Reencuentro con Elena

A mí me gustaría que le echara valor y le confesará a Ángela sus sentimientos. Harían una buena pareja.
A mi me habría gustado que lo hubiese hecho cuando lo tenía que haber hecho, era el momento. Hay trenes que solo pasan una vez por tu vida, Ángela pasó hasta dos veces, ya si a la segunda ni eso ... aunque dicen que no hay dos sin tres ... :unsure: ... pero, no, definitivamente el momento pasó, Ángela era un regalo de Dios y lo despreció ... ahora Javi está en manos del caos y el "Ángel Caído" ... :devilish:
 
A mi me habría gustado que lo hubiese hecho cuando lo tenía que haber hecho, era el momento. Hay trenes que solo pasan una vez por tu vida, Ángela pasó hasta dos veces, ya si a la segunda ni eso ... aunque dicen que no hay dos sin tres ... :unsure: ... pero, no, definitivamente el momento pasó, Ángela era un regalo de Dios y lo despreció ... ahora Javi está en manos del caos y el "Ángel Caído" ... :devilish:
Además que Ángela creo que le hubiera dicho que si, porque Ella siente lo mismo.
De todas formas yo no descarto que al final se lo confiese.
 
Además que Ángela creo que le hubiera dicho que si, porque Ella siente lo mismo.
De todas formas yo no descarto que al final se lo confiese.
Ya es tarde ... demasiado tarde. Si Javier lo hiciese ahora ¿Porqué lo haría? ¿Por lo que sentía entonces? ¿Para huir del caos actual? ¿Por ella o por él? ... ya es tarde, se ha cargado la magia.
 
Menos mal que a Javi le quedan sus "amigos de siempre", a ver si Hugo se une al grupo o pasa todo lo contrario ... :devilish:

Como decían los grandes filósofos:

"Un amigo fiel es un alma en dos cuerpos."
"El amigo es otro yo. Sin amistad el hombre no puede ser feliz."
"La amistad perfecta es la de los buenos y de aquellos que se asemejan por la virtud."
"Algunos creen que para ser amigos basta con querer, como si para estar sano bastara con desear la salud."
"Un amigo fiel es un refugio seguro, quien lo encuentra ha encontrado un tesoro. Un amigo fiel no tiene precio y su valor es incalculable."

Aunque Javi debe tener muy presente que:

"El amigo de todo el mundo no es un amigo."
"El hombre solitario es una bestia o un dios."

Y, sobre todo que:

"No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho."
Y que ... "el buey es lento pero la tierra es paciente." ... hasta cierto punto, claro.
 
Ángela está esperando que Javi la diga ven y dejarlo todo, y Javier está esperando y deseando que Ángela le diga ven y dejarlo todo, e ir a casa de Ángela de rodillas cual penitente purgando sus errores, que últimamente está en racha y no hay día que no la cague más de una vez.

Con Noelia tiene un problema serio, que además él ha alentado acostándose con ella repetidamente. Por como está Noelia de la cabeza, Javi se está moviendo en tierra peligrosa.
 
Capítulo 686

Mientras hablaba con ella me fijé en que mis amigos estaban todos juntos y me gustaba lo que veía, por eso volví con ellos, para seguir charlando y viendo cómo de bien se estaba integrando Hugo en el grupo. Aunque me alejé un poco cuando me empezaron a llamar al móvil. Pensaba que era Noelia y ya le iba a echar un rapapolvo, pero me llevé la grata sorpresa de que se trataba de Ángela. Estuvimos hablando durante un buen rato, quedándome yo en la calle. Lo que más me llamó la atención fue que se había enterado de la presencia de Hugo, preguntándome por él. No sabía cómo podía haberlo hecho, por eso le pregunté. Me dijo que las chicas le habían informado por la tarde, teniendo que ser en ese momento en el que se quedaron algo apartadas de nosotros. Así que le comenté quién era y porqué éramos amigos. Ángela se alegraba mucho de que tuviera a alguien más en la ciudad aparte de mi compañera de piso, aunque mi amiga no estaba enterada de cómo iba la cosa con ella últimamente. Pero le agradecí las palabras y le pregunté qué hacía ella.

Resultó que tenía un plan similar al nuestro, pero que se estaba yendo a casa ya. No era tan tarde, siendo entorno a las 2 de la mañana, por eso le pregunté si todo iba bien, respondiéndome ella que sí, pero que no le apetecía mucho estar de fiesta, porque no tenía mucha confianza con la gente de allí, cosa que me extrañaba por lo extrovertida que era ella. Le volví a preguntar si todo iba bien para asegurarme y me respondió lo mismo, pero me reconoció que se sentía un poco sola y que echaba de menos muchas cosas. Yo también le dije que le echaba mucho de menos y que no podía esperar para verla en navidades, porque el único puente en el que me podía escapar para verla era un par de semanas antes de que ella viniera y para eso pues ya me esperaba a que ella volviera. Noté cierto tono tristón en su manera de comunicarme aquello, por lo que quedé con ella para hacer una videollamada al día siguiente para hacerle algo de compañía, cosa que ella aceptó encantada, diciéndome que me dejaba ya para irse a descansar y que yo pudiera aprovechar para seguir pasándolo bien.

Sin embargo, cuando volví al local no veía a mis amigos. Estuve un rato buscándolos y pensando dónde podrían estar. Hasta miré la hora, dándome cuenta de que sí que había estado tiempo hablando con Ángela. Lo hice demasiado apartado quizá al no darme cuenta de que ya se habían ido como me acabé enterando al preguntar a los amigos que teníamos en común. Hasta los llamé al móvil, pero ninguno me respondía. Me imaginaba qué podía estar pasando, por lo que opté por irme a casa de mis abuelos para pasar allí la noche. No tenía la certeza de que estuvieran los cuatro juntos, pero me imaginaba que sí al no estar ninguno de ellos. Según me dijeron, salieron casi a la vez todos de allí y blanco y en botella... La verdad es que me daba un poco de corte que todo hubiera acabado así. Tenía en mente hacer algo, pero lo que me imaginaba era hacer un trío entre Irene, Mario y yo como mucho mientras Hugo se quedaba durmiendo en la habitación de invitados. O como mucho con Sofía uniéndose a nosotros. No pensaba que a Hugo le fuera también aquello y la verdad es que me cortaba un poco presentarme allí y entrar de manera forzada al asunto.

Por eso me acabé marchando a casa de mis abuelos, entrando con cuidado de no despertar a nadie y cogiendo algo de ropa que tenía allí de cuando mi madre se fue a vivir con ellos, llevando consigo la ropa que yo no me llevé cuando me mudé. Le di un susto bastante grande cuando la desperté para decirle que iba a pasar la noche ahí, para que no fuera luego el susto mayor al encontrar a alguien durmiendo donde no debía. Pero no pasó nada y me fui a la cama sin tener ninguna respuesta por parte de mis amigos. No fue la fiesta que tenía en mente conforme se iba acercando el día, aunque tampoco fue desastrosa, pero la esperaba bastante más diferente, sobre todo hacia el final. Pero al menos ellos se lo estaban pasando bien. Sin embargo, a mí me costaba dormir y miré el móvil una vez más, encontrando un mensaje de Noelia en donde me decía que ojalá lo pasara bien en la fiesta a la que había ido y que tuviera cuidado y no me pasara bebiendo. Me extrañó mucho el mensaje en sí, sobre todo al ser ya tarde de madrugada, pero tampoco es que me parara mucho a pensar en ello, dejando el móvil apartado tratando de descansar.

Durante la mañana del día siguiente me intenté poner en contacto con mis amigos. Con los cuatro, pero tampoco quería hacerlo muy temprano, porque sabía que estarían durmiendo, así que fui a por algo para que pudiéramos desayunar mi familia y yo. Al volver me percaté de algo e inmediatamente lo relacioné con ese estado de nerviosismo que le vi a mi madre en la breve visita que les hice el día anterior. Veía una señal de que mi hermano había estado ahí y el día anterior no estaba, lo que significaba que había ido después de haberlo hecho yo. Mi idea era despertarlos a todos para decirles que había traído desayuno, pero la verdad es que me quedé unos minutos sentado en la cocina, yo solo en silencio pensando en ello. ¿Habría ido solo o con la misma persona con la se presentó el día de reyes en casa? No era el momento de ponerse a pensar en eso y la verdad es que poco me importaba ya, así que me levanté y fui a despertar a mi madre, haciéndolo ella con los demás para desayunar juntos en la cocina, dándome las gracias por el detalle que tuve y preguntándome qué hacía ahí.

Les conté lo que pasó, aunque sin entrar en detalles, porque tampoco tenía nada que ocultar. Simplemente comenté que me había despistado un poco en la fiesta con una llamada telefónica y que mis amigos parecían haberse descolgado de la fiesta y al final acabé durmiendo allí. Hubo algún comentario en el que se decía que vaya amigos tenía si se olvidaban de mí y no podían cogerme el móvil y les reconocí que fue algo que me molestó, pero que tampoco era para decir eso, apoyándome mi madre al decir que los conocía y sabían que eran buenos amigos. Después de desayunar fue cuando empezaría a hacer llamadas y a mandar mensajes, pero ninguno daba señales de vida. Ni abrían los mensajes siquiera, así que pensé que debieron tener una buena noche para no enterarse de nada. Es que ni para la hora de comer lo hicieron, quedándome en casa de mis abuelos, teniendo la vista de algún familiar más como era costumbre para almorzar allí al ser domingo y juntarse. Fue algo que hice tranquilo y que de hecho disfruté, pues hacía muchísimo que no participaba en esas reuniones, cuando era lo más normal cuando era pequeño, juntándonos cada sábado y domingo allí para comer toda la familia más allegada por parte de madre.

Sobre las 4 de la tarde tendría la primera noticia de ellos. Y sería por parte del que conocía de hacía menos tiempo, de Hugo. Me pregunta a si había pasado algo con tanta llamada y tanto mensaje que le envié y sí que le eché un poco la bronca, entendiendo él que estuviera molesto por lo que hicieron y pidiéndome disculpas, aunque me dijo que no tenía ni idea de dónde estaban Irene y Mario, cosa que me extrañó. Por eso le pedí explicaciones, contándome él que se había quedado a dormir en casa de Sofía y que se acababa de despertar, porque estaba muerto de hambre. Me dijo que tanto él como Sofía se habían dejado los móviles en el salón y que no se habían enterado y ahora estaban preparándose algo de comer, contándome además que había informado a Sofía del motivo de mis llamadas, porque también se había preocupado. Aunque luego me pidió que me pusiera en contacto con mis otros dos amigos, porque no tenía más ropa allí que le disfraz con el que había estado toda la noche, recordándole yo que ya lo estaba intentando y que solo me quedaba ir a su casa para llamar al timbre hasta que me abrieran, cosa que iba a tener que acabar haciendo si no conseguía hablar con ellos.

Pero no tardaron mucho más en devolverme las llamadas, preguntándome si me encontraba bien y demás. Les devolví la pregunta como respuesta, porque no me parecía normal que desaparecieran sin decir nada y no dieran señales de vida hasta ese momento, aunque Irene le restaba importancia a ello, contándome que también había hablado con Sofía y que querían quedar para tomarse un café tranquilamente, porque no ninguno tenía mucho cuerpo con la resaca que llevaban encima. Ni siquiera me preguntaron por mi opinión y hasta me dijo que fuera a su casa para coger nuestras cosas y que Hugo se pudiera vestir. Algo mosqueado, fui hasta su casa andando, porque el coche lo dejé allí aparcado y cuando llegué cogí mis cosas y las suyas y me fui a casa de Sofía para dejarle a mi amigo su mochila con todo lo que se había traído. Sí que vi la cara de Mario de resaca y la de Irene también, aunque más de pasada para no pararme mucho. Y con los otros dos igual, volviendo a casa de mis abuelos para esperar a que todos se dieran una ducha para irnos a alguna cafetería.

A la hora o así fui a por Sofía y Hugo mientras que Irene y Mario se nos adelantaron, esperándonos ya en la cafetería. Allí se comentó un poco lo que ocurrió la noche anterior, aunque no lo que más me interesaba a mí, pues estaba esperando a que todos me dieran una explicación de porqué me dejaron tirado. Las chicas se pusieron a hablar de a quien vieron y dejaron de ver, mientras que Mario y Hugo estaban más pendientes del fútbol, que había puesto por alguna televisión de allí. Yo me mantuve callado de primeras, porque seguía un poco mosca con lo ocurrido hacía varias horas y con todo lo que se sumó después, aunque al final sí que saqué el tema para ver qué había pasado. Irene y Mario comentaron que se encontraban cansados después de toda una semana de trabajo y de la comida familiar que tuvieron la tarde anterior, porque estuvieron andando por la ciudad para desplazarse de algún local a otro y acabaron retirándose para dormir, pensando que nosotros querríamos seguir. Además de ello, me dijo que pensaba que a mí me había salido un plan al haber desaparecido tan de repente y no volver.

Sofía dijo que pensaba que yo me había ido con ellos dos y que a lo mejor estábamos ocupados, cosa que llamó la atención de Hugo, pero éste no hizo ningún comentario. Creyó oportuno no molestarnos y le sugirió a Hugo dormir en su casa, porque no tenía otro sitio al que ir. Una vez dadas esas explicaciones, me pidieron a mí las pertinentes por ese momento extenso en el que desaparecí. Les conté que estaba hablando con Ángela, pasando a contarles por encima cómo se encontraba y que solíamos mantener mucho contacto, porque se le estaba haciendo un poco cuesta arriba adaptarse. O más que eso, el problema principal era que echaba de menos muchas cosas de aquí. Estuvimos hablando un poco de ella, preguntando Hugo alguna que otra cosa, porque yo ya le había hablado de ella, pero no conocía algunos detalles. A ellas les daba pena que se hubiera ido tan lejos y que no pudieran verla regularmente, porque les caía muy bien. Y también comentaron que yo debía sentirme un poco triste por lo mismo, asintiendo yo, porque ellas ya lo sabían de sobra. Mario me sugirió que fuera a verla, pero solo tenía por delante el puente de primeros de diciembre y el de noviembre también, pero tenía dos problemas con éste último: era en dos días, lo que lo hacía muy precipitado para pillar un billete de ida y otro de vuelta a buen precio y también porque el lunes trabajaba en la academia, porque ese día no librábamos.

Y para ir en diciembre, pues me esperaba un par de semanas más, ya que iba a venir ella para pasar las navidades aquí. Así que esperaría a que ella viniera, pero ellos me volvieron a sugerir que fuera a verla, porque seguro que nos vendría bien a los dos. Su insistencia me llevó a preguntarles si sabían algo que yo no supiera, pero no era así, porque sí es verdad que habían hablado con ella, pero no les había contado nada en especial, aunque sí que le notaban un poco de bajón. Pero a la vez la veían contenta e ilusionada con su nuevo trabajo, por eso no se llegaban a preocupar del todo. La conversación después de eso fue por otros temas, aunque tampoco tardamos mucho en irnos, porque ni estaban para seguir mucho más fuera de casa con la resaca que tenían, ni quería volver tarde a casa para poder hacer la videollamada que tenía pendiente con Ángela. Así que nos despedimos y nos pusimos en marcha para volver, yéndose los demás a su casa.

-Te ha molestado haberte quedado solo, ¿verdad? -me preguntó Hugo a medio camino.
-¿Tú qué crees?
-Te juro que pensamos que te habías ido con Irene y Mario. O con otros.
-Pues no. Estaba en la calle. Al lado, hablando con mi amiga. Menos mal que me llevé las llaves...
-Pues sí. Menos mal.
-Claro... Porque si no...
-¿Eh?
-Pues que se te habría jodido el plan, ¿no?
-¿Qué plan?
-Hugo...
-¿Qué pasa? Que lo de irme con Sofía es por lo que hemos dicho, ¿eh?
-Ya. Claro... Pero que me da lo mismo, ¿sabes? Bien por vosotros.
-No sé qué piensas que ha pasado, pero te estás equivocado.
-Seguro.
-¿Y qué es eso que ha dicho Sofía?
-¿El qué?
-Lo de que a lo mejor os ibais los tres a casa.
-¿Quién?
-Irene, Mario y tú.
-¿Qué pasa con eso?
-Pues que ha sonado a que... ¿Os lo montáis los tres?
-¿Y pasa algo si es así?
-No. Nada. Pero me cuesta imaginarlo.
-¿Por?
-No sé... A ti te gustan mucho las mujeres como para hacer un trío con otro hombre. Y ellos son pareja, joder...
-Ya. Es una locura, ¿verdad?
-No me lo imagino.
-Pues no le des más vueltas entonces.
-Y lo de tu amiga Ángela...
-¿Qué pasa con ella?
-Nada, que habéis hablado de ella y parece que la echáis mucho de menos.
-Pues claro.
-¿Y tú? ¿Estás bien?
-¿Y esa pregunta?
-Parece que es muy especial para ti. Más de lo que me haya podido imaginar con lo que me has contado.
-Pues sí. Es alguien muy especial para mí.
-¿Y por qué no vas a verla?
-Ya lo he explicado.
-¿Y no tienes ganas de verla?
-Joder, muchas.
-Pues lo mismo deberías ir. Seguro que a ella le hace mucha ilusión.
-Ya, pero es que es difícil y para ir para un día solo, pues...
-Bueno, intenta buscar un hueco. O en el puente de diciembre, aunque vaya a venir en dos semanas. Tú dale una vuelta.
 
Al final, no vaya a ser que esa falta de interés por parte de sus amigos, lo acerque a noelia, lo que faltaría.

Si su mamá estaba nerviosa, era porque elena estaba ahí. De otra forma por qué lo estaría?, ella no sabe que Javi lo molió a golpes a su hermano.
 
Yo me iría planteando ir cambiando de amigos. Y a mí Hugo no me gusta nada de nada de nada, pero de nada, nada, nada, cuando n tiende a infinito.
Por otra parte, está bastante claro lo que le pasa a Ángela, porque a Javi le pasa igual.
Aunque no lo quieran reconocer, los dos sienten algo que si no es amor es muy parecido. Ya va siendo hora de que se sinceren.
 
Yo me iría planteando ir cambiando de amigos. Y a mí Hugo no me gusta nada de nada de nada, pero de nada, nada, nada, cuando n tiende a infinito.
Por otra parte, está bastante claro lo que le pasa a Ángela, porque a Javi le pasa igual.
Aunque no lo quieran reconocer, los dos sienten algo que si no es amor es muy parecido. Ya va siendo hora de que se sinceren.

Pienso igual de Hugo.

Y además de los sentimientos que se tienen Angela y Javi, la distancia no hace más que idealizar al otro… a ver qué pasa.
 
Al final, no vaya a ser que esa falta de interés por parte de sus amigos, lo acerque a noelia, lo que faltaría.

Si su mamá estaba nerviosa, era porque elena estaba ahí. De otra forma por qué lo estaría?, ella no sabe que Javi lo molió a golpes a su hermano.

Ya casi tenemos la certeza que David sí estuvo, de Elena lo suponemos por asumir que es pareja de él, cosa que Keranos nunca ha querido aclarar.
 
Yo me iría planteando ir cambiando de amigos. Y a mí Hugo no me gusta nada de nada de nada, pero de nada, nada, nada, cuando n tiende a infinito.
Por otra parte, está bastante claro lo que le pasa a Ángela, porque a Javi le pasa igual.
Aunque no lo quieran reconocer, los dos sienten algo que si no es amor es muy parecido. Ya va siendo hora de que se sinceren.

"n" al infinito.(y)
 
Admito que la solitaria situación de Javier esa noche, puede justificarse en parte por una consecución de equívocos.

La otra parte, y que me molesta demasiado, es la actitud de los tres, Mario, Irene y Sofía, a Hugo lo dejamos fuera, por ahora.

Le conocen y saben que no se desaparecería sin dar señas, ningún intento por contactarlo, y menos por dejarse contactar por Javier.

Bastante rato que esas amistades se han venido enfriando, distancia, intereses laborales, nuevas amistades, les mantienen en mundos diferentes.

El hecho que su amistad se ha basado casi por completo en encuentros sexuales le quita solidez, sin sexo no serían tan cercanos.

En cuanto a Hugo, me genera mucha desconfianza, siempre intentando decir lo políticamente correcto, cuando en realidad ha actuado sospechosamente mal. Lo que dice con lo que hace no se condice.

Lo de Ángela tiene urgencia, Javier debe definirse pronto respecto a ella, confesarle lo que siente, lo que ha sentido y sigue sintiendo.

La distancia y la soledad le pueden volver muy vulnerable, y con lo deseable que es, no tardará en aparecer el amigo o colega que le ofrezca su compañía.
 
Admito que la solitaria situación de Javier esa noche, puede justificarse en parte por una consecución de equívocos.

La otra parte, y que me molesta demasiado, es la actitud de los tres, Mario, Irene y Sofía, a Hugo lo dejamos fuera, por ahora.

Le conocen y saben que no se desaparecería sin dar señas, ningún intento por contactarlo, y menos por dejarse contactar por Javier.

Bastante rato que esas amistades se han venido enfriando, distancia, intereses laborales, nuevas amistades, les mantienen en mundos diferentes.

El hecho que su amistad se ha basado casi por completo en encuentros sexuales le quita solidez, sin sexo no serían tan cercanos.

En cuanto a Hugo, me genera mucha desconfianza, siempre intentando decir lo políticamente correcto, cuando en realidad ha actuado sospechosamente mal. Lo que dice con lo que hace no se condice.

Lo de Ángela tiene urgencia, Javier debe definirse pronto respecto a ella, confesarle lo que siente, lo que ha sentido y sigue sintiendo.

La distancia y la soledad le pueden volver muy vulnerable, y con lo deseable que es, no tardará en aparecer el amigo o colega que le ofrezca su compañía.
A mí me da que uno de los dos debería dar el paso, porque está claro que entre Ángela y Javi hay algo más que amistad.
Si yo fuera Javi, me lanzaba .
 
Capítulo 687

No sé qué les había dado a todos de repente con el tema de Ángela, pero tampoco hablamos mucho más del tema, porque él también tenía una buena resaca y estuvo descansando la vista el resto del viaje. Ya en casa, después de dejarlo a él en la suya, me acomodé y le dije a Ángela de hacer la videollamada aprovechando que estaba solo en casa y no dejarla para después cuando ya se hiciera tarde y tuviera a Andrea en casa y probablemente a alguien más, porque me apetecía estar tranquilo y con Noelia por allí iba a ser imposible. Así que la llamé en cuanto terminé de colocarlo todo, allí mismo, en mi habitación, para tener más intimidad por si decía de venir alguien más. Aunque la pillé duchándose y tuve que esperar a que terminara, porque ella tenía su ritual al darse un baño de vez en cuando, echarse sus cremas y demás para quedarse totalmente relajada. En cuanto abrió la videollamada la vi más animada de lo que podía aparentar con la conversación que tuvimos la noche pasada, aunque también estaba más pendiente de lo guapa que estaba pese a estar vestida de ir por casa, pero es que me encantaba verla al natural sin nada de maquillaje y esas dos trencitas típicas suyas.

Estuvimos hablando con más detenimiento todas las cosas que tratamos la noche anterior, preguntándome ella con curiosidad por la fiesta a la que había ido, cómo íbamos disfrazados y demás. Así que le empecé a describir bien todo, aunque ella no conocía mucho a mi grupo de amigos, porque no había tenido la ocasión de salir con ellos. Me contaba que solo había ido una vez, al poco de conocer a Irene y Mario, en alguna de esas ocasiones en las que se quedaba para cenar todos en un bar. Fue una ocasión en la que ni yo ni mi expareja estábamos por allí, porque nos pilló con un plan entre manos y efectivamente, yo no me acordaba de haberla visto con todos los demás. Pero igualmente se interesó por cómo iban disfrazados y por cómo era el ambiente. Luego me contó lo que hizo ella, siendo algo muy normalito y casi que por compromiso. Le pregunté si había algún problema con la gente con la que trabajaba, pero nada más lejos. Me contaba que todos eran muy majos y que le habían dado la bienvenida muy bien, esforzándose por integrarla y demás al ver que le interesaba mucho el tema. Recurría a lo que ya me había contado a mí en alguna ocasión, al igual que hizo con mis amigos: echaba muchas cosas de menos.

Traté de buscar una manera de que se sintiera mejor y que dejara así de pensar en esas cosas, pero sabía que iba a ser solo momentáneo y que seguramente después de la llamada volvería a pensar en eso. Aunque traté de hacer que se distrajera durante esos minutos que estábamos reunidos. Le empecé por recordar nuestro viaje a Manchester, el cual no quedaba tan lejos. Vi cómo puso una buena sonrisa en su cara cuando le empecé a hablar de aquello y se animó bastante a comentar todo lo que hicimos ese fin de semana que yo pensaba que sería tan diferente y que cambió las cosas entre nosotros, porque su manera de abrirse a mí hizo que la viera con otros ojos, especialmente cuando sacó el tema de su padre. Hablamos de ello para que se distrajera a cambio de abrir un poco alguna herida que aún tenía reciente por su marcha a Francia y por no buscar una relación que me hubiera gustado empezar con ella, aunque pagué ese precio con sumo gusto con tal de verla sonreír.

Aunque tras un buen rato hablando de aquello, volvimos a lo de la fiesta del sábado noche, porque le dije que llevé a mi amigo Hugo y que había conocido al resto allí. Le entró curiosidad por saber si acabamos todos bien la noche. Me reí un poco con desgana, algo que llamó su atención. Le expliqué que sí que esperaba que la noche fuera bien, aunque lamentablemente no fue así para nada. Ella me preguntó qué había pasado y le expliqué que en lo que nosotros hablábamos ellos se fueron desperdigando y acabé solo. Riendo, me decía que no lo podía creer y a la vez me pedía perdón por haberme chafado la noche, aunque le dije que no había sido así para nada, porque me gustó mucho hablar con ella y se me pasó el momento muy rápido. Aquello hizo que volviera a poner una sonrisa en su cara y me dio las gracias por esas palabras, diciéndome a mí lo mismo, porque necesitaba ese contacto con alguien que conociera de manera más cercana.

Entre una cosa y otra acabamos hablando de temas más íntimos, porque como no tuve suerte esa noche, le entró curiosidad y me preguntó cuánto llevaba sin irme a la cama con alguien, reconociéndole yo que ya llevaba unos días, aunque sí que había tenido sexo con cierta regularidad, con ella riendo divertida. Pero yo también quería saber, por eso le pregunté. No me extrañó cuando me dijo que la última vez que había echado un polvo fue conmigo, pues tampoco hacía tanto que se había ido. Me dijo que no tenía tampoco muchas ganas y que cuando las tenía, pues se aliviaba y a otra cosa. Hasta me comentó que Finn no le había vuelto a hablar desde que nosotros nos empezamos a ver. Siguiendo con la curiosidad le pregunté cuánto llevaba sin aliviarse y me dijo que llevaba unos días ya. Con la tontería nos fuimos poniendo a tono y empezamos a decirnos alguna que otra guarrería hasta que le sugerí que se empezara a tocar.

A ella le hacía gracia y me decía que le costaba ponerse así tan de repente y a palo seco. Le recordé que cuando nos veíamos antes de que se fuera, no necesitaba gran cosa para que le entraran ganas, con ella riendo, aunque decía que no era lo mismo estar en persona que al otro lado de la pantalla. Así que me quité la sudadera para ver si eso le ayudaba a ponerse a tono del todo, diciéndome que no estaba nada mal. Hasta hice la tontería de apretar para marcar músculos, con ella aplaudiendo entre risas. Aunque me preguntó si tenía por ahí aceite de bebé para echarme un poco por el cuerpo y la verdad es que yo no gastaba de aquello, pero le dije que me esperara un momento para ver si mi compañera de piso tenía. Así que fui a su baño y vi que tenía un bote junto a alguna que otra crema y algo de maquillaje, por lo que me eché un poco y me lo empecé a esparcir al volver a mi habitación. Me encantó cómo olía y hasta empecé a apretar de bueno los músculos para marcar más.

A Ángela le gustaba lo que veía, haciendo hasta un sonido que a mí me hizo gracia. Ya se le empezaban a marchar esas chapetas que siempre le salían cuando se excitaba. Le dije que estaba guapísima y que me encantaba ese peinado suyo con sus trenzas. Empezó a poner caras de niña buena y rio, aunque la cosa se empezó a animar más y se quitó su sudadera varias tallas más grandes de la suya para quedase con una camiseta de tirantes, marcando pezones. Llevaba sin sexo varios días y antes de ir a mi ciudad esperaba tener después de la fiesta, no siendo así, por eso se me puso dura de momento al verla de esa manera. Bajé la persiana, cerré la puerta de mi habitación y di la luz para que me pudiera ver bien, con ella animándose también al dar más luz en la habitación en la que se encontraba, preparando la cámara para tener un mejor ángulo. Poco a poco empezamos a subir la temperatura con las cosas que nos decíamos.

Hasta empezamos a hacer algún juego para desnudarnos lentamente y como nos dijéramos el uno al otro. Ángela me reprochó un poco que no siguiera depilado entero como a ella le gustaba cuando me quedé en boxers y vio el vello que tenía por las piernas, así como el que empezaba a asomar por el pubis cuando empecé a bajar mis calzoncillos de manera lenta. Le dije que así me resultaba más cómodo y que no tenía ese picor molesto todo el tiempo y por todo el cuerpo, que bastante tenía con las zonas que ya cuidaba de por sí como para sumarle otras más. También le dije que seguro que ella ya no lo llevaba como más me gustaba al no tener que darme ese gusto por no poder vernos, aunque me dijo que lo mismo me llevaba una sorpresa y que quizá estaba equivocado. Aquel comentario hizo que me entraran más ganas, por eso me entró la prisa y me lo quité todo de golpe para empezar a tocarme, mirándome ella con atención con media sonrisa en su cara. Le pregunté si le gustaba lo que veía, respondiendo ella asintiendo con su cabeza en lugar de decírmelo directamente.

Le rogué que no me hiciera espesar más y que me enseñara lo buena que estaba, levantándose para quitarse su camiseta y quedarse con las tetas al aire, aprovechando yo para tocarme con más intensidad, aunque no se quedó ahí, pues se quitó los leggings negros que llevaba para quedarse con un tanga blanco que me enseñó bien al mover su culo de un lado a otro, ganándose que le soltara un buen piropo, aunque quizá fui demasiado explícito. En cualquier caso, hice que se riera una vez más y ella se sentó de nuevo para poner sus manos en sus rodillas. Nos quedamos mirándonos mientras yo me seguía tocando, prestándome ella mucha atención y pasando yo a preguntarle por qué paraba. Ella decía que le daba un poco de vergüenza, quedándome yo pasmado por su salida y preguntándole por qué. Decía que no se había encargado de mantener aquello muy arreglado y que le daba vergüenza que le viera así.

Más ganas me entraron aún de verla sin nada, tanto por curiosidad, como por pensar que lo tendría diferente, en específico como a mí más me gustaba con un triángulo en su zona íntima. Le pedí por favor que me dejara verlo y que continuáramos con aquello, porque estaba muy excitado. Así que ella se quitó su tanga rápidamente, aunque lo hizo de tal manera que no pude apreciar nada, tapándose con una mano además de cerrar sus piernas. La veía bastante roja y la verdad es que estaba para comérsela. Le dije que ojalá la tuviera a mi lado, porque me moría por ganas de estar con ella en ese momento y de verla así. Poco a poco abrió sus piernas y fue quitando su mano para dejarme verlo y me encantó. No era nada exagerado como cabría esperar con lo que comentó, porque tan solo tenía algo más de vello repartido por su pubis, como si la franja que se dejó se hubiera expandido un poco, aunque también estaba el detalle de que tenía el pelo de esa zona un poco más largo. Ángela se tapaba la cara con sus manos por la vergüenza, aunque se la destapó cuando le dije que me encantaba, con la voz un poco ida por lo cachondo que estaba.

Verla así hizo que me empezara a masturbar con ganas y con fuerza y ella al verme así también se empezó a tocar, aunque tuve que pedirle que cambiara un poco la manera de hacerlo, pues entre que se metía uno o dos dedos con una mano y con la otra se tocaba el clítoris, pues me tapaba el detalle ese que tanto me gustaba. Me complació al cambiar sus manos para dejarme verlo todo bien y estuvimos unos momentos dándonos autoplacer mirando cómo lo hacía el otro. Ángela estaba preciosa. No podía verla más guapa y más mona. Me moría por tenerla pegada a mi cuerpo en ese momento, por besarla, por olerla... Pero por desgracia no podía ser. Sin embargo, sí que disfrutamos de una buena sesión de cibersexo que no llegó a una duración extensa precisamente, pues ambos nos calentamos mucho una vez nos desnudamos. Yo fui el primero en acabar al hacerlo sobre mi torso, llegándome un chorro a la barba incluso. Ella llegó mientras me veía acabar a mí, escapándosele algún que otro gemido alto. Ambos quedamos extasiados, con ella teniendo sus ojos cerrados mientras que yo la miraba serenarse. Me encantaba verla así, aunque se volvió a poner colorada cuando abrió sus ojos. Rápidamente se empezó a tapar, haciendo yo algún comentario que hizo que le entrara la risa en lo que me limpiaba con papel.

Charlamos un rato más, de manera distendida y sin tener que ver con lo que acabábamos de hacer, aunque dejamos de hablar no mucho tiempo después, pues se acercaba la hora de la cena y quería prepararse algo. Así que colgamos, despidiéndonos hasta la próxima vez que habláramos y dándonos las buenas noches. Era algo temprano aún, por lo que me di una ducha para limpiarme mejor y poder dormir así más cómodo, dándome un buen susto al salir al toparme con Andrea y darme de bruces con ella, teniendo la suerte de que iba con la toalla enrollada a la cintura, porque de no ser así me habría visto desnudo. Ni reparé en su reacción, porque me fui a mi habitación para vestirme y echar la ropa a lavar después, preparándome algo ligero para cenar y hacerlo en mi habitación mientras miraba algo en el ordenador. No vino Noelia y pude hacerlo en el salón con mi compañera de piso, pero después de un comentario que me hizo en ese encontronazo en el que me dijo que estaría bien que le respondiera los mensajes a Noelia, prefería hacerlo tranquilamente sin que empezáramos de nuevo a discutir por lo mismo de siempre. Y ahí me quedé, solo y tranquilo en mi habitación, haciendo sueño mientras jugaba a algo o me veía alguna película, intentando después descansar para empezar una nueva semana.

El lunes fue un día normal, casi como cualquier otro. Nosotros no hicimos puente, cuando lo más normal era que sí lo hiciéramos al ir al compás de los alumnos, quienes no tenían clases. Y tampoco es que fuéramos una academia tan grande como para tener que estar siempre disponibles, pero al parecer no habían sido pocas las veces que muchos padres y madres habían ido con quejas cuando se cerraba en los puentes, porque decían que teníamos que estar algo más pendientes de los niños y niñas para que sacaran buenas notas, animándonos incluso a ponerles ejercicios para los días que fueran festivos y que pudieran continuar ocupados. Yo lo veía de otra forma, porque era bastante evidente que la mayoría de ellos lo que querían era quitárselos del medio para poder estar tranquilos un rato. Por eso mismo pensaba también que estaban interesados en que les mandáramos actividades para casa. A mí no me importaba mucho, porque poco iba a variar mi día a día teniendo en cuenta que no hacía gran cosa cuando no tenía que ir a trabajar, aunque mi jefa nos prometió que en el de diciembre no habría nada de problema.

Tenía unos días bastante buenos para descansar y poder hacer algo más fuera de lo común, como irme a Francia a ver a Ángela, pero seguía pensando que era un poco tontería cuando pocas semanas después iba a venir ella misma por las fiestas. Tenía tiempo para comprar billetes de ida y vuelta con bastante tiempo de antelación y que así me salieran a buen precio, pero no lo veía necesario. Las clases se dieron bien, aunque más que eso, tranquilas, ya que muchos faltaron por ser puente. No teníamos ni la mitad de las clases que solíamos tener en lo que a cuantía de alumnos se refiere. Los que más acudieron eran los de ciclos, que lo hacían por un intentes más grande que el que pueda tener alguien que va a primaria o secundaria. Lo bueno de aquel día fue que al llegar a casa todo estaba muy tranquilo. Andrea me dejó un mensaje en el que me decía que estaba en casa de Noelia y que seguramente iba a pasar allí también la tarde, que no la esperara ni para comer ni para cenar.
 
Cómo ha cambiado para mal Andrea desde que se junta con Noelia.
Por otra parte, es muy evidente la atracción que hay entre Ángela y Javi. No sé porque no es valiente y le confiesa la verdad, porque Ella siente lo mismo. Está desaprovechando una gran oportunidad y quizás, cuando se decida, sea ya tarde. Es que no le entiendo.
Se que las relaciones a Distancia son difíciles, pero no puede guardarse eso más tiempo.
 
Por otra parte, es muy evidente la atracción que hay entre Ángela y Javi. No sé porque no es valiente y le confiesa la verdad, porque Ella siente lo mismo. Está desaprovechando una gran oportunidad y quizás, cuando se decida, sea ya tarde. Es que no le entiendo.
Se que las relaciones a Distancia son difíciles, pero no puede guardarse eso más tiempo.
Es que Javi es así ... cuando no está en contacto con alguien se monta películas, como la que se montó de sus amigos al acabar la fiesta, y tantas otras.
Parece que si no hay contacto directo, sea en persona o por teléfono, Javi desconecta. Se muestra triste después de hablar con Ángela o cuando le hablan de ella, pero si no hay interacción ... a otra cosa mariposa, y entre esas cosas ha estado meterse droga y follar a destajo con Noelia.
He llegado a la conclusión de que el pobre chaval está completamente desnortado y que únicamente se mueve a base de impulsos y estímulos directos e inmediatos. Y así, va a dar tumbos por todos lados, lo de pensar en medio o largo plazo, que sería en lo que tendría que pensar si quisiera una relación a distancia con Ángela es impensable. Todo lo que hace es a corto plazo y movido por el último estímulo o impulso. Recuerda el tema de Valentina, el último impulso rompió su compromiso. La fuerza de sus impulsos es siempre mayor que la de sus compromisos, y eso no lo soporta una relación a distancia, y en el caso de Javi no lo soporta ninguna relación, porque sus impulsos son también las ideas con las que se come la cabeza cuando no está "convenientemente estimulado".

La única salvación para Javi es marcharse con Ángela y follar como conejos hasta el fin de sus días, con el fin de que no pase ni un solo minuto de su vida sin el estímulo conveniente, o sea que no sea otra la que lo estimule ni tenga ocasión de montarse pollos en su cabeza.
 
Última edición:
Tenía unos días bastante buenos para descansar y poder hacer algo más fuera de lo común, como irme a Francia a ver a Ángela, pero seguía pensando que era un poco tontería cuando pocas semanas después iba a venir ella misma por las fiestas.
Pero hombre, Javi, aunque solo sea por caridad, coño, que Ángela lleva sin echar un polvo desde el último que echó contigo, que te lo ha dicho bien claro.
Compra esos billetes, ve, follaos hasta reventar y, estando allí con Ángela corriéndose y perdiendo el sentido, ya decidirás si vale la pena volver o no, y te quedas allí con ella.
 
Atrás
Top Abajo