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Si me pregunta si he " entendido ", es que no es usted tan entendedor como presume.¿Beligerante yo?
En cuanto a Ángela, jamás dudé se sus genuinas y sanas intenciones, además de alabar lo lista que es y su profunda empatía y comprensión hacia los demás. Debió usted malinterpretar mis palabras, ya ha manifestado en diversas ocasiones sus dificultades para "entender".
Esa es la verdad, si no le gusta tengo versiones alternativas, total solo es ... "cuestión de opiniones".
Espero que haya entendido las ironías ... o que sepa diferenciarlas de las partes que no lo son, si alguna no lo es ... emoticono guiñando ojo.
Yo no he visto nada raro y cada oveja está con su pareja.Entiendo entonces que siguen en las andadas, o entendí mal?
Habrá habido oportunidad con Elena ahora que se están viendo?
"Por lo que me dijo ese día, sabía que Ángela se había ido de fiesta con ellos y que luego había pasado algo más, pero lo que no me contó era que Cintia también estaba con ellos"Yo no he visto nada raro y cada oveja está con su pareja.
Éstos no han vuelto a las andadas, de hecho nunca han salido de ellasEntiendo entonces que siguen en las andadas, o entendí mal?
Habrá habido oportunidad con Elena ahora que se están viendo?
No,no. Es que lo he entendido mal."Por lo que me dijo ese día, sabía que Ángela se había ido de fiesta con ellos y que luego había pasado algo más, pero lo que no me contó era que Cintia también estaba con ellos"
Con Abby normal... hasta ahora, que viendo lo ardiente que llega a ser en su performance con Javier, será cosa de tomar confianza y los tenga a todos en cuatro.No,no. Es que lo he entendido mal.
Yo además me he referido a Javi. Que está con Abby sin juegecitos raros.
Qué ganas de complicarse la vida. Hay una bomba y se llama Noelia.Capítulo 905
Otra cosa que comentamos fue lo que podíamos hacer en todos esos días que íbamos a estar allí, teniendo yo pensado enseñarle muchas cosas, queriendo hacerlo a fondo con la ciudad y si se daba, pues algún lugar cercano que le pudiera gustar, pareciéndole a ella bien. Lo que no esperaba era que hiciera alusión a Elena. No había oído ese nombre en todo el día hasta que salió de su boca.
Y no fue para pedirme que se la presentara, pero sí que le extrañó que no comentáramos nada de ella cuando estuvimos todos reunidos. Sabía de sobra que ella se llevaba muy bien con Irene y con Mario, como ya le había contado varias veces, como también sabía que yo siempre quería lo mejor para ella y que me había ido interesando de vez en cuando por ella, ya fuera preguntándole a mis amigos o a Valentina, pero Abby se extrañó de no oír su nombre en toda la tarde.
Me dejó un poco descolocado esa salida, pero le dije que sí era verdad que me interesaba porque todo le fuera bien, pero que tampoco es que hablara de ella con mis amigos a menudo. Sabía de sobra que Abby no iba con segundas intenciones mientras hablábamos de este tema, aunque me volvió a sorprender al preguntarme si me gustaría verla. Me quedé pillado nuevamente, sin saber qué responder, esperando ella una respuesta mientras me miraba, estando de lado sobre la cama, apoyando su cara en su mano.
Llegué a la conclusión de que prefería no hacerlo teniendo en cuenta que no terminamos en muy buenos términos. Abby discrepaba bastante, pensando que era una buena oportunidad para hacer las paces y quitarnos ese mal sabor de boca del que ella estaba segura que teníamos que tener. Yo no entendía cómo me hacía esas preguntas y proponía ese encuentro teniendo en cuenta que era mi ex y lo importante que había sido en mi vida.
Ella no lo veía tan raro, pensando que era toda una suerte que tuviera a tantas personas importantes en mi vida, y que siendo Elena una más no dijera de acabar bien con ella para poder seguir disfrutando de su amistad como lo hacía antes de que fuéramos pareja siquiera. Yo veía eso muy lejos, tanto esos tiempos, como el hecho de poder ser amigos, especialmente si me presentaba de pronto con novia, pues tenía por descartado tener ese encuentro a solas.
Abby volvía a discrepar, diciendo que tal vez estaría bien que nos presentara, pero que nos debíamos una conversación a solas para zanjar cualquier tipo de conflicto que quedara entre nosotros. No me entraba en la cabeza todo lo que proponía, explicándole que no le veía sentido y preguntándole si no le daba miedo que pudiera pasar algo entre nosotros.
Mi novia me contó que ella confiaba en mí y que sabía que eso no iba a pasar, básicamente, porque le había demostrado mucho a esas alturas y sabía leerme la mente con solo mirarme a los ojos. Aunque siguió al decirme que debería confiar en mí mismo tanto como ella lo hacía conmigo. También comentó que solo estábamos hablando, que no tenía por qué darse ese encuentro si yo no quería.
Mencionó que según tenía ella entendió, hacía casi un año desde la última vez que nos habíamos visto en persona y que de la misma manera que yo había empezado algo con alguien, ella podría haberlo hecho perfectamente también. Aquí intervine al decirle que no fue así en el primer lapso de tiempo que estuvimos separados cuando me dejó, pero Abby veía ambas situaciones radicalmente diferentes, siendo la primera vez muy dolorosa por el despecho y siendo la segunda muy diferente por incompatibilidad.
Ella pensaba que era una situación muy diferente y que ya me había dado señales de que no tenía mucho interés en mí a esas alturas con todo lo que yo podía ver en sus actos. Por eso no se le hacía tan raro pensar que podía haberse fijado en alguien más, especialmente habiendo pasado tanto tiempo.
Tenía sentido lo que decía, pero también le comenté que de ser así, mis amigos se habrían enterado, porque seguían teniendo mucho contacto con ella y es algo en lo que Abby me dio la razón, pero también comentó que estaba la posibilidad de querer llevarlo de manera discreta, sobre todo si estaba empezando algo con alguien.
Me dijo que no me preocupara, que solo estábamos hablando, pero que en su opinión, estaría bien hablar con ella antes que encontrársela de sopetón y que fuera un encuentro realmente incómodo. No veía eso muy posible teniendo en cuenta que nosotros vivíamos a más de 5000 kilómetros, respondiéndome ella que quizá nos la encontrábamos en uno de esos días que estuviéramos por ahí. Lo seguía viendo difícil teniendo en cuenta que no trabajaba allí, pero sí que me puso algo intranquilo que me dijera eso. Ella sonrió y me calmó acariciándome el pecho.
Una vez más, dijo que tan solo hablábamos, pero sí que hizo más hincapié en el tema de tener una charla con Noelia, porque sí le parecía que había actuado muy mal con ella con todo lo que le había contado. Aquí sí que estaba de acuerdo con ella, aunque no sabía si ella querría. Abby me dijo que podíamos probar a visitarla antes de que nos fuéramos, aunque yo no tenía ni idea de si seguía viviendo en la casa en la que lo hacía cuando me veía con ella.
Abby se mostraba positiva, diciendo que por probar no perdíamos nada, aunque se me vino a la cabeza que tenía el número de Arantxa, la vecina que teníamos cuando vivíamos Elena, Noelia y yo juntos en la urbanización que quedaba cerca de las afueras de la ciudad. Le pareció buena idea contactar con ella, pese no acabar tampoco muy bien la última vez que me vi con ella, para informarnos de por dónde se movía Noelia, aunque a las malas, podíamos pasarnos por la universidad y ver si la veíamos.
Abby se mostraba muy positiva y con ganas de que aquello tuviera lugar para reencaminar esa situación. Le confesé que fue una espina que me llevé clavada cuando me fui a Canadá pese a haberle dejado una nota de la que no obtuve respuesta. Abby se mantenía positiva aun así, diciendo que ya había pasado mucho tiempo también como para que Noelia siguiera pensando en mí de esa manera, por lo que no tenía un miedo especial por ello, pudiendo también obtener esa información por parte de Arantxa para asegurarnos.
Por lo pronto, al día siguiente nos levantamos a una hora normalita, ni muy temprano ni muy tarde tampoco. Nos dimos una ducha y fuimos a desayunar a una cafetería que había cerca y que yo había frecuentado mucho. Una vez acabamos, volvimos a la habitación del hotel para meter a la gata en una mochila especial que le habíamos comprado y que pudiera así acompañarnos.
Estuvimos paseando durante practicante toda la mañana, enseñándole yo a Abby muchos sitios de interés, aunque fue algo que pensamos tomárnoslo con calma al tener varios días por delante, para no acabar saturados ni muy cansados. En realidad, a cada poco parábamos para sentarnos en un banco y tomar un poco el sol. Abby estaba fascinada con el tiempo de aquí y eso que aún hacía frío, pero no era comparado con el que teníamos en Canadá.
Estaba muy bien superar las temperaturas negativas para variar, pues allí aún seguía haciendo tanto frío como para ello. A ella le impresionaba la diferencia tan grande de temperatura, pues en ocasiones llegaba a ser mayor a los 20 grados. Cualquier ocasión era buena para sentarnos en algún banco cuando le gustaba lo que había cerca, prefiriendo jardines y parques alejados de aglomeraciones.
Más que tomar el sol, era calentar el cuerpo, pues íbamos con ropa de manga larga, pero era agradable igualmente sentir ese calor. Hasta nos animamos un poco a soltar la gata en un pequeño parque en el que no había nadie, en una porción de césped, llevando cuidado de que no saliera corriendo, aunque ella no hizo ni amago de ello.
Cuando se acercó la hora de comer, volvimos al hotel para dejar allí a la gata para que descansara, pues pese a no haber ido a nuestro ritmo, habían sido muchos estímulos y emociones para ella y necesitaba un descanso. Nos aseguramos de que comiera y la dejamos allí durmiendo, marchándonos nosotros a casa de mis abuelos para que pudieran conocer a mi novia y para comer con ellos.
Era todo un placer poder pasear así con mi pareja cogidos de la mano, que ya era algo que hacíamos en el lugar en el que vivíamos, pero hacerlo ahora en mi cuidad como que sabía diferente. No era la primera vez que lo hacía, pero sí es cierto que llevaba muchísimo sin hacerlo. Ella estaba sonriente, pero ya empezaba a notar sus nervios al conocer a mis abuelos. Mi madre me contó que les explicó cómo era Abby y demás, pensando que no pasaría nada.
Todo eso está muy bien.A Abby no le interesan ni Elena ni Noelia, le interesa un Javier que haya superado los malos momentos del pasado y tenga su autoestima restablecida. Si dices que te interesas por Elena, lo lógico es que te intereses personalmente, sin temor, y si dices que aún te pesa lo mal que actuaste con Noelia, lo lógico es que ofrezcas tus disculpas en persona, sin temor. Porque si no, o lo de Javier es solo una pose o aún hay temor e inseguridad.
Lo entiendo, pero como que hay demasiada premura en Abby porque Javier finiquite esos temas durante este viaje, no es tan extenso como para darse esa labor de preparar encuentros con Elena y Noelia, él nada manifestó en ese sentido hasta que ella lo hizo.Javier decidirá. Abby solo tiene de referencia lo que Javier le ha contado, y le ha contado que él se interesa por Elena y que desea que le vaya bien, si tu interés es ese, no se entiende que evite verla. También le ha contado que aún tiene una espina clavada por cómo se portó con Noelia y que pese a dejarle una nota, esta nunca le ha contestado, se ve que dejar la nota no fue suficiente para sacarse la espina, así que nada mejor que disculparse en persona.
Manipulación? No la veo por ningún lado, plantear algo que tú no has pensado, quizás porque tu subconsciente lo evita, no es manipulación, Abby simplemente espera que Javier sea consecuente con lo que le ha contado a ella. Y de paso le hace reflexionar sobre el tema. Pero imposición no la hay por ningún lado.
Javier a visto y vivido relaciones traumaticas con ex, y eso tal vez le genere algunos prejuicios, pero también tiene un referencia más positiva, como Valentina. Claro que de ella no estuvo realmente enamorado, precisamente por eso podría ser positivo cerrar bien esa puerta y Abby le ha dicho que tiene plena confianza en él, cosa que también es nueva para Javier por lo que ha visto en su entorno.
Pero lo dicho, Javier decidirá y seguro que lo que decida lo aceptará Abby. De hecho la conversación pone precisamente de relieve la diferencia con las imposiciones reales que sí sufrió por parte de Elena y su entorno. Otro punto más para Abby, cuya única mochila es una gata adorable y no una cuñada loca y una suegra insoportable.
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