Reencuentro con Elena

A mí, la verdad, es que Noelia no me parece ya tan mala. Lo mejor que puede hacer Noelia es olvidarse de Javi y buscarse un buen chico que la trate bien.
Ya se que quizás estoy defendiendo lo indefendible.

No parece malintencionada esta vez, al sentirse sin la competencia de su hermana puede tener la libertad de jugársela por completo por Javier.

El asunto es que el resentimiento que aún siente Javier está lejos de superarse, y no creo sea suficiente el amor que ella dice sentir.

Además no es sano para ninguno de los dos que él sienta como si fuera Elena cada vez que lo hace con Noelia.
 
No sé qué me preocuparía más, que Noelia quisiera "ocupar" el puesto y la personalidad de su hermana, o que Javi viera en esos gestos familiares, bastante naturales entre hermanos o entre padre e hijos, al fantasma de Elena permanentemente.

Por ahí va lo insano de esa situación, ambas cosas se están dando, tanto Noelia como Javier parecen acomodarse a la presencia del "fantasma de Elena".
 
Capítulo 674

Al fin llegó la comida y nos pusimos a ello, aunque hablando de otras cosas o viendo algo en la tele, poniéndonos con la consola de nuevo hasta que al rato regresó Andrea a casa, quien se cortó un poco al ver a Hugo allí, porque no le conocía. Así que los presenté y cada uno no tardó mucho en irse. Andrea lo hizo yéndose a su cuarto para dejar lo que traía y Hugo a su casa, aunque seguramente nos veríamos al día siguiente en el gimnasio. Y si no era así, seguro que coincidíamos a lo largo de la semana allí. Al quedarme solo en el salón, pues le dije a Andrea que se viniera, pero estaba haciendo cosas, me puse en contacto con Sara, porque estaba tan enfadado y mal de ánimo que llevaba días sin hacerlo, cosa que me hacía sentir mal amigo. Con el otro chico que también estaba mal respecto a ese tema también hablé, aunque él parecía estar mucho mejor en ese aspecto, por lo que nuestra charla no se distendió mucho.

Con Sara, sin embargo, sí estuve hablando varios minutos, en donde nos poníamos al día, aunque yo le decía que todo iba perfecto para no preocuparla, pero en realidad no era así. Ella me decía que también estaba mejor, pero que aún le dolía mucho. No era para menos habiendo pasado poco más de un par de semanas de aquello, aunque me decía que trataba de distraerse con otras amigas que tenía de las clases. Le pregunté si se animaba a ir a la tienda a jugar el próximo fin de semana, pero me dijo que no tenía cuerpo para ello, porque le iba a recordar mucho a Amaya y no quería dar el espectáculo cuando se pusiera a llorar. Tras hablar un poco más para hacernos compañía, nos despedimos, diciéndole yo que me podía llamar para hablar si necesitaba a alguien con quién hacerlo, diciéndome ella lo mismo, aunque con lo que tenía encima la pobre, no quería calentarle más la cabeza con mis problemas, que no eran pocos. Pero también es cierto que me desahogué un poco con Hugo al contarle unas cosas tan destacables de mi vida cuando casi nadie más lo sabía, haciendo él lo propio al contarme sus problemas de adicción y cómo terminó todo con su novia.

El resto del día fue bastante tranquilo. Demasiado de hecho, porque ya que Andrea estaba allí pensaba que me podría distraer más al dar una de nuestras clases improvisadas de francés o jugando a la consola, como parecía gustarle más ahora. Pero no fue así, porque no salió de su habitación hasta que ya era la hora de la cena. Entre los dos preparamos algo y viendo lo callada que estaba le pregunté si le pasaba algo mientras cenábamos. Su respuesta fue breve, diciéndome que no, pero no me convencía, por lo que le insistí, llegando hasta a preguntarle si le había molestado ver a mi amigo por casa. Todo lo contrario, porque no le importó nada en absoluto, diciendo que no había llegado a hablar nada con él como para que estuviera molesta. Tiré por el tema de la familia, por si había ocurrido algo por casa, pero tampoco, porque me dijo que todo estaba bien. Me respondía de manera tan breve y sin ganas que no indagué más viendo el poco interés que tenía en seguir la conversación. Y no es que tuviera más oportunidad, porque una vez acabamos de cenar se fue a su habitación para seguir un poco con lo suyo y luego irse a dormir, por lo que me quedé bastante solo cuando se fue Hugo.

Pensaba que con Andrea de vuelta estaría mejor de ánimo, pero no. Poco a poco, lo bien que me encontraba después de pasar un rato con Hugo se me fue pasando y llegó a un punto en el que me quedé en el salón con todo apagado, a oscuras, porque no me apetecía nada. No se me iban de la cabeza los problemas que había tenido últimamente, donde el que más salía a relucir era el de Noelia, porque le había visto hacía pocas horas. En dos ocasiones. Traté de pensar qué hacer para que se fuera de mi vida, porque la nena no se enteraba diciéndoselo de manera clara. En realidad, el único problema que tenía era que Andrea estaba en medio. Si no hubiera sido por ella, todo hubiera sido más fácil. Pero ya se había molestado al decirle que no quería ver a Noelia en casa. Hasta llegué a pensar maneras de meter mierda entre las dos de manera sutil para que Andrea viera quién era Noelia de verdad, pero haciéndolo solo con Andrea, claro, porque a Noelia no la quería ver más por mucho que ella se empeñara en que fuera al revés.

Conforme más pensaba, más retorcidas se volvían más ideas, aunque también toqué el punto opuesto a ellas, llegando a pensar que tampoco estaba tan mal aguantarla viendo lo dispuesta que estaba a todo. No me creía sus palabras, pero lo decía con tono de ir en serio y lo repetía tanto que a lo mejor era verdad y no seguía encaprichada de mí solamente. Desde luego, lo que me dijo no era nada descabellado. La historia que me explicó en donde me contó cómo se llegó a enamorar de mí no me parecía tan inverosímil, porque en realidad era más simple de lo que yo pensaba: nos conocíamos desde hacía varios meses y estaba claro que atracción había. A mí me duró poco, porque de no ser así no habría acabado en la cama con ella en los primeros días después de conocerla, pero ella siguió así durante muchos meses y estando bajo el mismo techo sí que veía posible que notara ciertas cosas al observarme más de cerca, como ella misma me explicó. A lo mejor ella me podía hacer la compañía que necesitaba y si me relajaba podría incluso disfrutar de algún encuentro más que se pudiera dar entre nosotros, porque en el tema lo que más sentía era rabia, por eso follábamos de esa manera más salvaje que otra cosa.

Sacudí mi cabeza fuertemente, porque estaba viendo que estaba desvariando y llegando a pensar estupideces muy grandes, por lo que me levanté y me fui a dormir. O a intentarlo, porque no había manera. Dormí muy pocas horas y me levanté bastante regular. Sin energía, cansado... Tampoco tenía hambre, por lo que fui directamente al gimnasio, pero sin energía poco podía hacer. De hecho, ese día no hice la mitad de lo que solía, porque no corrí nada por la ciudad. Estuve entrenando un poco allí, porque el día tampoco acompañaba al estar lloviendo. Me encontré a Hugo y estuvimos charlando un poco, notándome él cómo estaba, pasando a preguntarme si estaba bien, aunque con esa manera suya de vacilar. Le dije que solo había dormido mal, aunque no era nada nuevo tampoco, vacilándole yo diciéndole que a lo mejor era por su culpa por lo que probé cuando lo vi a él. Se le cambió la cara, pero no iba en serio y le dije que para vacilar también hay que aguantar que te vacilen. Me dijo que era un capullo, aunque de buen rollo y no tardé mucho en irme a casa para ducharme, desayunar e irme a la academia para trabajar, donde cayeron un par de cafés cargados y largos para tener esa energía que necesitaba.

La llegada a casa fue demasiado caótica, porque tuvimos un problema en la academia y tuve que quedarme bastante más rato del que solía. De hecho, llegué después de Andrea a casa, a quien avisé por mensaje cuando vi que la cosa iba para largo. El gran problema fue que no estaba sola en casa. Exactamente, estaba Noelia también. Y como si tal cosa, aunque la cara de Andrea era un poco de circunstancia. Sin embargo, la de Noelia era muy alegre. Pregunté con palabras textuales qué coño pasaba, a lo que Andrea se quedó callada, con cara de incomodidad, pero Noelia fue la que respondió, diciendo que se había roto la vitrocerámica de su casa y que no podían cocinar, pensando que podía comer en casa con nosotros, habiendo comprado ella todo lo necesario como compensación. Sobra decir cómo me puse al verla por allí y al oír eso, porque ya me ponía de los nervios su sola presencia, pero ver que ahora se iba a quedar a comer en casa ya me cabreaba más de la cuenta. Y no estaba el horno para bollos, porque salía calentito por lo que había pasado en la academia, comiéndome yo el marrón, porque mi jefa tenía que recoger a su niña pequeña en la guardería.

Le pregunté a Noelia si no se le había ocurrido irse a comer fuera ese día o si no había pensado en pedirle ese favor a otra amiga, aunque no le di tiempo a responder, porque me corregí a mí mismo diciendo que qué amigas iba a tener ella. Aquí sí que intervino Andrea, pidiéndome que no le hablara así, aunque Noelia dijo que no pasaba nada. De camino a mi habitación pude oír cómo Andrea le preguntaba por qué dejaba que le hablara así, aunque no pude oír lo que ella le respondió. Ni comer tranquilo podía en mi propia casa. Estaba con ganas de romper algo del mal humor que traía y que había ido a peor al encontrarme ese percal, pero no hice nada. Me puse en el escritorio con el ordenador, mirando cosas para tratar de distraerme y calmarme, pero me resultaba muy difícil. Hasta calor tenía de lo cabreado que estaba. Pero la cosa no quedaría ahí, porque pasados unos minutos, alguien llamó a la puerta, aunque sabía de sobra quién era.

-No estoy -dije para que me dejara en paz.
-Javi, la comida ya está lista. Tiene muy buena pinta. Ven y comes con nosotras -dijo Noelia al otro lado de la puerta.
-No voy a ir a ningún sitio.
-¿Quieres que te la traiga?
-Que no, coño. Lo que quiero es que te vayas a tu casa.
-Venga, sal y ven a comer con nosotras.
-Que no, joder. Que me dejes en paz.

Por suerte se fue y me dejó tranquilo, pero es verdad que tenía hambre, porque no había desayunado tampoco tanto y aparte del café que tomé en la academia no consumí nada más. Las tripas me rugían bastante y esperé todo lo que pude hasta que salí para comer, pensando que ya habrían acabado ellas y yo lo podría hacer en la cocina, pero me las encontré aún sentadas en la mesa, pareciendo estar por acabar. Noelia me vio al estar de cara a mí cuando aparecí y se le iluminó la cara. Sin que pudiera decir nada, pegó un salto de la silla y fue corriendo a la cocina mientras yo miraba a Andrea bastante serio por todo lo que pasaba, aunque ella también lo estaba, cosa que me extrañaba, porque le dejé claro que no quería ver a Noelia por casa y justo la había traído. Apareció en nada con un plato que puso sobre la mesa para mí, a su lado. También puso una servilleta, cubiertos y un vaso, pero yo lo moví todo para quedar al lado de Andrea.

N: ¿Qué tal el día en la academia?

Pero no respondí, limitándome a comer rápido para acabar cuanto antes y volver a mi habitación.

N: ¿Has dado muchas clases? -insistió.
A: Javi, te está hablando -dijo al ver que no le contestaba.
J: Pues hemos tenido un problema y he tenido que estar 2 horas más de lo que me tocaba, así que mal -respondí sin apartar la mirada de mi plato.
A: ¿Pero es grave?
J: No.
N: Espero que se haya arreglado.
A: ¿Y no te dan libre la tarde por eso?
J: No. Tengo que dar clases y estamos todos ocupados. Nadie me puede sustituir.
N: ¿Y qué cursos dais? Estaba pensando en apuntarme al C1.
J: Pues te vas a otra academia, que hay muchas.
A: Javi...
J: Es que ya es lo que me faltaba, vamos...

Tuve la suerte de que el resto del tiempo que estuve allí se calló y no dijo nada más. Pareció captar que cada vez que abría la boca la cagaba y decidió quedarse callada. No tardé mucho más tampoco en recoger lo mío para llevarlo a la cocina y limpiarlo, aunque Noelia me siguió con su plato, diciéndome que no hacía falta que lo hiciera, que ya se encargaba ella. Y ahí la dejé, no porque me quitara ese trabajo, sino por no aguantarla. Me volví a sentar frente al ordenador para ponerme unos cascos y estar a mis cosas hasta que me tocara entrar al trabajo de nuevo, pero no lograba centrarme en lo que estaba haciendo, ya fuera de provecho o con alguna distracción para evadirme. Empezaba a hacer o ver algo y rápidamente se me iba el hilo por lo indignado que estaba con la presencia de Noelia por casa. Y sin esperarlo, alguien me dio un abrazo por la espalda y eso que tenía la puerta cerrada, pero no me enteré de que alguien había entrado.

-¿Qué haces? -le pregunté a Noelia, porque sabía de sobra que era ella y su olor me lo confirmaba.
-Despedirme, que me voy ya a casa. He llamado a la puerta, pero no contestabas. Pensabas que estabas descansando.
-¿Me puedes dejar en paz? -le pedí resignado ya.
-No te enfades, porfa -dijo dándome un abrazo cariñoso-. Te quiero -soltó para darme después un beso en la mejilla.

No me dio tiempo a decirle nada, porque se fue. Y de verdad, ya que oí como se despedía de Andrea y se cerraba la puerta de la calle. Me fui al salón ahora que podía estar por allí, buscando unas explicaciones que Andrea no me quería dar de primeras, aunque mi insistencia hizo que se soltara.

-No le he invitado yo, ¿vale? Me ha pedido este favor y la he visto muy apurada. ¿Qué iba a hacer?
-¿Decirle que no?
-Javi, es mi amiga. Necesitaba mi ayuda y se la he dado. Sin más.
-Sabes de sobra lo que me pasa con ella y que no la soporto.
-Pues no lo entiendo.
-¿El qué no entiendes? Porque ya te lo expliqué.
-No entiendo cómo hablas así de ella y cómo la tratas así. Es que es una chica muy buena. Me da mucha pena que la trates con ese desprecio, porque no se lo merece -decía visiblemente afectada, con sus ojos vidriosos.
-¿Ves? Ya te está manipulando.
-¿Pero qué dices? Serás tonto... -dijo yéndose a su habitación.

No había manera de que ese día mejorara, aunque unos pocos minutos después recibí un mensaje de Ángela para empezar una conversación de esa manera, como solíamos hacer, preguntándome cómo me estaba yendo el día y también contándome el suyo. Le mentí al decirle que me iba bien, porque es bastante obvio que no era así. Ella me contó varias cosas a lo que yo respondía con monosílabos y sin muchas ganas de hablar en realidad, cuando debería haber aprovechado eso para evadirme y contarle todos los problemas que me habían ido surgiendo ese día, pero no quería resultarle pesado, porque parecía algo agobiada y no iba a tardar mucho en volver al trabajo, haciéndolo yo poco después. Pero mi amiga era muy lista y pareció notar que algo no iba bien al responderle yo de esa manera tan vacía y desinteresada y me preguntó de nuevo si me pasaba algo.

-Te echo muchísimo de menos. Vuelve, por favor...
 
Es que no hay nadie cuerdo aquí?, que demonios le pasa a Andrea que no sabe entender las cosas?, no recuerdo bien, pero creo Javi fue bien detalloso al contar lo que hizo Noelia, y aun así Andrea se pone en ese plan. Es o se hace?

En su cara está viendo que Noelia está desquiciada y echa más leña al fuego.

No puede ni siquiera respetar que le están dando casa gratis?
 
Una torre de babel, escuchan pero no entienden, es la única explicación ante tanto enredo que raya en lo ridículo.

Sus estériles discusiones asemejan a las de quinceañeros adolescentes, nunca sacan algo en limpio, todo lo enredan cada vez más.

Se está transformando en un conflicto que podría tener serias repercusiones, hasta ahora ha sumado ingredientes muy volátiles.

La obsesión de Noelia, la intransigencia de Andrea, la oscura presencia de Hugo, y la constante sumisión de Javier a lo que dicta su entorno.

Esto está dando un giro que más que inesperado, se vuelve caótico e insufrible.
 
Es que no hay nadie cuerdo aquí?, que demonios le pasa a Andrea que no sabe entender las cosas?, no recuerdo bien, pero creo Javi fue bien detalloso al contar lo que hizo Noelia, y aun así Andrea se pone en ese plan. Es o se hace?

En su cara está viendo que Noelia está desquiciada y echa más leña al fuego.

No puede ni siquiera respetar que le están dando casa gratis?

Un vodevil.
 
La verdad es que Javi se está comportando con Noelia, como un impresentable. Si no quiere nada con la chica, no le da las señales claras, acostándose con ella, cada vez que se quedan solos.
Nuestro Javier, es tan inmaduro o más, que su enamorada excuñada.
No me extraña que Andrea le reproche el maltrato que Javi práctica con su nueva amiga.
Me habrá manipulado Noelia, a mí también 😱
 
La verdad es que Javi se está comportando con Noelia, como un impresentable. Si no quiere nada con la chica, no le da las señales claras, acostándose con ella, cada vez que se quedan solos.
Nuestro Javier, es tan inmaduro o más, que su enamorada excuñada.
No me extraña que Andrea le reproche el maltrato que Javi práctica con su nueva amiga.
Me habrá manipulado Noelia, a mí también 😱

Noelia estiró su brazo y en su cama inmovilizado Javier cayó, lo volvió a hacer y desnudo quedó...🧕;)
 
Yo no entiendo a Javier el solo se busca los problemas y cuando no es el lo buscan a él y los abraza en vez de solucionarlo, a Andrea tampoco la entiendo por muy necesitada de amigas que esté, es decir un tipo que le abre su casa, la ayuda en todo lo que necesita sin pedir nada a cambio y se pone del lado de alguien que sabe que en el pasado le ha hecho daño, sinceramente la mando a tomar viento.
 
Yo no entiendo a Javier el solo se busca los problemas y cuando no es el lo buscan a él y los abraza en vez de solucionarlo, a Andrea tampoco la entiendo por muy necesitada de amigas que esté, es decir un tipo que le abre su casa, la ayuda en todo lo que necesita sin pedir nada a cambio y se pone del lado de alguien que sabe que en el pasado le ha hecho daño, sinceramente la mando a tomar viento.
Javier pensa demasiado. Se come mucho la cabeza con todo. No vive.
 
Capítulo 675

Pero borré ese mensaje y le puse que había dormido regular y que estaba cansado. Ella me dijo que me cuidara y que descansara en vez de ir tanto al gimnasio, aconsejándome además que tratara de irme a la cama temprano para intentar descansar todo lo que pudiera, aunque fuera estar con los ojos cerrados y sobre la cama solamente, pero así al menos mi cuerpo descansaría. Nos despedimos poco después, pidiéndome ella que le hiciera caso y que ya me llamaría para ver cómo me encontraba por la noche y para que le hiciera caso y me fuera a la cama pronto. Ella se fue a su trabajo y yo también, aunque di un pequeño paseo por la zona aprovechando que había dejado de llover, volviendo a casa horas después para encontrármela vacía y todo a oscuras. Andrea no estaba y no tenía ningún mensaje de ella ni nada por el estilo más allá del que me mandó cuando salió de clases y que no pude ver hasta ese momento, en el que me avisaba de que venía con Noelia como ya descubrí en persona. Lo único bueno de llegar así a casa era que tampoco estaba Noelia ella por allí, y eso ya era algo.

Aunque algo me decía que no iba a ser algo tan extenso. Ya le había dicho varias veces que no quería verla por casa, o en general y ella hacía todo lo posible para acabar apareciendo por allí. De hecho, vi que tenía mensajes de ella en los que me decía que le había encantado poder comer conmigo y con Andrea, pasando a decir que ojalá se pudiera repetir más, porque ella le caía muy bien y no podía estar más contenta de poder verme después de tantos meses. Tampoco le hice caso a esos mensajes, tal y como hacía con todos los que me enviaba y me fui rápido a la cama para tratar de dormir, como le prometí a Ángela, quien me llamó para charlar un poco, porque quería asegurarse de que estaba en la cama para descansar. Hasta le envié una foto en la que salía ahí tumbado, quedando ella conforme. Aunque no duramos mucho en llamada, porque ella sí que estaba cansada y la oía bostezar bastante, así que nos dimos las buenas noches y colgamos para irnos a dormir.

A mí me costó bastante poder hacerlo. Y eso que trataba de dejar la mente en blanco o trataba de pensar en otras cosas para no estar con lo mismo de todas las noches y empezar a darle vueltas a todo. Lo que más recreaba en mi cabeza eran los momentos pasados con Ángela, seguramente por haber hablado con ella hacía pocos minutos. Sobre todo, repasé nuestro viaje a Manchester y todo el turismo que hicimos, cosa que me hizo recordar también todo el turismo que hizo cuando llegó a Francia y que me contaba con tanto detalle. El problema era que recordar todos esos momentos con ella me traía de vuelta lo que pasó cuando iba a decirle de salir. Ese momento fue interrumpido por Andrea, que volvió a casa, como pude oír al cerrarse la puerta de casa, aunque no se pasó por mi habitación ni nada, yéndose a la suya directamente para cerrar también la puerta.

La semana fue mejor e igual por momentos. Mejor, porque había días en los que Noelia no aparecía por casa y eso era hasta un alivio. E igual, aunque peor en realidad cuando venía y la veía por allí, aunque había ocasiones en las que era algo breve, porque al ver cómo me ponía no tardaba mucho en irse. Pero había días en los que pretendía quedarse a almorzar o cenar con nosotros. Y de hecho lo conseguía, pero cuando eso pasaba, yo cogía lo mío y me iba a mi habitación. No iba a caer en el mismo error en el que caí el lunes cuando acabé sentado con ellas en el salón del hambre que tenía. Incluso era algo que se veía reducido. Esos días no tenía mucho apetito en general, o también comía a deshoras, haciéndolo cuando me apetecía algo más o simplemente para evitar a Noelia. Aunque lo que más me tocaba la moral de todo aquello era el hecho de que mi relación con Andrea se había resentido bastante a causa de esa discusión en donde le recriminé que invitara a Noelia a comer el lunes.

La notaba sería, distante y apenas hablábamos. Ella seguía preparando comida para dos, como siempre, aunque no compartiéramos esos momentos tanto como he mencionado antes. Hasta me daba la sensación de que era ella la que le decía a Noelia de venir por casa como venganza por esa discusión que tuvimos. Pero era algo que no terminaba de pensar que fuera verdad, porque sabía de sobra que Noelia ya era insistente de por sí y no necesitaba que nadie le dijera que se acercara, porque ya lo haría de por sí. Noelia se comportaba de manera muy inocente en mi presencia, llegando a ser hasta tímida. Veía imposible que alguien pudiera cambiar de esa manera tan drástica, por lo que pensaba que seguía con su papel, quizá buscando que me confiara para acabar seduciéndome. Y también buscaba el contacto físico, intentando agarrar una de mis manos o darme un abrazo, lo cual yo siempre repelía.

El viernes al salir de trabajar encontré mensajes de ella en WhatsApp en los que me decía que ese día iban a comer fuera Andrea, ella y el resto del grupo de amigas que se había montado, sugiriéndome que fuera con ellas para no tener que cocinar o pedirme algo. No le hice caso y me puse a hacer mi comida para poder hacerlo tranquilamente, cosa que me venía perfecta para estar relajado antes de trabajar de nuevo. Supongo que al ver que la dejé en visto, me volvió a escribir diciéndome que era una pena que no me hubiera animado, porque se lo habían pasado muy bien y ahora estaban tomándose un café, volviendo a invitarme para pasar un ratillo con ellas, pero esta vez sí que le contesté, diciéndole que no iba a ir a ningún sitio con ella. Me llamaba mucho la atención cómo parecía ignorar lo que le decía, o más bien cómo se lo decía, porque me seguía hablando como si tal cosa.

Para acabar la conversación, ella me sugirió que nos viéramos durante el fin de semana aprovechando que Andrea se iba a casa de nuevo durante esos días, algo de lo que me enteré en ese preciso momento, cosa que me molestó. Le dije que se olvidara de eso y que me dejara en paz. No terminaba de estar tranquilo ni aun estando solo en casa. Y de hecho me pillé un buen cabreo por enterarme de que Andrea se iba ese fin de semana por Noelia. Es verdad que estábamos enfadados, pero algo así me lo podría haber comentado sin problema, pero como digo, el distanciamiento entre nosotros era bastante grande durante esa semana, porque no coincidíamos ni cuando ella se iba a la universidad, yéndome yo también al gimnasio. Lo que me faltaba ya, tenerla por casa el fin de semana allí también. Y encima solos. No me apetecía nada soportarla de por sí, pero solos menos aún, porque sabía lo que venía a buscar, aunque también es cierto que la podría despachar a gusto al no estar Andrea por allí, porque con ella de por medio no podía decirle lo que quería, porque me echaba unas miradas...

Hugo me dijo de salir esa noche para distraernos un poco. Él llevaba una semana dura de trabajo en la que no coincidí tanto con él en el gimnasio y le apetecía salir para socializar. También sugirió la salida al contarle yo cómo me había ido la semana. Así que me animó a hacerlo y así poder evadirnos los dos durante unas horas, aunque me dijo que sin tonterías como la última vez. Me pareció bien, porque lo mejor que tenía para hacer esa noche era cenar solo y ver la tele o jugar a algún videojuego. Pensaba que me vendría bien salir con un colega y socializar más allá de lo que lo hacía en la academia, cosa que no contaba mucho por ser ámbitos muy diferentes. Pero antes de salir, quedamos en mi casa para cenar allí pidiendo algo a domicilio, aunque él vino arreglado ya, pero tampoco me llevaría mucho a mí hacerlo una vez acabáramos y comentáramos bien y en persona cómo nos había ido.

Esa noche optamos por irnos a otro local diferente al que fuimos la última vez. Algo tirando más a la zona baja de la ciudad para ver cómo estaba la cosa por ahí. Él había oído hablar de un local que estaba bien y que al parecer era frecuentado por gente joven. Era uno de los locales que más de moda estaban en el momento y le apetecía bastante ver qué se cocía por allí. El problema fue que me encontré a Noelia. Bueno, fue ella la que me encontró a mí, porque me agarró la mano mientras estábamos en la barra pidiendo las bebidas. Hasta llegó a entrelazar sus dedos con los míos, dándome yo la vuelta para ver quién era, cambiando mi cara una vez la vi. Me dijo que estaba muy guapo mientras me miraba bien de arriba a abajo, con una gran sonrisa en su cara. Rápidamente aparté mi mano de la suya, viendo que estaba con dos de sus amiguitas nuevas, las cuales me sonaba haber visto por casa.

No se inmutó cuando le dije que me dejara en paz de una puta vez y que no quería verla más. No se le borraba esa estúpida sonrisa de la cara, aunque a sus amigas sí que se les fue. Hugo intervino preguntando si todo iba bien, contestando yo algo acelerado al decir que no de manera bastante alta. Él se disculpó con las chicas y me llevó fuera del local al pasar su brazo por mis hombros. Ya en la calle me preguntó qué pasaba para haberme puesto así, recordándole todo el asunto de Noelia. A él solo le se ocurrió decir que era una chica muy guapa y que parecía ser un encanto, a lo que yo, bastante crispado con la situación ya, le respondí que no me tocara los cojones y que si encima iba a estar de su parte, me largaba a casa. Él pensó en ir a otro lugar, pensando que sería una buena solución, aunque a mí se me habían quitado bastante las ganas de hacer nada, pero él insistió y acabamos yendo al mismo sitio al que fuimos cuando estuvimos hablando con esas dos chicas.

Ahora era él quien trataba de mantener mi ánimo alto al darme charla y al presentarme algún que otro amigo suyo que había por ahí. Hasta trajo a un par de chicas para entablar conversación con ellas, buscando así que me olvidara de Noelia. En cierto modo sí que fue así, porque eran chicas muy extrovertidas y también las copas que nos empezamos a tomar ayudaban bastante a relajarme, aunque dado un momento, Hugo se ausentó, tal y como pasó la otra vez. Me pareció ver al que le pasó aquello que probé y estaba seguro de que estaba con él para comprarle algo, cosa que me molestó un poco al decir él que esa noche no habría tonterías. Pero no tardó mucho en volver para seguir con la charla para conocer mejor a esas chicas. Aunque ahora era yo el que necesitaba ir al baño para desahogar el cuerpo, por lo que me excusé un poco sin llegar a notar que él hubiera tomado algo, porque lo veía como siempre y no notaba ningún cambio en él como los que experimenté yo.

En el baño me encontré a ese chico que le pasaba las cosas a Hugo y cometí el error de quedarme mirando cómo trapicheaba con dos chicos más mientras me aliviaba. De manera intimidante me preguntó si quería algo, a lo que yo le respondí preguntándole qué vendía. Éste miró a los otros dos con una sonrisa socarrona, sin terminar de creerse que me estuviera preguntando eso. De hecho, se acercó a mí en lo que me subía la cremallera de los vaqueros. Parecía que me había metido en un lío pese a no haber hecho nada, pero se ve que quedarme mirándolos era más que suficiente para haber acabado así. No se me ocurrió otra cosa que decirle de pillarle algo, a lo que él me preguntó si le estaba vacilando. Le dije que era colega de Hugo, por si eso ayudaba y por suerte acabó siendo así, pasando a preguntarme qué quería, aunque sin dejarme responder me ofreció lo que ya probé anteriormente junto a Hugo.

Le dije que buscaba algo que tuviera el efecto contrario, porque lo que necesitaba era descansar en vez de ponerme como una moto, y él me dijo que tenía algo que era perfecto para descansar bien. Me dio dos dosis de algo de lo que no me dijo el nombre en ningún momento, aunque sí que me explicó por encima cómo tenía que consumir aquello. La broma me salió por 30 euros, pero con la pinta que tenía esa situación, mejor no tentar a la suerte. Si hasta parecí caerle bien, dándome su número y todo por si me animaba a pillarle más. También me reconoció que pensaba que era un segurata al verme tan alto, musculado, tatuado y demás. Así que habiendo salido de ese apuro regresé con Hugo y las chicas, donde estuve un rato más, aunque ellas se tenían que ir al poco porque tenían que hacer un viaje al día siguiente y no querían estar reventadas, por lo que charlamos un poco más hasta que dijeron de irse, dejándonos a Hugo y a mí allí, en una noche en la que no había tanto movimiento como en otras ocasiones, aunque era viernes, y no sábado.
 
Un rumbo muy peligroso está tomando esta "amistad" con Hugo. :cautious:

Javier adentrándose a un mundo que ni necesita conocer, ni luego extrañar. :mad:

Es exasperante la falta de carácter que muestra Javier, en todos los ámbitos de su vida se somete a lo que otros determinan. :oops:

La patética escena de la comida que comparten Andrea y Noelia en su casa, donde él, resignado se retira a comer a su dormitorio, lo describe tal cual es, un Beta que aparenta ser un Alfa.

Es duro tener esta imagen de Javier, pero su comportamiento durante todo el relato define con mucha claridad su personalidad. :rolleyes:

Estando en pareja, deja a ellas el curso de la relación, y de paso el de su vida, resultado de eso es que su vida se vuelve un caos estando solo.

Esperanza alguna de que mejore ese aspecto no logro percibirla.:rolleyes:
 
Un rumbo muy peligroso está tomando esta "amistad" con Hugo. :cautious:
wizqV-.gif
 
Atrás
Top Abajo