Carlos Sevillista
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Es Cristy Ren, que supongo que es el diminutivo de su nombre. Es absolutamente bella.
Reencuentro con Elena
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Carlos Sevillista
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Bueno, pero siempre te quedará Google...
javieron
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Igual cae con Javi
Carlos Sevillista
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No tiene que tomar este cola cao para estar con esa pedazo de mujer.Igual cae con Javi
Estagirita
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Kristina Alexandrovna aka Cristy Ren.
No es el diminutivo es el alias, aka es acronimo de "also known as" o en castellano, "también conocido como", o sea alias.
Última edición:
Estagirita
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¿Transición hacia dónde o hacia qué? ... Al menos la está haciendo bien acompañado.
Keranos
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Capítulo 772
La reunión que teníamos los cinco se alargó tanto que al final acabamos cenando juntos también, echando gran parte de la noche, con una Cintia muy participativa y alegre. Me seguía fascinado verla así, al mismo tiempo que me gustaba mucho, porque como le dije a Hugo, veía en ella a la chica que conocí en su día, la cual era un encanto.
Estuvimos viendo un poco el alumbrado de las calles cuando acabamos de cenar, dando un pequeño paseo hasta que se empezó a hacer tarde. Sofía y Hugo se marcharon hacia la casa de éste, porque estaban cansados, quedándonos los tres solos, aunque yo no tenía ganas de continuar, apeteciéndome irme a casa. Ángela dudaba qué hacer, pero le dije que se fuera con Cintia, que yo también me encontraba cansado.
Se le notaba mucho que tenía ganas de ella, al igual que a Cintia se le notaban las ganas que tenía de Ángela, así que me despedí de ambas, de Cintia con dos besos y de Ángela con un beso en la mejilla y un fuerte abrazo, diciéndole yo que aprovechara y que lo pasara bien, que al día siguiente se podía pasar por casa si quería que la llevara de vuelta, sonriéndome ella y diciendo que ya me llamaría.
Al llegar a casa me quedé echando en el sofá, teniendo todo apagado excepto una luz que provenía de una pequeña lámpara que tenía por allí. No me apetecía hacer nada en especial, por lo que me puse a pensar cómo hacerlo para hablar con Elena. De primeras me costó mucho empezar a ver cómo hacerlo, porque al pensar en ella, se me iba la mente los momentos que habíamos compartido juntos, sobre todo cuando empezamos a salir.
La mayoría de esos recuerdos eran buenos, pero también se me venían algunos malos, como los problemas que hubo durante la relación que tuvimos, ya fuera cuando se puso mal al irme yo a Alemania unos días por trabajo, como las últimas semanas de relación con aquello de su jefe. Pero pensaba más en los buenos momentos que compartimos que en aquello. Eso hacía que sintiera cierto optimismo a la hora de encararla para tener esa conversación que tanta falta me hacía a mí, no estando del todo seguro si ella también la necesitaba.
Luego ya empecé a ver cómo lo podía hacer para tener ese acercamiento, pero no pude llegar a nada en claro, porque me vi interrumpido por una serie de mensajes que resultaron ser de Cintia. De primeras me alarmé pensando que había pasado algo, pero nada más lejos, porque lo único que hacía era preguntarme si me encontraba bien, ya que me había visto un poco taciturno durante la tarde, haciendo también alusión a la última vez que nos vimos, en la cual también estaba Ángela.
No quise darle mucho detalle, aunque ella sí que lo quería al preguntar de nuevo. Me comentaba que le pareció muy extraño que la otra vez no me quedara con ellas para pasarlo bien, sobre todo sabiendo lo que me gustaba aquello, porque ya me conocía bien. Y en esta ocasión le pasó lo mismo, aunque por suerte para ella, esta vez sí que lo había podido pasar bien. Le pregunté dónde estaba Ángela, diciendo ella que estaba bien dormidita, mandándome una foto de ella donde efectivamente salía durmiendo, estando muy mona.
Me dijo que ella se había desvelado y que se había acordado de mí, porque Ángela había hecho algún comentario mientras estaban solas, pensando que podíamos hablar para ver qué me pasaba. También dijo que por la tarde había notado algo, con algún comentario también en lo que Hugo y yo estábamos jugando al billar.
Como no tenía nada mejor que hacer y veía un verdadero cambio en ella, le empecé a contar un poco. No me daba mucha opinión, limitándose a seguir preguntando, pero sí que me dijo que debería hacerle caso tanto a Ángela como a Sofía, porque parecía que ambas sabían lo que decían y se notaba mucho que se preocupaban por mí. Luego hablamos un poco de ella, comentándole que estaba impresionado por el cambio que había pegado.
Ella me decía que estaba haciendo un esfuerzo grande por conseguirlo, pero que su familia le apoyaba mucho. También habíamos de Ángela, diciéndonos el uno al otro que parecíamos tener mucho interés en ella.
Fue gracioso, ya que pasó al mismo tiempo, pero cada uno dimos una explicación de que no teníamos más interés en ella que el de una amistad, una muy buena en mi caso. Ella me contó que para pasar un buen rato estaba muy bien hacerlo con una chica, pero que prefería mucho más a los chicos, sobre todo para plantearse una relación estable.
Yo le dije que habíamos pasado mucho tiempo juntos, pero que no llegamos nunca a ser pareja, decidiendo omitir lo de que estuve a punto de pedirle salir, por si se iba de la lengua. Hablamos un poco más, con ella contándome que mis amigos le parecían simpáticos y que les había caído muy bien, pasando yo a decirle que me alegraba mucho de ver lo bien que le iba en general y que deseaba que siguiera así.
Dejamos la conversación por ahí, porque ya era bastante tarde y ella querría dormir. Yo, sin embargo, me quedé pensando unos momentos más, aunque ya lo hice en la cama, donde me acabó venciendo el sueño sin que llegara a nada en particular.
Al día siguiente, Ángela me llamó bastante temprano, pillándome a punto de salir hacia el gimnasio, porque cuando me levanté me entretuve en recoger un poco la casa, así que no pude ir tan temprano como lo solía hacer.
De hecho, al final no acabé yendo, porque recordé lo que me encontré el día anterior y no me apetecía nada que me pasara lo mismo, así que ese día me lo tomé libre en ese aspecto, diciéndome Ángela de quedar para desayunar en una cafetería si me apetecía.
Así que nos reunimos en una. Estuve a punto de decirle de ir a la que trabaja Daniela, aunque ella no sabía nada de eso, por cercanía más que nada, pero no me pareció muy buena idea por la posibilidad de encontrarme con Valentina, ya que sabía que la seguía frecuentando.
No tenía muy buena pinta que se encontrara a su ex con la chica con la que fue engañada, así que descarté ir allí. Cuando nos vimos, me la encontré muy sonriente, sin nada de maquillaje y con sus típicas trencitas, llevando obviamente la ropa del día anterior, yendo muy guapa con un fino vestido de color marrón que tenía hasta manga larga.
Me estuvo contando cómo fue la noche con Cintia, aunque sin dar mucho detalle, pero es que a ella le llamaba mucho la atención, porque me decía que se parecía mucho a mí en la cama, estando esa noche un poco cariñosa y todo, como solía estar yo con ella una vez nos íbamos a la cama.
Le comenté que habíamos hablado los dos por la noche una vez ella se quedó dormida, impresionándole aquello un poco y entrándole curiosidad. Le hizo gracia cuando le enseñé la foto que Cintia le hizo, pasando a contarle después de lo que habíamos hablado. Ángela me decía que Cintia era un encanto de chica, acabando yo por darle la razón al notar tanto cambio en ella.
Tras eso, empezamos a hablar de cómo hacerlo para que yo hablara con Elena, siguiendo ella opinando que no le parecía del todo bien que lo hiciera por llamada o por mensaje por si Irene intercedía, pero le volví a decir lo mismo que le dije el día anterior, pensando que ya le habría dicho cosas de ser así.
Ángela se llegó incluso a prestar a acompañarme a hablar con ella en persona, después de descubrir dónde lo hacía, claro. Y sin estar ella presente, tan solo acompañarme para darme fuerzas, como hice yo con Valentina en su día, aunque yo sí que tomé algo de parte en aquello.
El caso es que ella se prestó a ir conmigo para que no me resultara tan difícil y para que no estuviera tan nervioso, o al menos para tratar de que fuera así, pero le dije que lo veía ridículo, porque era algo que tenía que hacer yo y me parecía que era algo que se hacía con los niños pequeños como para hacerlo conmigo.
Me ofuscaba mucho pensar en aquello, porque no llegaba a nada en claro y la verdad es que en ese momento prefiera aprovechar el tiempo con Ángela, ya que no muchos días después tendría que volver a Francia.
Se lo dije de esa manera, que prefería centrarme en estar con ella que en estar pensando entre los dos cómo hacerlo, siendo algo que ya haría yo a solas. Así que desayunamos dejando ahí el tema, hablando ya de otras cosas para luego dar un paseo e irnos a casa por el frío que hacía, sin tener muy claro qué podíamos hacer en ese día, aunque llamaron a la puerta, resultando ser Noelia.
La reunión que teníamos los cinco se alargó tanto que al final acabamos cenando juntos también, echando gran parte de la noche, con una Cintia muy participativa y alegre. Me seguía fascinado verla así, al mismo tiempo que me gustaba mucho, porque como le dije a Hugo, veía en ella a la chica que conocí en su día, la cual era un encanto.
Estuvimos viendo un poco el alumbrado de las calles cuando acabamos de cenar, dando un pequeño paseo hasta que se empezó a hacer tarde. Sofía y Hugo se marcharon hacia la casa de éste, porque estaban cansados, quedándonos los tres solos, aunque yo no tenía ganas de continuar, apeteciéndome irme a casa. Ángela dudaba qué hacer, pero le dije que se fuera con Cintia, que yo también me encontraba cansado.
Se le notaba mucho que tenía ganas de ella, al igual que a Cintia se le notaban las ganas que tenía de Ángela, así que me despedí de ambas, de Cintia con dos besos y de Ángela con un beso en la mejilla y un fuerte abrazo, diciéndole yo que aprovechara y que lo pasara bien, que al día siguiente se podía pasar por casa si quería que la llevara de vuelta, sonriéndome ella y diciendo que ya me llamaría.
Al llegar a casa me quedé echando en el sofá, teniendo todo apagado excepto una luz que provenía de una pequeña lámpara que tenía por allí. No me apetecía hacer nada en especial, por lo que me puse a pensar cómo hacerlo para hablar con Elena. De primeras me costó mucho empezar a ver cómo hacerlo, porque al pensar en ella, se me iba la mente los momentos que habíamos compartido juntos, sobre todo cuando empezamos a salir.
La mayoría de esos recuerdos eran buenos, pero también se me venían algunos malos, como los problemas que hubo durante la relación que tuvimos, ya fuera cuando se puso mal al irme yo a Alemania unos días por trabajo, como las últimas semanas de relación con aquello de su jefe. Pero pensaba más en los buenos momentos que compartimos que en aquello. Eso hacía que sintiera cierto optimismo a la hora de encararla para tener esa conversación que tanta falta me hacía a mí, no estando del todo seguro si ella también la necesitaba.
Luego ya empecé a ver cómo lo podía hacer para tener ese acercamiento, pero no pude llegar a nada en claro, porque me vi interrumpido por una serie de mensajes que resultaron ser de Cintia. De primeras me alarmé pensando que había pasado algo, pero nada más lejos, porque lo único que hacía era preguntarme si me encontraba bien, ya que me había visto un poco taciturno durante la tarde, haciendo también alusión a la última vez que nos vimos, en la cual también estaba Ángela.
No quise darle mucho detalle, aunque ella sí que lo quería al preguntar de nuevo. Me comentaba que le pareció muy extraño que la otra vez no me quedara con ellas para pasarlo bien, sobre todo sabiendo lo que me gustaba aquello, porque ya me conocía bien. Y en esta ocasión le pasó lo mismo, aunque por suerte para ella, esta vez sí que lo había podido pasar bien. Le pregunté dónde estaba Ángela, diciendo ella que estaba bien dormidita, mandándome una foto de ella donde efectivamente salía durmiendo, estando muy mona.
Me dijo que ella se había desvelado y que se había acordado de mí, porque Ángela había hecho algún comentario mientras estaban solas, pensando que podíamos hablar para ver qué me pasaba. También dijo que por la tarde había notado algo, con algún comentario también en lo que Hugo y yo estábamos jugando al billar.
Como no tenía nada mejor que hacer y veía un verdadero cambio en ella, le empecé a contar un poco. No me daba mucha opinión, limitándose a seguir preguntando, pero sí que me dijo que debería hacerle caso tanto a Ángela como a Sofía, porque parecía que ambas sabían lo que decían y se notaba mucho que se preocupaban por mí. Luego hablamos un poco de ella, comentándole que estaba impresionado por el cambio que había pegado.
Ella me decía que estaba haciendo un esfuerzo grande por conseguirlo, pero que su familia le apoyaba mucho. También habíamos de Ángela, diciéndonos el uno al otro que parecíamos tener mucho interés en ella.
Fue gracioso, ya que pasó al mismo tiempo, pero cada uno dimos una explicación de que no teníamos más interés en ella que el de una amistad, una muy buena en mi caso. Ella me contó que para pasar un buen rato estaba muy bien hacerlo con una chica, pero que prefería mucho más a los chicos, sobre todo para plantearse una relación estable.
Yo le dije que habíamos pasado mucho tiempo juntos, pero que no llegamos nunca a ser pareja, decidiendo omitir lo de que estuve a punto de pedirle salir, por si se iba de la lengua. Hablamos un poco más, con ella contándome que mis amigos le parecían simpáticos y que les había caído muy bien, pasando yo a decirle que me alegraba mucho de ver lo bien que le iba en general y que deseaba que siguiera así.
Dejamos la conversación por ahí, porque ya era bastante tarde y ella querría dormir. Yo, sin embargo, me quedé pensando unos momentos más, aunque ya lo hice en la cama, donde me acabó venciendo el sueño sin que llegara a nada en particular.
Al día siguiente, Ángela me llamó bastante temprano, pillándome a punto de salir hacia el gimnasio, porque cuando me levanté me entretuve en recoger un poco la casa, así que no pude ir tan temprano como lo solía hacer.
De hecho, al final no acabé yendo, porque recordé lo que me encontré el día anterior y no me apetecía nada que me pasara lo mismo, así que ese día me lo tomé libre en ese aspecto, diciéndome Ángela de quedar para desayunar en una cafetería si me apetecía.
Así que nos reunimos en una. Estuve a punto de decirle de ir a la que trabaja Daniela, aunque ella no sabía nada de eso, por cercanía más que nada, pero no me pareció muy buena idea por la posibilidad de encontrarme con Valentina, ya que sabía que la seguía frecuentando.
No tenía muy buena pinta que se encontrara a su ex con la chica con la que fue engañada, así que descarté ir allí. Cuando nos vimos, me la encontré muy sonriente, sin nada de maquillaje y con sus típicas trencitas, llevando obviamente la ropa del día anterior, yendo muy guapa con un fino vestido de color marrón que tenía hasta manga larga.
Me estuvo contando cómo fue la noche con Cintia, aunque sin dar mucho detalle, pero es que a ella le llamaba mucho la atención, porque me decía que se parecía mucho a mí en la cama, estando esa noche un poco cariñosa y todo, como solía estar yo con ella una vez nos íbamos a la cama.
Le comenté que habíamos hablado los dos por la noche una vez ella se quedó dormida, impresionándole aquello un poco y entrándole curiosidad. Le hizo gracia cuando le enseñé la foto que Cintia le hizo, pasando a contarle después de lo que habíamos hablado. Ángela me decía que Cintia era un encanto de chica, acabando yo por darle la razón al notar tanto cambio en ella.
Tras eso, empezamos a hablar de cómo hacerlo para que yo hablara con Elena, siguiendo ella opinando que no le parecía del todo bien que lo hiciera por llamada o por mensaje por si Irene intercedía, pero le volví a decir lo mismo que le dije el día anterior, pensando que ya le habría dicho cosas de ser así.
Ángela se llegó incluso a prestar a acompañarme a hablar con ella en persona, después de descubrir dónde lo hacía, claro. Y sin estar ella presente, tan solo acompañarme para darme fuerzas, como hice yo con Valentina en su día, aunque yo sí que tomé algo de parte en aquello.
El caso es que ella se prestó a ir conmigo para que no me resultara tan difícil y para que no estuviera tan nervioso, o al menos para tratar de que fuera así, pero le dije que lo veía ridículo, porque era algo que tenía que hacer yo y me parecía que era algo que se hacía con los niños pequeños como para hacerlo conmigo.
Me ofuscaba mucho pensar en aquello, porque no llegaba a nada en claro y la verdad es que en ese momento prefiera aprovechar el tiempo con Ángela, ya que no muchos días después tendría que volver a Francia.
Se lo dije de esa manera, que prefería centrarme en estar con ella que en estar pensando entre los dos cómo hacerlo, siendo algo que ya haría yo a solas. Así que desayunamos dejando ahí el tema, hablando ya de otras cosas para luego dar un paseo e irnos a casa por el frío que hacía, sin tener muy claro qué podíamos hacer en ese día, aunque llamaron a la puerta, resultando ser Noelia.
Estagirita
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Permitidme que insista con Ortega y Gasset, famoso influencer y filósofo del siglo pasado, pero es que después de leer el capítulo de hoy, le viene al pelo a Javier, Javi para los amigos y los lectores de su historia.
"Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo".
En el capítulo de hoy aparecen todas las "circunstancias" de Javi, o sea, Ángela, Cintia, Elena, Noelia y Valentina, y todas ellas fueron marcadas de una u otra forma porque Javi no se hizo cargo de "sus circunstancias". En palabras del famosos influencer y filósofo, no las "salvó" a ellas y por eso no se salvó a sí mismo. Obviamente, la "circunstancia" que más lamenta no haber "salvado" es Elena, y hasta que no salve esa circunstancia, estará perdido, aunque las demás se vayan "salvando" a sí mismas.
"Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo".
En el capítulo de hoy aparecen todas las "circunstancias" de Javi, o sea, Ángela, Cintia, Elena, Noelia y Valentina, y todas ellas fueron marcadas de una u otra forma porque Javi no se hizo cargo de "sus circunstancias". En palabras del famosos influencer y filósofo, no las "salvó" a ellas y por eso no se salvó a sí mismo. Obviamente, la "circunstancia" que más lamenta no haber "salvado" es Elena, y hasta que no salve esa circunstancia, estará perdido, aunque las demás se vayan "salvando" a sí mismas.
Carlos Sevillista
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Ayer se me olvidó decir que no me gusta nada esa relación de Cintia con Ángela.
Keranos
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Capítulo 773
-¿Qué haces aquí?
-Pues he venido a verte, y de paso a hablar contigo, como quedamos...
-¿Otra vez presentándote aquí sin avisar?
-Pero si quedamos ayer que nos veríamos hoy, ¿no?
-Ya te dije que si querías venir, me tenías que avisar antes.
-No te enfades, porfa...
De pronto apareció Ángela detrás de mí, diciendo que se tenía que ir mientras se ponía el abrigo e invitando a Noelia a entrar, quien la miró un poco extrañada, tal y como hice yo. Pero no se opuso en ningún momento, entrando en casa y yéndose al salón. Ángela me dijo que se iba para dejarme intimidad y poder hablar así con Noelia y dejarle claro que nos teníamos que dejar de ver.
Me pidió una vez más que no me portara mal con ella, que no le hablara mal y que fuera comprensivo con ella fuera cual fuera su reacción. Me lo dijo con una cara que parecía que le iba a decir aquello a ella más que a Noelia. Yo solo le pregunté qué iba a hacer, diciendo ella que se iría a casa en bus, aunque yo me presté a llevarla, pero ella se negó, prefiriendo que acabara con ese tema cuanto antes, diciendo además que no le importaba irse de esa manera, pensando que era mejor, porque así no perdería el tiempo yendo y viniendo.
-¿No habíamos quedado en que me avisarías si fueras a venir? -pregunté una vez me despedí de Ángela y regresé al salón.
-Pensaba que estarías aquí. No he venido muy temprano, porque sé que te gusta ir al gimnasio y tal.
-Hoy no he ido.
-¿Y eso?
-Mucha gente. Ya sabes, Año Nuevo...
-Ah, sí, se me olvidaba. Feliz Año Nuevo -dijo dándome un abrazo muy grande, teniendo una buena sonrisa cuando se separó de mí-. Te quería pedir perdón...
-¿Otra vez?
-Pero ahora en persona. Es que fui muy tonta el otro día. ¿Viste la foto que te mandé?
-Sí.
-¿Cómo ibas tú vestido? No me lo enseñaste...
-Pues bastante bien.
-¿No tienes una foto?
-A ver, déjame ver... -dije buscando en mi móvil- Pues sí, tengo alguna foto -dije enseñándole una que nos hicimos Ángela y yo.
-Qué guapo... -decía embelesada.
-Ella eligió la ropa.
-Pues estás guapísimo. Me encanta. ¿Cómo fue la Nochevieja? Me dijiste que la ibas a pasar con tus amigos, ¿no?
-Así es.
-¿Y bien?
-Bueno...
-¿Mal?
-Normal. Dejémoslo ahí.
-Am... Yo estuve muy a gusto con mi padre y más familia por su parte. Hacía mucho que no los veía y fue un poco incómodo al principio, pero me acabé relajando y lo pasé muy bien. No hice gran cosa después, porque dormí en casa de mi padre y no conocía a nadie por allí para salir, así que me quedé en casa. Tampoco es que tuviera muchas ganas. Me apetecía mucho estar contigo.
-Noelia, te quería comentar algo -dije para cambiar totalmente el rumbo de la conversación.
-Ah, es verdad. Yo también te quería comentar...
-Espera -dije interrumpiéndola, pensando que me iba a contar otra tontería como hizo unos días antes-. Déjame hablar, ¿vale?
-Vale -dijo algo preocupada.
-¿Recuerdas lo que te dije cuando nos empezamos a ver con más regularidad hace unas semanas?
-¿El qué?
-Lo de que esto se iba a acabar.
-No... -decía asustada.
-Sí, Noelia. Te lo dije. Varias veces de hecho y tú me dijiste que lo entendías, pero que preferías que nos viéramos, aunque fuera para pasarlo bien un rato.
-Pero eso cambió, ambos queríamos tener a alguien para no sentirnos solos y... -decía con angustia.
-Noelia, para. Sabías de sobra que esto iba a pasar. Estabas más que avisada. Ha llegado ese momento, así que nos tenemos que dejar de ver.
-¿Pero por qué? -decía empezando a llorar.
-Porque sí, porque yo no siento por ti lo que tú sientes por mí. Nunca va a pasar.
-Pero puedo ser todo lo que tú quieras. Haré todo lo que me pidas -decía a duras penas por el berrinche que tenía.
-No, Noelia. No puedo. Tenemos que dejar de vernos cuanto antes. Es mejor así, porque antes te olvidarás de mí y antes te recuperarás.
-Nunca te voy a olvidar. Eres todo para mí... No voy a encontrar a nadie como tú.
-No digas eso. Tienes solo 19 años.
-Javi, no me hagas esto.
-Noelia, ¿no te das cuenta de que no puedo estar con una persona de la que no siento nada?
-Pero dices eso porque aún tienes rencor y no me has perdonado. Con el tiempo lo harás y podrás darme una oportunidad.
-Es imposible.
-¿Es que hay otra persona?
-Pues sí...
-¿Es Ángela? Últimamente pasas mucho tiempo con ella.
-No. No es ella.
-¿Entonces?
-Da igual.
-No me hagas esto, Javi, por favor.
-¿Ves cómo no era buena idea que nos viéramos tanto? Mira ahora cómo estás.
-Lo hubiera pasado igual de mal si hubiera pasado esto entonces.
-Pues quizá hubiera sido lo mejor. Ya estarías sanando...
-No. Nunca se me va a curar esto... ¿Quién es?
-Noelia, que da igual, eso no es importante. Lo que quiero que entiendas es que no podemos vernos más y quiero que lo respetes.
-Puedo darte espacio si es lo que necesitas. Podemos estar un tiempo sin vernos y así lo piensas sin agobios -decía desesperada.
-No, Noelia. Tenemos que dejar de vernos. Para siempre.
-No... -decía abrazándome con fuerza, aumentando su llanto.
-Venga, Noelia... Vete a casa.
-Dime quién es.
-¿Pero para qué quieres saberlo? Si da igual.
-Pues si te da igual, dímelo. ¿O es que no hay nadie?
-Sí que hay alguien. Sabes de sobra de quién de trata.
-Pues no.
-Es tu hermana.
-No... -dijo con desesperación mirando al techo.
-La vi hace un par de semanas. Se me removió todo por dentro.
-Javi, ha pasado más de un puto año. ¿Todavía? ¿En serio?
-Pues sí, Noelia. No la he podido olvidar. He llegado a tener otra pareja de la cual no he llegado a sentir ni la mitad de lo que he sentido con tu hermana a pesar de quererla de verdad. Con nadie más he sentido eso. He intentado olvidarme de ella, pero me ha resultado imposible. Y luego apareces tú de la nada, haciendo de todo para que haya un acercamiento, hasta cambiando cosas de ti para parecerte más a ella intentando así que surgiera algo entre nosotros, pero no te ha funcionado. Os parecéis, pero no sois la misma persona. Ni de lejos. De hecho, la única razón por la que te he soportado es porque te pareces a ella y era como recordar otros tiempos. Pero eso se ha acabado.
-Ella no te va a querer nunca como lo hago yo. Está con otro.
-Eso da igual. Tengo que hablar con ella para poder cerrar este capítulo de mi vida. Para bien o para mal, tengo que hablar con ella para poder superarla y seguir hacia delante. Si te sirve de consuelo, yo lo voy a pasar tan mal como lo estás pasando tú ahora mismo. Puede que incluso peor.
-No me sirve de consuelo, porque yo no quiero que lo pases mal. Y yo tampoco quiero pasarlo mal. Solo quiero que estemos juntos y que nos queramos mucho. ¿Tanto pido?
-Pues resulta que sí, Noelia. No puedo olvidar a tu hermana, como tampoco puedo olvidar las cosas que tú has hecho para separarme de ella, llegando a salirte con la tuya.
-Y te he pedido perdón miles de veces por ello. ¿Qué más quieres que haga?
-Que aceptes que lo nuestro no puede ser, que respetes lo que te estoy diciendo y que te olvides de mí.
-Eso es imposible. Por favor, dame una oportunidad -me suplicaba una vez más.
-No puedo. Lo siento.
-¿Qué haces aquí?
-Pues he venido a verte, y de paso a hablar contigo, como quedamos...
-¿Otra vez presentándote aquí sin avisar?
-Pero si quedamos ayer que nos veríamos hoy, ¿no?
-Ya te dije que si querías venir, me tenías que avisar antes.
-No te enfades, porfa...
De pronto apareció Ángela detrás de mí, diciendo que se tenía que ir mientras se ponía el abrigo e invitando a Noelia a entrar, quien la miró un poco extrañada, tal y como hice yo. Pero no se opuso en ningún momento, entrando en casa y yéndose al salón. Ángela me dijo que se iba para dejarme intimidad y poder hablar así con Noelia y dejarle claro que nos teníamos que dejar de ver.
Me pidió una vez más que no me portara mal con ella, que no le hablara mal y que fuera comprensivo con ella fuera cual fuera su reacción. Me lo dijo con una cara que parecía que le iba a decir aquello a ella más que a Noelia. Yo solo le pregunté qué iba a hacer, diciendo ella que se iría a casa en bus, aunque yo me presté a llevarla, pero ella se negó, prefiriendo que acabara con ese tema cuanto antes, diciendo además que no le importaba irse de esa manera, pensando que era mejor, porque así no perdería el tiempo yendo y viniendo.
-¿No habíamos quedado en que me avisarías si fueras a venir? -pregunté una vez me despedí de Ángela y regresé al salón.
-Pensaba que estarías aquí. No he venido muy temprano, porque sé que te gusta ir al gimnasio y tal.
-Hoy no he ido.
-¿Y eso?
-Mucha gente. Ya sabes, Año Nuevo...
-Ah, sí, se me olvidaba. Feliz Año Nuevo -dijo dándome un abrazo muy grande, teniendo una buena sonrisa cuando se separó de mí-. Te quería pedir perdón...
-¿Otra vez?
-Pero ahora en persona. Es que fui muy tonta el otro día. ¿Viste la foto que te mandé?
-Sí.
-¿Cómo ibas tú vestido? No me lo enseñaste...
-Pues bastante bien.
-¿No tienes una foto?
-A ver, déjame ver... -dije buscando en mi móvil- Pues sí, tengo alguna foto -dije enseñándole una que nos hicimos Ángela y yo.
-Qué guapo... -decía embelesada.
-Ella eligió la ropa.
-Pues estás guapísimo. Me encanta. ¿Cómo fue la Nochevieja? Me dijiste que la ibas a pasar con tus amigos, ¿no?
-Así es.
-¿Y bien?
-Bueno...
-¿Mal?
-Normal. Dejémoslo ahí.
-Am... Yo estuve muy a gusto con mi padre y más familia por su parte. Hacía mucho que no los veía y fue un poco incómodo al principio, pero me acabé relajando y lo pasé muy bien. No hice gran cosa después, porque dormí en casa de mi padre y no conocía a nadie por allí para salir, así que me quedé en casa. Tampoco es que tuviera muchas ganas. Me apetecía mucho estar contigo.
-Noelia, te quería comentar algo -dije para cambiar totalmente el rumbo de la conversación.
-Ah, es verdad. Yo también te quería comentar...
-Espera -dije interrumpiéndola, pensando que me iba a contar otra tontería como hizo unos días antes-. Déjame hablar, ¿vale?
-Vale -dijo algo preocupada.
-¿Recuerdas lo que te dije cuando nos empezamos a ver con más regularidad hace unas semanas?
-¿El qué?
-Lo de que esto se iba a acabar.
-No... -decía asustada.
-Sí, Noelia. Te lo dije. Varias veces de hecho y tú me dijiste que lo entendías, pero que preferías que nos viéramos, aunque fuera para pasarlo bien un rato.
-Pero eso cambió, ambos queríamos tener a alguien para no sentirnos solos y... -decía con angustia.
-Noelia, para. Sabías de sobra que esto iba a pasar. Estabas más que avisada. Ha llegado ese momento, así que nos tenemos que dejar de ver.
-¿Pero por qué? -decía empezando a llorar.
-Porque sí, porque yo no siento por ti lo que tú sientes por mí. Nunca va a pasar.
-Pero puedo ser todo lo que tú quieras. Haré todo lo que me pidas -decía a duras penas por el berrinche que tenía.
-No, Noelia. No puedo. Tenemos que dejar de vernos cuanto antes. Es mejor así, porque antes te olvidarás de mí y antes te recuperarás.
-Nunca te voy a olvidar. Eres todo para mí... No voy a encontrar a nadie como tú.
-No digas eso. Tienes solo 19 años.
-Javi, no me hagas esto.
-Noelia, ¿no te das cuenta de que no puedo estar con una persona de la que no siento nada?
-Pero dices eso porque aún tienes rencor y no me has perdonado. Con el tiempo lo harás y podrás darme una oportunidad.
-Es imposible.
-¿Es que hay otra persona?
-Pues sí...
-¿Es Ángela? Últimamente pasas mucho tiempo con ella.
-No. No es ella.
-¿Entonces?
-Da igual.
-No me hagas esto, Javi, por favor.
-¿Ves cómo no era buena idea que nos viéramos tanto? Mira ahora cómo estás.
-Lo hubiera pasado igual de mal si hubiera pasado esto entonces.
-Pues quizá hubiera sido lo mejor. Ya estarías sanando...
-No. Nunca se me va a curar esto... ¿Quién es?
-Noelia, que da igual, eso no es importante. Lo que quiero que entiendas es que no podemos vernos más y quiero que lo respetes.
-Puedo darte espacio si es lo que necesitas. Podemos estar un tiempo sin vernos y así lo piensas sin agobios -decía desesperada.
-No, Noelia. Tenemos que dejar de vernos. Para siempre.
-No... -decía abrazándome con fuerza, aumentando su llanto.
-Venga, Noelia... Vete a casa.
-Dime quién es.
-¿Pero para qué quieres saberlo? Si da igual.
-Pues si te da igual, dímelo. ¿O es que no hay nadie?
-Sí que hay alguien. Sabes de sobra de quién de trata.
-Pues no.
-Es tu hermana.
-No... -dijo con desesperación mirando al techo.
-La vi hace un par de semanas. Se me removió todo por dentro.
-Javi, ha pasado más de un puto año. ¿Todavía? ¿En serio?
-Pues sí, Noelia. No la he podido olvidar. He llegado a tener otra pareja de la cual no he llegado a sentir ni la mitad de lo que he sentido con tu hermana a pesar de quererla de verdad. Con nadie más he sentido eso. He intentado olvidarme de ella, pero me ha resultado imposible. Y luego apareces tú de la nada, haciendo de todo para que haya un acercamiento, hasta cambiando cosas de ti para parecerte más a ella intentando así que surgiera algo entre nosotros, pero no te ha funcionado. Os parecéis, pero no sois la misma persona. Ni de lejos. De hecho, la única razón por la que te he soportado es porque te pareces a ella y era como recordar otros tiempos. Pero eso se ha acabado.
-Ella no te va a querer nunca como lo hago yo. Está con otro.
-Eso da igual. Tengo que hablar con ella para poder cerrar este capítulo de mi vida. Para bien o para mal, tengo que hablar con ella para poder superarla y seguir hacia delante. Si te sirve de consuelo, yo lo voy a pasar tan mal como lo estás pasando tú ahora mismo. Puede que incluso peor.
-No me sirve de consuelo, porque yo no quiero que lo pases mal. Y yo tampoco quiero pasarlo mal. Solo quiero que estemos juntos y que nos queramos mucho. ¿Tanto pido?
-Pues resulta que sí, Noelia. No puedo olvidar a tu hermana, como tampoco puedo olvidar las cosas que tú has hecho para separarme de ella, llegando a salirte con la tuya.
-Y te he pedido perdón miles de veces por ello. ¿Qué más quieres que haga?
-Que aceptes que lo nuestro no puede ser, que respetes lo que te estoy diciendo y que te olvides de mí.
-Eso es imposible. Por favor, dame una oportunidad -me suplicaba una vez más.
-No puedo. Lo siento.
Carlos Sevillista
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Bueno, parece que empieza a ser coherente y está siendo muy correcto con Noelia, aunque ella no lo quiere entender y no lo acepta.
Por otra parte, no creo que Javi se vaya a plantear volver con Elena pero si hablar con Ella y cerrar esa etapa.
Me da mucha pena Noelia, pero es lo mejor para Ella. Tiene que olvidarlo y salir adelante y si necesita ayuda y terapia, que lo haga.
Por otra parte, no creo que Javi se vaya a plantear volver con Elena pero si hablar con Ella y cerrar esa etapa.
Me da mucha pena Noelia, pero es lo mejor para Ella. Tiene que olvidarlo y salir adelante y si necesita ayuda y terapia, que lo haga.
HUGGO
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Por fin ha tenido Cojones para enfrentarse a la "vida".
Esto para mi es clave:
Pues resulta que sí, Noelia. No puedo olvidar a tu hermana, como tampoco puedo olvidar las cosas que tú has hecho para separarme de ella, llegando a salirte con la tuya.
Es que nunca tenía que haberle hablado después de eso. Espero que siga adelante con la idea de "finiquitar" la relación con Elena. Aunque tengo mis dudas que ella comparta esa idea... a no ser que siga enamorada y sepa perdonar el error?...
Esto para mi es clave:
Pues resulta que sí, Noelia. No puedo olvidar a tu hermana, como tampoco puedo olvidar las cosas que tú has hecho para separarme de ella, llegando a salirte con la tuya.
Es que nunca tenía que haberle hablado después de eso. Espero que siga adelante con la idea de "finiquitar" la relación con Elena. Aunque tengo mis dudas que ella comparta esa idea... a no ser que siga enamorada y sepa perdonar el error?...
javieron
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Sería decepcionante por parte de Elena.
Tú creerías sinceramente esa historia?, qué venga tu novia/o y te diga que pensaba que eras tú?, osea, encima que te engaña, te quiere ver la cara de idiota.
Además de todo, siempre ocultó lode Noelia, nunca dijo nada, como esperar que Elena crea después de tanta mentira?
Luego, sabes que se la estuvo tirando hasta no hace mucho, y si hay suerte, se entera que se tiró a su mamá también.
Elena ni siquiera debería dejarle ni acercarse, menos hablar.
aguafresca
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Va a ser curiosa esa aproximación, si se da de manera efectiva.
Carlos Sevillista
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Yo creo que no debe plantearse seguir con Elena a no ser que sea Ella quien se lo pida, que creo que no se va a a dar.
Lo mejor es cada uno por su lado y que de una vez le diga a Ángela que la quiere.
Lo mejor es cada uno por su lado y que de una vez le diga a Ángela que la quiere.
Estagirita
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Pero es que Javi debe cerrar esa puerta como se debe, todos se lo dicen, debe escuchar de boca de Elena que se vaya a la mierda o que lo echa de menos, de no ser así nunca podrá pasar página, nos lo ha demostrado tozudamente durante todo un año, todos lo ven y Ángela necesita que él dé ese paso.
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javieron
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Que triste final de Noelia. La despiden sin ton ni son, de manera fría, sin tacto, como si fuera una practicante de una empresa qué ya cumplió su tiempo, sola sin casi amigas, y la única que tiene la apuñaló por la espalda.
Es cierto que Ángela le ha dado los mejores consejos a Javi. De todas formas, no creo que ella piense en una relación de pareja con él.
Ángela lo quiere, pero no parece estar enamorada de él. Viene unos días de vacaciones, y su prioridad parece ser hacer un trio con Javi y Cinthia. Lo está acompañando, pero poniendo una distancia prudencial. No digo yo que sea imposible en un futuro, pero creo que en éste momento del relato, no va a pasar.
Por otra parte, Noelia nos ha informado que Elena está con otro...Eso ya lo tenemos.
Ángela lo quiere, pero no parece estar enamorada de él. Viene unos días de vacaciones, y su prioridad parece ser hacer un trio con Javi y Cinthia. Lo está acompañando, pero poniendo una distancia prudencial. No digo yo que sea imposible en un futuro, pero creo que en éste momento del relato, no va a pasar.
Por otra parte, Noelia nos ha informado que Elena está con otro...Eso ya lo tenemos.
Carlos Sevillista
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Yo no lo veo así.
Está siendo muy sincero y haciéndole ver que es lo mejor para Ella.
Carlos Sevillista
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Pues yo si creo que si está enamorada de él, pero también que ella quiere que de el paso él