Reencuentro con Elena

Valentina, organiza una encerrona en toda regla, para cepillarse a Javi, si o sí... Y ahora dice que mejor dejen de verse.
Javi se deja llevar en exceso por sus instintos, y Valentina desea hacer lo mismo, pero se reprime.
Cuando le venga el próximo calentón, Valentina vuelve a organizar otra charla con Javi.
Por otra parte, hay un misterio por resolver en esta historia:
Cómo es que, el " irresistible para todas", Javi, no ha conseguido conquistar a su compañera de piso?
Tiene Andrea de verdad un novio?
Alguien lo ha visto?
Rechazó a Javi, porque en realidad le van las chicas?
O simplemente será la Criptonita de Javi?

Es su pareja actual. ;):oops::rolleyes::eek::cool:
 
Pobrecito Javi, todos le dicen cosas tan duras y tan feas, con esos gestos tan duros y feos ... ¡Qué injusta es la vida! ... Total por follar con Noelia o con Ángela. ¡Ya ves tú! Si te entran ganas, por lo que sea, pues se folla ¿Qué hay de malo en eso? Con sus amigos y con Valentina también follaba cuando les entraban ganas.
 
Hola, buenos días.

En fin, cuantas desgracias le caen encima al pobre Javi, sí, sí. Como ha dicho alguien arriba, se va a quedar más solo que Judas. Pues claro, si te pasas la vida tratando mal a todo el mundo, llega un momento en que todo el mundo pasa de ti, porque eres una persona tóxica, como se dice ahora. A las mujeres sólo piensa en follárselas. A los hombres, a los amigos, les oculta la verdad y no los trata bien, a su hermano, a Mario, a Hugo aún no le ha dado tiempo a putearlo...

Creo que la única persona a la que trató bien, fue Elena, salvo que no le quiso contar los problemas que tenía con su hermana, lo cierto es que siempre la amó y casi que le respetó. El problema es que la cosa explotó por otro lado y fue ella quien le mandó a la mierda.

Valentina... sí me ha sorprendido, releyendo parece sospechoso la forma que ha elegido de organizar esa "charla", como dice alguien arriba. Pero no sé, ni me encaja con una mujer así ni me encajan su reacción posterior.

Vamos a ver que le pasa al pobre protagonista la semana que viene, a ver con quien satisface sus urgencias...

Saludos y gracias.

Hotam
 
Capítulo 703

Sofía se apartó un poco bruscamente de mí. No entendí por qué hizo eso, sobre todo cuando tenía una sonrisa en su cara y me acarició la mía. Quizá le di el beso demasiado cerca de la boca, pero tampoco entendía cuál era el problema en eso, si ya nos habíamos besado en varias ocasiones, y más cosas que habíamos hecho. No le di tampoco más importancia y ella me devolvió el abrazo, para esta vez sí, marcharse de casa, pidiéndome que fuera a verla cuando tuviera ocasión si tenía algún descanso en el trabajo o algo, porque le gustaba mucho verme. No quedamos en concreto cuándo hacerlo, pero sí que dijimos que nos llamaríamos para mantener el contacto. Me quedé un poco pensativo con ese gesto de apartarse de esa manera. La verdad que es que me parecía raro, al igual que eso de no querer quedarse a comer cuando acababa de irse de casa para dar una vuelta e ir de compras. No sabía qué pasaba con ella, aunque una llamada por parte de Ángela no mucho tiempo después me distrajo bastante y se me acabó olvidando el tema.

Le conté a Ángela lo mismo que a Sofía, porque me llamó interesándose por cómo había ido la cena con Valentina. Dijo que era una pena, aunque la notaba que no sabía muy bien qué decir. Ella no había visto ni siquiera a Valentina en persona para saber cómo era, pero con lo que le hice y con lo que le conté yo se hacía una idea y no le sorprendía tampoco mucho la reacción que tuvo esa misma mañana. Su opinión era que Valentina seguía sintiendo cosas por mí, que por eso se seguía preocupando, quería seguir viéndome y demás, pero que le entró miedo seguramente por acabar descontrolando como lo hizo. También me preguntó cómo estaba yo, diciéndole que bien, porque tampoco tenía pensado retomar nada con ella, en especial después de la mala impresión que seguía teniendo de mí y porque no nacía nada en mí al verla más allá del cariño que le cogí en su día y de ese deseo que fui capaz de complacer la noche anterior. La seguía queriendo, pero no era lo mismo. También mencionó el tema del reloj, porque Sofía la había llamado minutos antes y le había contado que se lo había dado para que se lo devolviera a sus dueños.

A ella tampoco le pareció bien que hubiera hecho eso, porque para mí seguían siendo mis amigos y así debía seguir siendo, porque estaba segura de que ambos iban a cambiar de opinión en unos días, pensando que seguro que me llamaban para volver a vernos y hacernos amigos de nuevo. Yo no lo tenía tan claro, porque ni ella ni Sofía vieron cómo estaban Irene y Mario y como me dijeron todo aquello, en especial esas últimas palabras. Dudaba mucho que nos fuéramos a reconciliar, aunque lo deseaba con todas mis fuerzas, porque ya me sentía solo de por sí en las últimas semanas, pero con esto de perderlos a ellos también, me sentía mucho más solo. Ángela parecía leerme la mente, animándome de nuevo para que fuera a verla en el puente, pero yo seguía sin verlo claro, llegando ella a decir que estaba pensando en pedirse unos días para volver antes a casa y poder verme así antes, cosa a la que me negué por miedo a que le dijeran algo o a que lo tuvieran en cuenta para mal, diciéndole que no estaba tan mal la cosa como para hacer eso, sobre todo cuando no quedaba casi nada para vernos.

La semana siguiente empezó relativamente tranquila, porque el lunes me levanté bien temprano para ir al gimnasio y recuperar algo del tiempo perdido de los días que no pude ir. No me encontré a Hugo, como solía hacer, cosa que me extrañó, pero que al mismo tiempo me vino hasta bien para poder concentrarme mejor en mis ejercicios, porque cuando nos encontrábamos nos poníamos a hablar y a veces me quedaba algo corto de tiempo. Ese día sí que rendí mejor, aunque tampoco es que hubiera descansado mucho más de lo que lo hacía últimamente como para tener más energía, pero no podía quedarme en casa sin hacer nada. Necesitaba activarme y cambiar un poco el ritmo de vida en vista a tanta negatividad. Pero me costaba. Se estaban acumulando demasiados palos en los últimos meses y sentía que tragaba y tragaba y me lo guardaba dentro todo. Quizá se me notara por momentos, porque algunos alumnos me llamaban la atención o intentaban sacar algún tema de conversación como tantas veces hacían, pasando yo a no participar en la conversación o a cortarla directamente.

Y también estaba más callado de la cuenta, más de lo que solía al intentar que las clases fueran más amenas pensando que estaría bien entablar esas conversaciones con los alumnos para que me vieran más como un colega que como un profesor al que le tienen que hacer caso cuando ni siquiera quieren estar ahí. Sacaba mi trabajo adelante, resolvía dudas, explicaba el temario que me preparaba en casa en algunos ratos muertos, pero mi cercanía no era la misma. Estoy seguro de que Andrea también notaba esto, porque ahora con lo que había pasado con mis amigos la notaba mucho más cercana que en las últimas semanas. Desde que apareció Noelia por casa, básicamente. Se esforzaba por sacarme tema de conversación mientras comíamos o cenábamos, y yo participaba, pero no de la misma manera que antes. Me limitaba a comunicarme con ella con monosílabos o con oraciones de escasa construcción sintáctica.

Me preguntaba mucho si me encontraba bien, a lo que yo siempre le respondía que sí, o simplemente asentía con la cabeza. Me sugería jugar juntos a la consola, ahora que se había vuelto un poco fanática de ello, pero yo la verdad es que tenía pocas ganas. Incluso me regaló un juego, al que jugamos juntos tan solo una vez, porque yo solía encerrarme en mi habitación para tenderme en la cama y tratar de descansar, aunque no pudiera dormir, pero al menos el cuerpo se relajaba. También miraba alguna cosa en el ordenador o en el móvil. No jugaba a gran cosa. No me apetecía simplemente. Había momentos en los que de repente sí que me entraban ganas de jugar a algo o de hacer algo en especial, pero es que segundos después se me iban las ganas completamente. Sí que me esforcé más cuando me preguntó si le podía echar una mano con el francés. No fue como hacíamos en el curso anterior, porque de tiempo no echábamos ni la mitad diría yo, pero al menos ella quedaba contenta con el resultado, porque tampoco es que tuviera gran cosa hasta el momento, además de que se ayudaba de sus amigas para hacer trabajos y demás.

Ese mismo lunes me encontraría la sorpresa de ver a Noelia tras la puerta cuando llamaron poco más de la 1 de la tarde. Estaba con sus manos juntas por delante, entrelazando sus dedos, con sus cejas caídas y pasando a mirar al suelo. Me había acostumbrado a su no presencia en los últimos días, aunque de un ligero cambio en mi rostro no pasó la sorpresa. Le dije que no quería verla, pero ella puso la mano en la puerta para impedir que la cerrara y pedirme, o más bien suplicarme que la dejara pasar, que se quería disculpar bien conmigo. Le dije que no hacía falta y que lo que quería era que me dejara en paz. Ella insistió y la dejé pasar, pidiéndole que fuera algo rápido. Entró y anduvo lentamente hacia el salón, donde dejó su mochila en el suelo, apoyada contra el sofá, pasando a sentarse en él, esperándome a que me acercara, quedándome yo de pie a su lado. Se me quedó mirando durante unos segundos y le repetí que fuera rápida.

-Lo siento -empezó, poniendo una cara triste-. En ningún momento quería que pasara nada de lo que ha pasado. No tenía ni idea de que iban a venir. Te lo juro.
-Ya...
-Javi, de verdad. No lo sabía. Si hasta lo estuvimos comentando Andrea y yo. Precisamente no quería que pasara algo así y ella tampoco sabía nada. Por eso montamos la fiesta. Fue un poco improvisado, pero tuvimos suerte de que vinieran todos.
-Sí, fue una suerte que vinieran todos -dije enfatizando esa última palabra.
-Bueno, claro... Yo me quedé de piedra cuando los vi. En realidad, me alegró verlos, porque sé que son muy importantes para ti y yo también he tratado con ellos y...
-Al grano.
-No supe qué hacer, por eso intenté llevarlo con normalidad, pero está claro que no pudo ser. Me da mucha pena que no podamos...
-¿Qué no podamos, qué?
-Pues que no podamos ser como erais... Pfff... -resopló, pasando a agarrar mis manos para que me sentara a su lado, siguiendo con ese agarre- Me gustaría que estuviéramos juntos y que todos podamos ser amigos. Quiero que todo sea igual que antes de que nos viniéramos tú y yo a vivir a esta ciudad. Me encantaría estar contigo y que ellos fueran nuestros amigos, quedar con ellos, salir juntos a cenar, hacer algún plan...
-Ya empiezas con tus delirios...
-Qué no. Que te lo digo de verdad. De corazón.
-Y yo te digo de verdad que estás delirando. ¿Cuántas veces te he dicho que quiero que me dejes en paz y que no te quiero ver?
-Muchas. Muchísimas. Pero es que yo no quiero dejar de verte. Te quiero tanto... Y no quiero que estés solo. Sé que por mi culpa lo estás. Y mucho. Y quiero llenar ese gran hueco que tienes por mi culpa.
-¿Llenarlo? ¿Cómo? ¿Metiéndote en mi casa cada dos por tres sin mi permiso? ¿O cómo?
-No. Quiero que tú seas el que quiera estar conmigo también. Me gustaría mucho poder pasear contigo de la mano, comer y cenar juntos, incluso vivir contigo. Aunque eso ya lo hemos hecho, jeje.
-Flipo contigo, de verdad.
-Javi, Andrea me ha dicho que Irene y Mario te han dado de lado. Me quiero disculpar contigo por eso. No sé cómo compensarte. Bueno, sí sé cómo hacerlo, pero también tienes que querer tú. Por favor, dame una oportunidad -suplicaba con sus ojos llenos de lágrimas a punto de desbordarse.
-No. No. No. No sé cuántas veces te lo tengo que decir.
-Pero... -dijo empezando a llorar.
-Noelia, no hay nada en este mundo que me haga cambiar de opinión. No puedes hacer nada para que sea como tú quieras.
-Pero Javi, estás muy solo y muy triste. Y yo también. ¿Por qué no nos hacemos compañía y resolvemos ese problema?
-Porque no te soporto. Nunca lo he hecho.
-Ya no soy así. Date cuenta de una vez.
-Sí que lo eres, pero estás haciendo un papel.
-No. No lo estoy haciendo. Yo también lo he pasado mal, ¿sabes? La gente cambia, como lo has hecho tú también.
-No estoy tan seguro de ello.
-¿Qué tengo que hacer para que me perdones y me des una oportunidad?
-¿Te lo tengo que decir otra vez?
-Mira, Andrea me ha dicho que no venga más por aquí, que le has dicho que se tendría que ir si me traía más. Y no he venido. ¿Ves?
-Y sin embargo estás aquí.
-Porque necesitaba hablar contigo y quería hacerlo en persona. Estamos hablando cosas importantes como para hacerlo por llamada o mensaje y para que encima no me respondas.
-¿Me lo echas en cara?
-No, no. Es que quiero hablar contigo, ver cómo te ha ido el día, pero tú nunca respondes.
-Ya sabes de sobra porqué.
-He respetado esos días que necesitabas para estar tranquilo. ¿No tienes en cuenta esos detalles?
-Lo malo pesa demasiado.
-No quiero que estés solo, por favor -dijo acariciándome la cara-. He venido ahora para que Andrea no me eche la bronca luego. Que habíamos quedado todas para hacer un trabajo juntas, pero solo tenemos disponible esta casa por una cosa u otra. A ver cómo lo hago para ayudar...
-En la biblioteca hay mucho sitio.
-No nos gusta. Algunas se distraen mucho y hacemos la mitad de lo que solemos hacer aquí.
-Mira... Me da igual que vengáis aquí mientras esto esté libre para cuando salga de trabajar.
-Eres tan bueno... -dijo acariciándome la cara de nuevo- Por favor, Javi, piénsatelo un poquito más. No quiero que estemos solos y mal. Sé que lo vamos a estar si seguimos así. Pero si estamos juntos, no. Nos podemos dar cariño y todo lo que tú quieras. Mira -decía buscando alternativas, diciéndolo incluso animada, aunque tenía la cara llena de lágrimas aún-, podemos vernos muy poco a poco si quieres. A lo mejor cuando Andrea se vaya a su casa los fines de semana. Así no nos ve nadie, si eso es un problema para ti.
-Ese no es el problema.
-Y ahora se acerca la Navidad -seguía-. Podemos vernos en esos días, que se paran las clases. Mmm, yo puedo venir en autobús o me puedo quedar unos días más y quizá podamos vernos. Mmm, no sé, para cenar, para vernos una peli, lo que tú quieras.
-Noelia, de verdad... Estás fatal.
-Fatal voy a estar si no nos vemos. No sabes la de noches que me he pasado llorando. Menos mal que Andrea ha pasado alguna de ellas conmigo y me lo ha hecho más llevadero. Es una gran amiga.
-También es mi amiga. ¿Ves cómo no estamos tan solos?
-Ya. Es verdad. Y también tengo a las demás. Pero yo necesito algo así -dijo apretándome las manos-. ¿Y tú? ¿A quién tienes además de Andrea?
-A mi amiga Ángela, a Sofía, a mi amigo Hugo. A todos los que viste aquí en la fiesta. Y a mi familia.
-Ah, ¿con Sofía no hay problema? Creía que sí.
-No. Ella siempre es muy comprensiva.
-Menos mal... Ojalá haberla conocido un poco mejor. Seguro que nos podríamos haber hecho amigas. Pero de todas maneras... A los otros que había aquí en la fiesta... Seguro que no son amigos tan cercanos como...
-Y qué más te da eso a ti.
-Por lo que te he dicho, Javi. Necesitamos a alguien más. Yo solo tengo a Andrea como alguien muy cercano. Con las demás no es lo mismo.
-Yo la tengo a ella, a Sofía y a mi amiga Ángela.
-Pero Sofía está en tu ciudad. ¿Y Ángela no andaba lejos también?
-Pero hablamos todos los días prácticamente.
-Y eso está muy bien. Pero no es lo mismo que un trato en persona.
-Bueno, ¿has acabado ya?
-Si fuera por mí seguiría y me quedaría aquí, pero quiero que veas que respeto lo que me dices, así que me voy a ir ya. Y de paso evitamos problemas con Andrea. Pero, por favor, piénsatelo. ¿Vale?
 
Lo que queda claro: Es que para Noelia, Javi no es un capricho pasajero. Puede que esté enamorada o quizá obsesionada, pero su persistencia es encomiable. Ni las humillaciones, los insultos o los desprecios la apartan de su objetivo.
De todas formas, creo que en el fondo a Javi le halaga, eso de tener a una adolescente loquita por él. Y el hecho de ser la hermana de su ex, le pone más pimienta al asunto.
Parece que de un modo insano, Javi mantuviera un vínculo con Elena a través de Noelia.
 
Lo que queda claro: Es que para Noelia, Javi no es un capricho pasajero. Puede que esté enamorada o quizá obsesionada, pero su persistencia es encomiable. Ni las humillaciones, los insultos o los desprecios la apartan de su objetivo.
De todas formas, creo que en el fondo a Javi le halaga, eso de tener a una adolescente loquita por él. Y el hecho de ser la hermana de su ex, le pone más pimienta al asunto.
Parece que de un modo insano, Javi mantuviera un vínculo con Elena a través de Noelia.
Creo que si tienes razón en lo que dices de Noelia, aunque no lo veo sano, por otro lado si Javi piensa de verdad que no quiere tener nada que ver con ella, no se por que siempre acaba cediendo, es lo que no alcanzo a entender.
 
Debemos recordar que Noelia estuvo en una relación con Alejandro, durante todo el tiempo que fue novio de su hermana Elena.

Justificó eso por lo enamorada que dijo estar por él, así, el cuento con los novios de Elena parece patológico. Será el problema con su hermana???.

Contra todo, ella me cae bien, pero llega a ser enfermizo ese deseo por Javier, una obsesión que podría causar daño a todos.

Que Javier se deje influenciar por su parecido a Elena, y que ese recuerdo no le permita ser más drástico con ella, lo hace más difícil.

Respecto a los "amigos", lo acontecido estos últimos días me hace dudar de la amistad de todos.

En general, para nada ha actuado bien él, pero peor han reaccionado ellos, salvo Valentina.

A Andrea tuvo que amenazarla con echarla para que le hiciera caso, sabiendo por él todo el daño que Noelia le hizo.

Mario e Irene exageradamente pasan de él, cuando han sido sólo dos ocasiones que él les ha ocultado cosas, ambas sí con Noelia.

La "desaparición" de Hugo parece estar relacionada a lo que suponemos pasa con Sofía.

Y siendo así, el secretismo de Sofía parece innecesario, incluso si lo de ella con Hugo escala a algo más que follamigos.

Todo ese oscurantismo me hace pensar algo peor, que el grupo de los cinco ya haya reemplazado a Javier con Hugo. :oops:




Mientras, tras una dura y sincera conversación entre ambas, se atreve a contarle todo...hay algo que no te he dicho Irene...
 
Creo que si tienes razón en lo que dices de Noelia, aunque no lo veo sano, por otro lado si Javi piensa de verdad que no quiere tener nada que ver con ella, no se por que siempre acaba cediendo, es lo que no alcanzo a entender.
Yo siento que hay cosas que Javi no se cuenta así mismo :LOL: (y por ende a nosotros), y son cosas como las que mencionas. Javi tiene una fijación, un fetiche o como quieran llamarlo que no lo expresa en su mente, que le encanta, pero que no lo menciona ni a él mismo :LOL:, aunque suene raro y gracioso.
 
Capítulo 704

Hice un gesto de agotamiento, aunque ella se lo tomó bien, supongo que porque no fue un "no" rotundo para ella. Se levantó y yo también lo hice. Me dio un abrazo y se marchó sin decir nada más. Cada vez que la veía me perturbaba por la cantidad tan grande de tonterías que decía, pero por lo menos ya se había ido y ahora estaba solo y tranquilo. Andrea no tardó mucho más en llegar, poniéndonos entre los dos a hacer la comida, aunque yo ya había preparado alguna cosa para no tardar tanto. Comimos y nos quedamos un rato en el sofá. Yo estuve pensando en el momento que Noelia había venido a casa y en todo lo que había dicho. Ella no debería saber que en realidad sí, me sentía muy solo y prácticamente no tenía a nadie más que Andrea allí, y casi ni eso por el comportamiento tan dispar de las últimas semanas. Mis amigas Ángela y Sofía estaban ahí, pero sí es verdad que no es lo mismo el trato que teníamos que hacerlo en persona. Noelia intuía cosas y la verdad es que dio justo en el clavo.

Cuando salí de trabajar por la noche me fui en coche hasta su casa, aunque no hice nada. Simplemente quería ver dónde vivía, ya que me había mandado su dirección por WhatsApp en una de las tantas ocasiones en las que me hablaba y no le hacía caso. La casa en la que vivía estaba en un barrio bonito en realidad y que bordeaba la ciudad, aunque estaba pegado justo a uno que era un poco problemático y que le seguía uno bastante peor. Pero la zona en la que ella vivía no estaba nada mal, teniendo de hecho un mirador bastante bonito y que yo había visitado bastantes veces. Además, la zona estaba muy de moda entre los estudiantes, porque había unos cuantos locales que hacían de bar, cafetería e incluso de pub. Tomarse algo en una terraza con esas vistas era algo que estaba muy bien, aunque el tiempo no acompañaba ya. La vi aparecer no muchos minutos después de llegar yo y aparcar en un sitio que era perfecto al estar varios metros retirado, pero con una buena visión de la casa.

Llegaba sola y con una mochila a la espalda. Suponía que venía de mi casa, de haber pasado la tarde con Andrea y seguramente con las demás. También la estuve vigilado algunos días más entre semana. Cuando salía de trabajar al mediodía y dejaba todo preparado en casa, me acercaba en coche, porque estaba bastante retirado el lugar en realidad. Cada vez que fui me la encontré llegando a la misma hora, que era justo lo que debería tardar andando desde la universidad hasta allí. Y por la noche lo mismo, aunque no la veía tanto. También vi entrar a otras dos chicas, pero ningún chico ni nada por el estilo. Parecía tener una rutina bastante normal dentro de lo que había. Tampoco me atosigó con mensajes o llamadas, dándome mi espacio. En esos momentos en los que esperaba verla para ver si se desviaba de su rutina pensaba que tenía razón y que me sentía bastante solo. Esas palabras calaron hondo en mí. Seguro que ella no tenía ni idea de cuánta razón tenía diciendo eso, pero no me lo podía quitar de la cabeza.

Un día, de casualidad, escuché a Andrea hablar con ella por llamada. Fue al llegar de trabajar por la noche. Ese día no fui a casa de Noelia para ver si llegaba o se iba, optando por ir directamente para cenar, porque estaba cansado. Debió ser por eso por lo que estaba en su habitación, porque como empezaba a llegar tarde a casa con la excusa de que tenía que hacer algo en la academia cuando en realidad vigilaba a Noelia, ella seguro que pensaría que ese día también iba a llegar tarde. El caso es que estaba hablando con Noelia. Lo sé, porque oí cómo decía su nombre pese a no escucharla a ella. Capté que le decía que tenía que dejar de pensar en mí, haciendo que ganara interés en la conversación para ver qué comentaban. Andrea le decía que se tenía que olvidar de alguien que pensé que era yo, sobre todo por eso de que no le hacía caso. Y de ahí pasó a nombrar a un chico de su clase, diciéndole que le diera una oportunidad a él, porque parecía estar muy colado por ella.

Andrea acabó cansada de hablar con ella, diciéndole que era una cabezona y que no iba a hablar conmigo, ahora sí diciendo mi nombre, porque ese ultimátum que le di le había acojonado mucho y también porque era su amigo y no quería estropear esa relación que ya se había encargado de mermar en las últimas semanas. Así que sí, se daba cuenta de lo que estaba haciendo, pero al menos había recapacitado y volvía a ser como antes de que Noelia interfiriera. De hecho, lo seguía intentando, pero Andrea se mantenía firme esta vez. Esperaba que siguiera así y mientras lo pensaba, me fui hacia la puerta para abrirla y cerrarla, para simular que acababa de llegar. No dijo nada de aquello en ningún momento en el que estuvimos haciendo la cena entre los dos y estuvimos cenando tranquilamente, cosa que era de esperar. Como ya era viernes, podía estar un rato más en el salón y no irse a dormir tan temprano, momento que aprovechó para jugar un poco con la consola, quedándome yo con ella, aunque no tardé en marcharme a la cama.

El sábado también fui al gimnasio, y no me encontré a Hugo, como no pasó en ningún día en toda la semana, así que lo llamé cuando volví a casa y me di una ducha. Le pregunté si estaba bien, porque no lo veía por allí. Él me dijo que sí, que solo era que habían tenido una baja en la cocina y que estaba cubriendo un poco, estando más ocupado de lo habitual. No sé de dónde saqué las ganas, pero fui yo el que le propuso quedar para salir a cenar o tomarnos algo por ahí, aunque él me dijo que no podía, que ya tenía un plan, así que lo dejamos ahí. Lo que no me esperaba era encontrar una foto en redes sociales en la que salía en un restaurante junto a Sofía, Irene y Mario. Y bien vestidos. También me había puesto en contacto con Sofía para ir a verla, como me dijo que hiciera, pero me dio largas también. No sé si Irene subió esa foto adrede, pero me sentí sustituido y me molestó bastante. Me sorprendí a mí mismo al arreglarme e irme hacia el coche para montarme e ir a casa de Noelia, llamando y abriéndome una de las chicas que vivía ahí, preguntando yo por ella, quien apareció enseguida.

-¿Javi? ¿Qué haces aquí? -preguntó sorprendía e ilusionada.
-Eso me pregunto yo...

Ni se lo pensó, agarrándome de la mano para meterme en su casa. Se me hacía una casa un tanto rara, porque era alargada y estrecha. Básicamente, tras la puerta había un largo pasillo que disponía habitaciones a ambos lados. La primera que encontré fue una cocina a mano izquierda, siguiendo un gran salón a mano derecha, donde estaba una de sus compañeras de piso, quien tampoco es que dijera nada, al igual que yo. Siguiendo, había un baño, una habitación con la puerta cerrada, suponiendo yo que era la habitación de alguna de ellas, otra habitación cerrada, pensando yo que era lo mismo que la anterior, otro baño en el lado opuesto al de antes y finalmente la habitación de Noelia, que es donde entramos. Tampoco es que me pudiera fijar muy bien en nada, porque me llevaba a rastras, metiéndome en la habitación cuando llegamos para cerrar la puerta al echarse sobre ella de espaldas. Su cara estaba muy iluminada, con una sonrisa enorme y sus ojos brillaban.

-¿Qué haces aquí? Estás muy guapo -dijo a pesar de ir yo con una sudadera y unos vaqueros, como siempre, además de un abrigo.
-Pues...
-Ni te imaginas la ilusión que me hace que estés aquí -dijo viniendo hacia mí para darme un abrazo enorme...
-Ya...
-Ven, siéntate -dijo tirando de mí para que lo hiciera sobre su cama-. ¿Te lo has pensado mejor? ¿Quieres que...?
-Solo pasaba por aquí.
-¿Sí? Mmm, ¿y por qué has llamado al timbre? -preguntaba risueña.
-Me he acordado de que me dijiste que vivías por aquí. Si me mandaste ubicación y todo.
-Es verdad. ¿Estabas tomando algo por aquí cerca y te han entrado ganas de...? -preguntaba con una risita aguda.
-No, solo que tenía que darle una cosa a mi jefa, que vive en este barrio -me inventé.
-Qué guapo estás...
-Si voy con la ropa de siempre.
-Pues lo estás -dijo poniéndose de rodillas sobre la cama, enfrente de mí para agarrar mi cara con sus manos.

Dudó si darme un beso o no, pero al final me dio uno muy tierno. Tan solo se humedeció los labios un poco para posarlos sobre los míos. Cuando se despegó de mí tenía una cara muy atontada, pasando a reírse. Joder, si es que estaba hasta bonita haciéndolo. Su sonrisa se parecía mucho a la de su hermana, sobre todo con esa forma de achinar tanto los ojos. Tras eso, no se le iba la cara de asombro. Era la viva imagen de la felicidad.

-No te imaginas lo caliente que me he puesto ahora mismo, jijijiji. Joder... Si es que estoy mojada con este besito que nos hemos dado. Déjame 10 minutos para prepararme, ¿vale? Solo eso. Cuando vuelva te voy a complacer como a ti te gusta -dijo esas últimas palabras de manera muy sexy al susurrarlas a mi oído.

Noelia cogió algo de ropa y una muda limpia y se marchó, empezado a oír yo de manera casi instantánea la ducha correr. Estaba muy descolocado pese a ser yo quien había ido por mi propio pie, pero más que por mi decisión de hacerlo, era por la manera que tenía Noelia de comportarse. La veía feliz de verdad. Me parecía muy difícil imitar ese sentimiento que ella me transmitía con sus caras, gestos y manera de hablar. Me quedé mirando su habitación, simple y bonita a la vez. Curioseé un poco para ver qué podía encontrar y vi algunas cosas, como algunos libros que seguramente usaba en clase. Algunos de ellos me sonaban, pensando yo que debían ser los siguientes a los que usó el curso anterior cuando le ayudé con alguna duda que tenía cuando vivíamos juntos. También vi algunas fotos que tenía por ahí. Principalmente, tenía varias con sus nuevas amigas, en donde Andrea salía siempre, aunque también tenía alguna con su familia, pero solo se veía en ellas a su madre y a su abuela.

Hasta encontré una foto en la que salía yo. Y estaba recortada, porque era una en la que salía con mi ex. Lo recordaba perfectamente, porque era una de las fotos que teníamos por casa cuando vivía con ella y Noelia se nos acopló. Vi que también tenía diferentes libros que no tenía ver mucho con el grado que estaba estudiando, dándome por pensar que se había aficionado a la lectura. La habitación era pequeña y no daba para más, teniendo una cama individual, un escritorio con una silla y una estantería, donde encontré todo aquello. Sobre el escritorio tenía una pequeña lámpara y algunas notas apuntadas. Me percaté de que había una caja de lo que parecían unas pastillas, dándome cuenta de que eran píldoras anticonceptivas. Recordé que me dio que las tomaba y que podríamos mantener relaciones sin usar preservativo. Y al parecer me decía la verdad, porque estaba a medias. La dejé donde estaba y miré lo que había un poco por encima en su portátil, aunque no encontré nada del otro mundo. Sí que vi que tenía el WhatsApp ahí y eché un ojo, pero nada interesante. Sí que parecía estar bastante sola.
 
Dale con la burra al trigo!! Al final va a terminar con Noelia, con lo cual, el "reencuentro con Elena" (recuerdo una vez más que el título del relato) no se va a dar de una forma pacífica, sus amigos ya le han dado la espalda y sustituído por Hugo. Vamos que el pobre Javi se cansa de follar pero no tiene nada más. Es un pobre follador....
 
Hace tiempo que no comento y espero que se respete mi opinión y no entrar en polémicas.
Pero tengo que decir lo que pienso.
Yo no voy a defender a Javi por su actitud de esconder las cosas y no ir con la verdad asumiendo las consecuencias.
Pero tampoco voy a obviar lo tremendamente oportunista que es Hugo, que se ha metido en su circulo de amigos por la cara hasta tal punto que lo han desplazado a él.
Y luego está Sofía, que va de amiga, pero por la espalda creo que sale con el oportunista, que no diga que puede hacer lo que quiera con su vida privada, pero al menos se lo podía decir.
En definitiva, que lo mejor que puede hacer es alejarse de todos estos y mantener el contacto solo con Ángela.
 
Yo creo que la clave de la historia es sobre lo que Javi no se cuenta así mismo.

Mucho de lo que él planea, deduce, anticipa o le gusta, no se está transmitiendo, se omite y se miente así mismo.

Y todo es por cosas como esta. Lo de sus amigos nada tiene que ver con Noelia. Buscar a noelia es parte de este autoengaño u omisión que se produce en la mente de Javi.
 
Hace tiempo que no comento y espero que se respete mi opinión y no entrar en polémicas.
Pero tengo que decir lo que pienso.
Yo no voy a defender a Javi por su actitud de esconder las cosas y no ir con la verdad asumiendo las consecuencias.
Pero tampoco voy a obviar lo tremendamente oportunista que es Hugo, que se ha metido en su circulo de amigos por la cara hasta tal punto que lo han desplazado a él.
Y luego está Sofía, que va de amiga, pero por la espalda creo que sale con el oportunista, que no diga que puede hacer lo que quiera con su vida privada, pero al menos se lo podía decir.
En definitiva, que lo mejor que puede hacer es alejarse de todos estos y mantener el contacto solo con Ángela.
Y no descartes que empezara todo en capítulos anteriores, cuando llevo a Hugo por primera vez y al final de la noche lo dejaron solo.
 
Yo creo que la clave de la historia es sobre lo que Javi no se cuenta así mismo.

Mucho de lo que él planea, deduce, anticipa o le gusta, no se está transmitiendo, se omite y se miente así mismo.

Y todo es por cosas como esta. Lo de sus amigos nada tiene que ver con Noelia. Buscar a noelia es parte de este autoengaño u omisión que se produce en la mente de Javi.
No acabo de entender lo que quieres decir.
Nuestro Javi: Cómo no es capaz de controlar sus impulsos, es totalmente reactivo a las circunstancias que le rodean. Él suele actuar sin pensar demasiado. Una vez ha hecho lo que sea, reflexiona y normalmente rechaza u oculta los comportamientos de si mismo que cree que no son aceptables.
Por supuesto que en ocasiones es demasiado condescendiente consigo mismo, pero quién no lo es?.
Lo normal es buscar siempre excusas para auto justificarse, eso lo hacemos todos en mayor o menor medida.
 
Atrás
Top Abajo