El Fruto Prohibido. ( Continuación - 333 )
La enfermera miró a Marísa y con palabras afectivas le preguntó que tal estaba; esta le dijo que bien, que acababan de quitarle las vías que tenía encima y que si evolucionaba bien en dos días le darían el alta. La enfermera la animó y le dijo que se cuidase y no cometiese más tonterías. Después le mostró la ropa de cama que traía, e indicando la cama vacía que había al lado, le dijo que la iba a preparar porque le iban a traer una nueva compañera. Luego nos miró a Carmen y a mi y nos pidió por favor que nos retirásemos un momento para que pudiera trabajar mejor.
Y eso hicimos, nos retiramos al pasillo y mientras esperábamos, Carmen me agarró el brazo y sonriendo me dijo:
----- Parece que esto no está siendo tan brusco como temías.
Le respondí con un gesto negativo y apretando los labios.
Y añadió:
----- A ella la veo más receptiva que a ti.
La miré sin responder, y me preguntó:
----- ¿ Que te pasa ? Te veo un tanto tenso.
Hice un gesto, y tras unos segundos le respondí:
----- Es que no acabo de asimilar esto, tuvimos momentos de mucha tensión en las que incluso me insultó.
----- Bueno, no se lo tengas en cuenta.
----- No, si no se lo tengo... Pero me resulta extraño estar ahora aquí visitándola y hablando como si no hubiese pasado nada.
----- A ver Danny, es normal que esté agradecida, y además al vernos comenzó pidiendo disculpas y reconociendo sus errores.
----- Si, si... y eso me tiene un tanto desconcertado.
Entonces Carmen me puso la mano en el hombreo y me dijo:
----- Dale la oportunidad de que volváis a ser buenos vecinos, dásela.
Hice gestos afirmativos y le respondí:
----- Si, se la voy a dar.
Una hermosa sonrisa adornó su boca, y acercándose me dio un pico en los labios.
----- Este es mi chico...
Entonces en ese momento, me miró y me dijo:
----- Sabes una cosa... me voy a bajar a la cafetería a ver si veo a sus amigas.
----- ¡ Como ! ¿ Y eso ?
----- Si, voy a dejarte solo con ella.
Me quedé totalmente sorprendido y le dije:
----- No, no te retires.
----- A ver, creo que debéis hablar los dos y debéis hacerlo a solas y sin la interferencia de nadie.
----- Que no, que no...
----- Yo creo que si; por tanto me bajo con sus amigas a tomarme algo y dentro de un rato regreso.
----- No me dejes solo, por favor... ----- le supliqué.
Agarró mi mejilla, y tras apretármela con una sonrisa, fue que me dijo:
----- Déjate de gilipolleces.
Y allí me dejó mientras miraba como se iba hacia los ascensores, a la vez que algunos fantasmas




se desataban en mi interior, temiendo lo que pudiese hablar con las amigas de Marísa o lo que estas pudieran contarle si es que sabían algo que no deberían saber...

Ufffff....!!!!



en ese momento si que lamenté el estar en aquel lugar, y maldije también, el momento en que se me ocurrió pedir a Carmen que me acompañase.
La enfermera termino, y al salir me indicó que ya podía pasar... Aún estuve un momento dudando en hacerlo, pero al final entré de nuevo en el cuarto.
Allí seguía Marisa sentada en el mismo sillón, y al verme esbozó una sonrisa mientras me iba acercando. Con un gesto me indicó que me sentase a su lado y eso hice.
----- ¿ Y tu chica ? ----- me preguntó.
----- Ha bajado a la cafetería con tus amigas.
----- ¿ Y eso ?
----- Me ha dicho que tu y yo debemos hablar un rato a solas.
Sonrió de nuevo, y tras poner su mano sobre la mía me dijo:
----- Y tiene razón.
Tras ello, allí estábamos los dos solos en aquel cuarto de hospital, sin siquiera mirarnos y en total silencio; tanto ella como yo no sabíamos que decir o por donde empezar.
Nos habían dejado solos para que hablásemos, pero estábamos sin hablar, hasta que ella agarró mi mano y la apretó entre las suyas.
Entonces me dijo:
----- Cuando me dijeron que ibas a venir, pensé en lo que te iba a decir; y quería decirte tantas cosas que ahora no se que decirte.
Hice un gesto y le respondí:
----- Pues no digas nada.
Ella esbozó una sonrisa y me dijo:
----- No se que pensarás de mi.
----- ¿ Y que quieres que piense ?
----- Pues no se, que soy una inmadura, una estúpida, una irresponsable, o algo así.
Puse mi mano en su hombro, y tras hacer un gesto le respondí:
----- Pienso que querías montar una buena fiesta y casi nos montas un sepelio.
Me miró, y tras sonreír me dijo:
----- Más o menos debió ser así.
----- Menudo susto nos diste... ----- le dije.
Ella hizo gestos afirmativos mientras apretaba los labios, a la vez que yo continuaba:
----- Cuando entré en tu casa y te vi tumbada en el sofá, no me gustó nada el panorama y lo vi muy complicado; incluso tuve dudas de si íbamos a poder traerte a tiempo...
Ella escuchaba lo que iba relatando, mientras bajaba la mirada y hacía gestos afirmativos...
----- Por suerte pudimos estabilizarte minimamente y con eso ganamos un tiempo precioso para traerte aquí y ponerte en manos de profesionales.
----- Te debo la vida Danny, te debo la vida... ----- me dijo casi susurrando.
Y haciendo gestos negativos le respondía:
----- No, no me la debes a mí, se la debes a los doctores.
----- Y a ti también; y pensar que en el ascensor me porté despectiva contigo.
----- Bahhhh... no pasa nada.
----- Yo no lo recuerdo, pero me lo contó Sofía.
----- Pues si tu no lo recuerdas, menos lo recuerdo yo.
En esas me miró con cierta ternura y me pidió que me acercase; al hacerlo puso su mano sobre mi mejilla, y en un gesto tierno me dijo:
----- Danny... ¿ Me das un abrazo ?
La miré sin responder, y ella insistió:
----- Necesito que me des un abrazo.
Y entonces le respondí:
----- Claro que si, te doy todos los que necesites.
Ella sonrió, y tiernamente la apreté entre mis brazos, mientras que con suavidad acariciaba su espalda... En ese momento me vivieron algunos recuerdos de lo vivido con ella aquella noche en su casa y luego otra noche en la mía... Aquel baile seductor, su actuar como una diosa... Ufffff....!!!!!




No quería que esos fantasmas se me descontrolasen.
Tras estar así abrazados y en silencio durante unas decenas de segundos; al separarnos, ella sonrió de nuevo y me dijo:
----- Nunca creí que volvería a abrazarme contigo.
Yo sonreí y le hice un gesto de complicidad, mientras que ella me continuaba diciendo:
----- Aquella noche me sentí despreciada por ti...
Hice gestos afirmativos a la vez que le decía:
----- Te pido disculpas por ello.
Y ella continuó:
----- Y también me sentí arrojada a la basura como si fuera un trapo.
----- Reconozco que no tuve un comportamiento correcto.
Entonces me agarró ambas manos, y mirándome a los ojos me confesó:
----- Pero hoy me he prometido a mi misma que nunca más me enfadaré contigo, ni me alejaré de ti.
Sonreí y se lo agradecí con un gesto, y luego añadí:
----- Una vez escuché que cuando termina un desencuentro comienza un hermoso encuentro.
Ella sonrió con un gesto afirmativo y me dijo:
----- ¿ Donde lo escuchaste ?
----- Se lo escuché a mi padre... Tenía un hermano que era marino como él, mi tío Fred; ambos se enfadaron y estuvieron años distanciados y sin hablarse. Pero un día nos llegó la noticia de que tenía una enfermedad terminal y fuimos a verle en Escocia; según se vieron se dieron un grande y largo abrazo mientras lloraban como niños y en un momento se reconciliaron y desaparecieron todos los desencuentro entre ellos.
----- Que bonito.
----- Mi padre se quedó con el en Escocia, y dos meses después mi tío falleció. Recuerdo que cuando mi padre regresó a casa nos dijo esa frase.
Marisa tomó mi mano y me dijo:
----- Querías mucho a tu padre... ¿ verdad ?
Respondí con un gesto afirmativo y conteniendo la emoción que siempre me desataba su recuerdo.
----- Debió ser una gran persona... ----- añadió.
----- Si que lo fue, y le hecho mucho de menos... ----- le confesé.
Entonces me miró con cierta ternura y me dijo:
----- Ven, ahora soy yo quien te da un abrazo.
Y nuevamente nos abrazamos durante un rato, mientras que ella decía aquellas palabras:
----- Que hermoso encuentro estamos iniciando.
----- Muy hermoso... ----- le decía yo.
Tras separarnos, nos miramos unos segundos y ella me dijo:
----- Danny, quiero confesarte que mi cabreo contigo en parte también fue por Carmen.
La miré sorprendido...

y le dije:
----- ¡¡¡ Por Carmen !!!
Ella hacía gestos afirmativos y me respondía:
----- Me jodía que estuvieras con ella... Y además le tenía mucha envidia.
Yo no salía de mi asombro



y le pregunté:
----- ¿ Pero por que le tenías envidia ? ¿ Por mi ?
Y sin dejar de hacer gestos afirmativos me respondió:
----- No solo por ti y porque te haya conquistado, también porque siempre vi en ella el tipo de mujer que siempre quise ser y que nunca lo conseguí.
Buuuffff....!!!!!




nunca pude imaginarme todo esto que me estaba confesando, y así nuevamente puse mi mano sobre su hombro y le dije:
----- Tu no tienes que envidiar a nadie, ni tampoco tienes que compararte con nadie. Eres una mujer atractiva, guapa, vistosa y esbelta.
Me miraba dudando si lo decía con sinceridad o solo por compasión.
----- ¿ De verdad lo crees ? ----- me preguntó.
----- Claro que lo creo; y no solo eso.También eres una mujer muy apetecible.
Esto si que la sorprendió por completo...




Y dudando me preguntó:
----- ¿ De verdad me ves apetecible ?
Hice gestos afirmativos y le respondí:
----- Te veo muy apetecible y nunca dejé de verte así... Y quien no te vea así, o es un necio o está ciego.
Sonrió con ternura y con un gesto de agradecimiento:
----- Gracias Danny, muchas gracias. no sabes lo que me anima que me digas esto.
Y a continuación me confesó:
----- También te confieso que si inicié aquello contigo fue con el fin de arrebatarte a Carmen, quería derrotarla y sentirme más mujer que ella.
Buuuffffff.....!!!!!




esto si que ya terminó de sorprenderme por completo, pues nunca esperé que tuviese esas razones contra Carmen.
Y así continuó su confesión:
----- No solo me enfadé contigo por sentirme rechazada, también porque sentí todo el peso de la derrota.
Yo le respondí:
----- Reconozco que mi comportamiento no fue correcto, como ya te dije; y que gran culpa de todo la tuve yo por permitir que aquello llegase hasta donde llegó...
----- Sentí que te tenía atrapado.
----- Y en cierta manera me tenías. Ahora entiendo muchas cosas...
----- ¿ Como que ? ----- me preguntó.
----- Aquella noche en tu casa, tus poses seductoras, tu baile embaucador... Buuufffff...!!! me hipnotizaste por completo, igual que una diosa y no tuve escapatoria; con todo el equipo caí bajo tus hechizos...
En cierta manera ella me escuchaba con una expresión como de satisfacción, como decir que no vencí pero tampoco salí del todo derrotada.
Y le continué confesando:
----- En mi favor solo puedo decir que si caí fue porque aún no tenía claro lo que había entre Carmen y yo, ni tampoco tenía definidos mis sentimientos para con ella.
----- Ufffff....!!!! Yo recuerdo aquella noche con gran placer; fue una de mis mejores noches mágicas, y nunca me arrepentí de lo que hice contigo.
----- ¿ A pesar de todo ?
Hizo un gesto afirmativo, y con una expresión de placer respondió:
----- A pesar de todo.
Continuará................................................................................