No sé cómo Pablo, Pablito, Pablete ha podido tolerar las faltas de respeto de Jorge hacia Sara durante "su" relato de los hechos. No solo las ha tolerado sin rechistar, sino que ha estado en un tris de correrse en el bar con la copa en la mano. Vaya par, uno que no respeta a nadie más que a sí mismo y, el otro, que los respeta a todos menos a sí mismo.
En cuanto a Sara, pues el juego ambiguo del autor es muy pertinente y acertado, si miramos los hechos, estos son los siguientes:
- En lo que hemos sido testigos directos, no parece que haya mucho que reprochar. Claro que la ambigüedad calculada nos deja campo para especular más allá de los hechos observados, y ahí felicito al autor.
- En lo que no hemos sido testigos directos, tenemos dos relatores o puntos de vista, el de un tipo un poco cabrón que sabe lo que quiere y que se atribuye la capacidad de saber siempre lo que los demás quieren o necesitan, y el de un tipo obsesionado con una "idea", que no se entera de lo que pasa a su alrededor ni sabe lo que quiere él ni los demás, y que además ahora se siente desbordado por un "instinto animal" incontrolado que creía dormido o inexistente.
Así que la visión es incompleta y/o parcial, hasta que ella misma no nos hable claramente, que no creo que lo haga nunca.
Puede que sea una trepa sin escrúpulos, puede que quiera usar el sexo para progresar, como Jorge lo usa para mostrar quien manda, no veo mucha diferencia en estos dos respecto a su profesionalidad y el sexo, puede que sea simplemente liberal, puede que estuviese pensando en su futuro profesional mientras Jorge se la follaba, o puede que estuviese pensando en su necesidad de satisfacer su libido, puede que lo disfrutase, puede que le diera asco (algo que Jorge nunca reconocerá), incluso puede que Jorge no haya sido sincero con Pablo y fuese él mismo el que le insinuase a Sara que para quedarse en la empresa debía pasar por "sus manos" ... o puede que estuviese pensando en que le gustaría que Pablo la estuviese escuchando ...
Por eso, a mi el personaje que me resulta más atractivo es la propia Sara. Jorge y Pablo son transparentes, nos han mostrado sus cartas, dos personajes un poco patéticos cada uno en un extremo, pero Sara mantiene al misterio y encima hasta es capaz de inspirar una buena paja a más de un lector, cosa que Jorge y Pablo, Pablito, Pablete nunca conseguirían.
En fin, para los impacientes, ya sabéis ... para los pacientes, pues a esperar comiéndose la cabeza, como Pablo ...