Reencuentro con Elena

Por cierto, la semana que viene estaré fuera, así que no habrá capítulos nuevos hasta la otra
Vacaciones?? Nada de eso, que falta de respeto, que falta de consideración a los lectores!!!!!!:mad::mad::mad::mad:
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:ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:...me parece perfecto @Keranos , más aún luego del tremendo trabajo de transcribir los cientos de capítulos a este nuevo foro.
Disfruta el descanso con......Irene?


Sofía?


Valen?
 
No recuerdo bien, pero creo que a sus amigos nunca les contó todo lo que pasó antes con la hermana de Elena hasta el día D o si?, porque si lo hubiera hecho, supongo que sus amigos lo hubieran obligado a decírselo a Elena. Pero bueno, ya para que supongo cosas que nunca pasan aquí.

Con Mario creo nunca ha hablado nada que no sea intrascendente, y el hecho que no le indague sobre Elena y su hermano, da a entender que no le gusta profundizar nada.

Lo de Irene llorando dos días por alguien que conoce menos de un año, me sigue pareciendo contradictorio con sus acciones, en fin, que raras amistades.
También tuve esa duda.
Me parece que no les ha contado del acoso constante que sufrió de Noelia, y lo mal que lo tuvo durante los últimos días con Elena.
 
Capítulo 569

Abrazándome con todo su cuerpo al agarrar mis caderas con sus piernas y mi cuello con sus brazos, fue como la follé rápido para que ella pudiera llegar de nuevo a su orgasmo, con su cuerpo temblando, pero yo estaba cerca y seguí un poco más, por eso apreté todo lo que pude, corriéndome dentro del condón soltando un chorro con cada fuerte embestida que le daba para clavársela todo lo que podía. El cuerpo de Valentina estaba muy engarrotado e incluso me arañaba la espalda con sus uñas, por eso la dejé sobre la cama, besándola un poco para ver si venía en sí. La tapé con una sábana y me quité la goma para tirarla y de paso ir al baño a echarme un poco de agua. Al volver, Valentina estaba muy mona, tapada hasta la barbilla y agarrando la sábana con sus manos, mirándome con una expresión sonriente. Al tumbarme se abrazó a mí murmurando. Iba a comentar lo ocurrido, pero ella cayó dormida en cuestión de un par de minutos tras estar ambos acariciando el cuerpo del otro.

Pese a lo hecho por la noche, el domingo nos despertamos con ganas de jugar. Lo hice yo primero, viendo cómo ambos estábamos abrazados. Estaba muy a gusto, pero la erección que tenía era muy grande también, por eso bajé mi mano hasta la zona para empezar a estimularme. Y una vez lo hice, pues fue inevitable acariciar a Valentina por hacerme encendido. Ella se despertó murmurando y estirándose, pero se abrazó con fuerza a mí para besar mi piel por la parte del pecho. Fue cuestión de segundos que nos pusiéramos más calientes de la cuenta, tanto como para empezar a masturbarnos el uno al otro mientras nos besábamos. Y de ahí pasamos a follar lentamente después de que cogiera uno de los condones que dejé en la mesita de noche. Me lo puso ella y se situó sobre mí para follarme ella a mí, tal y como empezó a hacerlo la noche anterior.

Esta vez sí que se animó a follarme con más brío e intensidad, encontrando de alguna manera la forma de hacerlo a buen ritmo sin que sonara la cama absolutamente nada. Teníamos nuestros cuerpos pegados y su culo subía y bajaba a buen ritmo. Lo hacía con unas ganas y una maestría que me tenían loco. Y sentir sus jadeos en mi oreja cuando no nos besábamos pues no hacía más que amplificar esa excitación que no paraba de crecer. Pero me encontraba con el problema de siempre, el condón. No era nuevo saber que me iba a resultar difícil acabar usando uno y ya veía que no lo iba a hacer, pero Valentina esa mañana estaba a mil y se incorporó brevemente para hacérmelo como a mí más me gustaba, permitiéndome ver sus tetas, aunque no hubiera mucha luz. Pero aquello me tenía extasiado y se las agarré, pero fue algo breve, porque así la cama empezaba a sonar.

Por eso, Valentina me retiró las manos de sus tetas y se puso de nuevo como estábamos antes de que se incorporara, pegando nuestros cuerpos para seguir follándome de esa manera, e incluso subiendo más el ritmo. Agarraba su culo y Valentina estaba con su cabeza hincada en la almohada, besándole yo el cuello, pero de pronto, puso su cara pegada a la mía, continuando con esos jadeos tan sensuales. Y de repente noté que me llegaba. Agarré el culo de Valentina con fuerza para estrujarlo con mis manos y empecé a vaciarme dentro de la goma, levantando mis caderas para hacer la penetración lo más profunda posible. Ella pareció algo desconcertada, pero se acabó corriendo también, pasando a hincar su cabeza en la almohada de nuevo. Su cuerpo empezó a vibrar y notaba como contraía su coño, dándome más placer aún en esas últimas punzadas por mi éxtasis.

Fue un orgasmo tan intenso y complaciente como inesperado. Ambos volvimos a quedar abrazados, tratando de recuperar la respiración y de relajarnos, con ella serenándose y con sus temblores diluyéndose. También tuvieron lugar los típicos mimitos post-polvo que se suelen dar entre dos personas que ya se empiezan a conocer más. Pero no eran tan intensos como los había tenido en otras ocasiones, y no solo con mi expareja, ya que también los había tenido con mis amigas en varias ocasiones. Le dije de levantarme, porque me apetecía salir a correr, porque llevaba una semana floja en lo que refiere a ejercicio fuera de la cama, pero ella se abrazó con fuerza a mí, negándome que pudiera hacerlo. Me dijo que ese día me lo tomaba libre y que me tenía que quedar con ella. Pero me agarraba de verdad, no en plan broma. Yo entre risas acepté y me acomodé para quedarme con ella un rato más, porque aún era temprano.

Lejos de estar como en otras situaciones en las que cuando me despertaba y pasaba un rato ya no podía estar en la cama por encontrarme hasta incómodo, en esta ocasión me encontraba bastante cómodo y a gusto con ella, estando así juntos en la cama durante bastante rato. Pero no íbamos a estar vagueando toda la mañana. Valentina era demasiado activa y no le gustaba que el tiempo pasara sin hacer nada, por eso se acabó levantando después de que nos diéramos algunos besos para hacer algo. Y se decidió rápido: preparar la maleta para cuando dijéramos de irnos después de comer. Así que yo también me puse a ello ya que ella empezó y subió la persiana para que entrara luz y poder ver bien, aunque antes fue al baño, regresando con un aspecto perfecto en el que casi ni se le notaba que llevaba poco despierta. Yo acabé rápidamente, en parte al meter todo no de manera tan perfecta como lo hacía ella, pero mi idea era lavar todo al volver y colocarlo. Y ella tenía esa misma idea, pero le gustaba siempre tenerlo todo ordenado.

Como acabé antes que ella, me quedé mirándola, encontrándola muy sexy con su pijama corto de verano que por momentos me permitían ver el inicio de sus nalgas cuando se encorvaba, además de un bastante generoso escote cuando hacía lo mismo, pero frente a mí. Me estaba empezando a calentar verla así, tan sexy, aunque ella no buscaba serlo, pero era algo que tenía de manera innata. Era muy guapa y estaba muy buena, ya lo he dicho varias veces, pero además de eso, sus gestos, sus caras pensativas y risueñas incitaban a ir hacia ella para buscar algo. Por eso, en una de esas que estaba guardando algo de espaldas a mí, fui hacia ella para abrazarla, levantando su cuerpo y poniendo mis manos en su torso. Valentina reía, aunque pasó a revolverse cuando subí mis manos hasta sus tetas, pasando a ponerse frente a mí, con una de sus sonrisas, para agarrarme las manos para que parara, cosa que consiguió después de darme un beso.

-Estás muy juguetón tú, ¿no?
-Joder, si es que estás para estar follándote todo el día.
-Hala...
-Es la verdad. Y cualquiera que no opine igual es tonto. O eso, o no le gustan las mujeres.
-Bueno...
-Joder, ¿ahora me vienes con inseguridades?
-No, no. Sabes que yo no tengo ningún complejo ni nada.
-¿Entonces?
-Pues que no todo el mundo opina como tú.
-Pues tonto es el que no lo haga.
-Ya.
-¿Quién no querría follar contigo?
-Bueno. A lo mejor te sorprenderías.
-Pfff, es que no me lo puedo creer. A ver, ¿cuánto llevabas sin hacer nada antes de que tú y yo nos conociéramos?
-Uff... Muchísimo.
-¿Un mes?
-Jajajaja.
-Joder... ¿Años?
-Nooooo, hombre. Tanto no.
-A ver, cuéntame -dije cogiéndola de la mano para sentarme en la cama y sentarla a ella en mi regazo.
-¿Pero para qué quieres saber eso? -preguntaba riendo ligeramente.
-Tengo curiosidad.
-La última vez que hice algo fue en la Navidad pasada.
-¿En serio? Joder... 6 meses sin follar...
-Eso es.
-¿Ni tocarte ni nada?
-Ya sabes que yo no hago eso, así que sí. Sin tocarme ni nada.
-¿Pero has pasado por algo malo para estar así, o...?
-Mmm, no. No especialmente.
-Yo en Navidad estaba...
-¿Cómo estabas? -preguntó, aunque ya sabía varios detalles.
-Bien jodido. Aún estaba en proceso de duelo y bueno...
-Vaya... -decía acariciándome el pecho.
-Pero bueno, espabilé. A palos, pero espabilé.
-Menos mal.

Valentina me abrazó, acariciando mi nuca y nos quedamos en silencio unos segundos, aunque ella siguió:

-Oye, parece que te he pillado el truco.
-¿Mmm? -murmuré distraído por estar en mis pensamientos.
-Antes. Te he hecho acabar. Yo solita sin que tú hicieras nada.
-Me lo dices como si estuvieras empezando en esto, jajajaja.
-A ver, en comparación contigo, pues un poco. Nunca me he cruzado con alguien como tú en ese aspecto. Además, no he echado mano a tu cuello, llevabas preservativo... -decía orgullosa.
-Pues sí. Lo has conseguido. Lo has hecho muy bien -dije besándole el cuello.
-Parece que no tan bien, porque sigues con ganas.
-Es que es imposible no estar así. Pero bueno, llevas razón. Lo has conseguido. Estoy muy orgulloso de ti -le dije de cachondeo.
-Serás... -reía ella siguiéndome la broma.
-Aunque algún regalo te tendré que hacer.
-Ah, ¿sí?
-Sí. Se me ocurren dos.
-Uy, cuenta.
-Es una sorpresa. Si te cuento lo que es, pierde la gracia.
-Ya, quería ver qué tenías en mente.
-A ver, así como pista, es para los dos en realidad. Aunque uno de ellos no sé si te hará gracia del todo. Mejor lo dejamos en uno.
-A ver, puedes hacer lo que quieras. Un regalo es un regalo. Tampoco quiero que te dejes un dinero.
-No. No te preguntes por eso. Es un detalle. O dos. No sé. Ya veré lo que hago.
-Bueno -reía divertida-, a ver con qué me sorprendes.
-Jajajaja. Ya veremos.

Al poco, Valentina acabó de preparar su maleta, aunque dejamos algo de ropa fuera para ese día, porque teníamos pensado bajar a la playa un rato para darnos el último baño antes de irnos para volver a nuestras rutinas. Pero antes de eso, desayunamos una vez nos vestimos. Los demás aparecieron al oírnos prepararnos el desayuno, espabilándose para bajarse con nosotros y estar un rato allí. Tampoco estuvimos mucho rato, si acaso un par de horas, pero dio de sí para que pudiéramos estar y tranquilos en una zona más tranquila, aunque no lo estaba tanto por ser domingo. Si estaba así la zona más apartada, no quería imaginar cómo estaba la que solíamos frecuentar. También nos bañamos, siguiendo yo juguetón y buscando a Valentina, pero ella no me dejaba del todo y me ponía hasta caras de regañina para que parara, aunque mis amigos se daban cuenta igual, con Sofía muy sonriente, estándolo Mario también e incluso Irene, aunque ella lo hacía con una media sonrisa.

Pero bien pasadas las 12, nos subimos al apartamento para ir duchándonos todos para ir a un restaurante y comer allí para despedirnos. Esta vez, Valentina se encabezonó en invitarnos ella y se acabó saliendo con la suya al hablar con el encargado del restaurante. Tampoco es que nos enfadáramos, pero no veíamos necesario que se dejara tanto dinero. Pero ella lo quiso así y así fue. Disfrutamos de una comida muy buena, pues el restaurante era de calidad. Esta vez estábamos todos más animados, hasta Irene, que parecía empezar a relajarse, aunque me evitaba la mirada. Fue inevitable volver a mirar atrás en el tiempo, encontrándome en una situación similar. Último día en un restaurante para despedirnos de las vacaciones y hasta había similitud en haber un poco de mal rollo, aunque fueran situaciones diferentes. Por eso quería que la cosa cambiara, y para eso tenía que hablar con Irene. Así que cuando acabamos y fuimos a por un helado para tomarlo en el apartamento y ya salir, la agarré de la mano antes de que entráramos, haciéndole yo un gesto a los demás para que nos dejarán solos.

-Irene, no quiero que la cosa se quede así entre nosotros. Que sé que vamos a volver a estar bien, como siempre. Pero no quiero irme con este mal sabor de boca. Y como vais a estar aquí otra semana, pues no vamos a poder hablarlo en persona hasta que volváis.
-Ya hemos hablado todo lo que teníamos que hablar.
-Sí. Pero quiero arreglarlo. Al menos que no estés tan así conmigo. Que podamos hablar estos días si nos apetece.
-Javi, es que lo has hecho muy mal.
-Lo sé. Soy un idiota, pero es que ya me conoces. ¿Cuántas tonterías habré hecho desde que nos conocemos?
-Unas cuantas...
-Exactamente. Soy así. Me meto en líos yo solo y no sé cómo comportarme en algunas situaciones. Igual que tú eres una cachonda y estás todo el día pensando en... Que pareces un tío, jajaja. Aunque eso no es malo -decía mientras veía como mi amiga intentaba reprimir una sonrisa socarrona al mirar al cielo...
-Ya.
-En realidad... Casi me la lías con las preguntitas el otro día. Y eso que prometiste que no la liarías. Pues ya has visto lo que tardaste en empezar, jajaja.
-Anda, cállate -dijo dándome un abrazo.
-Irene, no quería hacerte el daño que te he hecho estos días.
-Lo sé. Pero lo has hecho -decía sin soltar si abrazo que yo correspondía-. Javi, te quiero un montón, pero con estas cosas haces méritos para que te mande a la mierda.
-Ya sabes por qué no conté nada.
-Ya, pero eran cosas que debíamos saber. No íbamos a pensar nada de lo que nos has dicho. Si lo hubieras contado tal cual lo has hecho esta vez, no hubiéramos pensado nada de lo que tenías miedo.
-¿No piensas mal de Elena?
-Eso no importa.
-Quiero saberlo.
-Es que no lo he pensado aún en realidad. Estaba enfadada contigo y eso era lo que ocupaba mi mente.
-Vale.
-¿Tú qué piensas?
-Uff... Muchas cosas.
-Va, cuéntamelo.
-Esto es algo que tenemos que hablar con calma.
-Vale. Y otra cosa -dijo despegándose de mí.
-Dime.
-Lo de que no vamos a poder jugar... ¿Es verdad?
-Ah... Jajaja. Pues sí. Va en serio. Le he prometido a Valentina que no me vería con ninguna chica más. Y esta vez va en serio.
-Bueno, eso solo significa una cosa...
-No. No corras tanto.
-Se os nota mucha complicidad. Pero no le quieres poner un nombre. Tú y tus tonterías.
-Sí. Ya me conoces.
-Ay, de verdad...
-Anoche se cortó un poco.
-¿Por?
-Cuando os oyó follar a los tres. De hecho, tuve que decirle que Sofía y tú sois bisexuales.
-Ah, ¿y qué dijo?
-Nada. Estaba un poco incrédula.
-Quizá no hacía falta que se lo dijeras.
-Vaya, ahora sí me tengo que callar, jajajaja. Joder, tía, os ponéis a follar ahí los tres con mucho ruido y se notaba que erais dos chicas. ¿Qué le digo?
-No, si es normal. Lo que pasa es que si volvemos a coincidir no voy a poder ir con ella al baño, o para probarse ropa o algo así. Se va a cortar al saber que me gustan también las chicas.
-Ah, pues seguro.
-Bueno, tampoco es que fuera a pasar nada. Si eso se ve.
-Sí. Eso es muy seguro. No te hagas la más mínima ilusión, porque ella no va a hacer nada con nadie que no sea yo. Le comenté algo medio de coña y uff... Nada.
-Lástima, porque tiene un polvazo...
-¿Uno nada más? -dije pasándole el brazo por sus hombros para entrar al apartamento.
 
Y al entrar al apartamento se encuentran a Valentina en medio de Mario y Sofía, abrazándose y besándose los tres con pasión, en un trío caliente caliente.

Ya quisiéramos que siguiera así, pero no, eso no va a pasar.
Ya me caen palos porque según algunos hay cosas que no tienen sentido. Si fuera así, lo mismo me cuelgan de los huevos ya... 😂
 
Que bien follaron esos dos, al menos para el estándar que Valentina nos tiene acostumbrados.
Pareció que estaban con muchas ganas acumuladas, como si hubieran dejado de verse por una semana. :unsure::ROFLMAO:
Elherdau, desde ahora empiezo a recolectar firmas, Keranos no puede dejarnos con las ganas de ver a Valentina en una performance con el grupo íntimo de Javier. :devilish:
 
Capítulo 570

Nos comimos el helado tranquilamente, ahora sí estando yo más tranquilo por haber arreglado las cosas con Irene. Ya sí estaba más espabilada, más ella por así decirlo. Sonriente y muy participante en la conversación que teníamos mientras nos acabábamos el helado. Valentina me miraba con una sonrisa de complicidad, dándome a entender que le alegraba que la cosa se hubiera arreglado. Y luego vinieron las despedidas. Yo lo hice de manera normal con mis amigos, extendiéndome quizá algo más con Irene por haber arreglado lo nuestro, pero Valentina sí que se puso más cariñosa con ellos, dándoles un largo abrazo a todos, aunque se notaba más apego a Irene. Tampoco quisimos extender mucho más el momento, aunque Valentina llegó a mencionar algo de volver a juntarnos, algo que sinceramente, me impresionó y me encantó.

El camino de vuelta a casa fue muy tranquilo, aunque había tramos con tráfico, pero no era tan pesado. Pensaba que Sofía nos seguiría con su coche, pero resultó que se iba a quedar un par de días más, porque se encontraba a gusto y le concedieron esos días de descanso después de hablar con sus jefes. Valentina estaba con una sonrisa permanente en su cara y eso me hacía sentir muy bien. No esperaba para nada volver así a casa después de cómo me había ido de ella, con una bronca de las buenas, pero ya estaba todo solucionado y solo quedaba disfrutar a la vuelta. Le ponía mi mano en su muslo en numerosas ocasiones y ella ponía su mano sobre la mía y me miraba sonriendo. Así estuvimos hasta que llegamos y me dijo de parar a las afueras, justo donde la recogí cuando fuimos a mi ciudad en ese plan que ideamos, aunque no fue del todo bien por otro enfado que tuvimos. En ese sitio aparqué y nos besamos durante unos minutos, bajándose ella para ir a su casa andando, diciendo que a lo mejor alguien podía atar cabos al verla salir de mi coche con una maleta. No le dije nada al respecto al entender su postura después de lo que me explicó, así que nos despedimos y volví a mi casa para afrontar una nueva semana al día siguiente.

Ya en casa habiendo colocado todo lo que me llevé y estando en el sofá descansando después del rato de playa y el viaje, me quedé meditando todo lo ocurrido durante la semana que estaba por acabarse en pocas horas. Había sido una montaña rusa en toda regla, con las subidas por cómo había evolucionado la cosa con Valentina arreglando la situación que se montó hacía justo una semana y con todo ese posterior bienestar por el comportamiento que adaptamos ambos, sobre todo ella, estando mucho más receptiva y cercana en todos los aspectos. Bueno, salvo estando en público, pero ya era algo que pasaba a un segundo lugar. Estaba tan cómodo con ella el resto del tiempo que no me importaba no darnos algo de cariño en forma de un beso o algo más. Y seguro que tenía que ver pasar más tiempo con ella, comer y cenar juntos, pasear, salir a tomar algo e incluso cogernos de la mano en la calle en alguna ocasión cuando no estaba la calle tan transitada.

Pero también hubo momentos malos. Y no con ella, pero los hubo. Quizá ella era algo culpable del principal, pero no me enfadé con ella en ningún momento ni se lo recriminé. La culpa solo era mía en realidad. Las cosas que me callaba por una cosa o por otra terminaron saliendo a la luz y eso me costó un muy mal momento con mis amigos, especialmente con Irene, quien era la más ofendida. Me llegó a sorprender que Sofía no se lo tomara mal y que casi no cambiara su expresión. Mario sí que estaba mosqueado, pero ni de lejos como su novia. Al menos pude remediar en gran parte la situación antes de irme, acabando contento por ello, pero aún teníamos una conversación pendiente que yo en realidad no quería tener por no recordar cosas, pero había que hacerlo. Y tampoco olvidaba el punto más bajo de las vacaciones cuando me emborraché por recordar demasiadas cosas y tras la discusión con Irene, aunque la cosa no terminara del todo mal al cuidarme Valentina.

El lunes había que volver a la rutina por desgracia, porque en realidad, lo bueno sumaba más que lo malo y estuve bastante bien en la playa. Y me lo tomé en serio habiéndome ido a descansar algo temprano para lo que solía, consiguiendo dormir algo mejor para levantarme bien temprano e ir al gimnasio para recuperar el tiempo perdido, tanto el de la playa, aunque saliera a correr algún día, como en general desde que empecé a dar clase por la mañana y tenía menos tiempo. Así logré entrenar durante 2 horas, duro e intenso, como quería hacerlo. De hecho, me notaba con los músculos algo sobrecargados durante las clases matutinas, pero nada serio. Los alumnos habían vagueado un poco en mi ausencia y eso no me gustaba, en especial por los que querían sacarse los cursos, ya que era bastante materia de la que se examinaban en un par de meses. Por eso les metí caña, inflándolos a listening en clase, ya que eso era más difícil de trabajar en casa, aunque también les mandé tarea para cuando volvieran de clase.

Como no sabía cuándo vería a Valentina de nuevo, al salir a la 1 de la tarde, fui a por ese par de regalos para ella. En uno no tuve problema, el que pensaba que no le iba a hacer especial ilusión, aunque se lo dejé preparado para que se sorprendiera de verdad. Sin embargo, con el otro sí que tuve que pedir que me echaran una mano, pues no tenía mucha idea del tema y en realidad quería que fuera de calidad, así que me dejé un poco más de dinero de lo que tenía pensado, pero no se me hacía un problema. Y por la tarde, más de lo mismo, con las clases con mis alumnos, preparándonos para septiembre y que pudieran así aprobar todos. También charlaba un poco con mis compañeros, sobre todo con mi jefa, pero era más amigable que otra cosa, para ver cómo me había ido en las vacaciones, diciéndole que le daba envidia mi moreno. Y por desgracia, ya no tendría más días libres hasta septiembre, que tendríamos menos gente al empezar el nuevo curso, volviendo a tener las mañanas libres.

Al regresar a casa por la noche, cené tranquilamente y fui a mirar el móvil para ver si tenía algún mensaje de Valentina, porque no había podido pararme a mirarlo, pero llamaron a la puerta. Pensé que justo sería ella, buscando pasar una buena noche en casa después de habernos reprimido un poco en el apartamento pese a haber estado bien servidos. Creía que habíamos hasta tenido una conexión telepática por eso de que iba a ver si tenía algo de ella en el móvil e incluso animándome yo a escribirle para preguntarle cómo le había ido su vuelta al trabajo, pero resultó que no era ella la que estaba al otro lado de la puerta. No se trataba de otra que de Sara, quien venía muy guapa con su melena bien peinada y alisada, con su flequillo, algo de maquillaje y un vestido ajustado y corto que declaraba sus intenciones. Me había olvidado completamente de ella y de lo que teníamos hablado y pactado para mi vuelta de las vacaciones.

Ella me miraba con una sonrisa hasta tímida, con sus manos a su espalda, pero no se cortó nada en pasar ante mi incapacidad de reacción. Se sentó en el sofá del salón y yo la seguí, viendo el culazo que le hacía aquel vestido y cómo se marcaba el tanga que llevaba debajo de él. Para ser amable le preparé algo para beber mientras pensaba qué decirle, pero es que no tenía muchas opciones, así que tenía que contarle lo que había pasado en las vacaciones y que tenía que entenderlo. Me jodía dejarle plantada de esa manera, porque a mí también me apetecía en su día irme con ella a la cama, y de hecho, me seguía apeteciendo, pero tenía que ser responsable y cumplir mi palabra por mucho que me costara rechazarla. Joder, el primer día de vuelta y ya estaba siendo tentado. Volví con ella, con algo de beber para mí también y me senté a su lado en el sofá.

-Tío, que no se te ve el pelo.
-Ya te dije que estaba en la playa.
-No, si ya veo lo moreno que estás, jajaja.
-Tú también has cogido color.
-Claro. Antes de que te fueras, lo hice yo. Estuvimos un par de amigas, otro amigo y yo en una casa al lado de la playa. Lo pasamos muy bien.
-Lo imagino sabiendo cómo eres.
-Jajajaja. Pues sí. Va por ahí la cosa.
-¿Todos con todos?
-No, no fue tan locura. Me acosté con una chica primero. Somos amigas desde hace bastante y a veces empezamos a hacer el tonto y pues algún polvete hemos echado. Pero en plan risas.
-¿En plan risas?
-Es que ella dice que no le gusta las chicas, pero ya ves. Conmigo sí que hace cosas de gustarles.
-Ah, ya veo por dónde va la cosa.
-Pues eso. Y luego también follé con el chico, que no fue nada mal, por cierto.
-Pues sí que fueron unos buenos días, ¿no?
-Pues sí. ¿Y los tuyos?
-Pues parecido en realidad.
-¿Sí? Cuéntame.
-Pues llegué y estuve con mis amigos de primeras. Fui a buscar a alguien que conocí allí el verano pasado, pero no pude dar con ella. Y es una pena, porque estaba...
-Jajajaja.
-Pero bueno, no me podía aburrir con mi amiga.
-¿Y los demás?
-No, si solo estaban ella y su novio.
-Ostia...
-No, no. Pero que son muy liberales. Si hicimos un trío.
-Ah... Jajajajaja. Pues qué bien.
-Y bueno, luego vino alguien más al par de días.
-Ah, sí, que estaba por allí la tóxica. ¿Y qué tal?
-Pues muy bien. Tuvimos una bronca bastante grande y lo hablamos el mismo día que llegó.
-¿Y...?
-Pues todo está arreglado. Bueno, no lo hablamos nada más llegar. Ella llegó muy diferente.
-¿Diferente?
-Hablamos la noche anterior por WhatsApp y dijo de venirse, así, de manera muy impulsiva.
-Mmm...
-Sí. A mí también me pareció raro. Pero bueno, llegó y como si nada.
-Vamos que echasteis un buen polvo.
-Básicamente. Y ya lo hablamos después.
-Tío, no sé lo que te traes con esa, pero si la llamo como lo hago no es por nada. No es porque no pueda follar contigo por su culpa. Primero porque sé que lo vamos a hacer y segundo, porque yo soy muy abierta y no me falta de eso. Lo digo porque estáis un poco como el perro y el gato. Es una relación tóxica la que tenéis.
-¿Eso crees?
-Sí. Tiene que estar tremendamente buena para que le sigas el rollo, porque tú también tienes lo tuyo y no creo que tengas problemas para echar tus polvos.
-No me quejo en eso último.
-Entonces ella tiene que estar cañón.
-Sí. Lo está.
-Pues ándate con ojo, porque como dejes pasar el tiempo, os vais a enchochar y verás tú...
-Sí, de eso te quería hablar.
-¿De qué? ¿Ya os habéis enchochado?
-Mmm, bueno. Más o menos. El caso es que ella es muy tradicional. Es de estar viéndose con una persona y ya. No es como lo que hacemos tú y yo y casi cualquier persona que no tiene pareja. No es de estar con uno y con otro. Y mira que se lo he dicho, pero hasta le ha llegado a molestar.
-Jajajaja.
-Y también le molesta que yo me vea con otras chicas. Le hice entender que no podía tampoco dejar de hacerlo, porque no éramos pareja y a mí me gustaba estar con esa libertad, pero no le gustaba. De hecho, le molestaba hasta alguna explicación sobre algún tema que le tenía que dar mencionando que había tenido sexo con alguna para que entendiera algo.
-Joder...
-Y esta semana pues ha habido más acercamiento y veo que le disgusta realmente verme con alguien más, así que he decidido verme solo con ella.
-¿En serio?
-Ajá.
-Entonces, ¿tú y yo no vamos a…?
-Por el momento no.
-Ay... -decía resignada en forma de suspiro- Por esto te digo que ella es tóxica. No sois pareja supuestamente y tienes que pasar por el aro pese a que tú no eres así y que te gusta tener tu libertad. Te está sometiendo.
-No me veo obligado. Es algo que ha salido de mí.
-Te está haciendo cambiar tu manera de ser. Si a ti te gusta alguien no haces eso. Simplemente dejas todo conforme está. No tiene sentido que te pida eso, especialmente si no sois pareja. Es como si yo le pido a algún amigo mío que no hable con sus padres.
-No digas tonterías.
-Yo lo veo igual, la verdad. ¿O te crees que no se pondrá celosa cuando se entere de que te vas con tu amiga? Esa que te has follado en la playa. Seguro que se ha dado cuenta de que vosotros habéis tenido lo vuestro y está pendiente de que no te acerques mucho.
-No me ha dado esa impresión para nada. El trato con ella ha sido muy bueno. Hablé con mi amiga los dos apartados y no puso mala cara ni nada y al despedirnos, ellas se dieron un abrazo muy grande. Se cayeron muy bien.
-Bueno, ya me contarás si coincidís de nuevo.
-No sé, Sara. Creo que me dices esto porque te jode que no podamos echar un polvo.
-Mmm, no. No es por eso. A ver, sí. Me jode no poder follar contigo después de lo que pasó en mi casa, de habernos calentado y de haber quedado en que lo haríamos. Pero son cosas que veo por lo que me cuentas.
-Mira, si pudiera, ahora mismo te llevaba a mi habitación. Has venido buscando guerra y me pones. Ya lo sabes. Estás muy sexy y guapa, pero es algo que quiero respetar. Ahora mismo estoy cómodo con ella. Si por alguna cosa, eso cambiara o me dejara de ver con ella, pues ya veríamos.
-¿Y crees que puedes aguantar? -dijo acercándose a mí para pegar nuestras caras.
-Lo voy a intentar -dije apartándome un poco.
-¿Y si resulta que te lo ponen muy difícil? -preguntó pasando una de sus piernas por mi cuerpo para sentarse encima de mis muslos.

Instintivamente puse mis manos en sus muslos y las empecé a deslizar hacia su culo, pero fui capaz de frenar a tiempo. Era una situación muy difícil en la que me encontraba, porque Sara me atraía muchísimo y verla con esa expresión de excitación mientras se frotaba un poco con mi cuerpo, además de poder ver su tanga negro al habérsele subido el vestido y sus tetas bailando y marcando pezones al no llevar sujetador, me tenía bastante nervioso. Y, de hecho, se me estaba empezando a levantar, por lo que la bajé de mí, medio arañándome por esas botas negras militares que llevaba puestas. Se quedó sentada en el lugar en el que estaba antes de subirse a mí, con una sonrisa traviesa mientras yo meneaba la cabeza por lo que acababa de hacer. Como si fuera una niña traviesa, se levantó entre risas pidiéndome perdón y yéndose hacia la puerta a paso ligero. Yo me levanté y la acompañé hasta la puerta para despedirla, quedando en que nos veríamos por la tienda para jugar juntos, aunque tenía que tener cuidado con ella por cómo me había saltado esta vez.
 
CAPITULO 568

Parecía que llevaban poco con esa conversación y justo pude oír a Sofía preguntarle a Irene su opinión de si creía que Elena me había sido infiel con su jefe. Ella dijo que no pensaba que fuera así, aunque que yo viera indicios era algo que le mosqueaba.

Pero lo más interesante vino cuando le preguntó si iba a buscarla para preguntarle y salir de dudas ahora que la tenía más localizada al relacionarla con mi hermano. Ella dijo que tenía que pensarlo, aunque reconoció que le dolió mucho que cortara relación ella y con los demás también por lo que pasó.


Aquí no me queda claro si la que tiene localizada a Elena, por estar con el hermano de Javi, es Irene o Sofía. Se atreverá a ir a hablar con ella? Preguntará las dudas que tenía Javi sobre su infidelidad?


Y volviendo al capítulo de hoy, estoy con Sara. Si no tienes ninguna obligación hacia Valentina, ya que no sois pareja, porqué concederle tanto, si tu no eres así, porqué capitular ante los deseos de ella?
 
CAPITULO 568

Parecía que llevaban poco con esa conversación y justo pude oír a Sofía preguntarle a Irene su opinión de si creía que Elena me había sido infiel con su jefe. Ella dijo que no pensaba que fuera así, aunque que yo viera indicios era algo que le mosqueaba.

Pero lo más interesante vino cuando le preguntó si iba a buscarla para preguntarle y salir de dudas ahora que la tenía más localizada al relacionarla con mi hermano. Ella dijo que tenía que pensarlo, aunque reconoció que le dolió mucho que cortara relación ella y con los demás también por lo que pasó.


Aquí no me queda claro si la que tiene localizada a Elena, por estar con el hermano de Javi, es Irene o Sofía. Se atreverá a ir a hablar con ella? Preguntará las dudas que tenía Javi sobre su infidelidad?


Y volviendo al capítulo de hoy, estoy con Sara. Si no tienes ninguna obligación hacia Valentina, ya que no sois pareja, porqué concederle tanto, si tu no eres así, porqué capitular ante los deseos de ella?
Pues porque si no son pareja, poco les falta. Es absurdo que no lo quieran reconocer y no quieran dar el paso.
 
CAPITULO 568

Parecía que llevaban poco con esa conversación y justo pude oír a Sofía preguntarle a Irene su opinión de si creía que Elena me había sido infiel con su jefe. Ella dijo que no pensaba que fuera así, aunque que yo viera indicios era algo que le mosqueaba.

Pero lo más interesante vino cuando le preguntó si iba a buscarla para preguntarle y salir de dudas ahora que la tenía más localizada al relacionarla con mi hermano. Ella dijo que tenía que pensarlo, aunque reconoció que le dolió mucho que cortara relación ella y con los demás también por lo que pasó.

Por lo revelado por Javier, ya todos relacionan a Elena con el hermano, y supondrán que aún está con él, por lo que cualquiera siguiendo esa pista lograría localizarla.
Pero en ese momento que dices, Javier se refería a Irene, que personalmente creo es la única persona del grupo que lo intentaría. :rolleyes:
 
Pues porque si no son pareja, poco les falta. Es absurdo que no lo quieran reconocer y no quieran dar el paso.

Entiendo el punto, ambos para lograr estar juntos han hecho grandes concesiones en sus respectivas formas de llevar la vida.
Pero todavía suceden cosas incompatibles con lo que conlleva estar en una relación seria de pareja, de novios.
No será una relación viable mientras Valentina mantenga esa terca posición de "esconder" a Javier. Dudo que desista alguna vez.
Ella le podrá dar infinidad de motivos, atendibles y no, que sólo indican que no está preparada para tener un novio de las características de Javier.
Y aquí entramos en un terreno probablemente insalvable, la diferencia de edad. Son catorce los años que les separan. :oops:
 
Por lo revelado por Javier, ya todos relacionan a Elena con el hermano, y supondrán que aún está con él, por lo que cualquiera siguiendo esa pista lograría localizarla.
Pero en ese momento que dices, Javier se refería a Irene, que personalmente creo es la única persona del grupo que lo intentaría. :rolleyes:
Es casi lo que dices aquí exactamente. Lo único que no es así del todo es eso último. No es la única que se atreva a hacerlo. Es porque la amistad entre ambas era más fuerte que con el resto por así decirlo, por eso Sofía quiere saber si va a hacer algo para buscarla
 
A mí me cuesta creer que Elena esté con el Hermano. Porque si está con él demuestra la clase de chica que es. Y evidentemente yo no la querría ver nunca más. Y del hermano que decir, sabiendo quién es y como termino la cosa, empezar algo con ella, demostraría que como Hermano, no vale absolutamente nada.
Dando por hecho que está con el, no creo para nada que Elena sienta algo por el y si más bien que está con él por venganza y en cuanto a el, sabiendo quién es ella, me parecería un ser ruin y miserable. Poco le hizo Javi para lo que se merecía.
Es que no me puedo creer que estén juntos realmente.
 
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