano, que según la agarró, tiré de ella y también se puso en pié.
Entonces le dije:
----- Vamonos ya porque se acerca la hora de comer.
Ella asintió con un gesto; y así, agarrados de la mano dejamos aquel hermoso lugar y fuimos bajando por una avenida que nos llevaba directos a esa misma puerta por la que habíamos entrado en el recinto.
Durante el trayecto me fue comentando lo que le parecía Carmen.
----- Es un encanto de chica... ----- me decía.
Yo asentía con un gesto, mientras que ella la iba ensalzando.
----- También tiene su carácter. ----- le dije.
----- Hombre, como todo el mundo.
Y después me dijo:
----- Te felicito por tu buen gusto.
----- Gracias. ----- le respondí.
Y a continuación le confesé:
----- Aunque yo no la conquisté.
Y un tanto sorprendida

me dijo:
----- ¿ Ah no ?
Haciendo gestos negativos le aclaré:
----- Fue ella quien me conquistó a mi.
Y sonriendo me comentó:
----- Así que fue ella quien se lanzó.
----- Totalmente. ----- le respondí.
----- Bieeeennnnn....!!!! ----- exclamó.
Y luego añadió:
----- Mujer decidida y con carácter... Me gusta.
----- Y que carácter... ----- comenté.
----- Se intuye, se intuye... ----- respondió.
Y así, mientras íbamos hablando de Carmen, comentando lo alocada que era a veces... Fue que llegamos justo al coche, que seguía allí donde lo habíamos dejado estacionado.
Rosa se puso frente a mi, agarró mis brazos, y mirando a mis ojos me dijo:
----- Gracias por este paseo, me ha encantado.
Yo sonreí con un gesto, a la vez que ella añadía:
----- Me hacía mucha falta un día como este; necesitaba desconectar de mi rutina diaria.
Sonreí de nuevo, y con un gesto le indiqué que fuéramos entrando en el coche, lo cual hicimos.
Tras ponerlo en marcha, fuimos saliendo de La Granja por el mismo trayecto por el que habíamos entrado; y según salíamos me comentó:
----- Mira, ahí está la Real Fábrica de vidrio. ¿ Has estado alguna vez ?
Y con un gesto negativo le respondí:
----- No, nunca.
----- Pues deberías visitarla, porque es muy interesante como trabajan el vidrio; como lo van sacando de los hornos y le van dando las formas que requieren mientras soplan por un tubo.
Salimos atravesando aquella misma puerta de hierro forjado por la que habíamos entrado, y en la misma rotonda giramos a nuestra izquierda y tomamos la carretera el puerto, que nos llevaba nuevamente a Navalhorno, a donde llegamos en un breve trayecto de casi tres minutos.
Estacionamos el coche justo al lado del restaurante donde había reservado; un hermoso edificio típico de la zona, y forrado de madera en sus partes más altas.
Y al salir ella comentó:
----- Que sitio tan hermoso.
----- ¿ Te gusta ?
----- Ya lo creo que si, se ve acogedor. Y además también es hostal.
Afirmé con un gesto.
----- ¿ Que tal está para alojarse ?
Me encogí de hombros y le respondí:
----- No lo se porque nunca me he alojado aquí, aunque supongo que estyará bien.
Ella sonrió con una expresión un tanto pícara y me dijo:
----- Otro lugar que habrá que probar.
Hice un gesto arqueando las cejas, a la vez que agarraba su mano; y así nos fuimos para el interior del establecimiento.
Al entrar me identifiqué reclamando la reserva; tras ello nos llevaron a la acogedora sala que estaba justo al lado de la entrada... Y nos acomodaron y en una mesa que estaba justo al lado de una hermosa chimenea en cuyo interior ardía un buen fuego que con ese calor que desprendía nos iba quitando el frío que traíamos acumulado.
Nos fuimos quitando los anoraks y los gorros; y al tomar asiento ella se frotó las manos y comentó:
----- Uhhhmmmm... que calorcito tan agradable.
Yo sonreí y le dije:
----- ¿ Que te parece el sitio ?
----- Acogedor. ----- me respondió.
----- Entonces veo que he acertado.
----- Pero totalmente... porque además me encanta este ambiente tan familiar que se respira aquí.
En ese momento, una chica veinteañera y con una amble sonrisa nos traía la carta, las cual nos pusimos a mirar casi de inmediato... Y así tras ir comentando las ofertas que había, nos decidimos por unos buenos judiones de La Granja como primero, y a continuación por un buen cordero lechal, asado en horno de leña, tal y como mandan los cánones reposteros de Segovia. Además pedimos también un crianza de Ribera del Duero para acompañar aquel estupendo menú.
Una vez que nos tomaron nota, Rosa puso su mano sobre la mio, que tras acariciarla sonrió y me dijo:
----- Ayyyy... Danny, Danny... Quien nos iba a decir de aquella que pasados los años nos íbamos a reencontrar de esta manera, y que íbamos a estar aquí pasando un estupendo día.
Sonreí, y tras hacer un gesto le respondí:
----- La vida es una caja de sorpresas.
----- Desde luego que lo es.
----- Y el destino también suele ser caprichoso... ----- añadí.
Ella afirmaba con gestos a la vez que decía:
----- También... también...
Luego hizo un gesto mordiéndose el labio inferior; y tras un leve suspiro me dijo:
----- Lo que me habría gustado haber vivido una vida como la tuya.
La miré sorprendido...


y le dije:
----- ¡Como la mía !
Ella afirmaba con gestos mientras apretaba los labios.
----- Pero por favoooorrrrr... Si he sido un desastre. ----- le dije
Y ella me respondió:
----- Anda yaaaaa...!!!! Si has disfrutado y bien disfrutado.
----- Ya me dirás como...
Me miró fijamente con una expresión como de no entenderme, y me respondió:
----- Has triunfado profesionalmente porque tienes tu negocio, y te va de maravilla.
Hice un gesto y le comenté:
----- Bueno, lo tengo desde hace poco y compartido con unos cuantos socios; porque hasta entonces no hice más que dar bandazo de un lado a otro por aquí y por allá...
----- También has viajado...
----- Eso si, pero no tanto como hubiese querido.
----- Joder Danny, no me digas eso... que has estado en Japón, te pegaste unas buenas vacaciones en Las Bahamas. También te has recorrido media Europa... ¿ Que más quieres ?
----- A ver, si quejarme no me quejo, pero siempre se quiere más.
----- Mírame a mi; mira la vida que he llevado y compárala con la tuya.
La miré unos segundos, y al final le respondí:
----- Tampoco puedes quejarte, porque profesionalmente también has triunfado; has llegado a un alto nivel; y habrás vivido experiencias interesantes.
----- ¿ Que experiencias ? ¿ Pero que experiencias ? Si desde que vinieron mis hijos todo ha sido la misma rutina. Trabajar, familia y trabajar. Un marido amargado y cada vez más gilipollas, que a nuestro hijo va a terminar convirtiéndole en otro gilipollas como él. Una niña que como madre tengo que proteger y evitar que su padre la contamine de la misma manera como está contaminando a su hermano. Una suegra estúpida que nunca me ha querido ni aceptado, y que además no me traga ni me soporta.
Y tras apartar la mirada un momento, añadió:
----- Esa ha sido y es mi vida, Danny.
Agarré su mano, y apretándola entre las mías le fui diciendo:
----- Eh, eh... relájate.
----- Ay Danny, perdona que me desahogue, pero es que veo que pasan los años y me pregunto para que ha servido tanto esfuerzo y tanto sacrificio, sin una mínima satisfacción.
Nos quedamos en silencio unos segundo, y al final le dije:
----- Tal vez deberías decidirte a dar un golpe encima de la mesa y romper ese bucle en el que te ves atrapada.
----- Ya, ya... ¿ Pro como ? ¿ Como lo hago ?
Resoplé levemente... y le respondí:
----- Ya te dije antes que deberías llevarle a esa cena y que nos conozca a quienes trabajamos contigo, que palpe y perciba el ambiente de trabajo con el que te manejas todos los días; que respire el aire distendido y empatizado que nos rodea y vea que somos un grupo comprometido al cien por cien en alcanzar unos objetivos marcados.
----- ¿ Crees de verdad que eso le influirá ?
----- A ver, saberlo en si no lo se porque no le conozco; pero quien sabe... Lo mismo le hace reflexionar y comienza a plantearselo de otra manera.
----- Ojalá fuera así; pero me da que al final me amargará la noche como casi siempre.
----- O tal vez no, porque si nos das la oportunidad a David y a mi, podríamos llevarlo a parte y hablar con él sobre nuestro negocio, sobre como lo gestionamos, consultarle temas administrativos, etc...
Ella apretó el gesto y me dijo:
----- Tendría mucho que aprender de vosotros.
Continuará........................................................................