La ventana de enfrente

Que bueno volver a leer las vacaciones de Dani.
Que bien la paso con Gema, Sonia y Fran, sin dejar de lado lis oliveros días que estuvo lili y su ex.
Después con Sara sin comentarios
Y volver a tener su acercamiento con su ría Maritsa.
En fin no lo paso nada mal sus vacaciones
 

13



DANI

Los días siguientes trabajé con mi padre y solo veía a Marisa en el almuerzo y cena. La veía normal, nada de ese mal ánimo de aquella noche. Y llegó el viernes. Mi plan era almorzar e irme al pueblo de Sara pero mi madre me dijo que estaban limpiando la casa donde habían estado Marisa y mi tío, y que fuera con ellas a mover unos muebles y quitar las camas de los niños.



Mi tío se quitó de en medio rápidamente diciendo que eso era cosa de jóvenes y se fue con los amigos así que me tocó todo el trabajo duro mientras mi madre y Marisa dirigían todo. Cuando terminamos, mi madre dijo que se iba a la piscina, que hacía mucho calor. Marisa dijo que ella se iba a quedar un rato más. Yo dije también que me iba pero me dijo de tomar un café antes y acepté.



Mientras preparaba el café, ella me contaba cosas del verano, de los niños… y cuando se sentó me preguntó:​

  • ¿Te vas de finde con Gema?​
  • No, con Sara​
  • Ah… ¿Vais en serio?​
  • ¿Yo con Sara??? que vaaaaa jajaja​
  • Estáis quedando mucho ¿no?​
  • No, bueno, es solo sexo​
  • La chica es muy atractiva​
  • Sí, no lo niego, mira​


Y le enseñé una foto que me hice con ella en la piscina, donde estaba junto a mí, en bikini y sonriente:​

  • Hacéis muy buena pareja, los dos guapos y atractivos​
  • Sara es muy muy superficial, muchas veces no la aguanto y me cabrea su forma de ser​
  • ¿Qué te molesta de ella?​
  • Mmm, verás, ella sabe que está buena y siempre lo hace notar, pero eso no me molesta, a veces me pone o me hace gracia​
  • ¿Entonces?​
  • Es muy criticona, se queja mucho por tonterías o si estamos con otros le gusta mucho aparentar, muchísimo, me revienta​
  • Ah, entonces ¿no la ves como pareja?​
  • Que va, que va, mi pareja tendría que ser muy diferente, Sara ni de coña, pero que yo no quiero novias ahora, paso de eso, que las tías sois muy posesivas jeje​
  • Dependerá de cada una​


Nos callamos unos segundos, pensando cada uno en nuestras cosas. Al poco le pregunté:​

  • ¿Cómo estás de ánimo?​
  • Ufff, mal, es que llevo muy mal que me desprecien​
  • Pero ¿Por qué te tomas esas cosas como un desprecio? Te pasó lo mismo conmigo cuando eso no era ni de pasada mi intención​
  • Ya, ya pero… en fin, que si claramente pido sexo y vosotros no queréis, para mí eso es desprecio​
  • No, pueden ser muchas cosas, ya te expliqué lo que me pasaba a mí​
  • Sí, ahora lo entiendo​
  • Y a mi tío, pues a saber, lo tenéis que hablar​
  • No sé si hablarlo, me da miedo que me de la patada​
  • Que extremista​
  • Lo veo muy raro, Dani, no sé, algo va a pasar​
  • ¿Y no lo vas a hablar?​
  • No sé, ya te digo que me da miedo que me diga que quiere romper​


Nos quedamos callados. Entonces ella dijo:​

  • Pero no quiero hablar de eso, bastante me como yo la cabeza para seguir hablando de eso​
  • Pero si te sientes mejor, aquí me tienes para hablar​
  • Lo sé, lo sé, pero ahora no me apetece​
  • Vale​


Nos quedamos callados de nuevo. Entonces preguntó:​

  • ¿Sara es buena en la cama?​
  • Vaya cambio de tema​
  • Bueno, no quiero hablar de mis problemas, prefiero un poco de chismorreo jaja​
  • Jejeje, pues mmmm Sara es normalita en el sexo​
  • ¿Y Gema es mejor?​
  • Oh, sí, muuuucho mejor jeje. Tú, Gema y Marta sois las mejores en el sexo con mucha diferencia, cada una de vosotras le da veinte vueltas a Sara y a las demás con las que he estado​
  • Marta es tu amiga que te dejó ¿No?​
  • Sí, esa… es la que menos experiencia tiene pero la suple con mucha pasión y ganas, no sé, tiene algo especial aunque tú y Gema hacéis muchas más guarradas y locuras durante el sexo jeje​
  • Jajaja, sí, fui bastante zorra contigo, es verdad​
  • Y me encantaba​
  • Vale, entiendo que con ella y conmigo nada, pero ¿Por qué no quedas con Gema en vez de con Sara?​
  • Porque Gema está siempre ocupada, tiene sus cosas, quedamos cuando podemos y queremos los dos, pero no tenemos una relación, solo somos amigos​
  • Ya​
  • Como pensaba que tenía contigo hasta que empezaste con exigencias​
  • No eran exigencias​
  • Nooooo, que vaaaaa, no veas como te pusiste​


Marisa puso cara de “no me entiendes” pero preguntó:​

  • Oye, y eso de los azotes ¿lo vas a probar con Gema o no?​
  • Pufff, es que me da mucha cosa​
  • Pero es ella quien te lo pide ¿no?​
  • Sí pero… es que tú no sabes lo que vi, me veo incapaz de hacerle eso a Gema​
  • ¿Tanto fue?​
  • Es que este chico estaba azotándola con un cinturón, y sonaba bien fuerte​
  • Ya​
  • ¿Solo ya? ¿No te escandaliza? A mí me parece muy fuerte​
  • Ya te dije que he probado esas cosas​
  • Pero seguro que no fue así de fuerte como lo que vi​
  • Huy… si yo te contara​
  • ¿Sí? ¿Cosas así de fuerte?​
  • Digamos que fueron unos meses intensos jeje​
  • Joder, me sorprendes​
  • Empezamos con azotes con las manos y luego fueron derivando a otras… cosas​
  • Pues me lo tienes que contar​


Marisa me miraba con una sonrisita y luego dijo:​

  • Si quieres te doy algún consejo​
  • Claro, pero lo que más me asusta es la fuerza, no sé ¿Y si soy muy bestia y le hago daño de verdad?​
  • Tenéis que ir probando, imagino que cada una tenemos un umbral de dolor distinto ¿no crees?​
  • Claro​


Entonces, de repente, Marisa dejó la taza en la mesa y se puso a cuatro sobre el sofá, dándome su culo. Iba con un pantalón corto, el que se ponía para ir a la piscina. Me dijo:​

  • Vamos a probar​
  • ¿Quéeee???​
  • Venga, hay confianza, yo te digo si te pasas o no​
  • Pero ¿Qué dices Marisa? No te pienso pegar azotes​
  • ¿Prefieres pegárselos a Gema y pasarte con ella?​
  • Prefiero no hacerlo con ninguna​
  • Venga, no seas tonto, sabes que lo vas a hacer con ella, mejor pruebas con alguien de confianza ¿no?​


Me quedé mirándola a cuatro sobre el sofá, con el culo en pompa… lo que me entró ganas no era de azotarla sino de follarla a lo bestia, pero me contuve y me levanté. Marisa miró hacia atrás y me hizo un gesto de que lo hiciera. Levanté la mano y ella dijo:​

  • Que no sea una palmadita ¿eh? un azote de verdad​


Me preparé de nuevo y lancé mi mano que sonó con un “plasss” fuerte pero apagado por la tela del pantalón. Marisa dio un respingo y dijo:​

  • No está mal, prueba de nuevo un poco más fuerte​


Lo repetí de nuevo, esta vez con menos miedo. Marisa dio un nuevo respingo y entonces se incorporó de rodillas sobre el sofá y dijo:​

  • Con esto se nota poco​


Y se bajó el pantaloncito hasta las rodillas para ponerse de nuevo a cuatro. Debajo del pantalón llevaba el bikini. Miró para atrás y me hizo de nuevo el gesto. Volví a azotarla, esta vez el plasss fue más claro. Marisa dijo:​

  • Eso está mejor... pero alterna entre una nalga y la otra​


Le pegué dos o tres azotes más. Entonces Marisa se volvió a incorporar poniéndose de rodillas y esta vez se bajó el bikini. Me miró y me dijo:​

  • Ahora así, sigue​


Marisa se volvió a poner a cuatro. Me quedé mirando ese culo ya colorado de las palmadas, pero sobre todo ese coño que se notaba hinchado y húmedo. Le di varios azotes más. Marisa lanzaba un gritito con cada palmada y luego me paró. Se quedó en la posición de cuatro, con la cabeza hundida entre los brazos, respirando fuerte. Entonces giró la cabeza y me dijo:​

  • Dani, fóllame​


Me quedé quieto, sorprendido. Ella dijo:​

  • Por favor, no me despr…​
  • Chissttt, a ti es imposible despreciarte, Marisa, no digas tonterías​


Y me bajé los pantalones, sacando mi polla que ya estaba totalmente dura. Me puse detrás de ella y le metí con cuidado un par de dedos en el coño para comprobar que estaba totalmente mojado. Se la metí y la follé rápido cogiéndola por las caderas hasta que ella lanzó un grito y hundió de nuevo la cabeza entre sus brazos, estremeciéndose con su orgasmo mientras me corría dentro de ella. El polvo no habría durado ni un minuto pero me había dejado extenuado por la tensión.



Me quedé quieto dentro de ella unos segundos y cuando fui a sacarla, Marisa dijo:​

  • Espera, aún no, quédate dentro un poco más​


Me quedé quieto hasta que mi erección casi había desaparecido. Salí con cuidado y Marisa seguía en la misma posición. Le dije que esperara, que iba a por papel para limpiarnos.



Cuando volví, ella se limpió y entonces se incorporó. Me miró y se me acercó. Me besó, un beso lento y largo. Luego se separó y me dijo:​

  • Sin exigencias​


Asentí y ella se separó. Entonces se giró para mostrarme el culo y me preguntó:​

  • ¿Está muy colorado?​
  • Sí​
  • Me has dejado sin piscina jeje​
  • Sí, mejor no vayas así​
  • Pero ha merecido la pena​
  • ¿De verdad te pone eso?​
  • Ya lo has visto​


Me quedé mirándola y entonces ella dijo:​

  • Anda, vete y disfruta el fin de semana​


La miré como se vestía. Entonces le di un beso en los labios y me fui. Mira que ya había cerrado el tema con Marisa y ahora de nuevo lo había abierto, a saber que repercusiones tendría esto.



MARISA

Vi como Dani cerraba la puerta y se iba. Pensé “estás loca Marisa, llevo días diciéndome que no tengo que tontear con él, que no volvamos a liarnos, que es una gran locura, y en cuanto me quedo a solas con él me olvido de todo y me comporto como una zorra total”.



Me dolían las nalgas, los azotes no habían sido nada comparados con los que me propinaba Jesús (el ex) pero llevaba mucho tiempo sin probar eso. “Dios, que cachonda me he puesto, sabía que me iba a correr en cuanto me la metiera… aún estoy un poco mareada”.



Me senté y me puse a pensar en Antonio “Que se joda, mira que le he pedido sexo de todas las formas posibles… pues ahora que se joda con estos nuevos cuernos”.



MARTA

“Entiendo” dejando el móvil en la mesa. Llevaba semanas intentando hablar con Dani pero siempre comunicaba “Seguro que me ha bloqueado, igual que hice yo”. Quería hablar con él en persona, no por mensajes, quería disculparme por como corté con él aunque estaba segura que seguía enfadado conmigo. Pero ahora la que estaba enfadada era yo. Charo me acababa de mandar unas fotos que le había pasado Ale. En ellas se veía a Sara y Dani en una piscina, en un bar… los dos agarrados y acaramelados. Y Ale le había dicho a Charo que esos dos estaban saliendo juntos.



“Son pareja, el hombre que no quería relaciones ni ataduras ahora tiene pareja… entiendo. En verdad lo entiendo perfectamente, Sara es guapa y atractiva, no como yo”. Pero me sentía herida, ser ya plenamente consciente de esto dolía muchísimo.



Suspiré pensando “Llevo sin pareja desde hace más de un mes y estoy bien conmigo misma. Pero quiero arreglar las cosas con Dani… No, mentira, no es que quiera, es que necesito arreglar las cosas con Dani aunque sé que no volveré a ser su folla amiga pero, al menos, necesito que volvamos a hablar aunque ahora que tiene novia él no querrá ni eso, no me perdonará y con toda la razón, lo de volver con mi novio fue una malísima idea, no sé en qué estaba pensando, soy estúpida, idiota del todo aunque lo cierto es que al principio parecía que todo iba a ir mejor entre nosotros pero que va, es que no, eso estaba hundido desde hacia mucho y era imposible hacerlo resurgir, pero me emperré en intentar que funcionara pero cada vez iba a peor, menos mal que reaccioné y corté y me sentí mucho mejor. Al menos no corté pensando en volver con Dani, ahí él no tuvo nada que ver, fue una decisión personal, sin pensar en volver con Dani, y menos mal que fue así porque lo mismo ahora estaría arrepentida pero no, para nada arrepentida de cortar con mi novio, bueno, ex novio”.



Suspiré y volví a pensar “Y aunque tengo clarísimo que no volveré con Dani porque él no querrá, sí quiero pedirle perdón por lo mal que lo hice todo con él, eso sí lo quiero hacer aunque él ni me mire ni piense en mí”.



Me eché en la cama y miré al techo. ¿Y el sexo? Sabía perfectamente que estaría muuuucho tiempo sin sexo ¿Lo echaría en falta? Antes no era nada importante para mí pero ¿Y ahora? Volví a suspirar al recordar el sexo con Dani. Sí, lo echaría en falta, estaba claro. Solo tendría mi mano para calmarme porque tenía claro que viendo a Dani a diario en la facultad no podría evitar tocarme por las noches. Entonces caí en algo ¿Sería Sara tan guarra como yo? ¿Le daría el mismo sexo guarro? Esa sería mi única posibilidad, que Sara no lo fuera y Dani quisiera volver a follarme buscando a una guarra fácil. Pero no, Dani no era de poner cuernos, antes cortaría con ella que ponerle los cuernos con una como yo. Y si corta con Sara ¿Qué pasaría? Me reí sin ganas, sabía perfectamente lo que pasaría, que sin dudas iría a suplicarle para volver a ser su folla amiga “Soy así de patética”. Pero no, Sara no cortaría con él, no sería tan tonta.



Entonces sonó mi móvil. Sabía quien era pero lo comprobé. Charo me decía que bajara ya. Habían quedado para ir al pueblo de Ale que estaba de fiestas. No tenía ninguna ganas pero la idea era ir a ayudar a Ale y Jorge a estudiar, en un par de semanas tenían el primer examen de septiembre. Los cuatro vivíamos en pueblos distintos pero muy cercanos. Jorge, Ale y Charo habían estado viniendo casi todas las tardes de agosto a mi casa para estudiar. Era el mismo grupo de estudio que en la universidad pero sin Dani, que no necesitaba estudiar porque él sí había aprobado todo, no como Jorge y Ale.



Contesté que ya bajaba y cogí mi mochila. El plan era quedarse en una casa de campo de Ale un par de días, para estudiar por las mañanas y tardes, y salir por la noche. Yo no quería ir pero Charo no paró de insistirme así que terminé claudicando. Ella quería ir por el sexo con Ale, claro, “y quiere que me lie con Jorge pero yo paso, Jorge no está mal pero no estoy ahora para esos líos y él no me gusta de esa forma”.


14



DANI

Durante el viaje en coche al pueblo de Sara no dejé de pensar en lo que acababa de ocurrir con Marisa. No sabía si estaba contento o no, no me fiaba de Marisa y sus neuras. Pero sobre todo estaba alucinando con la sesión sado que ella había querido, y como tenía de mojado el coño cuando quiso follar. Esto se lo tenía que contar a Gema, “se va a poner cachondísima y me destrozará a polvos, jeje”.



Llegué al pueblo de Sara más tarde de lo convenido pero no había problema, ya la había avisado. El plan era el mismo que el fin de semana anterior que estuve con ella, es decir, piscina, salir y follar.



Esa noche salimos pero solo a cenar y beber un poco, volvimos pronto a la casa. Allí echamos un polvo y ella se corrió antes que yo, como le solía pasar. Pero aún me duraba el calentón con Marisa y quise más, quise seguir follando pero Sara me dijo:​

  • Venga, córrete ya, que quiero dormir​


La miré cabreado y le dije que no, que aún no estaba listo. Ella me miró poniendo los ojos en blanco y dijo:​

  • ¿Te la chupo y te corres?​
  • Venga​


Sara me quitó el condón y comenzó una mamada rápida, buscando que me corriera pero nada, no conseguía correrme. Entonces le dije:​

  • Ponte a cuatro​
  • Ya casi estás ¿No?​
  • No, ponte a cuatro, así termino pronto​
  • Pero ¿A ti qué te pasa hoy? ¿Has estado follando toda la semana o qué?​
  • No, que no tengo ganas de terminar tan rápido​


Me miró unos segundos y entonces se incorporó para ponerse a cuatro diciendo:​

  • Bueno, pero vuelve a ponerte un condón​


Y la vi con el culo en pompa y le dije:​

  • Te la quiero meter por detrás​


Sara se sentó rápidamente y me dijo:​

  • Ni de coña​
  • ¿Por qué?​
  • Porque no​
  • Pero si antes te he metido un dedo en el culo mientras te lo comía y te ha gustado​
  • Un dedo, no “eso” (señalando mi polla totalmente erecta)​
  • ¿Ale te follaba el culo?​
  • ¿A ti que te importa lo que me hiciera Ale?​


Nos quedamos callados, mirándonos y entonces dijo:​

  • Primero, Ale la tenía bastante más pequeña que tú, y segundo, no, nadie me ha follado el culo ni me lo va a follar​
  • Tendrías que probarlo​
  • No con “eso”​


De nuevo callados y noté que iba perdiendo la erección. Ella dijo:​

  • Con el coñito tan bonito y jugoso que tengo y ¿me la quieres meter por detrás? ¿En serio?​
  • Bueno, también tienes un bonito culo​


Me miró y luego sonrió. Entonces dijo:​

  • Se te está bajando​
  • Ya​
  • Ven, túmbate y te la chupo otra vez​


Me tumbé y ella se puso a mi lado y me besó mientras me la cogía y me hacía una paja hasta ponerla dura de nuevo. Entonces bajó y comenzó a chupar pero esta vez lentamente, con mucha lengua. Luego bajó a los huevos, lamiéndolos y metiéndoselos en la boca, y luego siguió bajando y me lamió el ano, la primera vez que me lo hacía. Estuvo unos segundos y luego volvió a subir recorriendo con su lengua mis huevos, y tronco hasta la punta, para luego volver a metérsela en la boca chupando de nuevo lentamente. Pero entonces paró. Se metió un dedo en la boca y lo chupó. Me miró y dijo:​

  • Relájate y déjame hacer ¿Vale?​


Se volvió a meter mi polla en la boca, y sin dejar de mirarme, noté como su dedo jugaba en círculos por mi ano y como fue metiéndolo poco a poco. Aumentó el ritmo de la mamada mientras su dedo entraba y lo movía y no tardé en correrme en su boca. Sara lo recibió todo sin dejar de gemir y estuvo chupando unos segundos más. Luego, sacó mi polla de su boca y la abrió, mostrándome la lengua, para que viera que se lo había tragado todo, para después sonreír y decir:​

  • Y como te gusta un dedito en el culo ¿Eso quiere decir que quieres que te lo follen?​


Me tuve que reír. La verdad es que me había sorprendido. Nos dormimos al poco.



Al día siguiente, mientras desayunábamos, le dije:​

  • Anoche me sorprendiste​


Sara me miró interrogativamente mientras seguía comiendo su tostada. Le dije:​

  • Ya sabes… con el final​
  • No es la primera leche que me trago​


Me quedé mirándola y ella cogió su móvil y se puso a ver cosas mientras seguía comiendo. Pensé que estaba claro que no era la primera vez que se tragaba una corrida, pero no me refería a eso. Le dije:​

  • No, eso no, lo de antes​


Me volvió a mirar y entonces se acordó:​

  • Ahhh, el beso negro y el dedito​
  • Sí​
  • Te gustó ¿No?​
  • Sí pero no me lo esperaba​
  • Ya​


Y volvió a mirar el móvil. Estuve a punto de preguntarle si ya lo había hecho antes pero al final pasé, imaginé que sí porque no la noté novata. Ella siguió comiendo y, sin dejar de mirar el móvil dijo:​

  • Me lo enseñó Gema​
  • ¿Cómo?​
  • Ella me lo hizo y me dijo que eso le gusta a casi todo el mundo, tío o tía​
  • ¿Sí?​
  • A mí me gustó, y a ella cuando se lo hice, así que pensé en probarlo contigo… y a ver si dejas de hacerte pajas antes de verme, no necesito que dures tanto ¿eh?​
  • No me había hecho una paja… quizás es que no me pones tanto​


Le dije sonriendo para picarla pero ella contestó:​

  • Ya, claro, pues para no ponerte bien dura que la tenías​
  • Jeje​
  • No sé por qué no te corrías después de follar tanto rato​
  • Tampoco era tanto, es que te corres muy pronto​
  • Me corro cuando me corro, ni pronto ni tarde​
  • Pues lo mismo te digo​
  • Ale no estaba ni dos minutos de folleteo si no se la cascaba un rato antes​
  • ¿Y llegabas con dos minutos?​
  • Ni de coña, no llegaba ni aunque se pajeara para durar más… bueno, me dice Yoli que ya está en la piscina, venga, termina y nos vamos​


Pasamos el día en la piscina del novio de su amiga Yoli, la que me propuso chupármela, donde montaron una fiesta de fin de vacaciones con unos quince amigos de Sara. Luego, por la noche salimos y, esta vez, la amiga no me hizo ninguna proposición.



El domingo nos despertamos con el mismo plan, ir a la piscina un rato, almorzar y luego volverme a mi pueblo. Cuando llegamos a la piscina solo estaba Yoli, sin el novio. Nos dijo que los padres de él estaban fuera y que el novio se había ido a jugar al fútbol y llegaría para almorzar.



Nos tumbamos a tomar el sol. Al rato, Sara se puso a hacer topless, cosa que no había hecho antes porque solían estar por allí los padres del novio de Yoli. Sara le dijo a su amiga que lo hiciera también pero la muchacha le daba corte conmigo, pero al final lo hizo. La chica estaba algo rellenita pero no gorda ni mucho menos, excepto las tetas, tenía unas tetas enormes aunque a mí me gustaban más las de Sara, más normales y redondas, muy bien puestas.



Sara y yo nos bañamos mientras la amiga tomaba el sol. Al rato nos volvimos a tumbar en las toallas. Sara se me pegó y empezó a tontear y a morrearnos. No pude evitar que se me empezara a poner dura y Sara, al notarlo, me tocaba por encima del bañador pero al poco metió la mano dentro para cogérmela y pajearme despacio, con risas y besos. Vi que la amiga no dejaba de mirarnos de forma disimulada y entonces se me ocurrió algo. Le dije a Sara que me la sacara con la idea de animar a la amiga y montarnos un trío. Sara se sorprendió pero no tardó nada en sacármela y pajearme mientras seguíamos besándonos.



Vi que la chica nos miraba con los ojos muy abiertos y cara de sorpresa. Sara y yo seguimos enrollándonos y cuando le iba a decir al oído que animara a su amiga, de pronto, recibimos literalmente un jarro de agua fría por encima y la amiga diciendo:​

  • No seáis guarros, si tanta ganas tenéis, ahí tenéis la habitación de Fede, pero dejaos de guarradas aquí, que como alguien os vea, se me cae el pelo​


Al principio, nos quedamos totalmente sorprendidos, no nos lo esperábamos. Entonces Sara dijo:​

  • Serás zorra, joder, menudo susto​


Y las dos se pusieron a reírse a carcajadas mirándome. Nos había cortado totalmente el rollo y ya no hicimos nada más. Luego llegó el novio, almorzamos y cuando me iba a ir, ya en mi coche, le dije a Sara:​

  • Antes pensé que nos íbamos a montar un trío​
  • ¿Con Yoli? no seas guarro, que es casi una hermana para mí​
  • ¿Hermana? Pero si no paráis de echaros en cara cosas y daros envidia​
  • Llevamos juntas desde infantil, puaggg, que mente sucia tienes​
  • ¿No te gustaría?​
  • Pero ¿Qué te acabo de decir??? Eres un guarro, esa idea es muy pervertida, olvídate​


Y lo decía seria. Me acababa de llevar un chasco, había estado pensando en fantasías lésbicas entre ellas pero no iba a ser. Pensé que se había enfadado pero entonces se morreó conmigo y me dijo:​

  • Los tríos con Gema cuando ya estemos en el nuevo curso​


Y me metí en el coche rumbo a mi pueblo donde ya no estarían Marisa y mi tío… era el final del verano.



MARTA

“Al fin en casa” mientras dejaba la mochila en el suelo y me tumbaba en mi cama. Había sido un fin de semana extraño. Por la mañana estudiando con Ale y Jorge, y por la tarde de paseo y bares. Pero las noches habían sido incómodas. La primera noche, Charo y Ale se habían cogido una habitación y nos habían dejado la otra a Jorge y a mí. Miré a Jorge y le dije que nos echábamos a suerte quien dormía en la cama y quien en el sofá, pero él no quiso y me dejó la habitación diciendo que era lo que menos podía hacer tras mi ayuda con los exámenes. Se lo acepté. Y estando acostada escuchaba como Charo y Ale follaban, menos mal que fue rápido porque era súper incómodo. Y pensé que llevaba cinco o seis semanas sin echar un polvo y que no lo echaba en falta porque los últimos habían sido para olvidar, mejor ni pensaba cuando fue el último buen polvo que había echado porque me deprimía al recordar a Dani. Entonces sonreí tristemente, me estaba engañando, sí echaba en falta el sexo, pero el sexo con Dani, no con otros que no me apetecía nada de nada, pero el sexo con Dani siempre lo echaría en falta.



Y pensé en Jorge. Ahora tenía claro que él quería algo conmigo ¿Sería que sabe que estoy sin novio y soy fácil? No, creo que no es un chico así. Esa primera noche me planteé darle una oportunidad a Jorge. Charo me insistía mucho, que era buen chico, que estaba colado por mí… pero es que yo no, me caía bien pero ya está. Luego pensé en Dani, que rápido se había buscado pareja, y me entró rabia. Quizás sí debería acostarme con Jorge ¿no? Salir con él, beber un poco y a la cama… pero ¿No sería eso lo mismo que hice con Javi? Acostarme con él por despecho contra Dani… no, eso no lo haría más, follar por despecho y cabreo no.



Al día siguiente Jorge y Ale se pusieron a estudiar temprano y nosotras ayudándolos. Y por la noche quisieron salir a cenar, beber y bailar. Charo me insistía pero me negué, ni quería beber ni bailar ni darle esperanzas a Jorge. Encima, Ale empezó a ponerse pesado con insinuaciones asquerosas… pero ¿Qué ve Charo en él? Si el tío da asquito. Les dije que no me encontraba bien y me quedé. Ellos se fueron y Jorge me dio lástima pero es lo que había.



Me quedé leyendo tranquilamente. Quería cenar algo ligero y luego acostarme temprano, pero entonces llegó Jorge con algo de comida y dijo que tampoco quería salir, que a él tampoco le gustaba beber ni bailar, que era muy soso y me hizo gracia. Comimos, vimos un poco la tele y entonces le dije que me iba a la cama, pero él me preguntó si quería salir fuera, que hacía muy buena noche, y era verdad. Y salimos, y me habló de su ex y yo del mío, me contó sus aficiones y yo las mías, miramos las estrellas que eran infinitas y… no pasó nada, volvimos y nos fuimos cada uno a nuestra cama, bueno, él a su sofá, pero ahora veo de otra forma a Jorge.



Y en la última noche allí me dijo de ir al cine y le dije que sí, y me lo pasé bien, y él quiere repetir y quizás yo… mmmm veremos que pasa pero tengo que olvidarme de Dani, él no es un chico para mí.


FIN DE LAS VACACIONES
Muy buenas FranRel, me uno a los halagos a tus relatos. La verdad es que consigues "engancharnos" con la trama y los personajes. Enhorabuena 👏
 
Termine de leer la ventana de enfrente y empece a leer El paso del tiempo ,te puedo decir que la ventana de enfrente es una de las mejores historias que he leido y he leido muchas lol 😆,este universo que creo FranRel es uno de los mejores porque combina bien la historia de varios personajes y sus relaciones ,no se si ya estas escribiendo algo nuevo pero si lo estas te recomiendo hacer lo mismo y crear otro universo de personajes. Podemos darle una valoracion de 9/10 a Apariencias ,La ventana del frente y El paso del tiempo
 
Termine de leer la ventana de enfrente y empece a leer El paso del tiempo ,te puedo decir que la ventana de enfrente es una de las mejores historias que he leido y he leido muchas lol 😆,este universo que creo FranRel es uno de los mejores porque combina bien la historia de varios personajes y sus relaciones ,no se si ya estas escribiendo algo nuevo pero si lo estas te recomiendo hacer lo mismo y crear otro universo de personajes. Podemos darle una valoracion de 9/10 a Apariencias ,La ventana del frente y El paso del tiempo
Esos tres relatos que comentas fueron mis primeros relatos hace ya unos años. Luego he escrito alguno más. El de Compañeros es el más parecido, en los otros intenté hacer algo diferente.

Personalmente, a este relato le tengo un poco de manía porque sufrí escribiéndolo, muy largo, muchos personajes y me costaba mantener la coherencia y que no fuera demasiado alocado y fantasioso (que obviamente es una fantasía jeje). Más de una vez (y de diez) estuve a punto de echarlo a la carpeta de relatos abandonados porque sentía que excedía mis habilidades aunque la trama es muy sencillita y simple. Al final lo dejaba unos días y volvía a él con más ánimo y, poco a poco, lo terminé.

En breve terminaré de publicarlo aquí.

Muchas gracias por vuestros ánimos.
 
PARTE 3 – Un nuevo curso

1



DANI

Dejé las maletas en el piso y miré a mi alrededor “de nuevo aquí”. Vi que Marisa lo había limpiado y cambiado algunas cosas, estaba todo perfecto y mucho mejor que como yo lo dejaba tras limpiarlo.



Me puse a sacar la ropa y a colgarla mientras pensaba en el nuevo curso que empezaba oficialmente en una semana pero había venido antes para arreglar papeles y ver los horarios, clases… Tenía que reconocer que estaba un poco nervioso ¿Vería a Marta? y si la veía ¿Me ignoraría de nuevo? No había querido ver nada en redes sociales por no encontrármela de nuevo en una foto, no quería otro bajón. La verdad es que no había tenido contacto con nadie de mi clase en todo el verano. De la universidad solo había tenido contacto con Sara y ni siquiera era de mi facultad.



Sara… no la había visto mucho en septiembre ya que me había puesto a trabajar en serio para conseguir dinero. Solo había quedado con ella una vez más desde agosto, y fue porque ella me invitó para ir a un concierto con sus amigos. El concierto era en la ciudad de Sonia y Fran y los llamé y resultó que ellos también iban al mismo concierto. Y rememoré aquella noche:



-----------------------

Sonia dijo de vernos allí y me alegré mucho de verlos de nuevo. Los dos súper apuestos y Sonia espectacular, como siempre. Vi que los amigos de Sara la miraban babeando, y como sus novias se encabronaban jeje. Pero Sara estuvo bien, charló con ambos sin parar y, después del concierto, salimos a tomar algo y bailar. Y tras bailar, Sonia dijo de salir fuera a tomar el aire, dejando a Fran bailando con Sara. Allí Sonia me preguntó:​

  • ¿Has cambiado de parecer con Marta?​
  • Ufff, Marta​
  • Te veo bien con Sara​
  • Sí, bueno, tiene sus momentos​
  • ¿Qué quieres decir?​
  • A veces es muy superficial y frívola, pero hoy está de buen humor​
  • Ah, me ha caído bien​
  • Ya​
  • Y a Fran… y no ha tonteado demasiado con él​
  • Jeje​
  • A ver luego que me dice, si es una guarra de puñalada por la espalda o no​
  • ¿Cómo?​
  • Ya sabes, “si la novia no está, ataco” pero se va a dar de bruces si lo intenta​


Mirándome con una sonrisa. Le dije:​

  • Pues no creo que intente nada, le he contado que sois la pareja perfecta​
  • Pues con más motivos lo puede intentar​
  • ¿Te vas a poner celosa?​
  • ¿De esa niña? para nada​
  • Sigues confiando al 100% en Fran​
  • Totalmente​


Nos quedamos callado. Entonces ella preguntó de nuevo:​

  • ¿Y Gema? hace mucho que no nos escribe​
  • Pues está desaparecida con el trabajo​
  • Ya​
  • Y ahora tiene un nuevo ligue​
  • Ah ¿Lo sabes?​
  • Sí, uno de su trabajo, se van juntos de viaje y ya sabes como es​


Sonia me miró sonriendo y dijo:​

  • Pensé que quizás te jodiera eso​
  • ¿Con Gema? que va, ya sé como es…​


Entonces llegó Fran, diciendo:​

  • F: Estoy ya mayor para bailar con una veintiañera​
  • S: ¿Y a mí sí me sigues el ritmo? ¿Me estás llamando vieja?​
  • F: ¿Has visto el cuidado que hay que tener con cualquier comentario? toma nota y no caigas en mis errores, mejor con la boca cerrada (dirigiéndose a mí)​
  • S: No, esa boca no puede estar cerrada para lo que tengo pensado que haga en media hora​
  • D: jajaja​
  • F: Así que esta es la compañera de piso de Gema que sucumbió ante sus encantos y los tuyos ¿no?​
  • D: Sí​
  • F: Pues no está nada mal, es muy guapa​
  • D: Sí, lo es​


Entonces Fran miró a Sonia y dijo:​

  • F: Obviamente, no tan guapa como esta preciosidad​
  • S: Que falso ha sonado eso​
  • D: jajaja​


Y los dos se dieron un pico. Entonces apareció Sara y la que verdad es que ese día iba especialmente sexy, con una minifalda muy mini, mostrando sus preciosas piernas y marcando su culito, y un top ajustado con los hombros y ombligo al aire:​

  • ¿Pero qué hacéis aquí? venga, entrad, que quiero bailar con los tres​


Mientras cogía de las manos a Fran y Sonia, pero Sonia dijo:​

  • No, nosotros nos vamos ya, que mañana trabajamos​
  • Ohhhhh​


Y Sara insistió más pero nada, ya habían decidido. Nos despedimos de ellos y los vimos alejarse. Sara me dijo:​

  • Ufff, que buenos están los dos​
  • Ya​
  • ¿Ves como me podíais haber invitado a su casa en julio? Me he llevado genial con ambos​
  • No era cosa mía, ya lo sabes​
  • Dice Fran que conoce a Gema desde hace muchos años​
  • Sí, fueron novios​
  • ¿Ah sí???? Mírala, pues está buenísimo, le tengo que preguntar​
  • Te lo puedo decir yo, la tiene grande​
  • ¿Cómo???​
  • Tomábamos el sol desnudos en la piscina​
  • ¿Y también la viste a ella?​
  • Sí​


Sara me miró y puso cara de enfado. Dijo:​

  • Mira, mejor no me cuentes esas cosas, cada vez me cabreo más con vosotros por no invitarme​
  • Jeje​


Entonces se quedó con la boca abierta y me dijo:​

  • ¿No me digas que os acostasteis todos juntos????​
  • Pero ¿no acabas de decir que no quieres saber nada?​
  • ¡¡¡¡No me jodas Dani!!!!​
  • No, no nos acostamos, al menos yo​
  • ¿Cómo?​
  • Que Gema sí se acuesta con ellos​
  • ¿Y me lo dices ahora??? ¡¡¡¡Podríamos habernos ido con ellos!!!!!​
  • No, no van por ahí, eso solo con Gema, tienen mucha historia juntos​


Sara se quedó callada y dijo:​

  • Pues me los follaba a ambos​
  • Ya jeje​
  • No, en serio… pufff, y Gema sin aparecer, dice que también estará fuera todo septiembre​
  • Lo sé​
  • La muy cabrona…​


Y nos metimos dentro.

-----------------------



Desde ese día no había vuelto a quedar con Sara, y mucho menos con Fran y Sonia. ¿Y Gema? Tampoco la había visto desde las vacaciones de julio aunque me escribía cada dos por tres. Me había prometido vernos en octubre, a ver si era verdad.



A quien tampoco había visto desde que terminó agosto era a Marisa. Ahora iría a cenar con ellos, a ver como estaba. No me había atrevido a escribirle, ni ella me había escrito. Solo había hablado con mi tío para confirmar el piso y decirle cuando llegaba. También estaba nervioso por Marisa, a ver como me la encontraba, si mejor de ánimo o no, si había arreglado lo suyo con mi tío, y por saber como me trataría, si lo que pasó aquel último día fue algo que se iba a repetir o no, si iba a querer más sexo conmigo o no.​


Terminé con la ropa y entonces entré en la casa de mis tíos. Estaba Marisa con los niños, mi tío no. La vi muy guapa, llevaba unos leggins negros y se había cambiado el peinado, ahora tenía la melena más corta y con otro estilo. Nos saludamos y besamos fraternalmente, y los niños no nos dejaban hablar a solas. Estuve con ella hablando de esto y aquello pero nada íntimo porque los niños no nos dejaban. Luego llegó mi tío, seco como siempre. Me quedé con él mientras Marisa daba la cena a los niños y luego los acostaba mientras yo terminaba de poner nuestra mesa. Cenamos como casi siempre, con Marisa sin parar de hablar y sacar temas, yo respondiendo y contando otras, y mi tío a su bola.



Cuando terminamos el postre, ella y yo nos quedamos recogiendo y fregando los platos, mientras mi tío volvía al salón a ver la tele. Una vez a solas, me acerqué a ella y le pregunté:​

  • ¿Cómo estás?​
  • Bien​


Me quedé mirándola mientras ella seguía con los platos. Le dije:​

  • ¿Estás bien de ánimo?​
  • Mmm​
  • ¿Y con mi tío? ¿habéis hablado?​
  • No​


La miré de nuevo, estaba claramente nerviosa. Le dije:​

  • Estás muy guapa​


Ahora sí paró y me miró, diciendo:​

  • Ya, claro​
  • Te queda genial ese peinado​


Le puse una mano en el culo y se lo acaricié, diciéndole:​

  • Y estos leggins, uff, mira que te quedan bien, me pones malo​


Ella se rio y me dijo:​

  • Que tonto​


Me acerqué a ella para darle un beso en los labios pero se retiró y miró hacia la puerta. Dijo muy bajito:​

  • No seas loco​
  • Pues cuéntame como estás​


Me miró y dijo:​

  • Si quieres, me paso luego por tu habitación y hablamos​
  • ¿Luego?​
  • Cuando tu tío se acueste, ahora se va pronto a dormir​
  • Ya​


Me quedé mirándola y entonces dijo:​

  • Solo para hablar, que ya te veo las intenciones​
  • Ah​
  • Nada de tonterías con tu tío aquí​
  • Ya, ya, claro​
  • Para lo otro, mañana por la mañana​
  • No puedo, tengo que ir temprano a la uni​
  • Oh, vaya​
  • Lo siento, no te estoy rechazando ¿eh? Es que tengo que arreglar papeles en la secretaría​
  • Ya, ya, lo entiendo​


Siguió con los platos y luego dijo:​

  • Bueno, que eso, me paso y hablamos cinco minutos, que aquí me da miedo​
  • Vale​


Terminamos de limpiar y me fui a mi habitación a ver una serie. Una hora más tarde llamaron a mi puerta y entró Marisa. Se sentó a mi lado en la cama diciendo:​

  • Tu tío ya duerme pero no me fío, así que te cuento rápido​


La miré y ella dijo:​

  • Tu tío sigue ignorándome, ni mi cambio de look ni nada, seguimos igual​
  • ¿No habéis follado aún?​
  • Nada​
  • Ah​
  • Y no, no voy a hablar con él, ahora estoy casi segura que me la está pegando con otra y me da miedo a que si sabe que lo sé, me deje​
  • ¿Por qué dices que te la está pegando?​
  • Por detalles en la ropa, la forma de vestir…​
  • Uff, no sé si eso…​
  • Sí, sí… pero que eso me da igual, lo que me jode es que conmigo nada de nada​
  • Ya​


Se quedó callada, mirando a la pared, pensando. Entonces le dije:​

  • Pues tenía la esperanza de encontrarte con mejor ánimo​
  • No, ya ves… bueno, sí estoy mejor por tenerte aquí​


Me miró y dijo:​

  • No solo por el sexo, es que me gusta que hablemos, no hablo con nadie últimamente​


Y pensé “pero si no para de hablar” pero la entendía, no tenía a nadie con quien hablar de estas cosas. Entonces suspiró profundamente y dijo:​

  • Bueno, me voy, ya ves lo que te tenía que contar, solo penas jaja​
  • Ya, pero bueno, aquí me tienes si necesitas desahogarte​


Entonces se levantó y dijo:​

  • Oye, una curiosidad​
  • ¿Sí?​
  • ¿Lo llegaste a hacer con Gema?​
  • ¿Lo de los azotes?​
  • Sí​
  • No, no hemos vuelto a vernos, está muy ocupada con su trabajo​
  • Ah, yo sí la he visto por aquí​
  • Sí, sé que ha estado aquí​
  • mmmm​


La vi nerviosa de nuevo, moviendo las manos, tocándose el pelo. Le dije:​

  • Sé que se está follando a un compañero de trabajo​
  • Ah, no sabía como decírtelo jeje​
  • No pasa nada, no somos pareja​
  • Ya pero…​
  • ¿Lo has visto?​
  • Sí, muy guapo y atractivo​
  • Ya, eso dice ella jeje​
  • ¿Os vais a seguir viendo?​
  • ¿Dices si vamos a seguir follando?​
  • Sí, bueno, eso jaja​
  • Espero que sí, ella dice que sí​
  • Ah, bien, bien​


Entonces dio unos pasos hacia la puerta pero antes dijo:​

  • Bueno, si aún no has podido hacerlo con ella, podemos seguir prácticamente eso… si quieres aprender alguna cosilla más​
  • ¿Sí? ¿Quieres volver a probar eso?​
  • Sí, bueno ¿no te gustó?​
  • Mmmm fue raro pero excitante, sí​
  • Por eso​
  • Fue una pasada, pero sobre todo por volver a follarte​


Me miró ya al lado de la puerta y entonces vino a mí y se inclinó para darme un beso en los labios y decirme “buenas noches”. Se irguió y se fue.



MARISA

Cerré la puerta tras de mí y me quedé quieta, escuchando, pero solo oía a mi corazón latir con fuerza. “Me lo hubiera follado sin pensármelo pero es que, tal como estoy, voy a gritar sin parar, lo sé”. Me quedé mirando la oscuridad, intentando tranquilizarme “¿Cómo podía excitarme este chico de esta forma?”.



Respiré hondo y me iba a ir ya cuando, de repente, me giré y volví a abrir la puerta. Dani me miró sorprendido desde la cama. Cerré la puerta y me acerqué a él rápido para besarlo en condiciones. Pensé “un beso y me voy”. Abrí la boca esperando su lengua que no tardó nada en entrar buscando la mía. Entonces, le busqué el paquete, ya la tenía casi dura y eso me excitó aún más. Le arranqué el pantalón corto y lo desnudé de cintura para abajo, agarrando su polla mientras el beso se hacía más y más tórrido.



Pensé “me tengo que ir, Antonio se puede despertar” pero mi boca buscó su polla, no podía evitarlo.



DANI

Seguía sentado en la cama y Marisa comenzó a hacerme una mamada. Todo había sido rapidísimo, estaba ya a punto de tumbarme y apagar la luz tras irse Marisa y, de repente, esto. Marisa se puso entre mis piernas, arrodillada, chupando con ansia. La dejé un par de minutos mientras ella chupaba con unas ganas tremendas. Entonces le dije que se desnudara para follar pero ella, sin sacar mi polla de su boca, negó y siguió chupando. Le pregunté si no tenía ganas y ella gimió. Le dije:​

  • ¿Estás cachonda?​


Marisa me miraba sin dejar la mamada, vaya ojos de vicio. Le dije:​

  • Métete la mano y enseñaba lo cachonda que estás​


Ella metió su mano dentro del leggins y se tocó. Luego sacó la mano mostrándome unos dedos totalmente mojados. Le volví a decir de follar y ella negó de nuevo y esta vez dijo:​

  • No, no sabes como estoy, nos va a escuchar​


Le cogí la mano y chupé sus dedos pringosos. Luego dije:​

  • Que ganas tengo de comerte el coño ¿quieres?​


Ella me miraba con esos ojos de vicio y siguió con la mamada. Estaba claro que se moría de ganas pero no se atrevía. Le sonreí diciendo:​

  • Pues tócate hasta correrte con mi polla en la boca, así no te escuchará​


Marisa me miró y volvió a meter su mano dentro del leggins. Vi como movía el brazo haciéndose una paja tremenda, mientras no paraba de gemir y chupar. Se escuchaba un sonido acuoso con su mano, tenía que estar chorreando. Al poco sus gemidos fueron más fuertes y vi que se iba a correr por como casi paraba de mover la cabeza y cerraba los ojos mientras su brazo se movía más y más ahí abajo. Entonces lanzó un grito ahogado por mi polla y se empezó a correr. Le cogí la cabeza y le follé la boca un par de veces hasta correrme.



Marisa gemía y recibía mi leche mientras temblaba por su orgasmo. Chupó un poco más y luego se la sacó de la boca y se dejó caer entre mis piernas, respirando entrecortadamente. Se quedó con la cabeza apoyada en uno de mis muslos, jadeando débilmente. Luego, levantó la cabeza y me sonrió. Se incorporó y me dio un pico con otro “Buenas noches”. Fue a la puerta y salió.



MARISA

“Joder, que locura”. De nuevo me quedé quieta, me temblaban las piernas. Intenté escuchar si se oía algo pero nada. Y todo estaba oscuro “menos mal”. Tenía el sabor del semen de Dani en la boca. Me relamí y me arreglé el pelo y la ropa. Luego fui al baño a lavarme los dientes para acostarme. Pensé “creo que voy a dormir bien para variar” sonriendo.​

2



DANI

Me levanté temprano para ir a la universidad. Noté mi nerviosismo ¿Vería a Marta? Era muy posible. Cuando llegué empecé a encontrarme con compañeros. Miré y busqué con la mirada a Marta o a alguno del grupo de estudio pero no tuve suerte. Estuve allí durante horas y nada, ni rastro de ellos.



Volví por la tarde a casa triste. No pensaba ir directamente a hablarle, seguiría el consejo de Sonia, pero tenía muchas ganas de verla aunque fuera a distancia “Bueno, otro día será… habrá muchos”. Me puse a ver series y me olvidé de Marta durante un rato.



A eso de las siete de la tarde recibí una llamada de Gema. Llevábamos casi dos meses sin vernos en persona, desde el último día tras abandonar la compañía de Sonia y Fran. Gema había estado muy ocupada con el trabajo y yo con el mío, pero hablábamos cada dos por tres. Vi que la llamada era una video así que descolgué para verla, tan guapa como siempre:​

  • ¡¡¡¡Hola nene!!!!​
  • Hola Gema ¿Ya has terminado el día de trabajo?​
  • Sí nene, tengo los pies destrozados, me mata estar todo el día con tacones, no sé como Sonia lo aguanta​


Me reí por dentro, sabía que a Gema le iba más ir con deportivas aunque le gustaban los tacones, pero solo para salir, no para trabajar, pero cuando estaba con clientes, se los ponía. Entonces Gema puso cara seria y dijo:​

  • Nene, tengo malas noticias​
  • No me jodas Gema​


Sin decírmelo, ya sabía que era. Ella continuó:​

  • Lo siento, la semana que viene no voy para allá, tenemos que ir a otro cliente​
  • Joe Gema, que llevamos dos meses sin vernos​
  • Lo sé, lo sé, y no sabes las ganas que tengo pero no he podido evitarlo​
  • Ufff, que putada​
  • ¿Estás falto de sexo nene?​
  • No, algo tengo pero es que contigo el sexo es otra cosa, ya lo sabes​
  • jajaja, ya, ya… y te digo lo mismo, para nada estoy faltera de sexo pero tengo muchas ganas de hacerlo contigo, y de que hablemos en persona​
  • ¿Sigues con tu compañero?​
  • Sí, con Juan casi a diario, y con Lily los fines de semana​
  • Joe, que afortunados​
  • Jajaja, ahora me voy a duchar, que he quedado con Juan para cenar​
  • Y follar​
  • Claro, pero eso luego jaja​


La miré con cara triste y me dijo:​

  • No me pongas esa carita, que me entra de todo jaja​
  • ¿Y cuándo vienes?​
  • La siguiente semana, sin falta​
  • Eso dijiste hace unos días​
  • Ya, ya, que no es cosa mía nene, lo sabes​
  • Sí, lo sé​


Nos quedamos callados y ella dijo:​

  • Bueno, nene, voy a ducharme​
  • ¿Tan pronto cortas?​
  • Es que he quedado en un rato con Juan, pero si quieres seguimos hablando mientras me ducho​
  • Claro​
  • Espera un momento​


Gema había estado hablando frente al móvil que tenía en una mano, solo apuntando a su cara. Vi que movía el móvil y luego se apartaba, dejándolo apoyado en algún sitio. Se retiró y me saludó con la mano desde cierta distancia, dejándome ver una buena panorámica de su habitación de hotel:​

  • ¿Así ves bien?​
  • Sí​


Entonces empezó a desnudarse mientras seguía hablando de sus cosas mientras yo miraba y me iba poniendo cada vez más cachondo porque ver a Gema desnudarse siempre era un espectáculo. Cuando ya solo le quedaba el tanga, me preguntó:​

  • Bueno nene, antes me has dicho que no te falta sexo ¿Quién es la afortunada o afortunadas? ¿Sara?​


Me quedé pensando. No le había contado aún nada sobre Marisa, me lo había guardado como sorpresa para cuando nos viéramos. Dije:​

  • Bueno, algo con Sara pero también algo con otra​
  • ¿Otra? jajaja que callaito lo tenías ¿quién? ¿quién?​


Y entonces empecé a explicarle lo de Marisa de agosto y lo de la noche anterior, pero omitiendo algunos detalles jugosos. Gema estuvo todo el rato parada mirando al teléfono con la boca abierta. Cuando terminé dio un gritito y unos saltos y dijo:​

  • ¡¡Lo sabía!! ¡¡lo sabía!! ¿Qué te dije? ¿No te dije que ibas a volver con ella? jajaja​
  • Ya, ya​
  • Pero la verdad es que me has sorprendido, pensaba que Marisa no iba a caer tan rápido jajaja​
  • Bueno, es que la pillé con la guardia baja, creo​


Entonces le conté todo lo que le había pasado con mi tío. Gema se sentó en la cama y se puso seria. Dijo que lamentaba mucho que estuviera así Marisa y le contesté:​

  • Pero no me fio de ella, de que no salga de nuevo con alguna neura como la que tuvo​
  • Nene, no se lo tengas en cuenta, y me la tienes que cuidar ¿eh?​
  • ¿Cuidar?​
  • Sí, trátala con cariño y sé comprensivo, de sexo no te digo nada porque sé que con eso va a estar satisfecha jeje​


Y la miré sonriendo, pensando en el “cuidado” que había tenido con los azotes. Eso no se lo había contado, me lo estaba guardando pero Gema dijo:​

  • Mmmm me estás ocultando algo más​
  • ¿Qué??? (la miré sorprendido)​
  • Sí, venga, suéltalo, hay algo más​
  • Pero ¿eres bruja o qué?​
  • Jajajaja, es que se te nota nene, tienes alguna sorpresa más ¿Verdad?​
  • Joe, como eres​
  • Jajaja, venga, venga cuenta​
  • Me lo estaba guardando para ponerte cachonda para cuando nos viéramos​


Gema me miró indecisa pero al final dijo:​

  • Nene, cachonda perdida voy a estar jajaja, y tenemos lo de Sonia y Fran, que no se me olvida, así que venga, cuéntamelo, no me voy a poder aguantar tantos días jaja​


La miré y no dije nada, haciéndome de rogar. Gema protestó y al final le conté todo excepto los detalles del polvo de Sonia y Fran, pero sí le dije que se lo había explicado a Marisa y que eso la puso cachonda, y todo el tema de los azotes. Gema me miraba con la boca abierta y cuando terminé, se echó boca arriba en la cama llevándose las manos a la cabeza y dijo:​

  • ¡¡¡¡¡MADRE MÍA!!!!!​
  • Jeje​


Entonces me miró de lado aún tumbada y dijo:​

  • Te lo deberías haber guardado a tenerme ahí aunque no sé si hubieras salido vivo jajaja​
  • ¿Te ha gustado?​
  • ¡¡¡Dios!!!, estoy cachondísima, joder con Marisa​
  • Sí, sorprendente y más lo cachonda que se puso​
  • Ufff​


Y vi como se abanicaba con las manos. Entonces, aún tumbada, levantó las piernas y se quitó el tanga. Luego dijo:​

  • Ahora vuelve a contármelo todo, pero con detalle, quiero saber lo que sentiste, como la veíais, lo mojada que estaba, lo que te decía, como te miraba… todo​


Y se lo volví a contar pero deteniéndome en cada detalle. Vi como Gema, tumbada boca arriba, ponía su mano entre sus piernas y la movía, y como con la otra mano, se acariciaba las tetas y los pezones. Se estaba masturbando con calma mientras yo relataba todo despacio. Entonces paré y le pregunté:​

  • ¿Te vas a correr?​
  • Claro que sí, no pares​
  • Pues mírame, estás preciosa cuando tienes un orgasmo y no quiero perderme tu cara​


Gema giró su cabeza para mirarme, sonriendo y sin parar de tocarse. Dijo:​

  • Joder, que bueno eres para ponerme aún más cachonda… sigue, estoy a punto​


Y seguí narrando como azotaba a Marisa y Gema no tardó en correrse. Se quedó tumbada, con los ojos cerrados, sin tocarse pero temblando. Entonces abrió los ojos y dijo:​

  • Genial nene​
  • Sí, ha sido bestial, mira que eres sexy​
  • No nene, genial tú, se te dan muy bien estas cosas​
  • ¿Dar azotes?​
  • Mmmm eso ya te lo diré cuando nos veamos jeje, pero no, me refería a contar este tipo de cosas, pones una voz muy sensual​
  • Anda ya jaja​
  • Sí, sí, uffff, que pasada​


Entonces se levantó y me miró extrañada y dijo:​

  • ¿Te has corrido?​
  • No​
  • ¿No? ¿Por qué?​
  • No sé, estaba demasiado extasiado viéndote​


Gema hizo un pequeño mohín y dijo:​

  • Joe, estaba tan absorta escuchándote e imaginando la escena que no te he prestado atención, lo siento nene​
  • Nada, si me ha encantado verte así​


Volvió a hacer el mohín y dijo:​

  • Me voy a la ducha ¿me acompañas mientras seguimos hablando?​
  • Claro​


Cogió el móvil y se lo llevó al cuarto de baño. Lo colocó apuntando a la bañera que solo tenía una mampara totalmente transparente y empezó a hablar:​

  • Ya sabía que a Marisa le gustaba ser sumisa, pero no esperaba algo así​
  • Ya, yo tampoco​
  • Pero se notaba que le gusta el papel sumiso, eso estaba claro​
  • Supongo​
  • Pues esto lo tenemos que explotar bien nene​
  • ¿El qué?​
  • Que le gusta jugar a eso​
  • ¿A azotarla?​
  • Eso y más cosas, ya verás​


No veía a Gema, solo la escuchaba, aún no se había metido en la ducha. Escuchaba como estaba moviendo cosas, imaginé que su neceser. Entonces dijo:​

  • Uff, que tarde nene​
  • Ya​
  • Juan va a tener que esperarme jeje​
  • Merece la pena esperarte, no se va a enfadar​
  • jajaja pero no me va a dar tiempo a lavarme el pelo, luego tardo mucho en arreglármelo​


Se asomó al teléfono y dijo:​

  • ¿Se ve sucio?​
  • No, te veo preciosa, como siempre​
  • Jajaja, que tonto​


Vi como se tocaba el pelo y se lo olía. Dijo:​

  • Pues así voy a tener que ir​


Entonces se metió en la ducha y vi como se recogía el pelo para después abrir el agua y mojarse el cuerpo, no la cabeza. Vi su cuerpo desnudo y resplandeciente y se me volvió a poner dura, tenía un cuerpazo perfecto. Dejamos de hablar mientras corría el agua. Cortó el agua y empezó a enjabonarse y continuó hablando:​

  • Tienes que ser más dominante con ella​
  • ¿Más aún? ¿Te parece poco darle azotes de esa forma?​
  • Sí, más aún​
  • Pero ¿Qué quieres que haga?​
  • Que vea que tú mandas​
  • ¿Cómo?​
  • Déjame pensar​


Y la vi como con sus manos restregaba su cuerpo, sus piernas, sus pechos,... me tenía malísimo, era super sensual. Y empezó a decirme cosas que hacer, y yo la escuchaba pero estaba hipnotizado por su cuerpo. Y vi como se volvía a echar agua para quitarse el gel, y como salía y se secaba, y no podía apartar la vista. Luego se puso frente al espejo y movió el móvil, dejándome verla desde más cerca, solo veía la parte superior, sus tetas y su cara. Gema seguía hablándome y diciendo como actuar con Marisa, mientras se secaba, se ponía cremas…



Entonces me miró y puso cara de vicio, con una sola mirada había notado que me tenía malo. Sonrió y cogió más crema y se la echó sobre las tetas, para luego, con ambas manos, esparcirla pero despacio, sin dejar de mirarme. Vi como se apretaba las tetas, como se las acariciaba, como sus pezones se ponían duros y ella los pellizcaba. Y dijo:​

  • Nene, quiero verte, quiero ver como te tocas​


Me levanté y coloqué mi móvil en la mesa. Luego volví a la cama y me medio tumbé, mirando la pantalla y sacándomela. Gema sonrió y siguió con su masaje de pechos. Luego, movió el móvil un poco y se puso delante algo más lejos, dejándome verla de cuerpo completo. Cogió más crema y se lo esparció por las piernas, culo… Yo me tocaba sin dejar de mirar ni de perder ni un detalle. Entonces ella llegó a su pubis y me miró con cara picarona. Metió su mano entre las piernas y jadeó. Vi como la movía entre las piernas y de pronto levantó una pierna y la apoyó contra la bañera, dejando expuesto su precioso coño. Me miró con cara de vicio y dijo:​

  • Me encanta tu polla, estoy deseando que me folles nene​


Y comenzó a masturbarse de nuevo. Y pronto empezó a gemir sin dejar de mirarme y dijo:​

  • Me corroooooo​


Y nos corrimos casi al mismo tiempo. Gema tembló unos segundos, y se echó para atrás, apoyándose en la pared. Nos quedamos callados. Entonces ella se rio y dijo:​

  • Nene, no vas a dejar nada para el pobre Juan​
  • jajaja, no me lo creo​
  • jajaja​


Entonces cogió el móvil y dijo:​

  • Joeee, que tarde​
  • ¿Sí?​
  • Que te he llamado para charlar 5 minutos y mira, dos pajas y aún no estoy arreglada jajaja​
  • jeje​


Vi la pantalla moverse mucho y luego apuntar al techo, había dejado el móvil en una mesa o algo. La escuché decir que iba a por su ropa interior. Luego volvió y me dijo:​

  • Nene, voy a cortar ¿vale?​
  • Vale​
  • Ha sido una pasada​
  • Sí jeje​
  • Ya sabes que te he dicho de hacer con Marisa, y quiero que me grabes todo en audio, que la quiero escuchar​
  • Sí, sí​
  • Y nene, te voy avisando, prepárate para cuando nos veamos, te voy a dejar seco jajaja​
  • Jajajaja​
  • Besos, nos vemos prontito, prometido​
  • Vale, que te lo pases bien​
  • jajaja, eso seguro, besitos​


Y cortó… que pasada de mujer. Y me quedé pensando “menuda locura, una chica que se pajea conmigo y a la vez me dice que ha quedado con otro para follar, y me da igual, me siento bien por poder hablar con ella y estas pequeñas locuras, no me entran celos ni nada… que raro es todo pero es que ella hace que todo parezca tan natural y normal...”



MARISA

Miré el reloj nerviosa. Había estado todo el día de los nervios “¿Por qué me pongo así con el niño este?”. La mamada de la otra noche, con paja incluida, me había calmado pero esta mañana me levanté ya con ese hormigueo que me tenía de los nervios.



Llevaba todo el día diciéndome que esta noche no lo iba a visitar, que me la estaba jugando mucho, pero me había depilado todo el cuerpo, incluido el coño. Me había dado un baño en la bañera para tranquilizarme pero acabó en otra paja. Miré otra vez el reloj, tenía que estar a punto de llegar para cenar. Los niños ya estaban acostados y Antonio esperando la cena “¿Voy a avisarle? lo mismo no está o está con alguna chica, joder, como mañana no me folle me va a dar algo”. Entonces escuché su puerta y pasos. Miré a la puerta “joder, que bueno está, esta noche le hago otra mamada”. Le dije:​

  • Hola, pensaba que ya no venías​
  • Bueno, vengo a deciros justamente eso, que voy a salir​


Se me cayó el alma al suelo. Me giré para que no viera mi cara y seguí con la cena:​

  • Ah​
  • Es que voy a salir con unos compañeros​
  • Ya​


Lo sentí detrás mío, muy cerca. Me estremecí pero seguí con la cena. Entonces noté su mano acariciando mi espalda y como luego me cogía el culo. No pude evitar un pequeño jadeo. Entonces se pegó a mi espalda y me dijo al oído:​

  • Me encantó la mamada de anoche​


Notar su aliento en mi oído me estremeció todo el cuerpo y él lo tuvo que notar de lo pegado que estaba. Miré a la puerta y me giré para ponerme frente a él, totalmente pegado. Le dije:​

  • Si quieres, esta noche…​
  • Esta noche salgo, ya te lo he dicho​
  • Pero te espero, no me importa​
  • Puedo llegar tarde​
  • No me importa​


DANI

Ufff, Marisa estaba como un flan, la notaba temblorosa “Pero ¿Qué le pasa? como si no hubiéramos ya follado un montón de veces” pensé mientras la miraba a escasos centímetros. Le dije:​

  • Puedo llegar acompañado​


Noté como Marisa se desilusionó de repente. Me dio pena pero Gema quería que sufriera un poco, que viera claramente que aquí mandaba yo. Le dije:​

  • ¿Tienes algún problema con eso?​


Marisa me miró y dijo:​

  • No​


Mentía descaradamente pero no me reí, la seguí mirando. Entonces me dijo:​

  • ¿Mañana desayunas conmigo?​


En un tono que intentaba ser neutral pero se notaba a la legua que era implorante. La miré y le dije:​

  • Depende si llego acompañado o no​


Solo iba a salir con amigos, nada de ir de ligue ni nada, solo a tomar algo en casa de uno de ellos. Me estaba inventando lo de que pudiera llegar acompañado porque solo íbamos a estar tíos. La miré y le dije:​

  • Anoche te tragaste toda mi leche​


Marisa me miraba intentando parecer tranquila pero no me engañaba. Le aparté un poco el pelo de la mejilla, ella volvió a temblar. Le dije:​

  • Dicen que es bueno tomar un poco de leche antes de dormir ¿no? ¿Por eso quieres volver a chupármela esta noche?​


Moví la mano de su mejilla a sus labios, acariciándoselos. Le dije:​

  • Enséñame como quieres volver a chupármela​


Marisa ni lo dudó, abrió la boca y sacó la lengua para lamer mis dedos. Y luego movió la cabeza para metérselos en la boca. Noté como su lengua jugaba con mis dedos mientras ella me miraba. Me estaba poniendo a mil. Saqué los dedos de su boca y bajé la mano, acariciando un pecho mientras bajaba. Ella se volvió a estremecer. Entonces metí la mano dentro del leggins que llevaba y luego por dentro de sus bragas. Marisa jadeó pero ni se apartó ni dejó de mirarme, estaba como hipnotizada. Me quedé quieto, pendiente del ruido en el salón, no se escuchaba nada. Entonces moví mis dedos dentro de sus bragas, sin llegar aún a su coño. Le dije:​

  • Mmmmm esto está muy suave, recién rasurado ¿no?​


Ella asintió. Le sonreí y le dije:​

  • Me gusta… anoche se escuchaba como estabas de mojada mientras te hacías la paja, estabas muy cachonda ¿no?​


Marisa volvió a asentir, sin dejar de mirarme. Estuve dudando si meterle mano en el coño o no, lo mismo gemía y me daba miedo el ruido que pudiera hacer. Entonces escuché como mi tío se levantaba y me retiré rápidamente, para sentarme en la mesa de la cocina. Marisa ni se movió, estaba como atontada. Dije en tono normal:​

  • Vamos a casa de un compañero y luego a tomar algo por ahí​


Escuché como mi tío iba al baño y Marisa seguía sin moverse y sin dejar de mirarme. Le hice una seña con la cabeza, hacia la puerta y entonces ella se movió y se giró. Al poco, escuché como mi tío salía del baño y decía “¿Cuándo se cena?”. Dije en voz alta:​

  • Yo me voy tío, que he quedado​
  • Pues vale​
  • Hasta luego​
  • Que te diviertas​


Mi tío ni se asomó a la cocina, volvió a entrar en el salón. Ufff, si llega a entrar se hubiera dado cuenta de como estaba Marisa, nos la estábamos jugando muchísimo, no podía hacer esto mientras él estuviera en casa, estaba claro, Marisa no era capaz de reaccionar. Me levanté y dije en tono normal:​

  • Bueno me voy​


Entonces Marisa se giró y dijo flojito:​

  • Dani si…​
  • No, Marisa, duerme tranquila​
  • Pero…​
  • Mira, mañana follamos, seguro, me has puesto a mil​


Ella sonrió. Me acerqué y le di un pico rápido. Luego me fui.



MARISA

Lo vi salir de la cocina. En cuanto escuché la puerta de la calle, me fui al baño y me intenté tranquilizar “madre mía ¿Qué hago comportándome como una niñata?”. Me miré al espejo, estaba encendida. Me eché agua en la cara y pensé “¿Y si llega a entrar Antonio? es que ni me podía mover y mira que cara de vicio, no lo hubiera podido disimular”.



Me recompuse como pude y abrí la puerta. Fui a la cocina a terminar la cena y pensé “mañana…” y sonreí.​
 

3



MARISA

Llegué a casa y dejé el pan en la mesa. Miré la hora, si Dani estaba solo, ya mismo saldría. ¿Y si no estaba solo? “pues que me quedo sin follar otro día más, ya estoy acostumbrada ¿no?”. Me acerqué con cuidado a su puerta para escuchar si tenía compañía o no. No escuché nada pero eso no significaba que estuviera solo, podrían estar durmiendo.



Me fui a la cocina y me senté. Luego me levanté y me volví a sentar “Pero ¿Qué me pasa? estoy como un flan por un puñetero polvo”. Me levanté y preparé las cosas para el desayuno, al menos hacía algo y no le daba vueltas al tema. Entonces escuché la puerta de Dani y me entraron todos los nervios del mundo. Me senté antes de que me viera temblorosa.



Dani apareció en la puerta de la cocina, claramente recién levantado, solo llevaba unos boxers oscuros “como está el niño” mientras notaba el cosquilleo ahí abajo. Le sonreí pero él dijo serio “buenos días, tenemos que hablar”. Se me cayó el mundo encima. Dani dijo:​

  • Marisa, te veo mal​
  • Mal...​
  • Sí, mal, no físicamente, me refiero de ánimo​
  • Eso ya lo sabes​
  • Sí pero te veo mmm, un poco desquiciada​
  • ¿Qué?​
  • No te enfades, me refiero a que… mmmm mira lo de ayer noche​
  • ¿Qué pasa?​
  • Estabas temblorosa y te quedaste ahí quieta, aún escuchando a mi tío​


Lo miré enfadada, ya sabía por donde iba, eran excusas. Le dije:​

  • No quieres follarme​
  • No, no es eso​
  • Sí, sí es eso, y no pasa nada, lo entiendo​
  • No, escucha​


Me levanté y le dije:​

  • Vamos a desayunar​
  • No, Marisa, escúchame​


DANI

La miré intentando aclararme. Gema me había dado instrucciones para follármela hoy duro, en plan dominante y ella sumisa, pero quería hablarlo antes con Marisa, y dejar algunas cosas claras. Le dije:​

  • Marisa, lo único que quiero es dejar claras algunas cosas​
  • ¿Cómo qué?​
  • Lo de anoche no lo podemos volver a repetir, tenemos que controlarnos, yo el primero que fui el que te calentó​
  • Ya​
  • Siempre has sido tú la que me has parado los pies ante situaciones parecidas, pero ayer no hiciste nada por pararme​
  • Es que…​
  • Sí, que estás cachonda y con ganas de follar, yo también, pero si llega a entrar mi tío con esa cara que tenías, pufff, imposible disimular ¿no crees?​


Marisa miró a otro lado y luego dijo:​

  • Tienes razón​
  • Claro, por eso te digo que lo de anoche no debe volver a pasar, me tienes que parar que tú tienes más cabeza que yo​
  • Sí, bueno, se ve que no​
  • Sí, Marisa, sí la tienes​


Marisa me miró y dijo:​

  • Bien, nada de calentarnos y tocarnos con tu tío al lado, lo entiendo ¿Algo más?​
  • Sí, quiero dejar otra cosa clara​
  • ¿El qué?​
  • Lo nuestro es solo sexo, nada de sentimientos ¿Estás de acuerdo?​
  • Claro​
  • Entonces, nada de presionarme ni de enfadarte si no follamos durante un tiempo ¿no?​
  • Sí, sin exigencias​
  • En serio Marisa, voy a ser totalmente sincero y honesto, pienso seguir follando con otras, si eso te disgusta, lo dejamos, no me voy a molestar​
  • Ya sé que follas con otras, no es un problema… yo follaría más con tu tío si él quisiera, y espero volver a hacerlo ¿Eso te molesta a ti?​
  • No​
  • Pues a mí tampoco lo tuyo con otras​
  • Perfecto, follo contigo porque eres una mujer tremendamente atractiva y buenísima en la cama, y nos llevamos genial, pero solo seguiré follando contigo si no me presionas y no te entran neuras de que no follamos porque no me gustas o cosas así​
  • Dani, aquello…​


La vi como me miraba enfadada, pero entonces miró hacia abajo y dijo:​

  • Aquello no se volverá a repetir​
  • ¿Seguro?​
  • Sí​


Nos callamos mirándonos. Luego ella dijo:​

  • ¿Algo más?​
  • Sí, una última cosa​
  • ¿El qué?​


Respiré hondo, me costaba decir esto, pero al final lo dije:​

  • ¿Quieres que sea más dominante durante el sexo?​


Marisa me miró unos instantes y luego dijo:​

  • Sí​
  • ¿Quieres repetir lo de los azotes?​
  • Sí​
  • ¿Quieres alguna cosa más?​


Marisa miró a otro lado, pensando. Luego me miró y dijo:​

  • Sorpréndeme​
  • ¿Qué? no te entiendo​
  • Con el sexo, sorpréndeme​
  • Sigo sin entenderte​
  • Vas a ser dominante ¿no? pues pide lo que quieras​


La miré y sonreí. Le dije:​

  • Te la estás jugando jeje​
  • ¿Por?​
  • Se me pueden ocurrir muchas guarradas​
  • Perfecto, quiero sentirme una guarra​


Me levanté y le dije:​

  • Me voy a duchar​
  • ¿Me ducho contigo?​
  • No, quiero que me esperes en mi habitación pero que te cambies y te pongas algo provocativo, sexy​
  • ¿Un vestido?​
  • Ropa interior de zorra ¿Tienes?​
  • Mmmm, algo puedo ponerme, sí​
  • Genial te pienso follar como te mereces, como la zorra que eres​


La miré, a ver como reaccionaba a esa provocación. Marisa sonrió y dijo:​

  • ¿Y si me follas en mi habitación?​


Ahora me había sorprendido. Ella dijo:​

  • Tu habitación está demasiado cerca de los ascensores, y pienso gritar​
  • Ah, vale, follaremos en tu cama​


Me fui a mi cuarto, a ducharme.



MARISA

Entré en mi habitación y miré mi cama. Ahora me arrepentía un poco de querer follar allí, me parecía el colmo follar en la cama de Antonio. Mientras me desnudaba, me quedé pensando que Antonio se lo merecía, por tenerme desatendida y por follarse a otras, estaba convencida de ello.



“¿Qué me pongo para ponerlo más cachondo?” tenía claro lo de las medias y el liguero pero ¿qué más? Abrí el cajón y rebusqué hasta encontrar lo que buscaba y sonreí.



DANI

Salí de mi cuarto con una toalla atada a la cintura. Se me hacía muy raro follar en la cama de mi tío pero, a la vez, era excitante. La verdad es que estaba muy excitado, demasiado.



Llegué a la habitación y me quedé en la puerta impresionado por lo que veía. Marisa estaba de espalda a mí, frente a su espejo, pintándose los labios de un rojo intenso. Estaba en ropa interior, tacones, medias y liguero. Veía la parte de atrás del sujetador y un tanga minúsculo que solo era una tira delgada, dejando su culo al aire, todo el conjunto en negro. Marisa me miró a través del espejo y se tomó su tiempo con el pintalabios, recreándose mientras yo la miraba.



Cuando terminó, se arregló un poco el pelo y entonces se giró. Reconocí de inmediato el tanga, era mi regalo, no tapaba casi nada. Y el sujetador era negro pero transparente, dejaban ver claramente sus pezones.



Marisa me miró con una media sonrisa y dijo:​

  • ¿Suficientemente zorra?​


No conseguí decir nada, me tenía malo. Entonces ella dijo:​

  • Mmm creo que te gusta ¿no?​


Mientras miraba hacia mi paquete que marcaba una clara tienda de campaña en la toalla. Nos quedamos callados mirándonos, yo impactado y ella expectante a unos tres metros de mí. Entonces conseguí reaccionar y dije:​

  • Joder, Marisa, estás tremenda​
  • ¿Sí?​
  • Ven, que te lo voy a demostrar​


Y Marisa se contoneó despacio hacia mí, moviendo sus caderas, pero solo dio dos pasos y la paré. Le dije:​

  • No, ven como la zorra que eres, a cuatro patas​


Marisa se paró de inmediato y se puso a cuatro en el suelo, viniendo a mí de esa forma. La miré y pensé “en cuanto se la meta, me corro, no voy a aguantar nada”. Cuando llegó a mis pies, me miró desde abajo y luego, me lamió un pie y después el otro. Me quité la toalla dejando mi polla totalmente dura al aire. Marisa se incorporó un poco, poniéndose de rodillas y me cogió la polla para lamerla, al igual que los huevos. Luego se la metió en la boca y comenzó una mamada que rápidamente se intensificó.



La dejé un poco pero Marisa chupaba ansiosa, demasiado, y tuve que pararla cogiéndola del pelo y echándome un poco para atrás, a punto de correrme. Ella intentó seguir chupando pero no la dejé, agarrándola por el pelo. Le dije que se fuera a la cama.



Marisa se levantó y se puso a cuatro sobre la cama, esperándome, pero volví a pensar lo mismo, que si se la metía, me corría en tres embestidas, y aún no quería eso. Le di un fuerte palmetazo en el culo y ella jadeó. Entonces le dije:​

  • No, así no, túmbate boca arriba​


Marisa hizo lo que le había dicho y se quedó con las piernas abiertas, esperando. Le dije:​

  • Enséñame como tienes el coño​


Se echó a un lado el minúsculo tanga para dejarme ver un coño hinchado y húmedo. Entonces ella dijo:​

  • Fóllame​


Me acerqué a ella intentando calmarme pero notaba mi polla palpitando. Entonces me puse de rodillas ante su coño y se lo comí con ansia hasta que Marisa explotó en un orgasmo con un fuerte grito. Me levanté y, con la polla aún dura y palpitante, se la metí, para follarla rápido hasta correrme rápidamente, como sabía que me iba a ocurrir. Marisa volvió a gritar y arquearse con otro orgasmo. Me tumbé a su lado, rendido por la excitación.



No habíamos estado ni cinco minutos entre el comienzo de la mamada y mi corrida, demasiado rápido pero no lo había podido evitar de ninguna forma, demasiada excitación.



Marisa jadeaba boca arriba, conmigo a su lado. Al poco dijo:​

  • Hoy no tienes prisa ¿no?​
  • No​
  • Bien, bien… pues vamos a desayunar y luego seguimos​


Me incorporé sobre un codo y la miré. Ella dijo:​

  • Déjame un poco, que me recupere jeje​
  • Claro, yo también lo necesito mmm siento haber durado tan poco pero es que me has puesto…​
  • Joder ¿te disculpas? ha sido genial, necesitaba verte así de excitado, cariño​


Y me dio un beso tierno con algo de lengua. Luego se incorporó y cogió unos pañuelos de papel para limpiarse. Entonces se levantó y fue a su armario donde sacó una camiseta que se puso. Me levanté y me volví a anudar la toalla a la cintura y fuimos a la cocina.



Vi como ella sacaba los platos. La camiseta le tapaba el culo pero dejaba ver el final de las medias y parte de las tiras del liguero, estaba sexy y supe que sí, que habría segundo asalto, sin ninguna duda.



Nos pusimos a preparar el desayuno y Marisa sonreía y se reía, todo el rato provocándome con miradas lascivas, estaba de muy buen humor. Y yo la miraba, otra vez excitado. Y mientras desayunábamos, le pregunté:​

  • Y el tío ese que te azotaba ¿Es el padre de los niños?​
  • Nooo, que vaaaa, Fede es muy bueno, demasiado, follaba muy clásico​
  • Ah ¿Entonces?​
  • Un novio de cuando tenía 20 años​
  • Ah​
  • Era algo mayor que yo​
  • ¿Sí?​
  • Sí, tenía 30​
  • Mucho ¿no?​
  • Bueno, 10 años de diferencia, con tu tío también me llevo años​
  • Algunos más​
  • Sí, no sé, me gustan los hombres maduros​
  • Ajá, por eso follas conmigo jeje​
  • jajajaja, tú eres una excepción, cariño​


Nos quedamos callados, comiendo. Entonces le dije:​

  • ¿Y era bueno en la cama?​
  • ¿Quién?​
  • El novio ese​
  • Uff, sí, mucho​
  • ¿Por los azotes?​
  • No, eso fue más tarde… mmm Jesús era muy diferente al resto de hombres con los que había estado​
  • Ya​
  • Vivimos juntos un par de años, y lo de los azotes y otras cosas fue casi al final​
  • ¿Otras cosas?​
  • Sí​
  • ¿Cómo qué?​
  • Jajaja​
  • Venga, ya tengo curiosidad​
  • Mmmmm​
  • ¿Te ataba y cosas así?​
  • Ah, claro, eso sí​
  • ¿Y qué más?​
  • Puessss mmmm mi único trío fue con él​
  • Ah ¿Con chico o chica?​
  • Chica​


Sonriendo picaronamente. Le dije:​

  • Ahhh, interesante, venga, cuenta, cuenta​
  • Jajajaja​
  • ¿Te gustó?​
  • Sí​
  • ¿Follaste con ella o solo las dos con él?​
  • Primero entre nosotras y luego con él​
  • ¿Te corriste con ella?​


Marisa, nerviosa, miró a otro lado. Luego me volvió a mirar:​

  • Esto no se lo he contado a nadie​
  • ¿Que te corriste con otra mujer?​
  • No, me refiero a lo del trío​
  • Ah​
  • Y sí, me corrí con ella, era fantástica y fue muy excitante pero nunca he tenido claro si me corrí por ella o por ver a mi chico tan excitado mirándonos, fue un subidón​
  • Ah​
  • Además, estaba muy colocada, habíamos fumado bastante antes de ponernos a follar​
  • ¿Y tú se lo comiste a ella?​
  • Sí​
  • ¿Te gustó?​
  • Ufff, no sé​
  • ¿No lo sabes?​
  • Bueno, no fue nada desagradable jeje, pero tanto como gustarme… pues no lo sé​
  • ¿No lo volverías a probar?​
  • Noooo, estoy ya muy vieja para esas cosas jajaja​
  • ¿Para qué cosas?​
  • Pues esas cosas​
  • Vieja y te estás follando a uno de 20 que lo pones malo​
  • jajaja​
  • Y tu novio ¿Os folló a las dos o solo a ti?​
  • A las dos​
  • ¿No te entraron celos?​
  • No, es que… fue todo… mmmm muy mmmm​
  • ¿Muy qué?​
  • Estábamos muy muy colocados, como en una nube, no sé, y muy excitados, no pensaba en nada, solo en eso, sexo, excitación, atracción…​
  • Ah, y luego, cuando acabasteis ¿tampoco?​
  • No, es que ya te digo, fue todo como una experiencia muy excitante​
  • ¿Y solo lo probasteis una vez?​
  • Ufff, hablamos de probar más veces, meter a un chico, él incluso quería hacer intercambios de pareja… cosas así​
  • ¿Sí? que moderno jeje​
  • Lo de meter a un chico hubiera estado bien, él decía que le excitaba la idea de ver como otro me follaba, pero eso de los intercambios no me gustaba, yo quería estar con él, no cada uno por su lado​
  • Ya ¿Y te enfadaste?​
  • No, no… es que mmm dejemos de hablar de Jesús que me deprimo​
  • Ya veo​


Nos quedamos callados, vi que a Marisa le había cambiado la cara. Me temí que se le hubieran quitado las ganas de seguir, pero entonces dijo:​

  • Me quedé con las ganas de follar con dos tíos a la vez jajaja​
  • ¿No lo has intentado?​
  • No jajaja, son solo fantasías, ufff, que va, que va​
  • Podría traerme a un amigo​
  • ¡¡¡Anda ya!!! estás loco​
  • ¿No te gustaría?​
  • Para nada, estoy muy mayor para esas cosas. Además, solo me apetece follar contigo, no me voy a meter en la cama con otro​
  • Porque no quieres, sería muy fácil buscar candidatos​
  • Jajaja, ya, seguro jajaja​


Entonces se levantó y fue a dejar sus platos en la encimera. Vi sus piernas, el liguero, su culo bajo la camiseta.... me excité de inmediato. Entonces Marisa se giró y me dijo:​

  • ¿Sabes qué es lo que más recuerdo de aquello?​
  • ¿Del trío?​
  • Sí​
  • ¿El qué?​
  • El primer beso con aquella chica​
  • ¿Por?​
  • No sé mmm ni siquiera me acuerdo bien de su cara, pero sí de lo que sentí cuando nos besamos, al principio solo en los labios, y como abrimos las bocas, su lengua… uffff, fue espectacular​
  • Vaya​
  • ¿Y sabes? Tú besas igual de bien cuando quieres, a veces me recuerdas mucho aquel beso​
  • ¿Dices que beso como una chica?​
  • Jajaja​
  • No sé como tomarme eso​
  • Tómatelo como un gran cumplido, te lo aseguro, besas genial​


Y me miró, apoyada contra la encimera, sonriente. Me levanté y me acerqué a ella. Le acaricié la cara y la besé suavemente. Al separarnos, dijo:​

  • ¿Ves? Eso es lo que digo​
  • Creo que es más mérito tuyo que mío​
  • No, no, si fuera así, todos mis besos con otros tíos serían así, y no los son​


Nos miramos casi pegados y le dije:​

  • La verdad es que tuvo que ser súper excitante verte follar con una chica​
  • Mmm pero mejor es follarme ¿no?​
  • Claro, pero ver como te corres mientras te comen el coño, puffff​


Marisa sonrió y dijo:​

  • Antes lo has visto​
  • ¿El qué?​
  • Como me corría mientras me lo comías​
  • Mmm y bien rico que estaba, pero me refiero a ver como te lo come otra chica​


Marisa me desató la toalla que cayó al suelo, dejando mi polla erecta al aire. La agarró y dijo:​

  • No solo me comió el coño, también el culo y luego él me lo folló ¿Vas a hacer ahora lo mismo?​
  • Sí, eso seguro pero ¿De verdad no te gustaría volver a probar esa experiencia?​
  • Mmm me sobra con esto​


Mientras me masturbaba despacio, sin dejar de mirarme. Le dije:​

  • Gema estaría encantada de follar contigo​


Marisa se paró y me miró sorprendida. Entonces dijo:​

  • Sería interesante pero no voy a dejar que me vea liada con mi sobrino, esto es un secreto entre nosotros​


Mientras me intentaba besar. Me eché para atrás, jugando, mientras pensaba “un secreto, pues ya es tarde”. Le dije:​

  • Pues a Gema seguro que le pondría muchísimo follarte y luego ver como te folla tu sobrino​
  • Mmm Te han entrado ganas de participar en un trío con lo que te he contado ¿no?​
  • No sería mi primer trío​


Marisa abrió los ojos sorprendida y dijo:​

  • ¿En serio?​
  • Sí​
  • ¿Con Gema?​
  • Y con Sara​
  • ¿La compañera de piso?​
  • Sí, bueno, ya viste la pequeña orgía que montamos​
  • Ya pero, no sé, pensé que cada pareja iba por su lado​
  • No, bueno, intercambiamos y ellas se besaban​
  • Ah​
  • Y los tríos, algunos como el tuyo y otros follando los tres a la vez todo el rato​
  • ¿Los tríos? ¿Más de uno?​
  • Sí​


Entonces nos besamos con ansia durante unos segundos y luego, al separarnos, Marisa dijo:​

  • Y yo pensando que te estaba enseñando sobre sexo y tú sabes más que yo​
  • Jeje, tú me has enseñado muchas cosas, y más cosas que me vas a enseñar ¿verdad?​
  • No sé yo si…​
  • Vamos a la cama, a ver que me enseñas…​


MARISA

Dani me cogió de la mano y nos fuimos hacia mi dormitorio, pero en el pasillo se paró y me empujó contra la pared. Me quitó la camiseta tirándola al suelo, y me dijo:​

  • ¿Te acuerdas lo que me enseñaste aquí?​
  • Aquí no hicimos nada, solo tontear​
  • Aquí me enseñaste lo que es una mujer de verdad, atractiva y seductora​


¿Seductora yo? pero si el niño me tenía totalmente mojada y cachonda. Me lo había dicho casi pegado a mí, notaba su aliento y quería que me follara ya, no aguantaba más. Se lo iba a decir algo pero entonces me giró y me puso contra la pared, agarrándome el culo, y diciéndome:​

  • Y aquí vi por primera vez este fantástico culo​


Y con la otra mano me agarró por el cuello y temblé, tan excitada que no podía ni hablar. Dani me apretaba el cuello, sin ahogar pero firmemente, y con su otra mano me acariciaba una nalga. Noté su polla totalmente dura contra mi culo y lo moví para que me la metiera, pero él dijo:​

  • Y tú me has enseñado a follar un culo​


Entonces me soltó el cuello para tirar de mi pelo atrás y me metió dos dedos de la otra mano en la boca, y los chupé con ansia. Luego los bajó y me los metió por el culo, gemí mientras él decía:​

  • ¿Crees que me has enseñado bien?​
  • S.. sí.. síí (dije de forma entrecortada)​
  • ¿No quieres que te lo demuestre?​
  • Sííí​
  • ¿Qué quieres?​
  • Fóllame el culo​


Entonces me soltó el pelo y noté como me desabrochaba el sujetador que caía al suelo, para luego agarrarme una teta y pellizcarme un pezón… gemí y moví mi culo para que me metiera más adentro los dedos. Dani se me pegó totalmente a la espalda y me dijo al oído:​

  • ¿Cómo tienes el coño?​
  • Ahhhh​
  • ¿Lo tienes mojado?​
  • Sííí​
  • ¿Estás muy cachonda?​
  • Sííí, fóllame​


Y busqué su polla con mi mano y la puse en mi ano pero Dani no quitaba sus dedos. Le imploré:​

  • Fóllame Dani, por favorrrr​


Pero entonces él me volvió a girar para ponerme frente a él y me besó de forma salvaje. Luego se agachó y me bajó el tanga. Levanté las piernas para que me lo quitara del todo. Dani se quedó mirando el tanga y dijo:​

  • Dios, está chorreando​


Y me miró desde abajo. Entonces se lo acercó a la nariz y dijo:​

  • Y huele a puta​


Volví a temblar, y le dije de nuevo:​

  • Fóllame Dani​


Pero entonces él comenzó a comérmelo, con ansia, y me volvió a meter dos dedos por detrás y no tardé nada en correrme en su boca. Entonces se levantó y me besó. Luego se separó y me dijo:​

  • ¿Te gusta como sabe tu coño?​


No podía ni hablar, entre el orgasmo y el calentón que tenía, no podía. Él dijo:​

  • Sabe bien ¿eh?​


Asentí, aún sin poder hablar. Y él dijo:​

  • Te gustaría el de Gema ¿verdad?​


Y volví a asentir, en este estado, me gustaría cualquier cosa si él estaba ahí. Y él dijo:​

  • Te gustaría comérselo y que ella te lo comiera​


Y me volvió a besar, esta vez más suavemente mientras que, con sus manos, me acariciaba el cuerpo. Se separó y me dijo:​

  • Te gustaría follártela y que yo os viera​


Lo miré y asentí. Dani me miraba sin parar de acariciarme suavemente con sus manos y entonces me chupó y lamió un pecho, para luego decir:​

  • Y te gustaría que ella te comiera las tetas, y tú comérselas a ella​


Y volví a asentir. Él sonreía y me besó de nuevo para luego decir:​

  • Y te gustaría besarla, Gema besa genial, te encantaría​


Y me imaginé besándome con Gema, tocándola, y me estremecí, y vi que él lo notó por como sonrió. Dijo:​

  • Te has vuelto a poner cachonda pensando en ella ¿verdad?​


Lo miré y quise mentir pero solo asentí. Entonces me volvió a coger de la mano y me llevó al dormitorio. Allí, me volvió a besar y me ordenó que se la chupara. Me arrodillé de inmediato y me la metí en la boca. Comencé a chupársela despacio. Entonces dijo:​

  • A Gema le encantaría ver como se la chupas a tu sobrino, lo zorra que eres​


Y me volví a estremecer y no pude reprimir un gemido con su polla en mi boca. Dani me dijo:​

  • Tócate mientras me la chupas​


Y obedecí volviendo a gemir. Me acababa de correr y seguía muy mojada, mis dedos entraban se pusieron chorreando rápidamente mientras me acariciaba. Dani dijo:​

  • Y Gema se uniría a ti en la mamada, su lengua con la tuya, entrelazándose en mi polla​


Y mi gemido fue más fuerte, y aumenté el ritmo de la mamada, me iba a correr otra vez. Entonces él me sacó su polla de mi boca de forma brusca y se volvió de espalda y dijo:​

  • Y Gema se pondría cachonda total viendo como le comes el culo a tu sobrino​


Y lamí las nalgas de Dani mientras no paraba de tocarme, y con la otra mano se las separé y le lamí el ano y, de repente, me corrí y tuve que parar de lamerle y casi me caigo al suelo, me tuve que agarrar de sus piernas.



DANI

Miré a Marisa, totalmente encendida, agarrada a mis piernas mientras se estremecía y temblaba por su orgasmo. La levanté y le cogí la mano con la que se había masturbado y chupé sus dedos. Le dije:​

  • Joder, que mojados estaban, y sigues cachonda, solo hay que verte la cara​


Marisa, con cara de vicio y totalmente roja, asintió. La empujé a la cama y me puse sobre ella, metiéndosela sin ningún problema, de lo mojado que seguía teniendo el coño. La follé con calma aunque se notaba que ella quería que fuera rápido. Entrelazó sus piernas alrededor mía y me apretó el culo con sus manos. Le dije:​

  • Te gusta que te folle tu sobrino ¿eh?​


Marisa gimió pero no dijo nada. Le insistí:​

  • Di, puta, ¿te gusta como te folla tu sobrino?​
  • Fóllame más rápido​
  • No, zorra, contesta​
  • Sí​
  • Sí ¿qué?​
  • Me gusta la polla de mi sobrino, me gusta chupársela y que me folle con ella​
  • Que guarra eres​
  • Sí, mucho, fóllame más rápido​


Y aumenté el ritmo. Marisa comenzó a jadear fuerte, cerrando los ojos mientras me clavaba sus dedos en mis nalgas, muy fuerte. Entonces paré y me salí. Ella abrió los ojos desconcertada y se puso a implorar:​

  • Nooooo, sigue, sigue, por favor.​


Me tumbé a su lado y le dije que se pusiera encima. Marisa se movió rápidamente y se sentó sobre mí, lanzando un gran suspiro, para moverse rápidamente follándome sin parar de gritar hasta tener un nuevo orgasmo que la derrumbó sobre mí, jadeante. Al poco se incorporó, sacando mi polla de su coño, para apuntarla a su culo. Y se la iba a meter cuando la paré y le pedí lubricante. Marisa me miró con cara de vicio, con intención de seguir pero la volví a parar. Rápidamente saltó de la cama y abrió un cajón. Se echó en las manos una generosa dosis de lubricante y luego en el culo, para después cogerme la polla y mover su mano por ella, para esparcir el lubricante de sus manos. Se volvió a poner encima y se metió mi polla en el culo de un tirón, lanzando un gran grito. Luego se movió echándose un poco para atrás y las piernas para adelante, mostrándome su coño abierto, húmedo y rojo, y como mi polla dentro de su culo. Empezó a moverse rápidamente y dijo:​

  • Sigue diciéndome como me gusta follarme a mi sobrino y qué haría Gema​


Me quedé alucinado pero le dije:​

  • Te gusta que tu sobrino te folle por el culo ¿verdad puta?​
  • Sííí ahhhhhhh​
  • Gema estaría cachondísima viendo como mi tia me folla con el culo, la cara de guarra que tiene mi tía con mi polla dentro de su culo​
  • Ahhhhh sííí​
  • Y Gema te tocaría ese coño de puta que tienes​


Y comenzó a masturbarla aunque me costaba por lo rápido que ella se movía. Marisa gritaba sin ningún pudor. Seguí:​

  • Y te mordisquearía los pezones​


Mientras le pellizcaba fuerte un pezón con la otra mano. Marisa tembló y gritó:​

  • DIOSSSSSS QUE POLLA TIENESSSSSSSS​
  • Y Gema te besaría​
  • ME ESTAS ROMPIENDO EL CULO CON ESA POLLA QUE TIENES​


Pero no paraba de moverse y lo hacía tan rápido y con tanto descontrol que al final se la sacó sin querer y se quedó de pronto desconcertada. Me miró y entonces se movió para ponerse a 4 sobre la cama y, con una mano, se abrió el culo, mostrándome un ano muy dilatado. Gritó:​

  • FÓLLAME, RÁPIDO​


La miré, con su liguero, sus medias, sus zapatos de tacón, estaba muy sexy y fui a follarla pero me lo pensé y lo que hice fue quitarle la mano y darle una fuerte palmada. Ella gritó y pidió más:​

  • ARGHHHHH, SÍ, SÍ, MÁSSSSSS​


Le di unas cuantas palmadas más y luego se la metí en el culo. Entró sin ningún problema y la follé rápido mientras Marisa no paraba de gritar y tocarse, escuchaba el chapoteo de su mano en su coño y como empezó a correrse, gritando y diciendo barbaridades a voz en grito para luego derrumbarse en la cama, temblando. Mi polla salió y me corrí sobre ella, en su culo y espalda.



Me tumbé a su lado, mirándola, pero ella estaba con los ojos cerrados, jadeando. Descansé un par de minutos y luego le dije:​

  • Me voy a duchar​


Marisa abrió los ojos y dijo:​

  • Yo también, pero aún no​


La miré. Tenía el pelo pegado, sudado, la piel brillante de sudor, la espalda con mi semen y el sudor mezclados. Sí, necesitaba una buena ducha.



Me levanté y salí de la habitación. En el pasillo vi su tanga, sujetador y camisetas tiradas de cualquier forma. Los recogí y volví a la habitación para echarlos en la cama a su lado. Marisa ni se había movido. Fui a la cocina a recoger mi toalla y luego a mi habitación para volver a darme una ducha. Me vestí tranquilamente y volví a la casa de mis tíos. Me asomé al pasillo y escuché la ducha. Me puse a recoger la cocina pero Marisa seguía sin aparecer así que me fui a mi habitación.



Al rato escuché como llamaba a mi puerta y le dije que entrara. Entró una Marisa muy diferente, vestida con unos vaqueros y un suéter, con unas zapatillas normales, sin casi pintura, con el pelo limpio y seco, una mamá guapa y atractiva pero nada más, muy lejos de esa Marisa en modo zorra de hacía un rato. Me sonrió y se sentó a mi lado en la cama. Dijo:​

  • Ufff, ha sido bestial​
  • Sí, estabas…​
  • Necesitaba eso, gracias Dani​
  • ¿Gracias? más bien te las tendría que dar yo a ti​
  • No, es que… necesitaba verte tan excitado, ha sido un subidón para mí​
  • Pero es que es imposible no ponerse así contigo​


Me sonrió y me dio un beso tierno en los labios. Luego dijo:​

  • Eso mismo es lo que digo, necesitaba ver a un hombre así de excitado conmigo​


Nos quedamos callados unos segundos y entonces le dije:​

  • Te ha excitado mucho que haya metido a Gema en el juego ¿no?​
  • Mmm me ha excitado recordar aquel trío, para mí aquello fue una experiencia única y muy especial, y también me ha gustado ver como eso te ponía mucho​
  • No tiene por qué ser una experiencia única, si le dijera a Gema de venir…​
  • No, Dani, a ver, que esto quede claro, una cosa es hablar de fantasías y decir barbaridades durante el sexo, y otra es meter a más personas en esto​
  • Pero Gema…​
  • No, ni Gema ni nadie… esto nuestro es cosa de nosotros dos, nadie más lo tiene que saber, es un riesgo enorme esto nuestro como para meter a terceras personas​
  • Pero es posible...​
  • Que no Dani, se quedan en eso, en fantasías​
  • Pero…​
  • Mira, durante el sexo, puedes hablar de hacer tríos con Gema, con un amigo tuyo, decirme todas las guarradas que quieras, azotarme… todo eso durante el sexo está bien, pero son juegos entre nosotros dos, nada más ¿Vale?​


Me quedé mirándola y le iba a insistir pero ella me cortó:​

  • Sé que a Gema le gusto, es evidente, no lo disimula​
  • Ya​
  • Pero a mí me gusta esto​


Tocándome el paquete y mirándome seria. Al final asentí y ella dijo:​

  • Que eso no quita que cuando me folles vuelvas a hablar de Gema ¿eh? pero eso, hablar, nada más​


Entonces se levantó y me dijo:​

  • Voy a ir a comprar ¿almuerzas con nosotros?​
  • No, voy a salir ahora, he quedado con unos amigos​
  • Ah, bien, que te diviertas​
  • Creo que más de lo que me he divertido hoy, es difícil​


Marisa sonrió y salió, cerrando la puerta.



MARISA

Me quedé parada pensando “estás enferma Marisa, acabas de echar un polvo que ni sé cuantas veces me he corrido, y ahora, le toco el paquete y me vuelvo a excitar”. Meneé la cabeza “estoy como una adolescente”.



Me había tirado un buen rato bajo la ducha, intentando recuperarme y pensando. Dani había estado espectacular, follando y provocándome con sus palabras, me había excitado de una forma que ni me lo podía creer. Y lo de Gema, ufff, esperaba habérselo dejado bien claro, no podía ser aunque fuera excitante. Gema me gusta y me cae muy bien pero era muy loca, a saber que podía ocurrir si se enteraba de lo suyo con Dani y luego se enfadaba por algo… a saber lo que podía hacer. Ni hablar de tríos o lo que sea con ella ni con nadie, esto no puede salir de entre nosotros dos.​
 

4



DANI

Esa tarde me llamó mi padre que necesitaba ayuda y tuve que volver a mi pueblo durante unos días. Me despedí de mis tíos diciéndoles que ya volvería el domingo o lunes, que las clases empezaban el martes.



Estuve esos días currando con mi padre, que me venía bien para mis finanzas. El domingo por la mañana me llamó Sara:​

  • Bueno, mañana primer día de cole ¿eh?​
  • Es el martes ¿no?​
  • Es una forma de hablar… yo ya tengo ganas de volver, me vuelvo loca aquí con mis padres y mis amigos​
  • Ya será menos​
  • Sí, sí, un coñazo, y tú ni me has llamado desde que fuimos al concierto​
  • ¿Y para qué te voy a llamar?​
  • Solo me llamas para follar​
  • No, perdona, la que me llama para eso eres tú​
  • ¿Yo? una mierda​
  • Seguro que ahora me llamas para eso ¿no?​


Me reí por dentro, disfrutaba provocándola de esa forma. Ella se quedó callada unos segundos, la podía imaginar roja de ira. Entonces dijo:​

  • Mira, gilipollas, eres tú el que siempre está deseando meterse en mis bragas​
  • Ya, jeje​
  • Serás gilipollas​
  • Bueno, ya vale de insultarme, Sara​


Nos quedamos callados y entonces le dije:​

  • Entonces ¿Para qué me llamas?​
  • ¿Cuándo te vas para tu piso?​
  • Esta tarde, que mañana tengo lío en secretaría y tengo que estar allí a primera hora para ver que ha pasado con unos papeles míos​
  • Ah, pues recógeme a eso de las nueve de la noche y me llevas​
  • ¿Qué?​
  • O mejor a las diez​
  • No, de eso nada​
  • Sí, que llevo muchas maletas y…​
  • A ver, Sara, que no me pillas de camino, y que yo salgo antes, no quiero llegar tarde que ya te he dicho que mañana tengo lío​
  • ¿A qué hora sales?​
  • A las cinco​
  • Y una mierda, que tengo que aprovechar la tarde en la piscina​
  • Pero ¿No estabas deseando irte?​
  • Que idiota eres​
  • Son tus palabras​
  • Bueno, pues vente a las cinco y luego ya nos iremos a la hora que sea​
  • ¿Cómo? No, Sara, a las cinco me voy para mi piso, tú te vas en bus o lo que sea​
  • Y una mierda, te vienes y me llevas​
  • No​
  • Serás gilip…​
  • Sara, estoy a punto de colgarte, piénsate bien si eso de insultar a alguien cuando le estás pidiendo un favor es lo mejor​


Se quedó callada un rato y luego dijo:​

  • Vente a las cinco, nos damos un bañito y luego ya salimos​
  • No​
  • Mis tíos no están, tengo las llaves y…​
  • ¿Ves? me llamas para follar​
  • Que no subnormal…​
  • ¡¡Sara!!​
  • Joder, es que eres g… uff, vale, vale, me callo​


De nuevo silencio. Le dije:​

  • A ver, vete en autobús si te viene tan mal​
  • ¿Vas a hacer que tenga que ir cargada con las maletas?​
  • No tiene porqué, mira, me ofrezco a hacerte el favor de llevarte aunque no me pilla de paso. Salgo de aquí a las cinco y a las seis te recojo​
  • ¿A las seis??? pero es que…​
  • A las seis, y si no estás lista, me largo​


Se quedó callada un rato y luego dijo:​

  • Y luego querrás follar y que yo esté contenta para eso​
  • No, te dejo en tu casa y otro día hablamos, no te voy a llevar para luego cobrarme el favor, tranquila​
  • Ya, seguro​
  • Joder, si lo intento me mandas a la mierda ¿Vale?​


De nuevo callada. Le dije:​

  • ¿Te vale o no?​
  • Estoy pensando​
  • ¿El qué?​
  • Que he quedado por la tarde con mis amigos para despedirme y no sé si me dará tiempo estar lista a las seis​
  • Pues te organizas​
  • ¿Puede ser a las siete?​
  • No Sara​
  • ¿Seis y media?​
  • Sara​
  • Por favor​
  • Ufff, bueno, seis y media, pero ni un minuto más​
  • Que apretado eres, joder, pero vale, vale, a las seis y media estaré lista​
  • Bien, quedamos donde siempre ¿no?​
  • No, que llevo muchas maletas, recógeme en mi casa​


Y me dio la dirección ya que solo conocía la dirección de la casa de sus tíos y de los amigos que tenían piscina.



Cuando llegué a su casa estaba seguro que me haría esperar pero no, me sorprendió y estaba lista. Bajó ella con los padres que me saludaron. Ella me presentó como un amigo que vivía cerca. Cargamos y nos fuimos.



Sara iba con un pantalón corto y una camiseta de tirantes. Estaba muy morena, las piernas muy bonitas tan bronceadas. Se sentó en el asiento y no tardó ni cinco segundos en empezar a protestar y criticar, que si el coche olía raro, que si hacía mucho calor, que el aire acondicionado funcionaba fatal… pensé “menudo viajecito me va a dar”. Me mordí la lengua y preferí no hablar por no empezar a discutir. Puse música mientras ella seguía protestando por la hora tan mala para viajar, que se había tenido que despedir corriendo…



Al rato se calló y tuvimos unos kilómetros de tranquilidad y silencio. Pero entonces volvió al ataque:​

  • Esta última semana me lo he pasado genial​
  • Me alegro​
  • He ido con Yoli a un apartamento en la playa de sus tíos​
  • Ah​
  • Las dos solas​
  • ¿No ha ido su novio?​
  • No, tenía que estudiar​
  • Ah​
  • Y no te he dicho nada porque como ni me llamas para preguntar, pues te jodes​
  • Tú tampoco me llamas para preguntar, solo cuando tienes ganas de un polvo​


Vi de reojo como Sara me miraba con odio y roja de rabia. Me dijo:​

  • Los tíos sois los que me llamáis, no yo a ellos​
  • Ya​
  • Y no me faltan los que me llaman, que estoy muy buena​
  • Claro​
  • Y para que sepas, me he follado a unos guiris esta semana​
  • Genial, espero que te lo pasaras bien​
  • De puta madre​
  • Jeje​


Nos callamos, se la notaba aún indignada. Al rato dijo:​

  • Y no te he dicho nada porque era solo una semana para chicas, no soy una rencorosa​
  • ¿Rencorosa?​
  • Por no haberme invitado tú y Gema​
  • Ah​


La tía tenía eso bien guardado, jamás lo olvidaría. Lo dejé pasar. Entonce dijo:​

  • No paraban de entrarnos tíos​
  • Normal, las dos estáis bien​
  • ¿Bien? bien estará Yoli, yo estoy fabulosa​
  • Jeje​
  • Tengo las tetas bronceadas, me he tirado los seis días en topless​
  • Genial​
  • Y no paraban de entrarme tíos​
  • Ya lo has dicho​
  • Y me follé a un italiano​
  • Ah​
  • Podría haberme follado a dos a la vez si hubiera querido, porque Yoli no quería ponerle los cuernos al novio​
  • Normal​
  • Pero la última noche nos emborrachamos y, al final, ella se fue con uno y yo con el otro​
  • Ah​
  • Yo con el más guapo, claro, que para eso soy la que está más buena​


Me partía escuchándola, aunque intentaba dárselas de chula y segura, sonaba bastante patético su intento de darme celos. Le dije:​

  • Y follaríais toda la noche ¿no?​
  • Claro​
  • Menudo semental, el semental italiano jeje​


Y, de pronto, Sara empezó a reírse sin poder parar. La miré y se le saltaban las lágrimas. Cuando terminó dijo:​

  • Es que ha sonado muy de telenovela​
  • Jeje​
  • Cuando volvimos a casa, Yoli estaba arrepentidísima, se sentía fatal por el novio, pero al rato, estaba en las nubes hablando de su semental italiano jajajajaja​


Y la tía se volvió a partir de risa. Cuando se calmó, dijo:​

  • Es que es el segundo tío de Yoli​
  • ¿Cómo?​
  • Que solo se había acostado con el novio​
  • Ah​
  • Y estaba alucinando con la polla del italiano jajaja​
  • ¿Y tú no?​
  • Puffff​
  • ¿Pufff?​
  • Que no es mi segundo tío jajajaja​


Nos quedamos callados y entonces ella dijo:​

  • Podría haberme follado a uno distinto cada noche si hubiera querido​
  • Ya, ya, que estás muy buena y no paraban de entrarte​
  • ¿No te lo crees?​
  • Claro que sí, tienes razón en lo de que estás muy buena​
  • Ah, es que parece que te molesta​
  • Para nada, lo veo normal​
  • ¿Qué pasa? ¿Te has estado tirando a una cada noche o qué?​
  • ¿Yo? por las noches estaba reventado, he estado currando a diario casi todo el mes de septiembre, solo he descansado el finde del concierto​
  • Ya será menos​
  • A ver, que yo no soy un pijo como tú al que los padres le dan la pasta​
  • Eso no es verdad​
  • ¿No te dan el dinero para el curso?​
  • Pero no soy pija​
  • Jejeje​


Nos volvimos a quedar callados y entonces dijo:​

  • Mira, no te entiendo, si no has follado con nadie, mi pueblo solo está a un rato del tuyo, te podrías haber pasado un sábado o domingo​
  • Estaba trabajando​
  • Ya, claro​
  • Sí, ahora mi padre se queda solo y necesitaba bastante ayuda​
  • Pero hay que descansar… y follar​
  • ¿Quién dice que no he follado?​
  • Serás cabrón​
  • ¿Te molesta?​
  • Para nada, pero si tienes tiempo para follarte a una guarra, también tenías tiempo para llamarme​
  • ¿Ahora somos novios? (dije con retintín)​
  • ¿Yo tu novia? ni de coña.. Ya quisieras tú​
  • ¿Te doy asco ahora?​
  • No, pero la mayor parte del tiempo eres gilipollas, no voy a ser la novia de un gilipollas​
  • Jajaja, gracias, gracias​
  • ¿Ves? haciendo el tonto… tú sirves para un polvo de vez en cuando y gracias​
  • Ajá​


Ahora era ella la que intentaba provocarme y enfadarme, pero solo me provocaba risa. Me reí sin poder evitarlo y entonces dijo:​

  • Y ya te dije antes que hoy ni de coña follamos​
  • Ya​
  • Que ahora tengo que sacar todo de las maletas, colgar la ropa, los trastos…​
  • Ya, si yo también tengo cosas que hacer​
  • Y con el calor que hace en este puto coche, ni ganas tengo​


La miré sonriendo y me dijo:​

  • Mira hacia delante, que ya solo falta que tengamos un accidente​
  • Es verdad, que ni para conducir sirvo, solo para un polvo de vez en cuando, pero esta noche no que tienes calor​
  • Que idiota eres​


Pero sonreía. Seguimos con un poco de cachondeo y luego se puso a hablar del nuevo curso, de las asignaturas,... así siguió el resto del camino, hablando solo de ella y sus cosas, y yo medio desconectando a veces.



Cuando llegamos al piso la ayudé a llevar las maletas a su casa. Incluso me hizo meterlas en su dormitorio porque pesaban bastante. Y allí dentro la miré y vi claramente que se moría de ganas porque le metiera caña, no tenía claro si para cortarme el rollo o para follar de verdad, pero no le iba a dar el gusto así que me fui.



SARA

“Joder, como me cabrea este tío” al escuchar la puerta cerrarse. “Es gilipollas total, y tonto del culo y subnormal y…” me desahogaba mientras abría una maleta y sacaba la ropa. “Y tonteo con él para que se quede y follar y el tío ni se entera, es lelo perdido… pues apañao va si se cree que lo voy a llamar para follar, y una mierda, éste se tiene que arrastrar hasta aquí y ya vería de qué humor estoy para follármelo o no”.



Seguí sacando ropa y colocándolo todo, y tras una hora, miré el reloj y pensé “Y el tonto este seguro que ni me llama, que le digo que no quiero follar y se lo cree”. Me quedé pensando “mmm pues no lo pienso llamar, que seguro que es lo que espera para luego echármelo en cara”. Y entonces se me ocurrió una idea. Fui al termo y pulsé una palanca. Entonces cogí el móvil y lo llamé:​

  • Dime​
  • Necesito tu ayuda​
  • ¿Otra vez?​
  • No me funciona el termo​
  • No entiendo de termos​
  • Seguro que es una tontería, ven y lo miras​
  • Que no entiendo de esos cacharros​
  • Pues voy a tu casa y me ducho allí, que necesito una ducha con el calor que he pasado en la mierda de tu coche​
  • Jajaja pero ¿Qué le pasa?​
  • Que sale solo fría​
  • Es eléctrico ¿no? pues deja que se caliente​
  • Eso ya lo sé, idiota, pero lleva una hora calentando​
  • Pufff​
  • Venga, mueve el culo y lo miras, si no lo sabes arreglar, me voy a tu casa a ducharme​
  • Me acabo de duchar, ahora está el agua fría, tendrás que esperar un rato​
  • Pues ven y miras este​
  • Bueno, voy​


DANI

“Que tía más plasta, a ver si ahora por unos cuantos polvos se cree que estoy a su servicio” pensaba mientras iba para su casa. Llamé y me abrió la puerta Sara con solo una toalla alrededor del cuerpo. Me quedé mirándola y ella dijo:​

  • Estaba ya metida en la ducha cuando he visto que solo salía fría ¿vale?​
  • Ya​
  • Sí, ya… y venga, míralo ya y te largas​
  • Que simpática​
  • Joder, si es que siempre te tengo que pedir las cosas veinte veces​


Entré y fui a ver el termo. No sabía que mirar y abrí un grifo y sí, fría. Miré a Sara y le dije:​

  • Hace calor, no está mal para ducharse con agua fría​
  • Y una mierda​
  • Pues no tengo ni idea de lo que le pasa​
  • Joder, eres un tío, estas cosas se os dan bien​
  • Claro, claro, lo que tú digas​


Lo volví a mirar y debajo vi una palanca. Miré a Sara y le dije:​

  • ¿Y esto?​
  • Ni idea​
  • ¿Lo has tocado?​
  • No​
  • Apunta a apagado​
  • ¿Y?​


Lo pulsé y se escuchó un zumbido en el termo. La miré y le dije:​

  • El termo estaba apagado​
  • Ah​
  • Imagino que para no estar gastando cuando no estabais aquí ¿no?​
  • Puede ser​
  • Pues creo que era eso lo que le pasaba, que lo tenías apagado, pero tardará un buen rato en tener agua caliente​
  • Ya​


Y nos miramos. Entonces ella dijo:​

  • ¿Salimos a tomar algo?​
  • Mmm no​
  • Podríamos ir a la zona de bares, a ver que ambiente hay​
  • Sara, es domingo y aún no han empezado las clases, eso está muerto​
  • Ya​


Y la miré. La verdad es que estaba muy sexy con la toalla, y me estaba calentando, pero tenía claro que era su juego, no iba a participar. Le dije que me iba y ella dijo rápidamente:​

  • ¿Qué vas a hacer esta noche?​
  • Pedir una pizza y ver una peli​
  • Ah, vale, pide y mientras me ducho​


La miré divertido y le dije:​

  • Pero ¿No decías que no te ibas a duchar con agua fría?​
  • Que remedio, no me voy a quedar así una hora… ve pidiendo, no tardo nada​


Y se fue para el cuarto de baño y me quedé sonriendo, la tía tenía ganas de follar pero no quería dar el paso. Entonces la escuché llamarme y fui. Había dejado la puerta del baño abierta y me quedé allí mirando. Estaba ya en la ducha, tras una mampara que solo dejaba ver el contorno de su cuerpo. Se asomó y dijo:​

  • ¿De qué la vas a pedir?​
  • Mmmm no sé​
  • A mí me gustan con anchoas​
  • No tengo ni idea de cual lleva anchoas​
  • Pues pide una mitad a tu gusto, y para mí, una que tenga anchoas​
  • Mmm vale​
  • Y de beber, mira a ver si hay algo en el frigo​


Fui y volví al poco. Le dije:​

  • Solo cerveza​
  • Vale, creo que también hay vino en alguna parte​
  • Bueno​


Entonces Sara abrió la mampara y salió de la ducha. Me quedé mirándola fijamente, la chica tenía un cuerpo precioso, muy moreno, y muy bien puesto todo. Claramente se exhibió delante mía para provocarme, cosa que consiguió, pero no pensaba dar el paso, no iba a caer en su juego tan fácilmente. Ella me miró y dijo:​

  • ¿Qué pasa? ni que fuera la primera vez que me ves desnuda​
  • Es cierto que estás muy morenita​
  • Ya te lo dije​


Entonces se giró un poco para mostrarme su culo y luego volvió a ponerse frente a mí. Le dije:​

  • Y es verdad lo del topless​
  • Pues claro​
  • Te queda muy bien​
  • Ya lo sé​


SARA

“Pero ¿Qué hace ahí parado? entra de una puta vez y fóllame” pero el muy lelo estaba ahí, sin perder ojo pero sin moverse “¿Qué más hago para que el tonto éste espabile???” y entonces le dije:​

  • Mira, estoy pensando en rasurarme entera ¿Qué opinas?​
  • Tienes poco, así está muy bien​
  • ¿Tú crees?​
  • Sí​


“Joder, el gilipollas mirándome el coño y ni se mueve, lo mato”. Entonces dijo:​

  • Bueno, voy a llamar, te espero en el salón​


Me quedé a cuadros viendo como se iba “Pero, pero, pero… ¿qué coño pasa aquí? se tendría que haber abalanzado contra mí y se va al salón?????!!!! es gilipollas total… pero éste hoy me va a suplicar que le deje follarme, anda que no, se va a enterar” y me fui a mi dormitorio a vestirme. Me puse una camiseta y un pantalón corto mientras despotricaba contra Dani “joder, que ganas de que empiece el curso y que me ligue a un tío en condiciones, no el gilipollas éste, que asco de tío” pero entonces me detuve y pensé “pero éste hoy me folla, se va a arrastrar pidiéndomelo” y me quité todo.



DANI

“Ufff, me ha costado un huevo contenerme pero ni de coña dejo que se piense que me tiene comiendo de su mano”. Llamé a la pizzería e hice el pedido. Me fui a la cocina y me eché agua. Entonces Sara entró en la cocina cepillándose el peli y me quedé de nuevo con la boca abierta ya que Sara llegó descalza, y solo con una pequeña camiseta zul claro de tirantes, muy ajustada y que dejaba ver claramente la aureola de sus pechos y que le llegaba por encima del ombligo, y debajo, un mini pantaloncito super ajustado, tanto que le marcaba claramente el coño. Sara me vio con el vaso de agua y dijo:​

  • Espera, busco el vino​


Y me dio la espalda, y pude ver que el pantaloncito, por detrás, era casi como un tanga de lo mucho que dejaba al aire de sus nalgas. Me puso muy nervioso, estaba tremenda. Sara puso la botella en la mesa y sacó dos copas. Las llenó, me dio una y dijo:​

  • Venga, brindemos por el nuevo curso​


Y chocó su copa contra la mía. Bebimos y entonces se acercó y ya tuve claro que me la iba a follar allí mismo, imposible no caer, pero entonces, llamaron a su móvil. Sara se separó y puso cara de fastidio. Y dijo:​

  • Es el tono de mi madre, tengo que cogerlo que si no le da algo​


Y se fue, moviendo su culito que me había puesto tan malo. Me bebí el agua de un tirón, dejé el vino para más adelante porque en ese momento, no necesitaba encenderme aún más.



Sara llegó de nuevo a la cocina hablando con la madre, que había sido un viaje tranquilo, que ya había sacado las cosas de las maletas, que todo estaba bien… y entonces la escuché como decía:​

  • Sí, pero a veces es muy gilipollas, tiene tela aguantarlo​


Y me sacó la lengua. Y luego dijo:​

  • Sí, sí, me ha ayudado con las maletas, yo no puedo con todo eso​


Se quedó escuchando y luego dijo:​

  • No, no voy a salir, esto está muerto mamá, y estoy destrozada, ya sabes lo que me cansa el coche​


Y entonces se volvió a meter en su dormitorio mientras seguía hablando. Puso el manos libre y las escuché hablar durante veinte minutos, eran tal para cual hablando de sus cosas. Entonces llamaron al portero electrónico y Sara dijo:​

  • Mamá, te dejo, que ya ha llegado la pizza, te quiero, chao​


Y apareció poniendo cara de fastidio y diciendo:​

  • Es una cotorra, no para de hablar​


Y me reí. Entonces fui a por la pizza. Nos llevamos todo al salón y pusimos la tele. Comimos y bebimos mientras bebíamos chorradas en la tele. Cada vez que la miraba me ponía malo porque la camiseta tapaba poquísimo, y cada vez que ella se levantaba para coger algo o ir a por algo, el pantaloncito me ponía aún peor, como le marcaba el culo y el coño, madre mía.



Terminamos de comer y la botella de vino estaba vacía junto a dos cervezas, hacía mucho calor aún. Sara se tumbó en el sofá diciendo que estaba un poco mareada por la bebida. Me puso los pies encima porque yo también estaba sentado en el sofá, ella tenía la cabeza en un extremo y yo estaba en el otro, con sus pies en mi regazo. Se los cogí y se los masajeé y ella me miró sorprendida y dijo:​

  • Oye, lo haces bien​
  • Sí​
  • ¿Quién te ha enseñado?​
  • Ahhh, todos tenemos nuestros secretos​


Seguí masajeandolos y ella gemía de vez en cuando. Al rato noté que se estaba excitando, entre el vino y el masaje, se estaba poniendo a tono. Primero vi sus pezones, imposibles de ocultar con esa camiseta, despuntaban claramente. Luego, como se le ajustaban tanto los pantaloncitos y eran blancos, vi una manchita de humedad, que fue creciendo, la tía se estaba poniendo cachonda perdida. Y por último su mirada, me miraba con unas ganas tremendas.



Entonces, decidí jugar fuerte. Me levanté y le dije que me iba. Ella me miró, primero sorprendida, luego con incredulidad y luego con enfado. Se levantó y me siguió hasta la puerta del salón donde me cogió de la mano y dijo:​

  • Tú te vienes a mi cuarto​


Y tiró de mí, pero yo me planté y ella no me movió nada a pesar de tirar de mí varias veces. Le dije:​

  • ¿Para qué?​


Ella me miró con incredulidad y volvió a tirar de mí. Le dije:​

  • Si estás muy cansada y no quieres follar​
  • Vete a la mierda​


Dando otro tirón. Le dije:​

  • No me quiero aprovechar de mis favores​


Sara me miró con cabreo y volvió a tirar. Le dije:​

  • ¿Quieres follar?​


Sara paró de tirar y me miró, con más cabreo aún. Nos quedamos mirándonos y entonces dijo:​

  • Sí, sí, quiero que me folles de una puta vez, como tendrías que haber hecho desde que llegamos, que después de la semana de puta mierda que he tenido al menos me merezco un buen polvo​


Y volvió a tirar de mí. Me quedé pensando “semana de mierda” cuando en el coche no paraba de decir la semana tan genial que había pasado… anda que no tenía rollo. Tire de su mano y la pegué a mí. Le agarré el culo, cosa que llevaba deseando hacer desde que la vi con el pantaloncito, y la besé. Ella, rápidamente, abrió la boca y nos liamos en un beso con mucha lengua. Luego volvió a tirar de mí hacia su cuarto, y esta vez la seguí.



Nos echamos en la cama sin parar de besarnos y tocarnos. Sara me quitó la camiseta y me lamió el pecho y los pezones. Luego me quitó los pantalones cortos y me sacó la polla que ya tenía dura. Mientras, yo le quitaba los pantaloncitos. Nos pusimos en un 69, ella encima, chupando con muchas ganas mi polla mientras yo le comía un coño húmedo y muy sonrosado.



De repente, Sara se levantó y abrió un cajón, sacando un condón. Se quitó la camiseta quedándose completamente desnuda y abrió el condón que me puso rápidamente. Luego se tumbó boca arriba y tiró de mí para que me pusiera encima. La penetré y la follé rápido mientras ella jadeaba y me besaba, sin parar de clavarme los dedos en la espalda.



Entonces vi que cerraba los ojos y los apretaba fuerte, signo inequívoco de que estaba cerca del orgasmo. Aumenté el ritmo y, de pronto, paré. Sara tardó unos segundos en darse cuenta y abrió los ojos desconcertada. Me dijo:​

  • Sigue, rápido​


Y movió sus caderas para hacer que yo siguiera, pero seguí quieto, mirándola. Ella volvió a protestar y le pregunté:​

  • ¿Te folló así el italiano?​


Sara me miró desconcertada. Se lo volví a preguntar y entonces dijo:​

  • No​
  • ¿Te follaba mejor o peor?​


Sara volvió a mover las caderas pero seguí parado, mirándola. Al final dijo:​

  • No me folló​
  • ¿Qué?​
  • Se colocó mucho y no conseguí que se le pusiera dura, fue una puta mierda​


Ahora entendía su risa histérica con lo de semental italiano. Ella volvió a mover sus caderas y dijo:​

  • Sigue por favor​
  • ¿Y no te lo comió?​
  • No quise, me enfadé​
  • ¿Por qué?​
  • Porque el otro sí se follaba a Yoli​


Pensé que tuvo que coger un buen cabreo. Entonces dijo:​

  • Pero tú sí sabes follarme, sigue​


La miré y fui a salir pero ella entrelazó sus piernas en mi espalda y apretó, y dijo:​

  • Pero ¿qué haces?​
  • Suelta​
  • No, sigue​
  • Suelta​


Sara me miró sin saber que pensar y al final, abrió las piernas y me salí de dentro de ella. Y dijo:​

  • Pero ¿Qué te pasa?​
  • Ponte encima, quiero verte bien​


Y sonrió, aliviada. Me tumbé y ella se subió rápidamente, y me cabalgó rápidamente. Y pronto volvió a ponerse a tono hasta correrse. Y estaba tan sexy y atractiva que esta vez sí me corrí a la vez que ella. Se echó sobre mí, jadeando.



Luego se echó a mi lado y le pregunté:​

  • ¿Por qué ha sido una puta semana?​
  • Porque solo me entraban viejos y feos, los guapos estaban pillados​
  • Ah​
  • Y para uno que me ligo que estaba medio bien, va y ni se le levanta, que asco​
  • Jeje​
  • Y le entraban más a Yoli por sus putas tetas, los tíos preferís tetas gordas a tetas perfectas como las mías​
  • Eso es mentira​
  • La mayoría sí, ha sido una puta mierda de semana​
  • Me gustan tus tetas​
  • Lo sé... por eso hoy me tenías que follar, idiota​
  • ¿Por tus tetas?​
  • Por acabar las putas vacaciones bien​


Entonces me levanté y ella dijo:​

  • No te vayas​
  • Voy a quitarme el condón y tirarlo​
  • Pero vuelve, no me gusta dormir sola en una casa sin nadie más​


Y estaba ya medio dormida, entre el polvo y el vino, estaba ya que no se sostenía. Pensaba irme pero me dio lástima. Tiré el condón y me acosté de nuevo a su lado. Sara tenía muchas cosas de arpía pero, a veces, también de cría tierna.​
 

5



DANI

Me desperté de pronto un poco desorientado. Miré a mi lado y vi a Sara durmiendo. Cogí el móvil y al ver la hora me levanté de un salto, se me había olvidado poner la alarma y ya iba tarde, muy tarde.



Me vestí rápidamente mientras me insultaba por tonto. Desperté a Sara sin querer, que se quejó y tapó la cabeza con la almohada. Fui al baño y al poco llegó Sara desnuda y se sentó para orinar mientras yo me lavaba la cara y peinaba. Y mientras orinaba dijo:​

  • ¿A qué viene tanta prisa?​
  • Ya te lo dije ayer, hay un error en la matrícula, lo tengo que resolver hoy, y esa gente de secretaría se tocan mucho los cojones​


Sara bostezó cubriéndose la boca y luego se levantó y se limpió con un papelito. Entonces me dijo:​

  • Pero desayunas ¿no?​
  • No, ya me pillaré algo de camino​
  • No te va a pasar nada por veinte minutos​
  • Sí, que habrá más gente con problemas y habrá follones, me voy​
  • Pues me vuelvo a la cama​
  • Vale​
  • El vino siempre me sienta fatal​


Y se metió en su dormitorio. Me fui corriendo a por mi coche, ni me pasé por mi piso para cambiarme.



Y tal como pensaba, me tuvieron horas allí hasta que se arregló todo. Volví a mi piso cansado. Aparqué e iba caminando cuando, delante mía, vi a tres mujeres con bolsas de la compra. Rápidamente supe que una de ellas era Marisa, ese culo lo reconocería en cualquier sitio. Las otras dos eran vecinas, de la edad de Marisa pero lejos, muy lejos, de su atractivo, Marisa resaltaba por su figura, su porte, su figura… Además, era algo más alta. Llevaba unos vaqueros, unas zapatillas de deporte y una blusa de verano, sin mangas pero sin escote.



Llegué a su altura y saludé a las tres. Le di dos besos a Marisa y me dijo:​

  • Ah, ya estás por aquí​
  • Sí​
  • Pensaba que ibas a venir ayer​
  • Sí, bueno, algo así​
  • Ah​


Entonces las vecinas se pusieron a preguntarme por los estudios, el verano… al poco, me ofrecí a ayudarlas con las bolsas pero dijeron que no, que iban a otra tienda, pero Marisa sí me dio sus bolsas y me dijo:​

  • Deja el congelado en el congelador ¿vale?​
  • Vale​
  • Y mete los yogures en el frigo​
  • ok​
  • Gracias Dani​


Me dio las bolsas y le dije:​

  • Esto pesa, ibas cargada ¿eh?​
  • Sí, he comprado también para ti​
  • Ah, gracias​
  • A ti por ayudarme, ahora en un rato voy, ¿Almuerzas con nosotros?​
  • Sí​
  • Bien​
  • Hasta luego​


Y me despedí de todas.



MARISA

Las tres nos quedamos viendo como Dani se iba y entonces, Concha dijo:​

  • Menudo culito tiene tu sobrino, está para comérselo​


María y yo la miramos con cara de sorpresa y Concha dijo:​

  • ¿Qué pasa? ¿No es verdad?​


María dijo:​

  • Que es un crío, Concha​
  • ¿Y qué? ¿Por eso ya no está para comérselo?​
  • Que salida estás​
  • Que monjitas estáis hechas, seguro que lo pensáis pero no lo decís​


María miró a otro lado, riendo. Entonces Concha dijo:​

  • Incluso ésta lo piensa, aunque ponga esa cara de ofendida​


La miré y le dije:​

  • ¿Yo? que es mi sobrino, Concha​
  • Claro, y tú estás ciega, ayyyy, que no engañas a nadie Marisa, alguna miradilla y pensamiento perverso habrás tenido jajaja​


Nos reímos todas y cambié de tema, si ellas supieran.



DANI

Tras dejar la compra, me fui a la ducha, que esa mañana ni tiempo me había dado. Salí y ya estaba de nuevo sudando. Me quedé con solo los boxers, secándome al aire mientras sacaba ropa y la colgaba. Entonces escuché la puerta de la calle de mis tíos, y al poco, como llamaban. Entró Marisa que sonrió al verme:​

  • Tienes calor ¿eh?​
  • Es que me acabo de duchar​


Marisa me miraba sin ningún reparo, dándome un repaso total. Se había quedado en la puerta, sin entrar del todo. Entonces dijo:​

  • Las vecinas dicen que estás para comerte entero, y tienen razón​


Mirándome con una sonrisita y ojos de vicio. Me reí y le dije:​

  • Ya, seguro (dije con ironía)​
  • Sí, sí​
  • ¿En serio habláis de cosas así?​
  • Huy, a ver si te crees que no tenemos ojos… y eso que ellas no han visto lo que yo estoy viendo ahora​


Ahora sonriendo ampliamente. Le dije:​

  • Estás de buen humor​
  • Estas vistas alegran a cualquiera​


La miré sorprendido, estaba muy diferente a los días anteriores. Le dije:​

  • Te sentó bien el polvo del otro día ¿no?​
  • Ufff, ni te lo imaginas​
  • Jeje, pues anda que a mí​
  • No creo que sea lo mismo​
  • No sé, pero yo flipé, muchísimo, eres increíble​
  • ¿Yo? que va​
  • Mira, anoche me quedé con Sara​
  • Que afortunada​
  • Ya, jeje, seguro… pero lo que te iba a decir… aunque el polvo estuvo bien, estuvo lejos de lo del otro día contigo​


Marisa se rio y me miró con sus ojos centelleando. Le dije:​

  • Unas cuantas pajas han caído recordando aquello​
  • ¡¡¡Anda ya!!!​
  • Ya te digo​
  • Jajaja, quizás a mí me haya pasado algo así​


Sonriendo picaronamente. Entonces se me acercó y me dijo:​

  • Que lástima que me tenga que ir ya a recoger a los niños​


Y me puso una mano en el pecho y la fue bajando lentamente mientras me miraba con vicio. Cuando llegó a mi paquete lo agarró y apretó. Entonces me metió la lengua en la oreja y luego me lamió desde ahí hasta mi boca, metiendo un poco la lengua en mi boca, para luego separarse, sonriendo. Le dije:​

  • ¿Y no te da tiempo para una mamada? no me puedes dejar así​


Marisa sonrió, dudó un momento y luego dijo:​

  • Para una rapidita sí​


Y se arrodilló, tirando de mis boxers para abajo, saltando mi polla ya erecta. Me miró desde abajo, sonriente y, sacando la lengua, lamió mi tronco varias veces desde el inicio hasta la punta, para luego metérsela en la boca, poniendo sus manos en mi culo y agarrándolo con fuerza, comenzó una mamada lenta, mirándome.



Lancé un suspiro y la dejé hacer, pero al poco, sonó mi móvil. No le iba a hacer caso pero entonces vi quien llamaba y lo cogí. Marisa me miró sorprendida y dije:​

  • Hola Gema​


Marisa paró, con mi polla en mi boca, Gema contestó:​

  • Hola nene, te llamo porque ya tengo el billete de tren, este finde estoy ahí, resérvamelo ¿eh? jajaja​


Marisa lo escuchó porque Gema no hablaba en tono bajo. Le dije:​

  • Al fin, que mira que te has hecho de rogar​
  • Pero no ha sido porque yo no quería ¿Eh?​
  • Ya, ya​
  • Pues solo era para eso ¿Has empezado las clases?​
  • No, en un par de días​
  • Ah, genial, ufff, tengo ganas de pasar unos días ahí, esto de tantos viajes y tanto hotel me tiene fundida​


Apoyé la mano en la cabeza de Marisa y la moví, que me miró y comenzó a moverse lentamente, siguiendo con la mamada. Gema continuó:​

  • Acabo de llegar al hotel, que hemos llegado esta mañana pero hemos ido directos al cliente, que ganas de pegarme una ducha, que calor hace​
  • Ya​
  • ¿Qué haces?​
  • ¿Yo? pues ahora mismo estoy en la gloria​
  • ¿Cómo?​


Y me quedé callado. Y al poco Gema estalló en risas:​

  • ¿No me digas que…? jajajajaja ay, dios, y yo aquí parloteando jajaja​
  • No pasa nada, no ha parado​
  • Pero ¿Quién es? ¿Sara?​
  • No, una “mejor” amiga, que la chupa mucho mejor​


Marisa abrió los ojos de forma desmesurada e intentó apartarse pero se lo impedí presionando con mi mano su cabeza. Gema dijo:​

  • Pero es…​


Y rápidamente la interrumpí y le dije:​

  • Es un secreto​


Gema se quedó callada y esperé que hubiera captado mi tono e intención. Entonces se rio y dijo:​

  • Jajaja dile a tu amiga que la envidio mucho, pero mucho, mucho jajajaja​


Menos mal, Gema no había nombrado a Marisa y me seguía el juego. Entonces Marisa retomó la mamada, lentamente y sin dejar de mirarme. Se la notaba un poco asustada pero a la vez excitada. Dije:​

  • Espera, pongo el manos libre, así se lo dices tú​
  • Jajajaja​


Y lo activé. Marisa volvió a pararse y abrió de nuevo los ojos. Entonces Gema dijo:​

  • Ayyy, lo que daría por estar ahí jajaja​
  • Sería una pasada​
  • Mmm sí, las dos a la vez, uffff​
  • Seguro que a ella también le gustaría​


Y Marisa retomó la mamada. Gema dijo:​

  • Seguro que es guapa tu amiga​
  • Ufff, es un pibón, está buenísima y es super atractiva​
  • Ayyyy que envidiaaaaa​
  • Jajaja​
  • ¿Estás tumbado?​
  • No, de pie, y ella de rodillas​
  • Ufff, me encanta​


Marisa se animó y aumentó el ritmo de la mamada. Entonces dije:​

  • Ah, Gema, el otro día me dieron recuerdos para ti​
  • ¿Sí? ¿Quién?​
  • Marisa, mi tía, que dice que tiene muchas ganas de verte​


Marisa frenó en seco y casi se levanta del susto. Se lo impedí y escuchamos decir a Gema:​

  • ¿Sííí? Más ganas tengo yo​
  • ¿Por?​
  • Ufff, tu tía está buenísima, las diabluras que le haría jajaja​
  • ¿Sí?​
  • Igual que le harías tú si pudieras​
  • Anda ya, es mi tía, no seas pervertida​


Marisa reanudó la mamada. La miré sonriendo mientras Gema decía:​

  • Claro, tu tía buenorra está para follársela sin parar​
  • Que salida eres jeje​
  • Jajaja, la de cosas que le haría a ese culito que tiene jajaja​
  • ¿Solo a su culo?​
  • A todo, a todo jajaja por ejemplo sus tetas, tienen que ser preciosas, con unos pezones duros, que mordisquearía y chuparía sin parar jajaja​
  • Jeje​
  • Seguro que tu chica tiene unas tetas preciosas ¿no?​
  • Sí, preciosas, aunque ahora no se las veo, está totalmente vestida mientras me la sigue chupando​
  • ¿Vestida? ohhh, pero que mal, dile que se suba la camiseta o lo que lleve y te las enseñe​


Miré a Marisa que, tras mirarme un par de segundos, movió su mano para subirse la ropa hasta por encima del pecho, y luego el sujetador, dejando sus pechos fuera. Sonreí y dije:​

  • Mmmmm, ya las veo, son geniales​
  • Jajaja​
  • ¿Te has corrido alguna vez en sus tetas?​
  • Sí​
  • Mmmmm a mí me encanta ¿Y en la cara?​
  • También​
  • ¿Y a ti te gusta, nena?​
  • Está asintiendo​
  • Pero deja que hable​
  • No puede, tiene la boca ocupada​
  • Jajaja a mí me encanta sentir tu leche en mi piel, en mi cara, relamerme con ella ufff, me estoy poniendo cachonda jajaja​
  • Jeje​


Entonces Marisa se sacó mi polla de la boca y sonrió. Luego lamió la punta, sin dejar de sonreír, para bajar a mis huevos y lamerlos. Lancé un jadeo y Gema preguntó:​

  • ¿Qué te hace ahora?​
  • Me está lamiendo los huevos​
  • Jajaja, me encanta… dile que se los meta en la boca​


Y Marisa lo hizo. Volví a jadear y dije:​

  • Te ha escuchado​
  • ¿A que es genial? me encantan los huevos de Dani​


Y Marisa me los chupaba sin dejar de mirarme. Entonces Gema dijo:​

  • Te voy a contar un secretito que a él le encanta​
  • ¿A quién?​
  • Chisss, calla, que estoy hablando con tu amiga​
  • ah, jajaja​
  • ¿Te gusta el culito de Dani verdad? pues a él le encanta que jueguen con él con la lengua ¿lo has probado?​


Marisa dejó mis huevos y me miró. Entonces hizo un gesto de que me diera la vuelta. Me giré y noté como separaba mis nalgas y me lamía el ano. Jadeé. Gema dijo:​

  • Y ahora, métele la lengua dentro, eso le vuelve loco​


Y Marisa lo hizo, empujando con su lengua. Gema dijo:​

  • Se le pone durísima con eso, cógele la polla y verás​


Marisa alargó una mano y me pajeó lentamente mientras seguía lamiendo ahí detrás. Gema dijo:​

  • Pero cuidado, que se puede correr, que se excita mucho​


Y era verdad, la cosa estaba siendo muy morbosa y sabía que en cualquier momento no aguantaría. Entonces Gema dijo:​

  • Está durísima ¿verdad? ahora chúpasela, hasta el fondo, verás como se nota​


Y Marisa dejó de lamer y me giré. Rápidamente se metió mi polla en la boca todo lo que pudo, haciendo ruidos de atragantamiento y esfuerzos, que Gema escuchó:​

  • ¿A que cuesta? me encanta sentirla muy dentro​


Los ruidos del esfuerzo de Marisa eran claros pero noté que ya no iba a aguantar mucho más. Dejé el móvil en la mesa, levanté a Marisa, la puse contra la pared y le bajé los vaqueros y las bragas hasta las rodillas. Ella se inclinó un poco, poniendo el culo un poco en pompa, y entonces le di una fuerte palmada en una nalga y ella lanzó un grito. Luego le di otra palmada en la otra nalga y volvió a gritar. Giró la cabeza para mirarme, con cara de vicio. Me puse detrás y se la metí, estaba chorreando. Marisa lanzó un grito de placer y comencé a follarla rápido. Marisa jadeaba fuerte mientras la follaba, puse una mano en su cadera y otra agarrándole un pecho desde atrás. Pronto sus jadeos fueron gritos y nos corrimos casi a la vez. La abracé desde atrás, mientras Marisa se quedaba apoyada en la pared, jadeando.



Al poco escuchamos:​

  • Que pasada, ha sido genial​


Marisa giró la cabeza y me miró, con cara de culpabilidad. Le di un beso tierno en los labios. Entonces dije:​

  • Gema, voy a cortar​
  • Claro, claro, pero una última cosa​
  • ¿El qué?​
  • Dile a tu amiga que se una este finde, se lo va a pasar genial​
  • Se lo diré​
  • De verdad, no te vas a arrepentir nena​
  • Jeje adiós, Gema​
  • Adiós nenes​


Y corté. Marisa me dijo:​

  • Estás loco​
  • Pero te encantan estas locuras​


Marisa se giró, aún con los pantalones y las bragas en las rodillas. Miró la hora en el móvil y dijo:​

  • Que tarde​


Y se fue al baño donde se limpió y arregló. Salió a los dos minutos diciendo:​

  • ¿Se nota que acaban de echarme un polvazo?​
  • Jajaja​
  • Creo que sí, me siento muy acalorada a pesar de echarme agua​
  • Sí, estás aún un poco colorada​
  • Bueno, me voy que no llego​


Y me dio otro beso. Salió por la puerta pero se giró y me dijo:​

  • Gema está muy loca​
  • Sí, te lo pasarías genial con ella​
  • Que locura, anda, anda​
  • Pero si has flipado​


Marisa sonrió y cerró la puerta. Al poco escuché cerrarse la puerta de la calle y llamé a Gema. Me contestó de inmediato:​

  • ¡¡¡Nene!!!!​
  • Jejeje​
  • ¡¡¡¡Que pasada!!!!​
  • Sí​
  • Era Marisa ¿no?​
  • Sí, claro​
  • Jajaja​
  • Menos mal que lo has pillado rápido y no la has nombrado​
  • Jajaja, uffff, estará alucinando jajajaja​
  • Sí, un poco​
  • Ha sido genial que se te haya ocurrido algo así​
  • Sí, te debía una grabación, pero mejor en directo ¿no?​
  • Jajaja mucho mejor jajaja vamos por buen camino ¿crees que se apuntará este finde?​
  • No, imposible, está con los niños y mi tío, pero le mola que te meta en el juego​


Ya le había contado a Gema todo lo del último polvo donde la metí a ella, y había flipado y había dicho que Marisa caía seguro, pero yo opinaba que Marisa tenía demasiado miedo a que se supiera lo nuestro. Gema dijo:​

  • Que forma de jadear, gemir, gritar… la tenías loca​
  • Ya​
  • Mira que no grabármela el otro día​
  • Es que no pude llevar el móvil, lo quiso hacer en su dormitorio, ya te lo dije​
  • Ya, ya… excusas​
  • Jeje, como eres… pero vamos, ya has escuchado como se ha puesto haciendo lo que le decías​
  • ¿Sí? ¿Lo ha hecho todo?​
  • Todo, todo​
  • jajaja​
  • Es muy sumisa​
  • Me la tengo que follar, lo tengo clarísimo​
  • jeje, pero está difícil, tiene mucho miedo a que mi tío se entere​
  • Ya se nos ocurrirá algo pero Marisa va a follar conmigo, te lo aseguro jajaja​
  • Quiero ver eso​
  • Y lo verás jajaja​
  • Bueno, entonces, seguro que vienes el finde ¿no?​
  • Sí, sí​
  • Genial​
  • Pero no le digas nada a Sara, que no hace más que darme el coñazo y este finde te quiero para mí sola jajaja​
  • Vale​
  • Voy a alquilar una casita para los dos, así estamos tranquilos, y si hace buen día, tomamos el sol en pelotas jajaja​
  • Ufff, es que estoy ahorrando la pasta, que las vacaciones me han dejado seco​
  • No, a esto invito yo, que ahora tengo pasta jajaja​
  • ¿Seguro?​
  • Sí, sí, no te preocupes​


Y seguimos hablando un rato…



MARISA

Entré en el ascensor y me miré en el espejo “estás fatal, que locuras haces” pero no podía evitar sonreír. Al principio me había quedado perpleja al verle contestar al móvil mientras estaba chupándosela pero pronto comprendí que era un juego. Lo malo fue cuando me nombró y casi me entra el pánico, pero escuchar a Gema hablar así de mí… dios bendito, como me había puesto… bueno, los dos, hablando de mí como si no estuviera, pero todo halagos y... “ufff, voy a matar a Dani a polvos como siga así”.



Me miré, menuda sonrisa tonta tenía, pero es que no lo podía evitar. Entonces llegó el ascensor abajo y vi salir a Concha. Fui a llamarla para ir con ella al colegio pero entonces pensé “¿Y si nota algo? porque me parece increíble que nadie lo note”. Me toqué la cara, aún acalorada “Mejor voy sola e intento calmarme”.



DANI

Escuché como llegaban Marisa y los niños, y un rato después salí y fui a saludar a los críos que estaban viendo la tele en el salón mientras esperaban la comida. Luego fui a la cocina donde Marisa estaba terminando de prepararla.



Al entrar, me miró y sonrió. Le dije:​

  • ¿Te ayudo con algo?​
  • Sí, ve preparando la mesa, tu tío tiene que estar al llegar​


Y me puse a ello. Cuando terminé, me puse a su lado y le dije bajito:​

  • Ya no estás colorada​
  • Pero aún me dura el subidón​
  • ¿Sí?​
  • Sí, uffff, me entran calores al recordarlo jajaja​


Se la notaba nerviosa, sonriendo mucho y sin parar de moverse. Me dijo:​

  • Gema se pensaría que estarías con alguna cría ¿no?​
  • ¿Cría?​
  • Sí, de la universidad o algo​
  • Pues no lo sé​


Entonces le acaricié el culo y le dije:​

  • ¿Te ha dolido? creo que te he dado demasiado fuerte, estaba fuera de mí, me tenías malísimo​
  • jajaja, es que no me lo esperaba​
  • Lo siento​
  • No, no, me ha gustado, ha sido el remate para el morbo que sentía jajaja​
  • Sí, ha sido muy morboso​


De pronto, Marisa se puso seria y dijo con tono preocupado:​

  • Oye, he gritado mucho ¿me habrá reconocido Gema?​
  • Que va​
  • ¿Seguro?​
  • Sí, eran gemidos y gritos, no se te ha entendido nada​
  • No sé, es que me descontrolo​
  • Ya jeje​


Entonces movió su culo hacía un lado, para quitarse mi mano de encima y dijo bajito:​

  • Anda, deja eso, que los niños pueden entrar​
  • Estoy atento​
  • Y tu tío tiene que estar al llegar​
  • Ya​
  • Y me vas a poner otra vez cachonda​


Sonriendo y entonces me dio un pico rápido y se apartó, para decir en voz alta:​

  • Ve con los niños, ya termino yo​


Me fui al salón y al rato llegó mi tío. Nos sentamos a comer y Marisa hablaba sin parar, contando cosas, preguntando. Los niños respondían y reían. Mi tío comía y miraba la tele, casi sin prestar atención. Entonces mi tía me preguntó por las clases y les dije que empezaban al día siguiente, que este año tenía diferentes horarios, algunos días a primera hora y otros a media mañana. Y le dije a Marisa:​

  • Creo que desayunaré poco contigo​


Ella puso cara de tristeza y dijo:​

  • Bueno, pues dime cuando, para comprar o no el pan​
  • Vale​
  • Que lástima, se me hacen las mañanas eternas aquí sola​
  • ¿No vas a seguir en el gimnasio?​
  • Sí, supongo que sí… pero lo que me gustaría es encontrar un trabajo de mañana, eso sería perfecto​


Entonces mi tío habló y dijo:​

  • Ya te dije que iba a estar jodido​
  • Lo sé pero es deprimente​


Y Marisa se puso a hablar que nadie contrataba solo por unas horas, que siendo madre lo tenía complicado… siempre decía lo mismo porque a todo lo que se presentaba, luego no la llamaban.



Terminamos de comer y mi tío se sentó en su sofá a dormir una siesta antes de irse. Lavé los platos mientras Marisa se quedaba con los niños y luego me fui, había quedado con amigos. Pensé que Marta ya estaría en su piso pero ella no era de salir así que sabía que no me la iba a encontrar en ningún bar, como así fue. Esa noche me acosté sin que pasara nada especial pero nervioso, al día siguiente seguro que me encontraría con Marta ¿Qué pasaría?​
 

6



DANI

Me levanté temprano y me metí en la ducha. Me notaba nervioso, primer día de clase pero no me podía engañar, estaba nervioso por ver a Marta. Sabía que tenía que seguir los consejos de Sonia y no ir a por Marta a saco, dejarla tranquila y, poco a poco, intentar hablar con ella pero eso llevaría días, no sabía si iba a tener la paciencia necesaria.



Terminé de vestirme y escuché como los niños de Marisa ya estaban levantados. Fui a la cocina donde Marisa me miró y dijo con lástima:​

  • Veo que hoy no desayunamos juntos ¿no?​
  • No, lo siento, me voy ya​
  • ¿Quieres un café?​
  • Sí, por favor​


Y me preparó uno mientras charlaba con los niños. Nos tomamos el café sin decir nada más, con los niños sin parar de hablar. Cuando terminé, me despedí de ellos y entonces Marisa me preguntó:​

  • ¿Y mañana?​
  • Pues no lo sé, tengo que ver mis horarios​
  • Ah​
  • Ya te diré algo​
  • Vale, que tengas un buen día​
  • Lo mismo digo, hasta luego​


Llegué temprano a la universidad y estuve charlando con unos y otros, pero pendiente de la gente que estaba a mi alrededor. No tardé mucho en verla aparecer. Se había cambiado el peinado y el color del pelo, cosa que me sorprendió. Llevaba el pelo suelto, con un color tirando para el castaño, con una media melenita. Le sentaba muy bien. Iba sin gafas, con vaqueros y una camiseta, muy sonriente al lado de su amiga Charo. Estaba estupenda.



La observé a unos diez metros, ella no me vio mientras escuchaba como su amiga le contaba algo. Sonreía mucho, me pareció que estaba guapísima. Entonces se le acercaron Javi y Jorge y se me cayó el alma al suelo cuando vi como Jorge la cogía por la cintura y le daba un beso en los labios. Marta le abrazó y luego le sonrió. Entonces entraron en el edificio cogidos de la mano.



Me quedé de piedra, y tardé unos segundos en reaccionar. Fue como entrar en un túnel oscuro. Me sentía como si me hubieran pegado en la cabeza y estaba mareado. Me senté en un banco cercano. No me lo podía creer pero ¿Y el novio? ¿Le estaba poniendo los cuernos con Jorge? Y pensé ¿Con Jorge que no le interesaba nada de nada? Pero ¿Qué ocurre aquí?



Y luego vino el enfado, sentí como me quemaba en el estómago una rabia enorme. Marta me deja por el novio, me manda a la mierda, no solo como amante sino como amigo, y ahora ¿Se lía con otro? Menuda zorra, no me lo podía creer.



Me levanté y me fui, veía todo rojo y no quería ni acercarme a la gente. Fui a mi coche y me senté dentro para irme. Pero entonces empecé a calmarme. Al rato pensé “No voy a dejar que esta cabrona me joda el curso, que se vaya a la puta mierda, paso de ella”. Salí del coche y volví a la facultad. Entré en el edificio e intenté pensar en otras cosas pero no podía evitar mirar a mi alrededor nervioso, no buscándola porque la quisiera ver, era para asegurarme que no estaba cerca.



Empezaron las clases y entré. La busqué con la vista. La vi sentada entre Charo y Jorge. Me situé lo más lejano posible a ella. Las clases fueron de presentación del curso, asignaturas... y menos mal porque no conseguía concentrarme nada.



Tras terminar salí rápidamente, sin pararme a charlar con nadie. Y cuando estaba ya casi saliendo del edificio, me di cuenta que, con las prisas, me había dejado una libreta. Volví casi corriendo y entré en la clase para encontrarme, casi de bruces, con un grupo donde estaba Marta.



En el grupo estaba Jorge cogiendo la mano de Marta mientras hablaba con otro. Y Charo, también hablando con otra. Marta los escuchaba sin hablar y me vio. Me miró y me quedé mirándola a un par de metros. Entonces miré hacia su mano agarrando a la de Jorge y la volví a mirar. Marta se ruborizó y soltó la mano de Jorge para luego cogerla de nuevo mirando al suelo.



Entonces me vio Charo y me saludó. Yo solo miraba a Marta y ni escuché a Charo. Luego me moví y pasé al lado del grupo, y escuché a Charo decir:​

  • Pero a éste ¿Qué le pasa? ni hola ha dicho​


Cogí mi libreta y salí. Me fui a casa.



MARTA

“Dios, como me ha mirado”. Me quería morir. Llevaba varios días de los nervios pensando en este momento, en el encuentro con Dani, y había resultado peor de lo que había esperado. Sabía que Dani se enfadaría, era lo lógico cuando se enterara de lo de Jorge después de las razones que le di cuando rompí con él pero no me esperaba esa mirada.



Había pensado y esperado que todo pasara de otra forma. Había intentado minimizar el contacto con Jorge hasta hablar con Dani, explicarle todo antes, y lo busqué antes de entrar en clase pero sin éxito. No fue hasta que estuvimos en clase que lo vi sentado solo y lejos, guapo a rabiar, muy moreno, pero serio, muy serio. Y me asusté ¿Nos habría visto a Jorge y a mí? Pensaba que no, había evitado los abrazos y besos de Jorge todo lo que había podido hasta poder hablar con Dani.



Pero ahora sí me había visto cogiéndole la mano a Jorge. Y su mirada, y luego como la bajó a mi mano y la volvió a subir, con ese enfado reflejado en sus ojos. Me avergoncé de inmediato y solté la mano por vergüenza, la mano de mi chico, soltándola por otro tío… pero solo fue un momento, se la volví a coger y Jorge ni se enteró, pero mi gesto había sido de vergüenza, me odiaba ahora mismo, mucho.



Escuché como Charo decía de ir a comer y Jorge la secundaba pero yo me excusé, se me había cortado el cuerpo. Les di una excusa y me fui. Jorge quiso acompañarme pero le dije que no, que comiera con ellos, que luego nos veríamos, necesitaba estar a solas con mi vergüenza y mi mal cuerpo.



DANI

Llegué a casa y me tumbé sin ganas de nada. Estuve un buen rato mirando al techo. Escuché como llegaba Marisa con los niños, no tuve ganas de ir con ellos. Me quedé tumbado y me dormí en algún momento. Me desperté un rato después. Intenté comer algo pero ni un jodido sandwich me entraba. Intenté ver una película, una serie, estudiar… nada, no conseguía concentrarme en nada.



A las ocho llamó Marisa a mi puerta. Abrió y me dijo si cenaba con ellos. Le dije que no, que iba a salir. Me preguntó por las clases y le dije que bien. Entonces me dijo:​

  • Mañana ¿desayunamos juntos?​


Me quedé pensando un segundo y le dije:​

  • No, tengo clase a primera hora​


Era mentira, es que no tenía cuerpo ni para follar. Ella me miró con tristeza y me dijo:​

  • Bueno, tú me avisas ¿no?​
  • Sí, claro​
  • Que te diviertas​
  • Gracias​


Pero no salí, me quedé a oscuras, viendo series, o más bien con series puestas y mi cabeza en otro lado. Y a las diez cogí el teléfono y llamé, necesitaba hablar con alguien:​

  • ¡¡¡Hola Dani!!!​
  • Hola Sonia​
  • ¿Cómo estás?​
  • He empezado hoy las clases​


SONIA

Por el tono de Dani supe que algo había pasado con Marta y no era bueno​

  • Ah, cuéntame​


Se quedó callado. Miré a Fran que me miró con una ceja levantada, preguntando que pasaba. Le hice un gesto de que algo malo había pasado. Entonces Dani dijo:​

  • Está ahí Fran ¿no?​
  • Sí, claro​
  • Pues pon el manos libres, total, luego le vas a contar todo, mejor que escuche directamente mi patetismo​


Puse el manos libre y Fran dijo:​

  • ¿Qué tal, chaval?​
  • Jodido​
  • Ya veo… imagino que por la chica esa que te gusta​
  • Sí, bueno, no es que me guste, es que...​
  • Ya, ya… venga, cuenta ¿Qué ha pasado?​


Y nos contó lo que había pasado ese día. Me quedé sorprendida, no me esperaba eso de esa chica, por la forma que me la habían descrito, no pensaba que se fuera a liar con otro. Mientras escuchaba, estuve pensando, y cuando Dani terminó, miré a Fran que me dio paso. Dije:​

  • S: A ver, no es el fin del mundo​
  • D: Ya, claro​
  • S: La verdad es que no me esperaba esto​
  • D: Ni yo​
  • S: Pensemos… mmmm está claro que ella ha roto con el novio​
  • D: O le está poniendo los cuernos​
  • S: No, como me la has descrito ella no es así, eso está claro, así que ha roto, tal como pensaba que pasaría​
  • D: No sé​
  • S: Sí, estoy segura​
  • D: También estabas segura que volveríamos a ser… amigos o lo que sea​
  • S: Y sigo pensándolo​
  • D: Sonia, se ha liado con otro​
  • S: Ya, ya… a saber que ha pasado ahí ¿Me dejas seguir?​
  • D: Sí, claro​
  • S: Gracias… a ver, que pierdo el hilo… está claro que en algún momento del verano rompió con el novio… pero lo que no entiendo es que no haya hablado contigo​
  • D: Me mandó a la mierda, ya te lo dije​
  • S: No, eso fue por el novio y sin novio lo normal es que hubiera vuelto a ti​
  • D: No sé, quizás le daba vergüenza, es muy cortada​
  • S: Sí, quizás pero mmm eso podría ser, que hubiera esperado a empezar el curso para hablar contigo, pero no me cuadra lo del chico nuevo​
  • D: Jorge iba detrás de ella desde que la conoce​
  • S: Ajá, eso no lo sabía, y a ella ¿Le gustaba?​
  • D: Supuestamente no, pero está claro que me mentía​
  • S: Mmmmm​


Y miré a Fran que dijo:​

  • F: Yo creo que puede ser un lío de verano​
  • D: ¿Cómo?​
  • F: Sí, que se hayan liado en alguna fiesta de verano o algo así​
  • S: Si es eso, esa relación puede no tener futuro​
  • F: Eso no lo sabemos​
  • S: Ya sabes lo que decía Gema, que Marta estaba coladita por Dani​
  • F: Sí pero…​
  • S: Pero nada, unos sentimientos de ese tipo no se olvidan por un lío de verano​
  • D: Pues ya veis que de coladita nada​
  • S: Pero se avergonzó cuando la pillaste de la mano del chico​
  • D: Sí, por un momento​
  • S: Mmm eso quiere decir algo​
  • D: Pues eso, que la pillé​
  • S: No, bueno, no sé… es que si ella es tan cortada… puede ser… es que no la conozco nene, es difícil conjeturar sin conocerla, solo sé lo que me habéis contado ¿Qué piensa Gema?​
  • D: No se lo he contado aún, os he llamado antes a vosotros​
  • S: Ah ¿Y eso?​
  • D: No sé… ya sabes como es Gema, dirá que eso lo arregla ella y esas cosas… y vosotros sois los dos muy mmm tenéis más experiencia de pareja que ella, Gema va de flor en flor​
  • S: Ya​


Miré a Fran que hizo un gesto de “está muy jodido”. Respiré hondo y le dije:​

  • S: Mira, sé que no te va a gustar lo que te voy a decir pero… te tienes que aguantar y tener paciencia​
  • D: ¿Paciencia?​
  • S: Y hablar con ella​
  • D: Paso de hablar con esa zorra​
  • S: Dani, no sabes que ha pasado ahí​
  • D: Que me ha mandado a la mierda y se ha liado con otro, está claro, pasa de mí​
  • S: Dani, en serio, habla con ella, pero cuando estés calmado​
  • D: No tengo nada más que hablar con ella, por mí que se vaya a la mierda​
  • S: Mira, sé que es muy difícil mantener la calma ante algo así, pero tienes que hacerlo, calmarte y luego hablar con ella y entonces decidir​
  • D: ¿Decidir qué?​
  • S: Si ella merece la pena o no​
  • D: No la merece​
  • S: No lo sabes aún​
  • D: Me mandó a la mierda por el novio y se ha liado con otro​
  • S: Yo mandé a la mierda a Fran varias veces, y míranos​
  • F: Sí, al final Marta te buscará, como hacía Sonia siempre conmigo​
  • S: ¿Que yo te buscaba? Será tonto, pero si me viniste a mí casi llorando​
  • F: ¿Yoooo? Que chorrada, soy un machote, la mujer es la que viene a mí​


Fran rio con ganas y lo miré sonriendo porque sabía que intentaba picarme. Continué:​

  • S: Dani, algún día te contaré como estaba el “machote” la última vez que lo mandé a la mierda​
  • F: Jajaja​
  • S: Neneeee, deja de reírte, que Dani lo está pasando mal​
  • F: Ya, ya, lo siento Dani, era por hacerte reír un rato​
  • D: Lo sé, lo sé, y me viene bien​
  • S: Bueno, Dani, que no sabemos que está pasando, ten paciencia​
  • D: Puffff​
  • S: Ve a clase, ignórala mientras estés cabreado, y cuando pasen unos días y pienses que puedes hablar con ella sin alterarte, dile lo que opinas de todo​
  • D: Ella no quiere hablar conmigo​
  • S: Pues que hable, que madure, madurad los dos, las cosas hay que hablarlas, no os comportéis como niños​
  • D: Eso es fácil decirlo​
  • S: Ya sé que no es fácil, pero hazme caso, te sentirás mucho mejor que guardándote las cosas dentro, eso te carcome​


Nos quedamos callados. Le dije:​

  • S: Sé que harás lo mejor​
  • D: ¿Te refieres a que haré lo que digas?​
  • F: Jajaja, vas aprendiendo chaval, lo que diga Sonia es siempre lo mejor jajaja​
  • S: Ufff que tonto eres​
  • D: Jeje​
  • S: Pero sí, siempre tengo razón, es un hecho, así que hazme caso, nene​
  • D: Vale, vale…​


Nos quedamos callados y luego Dani dijo:​

  • D: Sabía que hacía bien en llamaros, me siento mejor​
  • S: ¿Sí?​
  • D: No bien pero sí mejor​
  • S: Me alegro mucho​
  • D: Pero sigo flipado con que haya hecho esto​
  • S: Ya, pero cuando habléis, te contará​
  • D: No sé, ya te dije que me prohibió hablarle​
  • S: Eran otras circunstancias, ahora puede que quiera​
  • D: A saber​


DANI

Estuvimos un rato más hablando de Marta y de otras cosas. Cuando colgué me quedé tumbado. Era cierto, me sentía mejor, ya no veía todo negro, solo gris, pero al menos no era negro. Al poco me dormí, agotado de darle vuelta a la cabeza.​

7



DANI

Al día siguiente me levanté temprano y me fui a la facultad aunque no empezaba las clases hasta las doce pero es que tampoco tenía ganas de estar con Marisa. Estuve remoloneando sin hacer nada concreto y esquivando los sitios donde solía estar Marta.



En clase la vi donde siempre se sentaba, junto con Jorge y Charo. La verdad es que esos dos siempre estaban a su lado, veía difícil hablar con ella cuando tuviera ánimo para eso, si es que quería hablar con ella, que no lo tenía nada claro porque en el fondo lo que quería era pasar olímpicamente de ella, no veía posible perdonarla. La miré y, joder, a pesar de mi cabreo, la veía más guapa que nunca, y eso me reventaba aún más, y me sentía un gilipollas total.



Ese día no hubo encontronazo ni nada más. Terminé las clases y me fui rápidamente.



Esa noche sí llamé a Gema y le conté lo de Marta. Gema se quedó también flipando pero le quitó importancia y dijo que todo se arreglaría. Le dije que estaba pensando en no quedar con ella durante el fin de semana, que estaba con el ánimo regular. Gema protestó y dijo que justo eso era lo que yo necesitaba, no quedarme solo comiéndome la cabeza. Que lo del fin de semana juntos se mantenía sí o sí, que si no quería follar, vale, no follaríamos, pero que no pensaba dejarme solo.



Se lo agradecí aunque le dije que seguro que no iba a ser buena compañía pero ella dijo que no importaba, que hablaríamos de Marta y saldríamos, y me distraería. Me despedí de ella con una sonrisa.



El tercer día de clase pasó lo mismo que en el anterior, me levanté temprano, no quedé con Marisa, me fui a la facultad donde esquivé a Marta y, al terminar las clases, me fui rápido.



Por la tarde, en casa, me llamó Sara. No se lo cogí, pero insistió y al final lo cogí:​

  • Joder ¿Dónde te metes que no coges el puto teléfono?​
  • Estaba ocupado​
  • Ya, ni has sido para llamarme​
  • ¿Para qué?​
  • Coño, pues para preguntar por mi inicio de curso ¿no? ¿O es que solo me follas y ya está?​
  • Tampoco me has llamado tú​
  • ¿Y esto qué es?​
  • Pues esto será que tienes ganas de un polvo y me llamas para eso​


Sara se quedó callada y al poco dijo:​

  • Serás gilipollas, es que soy tonta por llamarte, imbécil​
  • Sí, sé perfectamente que soy gilipollas, venga, adiós​


Se quedó callada y a los pocos segundos, cortó la llamada. Tiré el móvil a la cama. Había sido muy borde con Sara pero es que no tenía ganas de nada.



A los pocos minutos llamaron a mi puerta pero desde la calle. Abrí y entró Sara casi empujándome. Se plantó en medio de la habitación para decirme enfadada:​

  • ¿A ti que coño te pasa conmigo?​
  • Nada​
  • Siempre eres un borde y un gilipollas conmigo, y con los demás no lo eres​


Me quedé callado y ella mirándome con mala hostia. Entonces siguió:​

  • Con Gema eres patético, babeando siempre detrás suya, y conmigo un borde ¿Qué coño te he hecho yo?​
  • Mira, me has pillado en un mal momento​
  • Y una mierda, ahora ha sido el remate, pero siempre eres un borde conmigo​
  • No creo que eso sea así​
  • Sí, lo eres​


Entonces se sentó en mi cama. Suspiró y dijo:​

  • Joder, que te llamo para salir un rato, que es jueves, primera semana del curso, tengo ganas de salir, beber un poco, reírme y sí, echar un polvo ¿Qué pasa?​
  • Nada​
  • Y sí, que tú me folles ¿Tan raro es?​
  • Sara, lo siento, no estoy de humor para nada, he tenido un mal día​
  • Joder ¿No te gusto o qué?​
  • No es eso​
  • ¿Te parezco fea?​
  • Estás muy buena Sara​
  • Pues nadie lo diría​
  • Es que no tengo ganas de salir​
  • ¿Por qué?​
  • Yo que sé, estoy un poco sin ganas de nada​


Sara me miró y luego dijo:​

  • ¿Estás con depre post vacacional?​


Me reí y negué con la cabeza. Ella dijo:​

  • Pues yo sí, por eso quiero salir, y encima, la cabrona de Gema que no viene este finde ¿Lo sabías?​
  • Sí​
  • Joder, que pensaba de quedarnos los tres juntos todo el finde y nada, a la mierda todo, pues estoy depre​
  • Ya​
  • Vámonos a algún sitio este finde​


Joe con Sara, sí que tenía demasiadas ganas de estar conmigo. Me senté a su lado y le dije:​

  • Sara, no tengo ninguna intención de tener una relación con alguien, paso de eso ahora mismo​


Sara me miró con cara de sorpresa y dijo:​

  • ¿Y te crees que yo quiero algo contigo? Ya quisieras tú​
  • Pues…​
  • Pues nada, joder, que hay que explicarlo todo… me gusta follar contigo, sí, pero ya está, como pareja no me interesas​
  • Ah​
  • ¿Eso es lo que te pasa conmigo? ¿Es por lo del verano con mis amigos?​
  • Les contaste que somos pareja​
  • Ya te dije que era para que me dejaran tranquila​


Sara volvió a suspirar y luego dijo:​

  • Mira, el año pasado le puse los cuernos a Ale varias veces, y me lo pasé mejor con la “variedad” que con él, así que este año voy a hacer como los tíos, paso de pareja y follaré con quien me apetezca​
  • ¿Cómo los tíos? Si tú ya follas con quien quieras​
  • Por eso, así que deja de tener miedo a que me enganche de ti, no voy por ahí​
  • Vale​


Nos volvimos a quedar callados. Luego ella dijo:​

  • No quiero irme al pueblo este finde, nos quedamos aquí y salimos ¿vale?​


La miré y mentí:​

  • No puedo, tengo que irme a trabajar​
  • JODER con el puto trabajo​


Entonces se levantó y dijo:​

  • Venga, me voy a ducharme y arreglarme, recógeme en una hora​
  • Sara, que no tengo gan…​
  • Déjate de tonterías, coño, te hace falta emborracharte un poco y echar un polvo​


Y se fue sin escucharme.



SARA

“Joder con el tonto éste, que se cree que quiero salir con él, pero ¡¡¡si no lo soporto!!! Tengo que buscarme a otro que folle igual de bien que él y que no sea así de gilipollas, si será por tíos”



DANI

Me quedé pensando que no tenía ganas, pero tampoco de quedarme tumbado deprimido. Al final pensé "A la mierda con Marta, esta tía no me va a joder de esta forma, que se vaya a la mierda". Me metí en la ducha y luego fui a por Sara. Me abrió un chico al que no conocía. El chico se presentó como Álvaro y dijo ser el novio de Laura, la nueva compañera de piso de Sara y Gema. Fuimos al salón y entonces conocí a Laura, una chica no muy alta, ni delgada ni gordita, morena de pelo rizado y guapa aunque sin ser espectacular y aún con cara de niña. Iba con unos vaqueros y una camiseta amplia, que no dejaba ver detalles de su figura. Estuve hablando con ellos, que también iban a salir. Eran de segundo de carrera y llevaban juntos desde el curso anterior.



Al poco salió Sara, con una mini falda y un palabra de honor muy sexy. Iba muy atractiva. Me dijo de irnos pero le comenté que no iba a llevar el coche, que quería beber. Ella hizo un mohín pero entonces se giró y le preguntó a Laura si nos llevaban para salir los cuatro. Miró al novio que asintió. Entonces dijo que se iba a cambiar y se metió dentro. Nos quedamos charlando con el novio, que ni era feo ni guapo, muy delgado pero simpático. Al poco salió Laura con un vestido cortito y ajustado, y me fijé que tenía un par de tetas grandes y un buen culo, la chica estaba bastante bien.



Estuvimos en un par de bares y luego nos fuimos a uno donde se podía bailar. Perdimos a la pareja de vista mientras Sara y yo nos enrollábamos en una esquina de un bar. Los dos íbamos ya bastante achispados y el morreo derivó a un magreo total de ambos. Tenía una mano en su culo y la otra dentro de su ropa, cogiéndole una teta, mientras ella me había bajado la cremallera y me cogía la polla, pajeándome por encima de mi ropa interior. Entonces ella paró el morreo y dijo:​

  • Joder, o paramos o follamos aquí mismo​


Fui a besarla otra vez pero ella apartó la cara y dijo:​

  • No, coño, te lo digo en serio, estoy muy cachonda, vamos a tranquilizarnos un poco porque estoy a punto de sacártela y que me folles aquí​


Bajé la mano que tenía en su teta y se la puse entre las piernas, tocándole las bragas. Ella se apartó de inmediato y dijo:​

  • Joder pero ¿Qué haces?​
  • Estás muy mojada​
  • Ya te lo he dicho, y vas y te pones a tocarme ahí​


Entonces se separó y dijo que iba al baño. La miré para ver si era con otras intenciones y me dijo:​

  • No, no me vas a follar de forma cutre en un baño, eso en mi cama, en condiciones​
  • ¿Nos vamos ya?​
  • Sí, voy a refrescarme y nos vamos​


SARA

“Ufff, que cachonda estoy, me jode que me ponga así pero el cabrón sabe besar y tocar”. Me notaba mareada, no sabía si por la bebida o por el calentón tan enorme que llevaba. Fui al baño donde había cola para entrar al de chicas “bueno, así me tranquilizo”. Entonces miré alrededor y me quedé flipada. A unos metros vi a Ale y a la gorda enrollados “pero ¿éste sigue con esa guarra?” Que me jodía que me hubiera puesto los cuernos con esa, no lo entendía y me cabreaba.



Me salí de la cola y fui a por Dani, se me habían quitado las ganas de todo.



DANI

Vi llegar a Sara y noté que algo pasaba por la cara que traía. Se me pegó y me morreó. Al poco, me agarró el paquete y dijo:​

  • Se te pone dura rápido​
  • Claro​
  • Podría follarme a cualquier tío de aquí si quisiera​


La miré sin comprender a qué venía eso. Me quedé mirándola y siguió:​

  • Porque estoy muy buena ¿no?​
  • Sí, claro​
  • A los feos está claro que me los podría follar sin problema si quisiera pero ¿Y los que están buenos? ¿follarían conmigo?​
  • Claro ¿Qué pasa? ¿Te quieres follar a otro o qué?​


Pensé que alguien le había entrado en el baño y me empecé a cabrear. Entonces dijo:​

  • Entonces ¿Cómo coño Ale me puso los cuernos con la gorda esa? joder, que además de gorda es fea​
  • ¿Charo?​
  • Como se llame la guarra esa​
  • Charo es amiga mía, no la insultes, joder​
  • Es lo que es, gorda y fea, y yo estoy buena​
  • Sara…​
  • Entonces ¿Por qué se folla a la fea y a mí me daba largas?​


Sara se apartó, cabreada. Entonces dijo:​

  • Porque no es que sea mejor que yo en la cama, eso seguro, soy buenísima en la cama, la chupo y follo genial​
  • Pero ¿A qué coño viene esto?​
  • Que están esos dos ahí enrollados, que asco me han dado​
  • ¿Ale y Charo?​
  • Sí​


Entonces pensé ¿estarían Marta y Jorge? y me entraron los nervios. Miré alrededor. Sara seguía con su monólogo de que no entendía nada. Le dije:​

  • Joder, mira que eres superficial, no todo es el físico joder​
  • ¿Qué? que tonterías dices, los tíos solo os fijáis en el físico, las tetas, el culo...​
  • Ya, claro, pero también en la chica, como es​
  • Sííí, seguro, por eso dejaste a la canija cuando empezaste a follar conmigo y Gema​


Me quedé mirándola y ella con su cara de chula, como diciendo “eres como todos”. Entonces le dije:​

  • Marta me dejó a mí, no yo a ella​


Sara me miró con sorpresa y al poco dijo:​

  • ¿En serio?​
  • Sí​
  • Pero ¿Qué le hiciste?​
  • Nada​
  • Y una mierda, algo le harías porque esa tía ni en sueños se hubiera creído que se follaría a un tío como tú​
  • ¿Cómo yo? Marta vale mucho más que yo​
  • ¿Por ser una empollona? Pero si es un palo y...​
  • Joder Sara, y luego dices que los tíos solo nos fijamos en las tetas y los culos​
  • Mira, la canija...​
  • Marta​
  • Como sea, esa no tiene nada de pecho, no es guapa, no es atractiva, es una mojigata… no sé que coño vistes en ella, pensaba que era por aburrimiento hasta que te ligaste a dos tías buenas​
  • Marta está buena​
  • Jajajaja, claro, claro ¿Y por qué te dejó?​
  • Para arreglar lo suyo con el novio​
  • Joder, el novio tiene que ser la puta caña en la cama como para dejarte​


Entonces fue a besarme pero yo estaba cabreado. La rechacé. Sara me miró y dijo:​

  • Quiero decir que no follas mal, que si prefiere al novio es que debe ser aún mejor que tú ¿no?​
  • Pufff, superficial es poco para describirte, Sara​


Entonces me di cuenta que Sara estaba diciendo más o menos como yo, que Marta me había dejado por encontrar a otro mejor en el sexo, yo también había pensado así sobre Marta, y eso me jodía y cabreó aún más. Sara dijo:​

  • Ah, y ahora que me acuerdo… ¿El novio era Jorge? porque ahora están saliendo esos dos​
  • Ya​
  • No puede ser Jorge, si Jorge estaba detrás de ella desde el curso anterior… ¿Ha roto con el novio y ahora se ha liado con Jorge?​
  • No lo sé​
  • Jajajaja, joder, le van los sosos​
  • ¿Qué?​
  • Jorge es lo más soso que conozco, y mira que antes pensaba que eras tú lo más soso, pero al menos estás bueno, Jorge ni eso​


La miré y ella siguió:​

  • Pero hacen buena pareja, dos sosos pocos atractivos, son tal para cual jajaja​


La miré cabreado, me reventaba que hablara así de Marta, y a la vez, me cabreaba que me importara eso, que Marta ya tenía que darme totalmente igual, pasaba de ella, pero no podía evitarlo. Entonces Sara dijo:​

  • Es un chico a su nivel​
  • ¿A su nivel?​
  • Claro, a lo que ella puede optar​
  • ¿Y tú a qué puedes optar?​
  • A cualquiera, claro​
  • Que creída te lo tienes​
  • Es lo que hay, unas somos así y otras como ella​
  • Y te lías con un soso como yo​
  • Bueno, en la cama no eres soso… a veces​


Riéndose. Se me acercó de nuevo pero en vez de para besarme, me dijo al oído:​

  • Vámonos ya a casa y demuéstrame si eres soso o no​


Pero estaba mosqueado y me quedé quieto. Sara empezó a juguetear con su lengua en mi oreja, sus manos por mi cuerpo… se me empezó a poner dura y ella lo notó, pegándose a mí. Cogió una de mis manos y la deslizó por debajo de su ropa hasta una de sus tetas. Luego nos enrollamos de nuevo. Al poco salimos del local.



Buscamos un taxi y durante el trayecto, Sara no hacía más que calentarme, tocándome, diciéndome guarradas al oído… Me tenía malo aunque seguía mosqueado con ella y conmigo.



Sara me llevó a su piso, entramos y nos fuimos a su habitación donde encendió la luz y nos volvimos a enrollar. Le dije que me la chupara y Sara se puso de cuclillas y comenzó una mamada ansiosa. La dejé chupar unos minutos pero entonces escuchamos como abrían la puerta de la casa. Sara se levantó y cerró la puerta de su habitación. Luego se volvió y se quitó la parte de arriba de su ropa, quedándose en tetas pero aún con la minifalda. Me empujó a la cama y me quitó del todo los zapatos y pantalones, poniéndose de nuevo a chupármela pero esta vez los dos en la cama. Le acaricié las tetas mientras ella seguía con la mamada. Escuchamos como Laura y Álvaro pasaban por la puerta riéndose y besándose, para luego escuchar como cerraban su puerta.



Entonces cambié de posición y tumbé a Sara boca arriba y me puse encima. La besé y le comí las tetas mientras ella gemía. Bajé por su ombligo y le quité la mini y el tanga que tenía. Al quitárselo, vi como estaba húmedo y pringoso, dejando unos hilos de fluidos entre el tanga y su coño. Se lo enseñé y le dije:​

  • Mira como tienes el tanga​


Sara lo miró con cara de vicio. Le dije:​

  • Eres una guarra​


Pero eso no le gustó, puso mala cara. Le dije:​

  • Lame tu tanga​


Sara lo cogió y lo lamió. Entonces bajé a su coño y se lo comí. Ella gimió alto. Seguí comiéndoselo y me dijo que parara, que se iba a correr. No le hice caso. Siguió gimiendo cada vez más alto mientras decía que se lo estaba comiendo genial. De repente gritó “PARA QUE ME CORROOOO” pero seguí. Sara gemía y gemía y entonces me puso una mano en la cabeza, apretándome contra su coño mientras explotaba en un orgasmo lanzando un grito. Al terminar sus espasmos, dejé su coño y me levanté. Ella dijo:​

  • Cabrón, me quería correr con tu polla​
  • Ahora te follo​
  • Pero ya no me voy a correr​
  • Tú sabrás​


Me puse un condón. Sara me miró provocativamente y abrió sus piernas. Me coloqué encima de ella y se la metí despacio. Ella jadeó y dijo:​

  • Así me quería correr, cabrón​


La follé unos minutos de esa forma. Luego la hice ponerse encima. Sara jadeaba pero notaba que no estaba cerca de otro orgasmo, le gustaba pero ya no se iba a volver a correr, siempre le pasaba lo mismo.



La puse a cuatro y la follé en esa postura. Al poco, comenzó a jadear de otra forma, volvía a estar cachonda. Entonces me chupé un dedo y se lo metí por el culo, sin dejar de follarla. Ella jadeó y dijo “síííí, sigue así, no pares”. Me sorprendí al verla tan caliente, nunca le pasaba lo de volver a ponerse a tono tan rápido. Seguí y ella jadeaba cada vez más. Entonces se la saqué y ella protestó. Le pasé la polla por el ano. Sara dijo de inmediato:​

  • NO, no me cortes el rollo, sigue como antes​


Nada, que no quería. Entonces se irguió y me dijo:​

  • Espera, prueba con dos​


Me cogió una mano y me chupó dos dedos, el que había estado en su culo y el de al lado. Se volvió a poner a cuatro. Se la metí en el coño y dos dedos por el culo, ella gimió alto diciendo:​

  • Así, sí, así, sigue, rápido​


La follé de esa forma unos segundos más y pronto Sara dijo:​

  • Dios, ME VOY A CORRER, sí, así, así, no pares​


Y noté como ella se tocaba y volvía a tener un orgasmo, gimiendo alto, gritando que se corría y sin parar de moverse. Me corrí al poco, cuando ella aún estaba con sus espasmos. Me tumbé a su lado. Ella se puso boca arriba diciendo:​

  • Joder, joder, joder, joder​


La miré, estaba sudorosa, brillante, con la cara roja, respirando entrecortadamente. Al poco me dijo que apagara la luz. Me levanté y me quité el condón. Busqué mis boxers, tenía ganas de ir al baño. Apagué la luz y salí fuera. No se escuchaba nada. Fui al baño. Al salir, me encontré con Álvaro que me miró con una sonrisita. No le dije nada y seguí andando y entonces dijo muy flojito:​

  • Menudo espectáculo habéis dado​


Me giré. Él sonreía. Lo miré mejor, el tío estaba muy delgado aunque marcaba algo de músculos, solo llevaba unos slips. Entonces dije:​

  • Pues yo no os he escuchado a vosotros​
  • Ya, Laura es silenciosa​
  • Ah​
  • Por lo que veo, Sara no​
  • A veces​


Me giré para irme y me dijo:​

  • Habéis estado un buen rato​
  • Pues ni idea​
  • Laura dice que mañana hablará con Sara para que se corte un poco, está cabreada​
  • ¿Por el polvo?​
  • Sí​
  • Joder, que tontería​
  • Pero a mí me ha molado​


Y el tío me sonrió con complicidad. Me fui y escuché como cerraba la puerta del baño.



Me tumbé al lado de una Sara ya dormida, pero al poco me levanté y me fui a mi casa. Tenía que madrugar a la mañana siguiente y no quería que me pasara como la última vez.​
 

8



DANI

Me levanté temprano para ducharme e irme a la facultad. Antes de salir, me pasé a ver a Marisa que estaba preparando el desayuno para los niños. Al verme puso mala cara y dijo:​

  • Veo que no desayunamos juntos​
  • No, lo siento, me voy ya a clase​


Marisa suspiró y se rio. Dijo bajito:​

  • Otro día será​
  • Sí, claro​


Me serví café y Marisa me dijo:​

  • Ayer saliste ¿no? Tienes cara de haber dormido poco​
  • Sí, salí y bebí, demasiado​
  • ¿Y algo más? (sonriendo)​
  • Sí, algo con Sara​
  • Jajaja, ayyy, esta juventud, que envidia jajaja​
  • ¿No te cabrea?​
  • Nooo, tranquilo​
  • ¿Seguro?​
  • Sí, bueno, hoy tenía ganas pero lo entiendo, nada de enfados, de verdad​
  • Mmmm​
  • Que tonto eres…​


Se me acercó y me dijo casi al oído:​

  • Pero al final, no probamos “eso”​
  • ¿Eso?​
  • Ya sabes, lo que vas a hacer este fin de semana con Gema​
  • ¿Follar?​
  • No, jajajaja, bueno, sí, claro, pero me refiero a lo otro​
  • ¿El qué?​
  • Ya sabes… los azotes​
  • Ahhh, que no, que no voy a hacer eso​
  • Mmmm ¿Seguro?​
  • Sí, joe, que no me gusta pegar​
  • Pues conmigo no lo haces mal​
  • Pufff, luego me siento culpable​
  • Anda ya, si tiene su morbillo ¿verdad?​


La miré y ella sonreía. Le dije:​

  • Podríamos quedar los tres y me enseñas con ella, ya sabes​
  • Jajaja, mira que listo jajaja​
  • ¿No te molaría?​
  • Mmmm me va más que me azoten a yo azotar​


Sonriendo picaronamente. Le dije:​

  • Bueno, te azota Gema, seguro que le mola​


Marisa me miró sonriendo y siguió preparando el desayuno. Le pregunté:​

  • ¿No te molaría que ella te azotara?​
  • Nooooo, que malo​
  • Yo creo que sí​
  • Crees mal​
  • Gema me ha insistido que me lleve a mi amiga, la que gime tan sensualmente​
  • Ay, dios, que vergüenza​


Pero lo decía sin nada de rubor, era más teatrillo que otra cosa. Le dije:​

  • Gema dice que le puso muchísimo​
  • Anda ya​
  • Sí, se pone cachonda total, seguro que hablamos de eso mientras follamos este finde​


Marisa me miró sonriendo y dijo:​

  • Pues luego me lo cuentas​
  • ¿El qué?​
  • Lo que diga Gema de mí​
  • Jajaja te interesa ¿eh?​
  • Tengo curiosidad​


Entonces llegaron los niños. Terminé el café y me fui diciéndoles que volvería el lunes por la mañana.



Llegué a la facultad y entré en clase sin cruzarme con Marta. La vi en su sitio de siempre, rodeada por Charo y Jorge. También vi a Ale pero más atrás. Tras terminar las dos primeras clases salí fuera para tomarme un café, estaba aún muy cansado por la juerga nocturna. Miré el móvil que tenía en silencio y vi un mensaje de Sara que decía que me esperaba en el bar. Bajé y la vi sentada. Me acerqué y, al verme, arrugó la nariz con enfado. Dijo:​

  • Me follas y te vas, ni te quedas a pasar la noche ni te despides​
  • Joder, siempre me tienes que echar la bronca por algo​
  • Coño, que menos que despedirte ¿no?​
  • Estabas dormida, y hoy tenía que madrugar, por eso me fui, para no despertarte temprano​
  • Ya, seguro​
  • A todo esto, buenos días​
  • Sí, eso de buenos… ¿Sabes que me ha pasado esta mañana?​
  • No​
  • La zorra de Laura me ha echado la bronca por lo de anoche​
  • ¿Cómo? (haciéndome el tonto)​
  • Que dice que dimos un espectáculo porno muy exagerado, la muy zorra​
  • ¿Eso dice?​
  • Sí, que parecía que estábamos rodando una porno por los gritos exagerados​
  • Jajaja​


Se me acercó y dijo:​

  • ¿Tanto grité? No me acuerdo​
  • ¿No te acuerdas?​
  • No, estaba un poco borracha, ya lo sabes​
  • Ya​
  • Bueno, el polvo no sería nada del otro mundo, ni me acuerdo​


Y me miró de forma chulesca. Me reí y dije:​

  • Pues gritaste, y bastante​
  • Bueno… pues que se joda, una no va a poder echar un polvo tranquilamente en su casa​
  • Jajaja​
  • Por un par de gritos la que me ha liado, la muy estúpida…​
  • Gritaste algo como “PARAAAAA QUE ME CORROOOOOOO”​
  • ¡¡¡Anda ya!!! no seas mentiroso​
  • Sí jajaja​


Se quedó mirándome con desconfianza. Luego dijo:​

  • Es por tu culpa, no me quería correr tan pronto​
  • Jajaja pero ¿no decías que no te acordabas?​


Me miró con cara de “eres idiota”. Dijo:​

  • Y deja de querer darme por el culo, eso no va a pasar​
  • ¿Seguro?​
  • Sí, y me cortas el rollo, deja de intentarlo​
  • Te gustó con dos dedos​
  • Dedos, no eso​


Haciendo un gesto despectivo hacia mi polla. Nos callamos y entonces dijo:​

  • En fin… pues ya verás la semana que viene cuando follemos los tres juntos, va a alucinar con nuestros gritos​
  • ¿Vamos a follar con Laura?​
  • No, idiota, con esa ni de coña, es una monjita y un poco gilipollas​
  • Bueno, follas conmigo y soy gilipollas ¿no?​


Me miró con cara de “eres totalmente estúpido”. Entonces dijo:​

  • No soy lesbiana, que parece que me quieres liar en un trío con cualquiera​
  • Pero si estás deseando follar con Gema​
  • Solo con Gema, no con otras tías, idiota​
  • Ah​


Le dije que tenía que volver a clase pero ella me agarró del brazo para pararme y me dijo:​

  • ¿A qué hora me recoges?​
  • ¿Cómo? te dije que me tengo que ir a mi pueblo​
  • Ya, y de camino me dejas en el mío​


La miré sonriendo, que cara tenía. Le dije:​

  • Tu pueblo me pilla lejos, lo sabes​
  • Bueno, unos kilómetros, no es nada​
  • ¿Nada? Una hora en coche, no te jode​
  • ¿A qué hora te vas?​


La tía me iba a dar el coñazo pero bien. Le dije:​

  • No puedo llevarte Sara, en cuanto terminen las clases salgo pitando, he quedado con mi padre​
  • Pues le dices que llegarás un poco más tarde​


El problema era que había quedado con Gema para recogerla en la estación de tren. La miré y me inventé algo rápido:​

  • No puedo, tengo que ir con él porque tengo que ayudarle justo a esa hora, no puedo llegar tarde​
  • Joder, Dani​
  • ¿Qué? No puedo Sara, no todo gira a tu alrededor​
  • Que gilipollas eres​


Y se levantó cabreada. Entonces dijo:​

  • Pero el domingo sí me recoges​
  • No, el domingo no vuelvo​
  • ¿Cómo? pero ¿Cuándo vuelves?​
  • El lunes​
  • Joder, yo paso de madrugar para venir​
  • Pues te vienes el domingo en autobús​
  • Que idiota eres… nos venimos el domingo por la tarde​
  • No puedo, tengo que trabajar esa tarde​
  • Joder​


Y se fue sin decirme nada más. La miré irse, iba con minifalda como casi siempre, algo más larga que la de la noche anterior. Pensé “está buena pero que creída es”. Miré a mi alrededor y vi a varios mirándola mientras se iba. Sonreí, era normal, la minifalda le marcaba bien el culo y ella sabía moverlo.



SARA

“No sé por qué le hablo al tonto este” iba pensando mientras caminaba cabreada “¿Es que no se da cuenta que lo de venirnos el domingo es para echar un polvo esa noche? ¿Tan cortito es? Paso de este tío, que le den por culo”.



DANI

Volví a clase y, en cuanto terminaron, fui a por Gema. La esperé hasta que llegó su tren. No la reconocí hasta que casi estuvo frente mía. Iba con el pelo recogido, de rubia sin colorines como solía llevar, y con un vestuario que no me esperaba, iba con falda ejecutiva y camisa blanca. Me quedé sorprendido al verla con ropa de trabajo.



Gema me sonreía mientras tiraba de una maleta con ruedas y una bolsa de hombro. Me abrazó fuerte y me dio un beso en los labios. Entonces se separó y me dijo:​

  • ¿No me veías?​
  • No te esperaba así, te buscaba en leggins y camiseta jeje​
  • Jajaja, voy disfrazada de chica buena y trabajadora​


Entonces me volvió a abrazar y esta vez sí me dio un beso en condiciones, con lengua y largo. Se separó y fui a coger su equipaje pero me dijo:​

  • Espera, que Juan me trae la otra maleta​
  • ¿Otra?​
  • Sí, claro jaja, además, tengo ganas de que os conozcáis​


Entonces vimos llegar a un tío alto, con chaqueta, muy sonriente y buena percha, y negro. El tío se acercó y me dio la mano presentándose. Me quedé un poco cohibido, el tío tenía muy buena presencia, unos treinta años, alto, guapo, atractivo… Gema nos agarró a cada uno de un brazo y dijo:​

  • Vamos a comer los tres, que estoy muerta de hambre​


Juan dijo que mejor nos dejaba solos pero Gema insistió y al final nos acercamos a un bar cercano donde nos pedimos unas cervezas y tapas. Allí los dos no pararon de hablar de los días de trabajo, de líos, de anécdotas… veía a Gema feliz con Juan y cada vez me sentía más fuera de lugar. Además, se notaba que el tío era buena gente y muy buena compañía. Entonces Juan se levantó y dijo que se tenía que ir, que su pareja lo esperaba. Me quedé sorprendido. Gema le dio un beso en la boca y lo vimos irse. Le dije:​

  • ¿Tiene pareja?​
  • Sí, claro ¿No has visto como está de bueno?​
  • ¿Y le pone los cuernos?​
  • Sí​
  • Ya pero…​
  • Sí, ya, que tiene novia, es normal que esté pillado, pero a mí no me importa, no soy celosa jajaja​


Entonces Gema me miró sonriente y, levantándose y abrazándome, dijo:​

  • Ayyy, que ganas tenía de verte nene​


Dándome un morreo largo y húmedo. Se separó sonriente y preguntó:​

  • Bueno ¿Cómo estás?​


La miré y dije:​

  • Ufff, mal, por ti​
  • ¿Por mí? ¿Qué he hecho? (poniéndose seria)​
  • Me refiero a que no voy a ser buena compañía este finde y siento que me tengas que aguantar así​
  • No digas tonterías ¿Aún sigues triste?​
  • Algo​
  • No te preocupes, tengo muchísimas ganas de estar unos días contigo, ya nos animaremos, ya verás​


Y yo pensaba por dentro que Gema iba a pasar de estar con un tío genial como Juan, a estar con un deprimido como yo. Me sentí peor. Entonces Gema dijo:​

  • Anda, vamos a comer algo más contundente y hablamos, luego nos vamos para la casa que he alquilado​


Durante el almuerzo, Gema me iba contando cosas, sin parar de reír. Era la Gema de siempre, risueña, habladora, extrovertida a tope. La escuchaba callado, sonriendo al escucharla contar alguna cosa. Entonces se calló y dijo:​

  • ¿Y Marisa?​
  • Bien​
  • ¿Habéis follado más?​
  • No, no desde que nos escuchaste, no he estado de humor​
  • Ufff, no me lo recuerdes, que me pongo cachonda jajaja​


Miré a mi alrededor, Gema no tenía un tono de voz bajo. Vi como varios tíos nos miraban. Sonreí pensando que seguro que me envidiaban. Entonces el dije a Gema:​

  • Pero anoche salí con Sara​
  • Ahhhhhhhhh ¿Y qué pasó?​
  • Pues algo​
  • Jajaja entonces estás de mejor ánimo ¿no?​
  • Pufff, no sé… es que es Sara​
  • ¿No te divertiste?​
  • Sí, si en la cama no está mal, pero es que luego, puffff​
  • ¿Qué ha pasado?​


Y le conté la bronca de esa mañana. Gema se rio y dijo:​

  • Es que la pobre tiene más ganas de ti jaja​
  • No creo, si no para de criticarme con todo​
  • Jajaja​
  • Que si tardo en correrme, que si me voy sin avisarla, que si son polvos del montón…​
  • Es que es muy criticona, ya lo sabes​
  • Ya, ya, pero pufff, me quita todas las ganas… pero durante el sexo, disfruta, estoy seguro, pero luego, es un incordio y lo critica todo ¿Tú ves normal que le moleste que tarde en correrme?​
  • Jajaja​
  • Además, ya sabes que no soy de los que tarda, joder, si contigo y Marisa las paso putas aguantando​
  • Jajaja, pobre​
  • Es que no la entiendo​
  • Pues Sara, cuando me habla de ti, lo hace contenta​
  • Sí, seguro, si no para de llamarme gilipollas, y lo tengo que ser por aguantarla​
  • Jajaja, ¿Sabes qué es lo que más le jode de ti?​
  • No​
  • Que nunca la llamas​
  • Ah, ya, sí, eso me lo ha dicho, pero joder, que no somos novios para tener que estar pendiente de ella, joder como sois las tías con las putas llamadas y exigencias​
  • ¡¡¡¡Oye!!!! que yo no soy así​
  • Sí, bueno, una excepción, mira Marisa, otra igual, a ver por donde sale en unas semanas cuando no folle con ella porque tú me tengas muerto​
  • Jajaja​
  • Porque me vas a tener muerto ¿no? ¿o ahora solo tienes ojitos para Juan?​
  • Jajaja, tengo ojos para todos jajaja​


Nos quedamos callados unos segundos y al poco, preguntó:​

  • ¿Quieres hablar sobre Marta?​
  • Mejor no, no hagas que me vuelva a desanimar, otro día ¿vale?​
  • Mmmm vale, pero tenemos que hablar​
  • Ya, bueno, el domingo, ahora solo quiero pensar en ti​
  • Jajaja​
  • Estás muy sexy así vestida​
  • ¿Sí? mmmm ¿Me quieres follar así?​
  • Ya te digo​
  • Jajaja, pues ya mismo, venga, te invito y nos vamos​


Nos metimos en mi coche y ella me guió a un pueblo en el interior. Allí recogió una llave y luego me guió a una casa en medio de la nada. La casa estaba muy bien pero me extrañó el sitio porque no había nada cerca donde salir a tomar algo, bailar… Gema me respondió que era para estar tranquilos, charlar, descansar “y que no se escuchen mis gritos cuando me azotes jajaja”. Le puse mala cara, no se había olvidado de eso. Pero Gema se rio y entramos en la casa.



Me explicó que había pasado allí un finde con unos amigos hacía tiempo. La casa tenía hasta piscina pero estaba descuidada y ya no hacía tiempo de bañarse. Fuimos al dormitorio principal y Gema se tiró en la cama diciendo:​

  • Bueno, ¿me desnudo o me follas así?​
  • ¿Cómo la chica sexy de la oficina?​
  • Jajaja​


Entonces se soltó el pelo en un movimiento muy sensual y ya no pude resistirme más y me eché sobre ella, besándola por todos lados. Fue un polvo rápido pero muy intenso, los dos con muchas ganas.



Después se duchó, cambió de ropa y fuimos de nuevo al pueblo a comprar comida para el fin de semana. Dimos un paseo por el pueblo, charlando tranquilamente, llegamos a la casa, nos hicimos una cena tranquilamente. Gema no paraba de hablar y contar cosas. Me enteré que ella también estaba estresada, por el trabajo y por Lily, que la presionaba cada vez más para que se fuera a vivir con ella.



Nos acostamos temprano, los dos cansados pero echamos otro polvo rápido pero muy satisfactorio antes de dormirnos.



A la mañana siguiente, desayunamos, paseamos por el campo, volvimos para preparar la comida, almorzamos… todo muy tranquilo y con mucha charla. Al final le hablé de Marta, de mi decepción con ella, que no sabía que hacer con ella,... Gema me decía que paciencia, que no la atosigara…



Después de comer, salimos fuera a la piscina. Hacía mucho sol y Gema se desnudó para tomar el sol. Hice lo mismo y nos quedamos tumbados al sol como dos lagartos. Entonces escuché el móvil de Gema, un mensaje. Gema lo miró y dijo:​

  • Es Sara​
  • Ah​
  • ¿Te ha escrito?​
  • Que va, tiene que estar cabreada​
  • Jeje​
  • Además, ahora pasará de mí mientras tú estés, querrá solo follar contigo​
  • Noooo, jajaja​
  • Creo que sí, no ha parado de quejarse que no venías, que tenía ganas de ti…​
  • Pero es que yo te tengo a ti, a Juan… no voy a estar solo con ella jajaja​
  • Ya, ya​
  • La pobre, le encantaría estar aquí con nosotros​
  • Seguro, para follarte sin parar jeje​
  • Jajaja, y a ti​
  • Que va, eres su mejor amante​
  • ¿Sí? a ver, se lo voy a preguntar​


Y se puso a chatear con ella. De vez en cuando sonreía o se reía a carcajadas. Estuvo un buen rato mientras yo me adormilaba al sol. Al rato, Gema me llamó y la miré medio dormido. Me dijo:​

  • Toma, lee​


Dándome su móvil mientras me sonreía. Lo cogí y ella cerró los ojos y se estiró para que el sol le diera más de lleno. Miré el móvil, era la conversación con Sara. Empecé a leer…​

  • S: Nena, me aburro ¿Qué haces?​
  • G: Tomar el sol​
  • S: Yo también​
  • G: Desnuda​
  • S: ¿Síííí???? Pero ¿Dónde?​
  • G: En una piscina​
  • S: ¿Sola?​
  • G: No, tengo al lado a un tío bueno, también desnudo​
  • S: Joe, que zorra​
  • G: Jajaja​
  • S: ¿No te puedes venir mañana?​
  • G: No, no puedo, pero el lunes estoy en el piso​
  • S: Joe, sois unos cabrones​
  • G: ¿Quiénes?​
  • S: Tú y Dani, pasáis de mí​
  • G: ¿Dani pasa de ti?​
  • S: Sí, es un gilipollas, sigue en el mismo plan, o es lelo o se está follando a otra, porque mira que se lo dejo bien claro, que quiero follar más con él, pero nada, no se entera o pasa​
  • G: Jajaja​
  • S: ¿No te ha dicho si se está follando a otra?​
  • G: ¿Celosa?​
  • S: ¿De eseeee???? que vaaaa​
  • G: ¿Entonces? Si no son celos ¿Qué es?​
  • S: Yo que sé​
  • G: ¿No lo sabes? No me lo creo​
  • S: Jajaja, vale, vale, que me gusta como me folla​
  • G: Jajaja​
  • S: Es bueno en la cama ¿no crees?​
  • G: Sí, claro​
  • S: El jueves salimos… y como siempre, me costó que se animara, pero cuando se anima, uffff, me pone perrísima jajaja​
  • G: ¿Sí? ¿Te cuesta que se anime? ¿No se le levanta?​
  • S: No, eso no, que va, si se le pone dura enseguida, un par de besos y ya la tiene durísima jaja​
  • G: ¿Entonces?​
  • S: Que me cuesta animarlo para salir o venir a casa a follar, le tengo que insistir mucho, es gilipollas, me pone negra​
  • G: Jajaja​
  • S: Pero luego, cuando se pone ufffff, el jueves fue una pasada​
  • G: ¿Por?​
  • S: Me flipa que me folle con esa polla que tiene, no tardo nada en correrme, no sé como lo hace jajaja​
  • G: Da mucho gustito jaja​
  • S: Pero es que encima, sabe besar, sabe tocar, y sabe comerlo, joder, como me lo comió el otro día, alucinaba jajaja​
  • G: Sí, lo hace bien jiji​
  • S: El jueves me descontrolé totalmente, incluso la nueva me echó la bronca, por mis gritos​
  • G: Jajaja​
  • S: Es que no podía evitarlo, fue una locura, te juro que nunca me había pasado algo así, ni con él ni con nadie​
  • G: ¿Qué te pasó?​
  • S: Que me corrí varias veces o tuve un orgasmo muy largo o yo que sé, pero me dejó muerta, es que ni me acuerdo bien​
  • G: Jajaja​
  • S: No sé, quizás es que iba borracha pero no es la primera vez que follo borracha, o quizás ese pollón que tiene, que me pone muchísimo uffff al día siguiente me dolía todo el cuerpo, incluso la garganta de tanto gritar​
  • G: Jajaja​
  • S: Que tú estarás acostumbrada a esas “cosas” pero yo no, que mis ligues han sido todos pichacorta al lado suya​


Paré de leer, joder, pero ¿De qué iba esta tía? que al día siguiente me había dicho que había sido un polvo del montón, flipaba con ella. Seguí leyendo:​

  • S: Y le digo de quedar el finde para follar todo el día, y el tonto que no, que tiene que trabajar, joder con el puñetero niño bueno​
  • G: Pobre​
  • S: Pobre yo, que sigo cachonda​
  • G: Jajaja​
  • S: He estado a punto de escribirle un par de veces para que se venga esta noche, que tampoco está tan lejos, pero como me rechace otra vez y le tenga que insistir, lo mato​
  • G: Jajaja​
  • S: ¿Le escribo?​
  • G: Noooo, déjalo, estará cansado​
  • S: Ya, eso me dirá… pufff, joder, por eso digo que sois unos cabrones​
  • G: Jajaja el lunes te lo compenso, te invito a cenar y luego…​
  • S: Mmm​
  • G: ¿Qué?​
  • S: Que se venga también Dani ¿no? También tendrá ganas de verte​
  • G: ¿Sí? ¿Mejor los tres?​
  • S: Sí ¿No? ¿Te molesta?​
  • G: No, para nada, solo me sorprende​
  • S: Es que, bueno, primero lo hacemos sufrir mirando, y luego, lo matamos a polvos jajaja​
  • G: Buen plan​
  • S: Verás que cuando se lo proponga no pone pegas y se apunta rápido, contigo babea y hace lo que tú quieres, y a mí, ni caso​
  • G: No es eso, es que lleva también sin verme semanas​
  • S: Ya, ya… pero está coladito por ti​
  • G: Normal ¿no? jajaja​
  • S: Que zorra eres​


Seguían hablando de otras cosas, de ropa, de que se pondrían, donde iríamos a cenar… dejé la lectura y me quedé pensando. Entonces Gema dijo:​

  • Por eso me reía cuando me contabas que te criticaba tanto​
  • Pero, si le gusta como follo ¿Por qué luego es tan… zorra criticando todo???​
  • Jajaja, fachada​
  • ¿Fachada?​
  • Está acostumbrada a que los tíos vayan detrás de ella, no al revés​
  • Fue detrás del tío aquel con el que le puso los cuernos a Ale ¿no?​
  • Y se sentía como el culo por aquello, decía que fue patética, así que contigo intenta mantener las formas, fachada​
  • Que complicadas sois… pero vamos, que tenga la fachada que quiera, pero que deje de tocarme los cojones con tanta queja​
  • Jajaja​


Y nos quedamos callados. Entonces Gema dijo:​

  • De nada​
  • ¿Por dejarme leer la conversación?​
  • Por enseñarte a comer bien un coño, que ya has visto lo que dice de tus habilidades orales jajajaja​
  • Jajaja que antes no lo hacía mal​
  • Eso es lo que tú te crees jajaja​


Y se tiró un rato riéndose de mis pocas habilidades orales al principio. Le pregunté:​

  • ¿Y Sara? ¿Lo hace bien?​
  • Pseeee (haciendo un mohín con la boca)​
  • ¿No?​
  • Es mucho mejor con los dedos​
  • Ah​
  • Tiene poca paciencia ¿La chupa bien?​
  • No lo hace mal​
  • Pero ¿Te la chupa solo para ponértela dura o está un ratito?​
  • Ah, ya te entiendo… no lo hace solo unos segundos para ponerla dura, la chupa, lame… bien, no me quejo de eso​
  • Pues con los coños no es así, se nota lo que le va más jaja​
  • Pues la enseñas jeje​
  • No creo que con ella lo consiga​
  • ¿No te corres cuando te lo come?​
  • Que vaaaa, casi no me corro con Sara​
  • ¿No???? pero si tú no paras de correrte cuando lo haces, o eso dices jeje​
  • Pero eso es contigo, con Lily… con buenos amantes jajaja​
  • ¿Sara no lo es?​
  • No... a ver, me divierto y me da mucho gustito, pero no es buena amante​
  • Pues enséñala​
  • No, tú escuchas, observas, lo intentas, incluso pones cosas de tu parte… pero ella no es así​
  • Ah, pues te hace caso en algunas cosas​


Y le conté lo del dedo por detrás. Gema se rio y dijo:​

  • Mira, eso no me lo esperaba, y no recuerdo si a mi me lo ha llegado a hacer, pero yo a ella seguro​
  • Pues me lo hizo sin yo decirle nada​
  • Jajaja, me sorprende…​


Nos volvimos a quedar callados, los dos tumbados desnudos, tomando ya los últimos rayos de sol de la tarde. Entonces Gema dijo:​

  • Examen sorpresa​
  • ¿Qué?​
  • Ven y muestra lo bien que te he enseñado​


La miré sonriendo y le dije:​

  • ¿Te han entrado ganas?​
  • De eso siempre tengo ganas jajaja, pero con tanto hablar del tema…​


Mirándome picaronamente. Le dije:​

  • Vale, vamos dentro​
  • No, aquí​
  • ¿Aquí? Nos puede ver cualquiera​
  • Estamos en el quinto pino, me importa una mierda quien pueda mirar, venga, vente​


Me levanté y fui a ella, para besarla, tocarla y terminar comiéndoselo hasta que se corrió. Al terminar, Gema dijo:​

  • Aprobado con nota alta jajaja​
  • ¿No merezco un sobresaliente?​
  • Jajaja, un nueve alto​


Entonces me cogió la polla, que la tenía dura, y me dijo:​

  • Ahora venga, remata la faena, fóllame​


Me puse encima y follamos en el jardín, cualquiera que pasara por allí nos podía ver porque aquello no tenía ni vallas ni nada, estaba totalmente expuesto. Follamos en varias posturas hasta terminar los dos tumbados sobre el suelo, recuperándonos de nuestros orgasmos. Gema se giró hacia mí, y sonriendo, dijo:​

  • Por cierto, esta noche seguiremos con tu aprendizaje​
  • Ah, ¿Todavía te queda algún consejo sobre como comer un coño?​
  • Jajaja, siempre hay cosas que aprender a ese respecto, pero no, esta noche aprenderás a azotar con un cinturón jajaja​
  • ¡¡¡Gema!!! que no, no pienso pegarte​
  • Anda que no​
  • Joe, mira, si me dices Sara pues vale, con la mala hostia que me pone cuando habla, pues sería capaz​
  • Jajaja​
  • Pero a ti, que va, imposible​
  • ¿Te tengo que poner de mala hostia? a ver, déjame que piense ¿Qué era eso que te decía Sara?​
  • Tonterías por lo que veo​
  • Ah, ya… “a ver si no te corres tan deprisa” jajaja​
  • Que cabrona​
  • “A ver si duermes abrazado”, “A ver si me llamas más” jajaja​
  • Que tonta eres​
  • Jajaja​


Y estuvimos un rato bromeando.



SARA

  • Que sí petarda, que voy, no seas pesada​


Le dije hastiada a Yoli. Entonces ella dijo:​

  • ¿Y tu novio buenorro viene?​
  • Está trabajando​
  • Dile que se venga, os podéis quedar en una habitación​
  • Ya quisiera yo, pero es muy “responsable”​
  • Que ganas tienes de ese pollón que se gasta el chico​
  • Como tú estás acostumbrada al pichacorta de tu novio… aunque el italiano no la tenía mal ¿no?​
  • Chistttt, idiota, que estoy con el manos libre (hablando bajito y con susto)​
  • Joder, eres tú la que ha sacado el tema de las pollas​
  • Que zorra eres​
  • ¿Yo zorra? No fui yo la que le puso los cuernos al novio ni la que se pajea cada noche hablando y guarreando con el italiano​
  • Chisttttt, eso solo ha pasado un par de veces​
  • Ya, seguro​
  • Y tú también lo intentaste​
  • ¿El qué?​
  • Ponerle los cuernos a tu novio, pero el italiano te falló​


Miré el teléfono con cara de asco… mejor ni acordarme de aquello. Estaba cansada y dije:​

  • Bueno, que me voy a duchar, que sí, que iré a tu puta fiesta​
  • Llama a Dani​
  • Ya veré​
  • Os esperamos​
  • Ya, ya, adiós​


Y corté la llamada. Me tumbé en la cama. Si Dani no fuera tan subnormal, lo llamaría, pero el muy gilipollas pasaría, eso seguro. Me fui a la ducha.



Al salir, cogí el móvil y le escribí:​

  • ¿Aún trabajando?​


Tardó en contestar. Al final puso un triste:​

  • Sí​


“Joder, es gilipollas, de verdad que es gilipollas”. Me peiné sin pensar decirle nada, pero al final le escribí:​

  • Son las nueve ¿Tu padre te tiene esclavizado o qué?​
  • Tenemos lío​
  • ¿A qué hora acabas?​
  • No lo sé​
  • Me voy a una fiesta​
  • Ah, genial​


“Joder, que subnormal”. Le escribí:​

  • ¿No vas a salir?​
  • Estoy destrozado, no estoy para salir de fiestas​


“Idiota”. Seguí arreglándome y al rato le escribí:​

  • Pues descansa, que el lunes he quedado con Gema​
  • ¿Yo descansar? Serás tú, que Gema te va a dejar muerta jeje​
  • No, idiota, tú también te vienes​
  • ¿Ah sí? Pensaba que querrías follar a solas con ella​
  • ¿Cuantas veces te voy a tener que decir que no soy lesbiana?​
  • Jajaja​
  • Además, es cosa de ella, también tiene ganas de verte​
  • ¿Sí? pues genial​


“Mira como a esto no me pone pegas, será gilipollas, si Gema está de por medio, ni una queja ni excusa, que imbécil”. Entonces Dani dijo:​

  • El jueves me lo pasé muy bien​


Me dejó sorprendida. Continuó:​

  • Ya sé que estás acostumbrada a polvazos impresionantes, pero a mí me gustó mucho​


Miré el mensaje con una ceja levantada “Pero este tonto ¿Qué piensa? ¿Qué yo follo así todos los días?”. Le dije:​

  • A mí también me gustó​
  • Dijiste que ni te acordabas y que habría sido un polvo del montón​


“Lo dicho, es tonto”. Le contesté:​

  • No fue una maravilla pero estuvo bien​
  • Ajá​
  • A ver, si follo contigo y no eres mi novio, por algo será, hasta ahí llegas ¿no?​
  • Ahhh, ahí está la Sara de siempre, si no lanzas una queja, una pulla o un insulto, no eres tú​
  • No, joder, es que dices unas tonterías​
  • ¿Que te diga que fue un buen polvo es una tontería?​
  • No, que digas que fue un polvo del montón​
  • Eso lo dijiste tú, no yo​


GEMA

Salí de la ducha y entró Dani diciendo:​

  • Me está escribiendo Sara​
  • ¿Al final te ha escrito?​
  • Sí​
  • ¿Y qué quiere?​
  • Adivina​


Y me dio el móvil. Lo leí y le dije:​

  • Deja de picarla así nene​
  • Jajaja​
  • Que te gusta enfadarla​
  • No es eso, es que quiero que sea sincera, que miente más que habla, ya la has leído​
  • No te va a decir que follas de puta madre, ella no es así​
  • Algún día me lo dirá​
  • Jajaja​
  • Mira, está escribiendo​


Y me enseñó de nuevo el móvil. Sara escribió:​

  • S: Mira, paso de tus tonterías​
  • D: Vale​
  • S: ¿Te vienes a la puta fiesta o qué?​
  • D: ¿Qué fiesta?​
  • S: A la que voy a ir, nos podemos quedar a dormir, Yoli nos deja una habitación​


Dani me miró y le puse cara de pena. Le dije:​

  • Joe, me siento mal, con las ganas que tiene de echar un polvo contigo y nosotros aquí riéndonos de ella y mintiéndole​
  • Gema, que no es mi novia​
  • Ya, ya, pero si ella se enterara de que estamos los dos juntos, se sentiría muy dolida​
  • Lo sé, pero era nuestro finde, solos​
  • Claro​


Nos miramos. Entonces le escribió a Sara:​

  • D: Lo siento, de verdad que iría si pudiera, es un planazo eso de pasar la noche contigo, pero es que aún me queda tarea y mañana me levanto temprano​


Le sonreí y le dije: “Eso está mejor”. Vimos como Sara escribía para poner:​

  • S: Menuda mierda, eres un folla amigo horrible​
  • D: Ya​
  • S: Te dejo, que tengo que terminar de arreglarme​
  • D: Diviértete​
  • S: Eso intentaré, chao​
  • D: Adiós​


Me sentía mal por Sara. Miré a Dani que gesticuló con los hombros diciendo:​

  • Ya nos divertiremos los tres juntos el lunes​
  • Eso seguro​


Y le di un beso para luego decir:​

  • Anda, déjame que me termine de secar y me vista, y mientras prepara algo de cena, la noche será larga​


Y le sonreí maliciosamente.​
 

9



DANI

Me fui a la cocina a preparar algo de comer. Al rato llegó Gema con un sugerente vestido bastante escotado y cortito, guapísima. Terminamos de preparar la cena y luego nos sentamos a comer charlando y riendo.



El vestido de Gema no era ajustado, al revés, bastante holgado, e iba sin sujetador así que cada vez que se me acercaba o se inclinaba, le veía los pezones y me ponía malo. Gema se daba cuenta y me sonreía picaronamente, sabía que me estaba poniendo a mil. Encima, bebimos vino y a los dos se nos subió rápido con lo que las risas y tonterías no paraban.



Y durante la cena yo no paraba de acariciarla, darle besos… y en una caricia sobre su muslo, subí más la mano para comprobar que no llevaba bragas. Gema me miró inocentemente y me dijo:​

  • Para lo que me iban a durar puestas esta noche ¿no?​


Tronchándose de risa. Terminamos de comer y entonces se levantó para poner música diciendo:​

  • Tengo ganas de bailar​


Y tiró de mí para bailar, reír, besarnos, tocarnos, bailar más. Y luego se quitó el vestido para bailar desnuda, sensualmente a veces, otras alocadamente… Yo la miraba sin parar de decirme la suerte que tenía.



Después de bastante rato de dar vueltas y saltos bailando, se echó en el sofá, sudorosa y jadeante, mirándome provocativamente. Me acerqué a ella y me senté a su lado, para acariciarla lentamente. Gema me miraba, aún jadeante, mientras mis dedos recorrían su figura. Veía sus pezones duros, erguidos, su cuerpo brillante por el sudor. Entonces ella me puso una mano en la nuca y me acercó a ella para darnos un largo y húmedo beso. Después fui bajando para comerle las tetas mientras Gema no paraba de gemir.



Tras un rato chupando ambos pezones, volví a bajar, lamiéndola hasta su ombligo pero cuando fui a bajar más, Gema me paró y dijo:​

  • No, con la boca no​
  • ¿Qué? ¿Por qué?​
  • Me tienes que contar como azotaste a Marisa​
  • ¿Ahora?​
  • Sí, sigue con los dedos, pero lentamente, no me quiero correr aún, cuéntame lo de Marisa​


La miré unos segundos, no me apetecía hablar, quería follármela, pero Gema insistió así que con un dedo fui bajando hasta llegar a su pubis donde jugueteé un rato antes de seguir. Gema gemía, sin dejar de mirarme. Entonces empecé a contarle el episodio de Marisa y le metí un dedo para comprobar que lo tenía muy húmedo y entró sin ningún problema.



Seguí hablando, mirándola mientras movía mis dedos dentro de ella. Gema me miraba a los ojos, sin dejar de gemir y de escuchar, la veía con la boca abierta, respirando agitadamente, con ojos de vicio. Sabía que si aumentaba el ritmo de mis dedos, se correría rápido pero cuando lo intenté, me paró. Terminé de contarle todo lo de Marisa y Gema lanzó un suspiro. Pensé que ya querría follar pero entonces me dijo:​

  • Y ahora cuéntame lo de Fran y Sonia​


La tía no olvidaba nada. Le conté como me acerqué a la habitación de Fran y Sonia, como los encontré, como Sonia le suplicaba a Fran que quería más, como sonaban los latigazos, como Sonia gemía de placer con la polla de Fran en la boca. Y entonces me di cuenta que había ido aumentado el ritmo de mis dedos, y que Gema gemía sin control, y se tiraba de los pezones, y me miraba totalmente desquiciada y cachonda, y como de repente explotaba en un orgasmo que la hizo convulsionarse repetidamente.



Entonces nos quedamos quietos. Saqué mis dedos con cuidado mientras Gema seguía con los ojos cerrados, respirando agitadamente, recuperándose. Al poco abrió los ojos y dijo:​

  • Nene, que bien haces esto​
  • ¿Los dedos?​
  • Contar estas cosas, me pones... ufffff​


Se enderezó y me dio un largo beso húmedo. Al terminar me dijo:​

  • Espera aquí, ahora vengo​
  • ¿Dónde vas?​
  • Tengo que hacer “cosas”​


Y la vi irse dentro, pensé que al baño pero a los pocos minutos me llamó para que fuera al dormitorio. Fui y me la encontré de pie, sonriente, con un conjunto de ropa interior que no escondía nada porque eran tiras que le marcaban los pechos y le llegaban hasta la cadera. Era un conjuntito sado. En las caderas llevaba un liguero y se había puesto un tanga, medias y tacones. Además, al cuello llevaba un collar negro con una argolla plateada. Me sonrió y dijo:​

  • Hoy soy tu perrita ¿te gusta?​


Mientras se giraba 360 grados para mostrarme como le quedaba el conjuntito. Entonces alargó la mano para darme un cuerda que estaba atada a la argolla de su collar.



Me quedé sin habla. Entonces me fijé que en la cama había puesto un montón de cosas “raras” y me puse muy nervioso al ver lo que eran. Ella me sonrió y dijo:​

  • He ido de compras jajaja​
  • Pero ¿esto es en serio?​
  • Claro ¿No te gusta?​
  • Joe, Gema, es que yo…​
  • Verás como nos divertimos​


Miré de nuevo a la cama para ver una pala, una fusta, unas esposas, un par de plug anales, uno de ellos con cola, una mordaza… la miré muy nervioso. Gema dijo:​

  • Esta noche eres mi amo​
  • Pero Gema...​
  • ¿Sí, amo?​
  • Ufff, de verdad que yo no puedo…​


Gema me dio la espalda y se inclinó poniendo las manos en la cama, sacando su culo y dijo:​

  • ¿Me pones la colita de zorrita, amo?​


Miré el culo de Gema, tan perfecto, tan redondito, y miré el plug anal que terminaba en cola de animal, de zorra por lo que parecía. Volví a mirar a Gema, que tenía la cabeza girada hacia mí y sonreía. Entonces me dije “bueno, vamos a jugar, a ver que pasa”. Y tiré de la correa, cosa que Gema no se esperaba y soltó un gritito de sorpresa. Tiré, no con fuerza pero sí lo suficiente para hacer que se enderezara de nuevo y viniera hacia mí hasta quedarse a escasos centímetros. Nos miramos, ella sorprendida y yo pensando. Entonces le dije:​

  • ¿Vas a obedecerme en todo?​


Gema sonrió triunfante y dijo:​

  • Sí, amo​
  • ¿Y si solo quiero follarte sin nada de esos juguetes ni azotes?​
  • No, eso no vale…​


Le pegué con la mano un golpe seco en una nalga. Gema me miró con los ojos abiertos de sorpresa. Le dije:​

  • Si solo quiero follarte ¿Qué me vas a decir?​


Gema me miró, se notaba que no quería solo eso, pero no sabía como decírmelo. Le di otro manotazo en la otra nalga y Gema dio un respingo y un gritito. La miré y dijo:​

  • ¿En qué postura me pongo, amo?​


Le sonreí y le dije:​

  • Eso está mejor​


Gema sonrió y le dije:​

  • Ponte como estabas​


Gema volvió a la cama y se inclinó para darme su culo. Se lo acaricié. Vi que se le había sonrojado la zona de los manotazos y se lo acaricié con suavidad. Entonces me dirigí al otro lado de la cama, a ver los juguetes más de cerca. Pasé la mano por ellos, lentamente, mientras nos mirábamos. Hice como que dudaba entre si coger la fusta u otra cosa. Gema me miraba expectante. Entonces cogí el plug y el botecito de lubricante que había traído.



Me situé de nuevo detrás de ella y le dije:​

  • Ponte a cuatro sobre la cama​


Gema obedeció de inmediato apoyando sus rodillas en la cama. Dejé el plug y el bote en la cama y bajé despacio el tanga hasta sus rodillas. Me quedé mirando su coño y su ano. El coño se le notaba algo húmedo y el ano cerrado. Me quedé pensando que era raro que no lo tuviera más abierto con lo que le gustaba el sexo anal. Le pregunté:​

  • ¿Juan te ha follado el culo?​


Gema se quedó callada unos segundos, extrañada, y luego dijo:​

  • Sí​
  • ¿Cuándo fue la última vez?​
  • Mmmmm el jueves por la noche​
  • ¿Te corriste?​
  • Sí, varias veces​
  • Digo durante el sexo anal​
  • Ah, sí, al final, fue alucinante porque…​


Entonces le pegué una fuerte palmada. Gema gritó. La miré preocupado y le dije:​

  • Gema, si me paso dímelo ¿eh?​
  • ¿Qué? No, ha sido que no me lo esperaba jiji​
  • ¿Seguro? Si es muy fuerte, me lo dices ¿Vale?​
  • Sí, sí, no te preocupes, sigue que vas bien jiji​


Me quedé callado unos segundos, planteándome si dejarlo o jugar algo más. Ver su culo ahí tan cerca me tenía malo, ya la tenía dura y a punto de romper el pantalón corto que llevaba. Le dije:​

  • Contesta solo a lo que te diga, sin explicaciones de más​
  • Ah, vale​
  • ¿Ah vale?​
  • Sí, lo entiendo​


Le pegué otra palmada. Ella volvió a dar otro gritito y me miró sin comprender. Le dije:​

  • ¿Así te diriges a mí?​
  • Ah, perdona, amo​
  • Bien​


Seguí mirándola, con su liguero, medias, tacones, el tanga por las rodillas, a cuatro patas sobre la cama, me estaba poniendo cada vez peor. Entonces Gema puso una de sus manos en una nalga y la separó, mostrándome aún más el ano, y dijo de forma suplicante:​

  • Amo, por favor​


Quería el plug en su culo pero no pude resistirme más y me lancé a lamerle las nalgas, el ano, el coño… no podía contenerme. Gema empezó a gemir y se arqueaba más y más, sacando culo. Y le metí un dedo, dos, y noté que se iba a correr y entonces paré. Gema protestó y le di una nueva palmada. Entonces cogí el plug y le eché lubricante para luego metérselo con cuidado. Gema se estremeció lanzando un largo gemido.



Me aparté un poco para verla, con su cola de zorra. Me quité rápidamente el resto de mi ropa y Gema miró hacia atrás viéndome la polla totalmente dura, y sonrió. Entonces se movió más al borde para que se la metiera fácilmente. La cogí por las caderas, aparté la cola de zorrita y se la metí en un coño totalmente mojado, entrando sin ninguna dificultad. La follé rápido con una Gema que no tardó en correrse. Y me di cuenta que yo tampoco iba a durar mucho más. Me planteé parar y seguir con un poco más de azotes o algo para aguantar más pero ya no podía parar. Le quité el plug y me eché lubricante rápidamente, para metérsela por detrás.



El gemido de Gema fue tremendo seguido por un grito “FÓLLAME DURO, AMO”, y eso hice, cogiéndola de las caderas y follándole el culo rápidamente, sin miramientos. Gema gritaba y gemía sin parar, y noté como se tocaba y entonces dijo que se iba a correr y ya no aguanté más y me corrí dentro de ella.



Me quedé unos segundos agarrado a sus caderas, sin parar de convulsionarme, mientras a ella le pasaba lo mismo. Luego me separé despacio. Vi caer mi semen de su culo y me eché en la cama. Gema hizo lo propio y se quedó tumbada boca arriba, respirando rápidamente.



Vi los juguetes que no habíamos usado y me dio remordimientos. Le dije:​

  • Gema, lo siento, no he podido aguantarme​
  • Jajaja, nene, ha sido genial​
  • Ya, pero no hemos usado nada de eso​
  • Ayy, pero nene, no te vas a librar tan fácilmente, la noche es larga jajajaja​


Y me dio un buen morreo. Nos quedamos tumbados durante un rato, recuperándonos. Entonces se levantó y se quitó el tanga que aún tenía por entre sus piernas, y se fue al baño.



GEMA

Tiré de la cisterna y me limpié bien, que aún esperaba más acción esta noche. Me miré al espejo, tenía los ojos brillantes por el vino pero bien el resto, no tenía cara de cansada ni nada.



Giré un poco las caderas para verme el culo, a ver si se notaba algo las palmadas pero no, Dani había sido muy blandito con los golpes. La verdad es que todo había sido muy light, solo en un par de momentos había estado dominante como yo quería pero luego se había vuelto a desinflar. Y el pobre, se había puesto cachondísimo muy pronto, “mira que era fácil calentarlo” pensé sonriendo “Sara tiene razón, es facilísimo ponérsela dura”.



Me arreglé un poco el liguero y las medias, y pensé “Bueno, vamos a por el segundo asalto, a ver si se anima a ser más dominante”.



Salí y lo vi tumbado “está muy bueno el chico”. Le sonreí y noté como empezaba a ponerse nervioso. Pensé “Voy a jugar un poco con él, a calentarlo, a ver si se le pone ya dura o no”.



Me paré delante de un espejo y me miré en él, dándole la espalda, para que viera mi culo que sé que le pone muchísimo. Me arreglé el pelo, el conjuntito,... y dije:​

  • Mmmm, me gusta como me queda esto​


Lo miré y vi como me observaba casi con la boca abierta. Me giré mirándome en el espejo, haciendo posturitas y le dije de nuevo:​

  • Es muy sexy y provocativo ¿no crees?​
  • Ya te digo… uf, que culo tienes Gema​
  • jajaja oye, por cierto ¿Por qué me has preguntado por Juan?​
  • Ah, no sé…​
  • Es que es raro que me preguntes por otro justo antes de follarme ¿No crees?​
  • Es que… no sé, por saber si llevabas tiempo sin hacerlo por detrás o no, por llevar más cuidado​
  • ¿Sí? ¿Por eso?​
  • Y por curiosidad​
  • Ahhhh jajaja, pero si ya sabes que me encanta el sexo anal​
  • Ya, es verdad​
  • ¿Y tú? ¿Llevabas tiempo sin hacerlo?​
  • No, con Marisa… ya sabes que le gusta también​
  • Ah, claro ¿Y con Sara?​
  • Que va, es anti sexo anal, lo he intentado alguna vez y pufff, medio se cabrea​
  • Pues yo he jugado con su culito​
  • Y yo también, pero solo con dedos​
  • Como Lily, solo quiere un dedito detrás, y le gusta, pero nada más​
  • Bueno, con Sara he probado dos dedos y le gusta, pero no quiere pasar de eso​
  • Tiene miedo a tu cosa jaja​
  • Supongo​
  • Se lo tienes que ir abriendo poco a poco, con un plug por ejemplo, como hiciste con Marta​
  • Marta fue mucho más receptiva, me dejó probar, despacio al principio pero ella no me ponía pegas como Sara​
  • Ya​
  • A veces pienso que en el último polvo con Marta me pasé mucho con el sexo anal y la asusté​
  • No creo, nene, ya sabes lo que pienso de eso​
  • Ya, bueno, dejemos el tema, que me deprime​


Nos callamos y seguí mirándome en el espejo y, de pronto, se me ocurrió una cosa y dije:​

  • Espera, ahora vengo​


Y salí casi corriendo, lo que me dejaban los tacones sin que me matara. Cogí mi móvil y volví a la habitación. Le dije:​

  • Hazme unas fotos​
  • ¿Y eso?​
  • Se las quiero enviar a Lily, que antes me envió una foto para calentarme, la muy guarra​
  • ¿Sí?​
  • Sí, que iba a salir y se ha vestido de forma provocativa porque se quiere tirar a un tío​


Lily iba a estar fuera durante unas semanas, en Londres, por trabajo. Y ella sabía que Dani y yo íbamos a pasar el fin de semana juntos. Entonces Dani me preguntó:​

  • Pero ¿A ella le gustan estas cosas?​
  • ¿A Lily que la azoten? que vaaa, si no le gusta nada el dolor, ni sexo anal quiere porque le duele​
  • ¿Entonces?​
  • La quiero calentar y estoy sexy ¿no?​
  • Muchísimo​


Dani se levantó y se me acercó. Le alargué el móvil desbloqueado y entonces me dijo:​

  • Enséñame la foto de Lily​
  • Abre el whatapps​


DANI

Lo abrí y vi que tenía mensajes sin leer de varios, entre otros de Juan, pero con la última que había hablado había sido con Lily hacía un par de horas. Entre en la conversación y vi la foto. Lily iba con un vestido escotado, corto, sexy, estaba tremenda. Escuché que Gema me dijo:​

  • Está guapísima ¿eh?​
  • Sí​
  • Que guarra es, mandarme eso para calentarme jajaja​
  • Ya jeje​
  • Lee, lee, verás que zorra es​


Lo decía riéndose, no de mal humor, al contrario. Leí un poco, como las dos se calentaban entre ellas, y como hablaban sin corte alguno de que Gema me iba a follar toda la noche y Lily se iba a tirar a un inglés. Vaya dos locas. La miré sonriendo y empecé a hacerle fotos mientras Gema ponía caras y posturas. Cuando llevaba unas pocas, miró a la cama y cogió la fusta y le hice alguna más, y luego ella misma se puso el plug anal de la cola, para que le hiciera más fotos. Con la tontería y las posturitas, me fue calentando y ella lo notó enseguida porque no había forma de ocultar como iba creciendo mi polla. Me sonrió y siguió con posturas cada vez más provocativas y calientes.



Al rato, cogió el móvil y se puso a ver las fotos. Seleccionó tres y se las mandó a Lily diciendo:​

  • Lo mismo ahora está follando, ya las verá mañana​


Entonces dejó el móvil en la cama y me cogió la polla que ya la tenía totalmente dura. Estábamos los dos de pie. Me miró sonriendo y preguntó:​

  • ¿Puedo jugar con esto, amo?​
  • ¿Aún quieres jugar a ese juego?​
  • Claro​


Y miró a la cama diciendo:​

  • Aún quedan muchos juguetitos que probar​


Le acaricié la cara y el pelo. Le dije:​

  • Eres preciosa y estás súper sexy​
  • ¿Sí?​
  • Ya te digo… tu cuerpo no está para azotarlo, está para besarlo, lamerlo…​
  • Pero yo quiero, amo (en tono suplicante)​


La miré, nada, la tía tenía ganas de marcha dura. Entonces Gema me soltó la polla y fue a la cama y dijo:​

  • Mira, si son divertidos​


Y cogiendo las esposas dijo:​

  • Esto para atarme a la cama y hacerme lo que quieras jiji​


Luego cogió la mordaza de bola y dijo:​

  • Y esto para que no se escuchen mis gritos cuando me azotes​


Poniendo cara de vicio. Entonces cogió la pala y dijo:​

  • Esto para el culito​


Y se dio un palmetazo poniendo más cara de vicio. Luego cogió la fusta de tiras de cuero y dijo:​

  • Y esto para el resto del cuerpo​
  • ¿El resto del cuerpo?​
  • Sí, las tetas, el vientre, incluso aquí​


Mientras se azotaba ligeramente con las tiras en su coño. La miré sorprendido y le dije:​

  • ¿En serio? ¿ahí?​
  • Sí, pero con cuidadito ¿eh? que esa zona es muy sensible​
  • Pufff, Gema…​
  • Entonces ¿Con cuál empiezas, amo?​


Mirándome expectante. La verdad es que todo eso me daba bastante palo usarlo, pero a la vez, estaba excitadísimo. Dudé y Gema me miró la polla que la tenía totalmente dura., sabía como me tenía de malo y sonrió. Entonces se puso a 4 sobre la cama y, aún con el plug de cola de zorra en su culo, me dijo:​

  • ¿Quieres azotarme?​


La postura y su cara de vicio mirándome me puso malísimo, con unas ganas de follarla a lo bestia que no sabía como podía contenerme. Me acerqué a ella pero la cogí del pelo y la incorporé sobre la cama. Gema dio un grito porque no se esperaba eso pero se calló rápidamente porque la besé y nos liamos en un largo y húmedo beso. Terminamos el beso y la miré a escasos milímetros. Gema seguía sobre la cama, de rodillas, yo detrás, cogiéndola del pelo y ella medio giraba hacia mí. Le acaricié una teta con mi mano libre y luego le pellizqué un pezón. Gema jadeó. Volví a tirar del pezón, algo más fuerte, y Gema lanzó un gritito y me miró con vicio.



Solté su pelo y cogí las esposas. Se las puse dejando sus manos atadas a su espalda. Eran de esas de metal pero con tela donde se agarran a las muñecas. Me alejé unos pasos para verla mejor. Estaba aún de rodillas sobre la cama, con las manos a la espalda y con la cabeza girada hacia mí, mirándome sonriendo.



Le hice una seña para que viniera hacia mí. Gema se acercó despacio hasta ponerse frente a mí, casi pegada a mi polla. Me miró esperando. Le dije:​

  • De rodillas​


Gema se arrodilló y me miró desde abajo, con sus labios casi pegados a mi polla. Entonces, despacio, sacó la lengua y comenzó a lamerme el glande. Luego pasó al tronco, lamiendo despacio y llegó a mis huevos, que también lamió. Volvió por el tronco y de nuevo al glande, que siguió lamiendo, todo despacio. Me estaba matando, me dolían los huevos porque me había corrido hacía nada, y porque me estaba matando Gema con tanta excitación. Quise cogerle la cabeza y meterle la polla hasta la garganta pero me contuve porque, a pesar de estar como en una tortura por lo despacio que iba, lo estaba disfrutando a tope.



Después de un par de minutos de lametones y miradas, al fin se metió despacio mi polla en su boca. Al principio, solo la punta, para saborearla. Poco a poco se fue metiendo más polla en la boca, pero seguía con su tortura lenta, y yo disfrutándolo, sin para de mirarla. Gema estaba ya con los ojos cerrados, disfrutando del momento, lanzando jadeos y gemidos.



De repente, sonó un móvil, una notificación. Vi que era el de Gema que seguía sobre la cama. Gema ni se inmutó, siguió con la mamada lenta y sus ojos cerrados. El móvil sonó otra vez, y otra, y otra. Gema no paró su mamada ni abrió los ojos, concentrada a lo suyo. Le dije:​

  • ¿Quieres mirar el móvil?​


Gema abrió los ojos y negó con la cabeza, sin soltar mi polla. Pero el teléfono siguió sonando y entonces Gema paró la mamada y dijo:​

  • Es Lily, es su tono de notificación​
  • Ah ¿lo quieres mirar?​
  • No, mañana, pero si quieres siléncialo si te molesta​


La verdad es que me tenía nervioso. Me incliné para cogerlo y Gema miró a la pantalla para desbloquearlo. Entonces siguió con la mamada mientras yo miraba el móvil para ponerlo en silencio. Justo en ese momento llegó otro mensaje de Lily que decía “puto asco de inglés”. Se lo dije a Gema que me miró extrañada. Paró la mamada y me dijo:​

  • Lee lo que ha escrito, a ver si le ha pasado algo​


Abrí la aplicación y le leí a Gema los tres primeros mensajes:​

  • Que zorra eres ¿Y me mandas estas fotos a estas horas?​
  • Seguro que Dani estaba cachondísimo​
  • Pero ¿Te ha pegado al final? mira que eres bruta​


Gema se rio con mi polla en su boca. Lily seguía:​

  • Pues me voy a hacer un dedo mirando tus fotos, zorra​
  • Menudo asco de polvo acabo de echar​
  • El inglés de mierda, me folla y se va corriendo, ni me ha dado tiempo a correrme​
  • Mucho cuerpo escultural, mucha carita guapa, y luego, menuda mierda de follador​
  • Ni me lo ha comido el muy (y un montón de emoticones de cabreo)​
  • Puto asco de inglés​


Entonces Gema volvió a parar y dijo:​

  • Ohhh, pobre​


Y siguió la mamada. Y entonces se me ocurrió algo. Cogí y llamé a Lily por la aplicación. Lily descolgó casi inmediatamente diciendo:​

  • ¡¡¡Chiqui!!!! ¿Aún despierta?​
  • Hola Lily​
  • ¿Qué? ¿Dani?​
  • Sí​
  • ¿Y Gema?​
  • Ahora mismo está un poco ocupada, no puede hablar​
  • ¿Cómo? aghhh, cabrones… y me llamáis para darme envidia, ¡¡¡¡que mala gente sois!!!!​
  • Jajaja, no, no… te llamo por si quieres participar​
  • ¿Qué?​
  • Espera​


Y activé la cámara para enfocar a Gema que no había parado la mamada mientras me escuchaba y tenía cara de sorpresa divertida. Se activó el manos libre y escuché a Lily decir:​

  • ¡¡¡¡¡Chiqui!!!! que envidia jajajaja​


Gema paró y dijo:​

  • Ya ves, aquí pasando el rato jajaja​


Y luego siguió con la mamada mirando al teléfono. Dije:​

  • Entonces, Lily ¿Te quedas con nosotros o pasas?​
  • Pero mmmm no sé, no quiero cortaros el rollo​
  • Para nada ¿verdad, Gema?​


Gema asintió. Lily dijo:​

  • Pero ¿Ya habéis hecho la burrada esa que quería hacer Gema?​
  • ¿Lo de los azotes?​
  • Sí​
  • Por mí hemos terminado con eso, pero aquí tu chica quiere más​
  • Estás loca, chiqui​
  • Ya se lo digo yo todo el rato, pero ni caso​


Entonces Gema paró y dijo:​

  • G: Pero si antes has sido muy suavecito, ni has usado los juguetes ni nada​
  • D: Pero te he azotado​
  • G: Pufff, poquito​


Entonces Gema se levantó y se giró diciendo:​

  • Mira como me tiene​


Mostrando las manos atadas y meneando el culito para que se viera la cola. Lily se rio:​

  • L: Jajajaja, estás sexy, chiqui​
  • G: Ya lo sé​
  • L: Mira que te gusta que te metan cosas por el culo​
  • G: Jajaja​
  • L: Cuando quedamos con Juan creía que te rompía el culo, que forma tan salvaje de follártelo​
  • G: Jajaja, fue muy divertido​
  • L: Que bruta eres​
  • G: Dani me lo acaba de follar así, más o menos​
  • L: ¿Sí? Joder, un día de esto te lo rompen, niña​
  • D: ¿Hicisteis un trío con Juan?​
  • L: Sí, nene, hablaba tan bien del chico que claro, lo tenía que probar jajaja​
  • D: ¿La tiene grande?​
  • L: Bastante, pero tú no le vas a la zaga ¿eh? que no sé como esta es capaz de meterse esas cosas por detrás​
  • G: Y lo que lo disfruto jajaja​
  • L: Jajaja que bruta​
  • G: Anda, activa la cámara y te quedas con nosotros​
  • L: No sé, chiqui​
  • G: Pero si te vas a hacer un dedo después del chasco con el inglés ¿no?​
  • L: Anda, anda, calla, menuda decepción de tío​
  • G: ¿La tenía minúscula o qué?​
  • L: No, normal pero joder, se la chupo un rato, se pone el condón, me la mete y tres meneos y termina. Y luego se viste y se va porque mañana tiene que madrugar, joder, que menos que comérmelo ¿no? que ni me he enterado​
  • G: Jajaja, pues por eso​
  • L: Mmmm Dani ¿tú quieres?​
  • G: Pero si ha sido idea suya​
  • D: Claro, quédate y pon la cámara, que siempre es un placer verte desnuda jeje​
  • L: Jajaja, bueno, vale, pero no te pases con los azotes, a ver si me la vas a estropear​
  • G: TONTAAAAA, no le digas eso, que si antes fue flojito, ahora lo vas a asustar más y ni me voy a enterar​
  • L: Jajaja​
  • G: Tú ni caso a ésta ¿eh? que hoy soy tu zorrita​


Entonces Lily activó su cámara y vimos como se quitaba la parte de arriba del pijama y luego un sostén de dormir, dejando sus tetas libres. Gema dijo:​

  • G: pero que preciosidad, mira que tiene una tetas bonitas ¿eh?​
  • D: Ya te digo​
  • G: Sigue nena, que quiero verte el coñito​


Y Lily se quitó sensualmente el resto de la ropa, quedándose desnuda pasando el teléfono por su cuerpo para que la viéramos. Gema me miró con una sonrisa de vicio flipante y dijo:​

  • G: Ufff, te comería enterita​
  • L: Jajaja​
  • D: Que buena estás, Lily​
  • L: Gracias, nene, jajaja​


Entonces Gema me besó y luego, mirando al teléfono dijo:​

  • G: Vamos a seguir por donde íbamos, cari, mira y tócate, y Dani, enséñame el móvil de vez en cuando ¿vale?​
  • D: Claro​


Y Gema se arrodilló de nuevo y continuó la mamada. A partir de ese momento fue un no parar. Intentábamos meter a Lily todo lo posible en el juego pero, a veces, dejábamos el móvil en la mesa para tener más libertad, otras veces lo cogía Gema mientras yo la follaba… La azoté con la pala mientras Lily miraba flipada y Gema gritaba que más fuerte. Le puse la mordaza, la azoté con las tiras… la até a la cama y le comí el coño hasta que se corrió. Follamos sin parar durante un buen rato hasta que acabé en su cara, llenándola con mi semen.



Gema cogió el teléfono y miró a Lily sonriente. Entonces les dije:​

  • Mira el móvil mientras Lily se toca, te lo voy a comer hasta que os corráis las dos ¿vale?​


Las dos asintieron y comencé una comida con muchas ganas. Escuchaba como las dos se decían cosas y se excitaban mutuamente y como gemía Lily, y como Gema se iba calentando hasta llegar a un orgasmo casi a la vez que Lily.



Nos quedamos los tres tumbados recuperándonos. Al rato Lily dijo:​

  • L: Gracias chicos, ha sido una pasada​
  • D: A vosotras, sois increíbles​
  • G: Eso está claro jajaja​
  • L: Estáis locos, pero os quiero jajaja​
  • G: También os quiero nenes​


Y al poco desconectó Lily y nosotros nos quedamos dormidos, yo totalmente exhausto.



El domingo nos despertamos tarde. Yo estaba reventado y me fui a la ducha totalmente zombie mientras Gema seguía durmiendo. Al salir, ya estaba despierta y con el teléfono. Me saludó sonriente y dijo:​

  • Besos de Lily​
  • ¿Estás hablando con ella?​
  • Sí, me ha despertado​
  • Ah​
  • Está flipando por lo ayer noche jajaja​
  • Ufff, se nos fue un poco la cabeza​
  • Anda ya, pero si fue súper divertido​
  • Ya​
  • Y nene, gracias por meter a Lily, me encantó​
  • Bueno, me gusta mucho Lily, ya lo sabes​
  • Sí, pero es que la echo mucho de menos y que te acordaras de ella me ha llegado al corazón, de verdad​
  • Os veo muy bien juntas​
  • Sí, por eso me da miedo ir un paso más​


Entonces se levantó desnuda ya que antes de dormirse, se había quitado todo el conjuntito sado. Me dio un beso y se metió en la ducha diciéndome:​

  • Prepara un buen desayuno, anda, que estoy muerta de hambre​
  • ¿Tostadas?​
  • Muchas jajaja​


Y pasamos el resto del domingo descansando, tomando el sol y charlando mucho, sobre ella y Lily, sobre Marta… Le conté todo sobre el encuentro con Marta, como me sentí, la conversación con Sonia y Fran… Al terminar, me dijo:​

  • Creo que Sonia tiene razón, tenéis que hablarlo, pero cuando se te quite el enfado​
  • No sé si se me quitará, me siento engañado​
  • ¿Tienes celos de ese chico?​
  • ¿De Jorge? mmm celos no, no es eso​
  • ¿Entonces?​
  • Es que rompió conmigo para estar con su novio, y ahora esto…​
  • Ya pero pueden haber pasado muchas cosas​
  • Sí, lo sé, puede haberse peleado con el novio, puede estar engañándole…​
  • No, eso no creo​
  • Yo que sé, ya no sé que pensar de ella​


Gema se quedó un rato pensando y al final dijo:​

  • Creo que ha roto con el novio de forma definitiva, y lo habrá pasado mal y ese chico estaba ahí en el momento adecuado​
  • ¿Para tirárselo?​
  • Para reconfortarla​
  • Pues me podría haber llamado ¿no? Joder, es que si eso es como dices, aún me cabrea más, que se haya sentido mal y ni me haya llamado​
  • Pero ponte en su lugar, lo mismo se sentía muy mal por lo que te había dicho y no se atrevía a llamarte, por miedo a que la mandarás a la mierda​
  • Ya, vale pero…​
  • Sabes que Marta es introvertida, no tiene que ser fácil para ella ir a llorarte ahora​


Nos quedamos callados y entonces me reí y le dije:​

  • ¿Sabes que Jorge iba detrás de ella desde el curso pasado?​
  • Ah​
  • Y yo la animé varias veces a acostarse con él​
  • ¿Sí???​
  • Sí, joder, y ahora está con él, que cosas​
  • ¿Te molesta que se estén acostando?​
  • No, a ver, cuando la animaba a eso era porque pensaba que le iría bien estar con más tíos, para que se le quitara de una puta vez ese complejo de inferioridad que tiene por sus tetas​
  • Ya​
  • Pero no la animaba a tenerlo como novio, la animaba a follar, como con Javi… pensaba que le iría bien eso… pero no, Marta no es de follar, es de tener novios, por lo que parece​
  • No sabes si son novios​
  • Tal como los vi, sí, son pareja​


Nos volvimos a callar hasta que dije:​

  • Me ha decepcionado mucho Marta, de verdad, eso es lo que más me duele, no esperaba que fuera así conmigo​
  • Pero nene, aún no sabes como ha sido​
  • Pero sé el resultado, es evidente​
  • Ayyy, nene, de verdad, esto lo tenéis que aclarar, y luego, si resulta que es una zorra, pues nada, a olvidarla​
  • Ya​
  • Pero no sé, Marta no me parece ese tipo de chica​


Seguimos hablando un rato más pero sin llegar a nada. Esa noche volvimos a follar pero algo más normal, aunque con Gema, nada era normal.​
 

10



DANI

El lunes madrugamos para volver. Gema trabajaba y yo tenía clases. Llegamos temprano y cada uno nos fuimos a nuestras casas. Me duché, salí a saludar a Marisa y los niños y me fui a la facultad. Iba bien de tiempo y durante el trayecto estuve pensando en lo que habíamos hablado Gema y yo sobre Marta. Ella insistía que tenía que hablar con Marta pero no me apetecía nada, quería olvidarla pero lo cierto es que ahí estaba, sin parar de pensar en ella mientras iba a la facultad.



Aparqué aún pensando en que hacer con Marta, si hacía lo mismo que la semana pasada, es decir, intentar no coincidir con ella o intentar hablar con ella. Me apetecía más lo primero. Cerré la puerta del coche y pulsé para cerrarlo. Y al girarme, me quedé de piedra. Marta estaba allí, sola, y me dijo:​

  • Hola Dani ¿Podemos hablar?​


MARTA

(unos minutos antes)


Llevaba 20 minutos esperando en el aparcamiento. Sabía donde solía aparcar y la hora a la que solía llegar así que pensé que sería el mejor momento para hablar a solas con él.



Necesitaba hablar con él, llevaba unos días muy nerviosa por él. Había visto como me miraba, estaba claro que estaba enfadado conmigo. Él había evitado a toda costa cruzarse conmigo y cuando nos habíamos cruzado, o no me miraba o me miraba con enfado, sin decir nada, no me había dirigido la palabra ni una vez.



Y lo entendía, entendía que estuviera enfadado. Si me ponía en su lugar lo entendía perfectamente. Lo aparté de mi vida para volver con mi novio, sin querer ni hablar con él, y ahora, ¿qué había visto? que estaba con otro. Pero yo había intentado hablar con él durante todo agosto y no lo había conseguido. Además, también debería estar yo enfadada con él ¿no? decía que no quería compromisos y ahora está saliendo con Sara… pero no, no me podía enfadar, Sara era mucho más guapa y atractiva que yo, era normal, un chico así no sale con alguien como yo, sale con chicas como Sara.



Lancé un largo suspiro… sí, entendía a Dani pero no podía seguir así, me sentía mal, muy mal. Llevaba nerviosa desde el primer día del curso y, sobre todo, cuando vi como me miraba “necesito explicarle, que me entienda”. Volví a suspirar y pensé en Jorge. Desde la semana pasada no había podido acostarme con él por los nervios, y Jorge era un amor, ni se había quejado cuando le había dado excusas.



Recordé como había empezado con Jorge. Tras aquel fin de semana de “estudio”, Jorge volvió a diario a mi casa para estudiar. Y estudiaba, pero después salíamos a dar un paseo y un día fuimos al cine… y cada día me parecía más interesante y atractivo, tenía algo, ese algo que me llama la atención. Y era muy atento y simpático, y me sentía atractiva con él. Además, llevaba sin sexo desde junio… “bueno, si se puede llamar sexo al que tuve con mi ex”. En realidad, se puede decir que llevaba sin correrme con un tío desde Dani, y encima, mi último orgasmo fue con sexo anal. Aquella última noche.... sabía que era mi última noche con Dani y me sentía fatal, pero “Dani, como siempre, me llevó a otro mundo, se me olvidó todo y disfruté a tope, teniendo varios orgasmos, incluso con él detrás…”. Me reí nerviosa… “el sexo con Dani… de otro mundo para mí, sí”.



Suspiré y volví a pensar en Jorge. Aquellos días estaba bastante necesitada de sexo, lo notaba, y Jorge cada vez me parecía más interesante, y al salir del cine lo besé, y nos enrollamos “y no hicimos más porque estábamos en la calle, porque ya ese día tenía un buen calentón”. Nos enrollamos varias veces más en los siguientes días, pero no pasamos de aquellos besos y tocarnos por encima de la ropa “si llego a quedarme sola en casa con él, al menos se la habría chupado porque ganas no me faltaban”. Sé que todo empezó principalmente por el sexo, me sentía atraída por él pero mis ganas eran de sexo, no de tener una relación.



Y entonces llegó el primer examen de Jorge. Y se vino aquí la noche antes del examen. Y le dije de venirme con él con la excusa de limpiar mi habitación. Y esa noche lo tenía claro “o le hacía una paja o una mamada, acostarnos aún no porque era demasiado pronto, pero no sería por falta de ganas”. Pero cuando se la saqué supe que no me iba a conformar con una mamada y le pregunté si tenía preservativos “y la carita de alucinado que me puso, y como corrió a por ellos... tenía tantas ganas como yo”. Esa primera vez no fue nada bueno, se corrió muy rápido, pero, a pesar de todo, me gustó. A partir de esa noche lo empezamos a hacer casi a diario y cada vez mejor, incluso me había corrido con Jorge, y no solo en un polvo, en varios… “Me gusta el sexo con él, es normal pero satisfactorio, y él me gusta, no sé si estoy enamorada pero me gusta, esa es la realidad”.



Y, de repente, pasamos de hacerlo casi todos los días, a no tener yo ganas por mis nervios con Dani. Me sentía mal, culpable, y no podía pensar en el sexo. Por eso lo tenía que arreglar con Dani, al menos que me entendiera, y poder centrarme de nuevo en Jorge.



Entonces vi llegar su coche. Respiré hondo y me acerqué. Vi como Dani salía “que guapo está”. Se le veía moreno, relajado y bien, casi sonriente, “no como las veces que me ha mirado estos días atrás”. Pero el semblante le cambió al verme, se le endureció y eso me dolió. Le dije:​

  • Hola Dani ¿Podemos hablar?​


DANI

Estaba tan sorprendido que no podía ni moverme. La miré sin poder pensar. Noté a Marta nerviosa y dijo:​

  • Por favor, necesito que hablemos​


Carraspeé y dije:​

  • No hay nada que hablar​


E intenté pasar por su lado, pero ella se movió, impidiéndome pasar. Volvió a decir:​

  • Dani, por favor, solo cinco minutos​
  • Marta, me dejaste bien claro que no querías volver a hablar conmigo​
  • Me equivoqué, y te quiero pedir disculpas​
  • ¿Disculpas?​
  • Sí, y que volvamos a ser amigos como antes​


La miré sorprendido. Entonces ella dijo:​

  • Bueno, no amigos con… bueno, con sexo​
  • Ah​
  • Digo amigos… es que ahora… mmmm yo…​


La veía muy nerviosa. Lanzó un gran suspiro y dijo:​

  • Me equivoqué al darte de lado, lo siento​
  • Ahora quieres retomar la amistad porque ya no estás con tu novio ¿no?​
  • Sí, bueno, en parte… dejé a mi novio a principios de verano​
  • Ah​
  • Fue una tontería por mi parte intentar seguir con una relación que no… que estaba muerta desde hace mucho​
  • Ya, pero ese no fue el problema​
  • ¿Qué?​
  • Digo que el problema no fue que quisieras volver con tu novio, eso lo podría entender​
  • Ya​
  • Mira, puedo entender eso, pero no que me dejaras de hablar, que no quisieras nada más conmigo, ni amistad ni nada​
  • Sí, sé que eso fue…​
  • Fue una cabronada, Marta​
  • Tenía mis razones (con un hilito de voz)​
  • ¿Qué razones Marta? ¿Qué razones hay para, de un día para otro, darme la patada de esa forma?​
  • Porque… eras un peligro​
  • ¿Qué?​
  • Para mi relación​
  • No te entiendo, Marta​
  • Pensé que… si seguía viéndote... relacionándonos... podría llegar a engañar a mi novio (mirando al suelo avergonzada)​
  • Pero si me llegas a decir que nada de sexo no te hubiera importunado ¿tan cabrón me crees?​
  • No era por ti… era por mí​
  • ¿Por ti?​
  • Yo… no me fiaba de mí…​


La miré. Marta estaba roja como un tomate, sin parar de mover las manos, nerviosa perdida. Le iba a preguntar si era solo eso o era por Javi también, por el sexo con él, pero entonces ella dijo:​

  • Dani, todo es por mi culpa, lo sé, me equivoqué, pero no soporto ver como me miras, verte tan enfadado​
  • ¿Enfadado?​
  • Sí, claramente enfadado, y te entiendo, pero… lo siento, me equivoqué​
  • ¿Y ahora qué quieres? ¿Que olvidemos todo?​
  • No, ya sé que no, pero…​


Marta volvió a lanzar un gran suspiro y dijo muy rápido:​

  • Ahora la situación ha cambiado, estoy saliendo con Jorge, tú con Sara…​
  • ¿Cómo? ¿Yo con Sara?​
  • Sí, me enseñaron vuestro verano y…​
  • ¿Qué dices?​
  • Las fotos, que sois novios…​


Me quedé pensando “pero ¿qué coño va contando Sara????”. Respiré para tranquilizarme, me estaba encabronando. Y dije:​

  • Sara y yo solo follamos de vez en cuando, no somos pareja​
  • ¿No?​
  • No, este fin de semana he estado con Gema​
  • Ah​


Marta me miró con cara de asombro. Entonces dijo:​

  • Pero las fotos…​
  • No sé que mierda pondría Sara en las fotos pero ya la conoces, le gusta mucho aparentar con sus amigos​


Marta me miró con cara de no entender. Le dije:​

  • Le contó a una amiga suya del pueblo que salíamos porque no quiere que en el pueblo crean que está sin pareja, no sé que importancia tiene eso pero para ella mucho, y se inventó eso ¿Vale?​
  • Ah​
  • Y jamás saldría con alguien como Sara, sabes lo que me gusta de una chica​


Nos callamos, los dos mirando a otro lado, no al otro. Entonces ella dijo:​

  • Pero yo si estoy con Jorge​
  • Ya lo he visto​
  • Desde hace poco, y quiero intentarlo con él​
  • Vale​


Nos volvimos a quedar callados. Me había dolido esto último pero no quise que se me notara.. Entonces le dije:​

  • ¿Has acabado?​
  • Sí… bueno… no​
  • ¿Qué más?​
  • Vamos a empezar otra vez con el grupo de estudio​
  • ¿Y?​
  • Me gustaría que vinieras​


La miré unos segundos. Entonces dije:​

  • ¿Ya no soy un peligro?​
  • Bueno, es que… Jorge estará​
  • Ah, y entonces no te voy a meter mano ¿no?​
  • No es eso, y lo sabes​
  • Pues si te digo la verdad, no lo sé, no sé nada​


Marta me miró con impaciencia y suspiró. Entonces dijo:​

  • No es lo mismo, ahora no hay distancia entre mi pareja y yo como antes, así que no hay posibilidad de que yo haga tonterías​
  • Mira, Marta, no sé si haces esto para sentirte mejor o lo que sea, pero bien, vale, te he escuchado y, más o menos, te entiendo ¿Podemos ya dejarlo?​
  • ¿Vas a venir al grupo?​
  • No lo sé​
  • Por favor​
  • ¿Qué te importa?​
  • Mucho​
  • ¿Entiendes que me siento traicionado? ¿Qué no sé si puedo confiar en ti?​


Vi que eso le dolió, pero era la verdad. Ella agachó la cabeza y vi que estaba a punto de llorar y eso me dolió a mí. Dijo con un hilo de voz:​

  • Lo siento mucho, Dani, de verdad, en aquellos días no estaba bien y no pensé bien y… sí, te traicioné, lo siento mucho, y no sé como arreglarlo pero…​


Me ablandé y dije:​

  • Dame tiempo, Marta​
  • Sí, lo que haga falta, pero dame una nueva oportunidad, de verdad que no te defraudaré de nuevo, tú siempre has sido sincero conmigo, yo he sido una…​


Marta me miró implorando. Tenía los ojos brillantes, casi para llorar y se notaba que hacía un esfuerzo para no echarse a llorar. Entonces se me ocurrió algo y dije:​

  • ¿Esto es por tus fotos?​
  • ¿Qué?​
  • Tus fotos desnuda​
  • ¿Qué tiene que ver eso?​
  • Piensas que si sigo enfadado voy a publicarlas o algo​


Marta me miró muy seria y sin decir nada unos segundos. Luego dijo:​

  • Te conozco Dani, sé que jamás harías algo así​
  • ¿Seguro?​
  • Sí, seguro​


Nos volvimos a callar y le dije:​

  • Con el enfado podría haber hecho alguna tontería con tus fotos​
  • No​
  • ¿Por qué no?​
  • Porque sabes como soy con mis complejos y sé que tú no me harías daño de esa forma​
  • Eres muy confiada​
  • Contigo sí, siempre he confiado al 100% en ti, te lo he demostrado de sobra ¿no crees? A nadie más le daría unas fotos así, lo sabes​
  • ¿Y no te molesta que tenga esas fotos tuyas?​
  • No​
  • ¿Seguro?​
  • Sí, fueron un regalo para ti​


La miré. Estaba más colorada aún, y nerviosa, aún con los ojos brillantes pero ya no le notaba que se fuera a echar a llorar. Dijo:​

  • Esas fotos son tuyas y para mí no supone un problema, estoy muy tranquila al respecto​


La miré y vi que ella decía la verdad. Dijo:​

  • Dani, me importas, siempre me ha gustado tu compañía, incluso antes de acostarnos, y me gustaría estar como antes​
  • ¿Cómo antes?​
  • Bueno, ya sabes, que seamos amigos​
  • Ufff, Marta…​
  • Intentémoslo, yo lo voy a intentar​


La miré y dije:​

  • Ya veremos, dame tiempo​
  • Vale, con eso me conformo... por ahora​


Y sonrió por primera vez y me puse nervioso. Iba muy empollonada, con gafas, pelo recogido, y vaqueros y camiseta, nada especialmente atractivo, pero seguía teniendo ese algo… aparté la mirada nervioso, no quería pensar en ella de esa forma, y dije:​

  • De acuerdo… ahora ¿podemos irnos?​
  • Sí, y gracias, Dani​
  • No te he asegurado nada​
  • Pero al menos no me has mandado a la mierda, que lo hubiera entendido también​


Entonces ella se giró para dejarme pasar. Me fui a mover y entonces le pregunté:​

  • Y si rompiste con tu novio a principios de verano ¿Por qué has esperado hasta ahora para decírmelo?​
  • Mmm, en julio estaba mal, pero en agosto intenté hablar contigo​
  • ¿Qué?​
  • Te llamé varias veces, pero creo que me tienes bloqueada​


La miré sin comprender. Ella siguió:​

  • Y no me enfado, yo te bloqueé a ti antes, lo entiendo, pero… ¿podrías desbloquearme ahora?​
  • Yo no te he bloquead…​


Y entonces me callé, sí que la había bloqueado y ni me acordaba. Fue un arrebato de niño enfadado al descubrir que ella me había bloqueado en muchos sitios. Dije:​

  • Ah, sí, puede ser… un día me cabreé contigo y…​
  • No hace falta que me expliques, pero, por favor, desbloqueame​
  • ¿Para qué?​
  • Para poder preguntarte alguna duda de clase, decirte algún día que quedamos para estudiar el grupo…​
  • Ya​


La miré y me fui. Entonces ella dijo a mis espaldas:​

  • Hasta luego, Dani​


Levanté la mano en modo de despedida y me fui. Cuando estuve fuera de su vista miré el teléfono, la lista de llamadas bloqueadas, y vi que tenía como veinte llamadas de Marta en agosto. Me sorprendió y pensé “mierda, ¿qué hubiera pasado si no la llego a bloquear?”. Miré el móvil y la desbloqueé.



MARTA

“Bueno, no había ido tan mal ¿no?”. Lo miré irse y pensé “dios, que bueno está” mirando su culo. Pero sacudí la cabeza “no, no pienses así, eso se acabó, ahora estoy con Jorge y muy bien por ahora, deja de pensar en Dani de esa forma”.



Pensé en la conversación. Había sacado el tema de las fotos… claro que había pensado en ellas pero no de la forma que él creía. Le había dicho la verdad, estaba tranquila, sabía perfectamente que él no me iba a hacer una putada enseñando esas fotos, sabe que me moriría. En lo que había pensado era en lo ridícula que había sido haciéndome esas fotos y dándoselas, pero luego siempre recordaba su cara cuando las vio, o como me miraba cuando me veía desnuda y… “nooo, deja de pensar eso”. Ah, y no estaba saliendo con Sara… me ha sorprendido ¿Lo habría dicho en serio? Lancé un gran suspiro “bueno, no es cosa mía”. Al menos, me había quedado más tranquila y pensaba insistirle para que se volviera a integrar en el grupo, vaya que sí.



DANI

Estuve un rato hablando con unos y otros y luego entramos en clase. Fui a sentarme casi al final, como la semana pasada, pero me lo pensé y me senté más cerca, un par de filas detrás de Marta y los demás.



Cuando entró el profesor, vi como Marta se giraba y miraba hacia atrás, buscando con la mirada. Luego se giró hacia el otro lado y me vio. Me sonrió y miró al frente cuando ya empezaba la clase.



Al terminar las clases salí y me entretuve un poco con unos compañeros. Al poco vi acercarse a Marta. Me giré y la miré expectante. Me dijo:​

  • Dani, vamos a quedar luego en la biblioteca, por si quieres venir​


La miré y me reí por dentro, pero dije:​

  • No vas a dejar de insistir ¿no?​
  • No​
  • Eres terca​
  • Sí, mucho, y más cuando he metido la pata y quiero solucionarlo​


Y me sonrió. La miré y tuve que sonreír aunque intentaba no hacerlo. Le dije:​

  • Te lo agradezco pero es que ya he quedado​
  • Ah… bueno, mañana te vuelvo a avisar​


Me quedé mirándola y ella volvió a sonreír. Le dije:​

  • Crees que sin vuestra ayuda no aprobaré ¿no?​


Marta dejó de sonreír y parpadeó varias veces, sorprendida. Dijo nerviosa:​

  • No, no… no quiero decir eso​


Se puso muy nerviosa y dijo:​

  • Sé que aprobaste bien y sin ayuda, vi tus notas, me alegré mucho, y sé que no vas a tener problemas, pero… siempre es mejor si tienes ayuda… y nos ayudamos entre todos​
  • Tú no necesitas ayuda de nadie, eres la más inteligente​
  • Eso no es verdad, a mí me viene muy bien el grupo, me ayuda mucho​
  • Ya​
  • Sí, en serio​
  • Marta, que también vi tus notas​
  • Pues… eché mucho de menos estudiar con vosotros… contigo…​
  • Claro, perder el tiempo con tontos es lo mejor para estudiar​


Marta me miró seria y dijo:​

  • Jamás he pensado que sea más inteligente que tú​
  • Pues muy mal, lo eres y con mucha diferencia​
  • Yo no…​
  • Marta, te estaba tomando el pelo, sé que lo haces con buena voluntad, no con terceras, te conozco​


Y le sonreí. Ella me miró sorprendida. Le dije:​

  • Hoy no puedo, ya veré otro día ¿vale?​
  • Ah, mm, vale​
  • Pero no era broma lo de que eres la más inteligente… hasta luego​


Y me fui. A los pocos segundos la escuché decir “hasta luego”.



MARTA

Había bromeado conmigo, y me había sonreído… “genial, sabía que no era un rencoroso”. Estaba muy contenta.



Pasé la tarde en la biblioteca estudiando y charlando con Jorge, Charo y Ale. A eso de las ocho nos fuimos y Jorge me acompañó a casa. Yo estaba de muy buen humor y en mi portal me enrollé con Jorge. Sabía que él no podía quedarse porque tenía un compromiso familiar pero me sentía muy animada y con el morreo, cachonda.



Jorge dijo que se tenía que ir pero yo no lo dejaba. Le dije:​

  • Ven, sube un momento​
  • No puedo, Marta​
  • Solo un momento​
  • Luego me paso si no termino tarde​
  • Vale pero sube un momento​


Al final subió y en cuanto entramos en mi cuarto, cerré la puerta y le empujé a la cama. Jorge estaba sorprendido y dijo:​

  • Pero ¿Qué te ha entrado? La semana pasada no querías nada y ahora...​
  • Chisstttt​


Y le desabroché el pantalón, se lo bajé y se la saqué. Jorge tenía una polla extraña para mí. No era pequeña como la de mi ex, ni bonita y grande como la de Dani. Era delgada y larga, y curvada hacia arriba. La primera vez que se la vi me extrañó y la primera vez que me la metió fue raro, pero ya me había acostumbrado.



La miré y rápidamente me la metí en la boca. Jorge ya la tenía dura así que fue fácil apartarle el pellejo y lamer el glande. Quería echar un polvo rápido porque sabía que Jorge tenía prisa pero tenía ganas de chupársela un poco. Me concentré y aumenté el ritmo de la mamada sin darme cuenta hasta que Jorge me avisó que fuera más lento. Entonces cambié de idea y seguí rápido, y más rápido hasta que Jorge se corrió en mi boca por primera vez.



Aguanté toda su descarga en la boca y cuando terminaron sus espasmos, me la saqué de la boca con cuidado de no derramar nada. Salí fuera y lo eché en el lavabo, con cuidado de que no me vieran mis compañeras de piso. Me enjuagué la boca y volví sonriente.



Jorge me miraba alucinado y dijo:​

  • Guau​
  • ¿Te ha gustado?​
  • Sí, mucho​
  • Me alegro​


Me senté a su lado, él ya se la había guardado. Nos quedamos callados y entonces dijo:​

  • ¿Quieres que yo te…?​
  • ¿Qué?​
  • Te haga lo mismo​
  • No​
  • ¿No?​
  • Anda, vete que tenías prisa​
  • No, no,... te lo hago​
  • No, no me gusta​
  • ¿No te gusta?​
  • No​
  • Pero lo que quiero decir es… comértelo​
  • Ya sé lo que quieres decir, y no, no me gusta​
  • Ah​


Se quedó callado y luego dijo:​

  • Pensaba que eso os gustaba​
  • A mí no​


Otra vez callados. Y dijo:​

  • ¿Y con los dedos?​
  • No, jaja, gracias, anda, vete…​
  • Pero es que tú no has…​
  • Da igual, de verdad​
  • Esta noche no sé si podré venir​
  • Ya lo sé, no te preocupes​
  • Pero es que…​
  • Jorge, ha sido idea mía y me ha gustado, me apetecía eso​
  • Ah, vale pero es que tú no…​


Le di un beso y le dije de nuevo que se fuera, que se le estaba haciendo tarde. Jorge se levantó un poco turbado. Le volví a besar y le dije:​

  • Estaré estudiando hasta tarde, si quieres, te vienes​
  • Pero es que lo mismo se alarga bastante​
  • Escríbeme, y si aún sigo despierta, quedamos​
  • No es por falta de ganas, es que no sé si me podré escapar…​
  • Lo sé, lo sé… no te preocupes​


Estuvo unos minutos intentando disculparse y sintiéndose culpable por no hacerme nada. Le abracé y le dije bajito al oído “no te preocupes, si no te vas a escapar tan fácilmente, si no es esta noche, será mañana, tenlo por seguro” y le sonreí. Al final se fue con una sonrisa en la cara.



DANI

Al salir de clase miré el móvil y tenía varios mensajes de Sara diciéndome a que hora tenía que pasar a recogerlas, donde íbamos a ir a cenar… tenía tiempo de sobra así que me fui a casa tranquilamente, me duché, afeité y acicalé en general. No estaba especialmente nervioso, ya me consideraba un “veterano” en tríos, un par de ellos con Gema y Sara y varios más con Gema y Lily, sabía donde me metía y lo que me esperaba.



Pero cuando llegué puntualmente a la puerta del piso de ellas, estaba hecho un flan. Una cosa es pensar y otra actuar, y ahora me entraban los miedos de no dar el nivel con dos mujeres así. Para colmo, me abrió Gema e iba guapísima y muy sexy, con minifalda, y un top con un buen escote. Me dio un beso con lengua durante un par de segundos y luego me dijo que entrara, que Sara aún no había acabado.



Me llevó al salón donde estaban Laura y Álvaro. Gema reanudó la conversación con ellos, se notaba que yo los había interrumpido. Vi la cara de Álvaro, estaba flipando con Gema, y no lo disimulaba nada bien. Miré a Laura que conversaba animadamente con Gema y parecía no darse cuenta de la cara de salido de su novio mirando a Gema. Me reí por dentro al ver como Álvaro me miraba con cara de “puto cabrón con suerte”.



SARA

Me di un último repaso ante el espejo y me gustó lo que vi. Esta minifalda realzaba mi culito que se veía fantástico, y el top dama de honor me quedaba genial, ajustaban perfectamente a mis tetas y dejaba al aire mi vientre plano “Estoy genial”. Cogí una chaquetita y me la puse, pero luego me la quité, había escuchado como llegaba Dani y quería que me viera así, y Gema también.



Me di un último repaso y asentí convencida. Me encanta el culo que me hacía esta minifalda y las sandalias de tacón alto. Entonces volví a pensar en algo que me tenía preocupada durante toda la tarde “Quizás debería haber dejado el trío para más adelante, que follaran estos dos antes a solas, porque como hoy el tonto de Dani solo se folle a Gema, la voy a liar”. No me fiaba de Dani y su obsesión con Gema, seguro que ahora está babeando mirándola. “Como no me folle bien, le saco los ojos”. Me atusé un poco el pelo y pensé “joder, es que estoy buenísima, no tengo nada que envidiar a Gema ¿no?”. Suspiré nerviosa y apagué la luz.



DANI

Escuchamos el sonido de unos tacones viniendo hacia donde estábamos y miramos a la puerta del salón. Al poco apareció Sara diciendo “Ya estoy ¿Nos vamos?”



Nos quedamos todos callados un par de segundos. Sara iba espectacular. Se había maquillado y llevaba pintalabios, sombra de ojos… Además, iba vestida muy sexy, con minifalda y un top que le dejaba al aire el vientre y los hombros. Entonces Sara entró en el salón y dijo “¿Voy bien?” girándose sobre ella misma. Gema aplaudió y se levantó, acercándose a ella y la abrazó, para luego darle un beso con lengua. Sonreí y vi la cara de sorpresa total de Laura y Álvaro. Al poco, la de Álvaro cambió a vicio y lascivia cuando Gema le puso las manos en el culo a Sara y, agarrándoselo, dijo en voz baja pero perfectamente audible “estás espectacular, esta noche te voy a comer enterita”.



Sara se rio y dijo algo de que Gema estaba estupenda. Entonces me miró y me acerqué a ellas. Me abracé a ellas y también la besé con lengua. Luego, cogiéndole el culo con una mano dije “estás increíblemente sexy”.



Sara sonrió satisfecha y dijo de irnos ya. Pero antes se giró hacia Laura y dijo:​

  • Y esta noche no os acerquéis a la puerta de Gema si os molesta escuchar porno del bueno​


Y diciendo eso, se dirigió a la salida poniéndose una chaquetita y meneando el culo de forma hipnótica. Gema la siguió sonriendo y saludando como despedida. Miré a Álvaro cuya cara era un poema, entonces me miró lleno de admiración, envidia, vicio… Miré a Laura que estaba entre sorprendida, incrédula… me miró sin decir nada. Les dije adiós y fui detrás de las chicas.​
 

11



DANI

La cena estuvo muy bien, con Sara y Gema sin parar de reír, contarse cosas, calentarse, calentarme… muchos tocamientos, mucho tonteo…



Sara no paró de beber y cogió un punto bastante importante. Gema casi no bebió, ella no necesita alcohol para desinhibirse. Y yo, que conducía, tampoco probé casi alcohol.



Fuimos a un restaurante de una famosa franquicia americana, y nos sentamos en un reservado apartado. La mesa tenía un sillón continuo en forma curvada. Sara quiso ponerse entre Gema y yo porque “si os ponéis juntos, vais a pasar de mí”.



Al principio, todo fue tranquilo, pedimos las bebidas y unos entrantes y más que nada fue ponerse ellas dos al día. Luego, con la bebida, Sara empezó a tontear, besar a Gema, a mí, tocarnos, dejar que le metiéramos mano.



En un momento dado, Gema le quitó el tanga a Sara y lo dejó en la mesa, y luego puso el suyo. Se morrearon y se metieron mano. Yo miraba y veía sus lenguas entrelazadas y sus manos entre las piernas de la otra. Gema paró y me ofreció su dedo. Lo chupé, sabía a coño. Sara me miraba con cara de vicio. Luego besé a Sara y le metí mano en su coño totalmente mojado.



Y con todo esto, llegó el camarero con platos y se nos habían olvidado los tangas en la mesa. El tío los vio y me miró con los ojos abiertos. Entonces Sara y Gema se empezaron a reír con una risa de borrachas, aunque Gema no lo estaba. Y Sara, que sí estaba ya bastante borracha, dijo:​

  • Es que esta noche hacemos un trío y estamos impacientes​


El camarero se lo tomó a guasa y se rio antes de irse. Seguimos comiendo, riendo y Sara bebiendo. Nos lo pasamos muy bien. A eso de las doce salimos del restaurante con Sara tambaleándose. Nos metimos en el coche. Sara se puso atrás y arrastró a Gema con ella.



Menudo viaje me dieron de vuelta a casa, con las dos besándose, tocándose, gimiendo… Gema bajándole el top a Sara para chuparle las tetas… Yo tenía la polla a punto de reventar mi pantalón, no veía la hora de llegar ya a la casa.



MARTA

Miré el reloj y vi que eran casi las doce y Jorge sin dar señales. Le escribí y me contestó:​

  • Sigo aquí, aún no hemos terminado​
  • ¿Os queda mucho?​
  • No sé​
  • Pues me voy a ir a dormir​
  • Lo siento… si quieres me paso cuando termine pero será dentro de una hora o así​
  • No, ya mejor mañana​
  • Lo siento Marta, de verdad que si pudiera me iría ya​
  • Lo sé​
  • Prefiero mil veces estar ahí contigo pero…​
  • Que sí, que lo sé, no me enfado​
  • ¿De verdad?​
  • Claro, mañana te quedas ¿no?​
  • Sí, sí, claro, sin problema​
  • Bueno, pues buenas noches​
  • Buenas noches, y gracias por ser tan comprensiva​
  • Jaja, no pasa nada, hasta mañana​


Recogí los apuntes y preparé todo para el día siguiente, para ir a la facultad. Luego, me fui al baño a cepillarme los dientes y un pis rápido. Y mientras me cepillaba, me di cuenta de una cosa… la de veces que le había dicho a Dani que lo esperaba hasta la hora que fuera para echar un polvo, y con Jorge, ni me lo he planteado. Me miré preocupada pero entonces caí, con Dani nunca sabía cuando iba a tener un polvo, tenía que aprovechar cualquier momento. Con Jorge no era así, si no era hoy, sería mañana, por eso ni me lo había planteado, claro, era eso.



Me puse mi crema de noche y me metí en la cama. Apagué la luz y pensé en el día tan extraño. Los nervios de primera hora, el miedo al enfrentamiento con Dani, el enfrentamiento, la sonrisa de Dani y su broma, la mamada a Jorge… Había sido un buen día aunque no lo había rematado con un buen polvo, que lástima.



Cerré los ojos pero los abrí de pronto, estaba nerviosa, me iba a costar dormirme. Respiré hondo y luego expiré. Y pensé “no, no estoy nerviosa, estoy cachonda”. La mamada me había gustado pero me había dejado con ese puntito que me tenía bastante cachonda “bueno, pues si no hay remate del día con polvo, pues será de otra forma”. Metí mi mano por dentro de mi pijama, acariciándome el vientre y subiendo lentamente hasta mis pezones, que acaricié suavemente.



Cerré los ojos pensando en la mamada a Jorge. Luego metí mi otra mano dentro de mis bragas, acariciando suavemente aún, sin ir más allá. Recordaba el sabor, la cara de Jorge, como estalló… Pensé que quizás me habría gustado tragármelo, como aquella vez con Dani… aquella primera mamada a Dani, dios, como me puse de cachonda cuando se la vi, tan grande, tan bonita, y que bien sabía, y la cara de Dani… De repente, abrí los ojos, mis dedos dentro de mí, muy mojada y paré “pero ¿Qué hago pensando en Dani???”.



Me calmé como pude e intenté volver a Jorge. Volví con las caricias suaves y a pensar en la mamada a Jorge, e iba todo bien, de nuevo estaba a tono, y entonces pensé en la sonrisa de Dani, y ya no pude parar hasta tener un gran orgasmo.



Cuando terminé de recuperarme me dije “mierda, mierda, mierda”. Me recompuse la ropa y me tumbé de lado “pero ¿Qué hago pensando en Dani? no lo hacía desde que empecé con Jorge, joe, ha sido verlo hoy sonriéndome y… no, no, deja eso, idiota, sabes perfectamente que no es para ti, ahora estoy genial con Jorge, céntrate en eso”.



Cerré los ojos y pensé “con Jorge tengo que ir con cuidado, no me puede pasar lo mismo que con Dani, que me vea como una guarra que hace de todo, aunque me guste hacer ese ‘todo’”. Jorge aún no me había visto desnuda, siempre lo habíamos hecho con la luz apagada. Y no pensaba dejarle que metiera su cabeza entre mis piernas, eso lo tenía clarísimo. Sí, le haría más mamadas, eso nos gusta a los dos, pero no me lo tragaría ni le dejaría correrse en mi cara o cosas así, iba a ser más “normal”. Y nada de sexo anal, por supuesto.



Lo que sí teníamos que hacer era variar en las posturas, ahora mismo casi siempre había sido misionero y un par de veces le pedí ponerme encima “La del perrito me gusta pero más adelante, es una postura un poco guarra, cuando llevemos más tiempo”.



Noté que me iba venciendo el sueño, la paja siempre ayudaba “al final, otra paja más por Dani… tiene que ser la última… Dani es el pasado… Dani no es para mí… Dani…” y me dormí.



DANI

Conseguí aparcar sin tener ningún incidente por tanto mirar por el espejo retrovisor a las dos. Salimos del coche riendo y casi llevando a Sara a cuestas, de lo mucho que se tambaleaba. Entramos en el portal y luego en el ascensor. Allí, Sara me empujó contra la pared y me dijo:​

  • S: Y tú, ni se te ocurra no follarme ahora​
  • D: ¿Qué?​
  • S: Te saco los ojos como no me folles en condiciones​
  • G: Pues claro que te va a follar jajaja​


Sara se giró para mirar a Gema y dijo:​

  • S: No, no… este es capaz de solo follarte a ti, que lo conozco​
  • G: Que tontería​
  • S: Babea por ti, y después de tantos meses sin veros, solo estará pensando en metértela​
  • G: Jajajaja​


Entonces Sara me volvió a mirar y dijo:​

  • S: Y yo quiero esto (cogiéndome el paquete)​


Gema se partía de risa mirándonos. Iba a decir algo pero Sara, con su lengua balbuceante por el alcohol, dijo:​

  • S: Porque me lo merezco, estoy muy buena, increíblemente buena, y quiero esta polla, me la merezco tanto como Gema​


Entonces la empujé contra la otra pared del ascensor, tiré de su top hacia abajo para mostrar sus tetas, le chupé un pezón y se lo mordisqueé, y luego le dije:​

  • D: Tranquila, vas a gritar como una perra, como la otra noche​


Sara me miraba con los ojos vidriosos, de salida. Entonces Gema se acercó, y pellizcándole un pezón con los dedos, le dijo:​

  • G: Yo también te voy a hacer gritar como una perra, zorrita​


Y se liaron en un beso muy guarro, hasta que el ascensor llegó al destino. Salimos riendo, con Sara sin cubrirse ni nada. Gema abrió la puerta de su piso y entramos sin parar de reír y sin ninguna consideración hacia su otra compañera de piso. Lo bueno es que la habitación de Gema era la que más alejada estaba de la habitación de Laura, con el salón y cocina por medio. Fuimos directos a la cama de Gema donde Sara se echó, totalmente mareada.



Gema desnudó a Sara en un santiamén. Luego, se echó sobre ella para besarla, comerle las tetas, acariciarla… Sara gemía como una posesa, totalmente ida, sin control. Entonces Gema bajó y comenzó a comérselo y Sara lanzó un gran gemido. Me imaginé que tenía que estar muy mojada ahí abajo tal como se escuchan los dedos de Gema dentro de ella.



Podía optar por observar y quedarme al margen viéndolas follar, pero yo también estaba muy cachondo, con una gran erección. Me desnudé y las miré. Sara se retorcía de gusto, con los ojos cerrados y Gema estaba tumbada boca abajo, comiéndoselo. Tenía una pierna sobre la cama y otra en el suelo, y se le había subido la minifalda dejando ver su coño. Me dirigí hacia ella y le levanté aún más la minifalda para dejar su culo al aire. Me disponía a metérsela en su coño que se veía claramente húmedo pero entonces Gema, al notar mis intenciones, paró de comerle el coño a Sara y dijo:​

  • G: No, que te la chupe​


Sara abrió los ojos y al verme, dijo:​

  • S: Sí, te la quiero chupar, ven, ven​


Me situé al lado de la cabeza de Sara que rápidamente engulló mi polla con una gran gemido mientras Gema reanudaba su comida de coño. La mamada de Sara no era gran cosa ya que se limitaba a tener mi polla en su boca y mover la lengua, sin movimiento de cabeza, totalmente concentrada en lo que le hacía Gema.



Al poco, dijo:​

  • S: Fóllame, estoy a punto de correrme​
  • G: No, zorrita, te vas a correr en mi boca​
  • S: No, quiero que me folle​
  • G: Te jodes, te he dicho antes que te iba a hacer gritar​
  • S: Pero…​


Entonces Gema reanudó y, algo hizo, porque Sara dio un gran gemido y volvió a cerrar los ojos. Me cogió la polla con una mano y la movió con poco brío, la noté al borde de un orgasmo. Miré a Gema que seguía a lo suyo y vi como Sara movía sus caderas un poco, siguiendo el ritmo de Gema. Miré de nuevo a Sara y vi claramente como le llegaba el orgasmo justo antes de ponerse a gritar como una loca, sin ningún control.



Los espasmos y convulsiones de Sara duraron varios segundos, con ella retorciéndose de gusto. Luego, Gema se puso a su lado y la besó tiernamente. Sara ni podía hablar. Gema me miró sonriente. Me tumbé también al otro lado de Sara, quedando ella entre Gema y yo. Sara estaba con los ojos cerrados, respirando entrecortadamente. Al rato dijo:​

  • S: Cabrona, no me quería correr tan pronto​
  • G: Ah ¿no? Pues yo diría que tenías muchas ganas​
  • S: No soy como tú, ahora necesito tiempo para recuperarme​
  • G: Bueno, tengo aquí algo con lo que entretenerme mientras tanto​


Mientras me cogía la polla y sonreía. Sara dijo:​

  • S: Eso también lo quería yo​
  • G: Jaja, pues recupérate pronto​
  • S: Que zorra eres (sonriendo)​
  • G: No lo sabes bien jajaja​


Entonces Gema se levantó, se quitó la ropa de una forma muy sensual, se vino a mi lado de la cama y, tras besarme con mucha lengua, se puso sobre mí en un 69. Comencé a comerle el coño mientras ella me hacía una mamada genial.



Sara nos miraba tumbada a nuestro lado hasta que escuché que se movía y noté como se incorporaba a la mamada de Gema, notando su lengua en mis huevos y en el tronco de mi polla.



Las dejé hacer pero me di cuenta que no iba a durar mucho, llevaba mucha carga de excitación y, si seguían así, no aguantaría mucho más así que la llamé. Sara se me acercó mirándome sin saber que quería yo. Le dije:​

  • Cómele el culo y hagamos que se corra​


Sara sonrió y se colocó para empezar a lamerle el ano a Gema, la cual gimió con mi polla en su boca. Estuvimos así un rato hasta que Gema tuvo su primer orgasmo de la noche.



Entonces paramos y Gema se tumbó boca arriba riéndose. Sara se incorporó y la vi buscando algo en su bolso. Volvió con un condón y me lo puso. Después se sentó encima y comenzó a cabalgarme lentamente.



Agradecí el condón porque sin él me hubiera corrido enseguida viéndola sobre mí, con los pezones duros, la cara de vicio… se notaba que estaba lejos de un orgasmo pero, a la vez, tenía ganas de follar.



Gema se incorporó y se puso al lado de Sara y se besaron ardientemente. Vi una mano de Gema cogiéndole una teta a Sara y la otra deslizándose hacia su culo. Sara la paró diciendo:​

  • No, aún no, necesito más tiempo, pero hagamos que él se corra​


Y aumentó el ritmo de la cabalgada, los besos y tocamientos entre ellas y no pude resistir más y me corrí. Sara sonrió satisfecha y se tumbó a mi lado, y Gema a mi otro lado.



Nos quedamos callados, respirando y recuperándome. Entonces Gema se incorporó y dijo que tenía sed, que iba a por agua. Sara le dijo que se trajera vodka y chupitos. Gema sonrió y salió desnuda.



Volvió unos minutos después con la botella y varios vasos de chupitos. Cerró la puerta y dijo:​

  • G: ¿A que no sabéis a quien me he encontrado?​
  • S: ¿Laura está despierta?​
  • G: No, el noviete​
  • D: ¿Y te ha visto así?​
  • G: Claro jajaja​
  • D: Habrá flipado​
  • G: Jajaja, creo que estaba espiándonos jajaja​
  • S: Que asqueroso​
  • D: Lo veo bastante normal​
  • G: Nena, que no veas como has gritado, los habrás despertado jajaja​
  • S: ¿Y qué? ¿No puedo gritar en mi casa? No te jode​


Entonces cogió y sirvió el vodka y se lo bebió de un trago. Luego dijo:​

  • S: Y más que pienso gritar​
  • G: Jajaja​
  • S: Aún me falta el orgasmo con éste​
  • G: No has querido ahora​
  • S: Ahora no puedo, que aún tengo el coño temblando por tu culpa, zorra​
  • G: Jajaja, pero con el dedito por el culo, te habrías corrido​
  • S: No, ahora no, pero luego me lo haces y verás como grito, zorra​


Y las dos se reían y se metían pullas, pero de buen rollo. Y bebimos el vodka dejando pasar el tiempo para que Sara y yo nos recuperáramos. Gema, de nuevo, casi no bebió, pero Sara y yo sí. Llevábamos como quince minutos bebiendo cuando me levanté para ir a orinar. Me había bebido dos o tres chupitos que no eran gran cosa, así que no estaba ni con un puntillo, pero a Sara se le subieron rápido y lo notaba por sus risas, que escuchaba desde el baño mientras orinaba. De pronto dejé de escucharla. Terminé, me limpié y volví a la habitación.



Allí me encontré a las dos tumbadas en la cama y liadas en un morreo intenso. Cerré la puerta y me quedé de pie mirándolas. Entonces Gema me vio y dijo riéndose:​

  • Me parece que alguien ya está preparado para otro asalto​


Y es que se me había puesto bastante morcillona mirándolas. Aún no habían pasado ni quince minutos pero con ese espectáculo, tenía más que suficiente para volver al ataque. Gema se levantó y vino a mí. Me dio un buen morreo y luego se arrodilló para comenzar a lamerme la polla. Sara, aún tumbada, miraba con cara de vicio. Gema le hizo una seña para que se acercara.



Sara se levantó pero tambaleándose. Cogió la botella y le dio un buen trago. Me sorprendió ver como le daba al vodka. Se me acercó y me puso la botella en los labios y la inclinó para echármelo en la boca. Bebí un poco pero ella me besó antes de tragármelo. Gema protestó al caerle un poco encima y Sara respondió con una risa de borracha. Entonces se apartó y fue a dejar la botella en la mesa, pero antes le dio otro largo trago.



Gema ya estaba con mi polla en su boca, mamando despacio pero sin parar. Sara nos miraba a un par de metros, con su cara de vicio y sus ojos vidriosos de borrachera. Entonces se nos acercó y dijo medio balbuceando:​

  • Joder, cabrón, que ganas tengo de que me folles con ese pollón, pero antes te lo voy a comer y te voy a comer también el culo​


Y se arrodilló al lado de Gema para unirse a la mamada. Las dos compartieron mi polla entre risas, gemidos y jadeos, entrelazando lenguas sobre mi polla, alternando las mamadas de mi polla y mis huevos… estaba en la gloria. Entonces Sara se movió y se puso detrás mía para, primero darme mordisquitos en mis nalgas y luego, lamerme el ano mientras me cogía los huevos con una mano y me los masajeaba. Gema me miraba sin parar la mamada, con cara de vicio.



Tuve que pararlas porque, entre las dos, me tenían a punto de correrme. Sara, riéndose, se levantó para tumbarse en la cama y abrirse de piernas diciendo:​

  • Ponte un condón y fóllame​


Gema me puso uno pero dijo:​

  • No, zorra, que antes te lo has follado tú, ahora me toca a mí​
  • ¡¡No seas puta!!​
  • Sí, me toca​


Y Gema me empujó a la cama y se puso encima, a cabalgarme. Enseguida noté que Gema estaba cachonda perdida y que se quería correr rápidamente. Sara nos miraba tumbada a mi lado, y vi que se estaba tocando. Entonces Gema la cogió de un brazo y tiró de ella para levantarla. La besó, le cogió una mano y le chupó los dedos y le dijo:​

  • Métemelos por detrás​


Sara obedeció y Gema se inclinó hacia adelante, hacia mí, para aumentar el ritmo y que Sara le metiera bien los dedos por el culo. Le dijo:​

  • Muévelos​


Y al poco, Gema estalló en un gran orgasmo, echándose sobre mí. Al poco se quitó de encima y se puso Sara, que también comenzó una cabalgada rápida. Los gritos, gemidos, jadeos, se fueron sucediendo mientras íbamos cambiando de posturas y cambiamos de una a otra. Al rato, Gema se puso a cuatro sobre la cama y me dijo que se la metiera por el culo. Le pregunté por el lubricante y vi que ella lo había puesto en algún momento en la mesita. Me eché bastante y cuando iba a penetrarla, Gema se incorporó, me besó y me dijo al oído “no te corras”. La miré extrañado pero ella se puso otra vez a cuatro. La penetré despacio. Gema gemía mientras aceptaba mi polla en su culito. Entonces empecé a moverme cada vez más rápido mientras ella jadeaba y gemía sin parar. Cogió la mano de Sara y la dirigió a su coño. Escuché los dedos de Sara dentro de Gema, chapoteando, mientras Gema tenía otro orgasmo más.



Conseguí a duras penas no correrme. Me salí despacio del culo de Gema que se tumbó boca abajo jadeando. Sara dijo:​

  • Joder tía, que pasada​


Entonces Gema se giró y dijo:​

  • Ahora le toca a tu culito​
  • Ni de coña tía​
  • Sí, lo estás deseando, zorrita​
  • No con eso (señalando mi polla erecta)​
  • ¿Cuándo vas a estar más cachonda que ahora, con nosotros dos?​
  • Ya pero…​


Gema se levantó y pegándose a Sara le dijo mientras la besaba:​

  • Y estoy yo, para asegurarme que Dani te lo folle bien, despacio y con cuidado​
  • Mmm​
  • Verás como te gusta​


Y entonces Sara me miró dudando, y flipé. Y dijo:​

  • Es que es muy grande, da miedo​
  • Probamos y si no, paramos, nena​


Yo las miraba, apartado un metro, como ellas hablaban entre ellas, como si yo no estuviera. Vi como se besaban, susurraban… Entonces Gema se separó y Sara se puso a cuatro, diciendo:​

  • Con cuidado ¿eh?​


Miré flipado a Gema que sonreía con satisfacción. Gema me dijo:​

  • Cámbiate de condón​


Me lo quité rápidamente mientras veía como Gema le ponía lubricante a Sara y le metía un par de dedos y luego tres, despacio y con cuidado. Entonces me miró y me hizo una seña. Me eché más lubricante y le puse la punta en el ano. Sara no se movió aunque noté como jadeaba. Le pasé la polla unas cuantas veces por el ano hasta que Sara dijo:​

  • Joder, métemela ya​


Y empujé. Esperaba encontrármelo muy estrecho pero no, el masaje previo de Gema había dado resultado y tenía el ano relajado. Se la metí varios centímetros con cuidado mientras Sara jadeaba. Entonces Gema empezó a masturbarla despacio y me hizo seña de que parara. Gema fue guiándome, indicándome cuando meter más y cuando parar. Poco a poco, sin parar de masturbarla, acabé metiéndole media polla por el culo a Sara, que prácticamente no se quejaba, solo jadeaba y gemía. Entonces Gema aumentó el ritmo de su mano y me dijo que me moviera despacio pero sin meterle mucho más, solo moverme un poco dentro de su culo.



Así estuvimos un poco hasta que Sara dijo:​

  • Joder, fóllame más rápido, que me voy a correr ya​


Y aumenté el ritmo hasta que Sara explotó en un orgasmo bestial, con gritos y gemidos, sin ningún control. Y con sus movimientos de espasmos, me salí fuera de ella, que no paró de convulsionarse durante unos pocos segundos más.



Gema me miraba sonriente y Sara jadeaba contra la almohada, boca abajo. Entonces Gema se tumbó a su lado y le susurró algo al oído y Sara se rio. Entonces Gema dijo en alto:​

  • Nena, que Dani aún no se ha corrido, algo habrá que hacer​
  • Hazlo tú, yo estoy muerta, me da vuelta todo​


Y Gema me miró sonriendo. Se me acercó, me dio un beso mientras me quitaba el condón. Entonces se tumbó y abrió las piernas. Me puse encima y la follé. Y vi que estaba cachonda, que la tía aún tenía ganas de marcha. Y follamos hasta que me clavó las uñas en la espalda y noté como se corría, y ya no aguanté más y me corrí dentro de ella.



Me tumbé a su lado, jadeando y algo mareado, había sido una bestialidad de trío. Nos quedamos callados, los dos respirando entrecortadamente. Entonces Gema dijo:​

  • Sara se ha dormido​
  • ¿Sí?​
  • Eso parece, la has destrozado jiji​
  • ¿Yo? más bien tú, vaya ideas tienes​
  • Jajaja, pero nene, si se veía claramente que quería probarlo, solo le he dado un empujoncito jiji​
  • Uff, mañana seguro que estará cabreada conmigo​
  • No creo, si lo ha flipado​
  • No sabes como es conmigo el día después​
  • Jajaja​


Estábamos los tres apretujados en la cama y le dije a Gema:​

  • ¿Llevo a Sara a su cama?​
  • No, que si se despierta allí sola, sí que se cabreará​
  • Es verdad​
  • Te vas a tener que ir a tu casa, nene​
  • Sí, mejor​
  • Me gustaría que te quedaras pero aquí no cabemos bien los tres​
  • Ya, ya, no pasa nada​


Me levanté y me vestí, me notaba mareado. Le di un beso a Gema y me fui, aún flipando por el trío.​
 

12



DANI

Cuando sonó el despertador pensé “no me lo puedo creer, si me parece que me acabo de acostar”. Miré el móvil, y sí, era la hora de levantarse “Estoy molido, dios, Gema me va a matar con sus locuras” pero sonreí satisfecho, menuda noche.



Me duché intentando despertarme del todo. Después, mientras me vestía, levanté la persiana. Vi que la ventana de Gema seguía con las cortinas echadas “aún no se ha levantado”.



Fui a casa de mis tíos y saludé a Marisa y a los niños. Marisa me miró extrañada diciendo:​

  • Tienes cara de no haber dormido mucho​
  • Pues así es​
  • ¿Gema?​
  • Y Sara​
  • ¿Las dos a la vez?​
  • Sí​


Marisa se rio poniendo los ojos en blanco. Los niños estaban en la cocina desayunando con sus móviles así que estaban totalmente absortos. Entonces cogí a Marisa de la mano y la saqué de la cocina. Le dije muy cerca del oído:​

  • Mañana empiezo las clases a las doce​
  • Ah ¿sí?​
  • Sí​
  • ¿Y te van a quedar energías después del fin de semana y el trío de anoche?​
  • Para esta preciosidad, claro que sí (mientras la besaba)​


Marisa abrió la boca devolviéndome el beso pero entonces se separó diciendo:​

  • No seas malo, no me calientes de esta forma​


Y se volvió a la cocina, pero antes de entrar dijo:​

  • Mañana lo retomamos ¿vale?​
  • Claro​


Me despedí y me fui a la facultad. Tras aparcar, me dirigí al parque que hay frente a la facultad, donde suele estar la gente antes de entrar. Allí hablé con unos y otros, y entonces vi a Marta sentada en un banco, leyendo, como tantas otras veces la había visto con anterioridad. La miré desde la distancia pensando “joder, me acosté anoche con dos pibones y miro a Marta y me entra algo por el cuerpo... no puede ser”. Marta iba normal, esta vez con el pelo suelto y sin gafas, nada resaltaba de ella, nada provocativo, nada sugerente, y a pesar de todo, me costaba apartar la vista. Al final, conseguí mirar a otro lado cabreado conmigo mismo y diciéndome que debía pasar de ella de una vez.



Seguí con los amigos y, a los pocos minutos, alguien me tocó levemente el brazo, y al mirar, vi que era Marta. Me saludó y luego dijo:​

  • Ayer no te pregunté, pero si quieres, te podemos guardar un sitio al lado nuestra en clase​
  • Mmm, no, gracias​
  • No me importa​
  • Ya pero prefiero sentarme a mi bola​


Marta me miró diciendo:​

  • Entiendo​
  • Pero gracias​
  • De nada… esta tarde ¿vendrás a la biblioteca?​


La miré serio y dije:​

  • No cejas en tu empeño ¿eh?​
  • No, ya lo sabes​
  • Mmm no sé Marta, no estoy cómodo contigo ahora mismo​


Ni cómodo ni la había perdonado del todo a pesar de sus explicaciones, y tampoco es que me hiciera ilusión verla tontear con Jorge. Su “traición” me dolía aún y no estaba seguro de si se me pasaría alguna vez. Marta me miró unos segundos. Vi claramente que quería replicar, volver a pedir disculpas, pero al final dijo:​

  • Allí estaremos​
  • Vale​
  • Bueno, voy a buscar a Charo​
  • ¿Y Jorge?​
  • Mmm no viene a primera hora​
  • ¿Y eso?​
  • Se ha dormido​
  • Ah​
  • Bueno, nos vemos dentro, Dani​
  • Sí, hasta luego​


Y la vi entrar en el edificio, fijándome en su culito y sin poder dejar de mirarlo. Y entonces pensé en Jorge… se había quedado dormido… sonaba a fiesta nocturna, imaginé que con Marta “jodido mamón con suerte”.



Fui a clase y la primera me costó un horror concentrarme, estaba que me dormía. La segunda fue aún peor y entonces vi que me llegaba un mensaje. Lo miré y era Sara:​

  • Necesito un café ¿bajas y me acompañas?​


Lo pensé y, como no conseguía enterarme de nada, le dije que sí y salí de clase para ir a la cafetería. Llegué antes que Sara y pedí un par de cafés. Me senté en una mesa. Al poco vi llegar a Sara. Iba con gafas de sol, leggins y una camiseta que le tapaba medio culo. Hoy no se había esmerado tanto como era normal en ella.



Se sentó a mi lado sin saludarme y me dijo:​

  • Estoy muerta​
  • Ya te veo​
  • En serio, muerta del todo, no sé ni para que he venido a clase​
  • Pues vete y te echas​
  • Eso debería hacer pero tengo talleres luego, a eso no puedo faltar​
  • Ah​


Vio los cafés en la mesa y me miró. Le dije:​

  • Sí, ese es para ti, lo acabo de pedir​
  • Ah, gracias, lo necesito​


Lo tomó y se lo bebió sin decir nada más. Le pregunté:​

  • ¿Tienes resaca?​
  • Sí, joder, pero no bebí tanto ¿no?​
  • Bueno, no paraste con el vodka​
  • Anda ya​
  • Hasta bebiéndotelo de la botella, a morro​
  • Idiota, yo no hago eso​
  • Anda que no​
  • Tengo mucho estilo para hacer eso, idiota​


Me reí y ella me miró, pero como llevaba las gafas de sol, no sabía si con enfado o no, pero me lo podía imaginar. Nos quedamos callados y al rato le dije:​

  • Bueno, venga, empieza​
  • ¿Empiezo qué?​
  • A echarme la bronca​
  • ¿Qué?​
  • Como haces siempre​
  • ¿Qué bronca te voy a echar?​
  • No sé, que si te hice menos caso que a Gema, que si terminé con Gema, que si el sexo anal...​
  • Idiota, yo nunca te echo broncas​
  • Jajaja​
  • Serás tonto… además, me acuerdo de poco​
  • ¿No te acuerdas del sexo anal?​
  • Me duele el culo así que sí, me acuerdo perfectamente​


Yo había bajado la voz pero Sara la había levantado un poco con su última frase y vi como los de atrás se nos quedaban mirando sorprendidos. Me reí y Sara lo tomó como que me reía de ella. Dijo:​

  • Ah, ¿Te hace gracia que me duela el culo?​
  • No, mujer, eso no​


Entonces se quitó las gafas y vi sus ojos rojos y como me miraban con enfado. Dijo:​

  • Joder, eres insufrible​
  • ¿Yo? jajaja​


Nos quedamos callados. Al rato dijo:​

  • Y estarás todo orgulloso ¿no?​
  • ¿De qué?​
  • Al final lo conseguiste, me has follado el culo, enhorabuena​


Casi me atraganto con el café al ver la cara de los tres chicos detrás nuestra. Me acerqué a Sara y le dije:​

  • Niña, baja la voz​


Sara miró a los lados y dijo:​

  • No hay nadie y no hablo alto​
  • Bueno, baja la voz, por favor​


Sara puso cara de “eres tonto”. No le quise decir que detrás de ella había gente para que no se avergonzara, pero le dije de nuevo que hablara bajito. Sara sacudió la cabeza y dijo:​

  • Me voy a tener que tomar algo para el dolor de cabeza​
  • No tengo nada​
  • Ya… también me vendría bien para el culo​
  • ¿Tanto te duele?​
  • ¿Quieres que probemos a meterte algo de tu tamaño por tu culo?​
  • Jajaja, anda que no veas como eres​
  • No te jode el niño, que si duele…​
  • Pero te gustó ¿no? Te corriste​


Ya hablábamos bajito, muy pegados, sin riesgo a que nos escucharan. Sara me miró y dijo:​

  • Me corrí por Gema​
  • Ah​
  • Lo tuyo dolía​
  • Lo siento​
  • Ya, claro​
  • En serio, fui con cuidado​
  • Con eso que tienes, por mucho cuidado que lleves…​


Y dejó el resto de la frase en el aire. La miré sintiéndome mal y le dije:​

  • Pero te lo pasaste bien ¿no?​


Me miró con cara de “Pero que coño me estás preguntando” y dijo:​

  • ¿Tú qué crees?​
  • Pues contigo no sé, a veces creo que sí pero luego me dices que fue un polvo del montón​
  • Que idiota eres​


Se terminó el café y dijo:​

  • Joe, me tomaría otro pero me va a sentar mal​
  • Ya​
  • Voy a la farmacia de aquí al lado a por algo para la cabeza y el culo​
  • Vale​


Entonces se puso de nuevo las gafas y se levantó diciendo:​

  • Gracias por el café​
  • De nada​
  • Hasta luego​


Y se fue. Me quedé mirándola extrañado porque no me había abroncado ni reprochado casi nada, esperaba cabreo mayúsculo suyo por el sexo anal. Vi a los tres chavales mirándola como se iba, imaginaba lo que estaban pensando viendo ese culo después de lo que habían escuchado. Entonces vi aparecer por la puerta a Marta y Jorge. Sara se paró y habló con ellos un par de minutos y luego se fue.



Entraron Marta y Jorge. Jorge ni me vio pero Marta se me quedó mirando y me lanzó una tímida sonrisa. La saludé con la cabeza. Miré al novio y lo vi cansado, pensé “joder, esta noche ¿lo ha reventado a polvos o qué?” y sentí un pellizco de envidia.



MARTA

Jorge había llegado diciendo que ni había tenido tiempo de tomar un café así que bajamos a la cafetería. Traía mala cara, no era de trasnochar y estaba cansado.



Nos sentamos en una mesa y vi a Dani levantarse e irse. Sara nos había dicho que había salido con una compañera de piso y Dani a celebrar algo y que terminaron tarde y borrachos, y estaba muerta. Y a Dani también se le notaba. Imaginé que terminaron en la cama. Bueno, es normal, Sara es una chica muy atractiva. Y había visto en Sara algo que reconocí al momento, estaba contenta, de subidón, como yo tras una noche de sexo con Dani. Recordaba bien esa sensación al día siguiente.

Y pensé en lo que Dani me había dicho de que no estaban saliendo juntos pero Sara siempre había sido de novios ¿no? Me parecía raro, pero Dani no tenía por qué engañarme con eso, sería una tontería. Seguro que eran folla amigos y ya está, como él quería.



Entonces me di cuenta que Jorge me miraba. Le pregunté:​

  • ¿Qué pasa?​
  • Que te estaba diciendo que si me pasas los apuntes de la primera clase​
  • Ah, claro​
  • Estabas en otro mundo ¿eh?​
  • No, perdona, que me he distraído​


“Pero ¿Qué hago pensando en Dani mientras estoy con mi chico? Dios, estoy fatal”. Y miré a Jorge y le dije:​

  • Bueno, cuéntame lo de anoche ¿qué hicisteis?​
  • Ah, nada, lo típico con la familia…​


DANI

Terminar las clases fue un suplicio, no conseguí concentrarme en ninguna. Me fui a comer con unos compañeros y luego volví para el par de clases de la tarde, otro suplicio. Al terminar, me iba a ir pero me pasé por la biblioteca con intención de pedir apuntes a alguien de clase, no a Marta. Miré buscando y vi al grupo en una mesa. A ellos no pensaba acercarme pero fue justo mirarlos y Marta levantó la cabeza y me vio. Me saludó con la mano y el resto miró hacia mí. Marta me indicó con señas que me acercara y ya no tuve más remedio que ir.



Me saludaron todos y me dijeron que me sentara pero les dije que no, que estaba muy cansado y me iba a casa. Entonces Jorge dijo:​

  • Sara nos dijo esta mañana que anoche estuvisteis de juerga, con razón estás cansado jajaja​
  • Sí, soy así de listo, salir un lunes jeje​


Todos se rieron excepto Marta que me miraba de forma rara y Ale que me miraba de mala manera. Me puse nervioso por la mirada de Marta y les dije que me iba y entonces, Marta dijo:​

  • Dani, si no has tomado apuntes hoy, te los puedo pasar​
  • Ehhhh, no hace falta​
  • Ahora mismo los estoy pasando a limpio, te los paso luego​


Marta era de esas personas que cogía muchos apuntes y luego los pasaba al portátil, todo perfectamente ordenado con sus anotaciones, reseñas a libros… eran una delicia de apuntes, no como los míos escritos malamente en una libreta. La miré y dije:​

  • Bueno, si no te molesta​
  • Claro que no, luego te mando un correo​
  • Gracias​
  • De nada​


Me despedí de ellos y me fui, sabiendo perfectamente que Marta, puntualmente, me enviaría unos apuntes perfectos esa misma tarde.



Llegué a casa y me eché en la cama. Al rato, me llegó un aviso al móvil. Era un correo de Marta con sus apuntes del día. Lo abrí. Adjuntaba todos sus apuntes de todas las clases que llevábamos hasta ahora y me deseaba que descansara bien. Se me removió algo por dentro “esta niña…”. Le agradecí el gesto y ella me respondió de inmediato diciéndome que se los pidiera siempre que los necesitara “Pufff, Marta…”. Me dieron remordimientos y me levanté para leer los apuntes y estudiar.



Al par de horas, llamaron a mi puerta, la de la calle. La abrí y entró una Gema sonriente que me dio un beso y se sentó en mi cama, descalzándose antes. Traía una bolsa. Me dijo:​

  • ¿Qué tal nene?​
  • Cansado ¿Y tú?​
  • También jajaja​
  • Pues se te ve muy risueña​
  • Siempre lo estoy ¿no?​


Y era verdad, Gema siempre tenía una sonrisa en la cara. Entonces se tumbó en mi cama y me dijo:​

  • Pero sí, hoy me pienso acostar prontito​
  • ¿Aquí?​
  • Nooooo, jajaja​
  • Ohhh​
  • Hoy toca descansar, que mañana tienes tarea​
  • ¿Tarea?​
  • Sí, me dijiste que el miércoles quedarías con Marisa​
  • Joder, que memoria tienes​
  • jajaja, para lo que me interesa sí jajaja​
  • Ya veo jeje​
  • Pero antes de hablar de Marisa, que tenemos que hablar, a ver, cuéntame ¿qué tal anoche?​
  • Eres malvada​
  • ¿Yo? ¿Por qué?​
  • Tenías pensado lo de desvirgar el culo de Sara ¿verdad?​
  • Jajajaja​
  • Lo sabía​
  • Es que estaba claro que lo estaba deseando​
  • Pues esta mañana he tomado un café con ella y se quejaba de que le dolía el culo​
  • Normal pero ¿Qué más te ha dicho? ¿Le gustó?​
  • Dice que se corrió por ti, que lo mío le dolía​


Y Gema se tronchaba de risa. La miré sin entender bien lo que le hacía tanta gracia. Y entonces dijo:​

  • Es que hace un rato hemos estado charlando ella y yo​
  • ¿Y?​
  • Que estaba flipando de lo mucho que le gustó el sexo anal jajajaja​
  • ¿Qué? ¿En serio?​
  • Dice que llevaba tiempo queriendo probarlo contigo pero le daba miedo por el tamaño de tu cosa, que pensaba que le iba a doler muchísimo pero que al final no había sido para tanto​
  • Te estás quedando conmigo ¿no?​
  • Jajaja Pero nene ¿No viste como se puso?​
  • Bueno, es que tú con la mano...​
  • Yo con la mano notaba como estaba mojadísima jajaja​
  • Pero era por ti ¿no?​
  • No nene, si ella te dijo que la follaras más rápido ¿no te acuerdas?​
  • Sí, pero fue poco…​
  • Lo hiciste muy bien y a ella le encantó, pero no te lo va a reconocer​
  • Pero le duele…​
  • Claro, nene, pero el polvazo no se lo quita nadie, joder, si la dejaste muerta jajaja​


La miré sonriendo… Joder con Sara, y conmigo había estado chula y pasota respecto al sexo anal… en fin, era Sara. Entonces le pregunté a Gema:​

  • Y tú ¿Te lo pasaste bien?​
  • ¿Yo? ¿Y me preguntas?​
  • ¿Cuántas veces te corriste?​
  • Huy nene, mira, si me preguntas por un polvo con Sara o alguien así, te diría si me corrí o no, porque normalmente será una o ninguna… pero en un polvo contigo, Lily o Juan, pufff, ni idea, es como una montaña rusa, todo el rato subiendo y bajando jajaja​
  • Jeje​
  • Pero sí, me lo pasé genial​
  • Yo también, ayer y todo el fin de semana​
  • Lo sé, yo no necesito preguntártelo jajaja​
  • Jejeje​


Nos quedamos callados y entonces le dije:​

  • Tengo nuevas noticias de Marta​
  • Ah ¿Sí? Cuenta, cuenta​


Y le conté todo lo que había pasado el día anterior y ese mismo día. Al terminar, Gema me sonreía y dijo:​

  • Ay, Martita, Martita, que sigue coladita por ti​
  • Que va, si me dejó claro lo de su nuevo novio​
  • Ya pero… a ver, dime, cuando la ves ¿Qué sientes?​
  • ¿Sentir?​
  • ¿Sigues enfadado con ella?​
  • Pufff, no sé… enfadado no, no puedo estar enfadado con alguien que luego hace cosas así, que tiene esos detalles como lo de los apuntes o querer integrarme con ellos, pero no sé… me hizo una putada muy grande, no sé si conseguiré olvidarlo… sigo sintiéndome traicionado, que no puedo confiar en ella​
  • Ya ¿Y qué sientes?​
  • No sé…​
  • A ver… la miras y ¿Te pone?​
  • Pufff, no sé…​
  • Dani, sé sincero​
  • Bueno, vale, sí, me pone, no lo entiendo porque es demasiado delgada, no tiene tetas, no es una belleza como tú y fue una cabrona que me dio la patada de mala manera… pero joder, sí, me pone y me jode​
  • Jajaja, eso me gusta de ti​
  • ¿El qué?​
  • Que ves algo más que el físico en las personas​
  • Pero Marta no es nada fea, no destaca en nada pero, a la vez, es súper sexy y tiene ese algo…​
  • Me gusta eso de ti, que el tamaño de las tetas no sea lo más importante para ti, eso quiere decir que cuando sea vieja y fea, seguirás follándome jajaja​
  • Tú jamás serás vieja y fea, es imposible jeje​
  • Jajaja, ya te lo diré en unos años​


Nos quedamos callados y entonces le dije:​

  • ¿Qué hago con Marta?​
  • Nada​
  • ¿Nada? pero creo que me sigue gustando​
  • Ya, lo sé​
  • ¿Entonces?​
  • Marta necesita darse cuenta ella misma que sigue coladita por ti​
  • Eso no creo que sea así, he visto esta mañana al novio y tenía pinta de haberse acostado tarde​
  • ¿Cómo tú?​
  • Sí​
  • Jajaja, es su novio, normal que hicieran cositas ¿no?​
  • Ya, ya​
  • Pero sigo pensando que sigue enamorada de ti​
  • Que no​
  • Sí, yo creo que sí, pero se lo está negando, seguramente porque es muy insegura por su físico, o por el tuyo​
  • ¿Por el mío?​
  • Creo que te ve demasiado atractivo para ella​
  • Anda ya, que chorrada​
  • Sí, hazme caso, conozco a ese tipo de chicas… dale tiempo, al final, se dará cuenta​
  • Pero…​
  • Su novio ¿Te da celos?​
  • Mmmm un poco, claro​
  • Pero ¿Lo puedes soportar?​
  • Claro, a ver, no es mía, no voy a exigirle nada, pero me hace una puta gracia verlos juntos, no lo voy a negar, y no tengo ningunas ganas de estar con ellos estudiando, de eso voy a pasar completamente aunque es muy pesada​
  • Bien, pues espera, sé tú mismo con ella y volverá a ti​
  • ¿Ser yo? jaja pero ¿Qué dices?​
  • Que seas como siempre has sido con ella, eso es lo que le gusta de ti, así que volverá​
  • Puffff​
  • ¿Algo más de Martita?​
  • No, que me dejas con muchas dudas​
  • Jajaja, normal nene, pero hazme caso​
  • Ya​
  • ¿Te cuento yo una cosa que me ha pasado hoy?​
  • Claro​


Gema sonrió ampliamente y me dijo:​

  • Esta mañana en el trabajo, a Juan y a mí nos dio calentón y me lo traje a casa para follármelo​
  • ¿Qué??? ¿Después de lo de ayer aún tenías más ganas?​
  • Jajaja, parece que no me conoces, siempre tengo ganas​
  • Pufff, pues yo esta mañana te aseguro que no estaba para muchas historias​
  • ¿No? Seguro que si Martita se te pone a tiro, no hubieras dudado jajaja​
  • Ya, bueno mmmm vale, te entiendo jajaja​
  • Pues eso, echamos un buen polvete, cortito por el trabajo pero bien, muy bueno, como siempre con Juan jaja​
  • Jeje​
  • Y al salir ¿Sabes a quién nos encontramos en el portal?​
  • ¿A Sara?​
  • No, a Marisa​
  • Ahhh​
  • Y estuvimos charlando unos minutos​
  • Ya​
  • Y no le quitaba ojo a mi Juan jajaja​
  • ¿Sí?​
  • Es que está buenísimo, es normal jajaja​
  • ¿No te molestó?​
  • Para nada, al revés, ahora fantaseo con un trío con ellos dos​
  • ¿Con Marisa y Juan?​
  • Sí​
  • Tú lo flipas mucho​
  • Jajaja, pues a Juan también le mola Marisa​
  • ¿Se lo has propuesto?​
  • Noooo, pero le he preguntado si se la follaría​
  • Bueno, es que Marisa está muy bien, es normal​
  • Claro jajaja, mañana se lo cuentas​
  • ¿El qué?​
  • Que Juan se la follaría y que me montaría un trío con ellos dos​
  • ¿Quieres que le cuente eso?​
  • Sí, y me cuentas su reacción​
  • Jajaja, estás loca​
  • Claro nene, pero ¿Y lo que me divierte? jajajaja​


Me partía de risa con las cosas de Gema, la tía tenía unas ideas muy locas pero excitantes. Entonces dijo:​

  • Mira, te traigo esto para mañana​


Y me dio la bolsa. La abrí y miré. Luego la miré a ella y dije:​

  • ¿En serio?​
  • Claro​
  • Pero…​
  • A ver, ya tienes práctica, ahora con ella​


Eran los juguetes del finde. Me dijo:​

  • El plug de la colita de zorra me lo quedo, ya lo usé y me gustó, y el conjuntito también, ese lo tengo que usar con Lily, pero ahí hay otro casi igual, para Marisa​
  • ¿Quieres que se lo ponga?​
  • Claro, y te la folles duro, y uses todos los juguetes​
  • Puffff, mira que eres…​
  • Muy zorra, lo sé jajaja​


Entonces Gema se levantó y vino a mí. Se me pegó y me dijo:​

  • Y ahora me vas a follar​
  • Pero ¿No estabas cansada?​
  • Sí, pero siempre me pones cachonda​


Y me besó… nos desnudamos y echamos un polvo rápido pero muy satisfactorio. Después Gema se vistió y se fue, con una gran sonrisa en la cara. Que mujer.




Me vestí y seguí estudiando un rato. Luego fui a cenar con mis tíos. Marisa estaba en la cocina, los niños acostados y mi tío en el salón. La ayudé con la cena y luego comimos juntos. Al terminar recogimos Marisa y yo, y lavé los platos mientras ella charlaba contando cosas del día. Entonces le dije:​

  • Hoy has visto a Gema ¿no?​
  • Sí​
  • ¿Y?​
  • Nada, muy guapa, como siempre​
  • ¿Y su chico?​
  • Ah ¿lo sabes?​
  • Sí​
  • Creo que venían de follar (bajito)​
  • Sí, eso me ha dicho​
  • Ah, jaja​
  • Y dice que no parabas de mirar a Juan​
  • ¿Yo?​
  • Sí, tú​
  • Bueno, el chico está de buen ver jeje​
  • Dice Gema que le gustaría hacer un trío contigo y Juan​


Marisa puso cara de sorpresa e incredulidad y se rio diciendo:​

  • Que locura jajaja​
  • ¿No te gustaría?​
  • Nooooo​
  • ¿Seguro?​
  • Claro, que locura​
  • ¿Y con Gema y conmigo?​
  • Jajaja​
  • ¿No te gustaría?​
  • A ti ya te voy a tener para mí solita mañana ¿no?​


Mirándome con vicio. Habíamos bajado mucho el volumen de la voz pero Marisa salió fuera y volvió diciendo:​

  • Tu tío ya se ha quedado dormido, pero habla bajito​
  • Vale… entonces ¿no te gustaría un trío con nosotros dos?​
  • Nooo, no seas loco​
  • No viste a Sara el otro día, como lo disfrutó​
  • ¿Sí?​
  • Sí, Gema es bestial en la cama​
  • Me lo creo​
  • ¿Entonces?​
  • Que noooo, loco​
  • Se me dan bien los tríos​
  • Jajaja​
  • ¿No te lo crees?​
  • Sí, me lo creo​
  • Vamos a probar con Gema ¿no?​


Marisa me miraba con cara de “estás muy loco”. Se rio y dijo:​

  • Te prefiero solo para mí​
  • Pero tendrías también a Gema​
  • Pero ¿Qué te ha dado ahora con eso?​
  • Es que Gema no para de decir lo buena que estás y que te follaría durante horas​


Marisa se volvió a reír, mirándome con incredulidad. Entonces escuchamos a mi tío toser y Marisa se separó para sentarse y empezó a hablar de unos vecinos. Al poco llegó mi tío, casi sin mirarnos. Yo seguía con los platos y Marisa sentada en la mesa de la cocina. Mi tío cogió agua y dijo:​

  • Va a empezar el programa ¿Vienes?​


Y Marisa dijo que sí y se fueron. Al poco acabé, me despedí de ellos y me volví a mi habitación. Me senté en mi escritorio para ver si estudiaba algo pero no tenía la cabeza para eso. Al final, en un impulso, cogí el móvil y escribí a Sonia:​

  • Hola Sonia ¿Estás?​
  • Hola nene, aquí estamos terminando de cenar​
  • Ah, entonces nada, no os molesto​
  • ¿Noticias frescas?​
  • Mmm, mejor te lo cuento en otro momento​


No contestó pero me llamó. Descolgué y fue directa al grano preguntando por Marta. Les conté la charla con Marta y luego con Gema. Se quedaron callados. Entonces Sonia dijo:​

  • A ver nene ¿Quieres palmaditas en el hombro o lo que pienso de verdad?​
  • Lo que piensas, claro​
  • Te puede molestar​


Escuché a Fran reírse de fondo y decir “huy, prepárate los machos, Dani”. Sonia le reprendió y dijo:​

  • ¿Entonces?​
  • Me das miedo, Sonia, jeje​
  • Tú mismo​
  • Venga, va, suéltalo​
  • Me ha sorprendido Marta, le ha echado valor al ir a buscarte para disculparse, sin ponerte excusas, solo disculparse, y pedirte que la perdones​
  • Ya​
  • Le ha echado más valor que tú, que no te has atrevido a hablar con ella​
  • Me dijiste que no hablara aún con ella​
  • Porque estabas enfadado y deprimido, pero imagina como estaría Marta, para ella no ha tenido que ser nada fácil, y ahí la tienes, muy valiente​
  • Ya pero…​
  • Pero nada, es digno de admiración, a mí me ha gustado, para mí ha ganado muchos puntos​
  • ¿Le das la razón?​
  • No, no he dicho eso, se ha equivocado, se equivocó en su momento y se equivoca ahora​
  • ¿No debería haberse disculpado?​
  • No, me refiero a que se equivoca ahora porque no debería estar con ese chico, está coladita por ti, Gema tiene razón​
  • Que no, que pesadas, que me dejó claro que quiere estar con Jorge​
  • Porque no ve de tu parte intenciones de algo, si le echaras valor y le dijeras lo que sientes, creo que ella se echaría en tus brazos​
  • Pero ¡¡¡si ni sé lo que siento!!!​
  • Eso dices tú, pero la realidad es que te sientes jodido​
  • Ya pero…​
  • Pero nada​
  • Yo estoy muy bien ahora, tengo sexo de primera con tres chicas fantásticas y Marta no es…​
  • Tú lo que no sabes es que hacer y te da miedo ver lo que sientes​
  • Ufff, no es tan fácil​
  • Claro que no lo es​
  • Sigo enfadado con ella, me hizo una putada​
  • Lo sé​
  • Y no sé si puedo perdonarla​
  • Ya, estás en un punto de indecisión​
  • Sí, bueno, no… sé que quiero olvidarme de ella de una puta vez​
  • Ahhhh, pero es que lo que piensa tu cabeza no coincide con tu corazón​
  • Ya lo sé, y es una mierda ¿Qué hago?​
  • Ayyy, nene, no te voy a decir que tienes que hacer, eso lo tienes que decidir tú​
  • Pero…​
  • Te recomiendo que no te precipites, ni en darla de lado ni en ir a por ella​
  • Ufff​
  • Deja pasar días, a ver como se comporta ella, lo que sientes tú…​
  • Pero antes me has dicho que no le eché valor​
  • Así es​
  • Y que si me atreviera y le dijera lo que siento, ella…​
  • Y eso pienso pero otra cosa es ¿Tú quieres eso? Te noto tan indeciso que no sé si ese impulso de ir a por ella directamente a confesarle tu amor sería bueno o no​
  • Ya​
  • Ahora mismo tienes sentimientos muy negativos, enfado, decepción… no sé, Dani, creo que lo mejor es esperar​


Nos callamos y ella siguió:​

  • Y tu enfado con ella, que es perfectamente entendible, no es nada bueno para decidir algo porque ese enfado lleva a rencor y así no es bueno lanzarse​
  • Ya​
  • Que eres buen chico, no digo que le vayas a hacer daño queriendo pero…​
  • Entiendo, entiendo​
  • Y pienso otra cosa, ella ha dado un primer paso, muy importante, pero ahora se tiene que ganar lo de recuperar tu confianza, y eso es cosa de ella, a ver que hace…​
  • Mmm​
  • Porque puede ser que todo esto sea para limpiar su conciencia, y eso sería una mierda, me defraudaría mucho que fuera solo para eso​
  • Lo he pensado​
  • Por eso te digo, se lo tiene que ganar, a ver como se comporta en las semanas que vienen​
  • Ya… al final me estás diciendo más o menos lo mismo que Gema, que deje pasar el tiempo y vea como avanzamos​
  • Claro, Gema no es tonta​
  • Para nada​


Hablamos un poco más, me contaron algunas cosas de ellos y un viaje que querían hacer y cuatro cosas más. A las once ya estaba acostado, muy cansado y sin parar de darle vueltas a la cabeza.



MARTA

“Mmm, como me pones Marta” dijo Jorge entre jadeos mientras se movía sobre mí. Se me escapó un gemido porque me estaba gustando sentirlo dentro de mí pero me di cuenta que Jorge iba a durar poco y a mí aún me faltaba.



Le besé para intentar frenarlo un poco pero Jorge seguía follándome sin parar el ritmo y pensé “mierda, que se va a correr”. Entonces le dije:​

  • Jorge ¿me puedo poner encima?​
  • ¿Qué?​
  • Déjame encima, por favor​
  • Ah, sí, claro​


Jorge salió de mí y lo sentí tumbarse a mi lado porque estábamos totalmente a oscuras. Me incorporé y se la busqué con la mano, para guiarme y ponerme encima. Me senté sobre él, metiéndomela con cuidado porque, por la forma de su polla, me costaba un poco meterla al principio. Jorge me puso las manos en las caderas y comencé a moverme despacio. Jadeaba, seguía muy excitado, y yo necesitaba que durara un poco más. Me fui movimiento cada vez más rápido y él jadeaba cada vez más. Dijo:​

  • Así, Marta, así​


Le cogí una mano y se la puse en una de mis tetas, para que jugara con mis pezones, pero Jorge solo la puso “mierda Jorge, tócame” pensé. Me chupé dos dedos y me mojé un pezón, y le moví los dedos sobre él. Entonces entendió y me lo apretó “joder, sí, así, al fin” pensé. Entonces le cogí la otra mano y se la puse en mi culo pensando “venga, apriétamelo”. Jorge lo entendió y noté su mano cogiéndome el culo y me gustó. Aumenté el ritmo y entonces se corrió, gimiendo sin parar mientras tenía sus espasmos por el orgasmo, pero a mí aún me quedaba y seguí moviéndome cada vez más rápido. Jorge quitó su mano de mi pezón y se la cogí y la volví a poner “mierda, no pares ahora, joder” pensé mientras notaba mi orgasmo a punto de llegar. Jorge había terminado de correrse y pensé “que no se te ablande aún y se salga, espera, espera un poco”, y al fin me llegó el orgasmo, justo cuando notaba que estaba a punto de salirse de mí. Me tumbé sobre él y luego a su lado, jadeando. Había ido por poco pero me había corrido.



Jorge me dijo:​

  • Que pasada, Marta​
  • Sí​
  • Que bien lo haces​
  • Tú también​


Noté como se quitaba el condón y lo dejaba en el suelo. Luego, se giró y me dio un beso rápido. A los dos minutos estaba dormido, como siempre. Esperé un poco más y luego me levanté para ponerme el pijama, no quería despertarme desnuda y con luz. Me vestí, cogí el condón y el envoltorio, lo metí dentro de un pañuelo de papel y salí a tirarlo a la basura. Bebí agua y me volví a meter en la cama. No había estado mal, rapidito pero satisfactorio, aunque Jorge tenía que ir aprendiendo ya donde tocar y que hacer en cada momento, que ya llevábamos bastantes polvos. Me dormí rápido, satisfecha y relajada.​
 

13



DANI

Me desperté animado, no tenía que ir a primera hora a la facultad y me fui a la ducha mientras escuchaba a Marisa y los niños salir. Me afeité tranquilamente y salí preparado para una buena sesión de sexo.



Cogí la bolsa de Gema y me dirigí a la cocina pero no estaba Marisa y me extrañó. Vi el pan así que había vuelto de dejar a los niños en el cole. Dejé la bolsa en la mesa de la cocina y fui al salón y luego a su habitación pero vi la puerta del baño abierta y con luz. Entré en el baño y vi la silueta de Marisa dentro de la bañera. Se escuchaba el agua correr. Abrí la mampara y Marisa dio un pequeño salto y dijo:​

  • Madre mía, que susto me has dado, casi me corto​


Y es que Marisa se estaba rasurando y tenía la zona del pubis con espuma y una maquinilla en la mano. La miré y le dije:​

  • Ah, ¿así te lo afeitas?​
  • No, me lo estoy apurando, afeitado ya lo tengo desde que empezamos a follar otra vez​


La miré o más bien, la admiré. Estaba húmeda por la ducha, con el pelo mojado, sonriente. Se dio cuenta que la miraba con vicio y se dejó mirar unos segundos. Entonces dijo:​

  • Déjame cinco minutitos y acabo​


Me fijé en una cosa que tenía en el suelo, con forma de pera. Le dije:​

  • ¿Eso qué es?​


Marisa sonrió y dijo:​

  • Para estar limpia también por detrás​
  • Ah ¿Ya lo has usado?​
  • Sí, ya está perfectamente limpio​


Me quedé mirándola y dijo:​

  • Venga, Dani, ahora salgo, déjame terminar​
  • Termina, termina​


Y me quedé mirando. Ella comprendió que quería mirar y se afeitó delante mía, sin importarle nada. Cuando terminó, se echó agua y dijo:​

  • ¿Qué tal?​
  • Genial, estás genial​
  • Bueno, me doy un agüita y salgo​


Y cogió una esponja para echarle una buena cantidad de gel. Le dije:​

  • Espera​


Y me desvestí, quedándome desnudo con una gran erección que Marisa miraba sin disimulo. Entré en la bañera con ella y cerré la mampara. Cogí la esponja y se la fui pasando por su cuerpo despacio. Marisa me cogió la polla y empezó a mover la mano. Rápidamente nos liamos en un morreo profundo. Estaba excitadísimo viendo a Marisa mojada, con espuma, tan cachonda…



Terminamos de besarnos y Marisa se arrodilló dentro de la bañera para empezar una mamada con ímpetu, nada lenta, estaba ansiosa. La tuve que parar porque me iba a correr. Se levantó y me dio la espalda, inclinándose un poco. Se la metí por el coño y la cogí por las caderas. Marisa lanzó un gran gemido y empezamos a follar rápidamente, los dos muy cachondos. No tardé en correrme dentro de ella, con los dos gimiendo sin parar.



Cuando me salí, Marisa se giró y me dio un beso largo y profundo. Luego sonrió y dijo:​

  • Empezamos bien​
  • Eso parece, estás muy sexy​
  • ¿Sí? jaja​


Marisa me dio con la esponja en la polla y en el cuerpo, y luego nos echamos agua para quitarnos el jabón y salir de la ducha. Me sequé rápido y me vestí. A Marisa le quedaba un poco porque se tenía que peinar, echar sus cremas… me dijo:​

  • Ve preparando el desayuno ¿vale?​
  • Sí​
  • Y ¿Quieres que me ponga algo en especial?​
  • Mmmm no, ahora mismo no​
  • ¿Nada?​
  • Después, te he traído una cosa​
  • ¿Ah sí? ¿Otro tanga?​
  • Mejor​
  • Ah… estoy impaciente​
  • Jeje, venga, no tardes mucho​
  • vale​
  • Y no te pongas ropa interior, que no te va a durar mucho​
  • Jajaja​


Y fui a la cocina donde preparé el café, las tostadas… Al poco llegó Marisa peinándose. Llevaba unos leggins y una camiseta, ambos muy ajustados. Los leggins le marcaban descaradamente el coño, y la camiseta las tetas que, aunque no era una camiseta transparente, casi dejaba ver sus areolas y pezones.



Se sentó y entonces vio la bolsa. Me miró y dijo:​

  • ¿Y esto?​
  • Para ti, de parte de Gema​
  • ¿Qué?​
  • Bueno, de parte de Gema para la chica que gime tan sensualmente​
  • Ah jajaja ¿Puedo?​
  • Claro​


Y cogí la bolsa y derramé su contenido en la mesa. Marisa me miró divertida. Pasó un dedo por la pala y dijo:​

  • ¿Y esto?​
  • Lo usé este finde con Gema​
  • ¿Sí?​
  • Sí​
  • ¿Le gustó?​
  • Mucho​


Pasó los dedos por la fusta de tiras de cuero, medio sonriendo, luego por las esposas, la mordaza de bola… Me miró y dijo:​

  • ¿Todo esto lo habéis usado?​
  • Sí​


Entonces llegó al plug y me miró interrogativamente. Le dije:​

  • ¿Sabes lo que es?​
  • Puedo deducirlo​
  • ¿Lo has usado alguna vez?​
  • No​
  • Ábrelo​


Marisa abrió la caja con ayuda de unas tijeras porque era nueva. Lo puso en la mesa, mirándolo y puso un dedo en la punta. Dije:​

  • El de Gema era diferente, era con una cola de zorrita​


Marisa me miró divertida. Le dije:​

  • Métetelo en la boca y chúpalo​


Me miró un segundo y luego hizo lo que le había dicho, chupándolo mientras me miraba. Le dije:​

  • Levántate y date la vuelta​


Marisa se levantó y me dio la espalda, aún con el plug en la boca. Le dije:​

  • Inclínate hacia delante​


Lo hizo y le bajé los leggins, dejando su culo al aire. En efecto, no llevaba bragas, tal como se lo había notado por como marcaba coño. Entonces le dije:​

  • Dame el plug​


Me lo dio y se lo metí con cuidado pero sin ningún problema. Marisa gimió cuando entró. Se lo saqué despacio y lo volví a meter. Marisa jadeaba excitada. Entonces le dije que se enderezara. Le pregunté:​

  • ¿Te molesta?​
  • No​
  • ¿Te gusta?​
  • mmm sí​


Cogí la mordaza y le dije:​

  • Esto lo llevó Gema mientras la follaba​


Marisa me miró sin decir nada. Seguí:​

  • Gimió y babeó mucho… No lo he limpiado​


La miré esperando su reacción pero no dijo nada. Seguí:​

  • Abre la boca​


Marisa la abrió y le puse la bola. Luego se la até detrás de la cabeza. La miré diciéndole:​

  • Estás muy sexy​


Me retiré un par de pasos para verla mejor. Estaba de pie, con la bola de la mordaza en la boca y los leggins bajados hasta medio muslo. Le veía el coño depilado. Le dije que se volviera y me dio la espalda. Le vi el plug en el culo y me acerqué. La cogí desde atrás, besándola en el cuello y apretándole las tetas. Luego bajé la mano hasta su coño, pasando el dedo por la zona recién rasurada. Le dije:​

  • Está muy suave​


Marisa jadeó levemente. Le metí un dedo en el coño y me sorprendió encontrarlo tan mojado, estaba ya muy cachonda. La seguí besando en el cuello mientras seguía con mi dedo la que rápidamente acompañó otro. La masturbé hasta que se corrió con una gran gemido apagado por la mordaza. Me retiré y Marisa puso sus manos en una silla, para sujetarse. Le quité la mordaza, le subí los leggins y le dije que se sentara, aún con el plug puesto. Me hizo caso, mirándome con la cara acalorada. Empecé a comer mientras Marisa se recuperaba del orgasmo. Le dije:​

  • ¿No comes?​
  • Espera, que me acabó de correr, no estoy para ponerme a comer jeje​
  • Vale pero ¿Te preparo el café?​
  • No, ya puedo yo​


Y fue a levantarse pero entonces se volvió a sentar diciendo:​

  • Aún me tiemblan las piernas jeje​
  • Espera, que yo lo preparo​


Y me levanté a por la cafetera. Volví con su café y ella lo cogió agradecida. Se removió un poco y vi que hizo un gesto. Le dije:​

  • ¿Te molesta?​
  • Mmmm no exactamente​
  • Quítatelo para comer si no vas a estar cómoda​
  • No es eso​
  • ¿Entonces?​
  • Que sigo excitada y eso no ayuda a calmarme​


Sonriéndome con vicio. Entonces le dije:​

  • Aún queda una cosa que no has visto​
  • ¿Sí?​


Y miró las cosas de la mesa. Cogió la bolsita que quedaba y sacó el conjuntito de tiras para el cuerpo y las tetas, y el collar con la correa. Extendió el conjunto y dijo:​

  • Pero si esto no tapa nada​
  • Claro​
  • ¿Quieres que me lo ponga?​
  • Sí, pero cuando terminemos de desayunar​


Me miró con vicio y lo dejó en la mesa. Entonces cogió el collar y se lo puso. Se arregló el pelo y sujetó la correa al collar. Me dijo:​

  • ¿Y ahora soy tu perra?​
  • Sí ¿Te gusta?​


Y me volvió a sonreír con lascivia. Cogió el café y bebió sin dejar de mirarme. Dijo:​

  • ¿Gema también fue tu perra?​
  • No​
  • ¿No??​
  • No, ella fue mi zorrita, llevaba cola de zorra ¿Recuerdas?​
  • Jajaja​


Siguió con su café mientras yo devoraba tostadas, necesitaba energía. Terminé y le pregunté:​

  • ¿No vas a comer nada?​
  • Ahora mismo no puedo comer​
  • ¿Sigues cachonda?​
  • Sí​
  • Vale, mientras yo recojo el desayuno, ve a tu dormitorio y ponte eso (señalando el conjuntito)​
  • ¿Algo más?​
  • Medias y tacón, y mi tanga​


Marisa se levantó, recogió todos los juguetes para meterlos en la bolsa y se la llevó a su dormitorio. Me quedé limpiando la cocina. Cuando terminé, fui a su dormitorio. Me esperaba de pie, con todo puesto como le había dicho. Estaba muy sexy, tremendamente sexy. Me pegué a ella y le dije:​

  • Antes de que empecemos, ¿algo de eso no quieres usarlo? (señalando a la cama donde ella había dejado las cosas de la bolsa)​
  • Tú decides​
  • ¿Seguro?​
  • Sí​


La besé y jugué con sus pezones que estaban libres aunque sus tetas estaban entre las tiras del conjunto. Entonces le dije que se pusiera a cuatro sobre la cama. Me obedeció de inmediato. Le dije que se separara las nalgas y vi que por debajo de la tira del tanga, seguía llevando el plug dentro de su culo. Entonces me desnudé y dejé mi móvil sobre la mesilla, pero antes activé la grabación de sonido.



Me acerqué a la cama y cogí la mordaza. Marisa me miró y abrió la boca. Se la puse. Luego cogí la fusta de tiras y comencé la tortura. Casi una hora después de azotes, sumisión y sexo, terminaba en la cara de Marisa, dejándola llena de mi semen mientras ella jadeaba sin parar, tumbada boca arriba en su cama y muy sudorosa, ambos muy sudorosos porque los últimos quince minutos habían sido un no parar de follar su coño y su culo.



Me tumbé a su lado mientras seguía escuchando a Marisa jadeando. Luego me levanté y miré el móvil. Apagué la grabación y miré la hora, se me estaba haciendo tarde para irme a la facultad. La miré aún tumbada, con los ojos cerrados y la cara llena de leche. Fui a por una toalla y volví para limpiarle la cara. Entonces ella abrió los ojos y me miró. Le dije:​

  • Marisa, me voy a duchar, me tengo que ir a la facultad​
  • Vale​
  • ¿Te levantas?​
  • No, déjame descansar​
  • Vale​


Y le di un beso tierno. Luego me fui a mi cuarto a darme una ducha rápida y me fui.



MARISA

“Pero ¿Qué le enseña esa chica?” pensando en Gema. Había sido la sesión de sexo más dura y salvaje de todas, y le había encantado, pero estaba destrozada. Había azotado más fuerte y duro que las otras veces, nada preocupante pero se había notado. Pero sobre todo le había notado un cambio en el sexo, había sido mucho más salvaje, dominante… incluso me había pegado un par de bofetadas mientras me follaba, muy parecido a como cuando me follaba mi ex, y me había puesto aún más cachonda, que ya era difícil.



Me incorporé y me senté en la cama. La habitación olía a sudor y sexo, tenía que airearla bien, cambiar las sábanas, ducharme… pero ahora no, no podía aún. Y el culo, “dios, pensaba que me lo iba a partir, casi he estado a punto de pararlo, me va a doler varios días, eso seguro”, pero sonreí contenta, aunque me había dolido, había tenido un gran orgasmo, “bueno, varios pero ese ha sido uffff”.



Me volví a tumbar “necesito descansar un rato… Gema, que viciosa eres, más que yo por lo que parece, que cosas le enseñas…”



DANI

Pasé el resto de la mañana y buena parte de la tarde de clase en clase. Vi a Gema pero ese día no hablamos. Cuando terminaron las clases me volví a casa. Allí me puse a estudiar un poco haciendo tiempo para cenar. Entonces, vi por la ventana aparecer a Gema, solo con una toalla, recién salida de la ducha. Estuvo en su habitación cepillándose el pelo mientras escuchaba música y entonces, miró a mi ventana y me vio. Me saludó con una mano y me llamó al móvil:​

  • Nene ¿Qué planes tienes?​
  • ¿Ahora? pues estoy estudiando y luego iré a cenar con mis tíos​
  • Mmm pues cambio de planes​
  • Ah ¿sí?​
  • Sí, voy, me cuentas que tal con Marisa y luego me follas porque me pondré muy cachonda jaja​
  • Jeje​
  • ¿Voy ya?​
  • Sí, claro​


Se quitó la toalla quedándose desnuda. Vi que se ponía un pantaloncito corto, sin nada debajo y una camiseta de tirantes, sin sujetador. Se terminó de mirar al espejo y salió.



A los dos minutos llamaba a mi puerta. Abrí y entró sonriente dándome un beso y echándose en la cama:​

  • Venga, cuenta​
  • Que directa​
  • Claro​
  • Pero ¿Te cuento o lo escuchas?​


Gema puso cara de sorpresa y dijo:​

  • ¡¡¡No me digas!!!​
  • Sí jeje​
  • Ponme en antecedentes y luego la grabación​


Le conté el polvo en la ducha, el dedo en la cocina, lo de la mordaza que a Gema le encantó… y entonces llegué a la habitación y le puse el audio. Gema me miraba con una cara de vicio total mientras en mi móvil se escuchaban azotes, gritos de Marisa amortiguados por la mordaza, sus gemidos, jadeos… Me sentí mal porque los azotes se escuchaban fuertes, demasiado, pero entonces Gema se lanzó a por mí, besándome, desnudándome, desnudándose… echamos un polvo rápido pero muy intenso, escuchando los gemidos de Marisa, con Gema corriéndose enseguida, y yo con ella, ni dos minutos duramos.



Gema se rio y dijo:​

  • Madre mía, que calentón me ha dado​
  • Jeje​
  • Ufff, como me pone Marisa​
  • Porque no la has visto con tu modelito y juguetes​
  • Diosssssss​


Y se tumbó desnuda boca arriba. Entonces le dije:​

  • ¿Pido pizza?​


Gema se incorporó y dijo:​

  • No, vamos a cenar con tus tíos​
  • ¿Ahora?​
  • Sí, necesito verla​
  • Pero…​
  • ¿Qué?​
  • Que vas ligerita de ropa​
  • ¿Y?​
  • Mi tío...​
  • Que se la kaske si quiere, o mejor, que se folle luego a Marisa, pero yo quiero verla ya y que me vea, a ver si también se pone a tono jaja​
  • Jeje​


Nos vestimos y fuimos a la cocina donde estaba Marisa con la comida. Nos vio entrar y puso cara de sorprendida. Gema corriendo se acercó a ella y le dio dos besos diciendo:​

  • G: Marisa, que me autoinvito a cenar si no te importa jajaja​
  • M: Ehhh, no, no, para nada​
  • G: Te ayudo, dime con qué me pongo​
  • M: Pues ayúdame con esos filetes​
  • G: Vale​


Entonces me fui al salón con mi tío. Antes de salir escuché a Gema:​

  • G: Chica, perdona las pintas pero había venido solo para echar un polvo y luego se me ha ocurrido que nos viniéramos a cenar contigo, que siempre es un placer verte​
  • M: ¡¡¡Gema!!!​
  • G: ¿Qué? ¿Tan horrible estoy?​
  • M: Jajaja​
  • G: Ahh, que es por lo del polvo, que tú dices hacer el amor ¿no?​
  • M: Jajaja, pero que cosas tienes​
  • G: Jeje​


Marisa se reía y me fui. Mi tío ni me miró al entrar y saludarle, solo dijo “emm” mirando su tablet. No se había enterado de la presencia de Gema. Al poco, llegó Gema con los platos para la mesa y dijo:​

  • Buenas noches Antonio, tu mujer nos invita a cenar si no te molesta​


Entonces mi tío levantó la vista y el repaso que le dio a Gema fue de todo menos disimulado, pero es que no era para menos, Gema iba imponente con sus pantalones cortos y ajustados y la camiseta de tirantes marcando tetas claramente sin sujetador. Gema se dio cuenta del repaso que le estaba dando pero le dio igual y se fue. Mi tío no dejó de mirarle el culo mientras se iba. Entonces me dijo:​

  • ¿Sigues con esa?​
  • Sí​
  • Chaval, mucha mujer es esa​
  • Sí​
  • Aprovecha mientras puedas y no pares de follártela​
  • Eso intento​
  • Bien, bien, pero de todas se cansa uno, por muy buenas que estén, tú hazme caso, no te comprometas con ninguna y méteselas a todas las que puedas​
  • ¡¡Tío!!​
  • Saldrás ganando y menos preocupaciones​


Entonces llegaron Marisa y Gema riendo con la comida. Nos sentamos a la mesa donde Marisa y Gema no paraban de hablar mientras mi tío parecía hipnotizado por las tetas de Gema, que marcaban claramente pezón.



Me estuve fijando como Gema, cada vez que podía, tocaba a Marisa, ya fuera riendo, contando algo… mucho contacto, y Marisa no lo impedía, se la veía distendida. Fue una cena larga porque ellas no paraban de hablar. Cuando terminamos, recogimos y nos fuimos a la cocina todos menos mi tío, que volvió a su sillón.



En la cocina, volví a fijarme como Gema seguía muy pegada a Marisa, aprovechaba unas risas para coger a Marisa, apoyarle la cabeza… mucho, pero que mucho tonteo. Entonces sonó el móvil de Gema y al mirarlo, me dijo:​

  • Es Lily, ahora vengo​


Y se metió en mi cuarto, dejándonos solos a Marisa y a mí. Marisa me miró con una medio sonrisita. Me acerqué a ella y le dije muy bajito:​

  • Creo que esta mañana me pasé​
  • ¿Con qué?​
  • Con los azotes​
  • Que va​
  • Sí, te he tenido que hacer daño​
  • No, no… ha sido muy divertido​


Y entonces miró a la puerta y me dio un beso en los labios, corto pero juntando nuestros labios un par de segundos, y sacando algo la lengua. Entonces se retiró y dijo:​

  • Vaya historias que cuenta Gema​
  • Sí jeje​
  • Es muy divertida escucharla​
  • Sí​
  • Y tú estarás muy animado ¿no?​
  • ¿Por?​
  • Tiene un cuerpo precioso, y es guapísima​
  • Sí, jeje, está cañón​
  • ¿Se queda contigo a dormir?​
  • No lo sé, no lo hemos hablado​


Entonces entró Gema en la cocina y dijo.​

  • G: Claro que me quedo, aún tenemos que follar más​
  • M: ¡¡¡Gema!!!​
  • D: Que fina eres jeje​
  • G: Jaja, es que es verdad, vamos a follar​


Entonces escuchamos a mi tío llamar a Marisa. Ella dijo que ya acababa e iba. Gema le agradeció la cena y dijo:​

  • G: ¿Desayunamos mañana juntos?​
  • M: Ehhh, claro​
  • D: Yo tengo clase a primera hora​
  • G: Bueno, así tu tía y yo charlamos tranquilamente ¿verdad?​
  • M: Jeje, miedo me das​
  • G: ¿Yo? si soy muy poquita cosa jajaja​


Entonces le dio dos besos, muy pegados a los labios y dijo:​

  • Pues hasta mañana, guapa​


Y nos fuimos. Miré a Marisa que nos miraba con una sonrisa. En cuanto entramos en mi habitación y cerramos la puerta, Gema dijo:​

  • Ufff, que me ha costado contenerme​
  • Pero si no has parado de meterle caña​
  • Ya, y ¿has visto? ni una vez se ha apartado​
  • Jeje​
  • La tengo en el bote jajajaja​
  • No te ilusiones​
  • Sí, sí, te lo digo yo​


Nos sentamos en la cama y dijo:​

  • No podía parar de pensar en ella desnuda a cuatro sobre la cama ufff, ese audio me ha puesto a mil​
  • Ya lo he notado​
  • Este finde no voy a parar de follar con Lily​
  • ¿Ah? ¿Viene?​
  • No, me ha llamado porque quiere que vaya, me ha comprado el billete​
  • Anda​
  • Y tengo muchas ganas de pasar el finde con ella​
  • Claro​


Entonces sonó una notificación en su móvil y lo cogió. Sonrió y contestó. Luego lo dejó en la cama y me dijo:​

  • Era Juan​
  • Ah​
  • Le ha dicho a la novia que mañana tiene que salir de viaje, y nos vamos a ir a un hotelito​
  • Joder Gema, no paras​
  • Jajaja​
  • El lunes con Sara y conmigo, el martes con Juan y por la noche conmigo. Ahora conmigo, mañana con Juan, y el finde con Lily, no sé de donde sacas tanta energía​
  • Jajaja el sexo es salud nene jajaja​
  • Así estás de guapa y saludable ¿no?​
  • Sin duda jajaja ahhh, oye nene, ahora que has nombrado a Sara​
  • ¿Qué pasa?​
  • Está cabreada contigo​
  • ¿Otra vez? Ahora ¿Qué he hecho?​
  • No la has llamado​
  • Joder con las putas llamadas, que obsesión tiene con eso​
  • Pero nene, es que te la follas y luego la olvidas ¿no?​
  • No es eso, es solo que… solo somos folla amigos​
  • Ya pero a ella le gusta un poquito más de contacto​
  • Al final va a querer que seamos pareja, ya verás​
  • No creo, ahora dice que le tengo que presentar a algún tío que folle como tú, para pasar de ti jeje​
  • Pues bueno, no me molesta​
  • Ya pero… anda, llámala​
  • ¿Ahora?​
  • No, mañana, dale un poquito de roce, no solo cuando folláis, me da lástima​
  • Pero ufff, es que ella y yo tenemos poco en común​
  • Es buena chica aunque sea un poquito superficial​
  • ¿Un poquito? ufff​
  • Jajaja, anda, mañana la llamas ¿vale?​
  • Pero si me va a echar una bronca por tonterías​
  • Ya, pero así se queda más contenta, es que la veo un poquito necesitada de cariño y atención​
  • Pues que se eche un novio que la aguante, a ver donde encuentra a uno jeje​
  • ¿La llamas?​
  • Bueno, por ti… si al final va a tener razón, soy un calzonazos contigo jeje​
  • Jajaja​


Gema me dio un beso y dijo:​

  • Bueno, a ver si volvemos a escuchar el audio, esta vez entero​
  • Estuvimos un buen rato​
  • Tenemos tiempo​


Lo escuchamos y la cara de Gema pasaba de sorpresa a vicio, a risas, a excitación… cuando dijo:​

  • Quiero que me folles mientras tengo la mordaza, no la has limpiado ¿no?​
  • Es que… no la tengo​
  • ¿Quéeee????​
  • La dejé en su cama con todo el resto, lo tendrá todo guardado​
  • ¡¡¡¡DANI!!!!!!! pero ¿Cómo no has caído que eso me iba a poner muchísimo?​


Y cogió la almohada y me dio con ella, y se echó a reír mientras se hacía la enfadada. Entonces dijo:​

  • A ver, dame el móvil, voy a ponerlo desde aquí y me lo comes, que esto me ha puesto mucho​


Se levantó y se desnudó, para luego tumbarse y abrirse de piernas. Y dijo:​

  • Ah, y al final te corres en mi cara, como con Marisa ¿eh?​


Me reí y comencé a besarle el cuerpo, las tetas, y se lo comí hasta que se corrió mientras escuchaba los gemidos de Marisa. Luego me la mamó un buen rato, follamos y al final, me corrí sobre su cara, tal como quería.



Nos quedamos tumbados jadeando, muy cansados. No había sido tanto rato como con Marisa aquella mañana pero había sido muy intenso. Entonces Gema dijo:​

  • Me tengo que follar a Marisa pero ya​
  • Jejeje​
  • ¿Te he contado alguna vez como follé por primera vez con Sonia?​
  • Creo que no​
  • Yo estaba loquita por Sonia, a veces me da eso por una chica, como ahora con Marisa​
  • Ya​
  • Y cuanto más difícil, más me pone jeje​
  • Sí, eso parece​
  • Pero Sonia ni caso, solo quería follar con Fran​
  • ¿Y?​
  • Fran la ató a la cama y luego entré yo, me la encontré atada, amordazada… me la comí entera. Luego le quité la mordaza y nos besamos, y luego follamos.​
  • mmm ¿Y eso quieres hacer con Marisa?​
  • Podría ser una opción, que me la ataras jeje, pero no, a Marisa quiero seducirla, y follarla a solas… y luego ya haremos algún trío contigo, pero primero me la tengo que follar a solas​
  • Ufff, lo tienes complicado, a Marisa le gustan demasiado las pollas​
  • Ya… pero no has visto como me ha acariciado esta noche una teta con el brazo​
  • ¿Qué?​
  • Sí, como si fuera algo casual pero ha sido claro​
  • Jajaja, estás fatal​
  • Sí, sí, te lo digo yo​
  • Pero habrá sido sin querer al moverse ¿no? ¿Cuándo ha sido?​
  • En la cocina mientras lavábamos los platos​
  • Cuando te has pegado a ella ¿no?​
  • Sí​
  • Joder, Gema, pero es que te has pegado tanto que imposible no rozarte una teta​
  • No, no, te lo digo yo, eso no ha sido casual, ha sido demasiado lento​
  • Jajaja​
  • ¿No te lo crees?​
  • Me creo que te haya rozado una teta, pero no que ella lo haya buscado​
  • Ya me reiré yo cuando me la haya follado​
  • Jajaja​


Era verdad que se habían pegado mucho, pero había sido cosa de Gema, y estaban tan pegadas a veces que imposible no rozarse… Gema flipaba, pero la vi ilusionada y lo dejé estar. Entonces dijo:​

  • Quizás mañana por la mañana me la folle​
  • Anda ya​
  • Que sí nene, veo opciones​
  • Gema, te vas a llevar una desilusión​
  • Ya veremos​


Entonces se levantó y fue al cuarto de baño. Entró y, sin cerrar la puerta, se lavó la cara para quitarse mi corrida. Luego se puso a orinar mientras me decía:​

  • Y si no es mañana, será otro día, pero me la voy a follar​
  • Jajaja​
  • Y te contaré como gemía y se corría, porque la voy a matar a polvos jajaja​
  • Que tía, y capaz que eres​
  • No lo sabes bien​


Fui al baño y nos limpiamos los dientes y nos acostamos, mientras Gema no paraba de bromear y reírse, es una tía super risueña.



Yo estaba molido y al poco de apagar la luz, me dormí, a pesar de que Gema no paraba de hablar, pero llevaba mucha tralla ese día entre Marisa y Gema.​
 

14



MARISA

Había dormido mal, nerviosa. La culpa había sido por una tontería. En realidad, me había empezado a poner nerviosa en cuanto vi entrar a Dani y Gema en la cocina. Y los nervios fueron por Dani al recordar la sesión de sexo de la mañana. Pero entonces Gema empezó a bromear y a tocarme, y me llegó otro tipo de nerviosismo. Gema no había disimulado nada sus intenciones, tocándome, mirándome las tetas, el culo, me sonreía de esa forma… y me puso muy nerviosa aunque me gustaba como me miraba, no lo podía negar.



Y entonces, mientras lavaba los platos y ella me los iba pasando, sin parar de charlar, le rocé un pecho con mi brazo. Y todo hubiera quedado ahí si no hubiera notado su pezón, duro, y no pude aguantar y se lo acaricié con el brazo, nada, un segundo, pero me había puesto… cachonda, no lo podía negar. Y la mirada de Gema, que se había dado perfecta cuenta, dios, que vergüenza.



“Pero ¿Qué tonterías hago? como si no fuera ya suficiente con tirarme a un niño, ahora tonteo con una chica, estoy fatal”. Encima, ahora vendría Gema, y conociéndola, lo directa que era, íbamos a tener un problema, porque la iba a rechazar, eso lo tenía claro, pero tenía que hacerlo con tacto, a ver como me las apañaba.



Entonces escuché la puerta de Dani abrirse, y pasos. Me giré, solo venía Dani. Me saludó y charlamos dos minutos mientras se echaba un café. Los niños estaban en el salón, con sus juegos, y ya mismo teníamos que irnos. Entonces Dani se me acercó y me dijo:​

  • Gema se va a duchar, ahora viene​
  • Ah, ehh, vale​


Dani me miró fijamente, sonriendo y me dijo al oído:​

  • Y cuidado con Gema, ya sabes lo mucho que la pones​


Y me acarició el culo… lo que faltaba, ahora Dani calentándome… si nerviosa estaba ya, lo empeoró aún más diciéndome al oído:​

  • Me encantaría veros follar juntas​


Y se apartó con esa sonrisa que me mataba. Entonces escuché a los niños y me sacudí. Llamé a los niños para que dejaran de discutir y Dani me saludó y se fue… dejándome con el coño mojado, esa era la verdad.



DANI

“¿Será posible que Gema tenga razón sobre Marisa?” había notado perfectamente la turbación excitada de Marisa cuando le había dicho lo de follar entre ellas… “quizás no fuera mala idea eso de atar a Marisa y que entonces entrara Gema, seguro que follaría con ella ¿no? ¿O se cabrearía? ufff, no sé, lo mismo se enfadaría de verdad al descubrir que Gema sabía lo nuestro”.



Entonces recibí una notificación y miré el móvil, era Gema. Esperaba algo sobre Marisa pero solo decía “Acuérdate de hablar con Sara”. Miré la notificación unos segundos “joder, que manía le ha dado ahora con eso”. No me apetecía nada ver a Sara y aguantar otra de sus broncas sin sentido. Pero le había prometido a Gema llamarla. Me fastidiaba pero le escribí a Sara “Buenos días. Te invito a desayunar en mi facultad ¿Te pasas a las diez?”. Vi que Sara lo leyó casi de inmediato pero no respondió. Me metí en el coche, conduje, aparqué y cuando ya estaba llegando, recibí un triste “vale” de Sara. Y pensé “está mosqueada, está claro”.



MARISA

Llegué a casa y dejé el pan en la mesa. Gema apareció pronto en la cocina. Solo llevaba una toalla enrollada al cuerpo e iba descalza. Me gustaron sus pies. Dijo:​

  • Buenos días, necesito un favor​


Me quedé mirándola y pensando “mierda”. Gema sonreía esperando y dije:​

  • ¿El qué?​
  • Dani solo tiene un peine ¿Me dejas un cepillo? que me he lavado el pelo​
  • Ehh, claro​


Y me fui dentro y escucha a Gema detrás mía diciendo:​

  • Y me enseñas la casa, que no la he visto​
  • Ah, no hay mucho más que ver, el cuarto de los niños y nuestro dormitorio​
  • A ver, a ver​


Y se asomó a las dos habitaciones, menos mal que había hecho las camas antes de irme. Le di un cepillo y me lo agradeció para, rápidamente, ponerse a cepillar su bonito cabello. Y dijo:​

  • Es que hemos tenido un accidente esta mañana​
  • ¿Qué ha pasado?​
  • En el polvo mañanero, que tu sobrino tiene demasiada potencia ahí abajo y cuando se ha corrido me ha llegado al pelo jajaja​


Tuve que poner una cara de desconcierto total. Gema se rio y dijo:​

  • Apuntaba al vientre ¿eh? pero chica, me ha llegado a las tetas, la cara, el pelo,... menuda potencia jaja​


No me podía creer que me estuviera contando eso. Gema siguió como si nada:​

  • Que no me molesta, pero claro, ahora tengo que ir al trabajo, no puedo ir con eso en el pelo jajajaja​


Entonces Gema me acarició un brazo y dijo:​

  • ¿Qué crema usas para la piel? que suave​


Se la di y salí huyendo, me estaba poniendo… sí, me estaba poniendo caliente, no me lo podía creer. Se la di y le dije que se la pusiera mientras yo preparaba el café.



Gema apareció al poco y se fue a la habitación de Dani. Al poco volvió, ya vestida y aún cepillándose. Se sentó, dejó su móvil en la mesa, y se puso a hablar de su trabajo, cosa que agradecí. Me senté con ella y tomamos el café mientras el pan se iba calentando. Me fui relajando porque era una conversación intrascendente con Gema contándome que la empresa les hacía viajar mucho pero que a ella le gustaba, que si esto de su jefe, que si aquello de la de recursos humanos… la escuchaba y me reía por su forma de contar las cosas. Entonces dijo:​

  • Y esta noche he quedado con Juan​
  • ¿Sí?​
  • Sí, tiene novia y le ha dicho que hoy tiene que salir de viaje, pero nos vamos a un hotel, a follar como conejos​
  • Chica, no paras​
  • Claro que no, que hay que vivir la vida jaja​
  • Ya veo​
  • ¿Te gustó Juan?​
  • Bueno, claro, es un chico muy guapo​
  • Ufff, no lo sabes bien, y bueno en la cama jajaja​
  • ¿Sí?​
  • Sí, mucho, y musculado, tiene unos abdominales marcados que me dejan muerta​
  • Se le nota muy bien parecido​
  • Y bien dotado, tiene una polla grande y preciosa​
  • Gema!!​
  • ¿Qué pasa? es la verdad, es una maravilla jajaja​
  • Que cosas tienes​
  • Estaría horas mamándosela jajaja​
  • Dios, dices lo primero que piensas jaja​
  • Es la verdad ¿A ti no te gusta chupárselas?​
  • Jajaja​
  • Tu sobrino es otro que tiene una polla muy bonita y grande​
  • Gema!!​
  • ¿Qué? es la verdad ¿A ti te gustan pequeñitas o qué?​
  • Noooo jajajaja​
  • ¿Entonces? porque no me dirás que Dani no está bueno, muy bueno​
  • Que es mi sobrino Gema, no me cuentes esas cosas​
  • Ahh, que eres ciega por ser tu sobrino ¿no?​
  • No, jajaja, sé que es un chico muy guapo​
  • Y bueno en la cama ¿Te cuento una cosa?​
  • No, mejor no jajaja​
  • Tiene una amiga con la que se acuesta regularmente​
  • Ah, de la facultad ¿no?​
  • No, dice que no​


Me puse nerviosa, quería cambiar de tema pero tenía curiosidad. La miré. Gema cogió el café y se lo tomó despacio. Entonces le dije:​

  • ¿Y qué le pasa a esa amiga?​
  • Entre esa amiga y yo estamos haciendo de él un gran amante jeje​
  • ¿Qué?​
  • Al principio no era tan bueno, pero ahora ha mejorado mucho… yo le estoy enseñando mucho pero, a veces, me sorprende con cosas que seguro que le ha enseñado la amiga​
  • ¿Y eso te molesta?​
  • Que vaaaa, yo encantada jajaja​


Entonces se me acercó y, a modo de confidencia, me dijo:​

  • Ayer me contó que por la mañana estuvo con ella, un polvazo según dice, más de una hora, la chica lo dejó muerto jajaja​
  • ¿Sí?​
  • Sí, él estaba alucinando, llegué a pensar que a ver si no rendía conmigo pero que va, Dani tiene para mucho, bendita juventud ¿no? jajaja​
  • jajaja​
  • Y a la amiga le van los juegos, no es solo follar​
  • ¿Juegos?​
  • Sí, no te cuento detalles porque te escandalizarías jajaja​
  • jajaja​
  • Pero te cuento una cosa, un día que yo estaba de viaje, lo llamé y ella se la estaba chupando​
  • ¿Qué?​
  • Y Dani cogió el móvil y lo puso en manos libre y la chica jugó a que yo la escuchara, y follaron y ufff, me puso muchísimo escucharla gemir y jadear jajaja​


La miré con una sonrisita, si ella supiera. Me hice la sorprendida y le dije:​

  • Estáis fatal​
  • Claro jaja, pero una chica así es un tesoro, y él lo sabe jajaja​
  • Jeje​
  • Le he dicho de hacer un trío, la quiero conocer​
  • Ah​
  • Me la tengo que follar, no sabes lo sensual que me pareció​


Me asusté, Gema no era de las que olvidaban, seguro que le insistía mucho a Dani y por eso él no paraba de decirme lo del trío. Ni hablar. Intenté cambiar de tema y le dije:​

  • ¿Y Juan es bueno?​
  • ¿En la cama? No lo sabes bien, es mejor amante que Dani, más experimentado, pero eso no quiere decir que Dani sea malo, ni mucho menos, le falta coger esa experiencia, solo eso, va a ser un amante de primera, ya casi que lo es​


Nos callamos. Me di cuenta que el pan se estaba enfriando pero es que se me habían quitado las ganas de comer, estaba muy nerviosa. Entonces Gema dijo:​

  • La verdad es que ahora tengo mucha suerte, tengo a Juan y Lily que son unos amantes excepcionales, y a Dani que va camino de eso… entre los tres, no paro de follar jajaja​
  • Que suerte niña​
  • ¿Y tú?​
  • ¿Yo qué?​
  • ¿Follas mucho?​
  • ¿Yo? que va​
  • ¿No? porque estás buenísima Marisa​
  • Anda, anda…​


Me puse aún más nerviosa, Gema iba a volver al ataque. Intenté desviar la conversación y dije lo primero que se me ocurrió:​

  • A mí también me gustan grandes​
  • Ahhhh jajaja​
  • Ahí dónde lo ves, Antonio la tiene muy bien​
  • ¿Sí???? jajaja​
  • Sí, muy contenta con eso jeje​
  • ¿Pero grande de que no cabe entera en la boca??​
  • Jajaja​
  • Las de Dani y Juan me cuestan, pero lo consigo si quiero, aunque con bastante esfuerzo, pero es que soy buenísima chupándoselas jajaja​


La miré sonriendo, sabía perfectamente lo que costaba tragarse entera la polla de Dani, la entendía perfectamente. Le dije:​

  • Bueno, pues algo así me pasa con la de Antonio jajaja​
  • ¿Sí?? Entonces tienes suerte​


Si ella supiera el tiempo que hacía que no me comía la polla de Antonio… Suspiré y entonces sonó el móvil de Gema. Ella lo miró y me dijo:​

  • Perdona, mi jefe, lo tengo que coger​


Gema descolgó y la escuché como que tenían alguna urgencia y Gema me miró fastidiada. Colgó y dijo:​

  • Mierda, me tengo que ir rápido, con lo bien que me lo estaba pasando​
  • Vaya​


Se levantó y me dio dos besos, y me dijo al oído:​

  • Esta conversación no ha terminado, que estábamos a punto de llegar a cosas interesantes jeje​


Y entonces me acarició suavemente la cara, diciendo:​

  • Muy, muy interesantes​


Se enderezó y dijo:​

  • Otro día seguimos por donde lo hemos dejado… me voy corriendo a vestirme, chao​


Y salió casi a la carrera. Me quedé en la mesa, nerviosa y excitada. Cogí una tostada y empecé a preparármela. Estaba nerviosa aún pero sin Gema, eran nervios más normales. Y pensé en Dani “así que ha mejorado mucho gracias a mí” y sonreí porque era verdad, había mejorado mucho, muchísimo. Y luego pensé en Juan “¿mejor amante aún que Dani? ni me podía imaginar como sería en la cama, que envidia”. Le di un mordisco a la tostada pensando “¿Y Gema? ¿Cómo será en la cama? Ufff, tengo que dejar de pensar en eso, y hablar seriamente con Dani, esto no puedo ir más allá, tiene que dejar de seguirle el juego a Gema”.



DANI

Miré el reloj, las diez y cuarto “pues nada, no va a venir, será su venganza, pues voy a desayunar que ya mismo hay otra clase”. Me levanté y entonces vi entrar a Sara. Miró alrededor y la saludé. Se acercó y se sentó sin decir nada. Hoy iba con una de sus minifaldas, una vaquera, que le llegaba a medio muslo y una chaquetita. La minifalda no era de las más cortas ni mucho menos, pero le quedaba muy bien. Me miró y dijo:​

  • ¿Qué quieres?​
  • Desayunar ¿Qué tomas?​
  • Un café con leche​
  • ¿Y de comer?​
  • Nada​
  • ¿Seguro?​
  • Sí​
  • Ahora vengo​


Me fui y volví con los cafés y un bocadillo para mí. Me senté y Sara cogió el café mientras preguntaba:​

  • ¿Qué quieres?​
  • Nada Sara, solo desayunar juntos y charlar si quieres​
  • Ya, seguro​
  • ¿Qué te pasa?​
  • A mí nada​
  • Estás muy borde​


Sara me miró y entonces dijo:​

  • Has vuelto a hacer lo de siempre​
  • ¿Qué?​
  • Follarme y luego no dirigirme la palabra hasta que quedamos de nuevo para follar​
  • Pero…​
  • Está claro que para ti solo soy un agujero ¿no? ah, no, ahora dos agujeros donde meterla​
  • Bueno, en realidad tres jeje​


La cara de Sara de mosqueo absoluto hasta me asustó. Hizo amago de levantarse para irse pero la calmé diciéndole:​

  • Que era una broma Sara, joe, perdona, perdona​
  • Eres gilipollas​
  • Ya, ya, lo siento, ha sido una gilipollez, lo sé​
  • Imbécil​


Me miró unos segundos sin decir nada hasta que habló de nuevo:​

  • Somos folla amigos ¿no?​
  • Sí​
  • Pero te quedas con solo una parte de ese concepto, el de follar, lo de amigos nada de nada​
  • Bueno, es que…​
  • Es que nada, solo me usas para follar​
  • Sara, que follamos porque ambos queremos y nos lo pasamos bien​
  • Claro, pero joder, FOLLA y AMIGOS ¿entiendes?​
  • Ya pero…​
  • Que me follaste el culo y ni me has preguntado​
  • Sí, al día siguiente te pregunté​
  • Porque vine, por ti ni interesarte​
  • Pero ¿es que te sigue doliendo?​
  • Ainssssss, que tonto eres​
  • No te entiendo Sara​
  • Que me desvirgaste el culo, que menos que preguntar​


Miré alrededor, nervioso, Sara cuando se ponía nerviosa no tenía un volumen bajo. No vi a nadie mirándonos. Le dije:​

  • Ya, bueno, no sé…​
  • ¿No sabes? joder​
  • Sí, es que no sabía que era tan importante​
  • Joder, anda, mejor te callas, no haces más que joderla​
  • Sara es que…​
  • Y sé para qué me has llamado​
  • ¿Qué?​
  • Gema se va con su amigo, y el finde con su amiga, y hoy quieres quedar para follarme ¿no?​
  • No, no te he llamado para eso​
  • Ya, seguro​
  • ¿O vas a quedar con tu otra folla amiga?​
  • ¿Qué?​
  • Está claro que tienes otra, porque eso de no llamarme para follar más es porque follas con otras, lo tengo claro​


Me reí. Ella siguió:​

  • Imagino que en tu pueblo, que eso de irte todos los fines de semana y no querer quedar conmigo es porque follas allí​
  • No, no tengo a nadie allí​
  • Pues aquí, lo tengo claro, no es normal que quieras follar tan poco conmigo​
  • Pero…​
  • ¿La canija? ¿has vuelto con ella?​
  • ¿Marta? tiene novio​
  • Ya, como si para ti eso fuera un problema​
  • Pues sí​
  • Pues no, conmigo no tuviste ningún problema en ponerle los cuernos a Ale​
  • Ya pero…​
  • Que me da igual si te follas a la canija, pero joder, al menos no me trates como un objeto para follar y olvidar hasta el siguiente polvo​
  • No era esa mi intención, de verdad​


Nos quedamos callados. Entonces dijo:​

  • Mira, yo solo quiero divertirme durante una temporada, pero así no me parece divertido​
  • ¿Y?​
  • ¿Y? pues que como sigas así, te quedas sin la parte de FOLLA y sin la de AMIGA ¿Te enteras?​
  • Vale, perdona Sara​
  • Esta noche pienso salir a buscarme a algún otro​
  • Ajá​
  • Tú llama a Gema o a tu otra folla amiga, a mí me da igual​
  • Gema se va con Juan​
  • Ah, genial, pues o llamas a tu amiga o a cascártela solo​


Nos quedamos callados de nuevo. Me sentía entre mal y cabreado con Sara. Por un lado podía tener razón en su cabreo, era cierto que pasaba bastante de ella, pero por otro, esa prepotencia no me gustaba. Al final dije:​

  • Vale, entiendo lo que dices, así que empecemos de nuevo ¿Cómo estás Sara?​


Me miró con una ceja levantada y entonces dijo:​

  • Bien​
  • ¿Tu culo?​
  • Bien​
  • ¿No te duele ya?​
  • No, ha molestado menos de lo que esperaba​
  • Ah, genial​
  • Pero eso no quiere decir que me lo vayas a follar de nuevo​
  • Jeje​
  • Ya lo he probado y vale, no ha sido horrible, pero ya está​
  • A mí me gustó​
  • Naturalmente, tengo un culo fantástico​
  • Jajaja, que humilde​
  • Como si no fuera verdad​


Entonces cogió mi bocadillo y lo partió por la mitad y se puso a comérselo. Me reí y dije:​

  • ¿Te pido uno?​
  • No, pero como no te lo comes me han entrado ganas​
  • Me lo iba a comer​
  • Pues te pides otro​
  • Jeje​
  • Venga, sigue​
  • ¿Que siga con qué?​
  • Preguntando, tonto​
  • ¿Sobre tu culo?​
  • No, idiota​
  • Vale, vale… bueno ¿Qué tal las clases?​


Y se puso a contarme cosas de sus clases, sus exámenes… Lo curioso es que Sara necesitaba atención, pero ella pasaba totalmente de preguntarme sobre mis cosas… era Sara. Miré la hora y le dije que me tenía que ir a clase. Entonces me levanté y me dijo:​

  • Recógeme a las nueve​
  • ¿Qué?​
  • Para salir​
  • Pero ¿No te ibas a ligar a alguien?​
  • Te daré una oportunidad esta noche​
  • ¿Ah sí?​
  • Sí, ya veremos si follamos o no, depende de como te comportes​
  • Ajá jeje​
  • Y por idiota, invitas tú a las copas​
  • Eso ya lo veremos​
  • Tú sabrás si quieres follar​


La miré y al final me reí. Le dije:​

  • Vale, te recojo a las nueve, pero cada uno se paga sus copas​
  • Serás…​
  • Soy tu amigo, no tu pagafantas ni tu novio, es lo que hay​
  • ¿Y el finde qué?​
  • ¿Qué de qué?​
  • ¿Te quedas?​
  • Ya sabes que tengo que ir a mi casa​
  • Joder, siempre con la misma historia ¿Seguro que no tienes allí a alguien?​
  • Seguro, voy porque tengo que ayudar a mi padre y necesito la pasta​
  • Que aburrido eres​
  • Ya, muy aburrido pero estás deseando follar conmigo... me voy​
  • Idiota…​
  • Es la verdad​
  • A las nueve en mi casa​
  • Que sí​
  • Y llevas el coche​
  • Claro​


Y me fui.



SARA

“Estúpido engreído” mientras miraba como se iba “¿Por qué me tiene que poner tanto el idiota éste? Debería dejarlo tirado esta noche, que se la cascara solo y yo ligarme a un tío buenorro”. Pero es que no me apetecía nada salir, que me entraran un montón de gilipollas y tirarme a uno que a saber como era… me costaba acostarme con un tío al que no conocía de nada, las tres veces que lo había hecho habían sido una mierda “mira el italiano, que asco”.



“Tengo que hacer caso a Gema, ligarme a unos cuantos y quedarme con dos o tres como folla amigos recurrentes, pero es que me da mucha pereza lo de buscarme ligues de una noche, que la mayoría serán una mierda… y más teniendo al tonto éste, que sé que me va a follar bien aghhh que mierda”.



Entonces miré alrededor para irme ya y me fijé en un chico que me miraba. Me sonaba su cara, lo conocía, pero no caía. Entonces el chico se acercó y dijo:​

  • Hola, eres Sara ¿Verdad?​
  • Sí ¿Y tú?​
  • Soy Esteban​
  • Ajá​
  • El novio de Mavi​


Me quedé pensando y entonces caí:​

  • Ahhh, sí… pero ¿Y Mavi? No la he visto este curso​
  • Lo ha dejado​
  • ¿Sí?​
  • Sí, se ha puesto a trabajar, decía que no esto no era lo suyo​
  • Pues no tenía ni idea​
  • Ya​


Y nos pusimos a charlar. Esteban no era especialmente guapo pero tenía buen porte y era simpático. Me enteré que había roto con Mavi y eso me gustó. Me dijo:​

  • Oye, me tengo que ir a clase​
  • Claro​
  • ¿Te acuerdas aquella vez que fuimos de escalada un finde?​
  • Sí, claro​
  • Pues este finde repetimos en otro sitio, si quieres vente con tu chico​
  • ¿Mi chico?​
  • Sí, te he visto unas cuantas veces con un chico por aquí, tu novio ¿no?​
  • Ah, no, es un amigo​
  • Ah​
  • ¿Y cuál es el plan?​
  • Pues salir el sábado temprano, una larga caminata hacia la montaña, hacer noche allí y al día siguiente, subirla​
  • Ufff, pero ya sabes que la otra vez casi no subí nada, soy muy torpe​
  • Yo tampoco jeje, pero es por pasar el día haciendo algo de deporte​
  • Y no tengo nada de lo necesario, ni siquiera tienda de campaña ni saco de dormir​
  • Eso se apaña, déjalo de mi cuenta, lo único que necesitas son un buen calzado de campo ¿Tienes?​
  • Eso sí​
  • Pues ya está, el resto lo pongo yo​
  • Mmmm​
  • Dame tu número y te llamo mañana para concretar​
  • Vale, es…​
  • Venga apuntado, te llamo sin falta, hasta mañana​
  • Sí, hasta mañana​


Y lo miré irse “mmmm, a éste me lo follo fijo”. No recordaba mucho de aquella vez que fuimos de escalada, solo que me había sentido muy torpe, las protestas de Ale y que Esteban se cambió de camiseta y vi que tenía un bonito cuerpo, eso lo recordaba bien. “Espero que sea avispado y prepare una tienda para los dos… nunca he follado en una tienda de campaña, a ver como resulta” y sonreí contenta, se me había arreglado el finde de repente, que cosas.​
 

15



Esa noche del jueves, Marisa se acostó junto a Antonio, pensando en Gema. Esa chica la ponía muy nerviosa, la halagaba y excitaba la seducción de Gema pero era algo que no podía pasar. Mañana hablaría seriamente con Dani, sospechaba que él alentaba a Gema y tenía que frenar esto. Miró a Antonio que ya roncaba como siempre y pensó que ojalá la follara, que al final iban a tener que hablarlo pero no conseguía reunir el valor suficiente para ese enfrentamiento porque estaba convencida que acabaría muy mal, pero que muy mal.



A la misma hora, Marta miraba también al mismo lado de su cama donde ya dormía Jorge después de un polvo rápido. No se había corrido pero le daba igual, le gustaba sentirlo dentro de ella. Llevaba tres noches seguidas quedándose a dormir y eso le gustaba pero también echaba de menos dormir sola. Le acarició y sonrió. No era un gran amante pero pensaba que era suficiente para ella.



Quien sí se había corrido ya, no una sino varias veces, era Gema. En ese momento, estaba encima de Juan, cabalgándole y sintiendo como le llegaba otro orgasmo más, había perdido la cuenta, llevaban casi una hora follando como locos, sudorosos, cansados pero Juan aguantaba muchísimo y Gema lo aprovechaba para encadenar orgasmos, unos pequeños, otros grandes, que la tenían totalmente ida, sin poder parar de gemir y gritar.



Quien también gemía en ese momento era Sara, dentro del cuarto de baño de un bar. Tenía un par de dedos de Dani dentro de ella mientras él le besaba el cuello y le pellizcaba un pezón. Sara tenía la mano dentro del pantalón de él, agarrándole la polla totalmente dura. Ahora no pensaba que era un idiota ni un aburrido, ahora solo pensaba que quería esa polla dentro de ella, la necesitaba ya, pero tampoco quería que Dani parara con sus dedos, estaba a punto de correrse y no quería que parara, por nada del mundo. Se lo follaría después, en su cama, vaya si se lo follaría...



DANI

Me desperté y miré la hora. Era temprano. Me había despertado por la luz que entraba por la ventana, Sara no había cerrado la persiana de su habitación. La miré. Estaba desnuda, con la sábana encima pero tenía un pecho al aire. Me gustaban sus tetas, eran muy redondas y bien puestas. Lo cierto es que Sara tenía un cuerpo muy bonito y excitante, del tipo que a mí siempre me había gustado, delgado, piernas largas y bien contorneadas, culo redondito, vientre plano, tetas ni grandes ni pequeñas pero muy bien puestas.



Me levanté, estaba molido, la noche había sido intensa. Cuando vine a recogerla la noche anterior Laura y Álvaro se apuntaron a salir. Vi claramente como Álvaro me miraba, había admiración en su mirada y me hacía gracia, pero lo entendía, ambos teníamos la misma edad y él sabía que me había follado a dos pibones a la vez, a Gema y Sara, Creo que estando yo en su lugar lo hubiera mirado igual. En cuanto nos quedamos solos no paró de preguntarme cosas y decir que lo había flipado muchísimo, y que se había quedado impresionado con Gema al verla desnuda en la cocina. Le pregunté si nos había espiado y ahí se cortó un poco, dijo que nos había oído pero porque no nos cortábamos nada. Tuve claro que sí que nos espió pero me daba igual.



En cambio, Laura no hizo ninguna mención al respecto. Estuvo simpática y divertida. Cuando Álvaro y Sara salieron fuera a fumar, bailé con ella y bien, siempre es un gusto bailar con una chica guapa, pero no hubo nada de nada, solo fue bailar y reír.



En cambio, con Sara, los bailes eran muy guarros, sin parar de tocarnos y besarnos. Rápidamente, Sara se achispó bebiendo y se calentó. Al final, me llevó a un cuarto de baño donde nos enrollamos y le hice un dedo. La verdad es que pensaba follármela pero se corrió muy rápido con la masturbación. Luego ella me la mamó hasta correrme en su boca, escupiendo todo por la taza del baño.



Un poco más calmados volvimos a bailar pero Sara llevaba un buen calentón y al final nos volvimos a su casa solos, no vimos a Laura y Álvaro por ningún lado y Sara no tenía ninguna intención de esperarlos.



En su habitación nos desnudamos rápidamente y follamos un buen rato, incluso creo que podría haberle follado el culo por el calentón que ella llevaba porque, estando a cuatro, jugué con mi polla sobre su ano y ella ni se apartó ni protestó. Pero no hice nada más porque no había lubricante.



Terminé de vestirme y sacudí a Sara:​

  • Sara, que me voy​
  • ¿Qué? mierda, ¿Y me despiertas para eso?​
  • Que luego te cabreas porque me voy sin avisarte​
  • Vale, vale, déjame dormir​
  • Hasta luego​
  • Sí​


Me fui a mi casa y me duché. Luego, salí para saludar a Marisa. Sabía que entre Gema y ella no había pasado nada, había hablado por la tarde con Gema y me había contado que la cosa entre ellas se había puesto muy interesante pero que, por una urgencia en su trabajo, había tenido que salir corriendo. Según Gema “diez minutos más y me la hubiera follado, seguro”. Me reí del optimismo de Gema, no conocía bien a Marisa.



Marisa me recibió con una sonrisa. Los niños estaban terminando el desayuno en la cocina. Me hizo un gesto y salió de la cocina. La seguí. Me dijo:​

  • Dani, por favor, deja de alentar a Gema​
  • ¿Qué?​
  • No te hagas el tonto, tengo claro que cuando ella habla de acostarse conmigo, tú la alientas porque te gustaría vernos juntas​
  • Jeje​
  • Pero, por favor, deja de insistirle o darle ánimos o lo que sea, y deja de intentar calentarme a mí con eso​


Suspiró y dijo:​

  • Bastante malo es que me esté acostando ya contigo como para que quieras meter a una tercera persona​
  • Gema siempre se ha querido acostar contigo​
  • Y tú encantado​
  • Claro jeje​
  • Pues tenlo claro, jamás va a pasar eso, jamás… me siento fatal con lo nuestro como para cometer de nuevo otro error tan grande​
  • ¿Lo nuestro es un error?​
  • Sabes que sí, esto nunca debería haber pasado, pero lo hecho, hecho está, me equivoqué en su momento y ya es tontería intentar dar marcha atrás, y más cuando tu tío sigue en el plan de ignorarme​
  • Ya​
  • Tú y yo lo que quieras y como quieras, ya sabes como soy, como me gusta ser sumisa, el polvo del otro día fue extraordinario, me lo pasé genial​


Entonces se me pegó y me besó con lengua. Se separó y dijo:​

  • Seguiremos follando siempre que quieras, pero tú y yo, olvídate de Gema, por favor​
  • Pero que es ella, eso se lo tienes que decir a ella, no a mí​
  • Se lo diré, pero tú deja de insistirle, por favor​


La miré y asentí:​

  • Vale, no le sacaré más el tema, pero ella lo sacará, tenlo por seguro, le pones muchísimo​
  • Ufff, vale, pero no le digas que nos quieres ver follando o cosas así ¿Vale? eso solo la anima a hacer locuras, ya hablaré yo con ella​
  • De acuerdo​


Me dio otro beso, esta vez rápido, y luego volvió a la cocina. Me quedé pensando en la desilusión que se llevaría Gema, ya se lo había intentado advertir, Marisa no iba a querer. Volví a la cocina, me tomé un café y luego me fui a la universidad.



En clase, me senté donde siempre y no me sorprendió ver a Marta sentada sola un par de sitios por delante, donde siempre se solía poner. Pensé que ella se había adelantado a cogerles el sitio, como otras veces. Entonces ella se giró y me saludó. La saludé y empecé a sacar mis cosas cuando de repente escuché al lado mía:​

  • Dani ¿Me puedo sentar contigo?​


La miré sorprendido, y miré a su “sitio” donde no había nadie. Le dije:​

  • ¿Y el grupo?​
  • Charo hoy no viene, tenía que ir con la madre a algo​
  • Ah​
  • Y Jorge está ayudando a Ale con su coche que se le ha estropeado, vendrán más tarde​
  • Ya​


Se me quedó mirando, esperando y me reí y le dije:​

  • Esos sitios no son míos, siéntate si quieres​
  • Gracias​
  • Pufff, gracias dices…​
  • Sí, claro​


Y se sentó y sacó sus cosas y entonces llegó el profesor y empezó la clase. Vi como Marta se concentraba en la clase y tomaba notas sin cesar. Al principio, también me concentré en la clase pero entonces me fijé en las piernas de Marta, llevaba falda y, al sentarse, se le había subido un poco a casi medio muslo, nada especialmente provocativo, pero me hizo pensar en sus suaves piernas, y que hacía unos meses hubiera puesto mis manos en ellas y acariciado. Noté como se me iba poniendo dura y aparté la vista, azorado.



Intenté concentrarme de nuevo pero ya no me era posible. La miré. Ella sí estaba concentrada tomando apuntes. La miré fijamente durante demasiado tiempo porque ella se percató y me miró extrañada. Aparté la vista pero dijo muy bajito:​

  • ¿Qué pasa?​


Y, de repente, me salió un:​

  • Te queda muy bien ese corte de pelo y ese color, estás muy guapa​


Marta se puso intensamente colorada en menos de un segundo y me reí diciendo:​

  • Joe, no recordaba lo rápido que te pones colorada jeje​


La cara de Marta era un poema, colorada, nerviosa, mirando a la mesa… Me reí de nuevo y entonces escuchamos al profesor:​

  • A ver, que estamos en clase, para reírse a la calle​


Marta se encogió en el asiento de pura vergüenza y yo me disculpé. Siguió la clase pero Marta ya no estaba concentrada, le costó varios minutos volver a tomar apuntes. Ya no volvimos a hablar.



Al terminar la clase, Marta siguió con sus apuntes, sin hablarme, leyendo y corrigiendo cosas… sabía que estaba haciendo cosas para no tener que hablar conmigo. Le iba a hablar pero entonces llegó un compañero y me preguntó algo, y luego empezó otra clase.



JORGE

Aparqué y le dije a Ale:​

  • Bueno ¿vamos a clase? ya ha empezado​
  • No, vamos a la cafetería, no tengo ganas de nada, puta mierda de coche​
  • En unos días lo tienes​
  • Ya pero como me cabrea que se joda ahora​
  • Es poca cosa según el del taller​
  • Eso espero, que cuando un coche entra en el taller, le encuentran de todo​
  • Es verdad​


Entramos en la cafetería y le escribí a Marta. Sabía que, mientras estuviera en clase no lo iba a leer, pero bueno, a ver si bajaba cuando terminara la clase.



Pedimos nuestros desayunos y nos lo llevamos a una mesa. No había casi nadie, todo el mundo en clase o fuera. Empezamos a comer y al poco Ale dijo:​

  • ¿Anoche también te quedaste con Marta?​
  • Sí​
  • Joder, ya te lo dije, este tipo de chicas follan mucho​
  • Ya pero Marta...​
  • Las que se saben guapas y atractivas se hacen de rogar para un polvo, pero las que no son tan agraciadas, follan sin parar, te lo dije​
  • Marta es muy guapa​
  • Ya, ya… tú me entiendes, pocas tetas, poca cosa… pues lo suple follando​
  • Es verdad que me tiene sorprendido, pensaba que sería de hacerlo poco​
  • Es que no me haces caso, te lo había dicho​
  • Casi polvo diario, una pasada, con mi ex daba gracias si era uno semanal​
  • Jajaja, yo lo mismo con Sara, a veces pensaba si sería frígida o qué, que poco le gustaba follar a la jodida​
  • Jeje​
  • Y seguro que la chupa bien ¿verdad?​


Lo miré sin contestar, estaba incómodo la conversación, a veces Ale me parecía muy poco respetuoso con las mujeres. Le iba a decir algo al respecto pero él siguió:​

  • Sara la chupaba fatal, que tía más lánguida, que pocas ganas le ponía… en cambio Charo, joder, es una gozada, cada mamada es un espectáculo​
  • Jeje​
  • Seguro que a Marta le pasa lo mismo, que se le nota que le encanta chupar polla ¿verdad? seguro que le pone ganas y pasión​
  • Sí, lo hace muy bien​
  • Lo sabía, es que son todas iguales, si no se ven guapas, lo suplen con el sexo, te lo dije​
  • Pero Marta es guapa​
  • Que ya, pesao, que no digo que no esté bien, pero es poca cosa, sin tetas… por cierto ¿tiene algo o está totalmente plana?​
  • Bueno, tiene poco, sí​
  • Al menos tendrá unos pezones grandes y duros ¿no?​
  • Sí, y muy sensibles​
  • Joder, Charo en eso es una maravilla, que tetones tiene la tía, las cubanas que me hace… de ese tema te vas a quedar con las ganas con Marta, imposible que te haga una cubana jajajaja​
  • Ya​
  • ¿Y se mueve bien follando?​
  • Sí, claro​
  • Joder, tiene que molar verla encima tuya ¿eh?​
  • Ehhmmmm sí​


En realidad, no había llegado a verla bien, siempre lo quería hacer a oscuras. Me quedé pensando que eso tendría que cambiarlo, quería follar alguna vez viéndola. Ni siquiera sabía que cara ponía cuando se corría. Ale seguía hablando:​

  • Charo es la puta caña, como se mueve y gime la jodida, me pone cardiaco​
  • Ya la he escuchado este verano ¿no te acuerdas?​
  • Ah, claro, jajaja, no es nada silenciosa jajaja, es que se pone como loca con mi pollón jajaja​
  • Jeje​
  • Y que guarra es la tía, hace de todo, a nada me dice que no… ahora le estoy dando por el culo y le encanta​
  • ¿Sí???​
  • Sí, tío, goza como una perra cuando le doy por el culo, se vuelve loca… anda que Sara se iba a dejar, la muy zorra estirada, todo lo que tiene de buena, lo tiene de seca la cabrona​
  • Bueno, cada una es como es​
  • Ya, ya… ¿Y a Marta? ¿Le gusta por detrás?​
  • ¿Qué??? no... no sé, no creo​
  • Tío, tienes que decírselo, te sorprenderá, verás como te dice que le gusta​
  • ¿Sí? no sé, Marta no es como Charo​
  • Que sí, que sí, tú hazme caso… mira, tienes que imponerte más, ser el macho, a estas tías les gusta así, que se las folle un macho​
  • Pero Marta…​
  • Que no tío, tú hazme caso, mira, te voy a dar clases para que seas un buen follador como yo, que falta te hace jajaja​
  • Bueno, Marta se lo pasa bien, no creo que sea malo…​
  • Pero tienes que darle más caña, follar como yo, así la tienes enganchada de por vida​
  • Jeje​
  • Mira, yo paso de comerles el coño, me aburre, y ellas lo que quieren de verdad es polla, es un hecho, y más un buen pollón como el mío​
  • Jajaja​
  • No te rías, es en serio, si tienes una polla pequeña o no sabes follar, pues sí, tendrás que comer coño, pero si tienes una buena polla eso es lo que quieren ellas, que te las folles​


Me quedé pensando, quizás tenía razón en eso, a Marta no le interesaba nada que se lo comiera, cuando se lo había propuesto me había rechazado de plano. Marta solo quería follar. Lo tendría en cuenta. Le pregunté:​

  • Bueno, pues cuenta, cuenta, ¿Qué hago?​
  • Tú hazme caso y verás lo zorra que es en realidad Martita, ya verás jeje​


MARTA

“No ha sido buena idea sentarme con Dani”. Estaba nerviosa, muy nerviosa. El piropo de Dani me había descolocado totalmente, no me lo esperaba. Me estaba costando muchísimo concentrarme en las clases y eso me molestaba profundamente, no me molestaba tenerlo al lado o que me hablara, me molestaba que eso me afectara tanto.



Al fin terminó la segunda clase y miré el móvil. Tenía un mensaje de Jorge, estaban en la cafetería. Recogí mis cosas mientras le decía a Dani:​

  • Jorge y Ale ya han llegado, están abajo​
  • Ah, bien​
  • Voy a bajar ¿Vienes?​
  • Mmmm​
  • ¿No vas a desayunar?​
  • Sí​
  • Pues vente​
  • Ve bajando tú, ahora voy​
  • Vale​


Y me fui, casi aliviada de separarme de él, que agobio tenía encima ¿Cómo podía ponerme tan nerviosa? Esto no podía ser.



DANI

Vi como se iba. No me apetecía mucho desayunar con ellos. Jorge no me caía mal pero ahora lo veía diferente y no me apetecía verlo metiendo mano a Marta mientras comíamos. Y Ale, bueno, nos llevábamos mal aunque ahora teníamos una tregua entre nosotros, aunque él seguro que no había olvidado la pelea que tuvimos por Sara.



Recogí mis cosas y bajé sin muchas ganas. Y entonces vi a Sara entrando en la cafetería. Fui tras ella. La vi en la puerta mirando dentro, seguramente me estaba buscando. La agarré por la cintura desde atrás y le dije:​

  • ¿Me buscabas?​


Sara dio un pequeño repullo y se volvió diciendo:​

  • Joder ¿Eres tonto? Menudo susto me has dado​
  • Jeje​
  • Y no, no te buscaba, he quedado con un amigo​
  • Ah​
  • A ver si te crees que eres el único​
  • Jeje, no, claro que no​
  • Pues eso​
  • Bueno, pues nada, voy a desayunar, si quieres vente a la mesa​
  • ¿A cuál? ¿A la del grupo? ¿Con el picha corta ese? No gracias​
  • Jeje, sigues enfadada con Ale​
  • Es un gilipollas, y sí, un picha corta, es un hecho​
  • Jajaja​


Sara se volvió de nuevo mirando las mesas y dijo:​

  • Joder, no lo veo​
  • Estamos saliendo de clase, lo mismo aún no ha llegado ¿A qué hora has quedado?​
  • No he quedado, es que lo vi ayer aquí y hemos quedado para el finde​
  • Ah​


Entonces Sara me miró con una sonrisa desafiante y dijo:​

  • Me lo pienso tirar​
  • Mira que bien​


SARA

“Será gilipollas la cara que pone de ‘me la suda’”. Le dije:​

  • Está muy bueno y vamos a follar todo el finde​
  • Halaaa, pues nada, se ve que los polvos de anoche te han sabido a poco ¿Cuántas veces te corriste?​


“Pero que gilipollas engreído es, me corrí tres veces pero no pienso decírtelo”. Le dije:​

  • No las suficientes, idiota​
  • Jajaja​
  • No sé porqué te aguanto tanta tontería​
  • Tengo una ligera sospecha jeje​
  • Idiota​
  • Bueno, pues me voy, que llevas insultándome desde que hemos empezado a hablar y es demasiado temprano para mí sin otro café​
  • Perdona, perdona, es que consigues sacarme de quicio​
  • Pero si no he dicho nada​


Me quedé callada. La verdad es que a veces me pasaba con él, pero me costaba controlarme cuando se ponía así. Le dije:​

  • Sabes que lo de anoche fue genial, pero también quiero tener más alternativas, te dije que quiero variedad, no una sola pareja​
  • Ya, lo sé, y no tienes que darme explicaciones​
  • Pues eso, que no es porque me lo pase mal contigo​
  • Vale​
  • Tú me tienes a mí, a Gema y al menos otra, y está bien, y yo también quiero algo así, varios folla amigos ¿Vale?​
  • Que sí, que te entiendo​
  • Tú nunca estás los finde​
  • Que sí, que no me des explicaciones​


“Es verdad ¿Qué coño hago dándole explicaciones? Soy tonta”. Lo miré y le dije:​

  • Y no sé si voy a follar este finde con ese chico, me gustaría pero no sé, ya veremos​
  • Que sí Sara, de verdad, sin explicaciones​


“Joder, pero ¿Por qué no me callo?”. Lo miré y le dije:​

  • Anda, vete a desayunar, yo me voy, no lo veo, ya hablaré con él más tarde​
  • Vale​
  • Hablamos el lunes ¿Vale?​
  • Claro, que te diviertas el finde​
  • Eso espero​


Y me fui. Había venido para hablar con Esteban porque me había dado cuenta que no tenía las botas aquí, que tendría que ir al pueblo, y pasaba de ir. Además, en realidad no me apetecía nada ir al campo. Lo que quería decirle es que se quedara para ir al cine, salir y, si todo iba bien, follar, ese era mi plan, pero ayer le di mi teléfono y no cogí el suyo, ahora tengo que esperar a que me llame y será tarde porque ya habrá organizado todo, “mierda”.



DANI

Saludé al grupo con la mano y me fui a la barra a pedir. Entonces, vi a unos compañeros en la barra y me quedé con ellos desayunando. Vi como al poco, Marta, Jorge y Ale subían a clase. Me quedé un poco más charlando y cuando subí, Marta y los dos estaban en sus sitios de siempre. Marta miró hacia atrás y me hizo una seña para ponerme a su lado pero negué con la cabeza y le sonreí para hacerle ver que le daba las gracias y no me cabreaba que ahora se sentara de nuevo en su sitio.



En cuanto terminaron las clases salí casi corriendo a por el coche, quería salir antes de que se armara el follón de coches, para llegar rápido al pueblo.



SARA

Sonó mi móvil, vi un número que no conocía y pensé “Será Esteban”. Descolgué y escuché a Esteban:​

  • Hola Sara, soy Esteban, ayer hablamos para ir al campo ¿Te acuerdas?​
  • Claro Esteban, dime​
  • Oye, mira, lo siento mucho pero hemos tenido que cancelar​
  • ¿Qué? ¿Y eso?​
  • Que dicen que puede llover en la montaña este finde, y así no podemos ir​
  • Ohhh, vaya​


Me reí por dentro, genial jajaja. Esteban siguió:​

  • Ya te avisaré la próxima vez ¿vale?​
  • Vale, vale​
  • Pues nada, perdona, hasta luego​
  • Espera Esteban​
  • Dime​
  • ¿Qué haces este finde?​
  • ¿Qué? Pues no sé​
  • Estaba pensando en ir al cine esta noche ¿Te apuntas?​
  • Ah, ehhh, bueno, no sé ¿Qué peli?​


“Dios, no puede ser, otro lelo”. Le dije:​

  • Es por salir, que hace tiempo que no voy, elige tú la peli​
  • Eh, ah, pues no sé, no voy mucho al cine​


“joder, no me lo puedo creer ¿Le voy a tener que decir que me lo quiero follar o qué?”. Le dije:​

  • Vamos y elegimos allí ¿vale?​
  • Mira, es que hoy no puedo, ya he quedado​


“¿En serio? Otro igual ¿Por qué me tienen que pasar estas cosas a mí?”. Me quedé callada, cabreada conmigo misma y con él. Entonces dijo:​

  • Mira, lo cierto es que pensaba decirte de quedar mañana por la noche, pero no sé, no me atrevía​
  • ¿Por qué?​
  • No sé, es que soy un poco cortado jeje​
  • Que tontería​
  • ¿Puedes quedar mañana?​
  • Claro​
  • Si quieres vamos al cine y luego a comer algo​
  • Vale, me gusta el plan​
  • Genial, genial, pues mañana te llamo​
  • Sí​
  • O mejor, mira tú la peli y me llamas con la hora​
  • Jaja, vale​
  • Bueno, pues mañana nos vemos Sara​
  • Sí, mañana​
  • Hasta luego​
  • Adiós​


“Dios, que le había costado, es un poco cortito ¿no?” pero al fin tenía una cita y no era con el lelo de Dani, algo es algo.



MARTA

“Al fin mi cama para mí sola” pensé sonriendo mientras me arropaba. Me gustaba tener a Jorge a mi lado pero también tener un poco de tranquilidad. Apagué la luz y cerré los ojos, pero de pronto los abrí, me acaba de acordar de Dani y su piropo “mierda, no pienses en eso ahora, duérmete” pero ni de coña, ya no iba a dejar de pensar en eso.



No sé porque tuve que sentarme a su lado. Solo sentarme supe que era mala idea tenerlo tan cerca. Además, no pude evitar fijarme en sus manos, esas manos que siempre me habían puesto muchísimo, manos grandes, no eran suaves pero tampoco ásperas, eran manos de hombre, y eso me gustaba muchísimo, no sabía por qué.



Y también me fijé en su paquete, “pero ¿Qué hago mirándole el paquete a un tío? estoy enferma”. Ahí me puse más nerviosa aún. Menos mal que conseguí concentrarme hasta que me di cuenta que me miraba. Y luego, el piropo, ahí me dejó totalmente fuera de combate.



Cerré los ojos e intenté dejar de pensar pero no, no podía “Él sí que está guapísimo, esa es la verdad, el moreno le sienta genial”. Entonces cogí el móvil y fui a una carpeta que tenía con fotos de él. No las miraba desde agosto, pero le di un repaso. Y entonces llegué a la de su “cosa”. La miré unos segundos y apagué el móvil. Entonces suspiré y me metí una mano por dentro de la camiseta y otra dentro de las bragas “no voy a dormir hasta que no me tranquilice”. Y cerré los ojos recordando sus manos, como me tocaba, como me miraba,... mientras comenzaba a acariciarme...



DANI

“Nada, no consigo dormirme”. No sabía que me pasaba, había estado toda la tarde moviendo cajas, estaba cansado, muy cansado, y a pesar de eso, no conseguía dormirme. Pensé en Sara ¿Sería por ella? ¿Por qué quizás ahora se estaba follando a otro? No, me daba bastante igual, eso no era. ¿Marisa y sus nervios con Gema? Que va, eso sé que no va a ningún lado. ¿Gema y la decepción que se iba a llevar con Marisa? Bueno, sí, me preocupaba un poco Gema pero no como para no dormir.



Me di la vuelta en la cama y cerré los ojos. Entonces los abrí pensando “Marta”. Renegué en silencio pero era eso. Recordé la visión de sus muslos, y su cara, joder, me había parecido preciosa en clase. Había sido un gilipollas diciéndole eso, pero se me había escapado al verla tan bonita “mierda, pero es que no es tan bonita”. Cogí el móvil y busqué fotos de ella. Ahí estaba “no es una chica especialmente guapa, joder, Gema sí que es preciosa, ya quisiera Marta ser tan guapa. Incluso Sara es más guapa. Y Marisa, ese pedazo de mujer… Mírala idiota, pero si es una chica del montón” mientras pasaba las fotos que tenía de ella en redes sociales.



Apagué el móvil y cerré los ojos. Volví a coger el móvil y busqué la carpeta donde tenía “su regalo”. No las veía desde que me dejó, me dolía solo pensar en volver a verla desnuda sin poder tocarla más. Dudé. Dejé el móvil pero lo volví a coger “mejor las miro para dejar de idealizarla y comprobar la verdad, que no vale nada, que hay chicas mucho más guapas y atractivas, que ahora me estoy acostando con tres mujeres que son muchísimo más atractivas que ella”. Abrí la carpeta. Ahí estaba, tan delgada, sin tetas, poquita cosa… y noté mi erección. Entonces terminé de ver sus fotos desnudas y llegué a la foto normal, donde estaba leyendo “joe, pero ¿Qué tiene Marta que me parece tan atractiva?”. No lo entendía. Miré esa foto durante cerca de un minuto, hasta que se apagó la pantalla. Entonces dejé el móvil en la mesita. Y empecé a masturbarme, cerrando los ojos y recordando su tacto, lo suave que era, su preciosa cara, sus gemidos…​
 

16



MARTA

Miré la hora en el móvil “ya mismo tenemos que entrar a clase” pero Jorge y Ale estaban en una animada conversación sobre fútbol y no los quería interrumpir. Miré a mi alrededor y entonces vi llegar a Dani a lo lejos.



“Dani... tengo que hacer algo con Dani”. Me había masturbado dos veces este finde de semana por un simple piropo de Dani, que seguro que lo había hecho por ser amable y ya está, pero me había dejado temblando y muy descolocada. Y seguramente no habían sido tres pajas porque ayer me vine con Jorge y se quedó a dormir, si no, seguro que caigo de nuevo.



Suspiré para mis adentros “¿Qué hago con Dani? pensaba que con Jorge aquí iba a controlar bien mis impulsos pero está claro que no soy capaz”. Por lo pronto, iba a intentar no quedarme a solas con él, por una sonrisa y una frase amable me había masturbado varias veces, esto no puede ser.



Lo miré durante unos segundos más, él no me había visto, estaba saludando a otros compañeros. Que bien le queda esa camiseta… “ufff, deja de mirarlo… sí, creo que con evitar quedarme a solas con él será suficiente”.



DANI

“Estoy destrozado”. Estos fines de semana trabajando con mi padre me dejaban muerto. Todo era trabajo físico y agotador. “Al menos, el dinero me viene genial” pensaba mientras iba andando a la facultad después de aparcar el coche.



Entonces me saludaron unos compañeros y me acerqué a charlar. Estaban liados con el fútbol. Los escuché pero entonces me sonó el móvil. Lo miré. Un mensaje de Gema. Lo abrí:​

  • Buenos días, acabo de aterrizar nene​
  • Ah, si me hubieras avisado habría ido a recogerte​
  • No, da igual​
  • ¿Qué tal el finde?​
  • Ufff, una pasada, que ganas tenía de Lily jajajaja​
  • Jeje​
  • Casi no hemos salido de la cama jajaja​
  • Me lo imaginaba​
  • Pero estoy destrozada, esta noche a la cama prontito​
  • Haces bien​
  • mmm, no sé si me pasaré a verte o caeré redonda, ya veré ¿Vale?​
  • Claro, descansa​
  • Y ahora a trabajar, que pocas ganas​
  • Jeje​
  • Tengo varios mensajes de Sara​
  • Ah, sí, no me acordaba, ha quedado con alguien este finde​
  • Eso dice​
  • Para follárselo jeje​
  • ¿Te da igual?​
  • Sí, bastante​
  • Ajá​
  • ¿No te lo crees?​
  • Sí, sí… solo que me confirmas que solo es una folla amiga​
  • Claro, te lo he dicho muchas veces​
  • Pues nada, que dice que me tiene que contar​
  • Eso es que ha triunfado, le voy a mandar un mensaje preguntándole​
  • Jajaja, pero no seas malo con ella​
  • ¿Yo? pero si siempre soy un pedazo de pan​
  • Ella no siempre lo piensa​
  • Jeje​
  • Bueno, te dejo, que pillo taxi​
  • Vale​
  • Chao nene​
  • Hasta luego​


Entonces le escribí a Sara:​

  • Buenos días ¿Desayunamos juntos?​


Sara contestó casi de inmediato:​

  • ¿Para qué?​
  • Para follarte en medio de la cafetería​
  • ¿Quéeee???​
  • Para desayunar ¿Para qué va a ser?​
  • No sé, es raro​
  • ¿Raro querer desayunar?​
  • Raro que me digas de desayunar tan de seguido​
  • Bueno, somos amigos ¿no? es lo que me dijiste​
  • Sí, ya… pero es sospechoso​
  • ¿Y qué intenciones puedo tener según tú?​
  • No sé, estoy medio dormida​
  • Bueno, que si has quedado con tu amigo no pasa nada, otro día​
  • No, no, no he quedado con nadie​
  • ¿Entonces?​
  • Vale, me paso​
  • A las diez​
  • Sí, ya​
  • Hasta luego​
  • Hasta luego​


No había quien entendiera a Sara, si no la llamaba, malo. Si la llamaba para quedar a charlar, también malo. Que mujer tan complicada. Entonces me dirigí a la puerta y vi entrar a Marta “Ufff, otra que me trae por la calle de la amargura” pero ahí estaba, con unos vaqueros que le resaltaban ese culito tan redondito que tiene, y noté como mi polla respondía a esa visión “joder, deja de pensar en ella, que esa tía pasa de ti”.



Me senté donde siempre, y vi como Marta charlaba con Charo y Jorge. Entonces, justo cuando entró el profesor, Marta se giró y me sonrió mientras me saludaba con la mano “Puff, ojalá dejara de hacer eso, si ella supiera que por ese gesto amable me la pone dura dejaría de mirarme y saludarme”.



No hay nada peor que las clases de primera hora del lunes, me era imposible concentrarme entre el sueño y lo cansado que estaba. Se me hicieron eternos los minutos hasta que llegó la hora del desayuno. Bajé deseando chutarme café en vena. En cuanto entré en la cafetería vi a Sara sentada en una mesa con un café. Fui a la barra a pedir y luego me senté con ella:​

  • Estoy destrozado​
  • ¿Por?​
  • No he parado de mover cajas y de todo con mi padre​
  • Ah​
  • Estamos limpiando el almacén y ahí tiene de todo​
  • Ya, entonces es verdad que trabajas​
  • ¿Cómo que es verdad?​
  • No sé, pensaba que te ponías solo un rato​
  • No, niña, mi padre me tiene esclavizado jeje​
  • Pobre​


Le di un buen mordisco al bocadillo mientras Sara leía su móvil. La miré y le dije:​

  • ¿Y bien? ¿Qué tal el finde?​
  • Bien​
  • ¿Solo bien?​


Me miró y dijo:​

  • ¿Tienes celos o qué?​
  • Nooo, jajaja, solo que, como somos amigos, pues me intereso ¿no es lo que querías?​


Sara me miró unos segundos y dijo:​

  • ¿Y quieres que te cuente como he follado con otro? ¿Eres así de rarito?​
  • No, no quiero detalles, solo saber si tienes un nuevo folla amigo​


Sara me volvió a mirar unos segundos y dejó el móvil en la mesa mientras decía:​

  • Pues no lo sé, es la primera vez que me acuesto con él​
  • Pero ¿Te gustaría repetir o no?​
  • Es raro hablar de esto con un tío​
  • Jajaja​
  • Pero sí, me gustaría repetir, ha estado bien​
  • Me alegro por ti​


Sara me miró con desconfianza. Entonces alargó la mano para coger mi mano que sostenía el bocadillo y se lo acercó a la boca para darle un mordisco. La miré y le dije:​

  • ¿Te pido uno?​


Ella negó mientras masticaba. Luego dijo:​

  • No, solo me han entrado ganas​


La miré sonriendo y le di un mordisco al bocadillo. Entonces le dije:​

  • ¿Quieres más?​
  • Sí​


Y nos comimos el bocadillo entre los dos. Otra cosa que no entendía de Sara, tenía hambre pero no quería pedirse nada. Terminamos el bocadillo y me dijo:​

  • Se quedó a dormir el sábado por la noche​
  • Ah​
  • Pero ayer no quiso​
  • Y te ha mosqueado​
  • Un poco​
  • Y no te ha llamado​
  • No​
  • Como eres, no quieres pareja pero quieres que te estemos llamando todo el rato​
  • Joder, si has tenido sexo conmigo que menos ¿no?​
  • Sinceramente, no conozco al tío pero puede que lo haya tomado como un polvo de una noche o no, ni idea​
  • Ya​
  • ¿Qué le dijiste?​
  • ¿De qué?​
  • Ayer noche​
  • Que se quedara después del polvo​
  • Ah, que follasteis y se fue​
  • Sí​
  • Entonces habéis follado varias veces, no ha sido solo un polvo de una noche​
  • Tres veces​
  • Entonces al tío le has gustado​
  • Naturalmente que le he gustado​


Con un tono de ofendida que me hizo sonreír. Le dije:​

  • No le des muchas vueltas, te volverá a llamar para follar​
  • Pues como sea como tú, apañada voy​
  • ¿Cómo yo?​
  • Que no llamas nunca​
  • ¿Para qué voy a llamar si eres tú la que llamas porque estás deseando que te folle?​


Se lo dije en tono de broma pero la cara de cabreo absoluto de Sara me hizo decirle rápidamente:​

  • Estoy de broma, no te cabrees​
  • Pues esas bromas te las guardas en el culo​
  • Jajaja, vale, vale​
  • Que graciosillo​


Nos quedamos callados y entonces dijo:​

  • Gema ha vuelto​
  • Sí, lo sé, me ha mandado un mensaje​
  • ¿Vas a quedar con ella esta noche?​
  • Mmmm, no creo, dice que ha llegado muy cansada​
  • Ya, esa seguro que no ha parado de follar en todo el finde​
  • Pues como tú por lo que se ve​
  • Pufff, conociendo a Gema seguro que no ha sido igual​
  • Jeje, sí, ya sabes como es​


Miré el móvil para ver la hora y le dije:​

  • Tengo que volver a clase​
  • Vale​
  • No te preocupes por ese tío, te llamará​
  • A saber​
  • O dale un toque​
  • Ni hablar, tiene que salir de él, no soy una necesitada​
  • Jaja, eres una orgullosa​
  • Vete a la mierda​


Me levanté y entonces me dijo:​

  • ¿Me paso esta noche por tu casa?​
  • ¿Qué?​
  • Joder Dani, que pareces tonto​
  • Es que me has sorprendido, creía que estabas pensando solo en el tío ese​
  • Eres mi folla amigo ¿no? y me vendría bien un buen polvo​


La miré sorprendido, esta vez me había dejado de piedra. Sara dijo:​

  • Esteban se ha emocionado bastante las tres veces y…​
  • No te ha dado tiempo ¿no?​
  • Casi pero…​


La miré aún sorprendido. Le dije:​

  • Claro, pero ¿voy a tu casa o te vienes a la mía?​
  • Mmmm, mejor yo a la tuya​
  • Vale​
  • Venga, hasta luego​
  • Sí, hasta luego​


Y Sara se levantó y me dio un pico, cosa que me sorprendió de nuevo. Me fui pensando “joder, el chaval ese tiene que ser meterla y correrse porque Sara se corre súper rápido”.



SARA

Lo vi irse. Al menos no había puesto esa cara de engreído que tantas veces pone. La verdad es que había estado bien la conversación, no pensaba contarle nada de nada y, al final, le he contado demasiado.



Miré el móvil y luego alrededor. No vi a Esteban pero ya no me extrañaba, me había dicho que normalmente desayunaba en su facultad, pero que de vez en cuando venía a esta por cambiar.



El sexo con Esteban había estado bien, tenía un cuerpo muy excitante, musculado y fuerte. La polla no era gran cosa pero bien, entre la de Ale y la de Dani, aceptable. Lo malo había sido que le había recordado a Ale en lo de correrse rápido, no tan rápido pero ninguna de las tres veces me había dado tiempo a llegar. Encima, no se había ofrecido a terminar, eso no me había gustado, pero quizás fuera por ser las primeras veces, no sé. Pero tenía claro que le iba a dar una oportunidad más… “Si llamaba, porque ni de coña lo llamo yo”.



Bueno, al menos con Dani es seguro que me corro, el cabrón sabe como ponerme rápido a tono y es capaz de hacer que me corra tres veces en una sola noche, mientras que con los demás si tengo un orgasmo ya es para festejarlo.



Entonces pensé que hubiera preferido follar en mi cama pero no me fiaba de Dani, “como vea a Gema, es capaz de dejarme tirada por ella”.



MARTA

No podía dejar de darle vueltas en la cabeza a algo que no debería importarme nada, pero no podía evitarlo. Había visto a Dani y Sara en la cafetería, se les veía bien a los dos juntos, muy cómodos. Y habían compartido bocadillo. Y se habían despedido con un beso.



Que me daba igual si estaban liados o no, pero no comprendía a Dani, si estaban los dos juntos “¿Por qué me había mentido?” Sacudí la cabeza “él sabrá”. Entonces pensé en Sara, tenía un cuerpo que me daba mucha envidia, y era guapa, y segura de sí misma “A su lado casi parezco un chico, y además, un chico feo”. Miré de reojo a Dani y pensé “sí, Sara le pega mucho, es casi tan atractiva como él, es normal, hacen muy buena pareja”.



DANI

Pasé el resto de la mañana en las clases y por la tarde en la biblioteca con Marta y el grupo. Al final fui porque me había atascado con un tema y entre Marta y Charo me lo explicaron, las dos siempre lo sabían todo, eran súper inteligentes.



Volví a casa tras despedirme y darles las gracias. Aunque no había pasado nada raro, me sentía alterado por Marta “hay que joderse, parezco un adolescente”. Llegué a casa y me fui a correr para intentar quemar energía. Al volver, me llamó Sara:​

  • ¿Me paso ya y cenamos juntos?​
  • Ah, vale​


Se me había olvidado completamente que había quedado con ella. Pues mira, me iría bien, así me desahogo con un buen polvo. Le dije:​

  • Si quieres pido pizza​
  • No, eso engorda​
  • ¿Entonces?​
  • ¿Qué tienes?​
  • Nada, lo que me ha dado mi madre y está en el congelador​
  • ¿Tienes para una ensalada?​
  • No​
  • Joder, bueno, pues llevo yo la comida​
  • Vale​
  • Estoy ahí en diez minutos​
  • Bien, así me ducho, que acabo de llegar de correr​
  • Sí, anda, mejor​
  • Venga, hasta ahora​


Y colgué. Me fui a la ducha y me notaba excitado. Se me puso dura “Pues sí que tengo ganas de follar” pensé. Me eché algo de agua fría para que aquello bajara. Salí y me estaba secando cuando escuché la puerta. Me envolví en la toalla y salí a abrir.



Sara entró con unos tuppers. Me miró con lascivia y dijo:​

  • Mmm, que buen recibimiento​


Dándome un buen repaso. Le cogí los tuppers y los puse en la mesa, para luego besarla y empujarla a la cama donde la desnudé completamente sin dejar de besarla por todos lados. Luego le empecé a comer el coño. Al poco ella dijo:​

  • Espera, espera, que me voy a correr, fóllame​


Dejé su coño para besarla mientras seguía con dos dedos dentro de ella. Le dije:​

  • No, voy a hacer que te corras​
  • Pero con tu polla​
  • No​


La verdad es que quería follarla pero sabía que iba a durar poco y no quería hacer como su nuevo amigo y correrme demasiado rápido así que bajé para volver a comérselo. Ella protestó pero le metí dos dedos por detrás además de los dos dedos que ya tenía en su coño y seguí con mi lengua. No tardó ni treinta segundos en correrse. Cuando terminó de recuperarse me dijo:​

  • Eres un cabrón, sabes que ahora se me queda el coño muy sensible y no me gusta que me folles hasta dentro de un rato​
  • Pero haces unas mamadas estupendas ¿no?​


Sara me miró sonriendo y se aplicó en una buena mamada. Cuando vio que me iba a correr, se la sacó de la boca e hizo que me corriera en sus tetas, para luego terminar de limpiarla con la boca. Después se levantó para ir al baño a limpiarse las tetas. Cuando volvió dijo:​

  • Joder, pero ¿Qué te ha dado?​
  • Me apetecía comértelo​
  • Y a mí que me follaras​
  • Eso luego​


Sonrió y se empezó a vestir mientras decía:​

  • Ibas cargadito ¿eh?​
  • Sí​
  • Que cantidad de leche me has echado encima... Va a ser verdad que no tienes a nadie en el pueblo​
  • Ya te lo he dicho​


Me vestí mientras Sara sacaba la comida y me contaba que eran un par de ensaladas. Puse mala cara y dijo:​

  • Pues hazte algo más​
  • Sí, creo que tengo salchichas ¿quieres?​


Me miró con una gran sonrisa y dijo:​

  • Eso luego​


Estaba de buen humor. Nos pusimos a preparar la cena y a comer. Entonces, empezó a sonar el móvil de Sara que lo miró y se le iluminó la cara. Dijo:​

  • Es Esteban​


Se quedó mirando el móvil, indecisa. Se notaba que quería cogerlo y le hice un gesto de “adelante”. Ella me dijo:​

  • ¿No te molesta?​
  • No​


Y descolgó. Se puso a hablar y salió de la casa (mi casa solo tiene una habitación). Seguí comiendo y volvió veinte minutos después. Dijo:​

  • Perdona, no me he dado cuenta del tiempo​
  • Ya​
  • ¿Estás enfadado?​
  • No​
  • ¿Seguro? Te veo serio​


Entonces me reí y me dijo:​

  • ¿Ahora qué te hace gracia?​
  • Nada, es que estaba pensando que si hubiera sido al revés, tú estarías a punto de sacarme los ojos, eso seguro​


Y me miró enfadada. Luego dijo:​

  • Eso no es verdad​
  • Anda que no, dirías que es una falta de respeto, que si estoy contigo, estoy contigo… esas cosas​
  • ¿Eso es lo que piensas? ¿Que te he faltado al respecto?​
  • No, solo expongo lo que tú me dirías​
  • Mira, mejor me voy​
  • ¿Por qué?​
  • Estás enfadado​
  • No, no lo estoy​
  • Ya, claro​
  • En serio, no lo veo como un rival ni nada de eso​
  • ¿No?​


Yo no estaba enfadado, para nada, pero tenía ganas de hacerla rabiar así que le dije:​

  • No, míralo, él no consiguió que te corrieras en tres polvos, y yo en dos minutos te he provocado uno jeje​
  • Eres un…​


Me miró con enfado. Entonces, sorprendentemente, se echó a reír y dijo:​

  • Pero tú tienes ventaja, me conoces bien, sabes que hacer​
  • Ah, será eso​
  • Y eres bueno, claro​


Ahora lo miré sorprendido y me reí. Le dije:​

  • Me estás donando la píldora​
  • No, sabes comer un coño y sabes follar​
  • Vaya, un halago​
  • ¿No son suficientes halagos mis orgasmos?​
  • Jajaja​
  • Y sé que dentro de un rato tendré uno o dos, depende de tus ganas​


Entonces se me acercó y me cogió el paquete. Me reí y le dije:​

  • Anda, siéntate y termina la ensalada​


Sara me sonrió y se sentó. Le pregunté:​

  • ¿Y cuál ha sido la excusa para no llamarte en todo el día?​


Me miró unos segundos y luego decidió contarme:​

  • Las clases​
  • Ah, claro, la vieja excusa jeje​
  • Ahora estaba saliendo del gimnasio y me ha llamado con un poco de miedo​


Sara sonreía triunfante. Le hice un gesto para que continuara:​

  • Estaba un poco asustado porque dice que sabe que no ha hecho un buen papel en el sexo​
  • Claro, eso de correrse en dos segundos...​
  • Idiota, no se ha corrido en dos segundos​
  • Jeje, pero si tú te corres enseguida​
  • Eso contigo, con el resto necesito mi tiempo​
  • Ah​
  • Pero sí, no fueron dos segundos pero sí poco, una decepción​
  • Pobre chaval​
  • Que no me importa, lo entiendo, pero joder, cómemelo después si sabes que has terminado demasiado pronto ¿no? que menos​
  • Jajaja​
  • Pues no, nada de nada​
  • ¿No te lo comió nada?​
  • Muy poco, dos lametones mal dados antes de metérmela​
  • Jajaja​
  • Pero que es culpa tuya, ahora tengo el listón más alto por tu culpa, que a mí siempre me han follado como él y no estaba descontenta del todo​
  • Jajaja​
  • Deja de reírte, idiota​
  • Jajaja​
  • Que la culpa la tenéis tú y Gema, que folláis diferente​
  • Pues nada, vuelve a lo de antes​
  • Una mierda​


Siguió comiendo y dijo:​

  • Hemos quedado el jueves​
  • A ver si se le da mejor​
  • Si termina antes ¿Le digo que siga con la boca? ¿Se lo tomará a mal?​
  • Jajajaja​
  • Joder, que idiota eres, no sé para que te cuento nada​
  • Jajaja​
  • Ufff, paso de ti​
  • A ver Sara, que pareces nueva en esto, si no te folla bien y te deja con las ganas, díselo. Si se enfada, que se vaya a la mierda. Si te hace caso, genial ¿no?​
  • Ya pero…​
  • Pero no lo quieres asustar​
  • No sé…​
  • No me puedo creer que con él seas tan “cuidadosa” y a mí me puteas constantemente por cosas como que te corres demasiado rápido​
  • Eso no es verdad, te puteo porque tú tardas demasiado​
  • Jajaja​
  • Si ves que me voy a correr, no te aguantes, coño​
  • Yo no me aguanto, es que no he llegado​
  • Ya, claro​
  • Eres de lo que no hay​
  • Eso ya lo sé, estoy buenísima​
  • No, eres de lo que no hay de rara​
  • Una mierda​


Nos callamos mientras ella seguía comiendo. Al poco dijo:​

  • Y te lo digo en serio, cuando me corro, el coño se me queda muy sensible, es hasta desagradable que sigas follándome​
  • Eso no me lo ha dicho nunca Gema u otras​
  • Gema es muy especial, esa mujer no para de tener orgasmos, ella no cuenta​
  • Jajaja​
  • Pues eso, o te corres cuando yo, o la sacas y esperas diez minutos​
  • Sí, claro​
  • Y te la chupo si quieres, pero déjame descansar un poco, que de verdad que no es agradable​
  • Vale, vale​


Terminó de comer y dijo:​

  • ¿Qué tienes de postre?​
  • Hay natillas​
  • Joder, eso tiene mucha grasa ¿No tienes fruta?​
  • No​
  • Menuda mierda de dieta tienes​
  • Tómate ya unas natillas, anda​
  • No, paso, tengo que cuidar mi tipito​


Fui y saqué unas natillas para mí. Empecé a comérmelas y cuando llevaba dos cucharadas e iba a meterme en la boca la tercera, me cogió la mano y dirigió la cuchara a su boca. La miré y le dije:​

  • Que hay más en el frigo​
  • Que no como eso, que es todo grasa​
  • ¿Y qué acabas de hacer?​
  • Solo una, para ver a qué sabe​


Me reí y, al final, nos comimos las natillas entre los dos. Sara era así, aparentar siempre pero luego tenía sus apetencias. Luego dijo que iba al baño y al rato, abrió la puerta y dijo:​

  • No me gusta tu pasta de dientes​


Miré y la tía estaba casi desnuda, solo con las bragas, y con mi cepillo de dientes en la boca. Me reí y pensé “otra igual cogiendo mi cepillo”. Le dije:​

  • Podías pedir permiso para usar mi cepillo ¿no?​
  • Dará igual​
  • ¿No te da asco?​


Me miró con una ceja levantada, escupió al lavabo y dijo:​

  • He tenido mi lengua en tu culo, no creo que esto sea peor​


Sara era un poco bruta de vez en cuando jeje. Terminó y entré yo a limpiarme también. Vi como ella se quitaba las bragas, con un gesto deliberadamente lento y sensual, sabía que la miraba. La verdad es que la tía tenía un tipo genial. Luego se metió en la cama a esperarme. Terminé de asearme y me desnudé también para meterme en la cama con ella.



En cuanto me metí, Sara me cogió la polla y me besó. Luego dijo:​

  • Estoy muy cachonda, quiero que me folles bien​


Y me lamió el cuerpo hasta llegar a mi polla que comenzó a chupar despacio. Estuvo un par de minutos y luego paró para decirme:​

  • Dame un condón​


Se lo pasé y ella me lo puso, para luego ponerse encima y cabalgarme despacio. Había pasado casi de los preliminares, cosa que me sorprendió, siempre le gustaba mucho el tocar, besar y lamernos.



Jugué con sus pezones mientras ella cada vez se iba poniendo más a tono, sin parar de moverse y gemir. Se inclinó hacia adelante para darme sus tetas que besé y chupé. Luego, se volvió a enderezar y empezó a gemir más y más, y de pronto, se corrió. La miré sorprendido y le dije:​

  • Joder Sara ¿Ya?​


Sara se quedó quieta, con los ojos cerrados durante unos segundos y luego dijo:​

  • Te he dicho que estaba muy cachonda​
  • Joe, pero controla para durar más​
  • Una mierda voy a controlar​


Y se tumbó a mi lado. Me cogió la polla, me quitó el condón y dijo:​

  • ¿Quieres otra mamada o follar más?​
  • Quiero follar más, claro​
  • Pues entonces te esperas un ratito​
  • Joder Sara​
  • A mí no me follas ahora, estoy muy bien y no quiero que lo estropees​
  • Pero si otras veces hemos seguido follando​
  • Y es desagradable, así que hoy te esperas​
  • Pufff​
  • Que si tantas ganas tienes y no puedes esperar, te la chupo y te corres, pero yo sigo con ganas de más ¿eh?​
  • Bueno, espero​


Entonces se incorporó y dijo:​

  • ¿Qué tienes de beber?​
  • Creo que hay una coca cola en el frigo​
  • Digo de alcohol​
  • Ah, no sé, mira ahí (señalándole un armario)​


Se levantó y al abrirlo dijo:​

  • Joder, solo tienes ron​
  • No sé, lo que sobró de una vez​
  • A mí me gusta el vodka​
  • Pues no hay​
  • Joder, menuda mierda de despensa tienes, no hay nada que me guste​


Pero sacó el ron, la coca cola y sirvió dos vasos con hielo. Me pasó uno mientras bebía del suyo. Miró alrededor y se puso a pasear por la habitación curioseando. La miré casi sin beber nada porque no me apetecía, pero ella sí bebía. Dijo:​

  • Tabaco tampoco tendrás ¿no?​
  • No​
  • Joder, me apetece fumar​
  • Pues no hay y no te iba a dejar fumar aquí​
  • Que soso​


Entonces cogió su móvil y puso música. Se puso a menear un poco el culo y la cabeza al ritmo de la música. Mi polla volvió a crecer al verla moverse desnuda por mi habitación. Ella se dio cuenta rápidamente y sonrió, para seguir con su ligero baile, bebiendo hasta terminarse el primer vaso. Fue y se echó otro, con bastante ron.



Entonces terminó la canción y empezó otra. Sara dijo:​

  • Esta me encanta​


Y se puso a bailar de verdad mientras cantaba. Se movía bien, a veces dándome la espalda, otras de frente poniéndome caritas. Terminó la canción y ella el vaso. Entonces se acercó a la cama y dejó el vaso para coger el mío. Volvió al centro de la habitación bailando. Se puso frente a un espejo de medio cuerpo que había en una pared, a bailar mientras se miraba. Me tenía malo, ver ese culito meneándose, su espalda,... Me levanté y me puse detrás de ella, cogiéndole las tetas desde atrás mientras ella seguía bailando meneando el culo. Tenía los pezones duros y levantó los brazos por encima de su cabeza, sin dejar de moverse y cantar. Apreté mi polla contra sus nalgas mientras ella las movía. Entonces bajé una mano hasta su coño pero ella se apartó diciendo:​

  • Aún no​
  • Pero si ya estás cachonda otra vez, mira como tienes los pezones​


Sara se giró para ponerse frente a mí y me dijo:​

  • Llevo así de cachonda desde que entré y te vi con la toalla​


Y me besó. Noté su boca fresca por la bebida, con un fuerte sabor a ron. Sara terminó el beso y apuró el vaso. Lo dejó en la mesa y me agarró el culo para luego darme otro morreo salvaje. Al parar me dijo:​

  • Me encanta tu polla​


Vi que estaba borracha, los tres ron casi seguidos que se había bebido se le habían subido. Me reí y dijo:​

  • Y tu culo​


Y me volvió a besar de nuevo con mucha ansia. Luego dijo:​

  • Y me encanta como me follas​


Otro largo y húmedo beso. Entonces me dijo:​

  • ¿Te gusta mi culo?​
  • Claro (mientras se lo agarraba fuerte)​
  • Quiero que me lo comas y luego que me lo folles​


Y me empujó para darse la vuelta y ofrecerme su culo abriéndose las nalgas. Me quedé sorprendido pero no me hice de rogar y me agaché para lamerle el ano mientras ella empezaba a gemir. Al poco dijo:​

  • Tócame el coño​


Lo tenía chorreando. Le metí un par de dedos y le acaricié el clítoris con otro. La tía se derretía, estaba súper cachonda. Al poco dijo:​

  • Fóllame, fóllame​


Me levanté y me puse un condón mientras ella se tocaba el coño, de pie, apoyada contra mi mesa. Me situé detrás de ella y se la metí en el coño. Ella jadeó pero dijo:​

  • No, por el culo (abriéndose de nuevo las nalgas)​


Flipé por como estaba Sara. Me salí y fui a por lubricante que eché generosamente en mi polla y su culo. Sara esperaba sin parar de tocarse y gemir. Se la metí despacio entre gritos y jadeos de ella. Sara había parado de tocarse mientras se la metía pero cuando estuve dentro de su culo ella reanudó el movimiento de sus dedos, escuchándose claramente el sonido húmedo que hacían en su coño. La follé despacio, con cuidado, mientras Sara gemía y jadeaba más y más, hasta que de pronto, se corrió con un grito. Entonces la cogí fuerte por las caderas y le follé rápido el culo buscando mi orgasmo que no tardó en llegar.



Sara se derrumbó en el suelo, jadeando sin parar. Me quité el condón y la miré. Le ofrecí una mano y la levanté tirando de ella, pero se echó sobre mí, mareada y borracha. La llevé a la cama donde se echó y se quedó dormida al poco mientras yo limpiaba un poco la habitación porque estaba la ropa por el suelo, los condones, el vaso se había caído al suelo en algún momento...​
 
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