Reencuentro con Elena

Imagino que lo corto del relato de hoy será compensado por uno muy sustancioso mañana, donde nos contará el maravilloso fin de semana sorpresa que tenía preparado Valentina, o su vuelta sólo a España buscando refugio en Irene y Mario por una nueva decepción amorosa 🤷‍♀️
 
La situación es extraña:
Valentina vuelve junto a su marido, éste le pide hablar a solas con su amante ( Javier ), al que ni tan sólo conoce, y ella obedece sumisa , y se retira.
En un mundo más " normativo", eso significaría que el marido de Valentina se dispone a finiquitar la relación que ésta mantiene con Javi, y le va a comunicar de forma más o menos " amable", que escoja la forma que considere más adecuada para volver "sólo" al continente.
Demostrando así su control sobre los sentimientos y emociones de Valentina.
En el universo Keranos, todo es posible: La verdad que es un acierto estratégico, dejarnos en ascuas hasta la próxima entrega... O quién sabe si más allá.
 
"Javier me dijiste era tu nombre, no?, por lo que veo y me ha contado Valentina pareces ser un buen tipo y te preocupas por ella.
Hemos conversado con Vale, me sorprendo de lo bien que ha salido, y hemos acordado que luego de algunos pendientes que solucionar, pronto será mi exesposa.
Cometí muchos errores en el camino, pude actuar sin causar tanto daño a quien tanto amé, pero en fin, hemos llegado a esto.
Así como van las cosas y en gratitud a nuestro amor alguna vez compartido, pretendo estar al tanto de lo que ocurra en su vida, que logre su felicidad como lo he hecho yo, y aquí es dónde entras tú.
No te pediré que te comprometas a nada, viendo que ocuparás mi lugar lo único que te pido, sé sincero y transparente con ella, no le hagas daño, se merece un hombre que le brinde todo el amor que le he debido dar yo..."


Como dije, Javier teniendo de amigo a Keranos siempre tendrá alguna puerta o ventana abierta para salvar. :banana1:
 
Última edición:
La situación es extraña:
Valentina vuelve junto a su marido, éste le pide hablar a solas con su amante ( Javier ), al que ni tan sólo conoce, y ella obedece sumisa , y se retira.
En un mundo más " normativo", eso significaría que el marido de Valentina se dispone a finiquitar la relación que ésta mantiene con Javi, y le va a comunicar de forma más o menos " amable", que escoja la forma que considere más adecuada para volver "sólo" al continente.
Demostrando así su control sobre los sentimientos y emociones de Valentina.
En el universo Keranos, todo es posible: La verdad que es un acierto estratégico, dejarnos en ascuas hasta la próxima entrega... O quién sabe si más allá.
Buen punto.

Es totalmente loco que el esposo se acerque a solas al "amante" (cuando en realidad ya son novios), no sé para que. Sea lo que sea, bueno o malo, Valentina nunca debió permitirlo, claro, si es que está convencida de seguir con Javi.

Cómo dices tú, esto tendría sentido sólo si Valentina decidió seguir con su esposo y no se atreve a enfrentar a Javi.

Pero bueno, en el "universo keranos" todo es posible, concuerdo 😅
 
No veo que haya que preocuparse demasiado de ese acercamiento privado pedido por su esposo, habiendo dos gallos en el gallinero, el más antiguo al retirarse cede sus privilegios al recién llegado. Código entre alfas.
La lógica del relato, que consiste en evitar en lo posible cualquier conflicto mayor a Javier, parece sentenciar el camino allanado para que Valentina se dedique en cuerpo y alma a su nuevo novio.
Lo que me hace bastante ruido es la permanente comparación que Javier hace respecto a las intensidades y emociones que Valentina no logra hacerle sentir como sí lo hizo Elena.
Sin conocer la actual "realidad de Elena", objetivamente no veo en esta relación viabilidad a largo plazo, factibilidad existirá siempre, pero difícil que sea sostenible en el tiempo.
Podrían luchar y esforzarse por acercar sus mundos tan diferentes, pero sigo pensando que la brecha generacional es algo insalvable.
 
Última edición:
Pues yo diría que, por la actitud sumisa de Valentina, el marido ha sabido comerla la oreja y sigue con su matrimonio y como no se atreve a decírselo ella, ha encargado al marido que hable él con Javi y le dé la buena nueva.

Mucho lo dudo, no creo este episodio del enfrentamiento entre Valentina y su esposo logre escalar a más.

La infidelidad y posterior "separación de hecho" de su esposo es ya algo consumado, retraer todo eso sería muy difícil de solventar.
 
Si esta relación va a terminar, mejor que sea ahora, antes de que los sentimientos sean más fuertes y Javi termine como la vez anterior.
Lo que sí se me ocurre es que, si esto sucede, Javi puede vengarse haciendo pareja con Julia. Sería bueno, no?
 
Me extraña que con el carácter de Valentina, esta acate los deseos de su marido sin decir nada, a no ser que ella se haya echado atrás en su deseo de divorciarse, bien porque él la convenció, o porque la chantajea con la empresa.
 
Capítulo 591

-Soy Ezequiel -dijo tendiéndome la mano.
-Javi -respondí alargando la mía para estrechársela, tratando de simular una seguridad que no tenía en ese momento al hacerlo con firmeza.
-Me ha contado Valentina lo que ha pasado entre vosotros. Hemos hablado muchas cosas y quería tratar eso también.
-Entiendo. ¿Hay algo que te pueda aclarar yo?
-Mmm, no. No mucho. Mira, yo no quiero problemas. No me interesa que haya mal ambiente.
-Vale. Es normal que quieras estar tranquilo.
-Sí. Solo te quería preguntar si vais en serio.
-Bueno, somos pareja. Imagino que te lo ha dicho.
-Así es. Pero quiero saber lo que piensas tú al respecto.
-Pues pienso como ella. No hay mucho más que comentar.
-Mira, Valentina es una mujer excepcional y la quiero mucho...
-Pues no se nota mucho -dije interrumpiéndole.
-¿Perdón?
-Hombre, después de lo que le has hecho... No sé yo si le tienes aprecio.
-Bueno, ya te contará ella con detalle cómo ha ido la cosa cuando hemos hablado. Y lo creas o no, es así. La quiero y sigue siendo alguien importante para mí. Pero han tenido lugar una serie de circunstancias y de hechos que...
-Ya. Eso está claro.
-Solo quería pedirte que la trates como se merece. No quiero nada malo para ella y se merece ser feliz. Conmigo lo fue. Lo sé. Pero ya no es así y espero que encuentre esa felicidad que yo le pude dar durante tantos años.
-Ajá...
-Ahí es donde tú entras en juego. ¿Podrás cuidar de ella?
-Ella es mayorcita como para que venga yo a cuidarla. Al menos que la Valentina que conozcamos sea otra...
-No me refiero a cuidarla como si fuera una niña pequeña y dependiente. Me refiero a que estés ahí cuando lo necesite, a que estés a su lado y la hagas feliz.
-Ah, claro. Lo haré -dije seguro.
-Bien, pues nada más. Solo era eso. Espero que os vaya muy bien y que seáis felices los dos.
-Igualmente.

Tras esa breve conversación, Ezequiel se marchó hasta donde estaba Valentina y le dijo algo, yéndose inmediatamente después de darle dos besos. La expresión de Valentina al hacerlo era algo extraña. No llegaba a estar seria del todo, pero tampoco estaba sonriente. Mostraba su típica media sonrisa para ese tipo de situaciones que eran tal vez algo incómodas. Bien comprobado tenía que ponía esa expresión en varias ocasiones, siendo la última con mi familia sin ir más lejos, cuando la vieron en mi casa. Sin embargo, cuando él salió del parque, Valentina vino hacia mí a paso ligero, con una sonrisa que se iba haciendo más grande conforme se iba acercando, lanzándose a mis brazos para darme un fuerte abrazo y luego pasar a besarme con mucha intensidad. Esto sí que me tranquilizó del todo, despejando todas las dudas que me había imaginado en mi estúpida mente.

Estaba eufórica y emocionada, como casi nunca la había visto. Que me diera ese beso en público, aunque allí no nos conociera nadie, era un buen indicio de ello, por lo que pasé a preguntarle qué tal había ido la cosa. Ella me dijo que de maravilla y nos sentamos en el banco en el que estaba yo sentado durante los últimos minutos para empezar a contarme. Me dijo que había sido duro, porque después de tantos años dolía darse cuenta de lo que pasaba con él y más cuando le empezó a contar con detalle. Me hizo un resumen donde me expuso el principal problema. Él sentía que su vida era muy monótona. Por eso accedió al trabajo que le ofrecieron en Londres, para cambiar un poco su rutina y su mundo, aunque seguía igual de enamorado de Valentina y era la persona a la que más quería. Por eso se acabó acostando con ella cuando volvió un par de semanas atrás para la boda a la que fue con ella. Sí, el alcohol tuvo también que ver, pero él seguía sintiendo cosas por ella y se sentía culpable también, por eso lo acabó haciendo.

Pero a los pocos meses de estar en Londres, la cosa cambiaría cuando empezara a conocer mejor a su secretaria. Ni siquiera me llegó a decir su nombre, pero sí me contó cómo pasaban mucho tiempo juntos en el trabajo por proyectos tan importantes que tenían. Hasta extendía su trabajo más allá de secretaría al tener también conocimientos del tema, trabajando alguna vez directamente con él. Así, empezaron a conocerse más y se cayeron bien, como Valentina ya notaba cuando él le hablaba de ella las primeras semanas cuando volvía por casa o cuando mantenía conversaciones por teléfono. Alguna vez que otra quedaron y había veces que se quedaba hasta tarde en la oficina, soliendo ella acompañarle la mayoría de las veces. Incluso cuando se llevaba el trabajo a casa y ésta le preguntaba cómo le iba. Se interesó mucho por él y tenía detalles, como llevarle algo de comer o algún café para aguantar mejor las horas extra que tenía que invertir.

Y en una de esas fue cuando se acabaron dando un beso, y otro y otro hasta que se acabaron acostando. Valentina me comentaba que él se sintió fatal al hacerlo y que no sabía cómo gestionar lo que había pasado para acabar contándoselo a ella. Decidió esperar un poco para tranquilizarse y así pensar cómo hacerlo, pero el problema era que se empezaba a ver más con esa chica de esa manera, pasando a sentir algo por ella por tanto roce que tenían. Según me comentaba mi pareja, él estaba en un conflicto interno muy grande, pues sus sentimientos por Valentina seguían ahí, pero también estaba empezando a sentir cosas por esta chica. Los meses empezaron a pasar y esos sentimientos se empezaron a hacer más fuertes. Hasta tal punto de que empezaron a vivir juntos y empezaron a salir como pareja. Valentina me confesó que le dolió escuchar todo eso, pero que ya se hacía una idea de que era así.

Al final, él lo dejó estar y siguió viviendo con la chica, yendo cada vez a más. Le contaba que se sentía como en los primeros meses que se hizo pareja con Valentina, como si estuviera descubriendo otra vez el amor y esas cosas. Y le sorprendió mucho que Valentina apareciera por ahí para zanjar el tema. Él ya sabía que ella estaba enterada de todo. Bueno, no lo sabía, pero lo intuía, porque consideraba a Valentina una mujer muy inteligente. Y como efectivamente lo era, decidió contratar a alguien para que recolectara información. Me dijo que no le sorprendió mucho que lo hiciera, aunque sí que lo hizo ver que iba con alguien. De primeras pensó que se trataba de precisamente eso, alguien a quien había contratado para seguirlo durante un tiempo o algo así, como si fuera el testigo que pudiera necesitar por si a él le daba por negarlo todo.

Y ahí fue cuando Valentina le empezó a contar lo que ocurría conmigo, cómo me conoció, cómo se dejó llevar en la noche que nos conocimos, cómo nos empezamos a ver con más regularidad durante unas semanas y cómo ahora éramos pareja una vez me había contado todo lo que pasaba en su vida. De hecho, le contó con detalle ese momento según me dijo, aunque se saltó todo lo sexual, pero sí que le comentó cómo me tomé yo todo, apoyándola en todo momento. Él fue algo que valoró, porque esperaba que encontrara a alguien más pese a que no quería del todo que lo hiciera. Pero era lo que había al ser una mujer tan increíble. Valentina se mostraba sorprendida por no llegar a hundirse en el momento, llegando a entender qué le había pasado a su marido, porque ella también lo había experimentado conmigo. Por eso no soltó ni una lágrima durante la conversación. Seguía habiendo sentimientos, pero ambos ya habían empezado a pasar página y centrarse en lo nuevo que había en sus vidas.

Lo que más me impactó de todo lo que me dijo Valentina fue que Ezequiel le contó que se arrepentía de haberse acostado con ella al volver para el día de la boda. Quería hacerlo, pero a la vez no podía, porque sentía que estaba con esa chica y que la estaba traicionando. Pero no fue esto lo que me sorprendió, sino aquello de que la chica esta estaba embarazada de 6 semanas, sabiéndolo ya él cuando se acostó con Valentina. Eso fue algo que me impactó bastante, porque se veía que la cosa con esa chica iba en serio y ahora la había engañado con su esposa. Él dijo que no se lo había dicho, pero que quería hacerlo para no cometer el mismo error que cometió con Valentina. Ella no quería influir mucho en él a esas alturas, pero le comentó que en su opinión sí que debería contárselo. También me confesó que esa noticia le dejó atónita y que pensaba que era otro motivo por lo que se había ido con ella, porque él quería tener hijos y sí, algo de razón llevaba cuando él le dijo que era un detalle importante.

Ya habiéndome contado todo lo importante, pasó a lo demás, diciéndome que efectivamente se iban a divorciar y que los papeles ya estaban resueltos. Él dijo que no quería nada de los bienes que tenían en común. El dinero no era problema, porque cada uno tenía su cuenta en lugar de tener una en conjunto, pero él lo único que quería todo estuviera bien entre los dos y para eso no necesitaba quedarse con parte de la casa ni nada, por lo que moverían más papeles para ponerlo todo a nombre de Valentina, como la casa, las acciones de la empresa que tenía él y alguna cosa más. La verdad es que lo encontré un buen detalle y ella parecía conforme también. Tan solo me comentó que le enviaría sus cosas la siguiente semana, las cuales se encontraban en esa habitación que no me llegó a mostrar cuando me enseñó su casa. Ahí había guardado todas sus cosas antes de que fuera yo, cosa que le vino hasta bien para tenerlo bien ordenado a la hora de enviarlo.

Los dos nos mostrábamos muy contentos, agarrando nuestras manos y dándonos varios abrazos y besos. Le llegué a contar que me había llamado Irene y le expliqué la conversación que habíamos tenido, confesándole cómo me encontraba yo por lo que me dio por pensar. Fue una monada de cara la que puso al contarle eso, pasando a darme un abrazo muy fuerte y un beso, diciéndome que aquello no iba a pasar. Cuando se despegó del abrazo le pregunté si nos podíamos echar una foto para enviársela y que viera que estábamos bien, respondiendo ella afirmativamente. Así que saqué el móvil, pero Valentina me agarró la cara para darme un beso que me encantó, aprovechando yo para inmortalizarlo. Nos encantó cómo quedó la foto, por eso fue la que le envié a Irene, quien respondió con muchos emoticonos de caras con corazones, diciendo que se alegraba muchísimo de vernos así.

No quisimos perder mucho más el tiempo allí, sobre todo ella, quien estaba con muchas ganas de volver para enseñarme la sorpresa que tenía preparada, por eso nos levantamos para salir de la zona residencial en la que estábamos, cogidos de la mano como lo que éramos, una pareja que empezaba. Y ahora libres del todo al estar ella divorciada, con todo acabado, bien solucionado y sin ningún inconveniente para mi sorpresa, pues pensaba que su marido se pondría a la defensiva, pero nada más lejos. Cogimos un taxi y nos fuimos hacia el aeropuerto, para coger el vuelo más próximo para volver a casa, el cual salía en una hora aproximadamente. Aprovechamos para desayunar, porque ahora que ya se habían ido todos esos nervios, sí que estábamos que nos caímos del hambre, cosa que nos hizo más amena la espera hasta que saliera el vuelo.

Entre una cosa y otra, llegamos a casa casi a las 3 de la tarde y Valentina sugirió que fuéramos a un restaurante a comer. Me sorprendió tanto como me encantó esa proposición, aunque ya estaba liberada de su matrimonio, pero también es cierto que a ella le importaba mucho el qué dirán y aún no había informado a nadie de su divorcio y demás. Había un poco de truco, porque fuimos a uno que estaba a las afueras de la ciudad, aunque no muy lejos y allí disfrutamos de un almuerzo fantástico, pero todo en ese momento sabía mejor con lo bien que había ido todo. Tanto, que ni me lo terminaba de creer. De camino a casa en otro taxi le pregunté si esa había sido la sorpresa y ella rio diciendo que no, que simplemente habíamos salido a comer fuera, pero que la vería en breve. En cuanto entramos a casa, subiendo los dos juntos, me lancé sobre ella, abrazándola desde atrás para pegar bien mi cuerpo al suyo, besándola por el cuello y manoseado sus pechos.
 
El exmarido de Valentina, que la había abandonado cómo a unos zapatos viejos que ya no usas, ha dado la bendición a la nueva relación de su desechada esposa.
Menos mal que le ha dicho a Javi que se porte bien...con ésta juventud nunca se sabe.
Una vez despejados los nubarrones de la duda, a la pareja se le abre un futuro pleno de felicidad. O no?... Será Elenita quién acabe con la bonita historia del profesor y la empresaria?.
 
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