El Fruto Prohibido. ( Continuación - 269 )
A continuación me miro apretando una sonrisa y poniendo una expresión de complicidad, puso su mano sobre mi hombro; y cambiando la conversación me preguntó:
----- ¿ Y que tal de amores ? Que me cuentas de eso...
La verdad que me sorprendió con ese tema, más por inesperado que por otra cosa...
Tras un par de segundos, alcé la mirada al techo, di un resoplido... Y le respondí:
----- Buffff...!!! ha habido de todo un poco, y en eso no se puede decir que haya sido un triunfador; más bien he sido un desastre.
Se rió...
y tras hacer una mueca...
me dijo:
----- Anda yaaaaa...!!!! No me lo creo.
----- Pues creelo porque ha sido así.
----- Venga hombre, no habrá sido para tanto.
----- Que si, que si... Nunca fui lo que se dice un ligon; más bien fui muy cortado.
----- Eso si, cortado eras a veces un rato.
Yo hice un gesto de evidencia
mientras ella se seguía riendo...
----- Pero estoy segura que algo habrás hecho.
Hice un gesto y le respondí:
----- Pues como todo el que viste y calza.
----- ¿ Has tenido pareja ?
----- ¿ En que sentido ?
----- En el sentido de ir en serio, de vivir juntos para proyectar el compartir una vida en común, crear una familia...
Suspiré y le respondí:
----- Tanto como eso diría que no; lo más parecido que tuve a eso fue una relación que duró casi cinco años.
----- ¿ Llegasteis a vivir juntos ?
----- Si claro.
----- ¿ Y que pasó ?
Apreté los labios, suspiré de nuevo y le respondí:
----- Pues que nuestros respectivos caminos dejaron de confluir y tomaron direcciones contrarias.
----- ¿ Como fue eso ?
----- Ella quería ir en un sentido y yo en el sentido contrario.
----- ¿ Y no hubo manera de que lo arreglaseis ?
Y haciendo gestos negativos le respondí:
----- No, no la hubo.
----- ¿ Y por que ?
----- A ver, ella llevaba toda su vida para conseguir unos objetivos profesionales, y ello pasaba por regresar a su país; me ofreció seguirla, pero yo no estaba por la labor de ubicarme tan lejos de aquí en medio de una cultuira tan extraña y aprendiendo también una lengua extraña y complicada.
----- Ahhhh... ¿ De donde era ?
----- De japón.
Puso cara de sorpresa total...
y con asombro me dijo:
----- Japonesa.... ¿ Era japonesa ?
Y con gestos afirmativos le respondía:
----- Si, del Sol naciente.
----- Joder tío, así que tuviste una pareja japonesa...
Yo hacía gestos afirmativos mientras me decía:
----- Eres la leche.
Yo me reí
y le dije:
----- ¿ Por que ?
----- Porque me has sorprendido por completo, esto si que no me lo esperaba.
Yo hice un gesto mientras me decía:
----- Seguro que era muy guapa.
----- Si, era bastante guapa, una belleza exótica.
----- ¿ Como la conociste ?
----- Pues dándole clases de español en aquella compañía japonesa que te conté. Era una de aquel grupo de ejecutivos que traían de Japón a España por un tiempo.
Y sonriendo, me dijo en cierto tono pícaro:
----- ¿ Y como os enrollasteis ?
----- Bueno, desde un principio congeniamos bastante, comenzamos a quedar cion la excusa de sus dificultades con el español, y al final terminamos saliendo y ocurrió lo que tenía que ocurrir y terminamos compartiendo apartamento.
----- Que bonito.
----- Si, fue hermosos mientras duró y dejó una profunda huella en mí cuando regresó a su país.
----- Vaya, que pena que no os hayáis podido arreglar.
----- Si, fue una pena; pero la vida es así y todo tiene un principio y un final.
La verdad que me sorprendía a mí mismo al hablar de este tema con Rosa; pero por otro lado sentía como que había retrocedido en el tiempo y lo estaba comentando con aquella chica de la universidad a la que nunca tuve el valor de decirle lo mucho que me gustaba y lo inalcanzable que la veía y percibía...
----- Y ahora estás con Carmen.
----- Si, con Carmen.
----- ¿ Y que tal con ella ? ¿ Mejor que con la japonesa ?
Me sorprendió
esa pregunta suya y le respondí:
----- Ni mejor ni peor, ambas son diferentes y con ellas viví y vivo historias y realidades diferentes.
----- ¿ Vives con Carmen ?
----- No, aún no.
----- ¿ Y eso ?
----- Lo tenemos en proyecto, pero no nos ponemos de acuerdo.
Me miró un tanto sorprendida
y me preguntó:
----- ¿ En que no os ponéis de acuerdo ?
----- pues que yo quiero mudarme a un sitio cerca del trabajo y ella no está por ello; quiere quedarse en Madrid.
----- ¿ Y por que ?
----- Dice que aquí tiene sus amistades, su ambiente, y que toda su vida gira en torno a Madrid.
----- ¿ Y que vais hacer ?
Hice un gesto y le respondí:
----- Estamos en un tira y afloja, y ya veremos quien puede más y se lleva el gato al agua.
Sonrió y me preguntó:
----- ¿ Cuanto tiempo lleváis como pareja ?
----- Hace poco que ha hecho un año.
----- Ah bueno, no lleváis mucho aún.
----- Según como se mire.
----- ¿ Ya la conocías antes de trabajar con vosotros ?
----- No, que va. La contrató David y estábamos contentos con ella la verdad, pero tenía problemas de desplazamiento para llegar a su hora y de esa manera me ofrecía a que se viniera conmigo en el coche; así comenzamos a tener confianza, a crear cierta complicidad, y acabamos enrollados.
----- Anda mira, el jefe y la empleada.
Yo hice un gesto y ella se reía...
Lo cierto es que ya estaba cansado de hablar de mí y tratando de cortar ya con el tema le dije:
----- Bueno, ya hemos hablado bastante de mí. ¿ Que me cuentas de ti ?
----- ¿ De mí ?
----- Si, de tí. Creo que ahora te toca contarme tu vida, obra y milagros...
Ella se rió...
----- Pues como ya te conté, terminé la carrera y me puse a buscar trabajo, también miré el preparar alguna oposición; lo primero que me salió fue un pequeño contrato a tiempo parcial en una academia de idiomas gracias a una amiga mía, lo cual fui complementando como interprete en una agencia de turismo como ya te dije. Pero eso no me llenaba, aprovechando el tiempo libre que tenía me fui animando a preparar el doctorado y lo saqué en dos años.
Y haciendo un gesto de aprobación de dije:
----- Toda una empollona.
Riendo
me respondió:
----- Pero total, una empollona total. Nunca en mi vida estudié tanto como con el doctorado; tenía muchas ganas y mucha ilusión por conseguirlo.
----- Y ese debe ser tu orgullo.
----- Y lo es; uno de mis orgullos.
Le hice un gesto de aprobación y me siguió contando:
----- Por aquella época, al ir tan a menudo a la universidad fue que conocí a un chico muy interesante, muy empollón y muy letrado en su especialidad; se acababa de sacar el doctorado en empresariales y en ese momento estaba preparándose para acceder a un master en Inglaterra. Y así fue que nos conocimos en la cafetería un día a la hora de comer.
----- ¿ Y como fue eso ?
----- Tomé mi bandeja del bufet y no había una mesa libre,. todo estaba ocupado, pero mirando la sala le vi solo en una mesa para dos y le pedí que me dejase comer con él, a lo que accedió muy serio y sumergido en sus cosas.
----- Y supongo que ahí comenzó una bonita historia de amor.
Y con expresión risueña me dijo:
----- Más o menos, porque enseguida me enamoré hasta las trancas, y me sentía loquita por él; tanto que para mí no existía otro hombre en el mundo más que él.
----- Claro, es normal... ¿ Y que más pasó ?
----- Después de haber comido salimos por el campus y al final terminamos por Moncloa tomando cervezas y hablando hasta que se nos hizo de noche; intercambiamos los teléfonos y ahí comenzó todo.
----- Interesante historia... ----- le dije.
Ella me siguió contando:
----- Nada más obtener mi doctorado, el se iba a Londres a realizar ese master y me pidió que me fuera con él porque ya estábamos enrollados y eramos oficialmente novios. Yo le lleve a Guadalajara a que le conociesen mis padres y hermanos; y el a su vez me llevaba a la casa de sus padres casi como una más de la familia. Entonces dejé todo y me marché con él. Yo fui trabajando en lo que me iba saliendo mientras que él estaba dedicado a su master, que cuando lo obtuvo decidimos quedarnos en Londres a probar suerte.
----- ¿ Y la hubo ?
----- Bueno, relativamente la hubo, estuvimos poco más de un año, pero al no ser ingleses nos veíamos muy limitados allí; y así decidimos regresar. El enseguida consiguió un buen trabajo y yo me puse a preparar oposiciones; y así fue que nos casamos, casi por sorpresa... Pronto me quedé embarazada y nos vino el niño, lo cual me cambió la vida por completo ya que mi tiempo se vio muy limitado y las oposiciones tuve que posponerlas de nuevo. Cuando el peque comenzó a ir a la guardería me vi más liberada y retomé las oposiciones; me puse en serio con ellas, a base de esfuerzo y dedicación, sacando tiempo de no se donde, y así conseguí meterme en la universidad privada.
----- Eres una triunfadora. ----- le dije.
----- No te creas, las cosas no son como aparentan.
No sabía que me quería decir con eso, y así le pregunté:
----- ¿ Por que dices eso ?
----- Ya te contaré luego.
A continuación pedimos los postres, los cuales también dejé que los eligiese ella, y que rematamos con un café para ella y un té para mí.
Luego, a la hora de pedir la cuenta tuvimos un tira y afloja por ver quien pagaba; al final me salí con la mía y la invité pagando con mi tarjeta particular.
Después salimos a la calle, y agarrada a mi brazo me fue comentando lo mucho que le había gustado la cena y el sitio, que tomaba nota y se lo apuntaba. Le pasé mi brazo por la espalda y ella a su vez pasó el suyo por la mía; y así nos dirigimos hacia el coche, el cual pillamos de nuevo...
Y allí, sentada a mi lado, me miró de manera tierna y me dijo:
----- Gracias Danny, gracias por esta cena y este momento.
Yo sonreí y le dije:
----- No hay nada que agradecer
----- Si que lo hay, y además te debo una invitación.
----- No me debes nada. ----- le respondí.
Me miró con cierta complicidad y me dijo:
----- Esto tenemos que hacerlo más veces.
Sonreí y le respondí:
----- Bueno, por mi no hay problema siempre que se pueda.
----- Por eso tenemos que quedar otro día, y pagop yo.
----- Bueno, ya se hablará.
Se fue acercando y suavemente besó mi mejilla.
----- Eres un encanto... ----- me dijo.
----- Me sobrevaloras.
----- No, no... para nada. Y como envidio a Carmen.
Entonces i que me reí...
mientras que ella mantenía su semblante serio.
----- ¿ Tomamos una copa ? ----- me dijo.
----- Vale... ¿ A donde vamos ?
Agarró mi mano poniendo la suya encima, y sonriendo me dijo:
----- Ahora soy yo quien se pone en tus manos.
Hice un gesto arqueando las cejas, y me puse a estudiar la zona en la que estábamos y así le dije:
----- ¿ Vamos a Majadahonda ?
----- Adelante... ----- me respondió.
Continuará.................................................................................
