Memorias de una solitaria

En 24 horas me iba a despedir de mi mejor amiga y de mi primer amor. Es demasiado para alguien tan joven. A pesar de todo me sentía capaz de hacerlo. Ya no pensaba en que rechazar aquella beca habría sido una forma de defraudar a mis padres o a mi tía. No. Era hacerlo a mí misma. Una persona que en apenas 4 años había pasado de ser la putita de un matón a recibir una beca muy exclusiva no podía frenarse por algo así. Si lo nuestro era verdadero podría funcionar en la distancia.

Si había podido rehacer mi vida tras el asesinato del Largo no la iba a desbaratar por un tío. Por mucho que quisiera a ese tío. Porque en realidad no tenía por que ser un punto y aparte, simplemente un punto y seguido que nos permitiera retomar nuestras vidas tras una pausa.

Y ese era el espíritu con el que Luis y yo nos encaminamos a mi ciudad. El viaje lo hicimos prácticamente en silencio aunque yo estaba echada en su hombro y no dejaba de cogerle la mano. De camino avisé a mi madre de que volvía a casa con Luis y que esa noche me iría a dormir con él para despedirnos.

Al llegar a casa mi madre nos invitó a comer. Luis estaba muy cortado pero yo acepté encantada. Habíamos comido muy mal los días de acampada, con carne requemada, latas y bocadillos. Yo me duché quitándome la mugre del día anterior pero Luis prefirió hacerlo en el hostal a pesar de la insistencia de mi madre. Tan buena siempre.

Después de comer nos despedimos. Yo cogí algo de ropa para el día siguiente pero no para dormir pues mi pijama iba a ser su cuerpo. Dejamos nuestras cosas en el hostal pero no nos pusimos a follar como locos como otras veces. Luis se duchó pero nos fuimos a dar un paseo y acabamos en una cafetería charlando. ¿De qué? Recordando anécdotas, pero también haciendo planes de futuro. De hecho Luis se mostraba más optimista que yo.

A pesar de ser una decisión mía y de querer ambos continuar la relación pese a nuestra separación, Luis se mostraba más abierto a pensar en un futuro común que en una posible separación de caminos. Era sorprendente como era capaz de pasar del enfado más grande a la risa, de la decepción de mi marcha al optimismo de nuestro reencuentro. Yo era más pesimista. Y no por mí. Por él.

Ya lo conocía. En cuanto se le cruzaran por delante dos ojos bonitos que lo tentaran caería. Lo había visto durante todo el curso. Y yo tampoco me sentía ni tan diferente ni tan especial como para creerme que era incomparable a cualquier otra como descubrí años después cuando lo vi con su novia en aquella fiesta universitaria. Para Luis, el día a día y el contacto físico eran absolutamente necesario y nosotros lo íbamos a perder. No, mi sonrisa aquella tarde de paseo y café era falsa. Por dentro sabía que nunca sería igual a lo vivido los últimos meses. Y también sabía que lo perdería en cuanto se enamorara de otra.

En el fondo éramos muy distintos. Origen social, experiencia, objetivos…él tan convencional…yo, saliendo de un barrio marginal y con visiones tan distintas de la vida. Nos había unido nuestra juventud y nuestro deseo…pero ¿eso cuánto dura?

Cuando regresamos al hostal nos desnudamos y nos metimos directamente en la cama. Habíamos estado despidiéndonos con el pensamiento y ahora tocaba hacerlo con el cuerpo. Sin prisas, sin preliminares, sin deseo de acabar. Luis se encajó entre mis piernas mirándonos a los ojos y estuvo penetrándome largo rato entre besos, caricias y palabras de amor. Porque no tocaba follar. Con Luis había descubierto el significado tan cursi de hacer el amor. Y mientras su polla se frotaba despacito con mi vagina y sus ojos se clavaban en los míos me dio por pensar que me daba realmente igual que follara con otras, pero sólo quería que me hiciera el amor a mí, pues el amor no se hace con los cuerpos se hace desde la entrega a la otra persona.

Nos pasamos la noche en vela entre momentos de silencio, charlas, caricias y besos. No podía soltarme de su pecho, dejar de oír su corazón, sentir su respiración y acariciar su piel. En un momento incluso aspiré el olor de su axila intentando que su olor corporal se quedase grabado dentro de mi mente. Pero al clarear el día esas caricias y besos se intensificaron disponiendo nuestros cuerpos para un nuevo encuentro. Luis se sentó en la cama con su espalda apoyada entre la almohada y la cabecera de la cama y yo aproveché para sentarme en él dejando que su preciosa churra me llenara de nuevo. Así podíamos mirarnos y besarnos mientras estábamos unidos como un solo ser por nuestros sexos.

No conocía ningún cuerpo mejor a como conocía el de Luis y aun asi quería estudiarlo de nuevo. Él parecía sentir lo mismo mamando mis tetas durante largo rato. Cuanto me gustaba cuando lo hacía. Era mi hombre, mi macho y mi bebé a la vez. Recordé la primera vez que lo hizo y como yo se las ofrecía feliz de tener a mi niño mamando de mis pechos. Casi termino llorando a la vez que empezaba a cabalgar a Luis. Extraño orgasmo entre lágrimas de emoción.

Temía acabar llorando echada sobre Luis por lo que en cuanto terminaron las contracciones de mi placer levanté mi cara de su hombro y me desmonté de él lanzándome a comerle la polla. Luis me regaló su néctar de amor mientras yo intentaba retener todo lo que podía en mi boca. ¿Y si nunca más lo saboreaba?

El miedo a la separación era tan evidente que tras la corrida de Luis me duché sin que me buscara. Él se duchó después, recogimos en silencio y nos fuimos a desayunar casi todo el tiempo en silencio. La despedida en la estación de autobuses fue también silenciosa. Un abrazo que cortó el chofer metiendo prisa a Luis para que se subiera al autobús. Ahora sí, se acabó…las lágrimas me llenaban los ojos sin poder controlarlo y sentía como el nudo que llevaba en mi estómago desde el día anterior se me subía al pecho ahogándome.

Al llegar a casa mi madre notó que había llorado pero no me dijo nada. Me dio un beso y me abrazó recordándome lo mucho que me quería. No había consuelo y me pasé el resto del día encerrada en mi cuarto llorando sin consuelo hasta que ya no me quedaron lágrimas.
 
Estoy de acuerdo con Herpilis respecto a los sentimientos de luis hacia Claudia.
Y estoy de acuerdo contigo sobre los sentimientos de luis respecto a Alba.
No obstante, lo que empezó siendo una búsqueda de remplazo es muy probable que variase hacia otra cosa más sentida (si no, vaya mierda de vida)
Ese crédito se lo merece luis y cualquiera.

Claudia si sentía por el.
En parte ese fue el motivo de encauzar su vida en semi soledad.
No me refiero a que el amor por luis no le dejase avanzar. Más bien por sentirse defraudada con las reacciones o actitudes de luis.

Parece seguro que esa relación que le contó a luis que tenía con no sé quién y que estaba un par de escalones por encima de la compañía de otra persona hubiese sido diferente con un luis “comprometido”.
Recordemos que a estas alturas del relato luis ya le había sido infiel, creo que más de una vez.

Claudia debía darlo todo durante su formación para beneficiarse de la becas. Una vez acabada esta y con su título bajo el brazo se hubiese, creo ya que nunca declaró ninguna inquietud al respecto, ejercido con profesionalidad y mantenido una familia como todos los demás doctores.
Luis nos demostró con lo que estaba comprometido: con su entorno social, con su Feria, con su Cofradía ... y con su equipo de furbol, claro. Y Alba encaja con su entorno social, su Feria y sus tradiciones pseudoreligiosas. Luis está comprometido con lo que le es "familiar", vamos si es que con Alba hasta acaban de profesores de instituto. No era apto para vivir fuera de "su medio" y con alguien de fuera de "su medio", por eso Claudia nunca fue una opción de compañera de vida para él. Luis tenía una enorme dificultad para empatizar con diferentes, criticaba a los de ciencias, criticaba a los de otras nacionalidades o sensibilidades, solo se sentía a gusto con "los suyos" y en "los otros" solo veía defectos. Alba es ideal para él y por eso con ella sí trazó un "plan" y buscó un compromiso hipócrita. Digo lo de hipócrita porque su "plan" estaba en su cabeza y sus intenciones eran claras, así que "de pensamiento" ya estaba comprometido, pero eso no le impidió tirarse a "casi" todo lo que pudo en Lieja porque su compromiso no lo había verbalizado "de palabra", todo muy católico.
Ya el colmo es que ese personaje estaba mucho más comprometido con "sus tradiciones" que con las personas. La forma en que dejó tirada a Viqui en la Feria ya nos anticipaba que tipo de persona era, una lástima que Claudia no lo hubiese conocido en ese entorno, porque habría visto al verdadero Luis. Tan solo el detalle de que no la mencionara ni a sus padres y fuese siempre algo como de "fuera", de fuera de su círculo de amigos, de fuera de su ciudad, de fuera de su entorno ... para Luis parecía una relación tipo "Lo que se hace en Las Vegas se queda en Las Vegas, y cuando vuelvo a casa soy yo de verdad".
No, definitivamente Luis solo es capaz de comprometerse con su "entorno tradicional", por eso nunca lo hizo con Claudia y por eso le fue tan fácil tirarse a Nieves, o ser un borde, desconsiderado, infantil y celoso cuando fue a Bolonia.
Me hacen una gracia enorme los detalles que Claudia califica como errores frente a las cagadas monumentales del niño, al que nunca oímos preocuparse por detalles como por los que se preocupa Claudia, y mucho menos considerarlos como errores propios.

Ya en el terreno personal me suelo interesar por las intenciones que motivan a cualquier autor, esas que se leen entre líneas. En el caso de la Residencia, la necesidad de mostrar la experiencia vital de un joven inexperimentado que "con sus circunstancias" se expone a un entorno nuevo, vive nuevas experiencias y aprende algunas cosas de ellas hasta tener clara la imagen de cómo quiere que sea su vida y hacer lo posible para lograr materializar esa imagen. A cada uno le puede gustar más o menos esa imagen, y compartir más o menos los valores que Luis representa, eso no era lo importante, lo importante era el camino, y en el camino se nos iba mostrando desnudo al personaje, a veces más desnudo de lo que el autor imaginaría. Pero la "intención" de estas "memorias" me parece que dista mucho de explicarnos la experiencia vital de una joven con una adolescencia difícil de la que, con suerte y ayuda, se supo reponer. Y, seguro que me equivoco o tal vez no, pero parece que la intención sea saldar cuentas pendientes y utilizar a un personaje para blanquear, lavar la imagen, descargar de culpa a otro o satisfacer su vanidad, o tal vez sea solo la imagen distorsionada de una enamorada ... en fin, ya veremos cómo acaba la cosa, ojalá esté equivocado y esta historia solo quiera mostrar la experiencia vital, el camino recorrido desde una adolescencia difícil hasta lograr materializar la imagen que tiene de la vida que ella quiere vivir.
 
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Sí se lo planteó, pero ya cuando Claudia cortó todo contacto. Y ahí estaba Alba para recoger sus pedazos y recomponerlo. Pero si realmente se hubiera planteado un proyecto de vida, sin duda hubiera sido con Claudia. Alba fue su segundo proyecto.
No, que va. Lo que le machacaba era la mala conciencia y pensar lo que habría podido ser de no ser por su cabeza loca, una necesidad de perdón y acallar la culpa un poco enfermiza, pero proyecto vital compartido nunca lo hubo. Las dos veces que se reencontró corrió a sus brazos en busca de perdón, cuando por fin ella se alejó, después de que él ni se hubiese acordado de ella mientras se liaba con no sé cuantas, los pedazos de Luis no tienen nada que ver con la pérdida de una compañera de vida, sino que son la constatación de que el niño mimado debe pagar las consecuencias de sus errores, y que haga lo que haga no conseguirá su "capricho". Al menos Claudia consiguió que Luis, a partir de ahí, fuese un poco más considerado, no por los demás que empatía nunca desarrolló mucha, sino para evitarse él mismo volver a sufrir tanto por su propio sentimiento de culpa. Luis no sabe la suerte que tuvo de cruzarse con Claudia, cambió su vida para bien, no sé si Claudia podría decir lo mismo, sí, ya se, eso de descubrir su libertad, pero en el fondo su libertad ya la había descubierto al lado de su tía y dejando atrás su turbia adolescencia.
Como pasaba con Alba en la Residencia, que Luis nos la mostraba como una persona con problemas de seguridad afortunada de tenerlo a él a su lado, ahora Claudia se nos muestra de nuevo con problemas de seguridad y está agradecida de tener a Luis a su lado para no sentirse posesión de nadie, él siempre tan comprensivo frente a los problemas de sus novias, siempre a un paso del desequilibrio, pobre niño bueno ... la viga en ojo ajeno.
 
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Luis nos demostró con lo que estaba comprometido: con su entorno social, con su Feria, con su Cofradía ... y con su equipo de furbol, claro. Y Alba encaja con su entorno social, su Feria y sus tradiciones pseudoreligiosas. Luis está comprometido con lo que le es "familiar", vamos si es que con Alba hasta acaban de profesores de instituto. No era apto para vivir fuera de "su medio" y con alguien de fuera de "su medio", por eso Claudia nunca fue una opción de compañera de vida para él. Luis tenía una enorme dificultad para empatizar con diferentes, criticaba a los de ciencias, criticaba a los de otras nacionalidades o sensibilidades, solo se sentía a gusto con "los suyos" y en "los otros" solo veía defectos. Alba es ideal para él y por eso con ella sí trazó un "plan" y buscó un compromiso hipócrita. Digo lo de hipócrita porque su "plan" estaba en su cabeza y sus intenciones eran claras, así que "de pensamiento" ya estaba comprometido, pero eso no le impidió tirarse a "casi" todo lo que pudo en Lieja porque su compromiso no lo había verbalizado "de palabra", todo muy católico.
Ya el colmo es que ese personaje estaba mucho más comprometido con "sus tradiciones" que con las personas. La forma en que dejó tirada a Viqui en la Feria ya nos anticipaba que tipo de persona era, una lástima que Claudia no lo hubiese conocido en ese entorno, porque habría visto al verdadero Luis. Tan solo el detalle de que no la mencionara ni a sus padres y fuese siempre algo como de "fuera", de fuera de su círculo de amigos, de fuera de su ciudad, de fuera de su entorno ... para Luis parecía una relación tipo "Lo que se hace en Las Vegas se queda en Las Vegas, y cuando vuelvo a casa soy yo de verdad".
No, definitivamente Luis solo es capaz de comprometerse con su "entorno tradicional", por eso nunca lo hizo con Claudia y por eso le fue tan fácil tirarse a Nieves, o ser un borde, desconsiderado, infantil y celoso cuando fue a Bolonia.
Me hacen una gracia enorme los detalles que Claudia califica como errores frente a las cagadas monumentales del niño, al que nunca oímos preocuparse por detalles como por los que se preocupa Claudia, y mucho menos considerarlos como errores propios.

Ya en el terreno personal me suelo interesar por las intenciones que motivan a cualquier autor, esas que se leen entre líneas. En el caso de la Residencia, la necesidad de mostrar la experiencia vital de un joven inexperimentado que "con sus circunstancias" se expone a un entorno nuevo, vive nuevas experiencias y aprende algunas cosas de ellas hasta tener clara la imagen de cómo quiere que sea su vida y hacer lo posible para lograr materializar esa imagen. A cada uno le puede gustar más o menos esa imagen, y compartir más o menos los valores que Luis representa, eso no era lo importante, lo importante era el camino, y en el camino se nos iba mostrando desnudo al personaje, a veces más desnudo de lo que el autor imaginaría. Pero la "intención" de estas "memorias" me parece que dista mucho de explicarnos la experiencia vital de una joven con una adolescencia difícil de la que, con suerte y ayuda, se supo reponer. Y, seguro que me equivoco o tal vez no, pero parece que la intención sea saldar cuentas pendientes y utilizar a un personaje para blanquear, lavar la imagen, descargar de culpa a otro o satisfacer su vanidad, o tal vez sea solo la imagen distorsionada de una enamorada ... en fin, ya veremos cómo acaba la cosa, ojalá esté equivocado y esta historia solo quiera mostrar la experiencia vital, el camino recorrido desde una adolescencia difícil hasta lograr materializar la imagen que tiene de la vida que ella quiere vivir.
Una breve puntualización. La Semana Santa de Sevilla no es una fiesta pseudoreligiosa. El hecho de que gente no cristiana participe de ella (generalmente criticando los aspectos litúrgicos y doctrinales) no impide que los cofrades comprometidos sí celebren a través de cultos anuales, procesiones y celebraciones litúrgicas la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret.
 
Lo curioso es que no acostarme con Borja en realidad dio pie a una buena amistad. Aparte de estar muy bueno era un tío muy agradable. No era el típico ligón que sabe que se puede tirar a la que quiera y quizá por eso me sentí atraída por él. Es algo que descubrí al llegar a la universidad. Allí la mayoría de la gente es como tú. Han necesitado una buena nota para entrar en su carrera. Y salvo algunos casos, la mayoría se toma bastante en serio sus estudios y valora a los compañeros en la medida de su colaboración.

Al despedirnos del curso aquel en Madrid quiso disculparse pero no tenía motivos. Traté de darle a entender que no había subido con otras intenciones y me disculpé yo por haber interrumpido lo que estuviera haciendo. Lo colorado que se puso mientras yo lo decía me demostró dos cosas: que evidentemente se estaba follando a la rubia o iba a hacerlo, y que probablemente él tenía los mismos sentimientos conmigo pero como yo no le daba bola pues me había descartado como amante. Creo que me suena haber vivido esto antes…

Mi vida no podía entrar en bucle. Pero desde luego tampoco era el momento de complicármela. Joder, ¿otra vez igual? Sí, parecía entrar en bucle. Pero yo no era la misma. ¿Y si Borja y yo nos hacíamos follamigos? No, yo no sabría como plantearle algo así cuando ni siquiera habíamos expresado nuestra tracción. Mejor dejarlo en una buena amistad con un tío inteligente y buenorro.

Y así fue. Nos hablábamos periódicamente y nos ayudábamos en la preparación del examen MIR. Cuando al fin lo hicimos obtuvimos excelentes notas, Por algo nos habían becado. Y llegó el momento de elegir especialidad y destino. Todos dirigidos de alguna forma u otra a la cardiología. Yo, lo tuve fácil. Uno de los mejores especialistas en cirugía cardiovascular trabajaba en Sevilla. Era toda una eminencia que ya me había dado clase en la facultad, pero además era titular en el mayor hospital de la ciudad, y trabajaba en una clínica privada.

Además como miembro relevante de la sociedad de cardiología ya en la facultad me había propuesto hacer la residencia con él. Y al conseguir nota suficiente evidentemente lo elegí como primera opción. Borja por su parte quería encaminarse más por la línea de los trasplantes de corazón. Y el mejor hospital de España para esas intervenciones casualmente estaba en la ciudad donde estudié mi bachillerato con mi tía. A poco más de hora y media de Sevilla.

Cuando llegó el momento de incorporarnos a los destinos yo lo tenía fácil. Seguiría compartiendo el mismo piso ahora ya algo más holgada económicamente pues la beca completaba el escaso sueldo de residente de primer año dándome por primera vez en mi vida verdadera independencia económica. Tanta que me permitió comprarme un coche utilitario con el que ir todas las mañanas al hospital que me quedaba alejado del piso. Podría haberme planteado el mudarme más cerca, pero me llevaba tan bien con las compañeras de piso que preferí buen ambiente a cercanía. Para eso ya tenía malas experiencias en Bolonia.

Borja sin embargo no conocía nada de Córdoba. Así que me pidió el favor de ayudarle a buscar piso. Como yo aún no había comprado el coche quedamos en que él me recogía en mi ciudad, pasábamos una noche y al día siguiente nos íbamos a visitar los pisos que ya habíamos visto previamente y contactado a través de webs e inmobiliarias.

Le pedí permiso a mis compañeras para que pudiera dormir en nuestro piso pues le tocaría el sofá-cama del salón. No me pusieron problemas, pues una de ellas tenía novia y era habitual que durmiera con ella y otra se solía traer a sus ligues. De modo que para una vez que yo iba a traer a alguien lo aceptaron encantadas a pesar de que les dejé claro que sólo éramos amigos.

El día que llegó lo presenté a las compañeras antes de meternos en mi dormitorio a realizar las últimas búsquedas y cerrar citas al día siguiente. Salimos a cenar por el centro de la ciudad pero regresamos temprano para poder madrugar al día siguiente en que teníamos una agenda apretadísima. Yo me puse un pijama de verano pero Borja no hacía más que quejarse de que hacía demasiado calor para ser primavera por lo que prescindimos de la manta que le había preparado y se acostó con su pantalón de pijama y el torso desnudo como lo había visto en Madrid unos meses antes.

Seguía estando igual de bueno y más dormido a pierna suelta destapado, pues se quedó dormido como un tronco en segundos de modo que cuando yo regresaba del baño para lavarme los dientes lo vi en el sofá con respiración profunda. La verdad es que era un ejemplar imponente de macho y encima me dio la sensación de que dormía sin calzoncillos. Me tuve que retirar avergonzada a mi dormitorio por los pensamientos que se me habían venido a la cabeza.

Desde luego no sólo lo había visto yo. Por la mañana en la cocina mientras se duchaba Borja mi compañera la que no tenía novio me hizo reír.

-Ya me podías haber avisado que tu amigo estaba tan bueno.

-Jajajaja, no me pareció un dato relevante- respondí con gracia.

-¿Relevante? Si me dices que tú no lo quieres le daba dos meneos que en tres chupadas lo dejaba seco…

Tuve que reprimir la carcajada para que no nos oyera pero al sentarnos a desayunar mi compañera no se cortaba un pelo observándolo y dándole palique a pesar de ser bastante temprano.

Visitamos bastantes pisos pero al final Borja prefirió un pequeño estudio para él solo que uno más amplio compartido. Estaba muy cerca del hospital donde trabajaría y además lo alquilaba un médico jubilado a personal sanitario. Era un poco más caro que los demás pero ganaría independencia. El único problema es que no estaría disponible hasta unos días más tarde pues el propietario iba a pintarlo y cambiar algunos electrodomésticos. No había problema, así le daba tiempo a subir a su ciudad y coger todo su equipaje.

Con los deberes hechos regresamos a mi piso. Yo estaba reventada de tanto andar. Pedimos comida china y nos la tomamos mientras yo me quejaba de dolor de pies. Borja se ofreció a darme un masaje como recompensa por mi ayuda ante la mirada de mi compañera que me hacía gestos dándome a entender que lo que tenía que hacer era follármelo, y eso que además del sexi pantalón de pijama llevaba una camiseta que cubría su torso. Yo me estaba sofocando así que me fui a ducharme dejando a Borja de charla con mi compañera preguntona y al salir del baño ya con mi pijama fue él el que siguió con la propuesta de masajearme los pies. Iba a negarme pero entre los dos insistieron. Entonces mi compañera se retiró aduciendo cansancio y nos dejó solos, no sin guiñarme un ojo antes de desaparecer por el pasillo.

Qué manos tenía mi amigo. Me estaba dejando los pies nuevos y provocándome cierto cosquilleo en la entrepierna ¡sólo tocando la planta y los dedos de mis pies!

-No sé como te voy a compensar por esto…-dije entre gemiditos poniéndome colorada al instante por como podría haberlo interpretado.

Me senté dando por terminado el masaje pero Borja con su sonrisa arrebatadora me respondió:

-El masaje ha sido gratis, y esto también…

Y me besó.
 
Me creí que no ibas a decir que la ciudad era Córdoba, sipote!

Te completo que el hospital es el Reina Sofía, el equipo de transplantes es el de Dr. Manuel Concha (no se me rían los argentinos) que hizo el primero de Andalucía y el barrio cercano es el Parque Cruz Conde!

Ahí se tenia que haber ido a trabajar mi paisana, con Borja y olvidarse de… (me callo)ñatos
 
Una breve puntualización. La Semana Santa de Sevilla no es una fiesta pseudoreligiosa. El hecho de que gente no cristiana participe de ella (generalmente criticando los aspectos litúrgicos y doctrinales) no impide que los cofrades comprometidos sí celebren a través de cultos anuales, procesiones y celebraciones litúrgicas la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret.
Yo no he dicho que la Semana Santa de Sevilla sea una fiesta pseudoreligiosa. Mi comentario hace referencia a las "tradiciones pseudoreligiosas" de Luis. Toda esa parafernalia por sí misma nada tiene que ver con Jesús de Nazaret, ni con su mensaje recogido en el nuevo testamento. Me imagino a Jesús paseando entre la multitud escandalizado como se escandalizó en el templo de Jerusalén. Las celebraciones litúrgicas son un constructo cultural, en muchas ocasiones no está en ellas el mensaje sino que son aparatos de control normalmente jerarquizantes. Muchas de ellas son percibidas desde fuera como tradiciones que en nada procuran los valores cristianos que predicaba Jesús. Ostentación, privilegios, jerarquía... una devoción mal entendida. Es una percepción compartida por muchos. Eso no quita para que haya cofrades con un profundo sentido religioso y comprometidos con su "comunidad" a través de su cofradía.
Y no creas, también somos muchos los cristianos que no compartimos esas formas, liturgias y algunas doctrinas que hay tras ellas. El cristianismo no se limita al catolicismo y sus "tradiciones".
 
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Lo dicho, pseudoreligioso. Toda esa parafernalia nada tiene que ver con Jesús de Nazaret, ni con su mensaje ni con el viejo o el nuevo testamento. Me imagino a Jesús paseando entre la multitud escandalizado como se escandalizó en el templo de Jerusalén. Las celebraciones litúrgicas no son religión, son un constructo cultural no está en ellas el mensaje sino que son aparatos de control normalmente jerarquizantes. Fanatismo y tradición que en nada procura los valores cristianos que predicaba Jesús. Ostentación, privilegios, jerarquía... una devoción mal entendida.
Estando personalmente de acuerdo contigo en tu visión de la celebración de la Semana Santa (no sólo) en Andalucía lo cierto es que seguramente no es sitio este para un debate sobre ella ni para hacer afirmaciones que pueden molestar, y mucho, a usuarios del foro y al autor que nos regala su tiempo y esfuerzo, qué menos que devolverle un poco de empatía.

Por otro lado habrá de todo, no? Conozco quién se acerca a ese mundo con verdadera devoción y lo vive honestamente en su día a día y quien no… Y Jesucristo sí que dijo “no juzguéis y no seréis juzgados”. Quienes somos para presumir conocer el sentimiento del otro y si es o no genuino?

Te pido por favor y porque impere el buen rollo que lo dejes y también por favor a los ofendidos que no salten y lo dejen pasar (aquello de la otra mejilla y perdonar a los que nos ofenden)…
 
Estando personalmente de acuerdo contigo en tu visión de la celebración de la Semana Santa (no sólo) en Andalucía lo cierto es que seguramente no es sitio este para un debate sobre ella ni para hacer afirmaciones que pueden molestar, y mucho, a usuarios del foro y al autor que nos regala su tiempo y esfuerzo, qué menos que devolverle un poco de empatía.

Por otro lado habrá de todo, no? Conozco quién se acerca a ese mundo con verdadera devoción y lo vive honestamente en su día a día y quien no… Y Jesucristo sí que dijo “no juzguéis y no seréis juzgados”. Quienes somos para presumir conocer el sentimiento del otro y si es o no genuino?

Te pido por favor y porque impere el buen rollo que lo dejes y también por favor a los ofendidos que no salten y lo dejen pasar (aquello de la otra mejilla y perdonar a los que nos ofenden)…
Naturalmente, estoy de acuerdo contigo, no es el sitio pero me gustaría añadir una aclaración.

Nada más lejos de mi intención que ofender a nadie, ya que mis observaciones no van sobre la religión de nadie, ni la critico ni la cuestiono. Por atenernos al contexto, que no es otro que el relato de La Residencia y este, yo no soy capaz de ver nada religioso en las experiencias que Luis nos explicaba de su cofradía, y sí veo mucho de tradición, iniciación, un profundo sentimiento de pertenencia a un determinado grupo reproduciendo cada cofradía una especie de pequeña "orden religiosa católica", y hasta cierta espiritualidad o momentos de sobrecogimiento, pero "sentido religioso" no veo en Luis.
Evidentemente cada uno vivirá ese "sentido religioso" con mayor o menor intensidad, dentro o fuera de una cofradía, unos se quedarán con el envoltorio, otros vivirán el envoltorio como una parte de algo más espiritual, sea lo que sea para cada uno eso de espiritual que incluso puede no ser religioso, y habrá quien viva procurando la observancia de las enseñanzas de Jesús e integrado plenamente en las tradiciones de su cofradía y colaborando con su comunidad.

Es en el contexto de Luis, en el que yo me referí a "sus tradiciones pseudoreligiosas", y permíteme insistir pero nada religioso vi en sus referencias y sí vi mucha tradición, liturgia, ropajes y emoción, como la emoción de tener pegada a ti a la chica que quieres en medio de una bulla, o entrelazar tu mano con la suya para tirar de ella y rescatarla de esa bulla.

Para mi todo envoltorio por sí mismo, exento del mensaje esencial de una religión, es pseudoreligioso y Luis solo nos describió envoltorios, ni misa periódica, ni confesiones con su párroco, ni oraciones, ni colaboración o voluntariado solidario, ni valores cristianos, solo nos mostró el envoltorio de una tradición muy emotiva para él que se repetía cada año y que, una vez acabada, la presunta "religiosidad" se iba a tomar por culo. A este sí que me dejarás juzgarlo, pues así se nos mostró.

Hecha la aclaración, y circunscrita a los personajes del relato, te haré caso y "lo dejaré".
 
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Una breve puntualización. La Semana Santa de Sevilla no es una fiesta pseudoreligiosa. El hecho de que gente no cristiana participe de ella (generalmente criticando los aspectos litúrgicos y doctrinales) no impide que los cofrades comprometidos sí celebren a través de cultos anuales, procesiones y celebraciones litúrgicas la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret.
No es por polemizar ni mucho menos.
Y celebro, repeto y me alegro de que cada cual tenga la libertad de profesar la Fe que quiera y como quiera.
El respeto de todos hacia todos debe de estar por delante de todo.

Dicho esto, si 10 de los 14 festivos que tenemos en este país no estuviesen concertados en celebraciones religiosas podríamos decir con total seguridad que todas estas celebraciones ( desde la Semana Santa sevillana, malagueña o de cualquier otra ciudad a los tambores del maestrazgo turolense pasando por la patun de berga ) son eso, estrictamente religiosas.
Pero mientras todas esta población doblan aforo en estas fechas por gente que la última vez que fue a misa fue el día de su boda o primera comunión, según el caso, resulta difícil sostener que estas celebraciones no Sean pseudoreligiosas.
Si moviesen los días festivos a otras fechas más acordes con el siglo en el que vivimos ¿realmente crees que se plantaría un jueves en calanda, por ejemplo,mucha gente a ver cómo unos lugareños tocan el tambor?
Lo mismo en Berga, sevilla o Cuenca.
¿Cuanta gente ha estado en Zaragoza un 12 de octubre y ha participado en la ofrenda y cuantos no?
Yo he estado ahí los últimos 30 años y me he hecho los vermuts más largos que te puedas imaginar.
Obviamente ni todo el mundo es como yo, gracias a Dios, ni todo el mundo es como vosotros.
La mayoría son de días festivos.
 
Cuando estás muy ocupada piensas menos. Y tenía demasiadas cosas que hacer para pasarme el día llorando. Era lunes y el jueves me iba a Bolonia sin saber cuanto tiempo tardaría en volver. Tenía que buscar la forma de meter todo lo necesario para un año en dos maletas.

La ropa no era un problema. Nunca tuve un vestuario largo, aunque el clima de Bolonia era más húmedo que el que yo estaba acostumbrada. Además me tenía que llevar libros, portátil…

Luis y yo nos hablamos todos los días pero ambos evitamos hacer más dolorosa mi marcha. Estaríamos igualmente conectados cuando llegara a mi destino. Mi madre, acostumbrada a mis idas y venidas sin embargo estaba algo más apenada que de costumbre. Le daba miedo que me pasara algo estando tan lejos, pero yo le prometí que me cuidaría.

El día de mi marcha mi tía vino a recogerme a casa para llevarme en coche hasta Málaga. Allí comimos juntas antes de ir al aeropuerto. De nuevo tuve que oír su discurso de lo orgullosa que estaba de mí, pero dado mi estado de ánimo esta vez me emocioné más y terminé llorando abrazada a ella mientras me consolaba pensando que eran los nervios del viaje. Fue en ese momento cuando sacó un sobre de su bolso y me lo dio.

-¿Qué es esto, tía?

-Para una urgencia.

Abrí el sobre y había bastante dinero.

-Esto es mucho, no me hace falta.

-Tómalo. Nunca viene mal- insistió.

-Tengo miedo de perderlo o que me lo roben.

-Guárdalo bien.

-Voy con todo cerrado. Y además, es tuyo, para tus vacaciones. No sé…-dudé.

-Claudia, cógelo. Así cuando eches de menos a tu novio te vienes a verlo.

Los ojos se me inundaron de lágrimas. No tenía previsto venir a verlo hasta Navidad y ya hasta fin de curso, pero con ese dinero podría escalonar mis venidas y verlo en la carnaval o Semana Santa. Le daría una sorpresa.

Me abracé a mi tía de nuevo con los ojos llenos de lágrimas agradeciéndole todo una vez más. Era mi segunda madre y mi modelo.

Todavía con la emoción de la despedida cogí el vuelo que en apenas dos horas me dejaría en Milán, pero perdí el enlace ferroviario a Bolonia. Era jueves y bastante tarde para los horarios italianos. Tuve que buscarme un hostal para dormir. Encontré una bastante barato pero no muy lustroso en el centro de la ciudad, cerca de la estación de ferrocarril.

En la habitación lúgubre del hostal que daba a un patio interior me sentí muy sola de golpe. Yo, que había elegido la soledad como forma de vida desde los sucesos con el Negro y el Largo había sabido apreciar la compañía de mi tía y, por supuesto, a quien más echaba de menos era a Luis. Lo imaginaba tendido desnudo junto a mí en la cama mientras nos acariciábamos. ¿Qué estaría haciendo? ¿Me echaría de menos como yo a él?

Afortunadamente estaba tan cansada de tirar de las maletas que me quedé dormida pronto. A la mañana siguiente me desperté muy temprano y tras desayunar ligero me fui a Bolonia, directamente a la oficina de atención al estudiante de la universidad. Bolonia era una ciudad muy bonita y lucía alegre aquella mañana pese a los típicos edificios oscuros del norte de Italia.

La universidad era increíble. Me emocionaba pensar que estaba en una de las universidades más antiguas del mundo. Y en la oficina había estudiantes de todo el mundo. Afortunadamente yo venía con los deberes hechos y ya había hecho una reserva de alojamiento.

Para reducir gastos en vez de una residencia había elegido un piso compartido. Aunque no era propiedad de la universidad era ella la que se encargaba de su gestión. Firmé una especie de contrato y me dieron la dirección y las llaves. Aunque tendría que volver pues tenía que dar los datos de una cuenta bancaria italiana para que me giraran el cobro. Así que me fui al hostal, recogí las maletas y me fui a conocer el que sería mi hogar en los siguientes diez meses.

El piso estaba muy cerca del campus donde estaba mi facultad, la más prestigiosa de Italia. El edificio era antiguo pero tenía cierto aire señorial. Era el típico edificio de ensanche burgués descuidado en esa decadencia tan italiana que hace que lo antiguo además parezca viejo. Gran portal con apeadero y un patio interior que en su día debió servir de garaje. El ascensor era de esas cajas antiguas encajadas dentro de la escalera con dos puertas de madera y cristal. Llegué al piso y dudé si llamar o entrar directamente. Preferí lo segundo, por si alguien dormía.

Por dentro era bastante moderno. Se notaba que había sido adaptado para su función de pensión de estudiantes. Austero pero funcional. Entré a un amplio salón con televisor, dos sofás y una mesa de comedor todo con muebles sencillos de estilo nórdico haciendo contraste con los altos techos con molduras de la estancia. Allí me encontré a una chica que me saludó sonriente en italiano.

Era una rubia bajita muy pechugona que se me presentó rápidamente como Tita. Me gustó su forma de recibirme pues fue ella la que me llevó a mi habitación y me enseñó las normas de la casa. Era italiana pero hablaba inglés muy bien así que empezamos a entendernos en la lengua de Shakespeare hasta que empecé a soltarme en italiano semanas más tarde.

Me enseñó la cocina y los armarios donde cada uno guardaba la comida. Ahí le pregunté por el resto de inquilinos. Éramos 6 en total, pero sólo ella y yo chicas. Los demás eran un chico italiano que estudiaba medicina como yo pero no estaba en ese momento en el piso, y varios Erasmus que apenas paraban en la casa para dormir y no hacían convivencia.

Mi habitación era sorprendentemente amplia. Tenía una cama algo más ancha de lo habitual y un armario con una buena mesa de estudio frente a un gran ventanal que daba al patio que había atravesado para llegar a la escalera que subía a la casa. Era consciente de que pasaría muchas horas allí.

Le expliqué a Tita que necesitaba abrir una cuenta en un banco y se ofreció a acompañarme. Me vendría bien con el idioma. Sin deshacer maletas nos fuimos a la sucursal más cercana donde me ayudó a abrir una cuenta en la que aproveché para guardar el dinero que me había dado mi tía. Después fuimos a una tienda de telefonía para conseguirme un móvil local pues en aquella época el roaming era muy caro. De paso me enseñó los comedores universitarios donde almorzamos y antes de regresar al apartamento me ayudó a llenar la nevera para la cena. Me gustaba su amabilidad y disposición.

De regreso me presentó al otro chico italiano, Gianni. Parecía el típico italiano salido de una película. Alto, muy delgado, con ojos azules enmarcando una gran nariz y el pelo algo más largo de lo habitual sin llegar a formar melena muy repeinado. Estudiaba medicina y se alegró mucho de tener a una compañera en el piso. Además compartíamos asignaturas. Todo parecía ayudarme en mi primer día en Bolonia. Gianni y Tita se empeñaron en sacarme a tomar un café y ver el ambiente así que al volver por la noche en cuanto pude sentarme un momento tras deshacer el equipaje lo primero que hice fue escribirle a Luis un email donde poder expresar todo lo ocurrido.
 
Y a partir de ahí, ya nada fue igual.
:(
Bueno, de hecho, desde que Luis salió de su casa para ir a la residencia ... ya nada fue igual ... y desde que Claudia se lió con aquellos dos y uno mató al otro ... ya nada fue igual ...

Por otro lado, ahí tenemos a Gianni, el "amigo" de Luis ... no parece mal tipo.
 
Bueno, de hecho, desde que Luis salió de su casa para ir a la residencia ... ya nada fue igual ... y desde que Claudia se lió con aquellos dos y uno mató al otro ... ya nada fue igual ...

Por otro lado, ahí tenemos a Gianni, el "amigo" de Luis ... no parece mal tipo.

Sabía que no podrias resistirte a contestar este comentario. De hecho lo hice pensando en ti. 🤣🤣🤣
 
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