Reencuentro con Elena

Curiosa aparición la de Hugo, algún importante uso le tendrá asignado Keranos.

No parece muy buena junta, por lo visto hasta ahora. A lo más podría ser una buena distracción para Noelia.;)
 
Capítulo 671

Las chicas vinieron y dijimos que íbamos a por otra copa, pero en realidad fuimos al baño para que yo viera cómo iba aquello. Me imaginaba que sería encima de la taza del váter, cosa que ni de coña iba a hacer, tanto por lo sucia que podría estar como por el asco que me daba, pero no resultó ser así. Hugo tenía una lámina en la que depositaba dicha sustancia y luego la esnifaba con un tubito que llevaba también la cartera. No fue nada exagerado lo que probé en esa ocasión, porque era mi primera vez y ninguno de los dos queríamos que nada saliera mal. Hugo me aconsejó no tomar nada, pero tampoco pasaba nada por probar una cantidad pequeña cuando lo normal era meterse el doble según me contó él. Fue todo muy rápido y limpio. Hugo estuvo pendiente de mí en todo momento por si algo no iba bien, pero nada más lejos. Me dijo que me sentara en el váter por si acaso y le así lo hice, pero no me encontré mal ni nada por el estilo.

Me apetecía hacer algo así para despejarme del todo y no me parecía tan mala idea en el momento. La respuesta en mi cuerpo fue instantánea, aunque el regusto amargo que me dejó no me gustó. Respecto a lo demás, pues lo primero que sentí fue como un subidón de energía. Como si te tomaras mucho café de golpe cuando no estás acostumbrado. Otra cosa que sentía era una sensibilidad extra a ciertos estímulos, como el sonido con la música que había puesta en el local en el que estábamos. Había ciertas notas que notaba como diferentes y mi cuerpo reaccionaba como si tuviera un pequeño tic. Pero lo más llamativo para mí fue ver los colores de manera algo diferente. No estaba alucinando ni nada, pero sí que notaba algunos colores más chillones de lo que debería, en especial los vestidos de algunas chicas o los típicos zapatos de algunos que parecen que van cromados.

El resto, pues todo normal. Volvimos con las chicas y estuvimos un rato más con ellas, pidiéndome yo otra copa, pero ahora sin alcohol, como me dijo Hugo que hiciera. Era un refresco necesario, porque me entró mucho calor. Tanto, que me puse a sudar bastante y estaba incómodo, por eso me acabé marchando a casa, porque quería darme una buena ducha y relajarme para que se me pasara tanto el calor como el colocón. Así que los dejé allí, aunque antes de irme, Hugo me dijo que si me encontraba mal o lo que fuera, que le avisara de inmediato, aunque yo me encontraba muy bien. Dijo de acompañarme a casa, pero le dije que se quedara con las chicas para ver si tenía suerte. De camino a casa iba muy normal y con buen estado de ánimo en realidad, pero no me terminaba de gustar la sensación de euforia sin sentido y estar bastante acelerado. Sin embargo, el buen estado de ánimo se me acabó cuando estaba a punto de llegar a casa, porque vi a alguien sentada en el escalón de mi casa y ya me figuraba quién podía ser.

-¿A qué has venido? ¿A joderme la noche? -le pregunté en cuanto llegué a su altura sin haberse dado ella cuenta por estar centrada en su móvil.
-No... -respondió levantándose de inmediato- Es que pasaba por aquí y... He pensado que quizá nos podíamos ver...
-Sí, seguro que pasabas por aquí a las 2 de la mañana -dije empezando a abrir la puerta.
-Qué guapo estás... -dijo poniéndose un poco roja- Déjame que te vea -siguió poniendo una de sus manos en mi brazo para girarme hacia ella.
-No me toques.
-Jo, qué bien te queda esta camisa. Te marca muy bien los músculos -dijo dándome un buen repaso-. ¿Quieres que...?
-No. No quiero nada de ti. Así que vete a casa y déjame en paz.

Entré en casa y cerré la puerta, pero justo cuando estaba por hacerlo, ella coló su mano y la volvió a abrir para meterse conmigo a traición.

-Pero vamos a ver. ¿Tú no entiendes que hacer esto está mal o qué coño pasa contigo?
-Javi, es que tengo muchas ganas de estar contigo. Desde que nos hemos vuelto a ver no hago otra cosa que pensar en ti. Necesito sentirte... Cuando estoy sola en casa no paro...
-Joder, qué mal estás. ¿Por qué no encuentras a otro para hacerle la vida imposible y me dejas en paz ya de una vez?
-Porque te quiero a ti.
-Pues ya te puedes olvidar. Te lo he dicho muchas veces.
-Va, uno rapidito y me voy, ¿vale? -decía de manera dulce.
-Que no, Noelia. Métetelo en la cabeza ya.
-Haré lo que tú quieras -me dijo de una manera un tanto especial, porque no me podía recordar más a su hermana.
-¿Por qué haces eso? No lo hagas.
-¿El qué? -decía de la misma manera tierna mientras se acercaba a mí.
-Eso. Para.
-¿Por qué?
-Porque no me gusta.
-Sí te gusta -dijo agarrando una de mis manos para llevarla a uno de sus pechos.

La cabrona había descubierto mi punto débil y no le temblaba el pulso en aprovecharlo, algo que hacía francamente bien. También tenía a su favor lo guapa que iba pese a lo que la detestaba, pero es que sabía sacarle partido a sus curvas con la ropa que se ponía. Llevaba una falda hasta las rodillas de color rojo, pero era ceñida, cosa que quedaba bien con sus generosos muslos. También llevaba una blusa blanca con bordados que le quedaba bastante bien pese a ser ancha, aunque se podía intuir que no llevaba sujetador por cómo se marcaban sus pezones y por cómo también se transparentaba al tener pinta de ser una tela fina. Su atuendo lo acababa con una cazadora vaquera y unas sandalias negras y altas de tacón con algo de plataforma que se ataban a los tobillos y que tenía solamente una franja negra justo en el nacimiento de los dedos, la cual estaba cubierta de muchos cristales.

Noelia no dudó en tirar de mi camisa, de manera más ruda que otra cosa, para besarme, consiguiéndolo, aunque me agarraba con fuerza de la cara una vez me hizo encorvar. Me besaba con unas ganas y una pasión que no sentía desde hacía tiempo y tampoco se lo pensó dos veces cuando me agarró de la mano para llevarme a mi habitación, donde nos seguimos liando de manera bastante guarra. En lo que lo hacíamos, Noelia lo paraba de decirme lo guapo que me veía, cómo le encantaba estar así conmigo, lo bueno que estaba, etc. Yo no la soportaba pese a estar así con ella y por eso le decía que se callara la puta boca, así, con esas palabras. Ella me hacía caso, pero parecía resultarle inevitable soltar algún chascarrillo como esos de vez en cuando. Aunque con nuestros labios pegados le resultaba más difícil y lo decía más ya estando en el asunto. Pero antes de ello me la empezó a comer después de desnudarme rápidamente.

Mientras ella me la mamaba, yo libraba una batalla en mi cabeza conmigo mismo, pues estaba disfrutando de lo que estaba pasando, pero a la vez odiaba a esa persona y la quería lo más lejos posible de mí. Pero no me resultaba nada difícil ver porqué acababa así con ella otra vez. Las similitudes con su hermana eran tantas que prácticamente la veía a ella cuando Noelia hacía acto de presencia. Pero la cosa no quedaba ahí con su forma física, en donde la parte en la que más se parecía era en la cara, y en donde ahora se le sumaban varios cambios con su nuevo corte de pelo, piercings y demás, sino que ahora también estaba cogiendo la costumbre de comportarse como ella con su forma de hablar, esa ternura que solía mantener y también con sus gestos. Al final me acabé dejando llevar para no cabrearme más de lo que estaba de por sí con toda la situación desde antes de encontrarla sentada en el escalón de mi casa.

Noelia sabía chuparla muy bien. Desde luego sabía cómo hacérmelo bien para que me gustara. Imaginaba que tenía que ver las numerosas ocasiones en las que me había visto en la cama con su hermana, que eran unas cuantas y probablemente más de las que yo sabía. Sus manos no dejaban de acariciar mi cuerpo y por supuesto, no se olvidó de los huevos, que pese a ser algo que no me terminaba de ser especial, su manera de masajearlos mientras me la comía me resultaba tan agradable que sentía como un cosquilleo interno parecido al que se siente cuando se está por llegar al orgasmo, aunque no me notaba cerca de acabar en ese momento. Llegué a un punto en el que me impacienté y la aparté de mí para tumbarla bocarriba en la cama y desnudarla, riendo ella de manera encantadora, como si le gustara mucho que lo hiciera así, dejándola bien abierta de piernas para poder verla en su plenitud.

Joder, es que estaba muy buena y me ponía mucho físicamente, en especial con ese nuevo detalle en ella en forma de triángulo invertido de vello muy oscuro y tupido pese a estar bien recortado y cuidado. Me quedé con la mirada clavada en él y ya podía ver cómo le brillaban los labios internos por la cantidad de fluidos que estaba empezando a segregar. Ella lanzó una vez más una pequeña risa, haciendo que la mirara a la cara, encontrándola con una expresión de estar tan encantada de estar así que me resultaba hasta inquietante. Luego eché un ojo por el resto de cuerpo. También me gustaban muchos sus pechos y ahora más aún con esos nuevos piercings y ya no pude más y me bajé a comerle el coño de manera muy guarra y ruda. Noelia dio un respingo muy fuerte, seguido de un gritito de sorpresa, aunque luego pasó a reír con tono de incredulidad y luego de jugueteo. Algo que también noté fue cómo se le puso la piel de gallina, como si le hubiera dado un escalofrío muy fuerte.

La verdad es que me encantaba cómo sabía y su coño en general. Lo tenía pequeño para lo que yo estaba acostumbrado a ver y su tez rosa se veía más enrojecida a medida que su excitación iba en aumento o si tenía mucha actividad sexual. Su vello púbico era recio y a la vez suave, como si se lo cuidara con algún producto para que estuviera así. Le di grandes lametones por toda la zona, colando mi lengua en su agujerito mientras mis manos se apoderaban de sus tetas, las cuales amasaba, aunque también le pellizcaba los pezones, mostrándose ella muy sensible al respecto, seguramente por los piercings que llevaba ahora y que se había hecho pocos días atrás. También le estimulé el clítoris con la lengua, tocándolo directamente con ella y haciendo hasta presión, lo que ocasionaba que ella se encogiera, pidiéndome que llevara cuidado, porque lo notaba muy sensible cuando le hacía aquello, aunque yo iba a mi bola y para que se callara le pellizcaba los pezones.

Pero no tardé mucho en apartarme de su coño, sin dejar que se llegara a correr, porque fui a la mesita a coger un condón para ponérmelo. Ella me dijo que no hacía falta, que había empezado a tomar pastillas anticonceptivas y que podíamos hacerlo sin condón, pero de manera muy cortante le dije que no quería que se pudiera quedar embarazada de mí, porque la veía capaz de mentir en eso con tal de atarme en corto y también para que no me pegara nada, porque a saber con cuantos había estado. Ella no dijo absolutamente nada y se volvió a tumbar, esperando a que me lo pusiera para poder metérsela. Solo dijo algo más antes de que lo llevara a cabo, preguntándome si me encontraba bien, porque me veía acelerado y bastante sudoroso. Me quedé mirándola fijamente y le dije que si no le gustaba lo que había, ya sabía lo que tenía que hacer mientras le señalaba la puerta.
 
Capítulo 672

Ella me dijo que no pasaba nada, que solo quería asegurarse de que estaba bien, pero le calle la boca con una de mis manos mientras me la agarraba con la otra para restregar mi polla contra su coño. Lo hice unas cuantas veces y hasta se lo azoté con ella, pareciendo gustarle aquello. También puso sus manos sobre mi brazo, acariciándolo y ya fue cuando se la empecé a meter. Noelia irguió su espalda hacia arriba, apretando su cabeza contra la almohada y lanzando un gemido largo y alto. No se la metí de manera lenta, sino que lo hice del tirón, porque ya estaba más que mojada para ir despacio. Rápidamente me empecé a mover dentro de ella, estremeciéndose y cambiando su piel con esos brotes que le daban en donde se le ponía roja por algunas zonas. De primeras pensaba que era algo que tenía en su cuerpo, pero luego ya entendí que era algo que le podían pasar a las chicas estando en el tema, pero me llamaba la atención, porque no había visto nunca algo así.

La agarré de los tobillos, con ella haciendo lo propio con sus tetas o con las sábanas, que retorcía con más fuerza a medida que la follada que le estaba dando cogía ritmo y velocidad. Tuvo su primer orgasmo de manera muy rápida, porque pese a no metérsela entera, sí que lo hacía lo suficiente como para estimularle el punto G. Justo antes de llegar, se tocó el clítoris con movimientos rápidos y circulares y se acabó corriendo, levantando sus caderas y retorciéndose, gimiendo muy alto para las horas que eran ya. Pero yo quería seguir y sin dejar que se recuperara le di una guantada para que espabilara, reanudando yo la follada, pero se movía tanto que tuve que cambiar de postura para ver si así podía continuar mejor. La puse a cuatro y esta vez sí que se la metí más profundamente, pareciendo gustarle mucho a ella, porque seguía gimiendo y también empujaba con su culo. Con unos fuertes tirones de pelo, le dije que no hiciera tanto ruido, que si seguía así se iba enterar toda la ciudad, pero ella me decía que no podía evitarlo y que le encantaba cómo la follaba.

En esta ocasión duró más, pero se acabó corriendo otra vez cuando la agarré de las caderas con fuerza para reventarla bien. Noelia hundía su cara en la almohada para no hacer tanto ruido y acabo chillando de manera aguda, moviéndose mucho. Tanto, que no pude seguir follándola y se derrumbó sobre la cama para acabar haciéndose un ovillo. Seguimos follando durante bastante rato más, pero entre que llevaba puesto un condón y que ella se corría demasiado rápido, no me daba tiempo a acabar a mí, cosa que cada vez me desesperaba más. Le provoqué tantos orgasmos que no recuerdo el número exacto, pero desde luego no fueron pocos. Ella intentó de últimas que yo también acabara al montarse sobre mí para hacérmelo de mi manera favorita, pero como se estimulaba su clítoris con ese roce con mi pubis, pues se acabó corriendo antes que yo, aunque también debía estar bastante sensible a esas alturas. Se encogía y gemía muy alto y cada vez de forma más aguda, pasando a caer sobre mi cuerpo para quedar ahí con una respiración muy acelerada y varios espasmos que recorrían su cuerpo.

De mala manera me la quité de encima, haciendo lo mismo con el condón para hincarme de rodillas en la cama, ponerme al lado de su cara y agarrarla del pelo con fuerza y firmeza para correrme en su cara. Ella de manera instintiva abrió su boca y sacó su lengua, aunque me costó acabar. Lo suficiente como para que ella se terminara de recuperar de esos últimos coletazos que le quedaban a su orgasmo. Abrió sus ojos y me miró con una sonrisa, momento en el que vi de nuevo a Elena por esos gestos que trataba de imitar su hermana. Me acabé corriendo segundos después de que hiciera eso, llenándole la boca y parte de la cara de semen que ella no dudó en tragar al instante, relamiéndose y ayudándose de sus dedos para llevarse a la boca lo que rondaba por su cara y volver a tragar. Ella se quedó sobre la cama con una expresión de felicidad enorme, bastante despeinada, con su maquillaje corrido y bastante despatarrada.

Yo me fui a la ducha, porque estaba empapado en sudor y ya la necesitaba antes de acabar así. Me vino muy bien para que mi cuerpo se relajara, pero precisamente lo que más quería que lo hiciera, la cabeza, no lo hacía ni a tiros. Volví a la habitación para coger algo de ropa, encontrándola ya dormida, de lado y acurrucada. Yo no tenía sueño pese a ser ya más de las 4 de la mañana, por lo que me fui al salón en donde estuve mucho rato comiéndome la cabeza. Empecé pensando en que Noelia se había salido una vez más con la suya y que había caído en una de sus trampas, pero después de darle vueltas, me acabé yendo a un tema que tenía mucho más peso, porque era evidente que acabar así con ella era a raíz de lo que se parecía a su hermana, sobre todo con esos cambios. Yo pensaba que tenía aquello más que asumido, pero estaba bastante claro que no por mi manera de reaccionar a esos cambios en la chica que dormía en mi habitación, porque ya había pasado lo mismo dos veces.

Ya habiendo amanecido y después de haberla escuchado ir al baño, apareció por el salón, aparentemente desnuda bajo la camisa que usé la noche anterior y que debía de estar bastante sudada. Mentiría si dijera que no estaba supersexy, sobre todo con su cara bien lavada y despejada de su maquillaje corrido de la noche anterior y también con el pelo arreglado que le quedaba muy liso de manera natural. Me preguntó de manera dulce qué hacía ahí y si no iba a la cama, sentándose en el sofá conmigo, dándome cuenta de que al menos sí que llevaba su tanga negro que le quité hacía pocas horas antes de follarla. Noelia se pegó a mí, quizá buscando algo de calor por el fresco que hacía por la mañana bien temprano, acariciando mi muslo y luego mi cara. Me quedé en silencio mirando al techo, como había estado toda la noche desde que me senté allí para pensar, pasando ella a repetirme la pregunta, pero esta vez poniéndose de rodillas sobre el sofá para agarrarme la cara con sus dos manos.

-Sí. Me voy a ir a la cama para ver si puedo dormir algo. Pero tú vas a coger tus cosas y te vas a ir a tu casa. No quiero que estés aquí. Quiero que me dejes tranquilo. ¿Lo has entendido, o cómo tengo que hacerlo para que se te meta en la cabeza?
-Javi, pero es que me gustas demasiado. No puedo evitarlo. Necesito verte, sentirte. Estar contigo. Por favor, dame una oportunidad. No te pido más.
-No, Noelia. No te voy a dar una mierda.
-Por favor, Javi. Haré todo lo que tú quieras. Pero déjame ser parte de tu vida. Yo quiero que lo seas de la mía.

Me levanté y la dejé allí sentada sin responderle. Fui a mi habitación y cogí toda su ropa y su bolso para tirarlas fuera de la habitación y cerrar la puerta. Oí cómo lo cogió todo y cómo me dijo que descansara para tranquilizarme, diciéndome que ya nos veríamos y hablaríamos más tarde y otro día. Y a los pocos minutos se acabó marchando, aprovechando yo para cambiar las sábanas, porque estaban muy sudadas y también olían a ella. Y, aun así, me costó dormirme para poder descansar el tiempo necesario. Y eso que ya se me había pasado el efecto de lo que tomé la noche anterior, pero lo que me tenía nervioso, crispado, irritado e irascible era algo muy diferente a aquello, porque no sabía qué hacer para sacar a Noelia de mi vida y para sentirme mejor, porque no me podía encontrar peor anímicamente, sumándose ya tantas cosas conforme pasaban las semanas que cada vez se me hacía más difícil de gestionarlo todo.

El domingo me desperté sobre la 1 de la tarde. Encontré al mirar el móvil varios mensajes y varias llamadas perdidas y la verdad es que se me puso muy mal cuerpo, porque era una situación calcada a una que tuve días atrás y la noticia que me dieron no podía ser peor. Llegué a pensar que había ocurrido de nuevo, pero por suerte no acabó siendo así. Solo tenía un par de mensajes de Noelia, de no hacía mucho de hecho, en donde me decía que le había gustado mucho verme la noche anterior y también me preguntaba cómo me encontraba por haber estado toda la noche en vela. No llegué a contestarle, porque quería ver qué pasaba con los demás mensajes y llamadas perdidas. Vi que eran de Hugo. Me llamó como cinco o seis veces, al igual que me mandó varios mensajes en los que me preguntaba cómo estaba después de lo que había tomado la noche anterior, pidiéndome que me pusiera en contacto con él en cuanto pudiera.

-¿Qué pasa, tío? -pregunté decidiendo llamarlo directamente.
-Joder, eres gilipollas. Me tenías preocupado. Estaba a punto de ir a tu casa.
-¿Pero por qué?
-¿Tú qué crees?
-¿Es para tanto?
-Pues claro, imbécil.
-Pero si tú la tomas a menudo. ¿Te pasa algo cuando lo haces?
-No.
-¿Entonces?
-Joder, es la primera vez que la tomas. ¿Y si pasa algo?
-¿Qué coño va a pasar?
-Tío, ¿con la edad que tienes y no sabes lo que puede pasar si tomas esas cosas?
-Coño, claro que lo sé. Pero como me dijiste que tú solías tomarlas y veo que estás como si nada, pues me animé a probar.
-Pero cada persona es un mundo, joder.
-Pero si estuve un rato contigo y con las chicas y no me pasó nada, ¿no?
-Te fuiste a casa. Me tendría que haber ido contigo.
-Ya te dije por qué me vine. Además, quería dejarte con las chicas, para ver si tenías suerte. ¿Fue así?
-Qué más da eso.
-Tío, relájate. De verdad. Que estoy muy bien.
-Bueno...
-Mira, vamos a hacer una cosa.
-¿El qué?
-¿Por qué no te pasas por mi casa en una hora o así y lo hablamos? Nos pedimos algo para comer y nos echamos una play. Yo invito.
-Venga, va.
-Guay. Y relájate, coño.
-Ya...

En cuanto colgué me levanté para arreglar un poco la habitación y la casa en general, aunque poco había que hacer al respecto. También me di una ducha y me eché en el sofá para esperar a Hugo. Durante esos momentos repasé lo ocurrido la noche anterior. Por lo cabreado que estaba él, me quedé un esto dándole vueltas a lo de haber probado aquello. Parecía que para él suponía un problema, pero yo me encontraba bien y solo había sido por probarla, porque nunca lo había hecho y era algo que veía con cierta frecuencia cuando salía. No es que lo viera con mis propios ojos, pero por lo que se rumoreaba, era más normal que otra cosa que se consumiera aquella sustancia. Me llegaron rumores de que gente cercana a mí lo hacía. No tan cercanos como la familia o como mis amigos más íntimos, pero si colegas del grupo grande de amigos que nos solíamos juntar para cenar algún día se la semana, o alguno de la tienda en donde jugaba, porque había otro grupo que se manejaba como equipo y a varios de él les gustaba bastante la fiesta. Tenía sospechas de dos y uno me lo confirmaron, aunque el otro no.

Hugo llegó a casa con cara de pocos amigos y le hice pasar, sentándome en el sofá para pasarle un mando y empezar a jugar, intentado yo relajar así el ambiente para que no se enfadara más. Me explicó todos los peligros que conllevaba tomar aquello, lo que te puede pasar si te pasas un poco de dosis o si te pasas bastante. También si lo mezclas con alcohol, como hice yo según él, aunque no había bebido lo suficiente como para estar borracho. Yo le conté que pensaba que era bastante normal que la gente tomara de aquello y él me dio la razón, pero eso tampoco quitaba la parte mala que me seguía explicando. Le confesé que no me había terminado de gustar, porque la sensación de estar muy activo no era algo que necesitara. De hecho, era todo lo contrario lo que me vendría bien para calmar los nervios y el malestar anímico que llevaba arrastrando semanas. Tampoco me gustaba la manera de tomarla y las demás sensaciones que te provocaba, como ese calor que me hizo empezar a sudar y lo de oír algunos ruidos de manera muy estridente.
 
Muy "atípico" ha sido este regreso de Keranos de su descanso de dos semanas. :rolleyes: ;)

Avanzan los capítulos así como aumenta cada vez más nuestra capacidad de sorpresa.

En una de esas le da por experimentar con la igualdad a Keranos, y se nos desvía en la línea LGBT. :eek:

Como ya se han puesto bien al día Javier y Noelia, sólo queda por dilucidar hacia donde apunta Hugo. :oops:
 
Muy "atípico" ha sido este regreso de Keranos de su descanso de dos semanas. :rolleyes: ;)

Avanzan los capítulos así como aumenta cada vez más nuestra capacidad de sorpresa.

En una de esas le da por experimentar con la igualdad a Keranos, y se nos desvía en la línea LGBT. :eek:

Como ya se han puesto bien al día Javier y Noelia, sólo queda por dilucidar hacia donde apunta Hugo. :oops:
Bueno, con Mario ya tuvo sus cosas, faltó el karaoke y la clavada no más
 
Hola, buenas noches.

La verdad, no sé que decir. Semejante cúmulo de errores y mala suerte sólo lo he visto en las novelas victorianas y en la Justine del Marques de Sade. Entre que a Javi le pasa de todo y que toma decisiones digamos "poco afortunadas" esta historia no deja de sorprenderme.

Sé que sería muy fácil criticar al personaje, pero bueno, a veces la vida te lleva por lugares inesperados. Cada vez tengo menos claro si Keranos odia o no a su personaje.

Si se me permite una crítica, Keranos, lo único que no veo es lo de Amaya, no entiendo como su triste final puede afectar tanto a Javi, no había percibido una relación tan fuerte entre ambos, pero podría ser que yo no lo haya visto o que no tenga corazón. También puede ser que no haya entendido aún los motivos de Javi, que está claro que tiene más detalles que una catedral gótica.

Una vez más, dar las gracias por tu trabajo y tu constancia, Keranos, seguiré viendo lo que depara el destino a esta historia.

Saludos.

Hotam
 
Capítulo 673

-Porque algo que sea lo contrario a eso no hay, ¿no?
-En ese mundo hay de todo. La gente con tal de evadirse inventa lo que sea. Si supieras lo que se mete la gente... Es veneno puro.
-¿Tú te metes algo más aparte de eso?
-De vez en cuando, pues...
-¿Te incómoda hablar de esto?
-No. No especialmente.
-¿Entonces? ¿Por qué estás tan misterioso?
-Porque no quiero que preguntes más de la cuenta por si se te ocurre alguna idea como la de anoche.
-No creo. La experiencia no fue tan buena como lo suele pintar la gente. No entiendo cómo os podéis enganchar a eso.
-A nadie le gusta la cerveza la primera vez que la prueba. Ni el tabaco. Y mira como mucha gente toma de las dos cosas.
-Eso es verdad.
-Ya te dije ayer porqué tomo eso.
-Sí, por el trabajo. ¿Ves cómo me acuerdo? No iba volando ni nada.
-Ya... Bueno, pues es por eso.
-¿Y algo más?
-El problema es que como lo tomo de manera regular, el cuerpo se acostumbra.
-¿No te hace efecto ya?
-Sí, pero cada vez tengo que incrementar más la dosis.
-No jodas...
-Lo que hago cuando noto que mi cuerpo me pide más es hacer un parón.
-¿Así? ¿De golpe?
-Sí. De golpe.
-¿Y esos días que no tomas? ¿Qué pasa?
-Pues que hay que aguantar. Tampoco me meto todos los días, coño. A ver qué te piensas...
-No sé. Como estás en plan misterioso...
-De normal me tomo como dos o tres dosis. Depende de si tenemos más lío del normal en el trabajo o no.
-¿Más lío?
-De normal tenemos que sacar nuestro servicio, como siempre. Ahí me tomo unas dos dosis por semana. Intento aguantar hasta que mi cuerpo me avisa. Cuando noto mucho cansancio, pues no me queda otra. Y tomo algo más cuando estamos en temporada de comuniones, por ejemplo. También si hay bodas o bautizos de por medio. Como esos días están todo el puto día metidos en el salón, pues son muchas horas.
-Pero no comen todo el tiempo, ¿no?
-También me encargo de la barra cuando toca. No es que tengamos cada uno un trabajo y ya, ¿sabes?
-Entiendo. ¿Y cuando haces los parones tomas otra cosa entonces?
-No suelo. De vez en cuando fumo algo de hierba para rebajar los nervios. Soy alguien nervioso de por sí. Y metiéndome eso, pues llega un punto en el que mi cuerpo necesita un descanso, y con eso pues se relaja bastante.
-Y si eres nervioso, con el estrés y eso... ¿No te puede dar algo?
-Siempre he llevado mucho cuidado. Las dosis no son muy grandes por eso.
-A mí es que no me gusta fumar nada, ¿sabes? Como que me da asco. Pero la marihuana también se puede consumir de otras maneras, ¿no?
-Sí. Pero no quieras saber tanto, anda.
-¿Y te relaja?
-A mí sí. Pero depende de la persona mucho también. No es algo que funcione igual para todos. A algunos les da algo de subidón, como lo que te tomaste tú anoche, pero no tanto.
-Pasando entonces.
-Ah, que tenías en mente probarla...
-Que noooooooo. Pero si eso sí que lo hace todo el mundo. Anda, no me jodas, que pases por donde pases huele a porro.
-Pero eso no quita que no sea mala. Más que nada es por la adicción que genera.
-¿Tú eres adicto a alguna? Imagino que a lo que sueles tomar.
-Mmm... Puede. Pero si quiero, lo dejo -dijo poco convencido.
-No suenas muy convincente.
-Bah...
-¿Estás jodido por ello?
-No -dijo serio.
-Joder, a ver si me estás dando la chapa y el que está jodido eres tú.
-Pues por eso mismo te cuento todo eso. Para que no estés tú así también.
-¿No puedes dejarlo?
-Cuesta. Bastante.
-¿Te ha traído problemas?
-Pues lo que más daño me ha hecho.
-¿El qué? ¿Una sobredosis?
-Qué va. Nunca me he pasado con eso.
-¿Entonces?
-Es la razón por la que me dejó mi novia.
-Ah... Joder.
-Se enfadó mucho cuando se enteró de que consumía. Casi me deja. Me hizo prometerle que lo iba a dejar. Y lo hice. Se lo prometí y lo intenté, pero un día saliendo de fiesta... En fin.
-¿Se enteró?
-Sí. Casi me deja de nuevo. Me dio una última oportunidad. Y ya te puedes imaginar lo que pasó.
-Sí, más o menos.
-A la tercera va la vencida, ¿no? Pues en este caso, fue así. La tercera vez me dijo que no quería seguir conmigo. No quería estar con alguien que se metiera de eso. No quería estar con alguien que pudiera morirse joven y lo más importante, no quería estar con alguien que le prometía algo que luego no cumplía.
-Visto así...
-Por eso no quiero que te metas en eso, Javi. Así que te puedes olvidar de preguntarme más.
-¿Ni por curiosidad?
-Tío, no te voy a decir qué es lo que buscas. Olvídate.
-Pero...

En ese momento llamaron a la puerta, así que fui a abrir pensando que era la comida que pedimos para almorzar en casa, pero estaba equivocado. Era Noelia la que estaba al otro lado de la puerta, esperando con sus manos juntas frente a ella. He de reconocer que iba bastante guapa, bien peinada, algo maquillada con un rabillo de ojos típico en ella y sus labios rosas. Otra cosa reseñable era que no llevaba sus gafas, pareciéndose más a su hermana todavía por aquel detalle. Con una vocecilla poco usual en ella me preguntó si había dormido y descansado bien. No le llegué a contestar, aunque ella me dijo que me veía bastante bien y también que había ido hasta allí para ver si quería que comiéramos juntos. Me enfadé bastante con ella, preguntándole si no sabía lo que significaba que me dejara en paz. Su gesto cambió un poco, moviendo sus labios como haciendo un puchero, aunque fue un gesto más infantil que otra cosa, pero le cerré la puerta con energía, sin dejarle seguir, porque parecía que algo más iba a decir.

-¿Qué pasa? -me preguntó Hugo cuando me senté en el sofá, notándome seguramente el enfado con el que volvía.
-Nada. Una subnormal, que está obsesionada conmigo.
-Joder, ¿para que digas eso?
-Por su culpa mi novia me dejó. Así que sí.
-¿Y dices que está obsesionada?
-Joder que si lo está... No sé cuántas veces le he dicho que desaparezca de mi vida y sigue encima de mí.
-¿Tanto te agobia?
-Anoche cuando vine me la encontré sentada ahí, en el escalón. Estaba esperándome. A saber cuánto tiempo llevaba ahí.
-¿Y se la montaste?
-Pues un poco sí, aunque no eran horas.
-¿Se puso insistente?
-Joder, si se acabó colando y todo. Aunque no es la primera vez que lo hace. Ni la segunda. Tengo un historial con ella...
-No jodas... ¿Y cómo la echaste?
-Pues... Acabamos follando.
-¿Qué? Jajajajajajaja.
-No te rías, cabrón.
-Dices todo eso y te la acabas follando... Pues no sé qué pensar.
-Es que me recuerda mucho a su hermana. La idiota se ha puesto piercings que tenía ella, se ha cortado el pelo de la misma manera... Hasta le copia gestos y maneras de hablar.
-Madre mía... -decía riendo.
-Dice que está enamorada de mí y blablabla.
-¿En serio?
-Sí. Lo que le pasa es que está obsesionada. Pero no sé por qué sigue con lo mismo, si ya me la he follado, que era lo que quería desde primera hora. Es una niña estúpida.
 
Este Hugo en casi nada de tiempo, se habla con Javi con confianza, con un trato de amigos, hablando con soltura de cualquier cosa.

Algo que nunca tuvo con Mario, que más se trataban como compañeros de trabajo a pesar de que se conocen mucho más tiempo.
 
Qué decir...

No me explico este acercamiento tan íntimo con el drogadicto Hugo, le cuenta cosas como si se conocieran años.

Le invita a casa entregando una confianza que, según ha sido su criticable comportamiento con algunas sustancias, podría resultar mal utilizada.

Da la impresión como si tuviera la necesidad de tener un amigo, una amistad masculina, a toda costa.

Lo de Noelia es francamente insostenible, según lo cuenta, todo lo que hace con ella es "obligado"...será ella algún tipo de Jedi???
 
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No me explico este acercamiento tan íntimo con el drogadicto Hugo, le cuenta cosas como si se conocieran años.

Le invita a casa entregando una confianza que, según ha sido su criticable comportamiento con algunas sustancias, podría resultar mal utilizada.

Da la impresión como si tuviera la necesidad de tener un amigo, una amistad masculina, a toda costa.

Lo de Noelia es francamente insostenible, según lo cuenta, todo lo que hace con ella es "obligado"...será ella algún tipo de Jedi???
A mí, la verdad, es que Noelia no me parece ya tan mala. Lo mejor que puede hacer Noelia es olvidarse de Javi y buscarse un buen chico que la trate bien.
Ya se que quizás estoy defendiendo lo indefendible.
 
A mí, la verdad, es que Noelia no me parece ya tan mala. Lo mejor que puede hacer Noelia es olvidarse de Javi y buscarse un buen chico que la trate bien.
Ya se que quizás estoy defendiendo lo indefendible.
Noelia es una chica con problemas que tuvo la mala suerte de enamorarse/obsesionarse por un chico con también problemas similares.
 
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