Reencuentro con Elena

¡Pero que loca la Elena esa!
¿Pues no dice que Angela es un problema? ¿Qué se ha creído?
Por que, ...¿Quien no tiene una amiga que lo quiera consolar cuando está mal con su pareja?
Y nada de llamaditas de teléfono, que eso sale muy caro. De las que se van a vivir contigo para ayudarte. Y se acurrucan contigo en el sofa por las noches a ver series, tapaditos con la mantita.
¿Pareja? ¡No!. Altruista. Eso es lo que es. Angela la Altruista.

Menudo sainete.
 
Ya se que algunos no os fiais de las intenciones de Ángela, pero a mí que se vaya a vivir con el me parece muy bien.
Y si Javi se da cuenta de una vez y empiezan una relación, perfecto.
Yo me fío de Ángela, bueno casi del todo. El problema que veo es que le dice no quiero causarte problemas pero quería irme a vivir contigo un tiempo, pues permítame decir que vas a causar muchos problemas así.

Siempre quedando en casa de Javi, que en caso de que Elena quiera pillarles es el último sitio que miraría, además de ser el sitio en el que menos posibilidades de que hayan follado tiene.

No digo que sea con esa intención expresa, pero en el fondo sí que se interpone en la relación.

Y para Javi encantado que Ángela se vaya a vivir con él, así no se siente solo, él está encantadísimo de que la gente se desviva por él, mientras él solo piensa en sí mismo.
 
Que buena y oportuna idea!! 🎉, justo en el peor momento con Elena, irse a vivir con Angela, con la que hasta hace poco tiempo le iba a pedir ser novios, pero antes se comió a la hermana menor :follar1:.
Con la que se le declaró anteriormente y quiso torpedear la relación con el amor de su vida. Como no se nos ocurrió antes! 🙃

Ah! pero por supuesto, no podía faltar la vieja confiable... ocultarlo!!! 🎊, para que el amor de su vida no piense cosas que no son 💣:geek:

P.D.: Parece que hice un texto de Charon 🤔
 
Al menos Javier ha tenido un momento de lucidez y ha decidido dejar primero las cosas zanjadas con Elena, una buena idea. Lo que chirría de esa buena idea es que el fin de la misma, hablar con Elena, parece que sea facilitar que Ángela se vaya a vivir unos días con él sin que haya problemas de por medio. Aunque también podríamos ver el "empujoncito" de Ángela como un catalizador para que Javier y Elena hagan lo que hace tiempo que deberían haber hecho, sincerarse completamente sobre sus intenciones a cerca de su relación.
En fin, depende de como mires este poliédrico relato por un lado o por el contrario.

A ver cómo va esa conversación pendiente, sobre todo por parte de Elena, que es lo sustancial.
 
Última edición:
¡Pero que loca la Elena esa!
¿Pues no dice que Angela es un problema? ¿Qué se ha creído?
Por que, ...¿Quien no tiene una amiga que lo quiera consolar cuando está mal con su pareja?
Y nada de llamaditas de teléfono, que eso sale muy caro. De las que se van a vivir contigo para ayudarte. Y se acurrucan contigo en el sofa por las noches a ver series, tapaditos con la mantita.
¿Pareja? ¡No!. Altruista. Eso es lo que es. Angela la Altruista.

Menudo sainete.
No, no, pero si no hay ningún problema, Javier nos deja claro a nosotros y a Ángela que lo suyo es una bonita amistad, nada más ... que se parece mucho a vivir en pareja pero que no son pareja porque Javier guarda celibato hasta que se aclaren las cosas con Elena, pues eso, que no son pareja aunque parejeen ... ya si parece otra cosa es problema de vuestras mentes corrompidas. Porque mira que sois unos guarros, es como pensar que entre la mandadera de la iglesia que vive en la casa del cura, que lo cuida, le cocina y le hace compañía, y el propio cura, hay algo más, todo el mundo sabe que Javier es fiel a su promesa de celibato, como cualquier cura.

Claro que también es un poco como entrar en un banco armado con una pistola, dirigirte a la cajera, decirle que solo quieres retirar el dinero que tenga en caja dándole una bolsa y poniendo el arma sobre el mostrador, y al retirarte darle las gracias por los servicios, total tú solo hiciste una retirada de efectivo. El pensar que pudieras llegar a usar el arma sería problema de la loca paranoica de la cajera.
Pues siguiendo el símil, que Ángela fuese a vivir a casa de Javier sería como retirar todo el efectivo de la caja registradora de la relación de Javier y Elena. Lo que me plantea el siguiente dilema: en el símil ¿Quién es el ladrón Javier o Ángela?

En fin, vaya lio ... ish beri difucul todo eshto.

P.D.
parejear: correr o galopar dos caballos juntos ... aunque de momento ni se corren juntos, ni se galopan uno al otro ... que creo que es lo único que no hacen en pareja.
 
Última edición:
Los comportamientos de esta " chupipandi ", son ciertamente curiosos.
Pensar que Ángela no tiene una oculta intención, cuando propone a Javi irse a vivir con él, es entrar en una lógica pueril.
De verdad Ángela y Javier que son fuego y gasolina. Piensan que van a pasar varios días y noches juntos sin que ocurra nada entre ellos?
Juramento de meñique??
 
Capítulo 849

La verdad es que me quedé bastante tranquilo al despejar esa duda que tenía y me gustó ese ofrecimiento por parte de mi amiga para hacerme compañía durante unos días al ver el estado en el que estaba. Lo cierto es que no estaba tan mal como para eso, pero tampoco dudaba de su palabra al decirme que me veía mucho mejor cuando tenía a alguien cerca con quién hablar, cosa de la que yo también me había dado cuenta, tanto en ese mismo fin de semana, como en la quedada con los amigos de la tienda para jugar, en donde me distraje bastante también.

Lo bueno de que me ofreciera eso era que sabía de sobra que la convivencia iba a salir muy bien, porque nos llevábamos muy bien y ya en su día vivíamos un poco juntos, sobre todo en época de exámenes, cuando nos preparábamos y pasábamos más tiempo del usual juntos. Y ahora que podíamos estar sin nada de estrés, pues la cosa tendría que ir mucho mejor, y tampoco nos agobiaríamos ni nada por el estilo al tener cada uno su trabajo, así que veía esa posibilidad de vivir juntos con buenos ojos.

Sí es verdad que los problemas que planteó Ángela eran reales, porque podían pasar perfectamente, aunque yo tenía muchas dudas de que Elena se dejara caer alguna vez por allí, sobre todo si salía mal la conversación que tenía pensado tener con ella el próximo sábado.

Le hice caso a mi amiga y me preparé la cena para hacerlo tranquilamente, tratando de no pensar en nada de aquello, cosa que más o menos logré al buscar con qué distraerme. También me tomé algo para ayudarme a dormir y no estar así pensando de por más, funcionándome bastante bien.

La semana se tornó bastante tranquila en realidad, en donde yo seguí con mi rutina de siempre, teniendo poca variación, las cuales consistieron en llamadas por parte de mis amigos, aunque ya se ajustaban más a mi rutina que otra cosa, como también recibía llamadas de mi madre, más de lo mismo. Pero sí que tenía visitas por parte de Hugo, con quien comí un par de días.

Me estuvo contando que él se vino porque tenía que resolver unos papeleos y además, Sofía tenía que trabajar igualmente, por lo que no es que pudieran estar muy a su bola. Así que aprovechó para dejar resuelto todo ese papeleo, viniendo a verme como me dijeron que haría. Estuvo bastante bien, porque me hizo bastante compañía, diciéndole yo que se podía pasar cuando quisiera, que no había ningún problema.

Pero también me resultaba inevitable pensar en Elena pese a todas esas distracciones, ya fueran en forma de llamadas o visitas. Lo hacía sobre todo cuando me iba a dormir, viniéndome mucho a la cabeza una de las últimas ocasiones en las que los habíamos enfadado y nos habíamos reconciliado, diciéndome ella que me quería. Así me costaba mucho tomar una decisión, porque sabía de sobra lo que había, pero también pensaba en ese momento y los otros tantos tan buenos que tuvimos como pareja, o sin serlo.

Así que la decisión la tomaría definitivamente tras la conversación que tenía pensado tener con ella el sábado. Por lo pronto, la cosa no prometía, porque no había recibido ninguna llamada por su parte, como ningún mensaje tampoco. No era un buen indicio de cara a una posible reconciliación para tratar de reconducir la situación y superarla.

Desde luego, con todo lo que estaba pasando, si conseguíamos salir de aquello, podríamos formar una relación bastante sólida, porque habíamos pasado ya por muchas cosas a esas alturas. Solo quedaba ver lo que pasaría el sábado, cosa que empecé a urdir el viernes, pensando en hablarle por la noche cuando saliera de trabajar para ver si le venía bien quedar ese día.

Le costó varios minutos responderme y lo hizo para preguntarme qué quería, diciéndole yo que me gustaría hablar con ella. Ella me preguntó que si otra vez quería que habláramos, diciéndole yo que sí, que era importante, por lo que quedamos. Estaba claro que sus respuestas a mis mensajes no eran prometedoras tampoco.

Ese sábado entrábamos en el mes de abril, haciendo ya casi 3 meses que nos habíamos reencontrado. Solo faltaba ver si seguiría la cosa así o no. Por lo pronto, esa noche dormí bastante regular, porque andaba nervioso, tal y como lo estuve en el rato que estuve corriendo por la ciudad tratando de despejarme.

Ya en casa, tras darme una ducha, intenté desayunar algo, aunque tenía el estómago cerrado, pero hice el esfuerzo para no sentirme mal luego. De los nervios que tenía, a veces me daba algún espasmo por los brazos o las manos, como si tuviera un tic. Ángela tuvo el detalle de desearme suerte en el encuentro que estaba por enfrentar, diciéndome que tenía su apoyo pasara lo que pasara.

Eso me hizo sentir mejor y casi que fui de otra manera a casa de Elena cuando se acercó la hora de nuestra quedada. Aunque me ponía más nervioso conforme más me acercaba, teniendo que esperar un par de minutos en el coche para tranquilizarme después de respirar hondo unas cuantas veces.

-¿Qué quieres que hablemos ahora? -me preguntó Elena en cuanto subí.
-Pues algo importante.
-Eso ya me lo dijiste anoche. ¿Qué es?
-¿Puedo pasar?
-Sí -dijo haciéndose a un lado para dejarme paso.
-¿Me puedes dar un poco de agua? Tengo la boca seca -dije en cuanto me senté en el sofá de su salón.
-Está bien -dijo con cara de agotamiento.
-¿Cómo estás? -le pregunté cuando volvió con el agua.
-Pues bien.
-Sé que el fin de semana pasado estuviste con Irene, Mario, Sofía y Hugo.
-Sí.
-¿Y qué tal? ¿Lo pasasteis bien? -pregunté pese a saber la respuesta.
-¿Esto es lo que era tan importante para hablar?
-No. No es esto, pero me intereso por cómo lo pasasteis.
-Como si no lo supieras ya...
-Quiero que me lo cuentes tú.
-¿Para qué?
-Para ver cómo estás.
-¿Y tú? ¿Te lo pasaste bien con ellos?
-Pues sí. ¿Te lo han dicho?
-A Irene se le escapó algo. No hay que ser muy lista para darse cuenta.
-Estuvimos un rato por la mañana paseando y luego fuimos a comer todos juntos. También nos tomamos un café y fue cuando tú llamaste. Pensé que no querías verme y tampoco quería que fuera incómodo para todos. Y como ya había estado con ellos, pues pensé que lo mejor era no reunirme más con ellos. Bueno, sí que estuve con Mario y con Hugo viendo un partido mientras vosotras estabais en el cine.
-¿Y luego? ¿Te fuiste con tu amiguita Ángela?
-Pues resulta que sí, que estuve un rato con ella, como también lo estuve con mi familia.
-En fin...
-Y de esto te quería hablar.
-¿De qué?
-Pues de todo esto que ha pasado con tu ultimátum.
-¿Qué ha pasado?
-Pues que me he dado cuenta de cosas.
-¿De qué? ¿De que en realidad te gusta Ángela como todos sabemos ya?
-No, Elena. No es como tú piensas.
-¿Entonces? ¿De qué te has dado cuenta? A ver...
-Pues de muchas cosas, de todas las faltas de interés que has mostrado por mí y porque lo que una vez tuvimos se pudiera arreglar de verdad.
-¿Eso piensas?
-Sí, Elena. Eso pienso. El ultimátum ese que me diste fue algo bastante duro y la verdad es que me paré a pensar y vi todas esas cosas que yo justificaba en mi cabeza porque te veía con los mismos ojos que cuando estábamos juntos. Esas faltas de interés eran muy evidentes y ahora me dado cuenta de ellas, como también me he dado cuenta de la desconfianza que tienes en mí, aunque bueno, de eso hace ya tiempo que me di cuenta. La cosa es que yo creo que no te he dado motivos en estas semanas que nos hemos vuelto a ver para que desconfíes de mí hasta tal punto para hacer las cosas que has hecho.
-¿Qué cosas?
-Malos comentarios, malas caras, malos gestos, y varias de esas cosas delante de nuestros amigos o de más gente. Yo entiendo que te duela mucho lo que pasó en su día, que te carcoma lo que me haya vuelto a ver con tu hermana en las últimas semanas previas a nuestro reencuentro y que pienses en que he estado en la cama con una o con otra, pero es que desde que vine aquí después de Navidad, no me he visto con nadie más para absolutamente nada, Elena. No sé cómo decírtelo ya o cómo hacerlo para que me creas y me entiendas tú a mí.
-No tienes ni idea de cómo me ha molestado todo eso.
-A lo mejor sí que me puedo hacer una idea. Me molestó encontrar condones diferentes a los que usamos no hace mucho y ver que los estabas usando. Me molesta que haya sido con tu jefe con quien haya pasado eso después de lo que tuvo lugar mientras tú y yo estábamos juntos, o de que vayas a su casa a dormir allí después de que nosotros hayamos discutido, pero es que no te he liado ninguna como tú me has liado a mí.
-Ah, ¿no?
-Yo considero que no. Por eso pienso que no tienes un interés real en que lo nuestro pueda volver a funcionar. No es nuevo que tengas dudas, porque ese fue otro motivo de discusión entre tú y yo, pero no sé... Es que son muchas cosas las que me dicen que ya no estás enamorada de mí, que no tienes interés, que no me quieres, o quizá me malquieres, no sé...
-¿Eso es lo que piensas?
-Es lo que me estás dando a entender con tus actos. Yo he hecho todo lo posible por ir hacia delante, pero es que así no se puede.
-No lo has hecho todo.
-Elena, el ultimátum que me has puesto no tiene sentido.
-Sí que lo tiene. Esa chica no es buena, te está comiendo la cabeza para quedarse contigo.
-No lo creo, la verdad. La conozco desde hace mucho y le he preguntado varias veces si soy algo más para ella, pero ella me ha dicho varias veces que no, que soy un amigo genial para ella, pero nada más.
-Si tú lo dices...
-Pero es que da igual que sea Ángela, porque si no, será Irene, o Sofía, o cualquier chica que tenga cerca en cualquier momento. Por eso te decía de buscar ayuda, Elena. Tus celos han ido a peor.
-Por tu culpa.
-Pues sí, seguramente -dije resignado-. Pero eso no es motivo para no pedir ayuda. Pensaba que si íbamos juntos sería mejor y que podíamos enfocarlo para que lo nuestro funcionara.
-Solo piensas en lo que quieres tú.
-Pensaba que tú también querías intentarlo. Si no, ¿por qué darme esperanzas y seguir diciendo de vernos?
-Porque no estaba segura.
-No sé, Elena. No se me ocurre qué más podía haber hecho para que fuera mejor. Pensaba que podíamos llegar a estar como cuando éramos pareja, pero se ve que no.
-¿Me estás diciendo que ya no quieres eso?
-Pues, como te he dicho, he abierto los ojos y me he dado cuenta de esas cosas que te he comentado antes. El ultimátum que me has puesto ha sido el punto de inflexión. He perdido la ilusión y estos días no han sido los mejores, la verdad. Tenía dudas respecto a qué hacer, porque sí que ha habido veces que has mostrado más apego hacia mí y también te has comportado como en esos días, pero no sé, decirme de dejar de ver a mi amiga, no bajarte del burro, no llamarme para disculparte, porque esto ha sido un disparate, Elena. No querer buscar ayuda para tratar los problemas, que no te estoy diciendo que solo tengas tú, que yo también tengo lo mío...
-Ni que lo digas...
-Había pensado en tomar una decisión dependiendo de cómo saliera esta conversación, pero está bastante claro lo que tú quieres, así que mi decisión también está clara.
-A ver lo que tarda Ángela en ir corriendo a por ti.
-Pues ya que te interesa tanto, se ha ofrecido a pasar unos días conmigo en casa, porque se ha dado cuenta de que estoy apagado y si tengo a alguien que me haga compañía, estoy mucho mejor, así que lo más probable es que se venga a vivir conmigo una temporada. Prefiero que lo sepas por mí a que te enteres por otra parte.
-Ah, genial. Qué lo paséis muy bien, y usad protección, que luego vienen los sustos.
-Joder, Elena, con todo lo que hemos vivido y que me digas estas cosas...
-Solamente te estoy diciendo la verdad.
-¿Tú crees que después de no poder recuperar al amor de mi vida voy a estar pensando en meterla nada más salga de aquí?
-Viendo tu historial...
-Al final no haces más que darme la razón. Solo hay que ver las cosas que me dices cuando yo siempre he querido lo mejor para ti y que te vaya bien en todo.
-Tú también me estás dando la razón al irte con Ángela.
-No me estoy yendo con ella, Elena. No me voy a ir con nadie.
-Lo que tú digas. Si ya has acabado de decirme lo que me tenías que decir, te puedes ir.
-Pues diría que te he dicho todo lo que te quería decir, así que sí, mejor me voy.
-Sí, mejor.
-Cuídate, ¿vale? -le dije ya en la puerta.
 
Por un lado, se que el ultimátum fue una estupidez, pero es que Elena se está enfocando en Ángela cuando el problema es Javi.

Elena sabe que sigue habiendo un gran problema ahí con el hermetismo de Javi. Después de todo lo que pasó, le ocultó las charlas con su jefe, osea, sigue en su onda y seguirá ocultándole más cosas, y ni contar las que no sabe aún. Pero es que ella ni lo saca en cara ni lo considera, se enfoca en cosas que no son el problema. No sé si es o se hace.

Y con respecto a Javi. Quiere retomar una relación para que quizás dure toda la vida, pero no le importa que pueda estallar lo de la madre de Elena, cosa que terminaría por hundirla a ella y a toda su familia. El piensa que el silencio está asegurado y es el remedio para todo. De verdad que no recuerdo haber visto un acto tan egoísta como ese.

Ese secreto mortal ha condenado esa relación. Si Javi realmente quiere a Elena, debería alejarse, nunca debió haberla contactado de nuevo, pero ni modo, ya lo hizo, pero puede enmendarlo y alejarse definitivamente.
 
Javi habla y no deja ni que ella explique, él tiene la razón y punto, no pregunta las cosas, las asume, y se queja constantemente de que ella no le mostró interés porque no se disculpó, cuando ni por un momento se ha parado a pensar en lo que ella siente, para mí muestra menos interés Javi que Elena en muchos puntos, desde el momento en el que decide seguir ocultándole todo a ella.

Si mientes y te pillan lo normal es que no te crean las excusas, no me dices que te ves con Ángela, pero cuando te pillo me dices que no ha pasado nada y tengo que creerte.

Lo dije desde el principio, el problema no son los celos de Elena, el problema son las mentiras o secretos de Javi.
 
Después de 849 capítulos leídos, no entiendo nada. Quizá este equivocado y me falle la memoria, pero yo no recordaba a una Elena tan apocada. No interviene prácticamente en las conversaciones, parece que no tenga argumentos, se comporta como una niña caprichosa y enfadada, dando la razón sin rebatir.
Si ahora resultara que Elena ha sido abducida por extraterrestres, que han tomado posesión de su mente (en plan, La invasión de los ladrones de cuerpo) me extrañaría menos que si Angela y Javi acabaran en la cama antes del próximo fin de semana.
 
Creo que este capítulo indica el final de la historia. Elena estaba segura de retener a Javi por el amor de él y sabía que con un poco que hiciera el regresaría a su lado. Ahora tras lo dicho por Javi verá que si no cede o hace algo lo perderá para siempre.
Los que tanto mal hablais de Javi supongo que no habéis sufrido la pérdida de un gran amor, esa locura posterior y las locuras dan paso a una reflexión y cambio en la persona a fijar sus sentimientos y madurar. Javi ha cambiado desde que decidió recuperar a Elena, no ha caído en infidelidad , toma decisiones coherentes y lo de ver un profesional es una decisión correcta cuando quieres solucionar los problemas propios y de pareja.
También pienso que si no sigue adelante con Elena lo mejor para él es desaparecer, cambiar de ciudad y amigos, no quedarse con Angela.
Si no es con Elena la solución es una nueva vida sin nada que te recuerde la anterior.
 
Capítulo 849

La verdad es que me quedé bastante tranquilo al despejar esa duda que tenía y me gustó ese ofrecimiento por parte de mi amiga para hacerme compañía durante unos días al ver el estado en el que estaba. Lo cierto es que no estaba tan mal como para eso, pero tampoco dudaba de su palabra al decirme que me veía mucho mejor cuando tenía a alguien cerca con quién hablar, cosa de la que yo también me había dado cuenta, tanto en ese mismo fin de semana, como en la quedada con los amigos de la tienda para jugar, en donde me distraje bastante también.

Lo bueno de que me ofreciera eso era que sabía de sobra que la convivencia iba a salir muy bien, porque nos llevábamos muy bien y ya en su día vivíamos un poco juntos, sobre todo en época de exámenes, cuando nos preparábamos y pasábamos más tiempo del usual juntos. Y ahora que podíamos estar sin nada de estrés, pues la cosa tendría que ir mucho mejor, y tampoco nos agobiaríamos ni nada por el estilo al tener cada uno su trabajo, así que veía esa posibilidad de vivir juntos con buenos ojos.

Sí es verdad que los problemas que planteó Ángela eran reales, porque podían pasar perfectamente, aunque yo tenía muchas dudas de que Elena se dejara caer alguna vez por allí, sobre todo si salía mal la conversación que tenía pensado tener con ella el próximo sábado.

Le hice caso a mi amiga y me preparé la cena para hacerlo tranquilamente, tratando de no pensar en nada de aquello, cosa que más o menos logré al buscar con qué distraerme. También me tomé algo para ayudarme a dormir y no estar así pensando de por más, funcionándome bastante bien.

La semana se tornó bastante tranquila en realidad, en donde yo seguí con mi rutina de siempre, teniendo poca variación, las cuales consistieron en llamadas por parte de mis amigos, aunque ya se ajustaban más a mi rutina que otra cosa, como también recibía llamadas de mi madre, más de lo mismo. Pero sí que tenía visitas por parte de Hugo, con quien comí un par de días.

Me estuvo contando que él se vino porque tenía que resolver unos papeleos y además, Sofía tenía que trabajar igualmente, por lo que no es que pudieran estar muy a su bola. Así que aprovechó para dejar resuelto todo ese papeleo, viniendo a verme como me dijeron que haría. Estuvo bastante bien, porque me hizo bastante compañía, diciéndole yo que se podía pasar cuando quisiera, que no había ningún problema.

Pero también me resultaba inevitable pensar en Elena pese a todas esas distracciones, ya fueran en forma de llamadas o visitas. Lo hacía sobre todo cuando me iba a dormir, viniéndome mucho a la cabeza una de las últimas ocasiones en las que los habíamos enfadado y nos habíamos reconciliado, diciéndome ella que me quería. Así me costaba mucho tomar una decisión, porque sabía de sobra lo que había, pero también pensaba en ese momento y los otros tantos tan buenos que tuvimos como pareja, o sin serlo.

Así que la decisión la tomaría definitivamente tras la conversación que tenía pensado tener con ella el sábado. Por lo pronto, la cosa no prometía, porque no había recibido ninguna llamada por su parte, como ningún mensaje tampoco. No era un buen indicio de cara a una posible reconciliación para tratar de reconducir la situación y superarla.

Desde luego, con todo lo que estaba pasando, si conseguíamos salir de aquello, podríamos formar una relación bastante sólida, porque habíamos pasado ya por muchas cosas a esas alturas. Solo quedaba ver lo que pasaría el sábado, cosa que empecé a urdir el viernes, pensando en hablarle por la noche cuando saliera de trabajar para ver si le venía bien quedar ese día.

Le costó varios minutos responderme y lo hizo para preguntarme qué quería, diciéndole yo que me gustaría hablar con ella. Ella me preguntó que si otra vez quería que habláramos, diciéndole yo que sí, que era importante, por lo que quedamos. Estaba claro que sus respuestas a mis mensajes no eran prometedoras tampoco.

Ese sábado entrábamos en el mes de abril, haciendo ya casi 3 meses que nos habíamos reencontrado. Solo faltaba ver si seguiría la cosa así o no. Por lo pronto, esa noche dormí bastante regular, porque andaba nervioso, tal y como lo estuve en el rato que estuve corriendo por la ciudad tratando de despejarme.

Ya en casa, tras darme una ducha, intenté desayunar algo, aunque tenía el estómago cerrado, pero hice el esfuerzo para no sentirme mal luego. De los nervios que tenía, a veces me daba algún espasmo por los brazos o las manos, como si tuviera un tic. Ángela tuvo el detalle de desearme suerte en el encuentro que estaba por enfrentar, diciéndome que tenía su apoyo pasara lo que pasara.

Eso me hizo sentir mejor y casi que fui de otra manera a casa de Elena cuando se acercó la hora de nuestra quedada. Aunque me ponía más nervioso conforme más me acercaba, teniendo que esperar un par de minutos en el coche para tranquilizarme después de respirar hondo unas cuantas veces.

-¿Qué quieres que hablemos ahora? -me preguntó Elena en cuanto subí.
-Pues algo importante.
-Eso ya me lo dijiste anoche. ¿Qué es?
-¿Puedo pasar?
-Sí -dijo haciéndose a un lado para dejarme paso.
-¿Me puedes dar un poco de agua? Tengo la boca seca -dije en cuanto me senté en el sofá de su salón.
-Está bien -dijo con cara de agotamiento.
-¿Cómo estás? -le pregunté cuando volvió con el agua.
-Pues bien.
-Sé que el fin de semana pasado estuviste con Irene, Mario, Sofía y Hugo.
-Sí.
-¿Y qué tal? ¿Lo pasasteis bien? -pregunté pese a saber la respuesta.
-¿Esto es lo que era tan importante para hablar?
-No. No es esto, pero me intereso por cómo lo pasasteis.
-Como si no lo supieras ya...
-Quiero que me lo cuentes tú.
-¿Para qué?
-Para ver cómo estás.
-¿Y tú? ¿Te lo pasaste bien con ellos?
-Pues sí. ¿Te lo han dicho?
-A Irene se le escapó algo. No hay que ser muy lista para darse cuenta.
-Estuvimos un rato por la mañana paseando y luego fuimos a comer todos juntos. También nos tomamos un café y fue cuando tú llamaste. Pensé que no querías verme y tampoco quería que fuera incómodo para todos. Y como ya había estado con ellos, pues pensé que lo mejor era no reunirme más con ellos. Bueno, sí que estuve con Mario y con Hugo viendo un partido mientras vosotras estabais en el cine.
-¿Y luego? ¿Te fuiste con tu amiguita Ángela?
-Pues resulta que sí, que estuve un rato con ella, como también lo estuve con mi familia.
-En fin...
-Y de esto te quería hablar.
-¿De qué?
-Pues de todo esto que ha pasado con tu ultimátum.
-¿Qué ha pasado?
-Pues que me he dado cuenta de cosas.
-¿De qué? ¿De que en realidad te gusta Ángela como todos sabemos ya?
-No, Elena. No es como tú piensas.
-¿Entonces? ¿De qué te has dado cuenta? A ver...
-Pues de muchas cosas, de todas las faltas de interés que has mostrado por mí y porque lo que una vez tuvimos se pudiera arreglar de verdad.
-¿Eso piensas?
-Sí, Elena. Eso pienso. El ultimátum ese que me diste fue algo bastante duro y la verdad es que me paré a pensar y vi todas esas cosas que yo justificaba en mi cabeza porque te veía con los mismos ojos que cuando estábamos juntos. Esas faltas de interés eran muy evidentes y ahora me dado cuenta de ellas, como también me he dado cuenta de la desconfianza que tienes en mí, aunque bueno, de eso hace ya tiempo que me di cuenta. La cosa es que yo creo que no te he dado motivos en estas semanas que nos hemos vuelto a ver para que desconfíes de mí hasta tal punto para hacer las cosas que has hecho.
-¿Qué cosas?
-Malos comentarios, malas caras, malos gestos, y varias de esas cosas delante de nuestros amigos o de más gente. Yo entiendo que te duela mucho lo que pasó en su día, que te carcoma lo que me haya vuelto a ver con tu hermana en las últimas semanas previas a nuestro reencuentro y que pienses en que he estado en la cama con una o con otra, pero es que desde que vine aquí después de Navidad, no me he visto con nadie más para absolutamente nada, Elena. No sé cómo decírtelo ya o cómo hacerlo para que me creas y me entiendas tú a mí.
-No tienes ni idea de cómo me ha molestado todo eso.
-A lo mejor sí que me puedo hacer una idea. Me molestó encontrar condones diferentes a los que usamos no hace mucho y ver que los estabas usando. Me molesta que haya sido con tu jefe con quien haya pasado eso después de lo que tuvo lugar mientras tú y yo estábamos juntos, o de que vayas a su casa a dormir allí después de que nosotros hayamos discutido, pero es que no te he liado ninguna como tú me has liado a mí.
-Ah, ¿no?
-Yo considero que no. Por eso pienso que no tienes un interés real en que lo nuestro pueda volver a funcionar. No es nuevo que tengas dudas, porque ese fue otro motivo de discusión entre tú y yo, pero no sé... Es que son muchas cosas las que me dicen que ya no estás enamorada de mí, que no tienes interés, que no me quieres, o quizá me malquieres, no sé...
-¿Eso es lo que piensas?
-Es lo que me estás dando a entender con tus actos. Yo he hecho todo lo posible por ir hacia delante, pero es que así no se puede.
-No lo has hecho todo.
-Elena, el ultimátum que me has puesto no tiene sentido.
-Sí que lo tiene. Esa chica no es buena, te está comiendo la cabeza para quedarse contigo.
-No lo creo, la verdad. La conozco desde hace mucho y le he preguntado varias veces si soy algo más para ella, pero ella me ha dicho varias veces que no, que soy un amigo genial para ella, pero nada más.
-Si tú lo dices...
-Pero es que da igual que sea Ángela, porque si no, será Irene, o Sofía, o cualquier chica que tenga cerca en cualquier momento. Por eso te decía de buscar ayuda, Elena. Tus celos han ido a peor.
-Por tu culpa.
-Pues sí, seguramente -dije resignado-. Pero eso no es motivo para no pedir ayuda. Pensaba que si íbamos juntos sería mejor y que podíamos enfocarlo para que lo nuestro funcionara.
-Solo piensas en lo que quieres tú.
-Pensaba que tú también querías intentarlo. Si no, ¿por qué darme esperanzas y seguir diciendo de vernos?
-Porque no estaba segura.
-No sé, Elena. No se me ocurre qué más podía haber hecho para que fuera mejor. Pensaba que podíamos llegar a estar como cuando éramos pareja, pero se ve que no.
-¿Me estás diciendo que ya no quieres eso?
-Pues, como te he dicho, he abierto los ojos y me he dado cuenta de esas cosas que te he comentado antes. El ultimátum que me has puesto ha sido el punto de inflexión. He perdido la ilusión y estos días no han sido los mejores, la verdad. Tenía dudas respecto a qué hacer, porque sí que ha habido veces que has mostrado más apego hacia mí y también te has comportado como en esos días, pero no sé, decirme de dejar de ver a mi amiga, no bajarte del burro, no llamarme para disculparte, porque esto ha sido un disparate, Elena. No querer buscar ayuda para tratar los problemas, que no te estoy diciendo que solo tengas tú, que yo también tengo lo mío...
-Ni que lo digas...
-Había pensado en tomar una decisión dependiendo de cómo saliera esta conversación, pero está bastante claro lo que tú quieres, así que mi decisión también está clara.
-A ver lo que tarda Ángela en ir corriendo a por ti.
-Pues ya que te interesa tanto, se ha ofrecido a pasar unos días conmigo en casa, porque se ha dado cuenta de que estoy apagado y si tengo a alguien que me haga compañía, estoy mucho mejor, así que lo más probable es que se venga a vivir conmigo una temporada. Prefiero que lo sepas por mí a que te enteres por otra parte.
-Ah, genial. Qué lo paséis muy bien, y usad protección, que luego vienen los sustos.
-Joder, Elena, con todo lo que hemos vivido y que me digas estas cosas...
-Solamente te estoy diciendo la verdad.
-¿Tú crees que después de no poder recuperar al amor de mi vida voy a estar pensando en meterla nada más salga de aquí?
-Viendo tu historial...
-Al final no haces más que darme la razón. Solo hay que ver las cosas que me dices cuando yo siempre he querido lo mejor para ti y que te vaya bien en todo.
-Tú también me estás dando la razón al irte con Ángela.
-No me estoy yendo con ella, Elena. No me voy a ir con nadie.
-Lo que tú digas. Si ya has acabado de decirme lo que me tenías que decir, te puedes ir.
-Pues diría que te he dicho todo lo que te quería decir, así que sí, mejor me voy.
-Sí, mejor.
-Cuídate, ¿vale? -le dije ya en la puerta.
Gran faena de aliño... El toro a las tablas y buscaba la pierna... Humillaba... Escarbaba... Pero el diestro sacó al morlaco varias tandas de mérito, naturales, algún pase de peso y a por acero. Media estocada en lo alto.

1 oreja de mérito.

Saludos y vuelta a ruedo.
 
Javi ha cambiado desde que decidió recuperar a Elena, no ha caído en infidelidad , toma decisiones coherentes y lo de ver un profesional es una decisión correcta cuando quieres solucionar los problemas propios y de pareja.
Discrepo.

Javi no ha cambiado, insiste en el hermetismo, se guarda todo, como sus encuentros con el jefe de Elena. Como ella puede confiar en alguien que le oculta todo?, no importa que sea sin malas intenciones si al final hace daño. Siempre es la misma historia con él, y el gran problema es que no es conciente de eso.

Y sobre las decisiones coherentes... vivir con Angela en estas circunstancias? Wtf?

Por otro lado, como dije antes, ¿cómo querer retomar algo con Elena sabiendo que lo que pasó con su madre puede salir a la luz?, no es conciente qué eso puede terminar por destruir esa familia?
 
Pese a su proverbial torpeza, Javi se esfuerza y tiene propósito de enmienda.
Ha sido tan iluso de ir otra vez a hablar con Elena, a negociar lo innegociable.
Elena no quiere a Javi. Ha vuelto a ella un tipo que está más bueno que antes, y que podría soportar si consigue doblegar su voluntad y someterlo. Él le ha demostrado que sigue loco por ella, y Elena pretende utilizar su posición de poder.
Que Elenita ha tensado demasiado la cuerda... Es posible, pero tampoco se volverá loca si se rompe.
Ahora sólo faltaría que en el próximo capítulo, veamos a Elena arrodillada, suplicando clemencia a Javi 😝😝
 
Pese a su proverbial torpeza, Javi se esfuerza y tiene propósito de enmienda.
Ha sido tan iluso de ir otra vez a hablar con Elena, a negociar lo innegociable.
Elena no quiere a Javi. Ha vuelto a ella un tipo que está más bueno que antes, y que podría soportar si consigue doblegar su voluntad y someterlo. Él le ha demostrado que sigue loco por ella, y Elena pretende utilizar su posición de poder.
Que Elenita ha tensado demasiado la cuerda... Es posible, pero tampoco se volverá loca si se rompe.
Ahora sólo faltaría que en el próximo capítulo, veamos a Elena arrodillada, suplicando clemencia a Javi 😝😝
Ojalá mí club fuera como Elena negociando y mandará, como mucho los cordones de las botas del futbolista en cuestión .
😛
 
Discrepo.

Javi no ha cambiado, insiste en el hermetismo, se guarda todo, como sus encuentros con el jefe de Elena. Como ella puede confiar en alguien que le oculta todo?, no importa que sea sin malas intenciones si al final hace daño. Siempre es la misma historia con él, y el gran problema es que no es conciente de eso.

Y sobre las decisiones coherentes... vivir con Angela en estas circunstancias? Wtf?

Por otro lado, como dije antes, ¿cómo querer retomar algo con Elena sabiendo que lo que pasó con su madre puede salir a la luz?, no es conciente qué eso puede terminar por destruir esa familia?
Todavía no ha decidido vivir con Angela, el ha dicho que tiene que tomar una decisión antes y por eso habla con Elena. Lo de la reunión con el jefe es normal que no se lo dijera , no quería influir en ella ni darle problemas en su trabajo(qué es muy importante para Elena).
Lo de la madre fue un momento de locura de Lis dos y ha decidido vivir quedar así, ella no dirá nada y él tampoco. Todos tenemos un secretillo
 
Atrás
Top Abajo