Reencuentro con Elena

Hasta se ha traído a una ... "amiga" ...

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Ahí las tenéis, con esa carita sin perder detalle de esa escena en la habitación de Elena, con Javier en boxers mostrando sus flamantes tatuajes y su perfilada musculatura trabajada con perseverancia ...
Quien pudiera meterse en medio de estas dos... madre mía!!!! :lamidaculo1::bdsm1::babeando1::babeando1:😩😩😩😩
 
Capítulo 800

Me quedé mirándola a los ojos, bastante nervioso, aunque al final sí que hubo beso. Nos besamos durante unos segundos, de manera bastante tímida por su parte, aunque poco a poco se relajó, acabando ambos tumbados sobre su cama, de lado para continuar con esos besos. Me volví a excitar muy rápidamente, por lo que mi erección no tardó en hacer aparición.

Elena en esta ocasión no es que incitara a que me pusiera así más allá de con su belleza natural, porque llevaba un pijama bastante grueso con motivos infantiles, pero lo que ella despertaba en mí iba más allá de lo físico, por eso me puse de esa manera. Busqué su cuerpo al acariciar por más partes además de por su cara, llegando a su espalda, metiendo yo la mano por dentro de su pijama y hacerlo así piel con piel.

Pasé a besarle en su cuello, preguntándole si estaba cómoda, afirmando ella con un pequeño gemido, por lo que pasé a decirle que necesitaba pasar a algo más si ella lo veía bien. Un nuevo gemido me dio luz verde, pero de pronto recordé que no tenía condones allí.

Por eso le pregunté a ella, aunque tampoco tenía. No me iba a quedar con las ganas, por lo que le dije que iba a comprar. Elena dijo que no hacía falta, que podíamos esperar a otra ocasión, pero yo necesitaba hacerlo, mirándome la erección, siguiéndome ella con la mirada. Le dije que volvía en nada, marchándome corriendo a la habitación en la que estaba para vestirme rápidamente y bajar a la calle en busca de una farmacia que de primeras no tenía ni idea de cómo localizar al no haber estado allí más que para ir a aquella casa.

La poca batería que me quedaba me dio para buscar farmacias cercanas e ir a una de ellas, no necesitando entrar al tener el típico dispensador en la pared. Volví tan pronto como pude a casa de Elena, llamando y abriéndome ella enseguida. El corazón me latía con fuerza, pensando yo que era más por las ganas que tenía que por la rapidez con la que fui y volví.

Por suerte, a Elena no se le quitaron las ganas, siguiéndola yo hasta su habitación, donde me volví a desnudar, pero esta vez por completo para comérmela a besos, desnudándola en cuestión de segundos para besarle por todo el cuerpo, parándome más en sus tetas, las cuales le comí durante un rato, aunque pasé en nada a su coñito.

Me percaté de que lo tenía más arreglado que la última vez que lo vi, llevándolo como solía cuando estábamos juntos, teniendo vello solo en su pubis, y bien recortado. Me entró un calor por el cuerpo, especialmente por la cara, que hizo que resoplara. No me demoré mucho en empezar a comérselo con ansia, causándole algo de incomodidad a ella por el poco cuidado que llevaba.

Bajé la intensidad y se lo seguí comiendo, pareciendo gustarle a ella por la manera en la que me acariciaba la cabeza, jugando con mi pelo. Se me corrió en la boca sin que pudiera remediarlo, aunque no fue algo que restara, porque me encantaba que lo hiciera, pero me acabó apartando al empujar mi cabeza.

Me empecé a masturbar mirando cómo se retorcía y se relamía. Se me había olvidado los intensos que eran sus orgasmos, cosa que me puso nervioso, porque necesitaba seguir cuanto antes. La veía tan preciosa y tan perfecta para la poca luz que había al tener solo la pequeña bombilla de su lámpara de noche encendida que me ardía el pecho. Rápidamente cogí un condón para ponérmelo y preguntarle a Elena si podíamos seguir ya, porque no podía esperar.

No me contestó con palabras, abriendo sus ojos y sus piernas, cosa que interpreté como un sí. Me coloqué entre sus piernas y se la metí lentamente, estremeciéndose ella bastante, aunque llevé cuidado de no causarle la incomodidad que sabía de sobra que sentía en esos casos. Se la metí poco a poco por completo hasta que llegué al final, quedándome quieto y sintiendo cómo de caliente estaba ella ahí abajo.

Era demasiado excitante estar así, aunque no me notaba por acabar. En lo que se terminaba de recuperar, yo solo hacía un poco de presión al apretar los glúteos, pareciendo gustarle a ella la sensación hasta que volvió a abrir los ojos, empezando a moverme de manera más activa.

Al igual que nos pasó el fin de semana anterior, no duramos mucho, porque como a los cinco minutos de unas embestidas que ganaban fuerza y rapidez progresivamente, Elena se acabó corriendo al apretar mucho su coño, como lo hacía con su cara, con gesto que me indicaba un poco de fastidio, como si quisiera durar más. Yo no pude evitar seguirla al sentir su orgasmo, con esos gemidos tan deliciosos y esos temblores tan indicativos de que había llegado a su éxtasis.

Para cuando me quité la goma, me di cuenta de que ella dormía, cosa que me decía que la noche se había acabado, aunque a mí me habría encantado seguir. Pero al menos algo habíamos hecho, así que puse a cargar el móvil y me acomodé a su lado para taparnos bien y abrazarla y tratar de dormir.

En esta ocasión me desperté yo primero, estando abrazándola desde atrás, tal y como me había dormido. Podía percibir que era muy temprano, porque a pesar de que clareaba, las luces de las farolas seguían encendidas, por eso traté de acomodarme para dormir un poco más, pero no podía. Bastante había tenido con dormir todo ese tiempo del tirón, porque no recordaba haberme despertado más aquella noche.

Elena dormía de manera profunda por lo que podía notar y yo procuré no moverme para no despertarla y dejarla descansar un poco más, pero me resultaba imposible no acariciar su cuerpo de vez en cuando, especialmente al llegarme su olor por estar tan cerca de ella, acercándome más de hecho para olerla mejor. Me sentía como cuando tuvimos sexo en mi casa, como si hubiera viajado en el tiempo más de un año atrás, como si aún estuviéramos juntos.

Quizá fue por eso por lo que apreté el abrazo que le estaba dando, haciendo que se despertara. Emitió un sonido muy tierno y muy infantil, haciendo que ese pensamiento que tenía se agudizara más, pues ese sonido me traía recuerdos de las innumerables veces que habíamos dormido juntos de manera similar.

Se hizo la remolona durante un rato, pero se acabó dando la vuelta al final, aunque no me dio un beso ni nada, permaneciendo con sus ojos cerrados, tratando de volver a descansar. Yo me quedé mirándola, no podía hacer otra cosa más que eso y que abrazarla para acariciar su espalda, cosa que a ella le resultaba agradable.

El problema era que mi erección estaba muy presente y no podía ocultarla, sobre todo al estar tan pegados. Ya cuando se espabiló más, empezó a hacer sonidos parecidos al primero que hizo al despertar, continuando yo con esos abrazos y caricias, sumándose ahora varios besos por su cuello que ella recibía bien.

Pronto nos empezamos a besar en los labios, aunque de manera bastante tímida, sobre todo por su parte. Ni siquiera usábamos la lengua, limitándonos a chocar nuestros labios húmedos para darnos cariño de esa manera. Mis manos se dirigieron a su culo, el cual empecé a amasar, apretándolo con fuerza por momentos por lo que me encantaba.

Ella empezaba a gemir un poco cuando mis caricias pasaban a más, por eso me vine arriba y la puse sobre mí, quedando mi polla encajada entre nuestros cuerpos. Así tenía más movilidad y podía sobar mucho mejor su culo, colaborando ella al pasar una pierna por cada lado de mi cuerpo.

No esperaba para nada que quisiera besarme el cuello, como empezó a hacer. Se me erizó la piel al instante, empezando mi respiración a entrecortarse, aunque ella no paraba. Lo hacía con delicadeza, eso sí, pero también sabía de sobra cómo me ponía cuando hacía eso. Quizá era lo que buscaba en realidad. En cualquier caso, yo no me corté nada en decirle que me estaba poniendo demasiado y que necesitaba follarla cuanto antes.

Elena no me terminó de hacer caso, siguiendo con esos besos por la zona mientras que yo le apretaba el culo con más intensidad y apretaba también su cuerpo contra el mío para ejercer algo más de presión sobre mi polla y estimularla así. Ya no pude más y la levanté de mí para coger un condón de los que dejé sobre la mesita de noche, poniéndomelo de inmediato para ponerme otra vez entre sus piernas, como conseguí hacer para metérsela cuanto antes.

Fue algo que también conseguí, encontrándola bastante mojada al hacerlo para no haber jugado con ella ahí abajo. No tuvo estimulación de ningún tipo más que la que nos dábamos con los besos y con mis caricias, aunque no de manera directa sobre su rajita. Elena me miraba a los ojos fijamente, recibiéndome muy bien, pasando a poner cara de placer.

La empecé a follar con muchas ganas, pero me di cuenta de que debía llevar cuidado, porque todos esos besos en mi cuello me habían puesto demasiado a tono y me notaba cerca de acabar. Y tan solo habíamos empezado.

Por eso seguí con cuidado, estando ella de la misma manera, con sus ojos fijos en los míos, aunque con su cara de placer, pero sin decir nada. Cuando llevábamos así unos cinco minutos, Elena me volvió a sorprender al moverme para ponerme bocarriba y ponerse ella sobre mí.

Me volvió a besar, aunque esta vez en los labios, para luego apoyarse en mi pecho y moverse ella hacia arriba y abajo para retomar la follada que poco a poco ganaba intensidad. Me tenía a mil estando así de activa mientras podía apreciarla, aunque cuando se empezó a mover hacia delante y detrás la cosa fue a más.

Tuve que pedirle que parara, porque quería que durara un poco más la cosa, haciéndome ella caso, aunque no me dio mucha tregua, porque empezó con el roce pocos minutos después, entreteniéndonos antes con unos cuantos besos. Elena estaba sedienta, cosa que me sorprendía con lo pasado la noche anterior y lo poco dispuesta que estaba a acabar así, pues en ambas ocasiones en las que nos habíamos acostado, quien lo había buscado había sido yo.

Pero eso daba igual en ese momento, porque Elena me empezó a follar de la misma manera en la que la hacía cuando le pedí que parara un poco. Es que hasta me tenía que concentrar para no acabar tan rápido, aunque también notaba que ella estaba cerca. Tal vez por eso fue por lo que se acercó de nuevo a mí para besarme en los labios y pasar a mi cuello una vez más no mucho más tiempo después.

Ya si no que pude aguantarlo más y me empecé a correr dentro del condón contra mi voluntad, siguiéndome ella al retorcerse y al abrazarse con fuerza a mí. Yo gemía mientras empujaba hacia arriba con tal de que el estímulo se alargara lo máximo posible sin que me resultara demasiado intenso.

Mi cuerpo se estremecía con fuertes espasmos, indicio de que estaba siendo un orgasmo muy intenso. Hasta llegué a perder un poco la noción de todo, quedando un poco mareado, aunque sí noté cómo Elena se bajó de mí para quedar tumbada a mi lado.

Me costó recuperar el aliento, sintiendo punzadas de placer por el cuerpo y cómo el corazón me latía con fuerza, pero poco a poco fui capaz de recuperarme. También noté cómo respiraba ella de fuerte, habiendo tenido también un orgasmo intenso, quedando bocarriba con sus ojos cerrados.

Volví a cerrar los míos para ponerme de la misma manera que ella mientras negaba con la cabeza con una sonrisa en la boca, porque no me creía lo poco que duraba con ella en la cama, y más aún cuando llevaba puesto un condón. Me dio la risa de hecho, notando cómo Elena giraba su cabeza hacia mí, aunque no me preguntó nada.

Con cuidado, me quité la goma para dejarla anudada sobre la mesita de noche. Una vez lo hice, me giré hacia ella, quien parecía seguir recuperándose de su orgasmo. Me quedé mirándola hasta que se calmó del todo y lanzó un suspiro, pasando a abrir sus ojos para mirar al techo, aunque giró su cabeza para mirarme.

-Elena, ¿qué somos? -pregunté sin poder evitarlo.
-Pfff... -resopló tras devolver su mirada al techo.
-Ya te he comentado lo que siento por ti. Pensaba que necesitabas unos días para pensar en ello. Y ya han pasado unos cuantos, no sé...
-No lo sé, Javi. Esa es la respuesta que te puedo dar ahora mismo.
-Pero...
-No me parece que hablar de esto después de echar un polvo sea lo mejor... -dijo levantándose para irse al baño.
 
Espero que mi plegaria a Santa Rita de Casia sea escuchada. Por primera vez en mucho tiempo veo esperanza para el futuro de Javier. Hacía mucho tiempo que Javier no se dejaba llevar por ese grupo de amigos que tiene y que demuestran, cada uno con sus cosillas, que Javier les importa y que les importa que el propio Javier espabile y haga las cosas bien, signifique lo que signifique eso de "hacer las cosas bien". Y por fin el propio Javier al verbalizar la sensación de que se disipan los negros nubarrones que lo acompañaban, diría yo que desde antes de la ruptura con Elena, parece que toma conciencia de que disipar esos nubarrones no es una tarea que pueda hacer él solo.
Es sarcasmo?, es que ya no estoy seguro si entiendo mal o bien 😅
 
Espero que mi plegaria a Santa Rita de Casia sea escuchada. Por primera vez en mucho tiempo veo esperanza para el futuro de Javier. Hacía mucho tiempo que Javier no se dejaba llevar por ese grupo de amigos que tiene y que demuestran, cada uno con sus cosillas, que Javier les importa y que les importa que el propio Javier espabile y haga las cosas bien, signifique lo que signifique eso de "hacer las cosas bien". Y por fin el propio Javier al verbalizar la sensación de que se disipan los negros nubarrones que lo acompañaban, diría yo que desde antes de la ruptura con Elena, parece que toma conciencia de que disipar esos nubarrones no es una tarea que pueda hacer él solo.

Decía @onatrapse que faltaría ver el papel que juega Ángela, y estoy de acuerdo, Ángela se ha convertido en un soporte muy importante para Javier, uno de los elementos "sanadores" que siempre ha procurado el bien para nuestro protagonista, pero también ha mostrado un vínculo emocional con él, que se intuye que está más allá de la amistad. Será interesante ver cómo encaja todo eso en el intento de Javier , y la propia Elena, de recuperar unos "tiempos mejores" que ya nunca podrán ser iguales.

En fin, estos capítulos parece que no son terreno de venganzas, reproches ni rencores, son tan intensos los recuerdos de lo bueno vivido que el deseo de recuperarlo, como algo bueno en sus vidas, parece que es capaz de superarlo todo ... o casi todo.
Les gusta para utilizarlo. Yo no los veo tan buenas personas. Una es una tóxica el otro que se supone era su amigo es un perrito faldero que hace todo lo que dice la toxica
 
Les gusta para utilizarlo. Yo no los veo tan buenas personas. Una es una tóxica el otro que se supone era su amigo es un perrito faldero que hace todo lo que dice la toxica
Exacto, sólo lo usan, y a Elena también.

Además, puede que a Elena todo le importe una mrd, pero la están metiendo de nuevo en el grupo, saben que puede involucrar sentimientos de nuevo, pero la mantienen en la ignorancia (esa que Irene tanto se quejaba de Javi).

A esa chica sólo le importa ella y sus caprichos, nada más. Lo que me raya es que los demás se dejen manipular tanto.
 
Creo que a Elena le gusta la vida que tiene ahora sólo le faltaba un polvo y como le gusta como folla Javi y lo tiene a mano pues aprovecha pero no hay los mismos sentimiento y como echa de menos los encuentros a cuatro no le costó nada encontrarse con los tóxicos
 
Ya, pero resulta que a Javi parece que le sienta mejor tener cerca esa dosis de "toxicidad", que prescindir de ella.
Ya veremos como evoluciona todo, falta ver el encaje de quienes ahora están en la vida de Javier, y él quiere que sigan, y que no estaban en aquellos "tiempos mejores" que todos parecen querer recuperar.
Javi se dará el BATACAZO 😅
 
Javi es un ansias. Deja que marque los tiempos ella. Hace un mes ni siquiera podías estar en el mismo sitio que Elena sin que te diese algo. Ahora follais y te quedas a dormir...calma, tío. Dale tiempo
 
Lo más probable, es que ahora mismo Javi/Keranos, se esté partiendo de risa mientras lee nuestros comentarios en su cama. Tiene a su izquierda a Ángela, y a su derecha a Elena, ya que fué ése el orden acordado desde que convive con las dos.
Fueron tantas y tan bien fundamentadas, nuestras opiniones sobre la conveniencia de elegir a una u otra como pareja, que lo mas lógico era quedarse con las dos.
También tienen la ventaja, que cuando Javi sale a correr o al gimnasio para ponerse cada día más buenorro, ellas se entretienen solitas y se lo pasan genial...
Es lo que tiene la versatilidad... 😜😜
 
Capítulo 801

Me quedé un poco chafado, tanto por la respuesta, como por pensar que había metido la pata. Escuché el agua de la ducha correr mientras trataba de pensar en cómo solucionar lo que acababa de pasar, pero para cuando me di cuenta, Elena volvió envuelta en una toalla, llevando otra en la cabeza para su pelo.

Le pedí que no se enfadara, diciéndome ella que no lo estaba, aunque notaba molestia en su tono. Iba a seguir la conversación, pero ella me dijo que me fuera a la ducha. Pensé que lo mejor sería hacerle caso y dejar que se le pasara un poco ese malestar que le ocasioné. Cuando acabé y volví a la habitación, todo estaba bien recogido, con la cama hecha y demás, teniendo pinta de que había cambiado las sábanas.

Mi ropa estaba allí, bien colocada, así que la cogí para ponérmela e ir en busca de ella, quien se encontraba en la cocina, preparando el desayuno, dándose cuenta de que estaba allí al mirarme, pero devolviendo su mirada a lo que estaba haciendo.

Desayunamos en silencio, con ella sin levantar su mirada de lo que se estaba comiendo, todo lo contrario a mí, que no le quitaba el ojo de encima. Miró el reloj diciendo que era muy temprano aún como para ir a por Paula para pasar el día con ella. Para rebajar un poco la tensión que había le sugerí dejarlo para otro día mejor, porque le notaba algo de incomodidad, pero ella dijo que Paula estaba con muchas ganas, pasando a preguntarme si tenía algo que hacer para decir eso.

Le dije que nada más lejos, aunque seguí diciendo que si quería, podía volver yo a casa para cambiarme de ropa y estar más cómodo, así de paso hacíamos tiempo para no presentarnos tan temprano en su casa. A Elena le pareció bien, diciendo que ella iba a aprovechar mientras tanto para hacer alguna que otra cosa. Por el camino estuve dándole alguna vuelta a la reacción que había tenido Elena a la pregunta que le hice, la cual ni siquiera pensé, porque me salió sola. Pensé en pedir una opinión, y para eso tenía a Ángela y a Sofía, porque con Irene no me veía en confianza aún pese a lo bien que fue nuestra reconciliación.

-¿Qué pasa, Javi? -preguntó en cuanto me cogió la llamada.
-¿Te he despertado?
-Pues un poco, jejeje.
-Mierda. Te llamo luego entonces.
-No, no. Dime.
-Podemos hablarlo en otro momento si quieres. Descansa ahora mejor.
-Si me has llamado es porque es importante. Anda, no te hagas de rogar y cuéntame qué ha pasado.
-Pues es que está siendo un fin de semana raro.
-¿No fue bien la cosa ayer?
-Sí, sí. Fue muy bien.
-¿Qué pasó?
-Pues nada más llegué a casa de Elena y entré al salón, Irene tenía una cara de pena... Se levantó y me dio un abrazo con fuerza. Mario también lo hizo.
-Eso está bien entonces.
-Sí. Y la cosa fue bastante bien. No me echaron nada en cara en ningún momento, como tampoco lo hice yo, pero no sé... Hablamos las cosas de muy buena manera, contándonos lo que nos había molestado y demás y todo fue muy bien, pero también había silencios incómodos.
-Pero eso es normal.
-Ya, supongo.
-¿Eso es lo que te tiene así? ¿Piensas que Irene no está siendo honesta con su reacción?
-Pues se me pasó por la cabeza. Llegué a pensar se comportaba así por Elena, para que ella no se enfadara o algo.
-¿Y lo sigues pensando?
-No. No creo que lo hiciera. La conozco y lo que me transmitía era demasiado real.
-Si tú lo dices...
-¿Y ese tono? ¿Aún estás resentida con ella?
-¿Tú qué crees?
-Que sí.
-Pues ya está.
-No me gusta que lo estés.
-Es que lo que hizo estuvo muy feo. Me chafó un momento muy importante para mí en el que trataba de buscar una reconciliación entre todos. Y encima, lo hace habiéndola invitado a mi casa en una noche tan especial y delante de mi familia.
-Te entiendo, Ángela. Y pienso que llevas razón, pero también creo que tarde o temprano tienes que perdonarla. Y la verdad es que creo que estaría muy bien que fuera más temprano que tarde.
-¿Sí? ¿Por qué?
-Porque ahora que ellos y yo nos hemos reconciliado, podíamos aprovechar para que se ponga tierra de por medio en todo este asunto. Mírame, en unas semanas he conseguido reconciliarme con Elena y con ellos. Ya ha pasado un mes de aquello, Ángela.
-No sé...
-Me encantaría que nos pudiéramos juntar todos y estar con buen rollo.
-¿Todos?
-Sí.
-¿Piensas que a Elena le sentaría bien verme?
-Pues...
-Es bastante obvio que no.
-Ya. Cuando nos volvimos a ver hizo un comentario... Bueno, más bien fue el tono.
-¿De mí?
-Sí, dijo que eras muy maja, con retintín.
-Bueno, seguro que fue una chorrada. Tampoco le culpo de que me tenga manía. No estoy orgullosa de lo que pasó cuando nos encontramos después de tanto tiempo mientras estabais los dos juntos.
-Joder, tampoco es que pasara la gran cosa.
-Ya, pero metí un poco de mierda. Y te robé un beso en nuestra despedida.
-Ya. Le conté lo del beso y la verdad es que no le dio demasiada importancia.
-Pues no sé, Javi... -dijo para reencaminar la conversación- La verdad es que me parece un poco raro que Irene haya estado tan afectiva teniendo en cuenta el cabreo tan grande que se pilló contigo. Pero también puede ser que lo vea así por la manía que le he cogido yo a ella. No me hagas mucho caso con eso.
-Imagino que te llamará para pedirte perdón. Seguro que lo hace.
-Puede... ¿Eso era lo que querías hablar?
-En realidad, no.
-Ah... ¿Entonces?
-Pues es algo en relación a Elena.
-¿Qué ocurre?
-A ver cómo te lo explico...
-Uy... ¿Me tengo que preocupar?
-No, no, joder...
-Ah, vale. ¿Qué ha pasado?
-Pasa que no sé qué pensar ya.
-¿A qué te refieres? Estoy perdida.
-Ayer comimos juntos los cuatro.
-Ajá.
-Y estuvimos hasta bien entrada la tarde, pero yo me quedé hablando con Elena un poco más y al final me dijo que me podía quedar a cenar si quería, cosa que acabé haciendo.
-Vale.
-Y al final me dijo que quedarme a dormir, porque era muy tarde y no le gustaba que cogiera el coche tan tarde estando todo tan oscuro, además de que teníamos en mente pasar hoy el día con su prima pequeña, que me tiene bastante cariño.
-¿Y pasó algo?
-Pues yo creía que si me decía de quedarme a dormir era por algo, pero la verdad es que no salió de ella nada de nada. Fui yo el que fui a su habitación para pedirle el cargador del móvil y una cosa llevó a la otra y al final nos acabamos acostando.
-Jajajajaja. Vas a por un cargador y acabas follando. Te las sabes todas.
-No, bueno, es que me puse a ver fotos de cuando estábamos juntos, porque no podía dormir. Y ella estaba también haciendo eso.
-Vamos, que la noche acabó muy bien.
-Sí. Hemos dormido juntos de hecho.
-¿Y cuál es el problema entonces?
-Pues el problema ha tenido lugar esta mañana. Hemos vuelto a tener sexo.
-¿Eso es un problema?
-No, no lo es. La cosa es que me he relajado demasiado cuando hemos acabado y le he preguntado sin pensar que qué somos.
-Ah... -decía con algo de sorpresa- ¿Y qué ha dicho?
-Se ha rebotado.
-¿En serio?
-Sí. Me ha preguntado que cómo le hacía esa pregunta en un momento así.
-Uff...
-Yo le he dicho que ya han pasado varios días desde que nos hemos vuelto a ver y que yo le he dejado claras mis intenciones, o al menos eso pienso con todo lo que le he dicho de que no la he olvidado en todo este tiempo.
-¿Y qué ha pasado? -preguntó con tono de saber lo que le iba a responder.
-Pues que me ha dicho que no lo sabe aún y después se ha marchado a la ducha. Estaba incómoda, agobiada...
-¿Por eso estás volviendo a casa?
-No, bueno... Estoy volviendo, porque voy a cambiarme de ropa para estar más cómodo.
-Ah, es verdad, que ayer ibas tan guapo que no estarías cómodo...
-No te metas conmigo.
-No me meto contigo, pero es verdad que podías vestir más así.
-Ya. ¿Y lo del problema?
-Ah... Si ya sabes la respuesta. Te lo he dicho varias veces antes de que te vieras con ella.
-¿Paciencia?
-Eso es.
-Pero ya han pasado varios días, no sé...
-Pues es evidente que no los suficientes para ella.
-Tampoco pienso que sea para ponerse como se ha puesto ella.
-Ahí no te puedo decir mucho, porque no he visto la reacción que ha tenido. Pero también tienes que ser consciente de que todo lo que ha pasado ha sido muy fuerte. Además, que te estuvieras viendo con su hermana hasta hace muy poco no ayuda mucho que digamos, porque todos sabemos que la chica tiene que estar pues como tiene que estar y al fin y al cabo es su hermana. Por mucho que haya pasado, no creo que le haga mucha gracia saber que lo está pasando mal.
-Pues seguramente sea así.
-Anda, no pienses mucho más en lo que ha pasado y no la agobies. Ya ves que ella quiere seguir en contacto. Lo de su primita está muy bien, eso suma muchos puntos a tu favor. Pero tampoco te vengas mucho arriba y déjale respirar. Yo no sacaría más ese tema hoy, vamos es que ni insinuarlo. Y pues no se lo saques más por el momento. Está muy claro que no está cómoda con esa pregunta. Mejor déjalo estar por el momento.
-Vamos, que me quedo sin respuesta.
-Pues así será de momento. Oye, que a lo mejor es ella la que te la acaba dando antes de lo que piensas.
-No sé...
-Javi, con lo bien que está yendo todo por fin, no puedes echarlo a perder por no tener respuesta a tu pregunta lo rápido que te gustaría.
-No voy a hacerlo.
-Claro que no. Mira, ¿por qué no te centras en disfrutar del momento? Ya se verá lo que tenga que pasar.
-Vale...
-No te veo muy convencido.
-Sí. Lo estoy en realidad, pero es que tampoco me queda otra.
-Mira, la semana que viene me paso por tu casa un día y lo hablamos más tranquilamente mientras comemos. ¿Te parece?
-Vale. Así me cuentas lo que te dice Irene cuando te llame.
-Si es que me llama...
 
A Santa Rita le va a costar obrar su milagro con Javier, si es que lo consigue, claro ... mientras tanto ahí está Ángela, que dista mucho de ser una "santa" pero que se está ganando la canonización, porque lo de la "tutela emocional" de Javier es como para ganarse el Cielo ... buen fin de semana.
 
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