El Fruto Prohibido. ( Continuación - 329 )
En cuanto Carmen terminó en el baño y me dejó libre el espacio, fue que me dí ese afeitado con la maquina eléctrica tras el cual me seguí aseando y perfumando. Y cuando terminé fue que regresé al cuarto para terminar de vestirme.
Quien si se había terminado de vestir era Carmen, que se había puesto un vestido de lana con cuello alto y en color azul oscuro que le llegaba un poco por encima de las rodillas; la verdad es que estaba bien hermosa con esta prenda; aunque no era su estilo habitual si que le daba un toque de elegancia.
Así la abracé por detrás y le dí un suave beso en el cuello.
Buuuffff....!!!! Cada día me gustaba más mi chica y estimulaba mis instintos; de esa manera no me pude resistir y agarré su traselo para darle luego un suave y cariñoso cachete.
Entonces se dio media vuelta y protestó...
----- Oye tuuuu...!!!! Pero que te has creído.
----- Es que estás muy tentadora. ----- me justifiqué.
Sonrió de manera pícara, y tras abrazarse a mi cuello se fue acercando y nos dimos un beso en los labios...
A continuación me dijo que ya estaba lista y que se iba para la cocina a ir preparando el desayuno; le respondí con un gesto positivo

mientras que me quedaba en el cuarto para terminar de vestirme con el traje que había elegido para llevar ese día.
Y una vez que terminé me fui también para la cocina, de donde salía un rico aroma a tostadas y a café recién hecho... Lo cual me recordaba a los aires de mi hogar familiar cuando era niño y vivía con mis padres y mi hermana, ya fuera en Santander o en Glasgow. Al entrar pude ver que Carmen había preparado unas tostadas que tenía sobre la mesa en un plato, con mermelada de arándanos y miel, además de margarina; y también tenía listo mi té y mi fruta.
La abracé por detrás agarrando sus senos por la base y apretándoselos suavemente, mientras que ella frotaba su trasero contra mi paquete...



lo cual me hacía sudar del calentón que me provocaba...

----- Uhhhmmmm... Que rico. ----- susurró
----- La pena es que no tenemos tiempo. ----- le respondí.
----- Siiii... una pena.
Y luego añadió:
----- Imagínate esto todos los días.
Entonces le di media vueltya y la puse frente a mi; mirando directo a sus ojos oscuros

puse mis manos sobre sus hombros y le respondí:
----- Cuando encontremos el sitio adecuado para el que mudarnos.
Me miró como tres o cuatro segundos en silencio y me preguntó:
----- ¿ Eso cuando va a ser ?
Me encogí de hombros y le respondí:
----- A saber... espero que sea para la próxima primavera.
Ella puso una expresión como de no acabar de creérselo, a la ves que yo añadí:
----- Ya encargué a David y Celia que me avisen si ven algún alquiler interesante por su zona.
----- Yaaaa... ----- dijo sin mucho convencimiento.
----- ¿ Que has mirado tu ? ----- le pregunté.
----- Nada, la verdad que no he mirado nada aún.
----- Jodeeeerrrrr... pues así de puta madre.
----- ¿ Y que quieres ? Dices que quedarte en Madrid no te atrae.
----- Y a ti no te atrae el irte... ¿ verdad ?
----- Pues no.
----- ¿ A ver que hacemos entonces ?
Me miró y poniendo su mano sobre mi mejilla me dijo.
----- Es que no tenemos que buscar nada; este apartamento sería ideal para los dos, pero como no quieres.
----- No, no quiero... y sabes el motivo.
----- Lo se de sobra... Tu y tus fantasmas del pasado... ----- me respondió.
La verdad es que me molestó esa respuesta, y le iba a responder pero me contuve porque en el fondo tenía razón.
Entonces la miré y le dije:
----- El que encuentre algo, sea donde sea, vamos a verlo y decidimos...
Ella con el semblante serio, me respondió con un gesto afirmativo, mientras que yo me fui acercando hasta que suavemente besé sus labios

de manera cálida.
Y a continuación le dije:
----- Venga, vamos a desayunar que se nos va a hacer tarde.
Ella sonrió con otro gesto afirmativo, mientras que yo le daba una suave y cariñosa palmada en su trasero.
Sin más, tomamos asiento y nos pusimos a desayunar; ella me ofreció una de las tostadas que había preparado, pero tras agradecérselo la decliné diciéndole que con el té y la fruta ya tenía suficiente.
Al final rematamos con unos zumos de melocotón que tenía en el frigorífico, tras lo cual recogimos la cocina. Después que salimos, regresamos al cuarto donde nos pusimos nuestros respectivos abrigos, ya que el tiempo estaba frío y se iba notando que estaba próximo el fin del otoño para ir dando paso al invierno. Acto seguido ella agarró su bolso y una carpeta, mientras que yo agarraba mi portatil y también otra carpeta.
----- Entre unas cosas y otras hoy no he preparado comida... ----- me dijo.
----- No te preocupes, hoy salimos a comer fuera y solucionado. ----- le respondí.
Antes de salir del apartamento fui hacia el cuarto de Ernesto, donde discretamente abrí la puerta y miré hacia el interior; allí se encontraba durmiendo plácidamente y a pierna suelta. Y así le dejé.
Tras salir y cerrar la puerta con llave, tomamos el ascensor y bajamos al garaje donde tomamos el coche ocupando nuestros respectivos asientos... Tras colocarnos los cinturones lo puse en marcha y al encenderse los faros, pude ver en frente el coche de Marisa que estaba estacionado en su plaza, lo cual me recordó que esa tarde debía ir a verla al hospital, tal y como me había comprometido... Eso me hizo recapacitar y pensé si no sería ir a visitarla, si no sería mejor esperar a que le dieran el alta y que hablase conmigo lo que quisiera hablar; pero me había comprometido a través de su hija y ya no había vuelta atrás...



Aunque ahora la duda que tenía es si había sido una buena idea el pedirle a Carmen que me acompañase...



No entendía el por que se lo pedí...



¿ Era por autodefensa ? O quizás era cobardía por mi parte al no querer enfrentarme solo a esa situación, y el ver allí a Carmen le cortase el mencionar ciertos temas...
----- Ehhhh... ¿ Que pasa que no salimos ? ----- me dijo Carmen.
----- Nada, nada... solo dejo que se revolucione un poco el motor... ----- le respondí.
Acto seguido nos pusimos en marcha y enfilé hacia la rampa de salida. Sin más salimos a la calle poniendo rumbo hacia la autovía que nos llevaba hasta nuestro lugar de trabajo, para ir dando inicio una jornada de lunes con la que comenzábamos una semana de mucha actividad y ajetreo. Pero durante una parte del trayecto caí en la cuenta de que seguramente que vería a Rosa y me preocupaba la actitud que pudiera tomar y como habría encajado el final que tuvimos el sábado.... Uffffff....!!!!!




No se que me pasaba, pero últimamente me estaba metiendo en bastantes fregados.
Al final llegamos sin mayor novedad a nuestro destino, y tras estacionar el coche en mi plaza pude ver que el de David ya estaba estacionado en su lugar, lo que significaba que ya había llegado; y cuando se me adelantaba era que íbamos a tener una jornada entretenida..



Salimos del coche, y tras agarrás nuestras cosas, nos tomamos de la mano y así entramos en el amplio recibidor. Tras darnos un pico en los labios...

Carmen se fue hacia su mesa y yo hacia mi despacho.
Al entrar saludé a David, y según iba sacando mi portátil y algunos papeles que tenía en la carpeta, éste me fue poniendo al corriente de las primeras actividades que nos esperaban para ese día. De entrada teníamos varias reuniones importantes, las cuales nos fuimos repartiendo. Ya por la tarde, después del almuerzo tenía mos otra que debíamos atenderla los dos junto con Celia.
En la puerta llegó Carmen que pidió permiso para entrar.
----- Buenos días... ¿ Se puede ?
----- Adelante... ----- le respondió David.
----- Traigo las agendas para hoy.
Y nos fue entregando a cada uno la suya, mientras que David a su vez le iba aclarando las reuniones que íbamos a tener para ese día y en que orden. Después le explicó las que atendería yo en el despacho y las que atendería él en la sala de juntas... carmen iba tomando nota de todo, a parte de otras instrucciones que le iba dando, y pidiéndole que todo estuviera perfectamente coordinado.
Y después le pidió:
----- Conmigo seguramente que estará Celia, si no todo el tiempo, si que bastante del mismo.
----- Vale, tomo nota.
----- Quiero que tu nos auxilies, y que Arantxa auxilie a Danny.
----- Sin problema... ----- le respondió.
----- ¿ Como es eso ? ----- pregunté.
Entonces David me miró y me aclaró:
----- Necesito a carmen porque conoce todo a la perfección y está más fogueada que Arantxa.
Entonces levanté las mano y dije:
----- Vale, vale jefe... usted manda.
----- Anda capullo... ----- me respondió sonriendo.
Carmen siendo discretamente

nos dijo:
----- ¿ Mandan ustedes algo más ?
----- Si, tráeme un té cuando puedas. ----- le dije.
----- Que sean dos... ----- añadió David.
----- Muy bien, marchando dos tés para los señores. ----- dijo según salía.
Continuamos preparando nuestra jornada, y en medio de ello David me preguntó por el fin de semana; lo primero que le conté fue que al parecer Ernesto ya regresaba a su casa en Sevilla... David me miró incrédulo...



y me preguntó los motivos; le fui contando como todo el fin de semana le llamaba Rocío y no paraba de darle esquinazo hasta que al llegar a casa estaba Carmen hablando con ella y ya no tuvo escapatoria...
David se partió de risa...


----- Jodeeeerrr... que bueno. Y yo me lo he perdido. ----- me dijo.
Yo me encogí de hombros y luego le hice un gesto de evidencia.
Después le conté todo el asunto con mi vecina, el atenderla y llevarla al hospital, mientras que él iba alucinando en colores





según le iba contando...
----- Pero no será aquella vecina con la que...
----- La misma. ----- le respondí.
Empezó a reírse...



----- Eres la hostia, vaya historias en las que te metes... ----- me dijo.
----- No las busco, me las encuentro por el camino.----- me justifiqué.
También le comenté que esa tarde en cuanto acabásemos tenía que ir a visitarla al hospital.
----- Que no se entere Carmen. ----- me dijo.
----- Carmen va a venir conmigo. ----- le aclaré.
----- ¡ Como ! ¿ Y eso ?
----- Yo mismo se lo he pedido.
----- No me jodas.
----- Que quieres... No quiero verme solo ante el peligro... ----- me justifiqué.
Entonces se partió de risa...




Luego me miraba incrédulo



y me decía:
----- ¿ Como es que a ti te pasan esas cosas y a mi no ?
Hice un gesto, y le respondí:
----- No se, será que tu llevas una vida ordenada como respetable padre de familia.
----- Si, debe ser... A ver si te animas con Carmen.
Le miré con semblante serio


y le dije:
----- Ehhhh... por ahí no, no empieces por ahí.
El se partió de risa...



Según fue pasando la mañana atendí en el dos reuniones con unos clientes muy importantes que nos daban bastante trabajo, mientras que David junto con Celia atendieron a otros dos en la sala de juntas; y tal como él lo había organizado, Carmen les estuvo auxiliando, mientras que a mi me auxilió Arantxa. La chica era eficiente y se notaba que no tenía la experiencia ni la soltura que tenía Carmen; pero bueno, había que darle tiempo porque se le veían dotes de buena profesional...
Continuará.....................................................