Reencuentro con Elena

Yo encerraba a Javier y a Elena una semana en una casa en la sierra lejos de todo, sin internet y sin televisión ni móviles. Comida para la semana y listo. Si salían los dos vivos tendría futuro la relación bien fuese como amigos o novios.

Para mí ahora mismo es la única solución. Amén claro de dar por finiquitada la pereja y cada uno por su lado
Yo los metía En un Escape Room a descifrar un misterio para poder salir, que el otro día estuve en uno y estaba guay.
 
Un caso extraño. Lo que ocurre es que no es así exactamente. Creo yo. Esto no va de que ella pase de él. Lo que pasa es que ella quiere que él, sea un perrito faldero que acepte cualquier capricho de ella, incluso que no sea capaz de ver las mentiras sobre besos ¿robados? de exnovios, jefes a los cuales me insinúo, o incluso sobre si he tenido una ¿amistad? con el hermano de mi ex, con el que hace mes y pico he roto.

El que tiene que ir al profesional es él, que aún cree en los Reyes Magos, que aún piensa que Superman existe, y que Elena igual cambia y dice: "lo siento me he equivocado, no volverá a ocurrir", o que se hinca de rodillas ante él y le dice: "perdona, voy a ir a un Psicólogo,.voy a dejar de dejarme lavar el tarro por mi compañera de trabajo, voy a dejar de guiñar el ojo a mi jefe y te voy a contar lo que pasó con tu hermano". Que espere sentado, (o en el diván de su amiga psicóloga) que eso no va a ocurrir.

Y también tiene que espabilar sobre la desinteresada compañía y amistad de Ángela. Y cuidadín con la estratagema de su ex Valentina... El chaval tiene que pasar menos tiempo con la consola y más en un oculista.
Todas las reticencias de Elena para aceptar a Javier, están motivadas por la distancia emocional que ella ha ido sintiendo, durante los meses que han estado separados.
En realidad, el que siempre actuó como un tonto enamorado, fué Javi.
No olvidemos que renunció a progresar en su empresa por Elena, ella se comportó como una niña de tres años, cuando el tuvo que viajar, y el se sacrificó para no dejarla sola.
Todo se organizó para el bienestar y la comodidad de Elena. Se alquiló la casa en el lugar que a ella le iba mejor por su trabajo. En el sexo, siempre se hacía lo que a Elenita le apetecía, mandaba ella en Javier y en sus amigos.
El colmo fué tener que aguantar a Noelia, por imposición de su suegra, y por no discutir con Elena.
En ésta relación, el que ha puesto todo de su parte ha sido Javier. Elena se ha dejado querer, siempre desde una actitud pasiva.
Por supuesto, siempre desde el punto de vista de Javier.
Es lo que tenemos, no hay más.
 
Espero que no. Quiero sexo!!! Mucho sexo!!! Y con Elena ya no va a ser lo que fue.
Esa fue una de las más claras señales de que no ha sido lo mismo al volverse a ver Elena y Javier, el sexo ya no dispara esos fuegos pirotécnicos que hacían que ella se perdiera por minutos, casi inconsciente luego de cada orgasmo. :babeando1:
 
Eso de dejar la puerta medio abierta para Elena por si está acepta "tratarse su problema" y así le da a Javier la "prueba de amor" que este le reclama, eso es una soberana tontería que literariamente puede quedar bien, o incluso como autojustificación ante amigos, familiares y lectores o él mismo, pero que es una hipoteca absurda para el futuro de Javier.

¿Qué va a hacer?
¿No tener ninguna relación a la espera de que ella "entre en razón" y decida "tratarse"? Absurdo.
¿Iniciar una relación y abandonarla si aparece Elena "curada"? Absurdo.

Queda bien en la cabeza de Javier y acalla su conciencia por si se está equivocando con sus decisiones y hace más llevadera la ruptura, pero es absurdo.
 
Última edición:
Capítulo 852

I: Bueno, ¿qué pasa?
J: Ayer estuve en casa de Elena.
M: ¿Y qué tal?
J: Ya sabéis que os conté que tenía que tomar una decisión respecto a ella y a mí, a lo que había entre nosotros, ¿no?
I: Sí. ¿La has tomado ya?
J: Pues sí. No la quería tomar tan en caliente y quería ver si Elena se calmaba y tal. Pienso que me debería haber llamado para disculparse por las cosas que dijo, porque se calentó bastante. Yo también lo hice, pero es que me piqué. Aun así, creo que debería haber reconsiderado lo de buscar ayuda profesional para que nos tratara, pero sigue encerrada en sus trece.
M: ¿No te ha llamado?
J: Qué va. Fui yo el que lo hice para quedar con ella para hablar.
M: ¿Y qué te dijo?
J: Le molestó que lo hiciera, pero es que teníamos que hablar.
I: ¿Qué decisión has tomado?
J: Pues viendo el poco interés que sigue mostrando y que seguía igual en la conversación que tuvimos ayer, pues...
M: ¿No ha hecho por dónde para que la cosa mejore?
J: Ella piensa que la cosa solo puede mejorar si me dejo de ver con Ángela.
I: Pues hazlo.
J: No, Irene. No lo voy a hacer. Y no lo hago porque me quiera ver con ella para algo más, como Elena piensa, no. No quiero dejar de verme con ella, porque es una de mis mejores amigas y no quiero que se vaya de mi vida. Así de simple. No tiene ningún sentido que me pida eso cuando no he hecho absolutamente nada con Ángela desde que me he vuelto a ver con ella.
I: Joder... -dijo tapándose la cara con las manos.
M: Es que no te puede pedir eso. No tiene derecho. Y tú no tienes que hacerlo por mucho que ella te lo pida.
J: Lo sé. Por eso no lo he hecho. Pero vamos, que da igual que lo haya hecho o no. Esto no es cuestión de que sea Ángela, aunque ella sigue con eso, que si ella me busca para algo más al venir desde aquí para hablar conmigo pudiendo hacerlo por llamada, que si le puse a Valentina los cuernos con ella con el pedazo de mujer que es... En fin... Ángela no es el problema.
I: ¿Por qué estás tan seguro?
J: Porque el problema son sus celos. Si es que está clarísimo. Os aseguro que si acepto ese ultimátum que me ha dado, tarde o temprano saldría con algo nuevo. Es que es capaz de decirme de dejar de verme contigo o con Sofía solo porque hemos follado.
M: Creo que llevas razón. El problema son sus celos.
J: Y ella no lo reconoce, aun sabiendo que los tiene y que han ido a peor, porque es que se ve claramente. Es algo que hemos visto durante estas semanas. Que yo también tengo lo mío y tengo cosas que mejorar, pero si ella no da el paso, es imposible que la cosa pueda funcionar, porque solo vamos a estar echándonos cosas en cara, con muchos reproches y demás.
I: Tengo que hablar con ella para que entre en razón.
J: No lo va a hacer, Irene. Al menos no de momento.
I: ¿Entonces?
J: Pues nada, tendremos que dejarlo aquí. No podemos hacer otra cosa. No conforme está yendo todo.
I: Entonces, ¿te rindes?
J: Yo no lo veo así. Creo que he dado todo lo que he podido durante este tiempo que nos hemos estado viendo. Creedme cuando os digo que yo soy el que más ha querido que lo que había entre nosotros saliera bien, pero es que por desgracia siempre hay cosas que se escapan del control de uno. Y sinceramente, estoy cansado de poner todo mi interés e ilusión en algo y no verme correspondido. Por momentos me ha mostrado interés y ganas, pero en otros muchos momentos me ha demostrado que no tiene interés. Esas caras de asco, esos gestos, esas palabras... No quiero que me trate así, porque yo no lo he hecho.
M: Yo pienso que has hecho lo que has podido y que lo has hecho bien. Creo que también está bien que mires un poco por ti. Si no estás cómodo con lo que hay, si no te sientes bien, si no te sientes querido y correspondido, pues habrá que dejarlo.
I: Pero...
M: No, Irene. Él tiene que hacer lo que tiene que hacer, no lo que sea mejor para nosotros. Tiene que hacer lo que sea mejor para él. ¿O te parece bien que ceda en ese estúpido ultimátum y que siga tragándose cosas que no debe? Porque a mí no me lo parece.
I: Obviamente no está bien, pero a lo mejor podemos convencerla entre todos de que tiene que aceptar esa ayuda para que todo vaya a mejor.
M: Javi lo ha intentado varias veces y es a él a quien le tiene que hacer más caso, que para eso es con la persona que va a estar en pareja, o al menos se supone que es lo que quería al no haberle dicho que no desde un principio.
I: Ya. Si lleváis razón. Lo sé. Y lo siento, pero es que no quiero que todo esto se rompa -decía afectada.
J: ¿Y te piensas que alguien quiere eso? -dije agarrando su mano- Pues claro que no. Pero es que es lo que hay, Irene. Yo ya no puedo más. Estoy cansado de intentarlo de todas las maneras y que ella no muestre un interés real, o que si lo hace se desvanezca al poco. Creo que lo mejor es que cada uno esté tranquilo dentro de lo que pueda.
M: Yo pienso lo mismo.
J: Que lo que había entre Elena y yo no funcione no significa que todo se vaya a romper. Puede seguir igual, solo que no vamos a poder estar todos juntos al mismo tiempo. Al menos, no de momento, porque pienso que sería incómodo y la verdad es que si nos juntamos todos, lo último que quiero es que haya malas caras y momentos incómodos, porque si nos juntamos es para pasarlo bien, como siempre. Quién sabe, quizá algún día podamos estar todos juntos, o a lo mejor Elena entra en razón y busca ayuda para tratar esos celos y podamos volver a intentarlo...
I: No te veo muy convencido con eso último.
J: Porque viendo cómo está ahora mismo, dudo que cambie de opinión tan de repente.
I: Parece que lo has dicho que para que no me sienta tan mal.
J: Pues sí, aunque yo también es algo que deseo, pero es que a la vez lo veo tan difícil con todo lo que he visto y todo de lo que me dado cuenta...
M: Bueno, lo mejor es que estéis tranquilos los dos para poder despejaros de todo lo que ha pasado. Mira que si al final después de un tiempo lo volvéis a intentar y sale bien... Nunca se sabe.
J: También quería deciros que Ángela ha estado mucho encima de mí, como ya sabéis. Desde que nos volvimos a ver ha estado hablando mucho conmigo, hemos quedado para vernos y la verdad es que estoy encantado con ello. El único momento así tal fue cuando engañé a Valentina con ella, o bueno, cuando Elena se puso celosa en el cumpleaños de Sofía al verla y demás, pero la cosa es que me hace mucho bien.
I: ¿Qué nos quieres decir?
J: Pues que ha estado muy pendiente de mí incluso cuando he estado intentándolo con Elena, dándome consejos, preguntándome cómo iba todo y pidiéndome que le contara los problemas para que me pudiera desahogar. Y se ha dado cuenta de que me vendría muy bien algo de compañía para sobrellevar todo esto mejor y me ha sugerido venirse a pasar unos días a casa.
M: ¿En serio?
J: Sí.
I: Parece que le estés dando la razón a Elena con esto que nos acabas de decir.
J: He hablado muchas veces ya con Ángela de esto mismo y está todo muy aclarado, así que no hay que pensar en eso.
M: Pero tú estás bien, ¿no? Al menos es lo que parece.
J: A ver... No estoy dando palmas, ¿sabes? Pero no estoy tan mal como la otra vez. Porque no quiero, porque no merece la pena estar así, y porque no vale para nada. Yo necesito estar bien y meterme en la cama durante meses como hice aquella vez no me va a servir para eso. Obviamente estoy triste y jodido por lo que ha pasado, porque veo que no hay manera de recuperar al amor de mi vida, pero también me he dado cuenta de cosas y bueno, hay que seguir, ya está. Desde luego no me siento tan mal como cuando ella me dejó.
I: Pero vendrás y quedarás con nosotros, ¿no?
J: Claro que sí, Irene. Como siempre. Vendré para estar con vosotros, con Sofía y Hugo y con mi familia. Lo único, que allí también tendré compañía y no estaré tan solo.
I: Si me alegro de ello en realidad, no pienses que no. Yo quiero que tú estés bien, pero es que...
J: Lo sé, Irene. Sé lo que piensas y lo que quieres, pero es que es algo que se escapa a nosotros. No quiero que penséis tampoco que dejar de intentarlo con Elena es como quitarme un peso de encima, pero es que yo necesito seguir hacia delante. No quiero ni puedo permitirme estar intentándolo con tanta toxicidad ni tampoco hundirme. Yo quiero lo mejor para ella, por eso también os quería pedir que la llaméis de vez en cuando, que quedéis con ella y que os preocupéis de que no esté sola. Lo que habéis estado haciendo hasta ahora, vamos.
I: Pero es que eso lo íbamos a hacer sí o sí.
J: Bien, es lo que quería oír.
M: Claro. No vamos a dejar de lado a nadie porque lo vuestro no haya funcionado.
I: Me da mucha pena que no haya salido bien -dijo dándome un abrazo.
J: A mí también, Irene. Pero no te preocupes, porque todo lo demás va a estar igual. Al menos por mi parte. Te lo prometo.
M: ¿Y cuándo se va a ir Ángela a vivir contigo?
J: Pues es algo que ya habíamos hablado, pero como os digo, dejé reposarlo un poco por el calentón. Ayer me preguntó cómo había ido la cosa y cuando le dije que fue mal, vino a casa y pasó todo el día conmigo. Hoy hemos venido y he estado con la familia y con vosotros mientras ella está haciendo las maletas. No quiere que esté solo en ningún momento.
M: Ostia, pensaba que sería más adelante.
I: Es mejor así. Por si te da por hacer alguna tontería... ¿Eh? -dijo con tono de reprimenda.
J: No. Eso ya no. Pero bueno, mejor tener a Ángela cerca para que no piense en esas tonterías.
 
Todo bien, todo bendecido por amigos y familiares ... ganas de que empiece la convivencia con Ángela.
Espero que Ángela se acuerde de coger el juguete aquel que no quería que su hermana encontrase y que Javier le fue a buscar donde vivía antes, sí aquel día que se folló a su hermana.
 
Última edición:
Javi está tan ciego y tan sordo que hasta Irene le está diciendo que le da la razón a Elena metiendo a Ángela en su casa y el sólo escucha lo que quiere escuchar.

Antes Irene le decía las cosas claras a Javi, ahora es otro perrito faldero que le da la razón en todo, como todos sus amigos, su madre etc...no vaya a ser k se vuelva a meter heroína x alguna perrera si le dicen que no a algo.

Al final vamos a necesitar a Noelia para k le diga 4 verdades d una vez y espabile.
 
Javi está tan ciego y tan sordo que hasta Irene le está diciendo que le da la razón a Elena metiendo a Ángela en su casa y el sólo escucha lo que quiere escuchar.

Antes Irene le decía las cosas claras a Javi, ahora es otro perrito faldero que le da la razón en todo, como todos sus amigos, su madre etc...no vaya a ser k se vuelva a meter heroína x alguna perrera si le dicen que no a algo.

Al final vamos a necesitar a Noelia para k le diga 4 verdades d una vez y espabile.
¿Noelia? ... 🤔 ... se enterará de que ya no está intentándolo con Elena, seguro ¿Volverá a intentarlo Noelia con Javier? ¿Tiene Noelia ayuda profesional? ¿La puede compartir con su hermana? ¿Incluirían a su madre en las sesiones? ¿Qué opina la abuela? ¿Se apuntaría también a la terapia familiar? ... ¿Incluirían a Javier en las sesiones por recomendación de Mónica, la psicóloga? ¿La abuela fuma?
 
Última edición:
Respecto a lo de hoy, Mario me ha sorprendido un poco, parecía el más sensato de los tres, sobre todo por su reacción ante la noticia de la próxima mudanza de Ángela.
Te refieres al "en serio?" 😂, o es sarcasmo?, quizás esos comentarios que hacía Mario sobre ese tema lo decía con ironía 🤔

Pero si me sorprendió como refutó a su dueña. Creo que lo van a castigar después por contestón, con menos croquetas 😂
 
De los ochocientos cincuenta y dos capítulos más hablados de Mario, :D

Me ha recordado una escena de la comedia Mi Novia Polly (Allong came Polly) Ben Stiller y Jennifer Aniston, ocurre saliendo de la obra de teatro del mejor amigo del protagonista, cuando su ex suegro, que pasó toda la película sin decir una palabra, se planta una frase que espabila a todos, desencadenando las situaciones que llevan al desenlace.

Keranos acomodando las piezas antes del final de esta historia. :rolleyes:;):cool:
 
De los ochocientos cincuenta y dos capítulos más hablados de Mario, :D

Me ha recordado una escena de la comedia Mi Novia Polly (Allong came Polly) Ben Stiller y Jennifer Aniston, ocurre saliendo de la obra de teatro del mejor amigo del protagonista, cuando su ex suegro, que pasó toda la película sin decir una palabra, se planta una frase que espabila a todos, desencadenando las situaciones que llevan al desenlace.

Keranos acomodando las piezas antes del final de esta historia. :rolleyes:;):cool:
Recuerdo esa escena 😂. Muy graciosa esa peli
 
Capítulo 853

Nos acabamos despidiendo poco después, porque no quería alargar más ese momento. No me ponía buen cuerpo ver la carilla que tenía Irene todo el tiempo. Me fui de allí después de que ambos me dieran un buen abrazo, siendo más sentido el de Irene, diciéndome ambos que me llamarían y que también lo harían con Elena, queriendo que nos viéramos el fin de semana siguiente para hacer algún plan y poder pasar tiempo juntos, pareciéndome a mí bien. Volví con la familia, preguntándome mi madre cómo había ido y diciéndole yo que mejor de lo que esperaba, pero que no había sido fácil tampoco.

Estuvimos charlando y viendo la tele entre todos, pero se estaba empezando a hacer tarde, preguntándome Ángela si cenábamos cada uno con la familia o si lo hacíamos cuando llegáramos a casa, dejándolo a su elección y pensando ella que la segunda opción sería mejor para no llegar muy tarde tampoco, por lo que me despedí de todos y fui hasta su casa para recogerla e irnos y poder llegar para la hora de la cena.

En cuanto llegué, ella salió de por la puerta de su casa con un par de maletas, con una sonrisa en su cara, como siempre. Le ayudé a cargarlas en el maletero, teniendo pinta de que me estaba esperando al estar tan pendiente como para salir sin que yo le avisara de que había llegado. Una vez cargué las maletas, le dije que iba a saludar a su madre ya que estaba ahí, haciéndolo rápidamente al estar ella observándonos desde la puerta.

Me dio un abrazo y dos besos, pidiéndome que cuidara de su hija, aunque ella dijo que ya era mayorcita y que había estado viviendo incluso fuera del país, pero le dije a su madre que lo haría para que se quedara más tranquila. El camino se me hizo bastante ameno con Ángela a mi lado, no preguntando mucho por cómo había ido la cosa con Irene, Mario y Sofía, porque no quería que volviera a pasar por eso, pidiéndome solo que le dijera si había ido bien o regular.

Se quedó conforme cuando le dije que todo fue bien dentro de lo que cabía, terminando ella al decir que al día siguiente las llamaría a las dos para charlar un poco sobre ello y que ellas le contaran, pasando a sacar otro tema de conversación.

Casi llegando, dijo de parar a cenar en el McDonald's que había a las afueras de la ciudad, porque tenía mucha hambre y hacía mucho que no iba a ese sitio, así que paramos y cenamos allí. Ella seguía contándome sus cosas, diciéndome cómo pensaba hacerlo para trabajar en casa, aunque estaba un poco indecisa aún de si hacerlo en su cuarto o en el salón, en la mesa grande y alta que teníamos, porque le parecía que sería muy cómoda para hacerlo ahí.

Tenía ventaja al trabajar con un portátil, por lo que en principio iría probando para ver donde ponía el huevo, aunque en realidad, ella se conocía bien y dijo que iría cambiando de sitio para no aburrirse.

A mí me parecía bien todo lo que me decía, porque en realidad no iba a suponerme ninguna molestia que estuviera en el salón, porque a mí me pillaría también en la academia, así que no podría ver cómo trabajaba, pero dudo que me hubiera molestado igualmente si estuviera por casa.

Cenamos bastante bien, quedando ella conforme con su menú infantil que venía con un juguetito que le había gustado y que pensaba poner en casa para decorar, haciendo que me riera por eso, aunque sí que se tomó un buen postre también con el típico helado del lugar, con sirope de chocolate y los toppings que le gustaba a ella, pidiéndome yo uno igual, solo que con caramelo en vez de con chocolate.

Aunque nos lo comimos en casa, dejando las maletas en el salón para hacerlo tranquilamente y poniéndose ella a empezar a ordenar sus cosas al deshacerlas, aunque no lo hizo al completo, porque tampoco se quería ir a dormir muy tarde.

Ya se notaba mucho su compañía al oírla yo desde el salón cómo canturreaba o como se preguntaba a sí misma dónde podía poner alguna cosa que sacaba de sus maletas. Pero me sorprendió cuando apareció por el salón, habiendo dejado lo que estaba haciendo para el siguiente día ya, preguntándome si nos podíamos echar una partida con la consola.

Sí que le había dado fuerte con eso, porque me dijo que había estado pensando en ello en varias ocasiones durante el día, por lo que la pusimos y jugamos un poco, aunque le dejé a ella más que otra cosa, estando pendiente y dándole algún consejo para que mejorara y no le costara tanto.

La veía muy entretenida con eso, divirtiéndose bastante, preguntándole yo entre risas si iba a ser un problema que tuviéramos una consola cuando dijera de ponerse a trabajar. Ella dijo que no lo creía, que el día era muy largo y que habría tiempo para todo, pudiendo echarnos una partida por la noche después de cenar si me parecía bien, no poniendo yo ningún problema.

Caí en que la nevera no estaba muy llena teniendo en cuenta que ahora seríamos dos en casa, por lo que le dije que al día siguiente iría a comprar algunas cosas por la mañana, bien temprano, antes de que entrara a trabajar, diciéndome ella que me acompañaba y pagábamos a medias, aunque yo tenía idea de levantarme bastante temprano, como solía, no teniendo ella mucho problema al respecto.

Por eso mismo, se marchó no muy tarde a la cama, haciendo yo lo propio, aunque sabía que no iba a poder dormirme tan pronto, pero tampoco quería molestarle al estar deambulando, sobre todo en su primera noche conmigo en casa como compañera de piso.

Antes de darnos las buenas noches le dije que si veía que no era cómodo el colchón, que podía dormir en mi cama y yo lo hacía en esa, aunque ella me dijo que no había ningún problema por lo que podía ver. Estuve muy cerca de decirle que durmiera conmigo, pero me daba un poco de cosa que durmiéramos así teniendo en cuenta lo que estaba pasando en esos días, además de que no la iba a dejar dormir muy bien con el mal dormir que tenía yo.

Pero ella parecía muy conforme con todo, porque no paraba de mostrar su alegría y tampoco paraba de sonreír. Así que nos dimos las buenas noches con un abrazo y la dejé descansar, viéndome yo algo en el ordenador para intentar hacer sueño.

Al día siguiente, efectivamente, me levanté muy temprano, intentando hacer el menor ruido posible para no despertarla, porque era más temprano de lo que pensaba que ella toleraría, pero me la encontré por el pasillo con cara de suelo, aunque con una sonrisa, desperezándose, estando muy mona con uno de sus pijamas grandes y gruesos de inverno, con su pelo alborotado.

Me dio un abrazo, preguntándome cómo había dormido, diciéndole que bien, aunque la realidad era que lo había hecho mal, como siempre. Ella me dijo que había dormido bastante bien también y que el colchón era cómodo, por lo que no había ningún problema.

Le pregunté si no le resultaba pequeña la cama, sobre todo al compararla con la que tenía en su casa, sugiriéndole comprar una más grande, aunque ella me dijo que la veía perfecta y que para su cuerpo era más que suficiente, por lo que no hubo problema alguno en ese aspecto al pasar ella buena noche.

Me pidió que le diera un poco de tiempo para darse una ducha rápida y poder irnos a comprar, esperando yo mientras haciendo el desayuno. Me dio las gracias por prepararlo, aunque pensaba que lo haríamos fuera, pero le gustó mucho el gesto igualmente.

Así que desayunamos en casa y nos pusimos en camino para comprar, siendo algo sencillo de hacer al ser ella tan ordenada. Nos dio tiempo a volver y a colocarlo todo, teniendo pensado también qué íbamos a hacer para comer ese día, quedando en que nos pondríamos a ello en cuanto yo llegara.

La mañana en el trabajo fue bastante bien, aunque le temía un poco a la tarde, ya que como estábamos ultimando el trimestre con los exámenes, pues había un poco de agobio en algunos alumnos. Unos ya habían acabado, pero otros estaban por hacerlo y necesitaban repasos de última hora.

La semana anterior también fue un poco así, cosa que me sirvió en parte para distraerme, pero ahora sí que estaba deseando que pasara pronto para que se acabara ese agobio que había por la academia, de la misma manera que tendría una semana de vacaciones al cerrar durante toda la Semana Santa.
 
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