Capítulo 801
Me quedé un poco chafado, tanto por la respuesta, como por pensar que había metido la pata. Escuché el agua de la ducha correr mientras trataba de pensar en cómo solucionar lo que acababa de pasar, pero para cuando me di cuenta, Elena volvió envuelta en una toalla, llevando otra en la cabeza para su pelo.
Le pedí que no se enfadara, diciéndome ella que no lo estaba, aunque notaba molestia en su tono. Iba a seguir la conversación, pero ella me dijo que me fuera a la ducha. Pensé que lo mejor sería hacerle caso y dejar que se le pasara un poco ese malestar que le ocasioné. Cuando acabé y volví a la habitación, todo estaba bien recogido, con la cama hecha y demás, teniendo pinta de que había cambiado las sábanas.
Mi ropa estaba allí, bien colocada, así que la cogí para ponérmela e ir en busca de ella, quien se encontraba en la cocina, preparando el desayuno, dándose cuenta de que estaba allí al mirarme, pero devolviendo su mirada a lo que estaba haciendo.
Desayunamos en silencio, con ella sin levantar su mirada de lo que se estaba comiendo, todo lo contrario a mí, que no le quitaba el ojo de encima. Miró el reloj diciendo que era muy temprano aún como para ir a por Paula para pasar el día con ella. Para rebajar un poco la tensión que había le sugerí dejarlo para otro día mejor, porque le notaba algo de incomodidad, pero ella dijo que Paula estaba con muchas ganas, pasando a preguntarme si tenía algo que hacer para decir eso.
Le dije que nada más lejos, aunque seguí diciendo que si quería, podía volver yo a casa para cambiarme de ropa y estar más cómodo, así de paso hacíamos tiempo para no presentarnos tan temprano en su casa. A Elena le pareció bien, diciendo que ella iba a aprovechar mientras tanto para hacer alguna que otra cosa. Por el camino estuve dándole alguna vuelta a la reacción que había tenido Elena a la pregunta que le hice, la cual ni siquiera pensé, porque me salió sola. Pensé en pedir una opinión, y para eso tenía a Ángela y a Sofía, porque con Irene no me veía en confianza aún pese a lo bien que fue nuestra reconciliación.
-¿Qué pasa, Javi? -preguntó en cuanto me cogió la llamada.
-¿Te he despertado?
-Pues un poco, jejeje.
-Mierda. Te llamo luego entonces.
-No, no. Dime.
-Podemos hablarlo en otro momento si quieres. Descansa ahora mejor.
-Si me has llamado es porque es importante. Anda, no te hagas de rogar y cuéntame qué ha pasado.
-Pues es que está siendo un fin de semana raro.
-¿No fue bien la cosa ayer?
-Sí, sí. Fue muy bien.
-¿Qué pasó?
-Pues nada más llegué a casa de Elena y entré al salón, Irene tenía una cara de pena... Se levantó y me dio un abrazo con fuerza. Mario también lo hizo.
-Eso está bien entonces.
-Sí. Y la cosa fue bastante bien. No me echaron nada en cara en ningún momento, como tampoco lo hice yo, pero no sé... Hablamos las cosas de muy buena manera, contándonos lo que nos había molestado y demás y todo fue muy bien, pero también había silencios incómodos.
-Pero eso es normal.
-Ya, supongo.
-¿Eso es lo que te tiene así? ¿Piensas que Irene no está siendo honesta con su reacción?
-Pues se me pasó por la cabeza. Llegué a pensar se comportaba así por Elena, para que ella no se enfadara o algo.
-¿Y lo sigues pensando?
-No. No creo que lo hiciera. La conozco y lo que me transmitía era demasiado real.
-Si tú lo dices...
-¿Y ese tono? ¿Aún estás resentida con ella?
-¿Tú qué crees?
-Que sí.
-Pues ya está.
-No me gusta que lo estés.
-Es que lo que hizo estuvo muy feo. Me chafó un momento muy importante para mí en el que trataba de buscar una reconciliación entre todos. Y encima, lo hace habiéndola invitado a mi casa en una noche tan especial y delante de mi familia.
-Te entiendo, Ángela. Y pienso que llevas razón, pero también creo que tarde o temprano tienes que perdonarla. Y la verdad es que creo que estaría muy bien que fuera más temprano que tarde.
-¿Sí? ¿Por qué?
-Porque ahora que ellos y yo nos hemos reconciliado, podíamos aprovechar para que se ponga tierra de por medio en todo este asunto. Mírame, en unas semanas he conseguido reconciliarme con Elena y con ellos. Ya ha pasado un mes de aquello, Ángela.
-No sé...
-Me encantaría que nos pudiéramos juntar todos y estar con buen rollo.
-¿Todos?
-Sí.
-¿Piensas que a Elena le sentaría bien verme?
-Pues...
-Es bastante obvio que no.
-Ya. Cuando nos volvimos a ver hizo un comentario... Bueno, más bien fue el tono.
-¿De mí?
-Sí, dijo que eras muy maja, con retintín.
-Bueno, seguro que fue una chorrada. Tampoco le culpo de que me tenga manía. No estoy orgullosa de lo que pasó cuando nos encontramos después de tanto tiempo mientras estabais los dos juntos.
-Joder, tampoco es que pasara la gran cosa.
-Ya, pero metí un poco de mierda. Y te robé un beso en nuestra despedida.
-Ya. Le conté lo del beso y la verdad es que no le dio demasiada importancia.
-Pues no sé, Javi... -dijo para reencaminar la conversación- La verdad es que me parece un poco raro que Irene haya estado tan afectiva teniendo en cuenta el cabreo tan grande que se pilló contigo. Pero también puede ser que lo vea así por la manía que le he cogido yo a ella. No me hagas mucho caso con eso.
-Imagino que te llamará para pedirte perdón. Seguro que lo hace.
-Puede... ¿Eso era lo que querías hablar?
-En realidad, no.
-Ah... ¿Entonces?
-Pues es algo en relación a Elena.
-¿Qué ocurre?
-A ver cómo te lo explico...
-Uy... ¿Me tengo que preocupar?
-No, no, joder...
-Ah, vale. ¿Qué ha pasado?
-Pasa que no sé qué pensar ya.
-¿A qué te refieres? Estoy perdida.
-Ayer comimos juntos los cuatro.
-Ajá.
-Y estuvimos hasta bien entrada la tarde, pero yo me quedé hablando con Elena un poco más y al final me dijo que me podía quedar a cenar si quería, cosa que acabé haciendo.
-Vale.
-Y al final me dijo que quedarme a dormir, porque era muy tarde y no le gustaba que cogiera el coche tan tarde estando todo tan oscuro, además de que teníamos en mente pasar hoy el día con su prima pequeña, que me tiene bastante cariño.
-¿Y pasó algo?
-Pues yo creía que si me decía de quedarme a dormir era por algo, pero la verdad es que no salió de ella nada de nada. Fui yo el que fui a su habitación para pedirle el cargador del móvil y una cosa llevó a la otra y al final nos acabamos acostando.
-Jajajajaja. Vas a por un cargador y acabas follando. Te las sabes todas.
-No, bueno, es que me puse a ver fotos de cuando estábamos juntos, porque no podía dormir. Y ella estaba también haciendo eso.
-Vamos, que la noche acabó muy bien.
-Sí. Hemos dormido juntos de hecho.
-¿Y cuál es el problema entonces?
-Pues el problema ha tenido lugar esta mañana. Hemos vuelto a tener sexo.
-¿Eso es un problema?
-No, no lo es. La cosa es que me he relajado demasiado cuando hemos acabado y le he preguntado sin pensar que qué somos.
-Ah... -decía con algo de sorpresa- ¿Y qué ha dicho?
-Se ha rebotado.
-¿En serio?
-Sí. Me ha preguntado que cómo le hacía esa pregunta en un momento así.
-Uff...
-Yo le he dicho que ya han pasado varios días desde que nos hemos vuelto a ver y que yo le he dejado claras mis intenciones, o al menos eso pienso con todo lo que le he dicho de que no la he olvidado en todo este tiempo.
-¿Y qué ha pasado? -preguntó con tono de saber lo que le iba a responder.
-Pues que me ha dicho que no lo sabe aún y después se ha marchado a la ducha. Estaba incómoda, agobiada...
-¿Por eso estás volviendo a casa?
-No, bueno... Estoy volviendo, porque voy a cambiarme de ropa para estar más cómodo.
-Ah, es verdad, que ayer ibas tan guapo que no estarías cómodo...
-No te metas conmigo.
-No me meto contigo, pero es verdad que podías vestir más así.
-Ya. ¿Y lo del problema?
-Ah... Si ya sabes la respuesta. Te lo he dicho varias veces antes de que te vieras con ella.
-¿Paciencia?
-Eso es.
-Pero ya han pasado varios días, no sé...
-Pues es evidente que no los suficientes para ella.
-Tampoco pienso que sea para ponerse como se ha puesto ella.
-Ahí no te puedo decir mucho, porque no he visto la reacción que ha tenido. Pero también tienes que ser consciente de que todo lo que ha pasado ha sido muy fuerte. Además, que te estuvieras viendo con su hermana hasta hace muy poco no ayuda mucho que digamos, porque todos sabemos que la chica tiene que estar pues como tiene que estar y al fin y al cabo es su hermana. Por mucho que haya pasado, no creo que le haga mucha gracia saber que lo está pasando mal.
-Pues seguramente sea así.
-Anda, no pienses mucho más en lo que ha pasado y no la agobies. Ya ves que ella quiere seguir en contacto. Lo de su primita está muy bien, eso suma muchos puntos a tu favor. Pero tampoco te vengas mucho arriba y déjale respirar. Yo no sacaría más ese tema hoy, vamos es que ni insinuarlo. Y pues no se lo saques más por el momento. Está muy claro que no está cómoda con esa pregunta. Mejor déjalo estar por el momento.
-Vamos, que me quedo sin respuesta.
-Pues así será de momento. Oye, que a lo mejor es ella la que te la acaba dando antes de lo que piensas.
-No sé...
-Javi, con lo bien que está yendo todo por fin, no puedes echarlo a perder por no tener respuesta a tu pregunta lo rápido que te gustaría.
-No voy a hacerlo.
-Claro que no. Mira, ¿por qué no te centras en disfrutar del momento? Ya se verá lo que tenga que pasar.
-Vale...
-No te veo muy convencido.
-Sí. Lo estoy en realidad, pero es que tampoco me queda otra.
-Mira, la semana que viene me paso por tu casa un día y lo hablamos más tranquilamente mientras comemos. ¿Te parece?
-Vale. Así me cuentas lo que te dice Irene cuando te llame.
-Si es que me llama...