Miniescritos, prosa y verso.

De los efectos iniciales de la "feliz falsedad".


Cuando la tristeza,
repta por el suelo,
como una serpiente,
cuando la apatía,
enreda zarcillos,
de niebla en tu cuerpo,
cuando soledad,
es tu compañía,
aun no estando sol@,
cuando en tus entrañas,
anida una rata,
que muerde continuo,
cuando lo que miras,
da igual lo que sea,
está en monocromo,
cuando lo que escribes,
es ácida bilis,
que quema en los ojos,
cuando ya estás hart@,
de tí, de la vida,
de nada, de todo...

...Entonces ya sabes,
a pesar de todos,
tus buenos propósitos,
que el invierno asoma,
que llegó diciembre,
que se acerca el "coco",
que odias al de rojo.
 
Mujer de hojalata,
haz del corazón,
un latido.
Mujer de valor,
haz del respirar,
una razón.
Mujer de verdad,
haz de la vida,
un final.

💋 💋 💋
 
(Des)encuentros.

No sé si dejarlo acá,
o en confesiones,
pues de un descargo de conciencia
voy a hablarles.
Resulta que, sin haberlo planeado,
día de ayer, y la tarde promediando,
dio mi vista, corta y ya cansada,
en un culo de mujer que paseaba,
por una calle céntrica y famosa,
de una ciudad arbolada y bulliciosa.

La seguí, si señor@s, es la cosa,
a distancia prudencial, respetuosa,
haciendo que mi camino, antes marcado,
por la prisa y el llegar en punto y hora,
se tornase en un vagar tanto errabundo,
por mejor disfrutar de aquellas nalgas,
que, al marcado ritmo y contoneo,
de unos lindos zapatos charolados,
se movían cual carrillos de una ardilla,
masticando las nueces que ha guardado.

El asunto es que a mi corazón traía,
el recuerdo muy vivo y ya lejano,
de alguien a quien yo conocí en otra vida,
y que mucho y de lejos yo miraba,
por causas de la edad y cercanía.

Era joven, la moza del recuerdo,
bruta y zafia como palo en gallinero,
malhablada, vulgar, un desafuero,
pero linda y esbelta como un junco,
que se mece a capricho de los vientos,
y yo, iluso de mí, yo la soñaba,
como aquel romántico peliculero,
que quiere ser el Pigmalion de una belleza,
escondida entre capas de vil cieno.

La vida, fue pasando, con sus cosas,
la pista le perdí, por circunstancias,
y nada supe de ella en estos años,
quedando su recuerdo allá enterrado,
donde se entierran los tiempos ya pasados.

Pero ayer, si señor@s, era ella,
o al menos su imagen rediviva,
aunque, educada, pulcra, audaz, altiva,
la mujer que yo seguí como un borrego,
y como mi curiosidad, es mal defecto,
hallé el modo de trabar con ella encuentro,
aprovechando una pausa en su paseo,
y su entrada en un bistró, yo estuve atento,
y en el velador de al lado tomé asiento,
protegiendo mi escrutinio tras el muro,
de un panfleto, disimuladamente abierto.

Al minuto, o poco más, fui descubierto,
(el arte del disimulo, no es lo mío,
no doy el papel de espía secreto)
y la dama, sin reparo, se dirige,
a mi periódico en ataque directo:

_ ¿Me conoce, o desea conocerme el caballero?
pues observo que hace un tiempo que me vela,
y me escama ese interés que me demuestra.

Rubororso cual impuber colegial,
rindo el muro, sin haberlo defendido,
y respondo a su estocada directa,
con un "disculpe" malamente balbucido.

_Lleva ya, como diez calles detrás mío,
y me mira, cual si fuese conocido,
es por eso que aquí estamos, buen amigo,
¿no es mejor confrontar que andar huido?

- Además de bella es bien valiente,
(no puedo dejar de responderle)
perdone a este caduco admirador,
su visión me trajo a los recuerdos,
a alguien que en el pasado traté yo.


Conversamos un rato, lado a lado,
sin tan solo tratar ni de mudarnos,
ambos dos a una mesa a platicar,
Ella, bien señora en su prestancia,
yo rendido a sus encantos y a su voz.
A los tragos, obviamente, invité yo.


_ He de irme, la vida me reclama,
ha sido bonita esta reunión.

Se levanta la dama y, yo, lo mismo,
la ayudo a vestirse el chaquetón,
la sigo hasta la puerta y me despido,
dándole a su mano un apretón.
Ella tira de mi, y me planta un beso,
suave en los labios y sonríe:

_ Nos veremos P.... o tal vez no,
ya cuando era una niña tonta,
tú eras un hombre encantador.

Y se aleja, caminando calle abajo,
mientras yo la miro anonadado,
y pienso:
"Mira que eres idiota, so melón,
la moza no ha necesitado Pigmalion"
 
Última edición:
(Des)encuentros.

No sé si dejarlo acá,
o en confesiones,
pues de un descargo de conciencia
voy a hablarles.
Resulta que, sin haberlo planeado,
día de ayer, y la tarde promediando,
dio mi vista, corta y ya cansada,
en un culo de mujer que paseaba,
por una calle céntrica y famosa,
de una ciudad arbolada y bulliciosa.

La seguí, si señor@s, es la cosa,
a distancia prudencial, respetuosa,
haciendo que mi camino, antes marcado,
por la prisa y el llegar en punto y hora,
se tornase en un vagar tanto errabundo,
por mejor disfrutar de aquellas nalgas,
que, al marcado ritmo y contoneo,
de unos lindos zapatos charolados,
se movía cual carrillos de una ardilla,
masticando las nueces que ha guardado.

El asunto es que a mi corazón traía,
el recuerdo muy vivo y ya lejano,
de alguien a quien yo conocí en otra vida,
y que mucho y de lejos yo miraba,
por causas de la edad y cercanía.

Era joven, la moza del recuerdo,
bruta y zafia como palo en gallinero,
malhablada, vulgar, un desafuero,
pero linda y esbelta como un junco,
que se mece a capricho de los vientos,
y yo, iluso de mí, yo la soñaba,
como aquel romántico peliculero,
que quiere ser el Pigmalion de una belleza,
escondida entre capas de vil cieno.

La vida, fue pasando, con sus cosas,
la pista le perdí, por circunstancias,
y nada supe de ella en muchos años,
quedando su recuerdo allá enterrado,
donde se entierran los tiempos ya pasados.

Pero ayer, si señor@s, era ella,
o al menos su imagen rediviva,
educada, pulcra, audaz, altiva,
la mujer que yo seguí como un borrego,
y como mi curiosidad, es mal defecto,
hallé el modo de trabar con ella encuentro,
aprovechando una pausa en su paseo,
y su entrada en un bistró, yo estuve atento,
y en el velador de al lado tomé asiento,
protegiendo mi escrutinio tras el muro,
de un panfleto, disimuladamente abierto.

Al minuto, o poco más, fui descubierto,
(el arte del disimulo, no es lo mío,
no doy el papel de espía secreto)
y la dama, sin reparo, se dirige,
a mi periódico en ataque directo:

_ ¿Me conoce, o desea conocerme el caballero?
pues observo que hace un tiempo que me vela,
y me escama ese interés que me demuestra.

Rubororso cual impuber colegial,
rindo el muro, sin haberlo defendido,
y respondo a su estocada directa,
con un "disculpe" malamente balbucido.

_Lleva ya, como diez calles detrás mío,
y me mira, cual si fuese conocido,
es por eso que aquí estamos, buen amigo,
¿no es mejor confrontar que andar huido?

- Además de bella es bien valiente,
(no puedo dejar de responderle)
perdone a este caduco admirador,
su visión me trajo a los recuerdos,
a alguien que en el pasado traté yo.


Conversamos un rato, lado a lado,
sin tan solo tratar ni de mudarnos,
ambos dos a una mesa a platicar,
Ella, bien señora en su prestancia,
yo rendido a sus encantos y a su voz.
A los tragos, obviamente, invité yo.


_ He de irme, la vida me reclama,
ha sido bonita esta reunión.

Se levanta la dama y, yo, lo mismo,
la ayudo a vestirse el chaquetón,
la sigo hasta la puerta y me despido,
dándole a su mano un apretón.
Ella tira de mi, y me planta un beso,
suave en los labios y sonríe:

_ Nos veremos P.... o tal vez no,
ya cuando era una niña tonta,
tú eras un hombre encantador.

Y se aleja, caminando calle abajo,
mientras yo la miro anonadado,
y pienso:
"Mira que eres idiota, so melón,
la moza no ha necesitado Pigmalion"

Es un mago. Hace magia con las palabras. Siempre es un placer leerle.
A sus pies.
:adorar1::adorar1::adorar1::adorar1::adorar1::adorar1::adorar1::adorar1::adorar1::love1:
 
Última edición:
¿Qué más quieres de mi?
Nunca debí ser.
Siempre dolor traído,
del cielo caído.
Regresame.

¿Cuándo vas a venir?
Nunca fui invencible.
Siempre la espada de Damocles,
hundela con honor.
Liberame.
 
¿Qué más quieres de mi?
Nunca debí ser.
Siempre dolor traído,
del cielo caído.
Regresame.

¿Cuándo vas a venir?
Nunca fui invencible.
Siempre la espada de Damocles,
hundela con honor.
Liberame.
Que bien escribes, gracias por tus palabras
 
Cabalga entre las nubes la tormenta,
preñada de agüeros de ceniza,
silenciosa y lejana en apariencia,
presta a desatarse con fiereza,
hermosa en su grisura de metal,
mortífera y letal en su callada fuerza.
Cabalga cual jinete de leyenda,
flojas y sin control lleva las riendas,
cortos los estribos, preparados,
para erguirse sobre ellos, retadora,
presto el arco y certera la flecha.
Dispara andanadas de fría lluvia,
cual plomos de honderos baleares,
que cruzan el espacio en diagonales,
asesinas en su líquida cadencia.
Yo la espero, a pie firme en descampado,
disfrutando del olor de su inminencia,
aguardando el dolor , los proyectiles,
disponiendo mis culpas y pecados,
mi orgullo, mi altivez y mi soberbia,
para ser purificados con su esencia,
si así ella lo quiere y lo desea.
 
Última edición:
Ya no más.


En las fechas de felicidad y amor,
cuando todos sonreímos a las cámaras,
de los ojos de extraños que nos miran,
(l@s cercan@s, quizás los más extraños),
se remueven mis demonios interiores,
me incitan a la ira, me vuelvo atrabiliario.

Yo no gusto de la Blanca Navidad,
los renos me producen urticaria,
y dolor de cabeza el carrusel,
de alegres y mágicas campanas,
por no mencionar el machacón,
sonsonete de villancicos y tonadas.

No es correcto, obviamente, mi desdén,
cuando lo verbalizo, extrañados, me señalan,
todos esos disfrazadas con gorritos,
que cubren sus cabezas afiebradas,
por las prisas, las compras, ¡ yo que sé !
corriendo como gallinas alocadas.

Sé feliz por decreto del supremo,
besa, abraza, reparte "buen rollito",
saluda, sal, compra, bebe, gasta,
da una fiesta, excédete en la dieta,
celebra, sonríe, canta, haz el idiota,
haz clinc-clinc hasta que saque humo la tarjeta.

Ya no más, lo lamento, yo me apeo,
me han hartado los vaivenes del trineo,
las campanillas, Ho-Ho-Hos y otras matracas.
Cuando quiera comer, besar, amar,
ser feliz, beber, comprar, saltarme dietas,
ya lo haré cuando a mí me venga en gana.
 
Ya no más.


En las fechas de felicidad y amor,
cuando todos sonreímos a las cámaras,
de los ojos de extraños que nos miran,
(l@s cercan@s, quizás los más extraños),
se remueven mis demonios interiores,
me incitan a la ira, me vuelvo atrabiliario.

Yo no gusto de la Blanca Navidad,
los renos me producen urticaria,
y dolor de cabeza el carrusel,
de alegres y mágicas campanas,
por no mencionar el machacón,
sonsonete de villancicos y tonadas.

No es correcto, obviamente, mi desdén,
cuando lo verbalizo, extrañados, me señalan,
todos esos disfrazadas con gorritos,
que cubren sus cabezas afiebradas,
por las prisas, las compras, ¡ yo que sé !
corriendo como gallinas alocadas.

Sé feliz por decreto del supremo,
besa, abraza, reparte "buen rollito",
saluda, sal, compra, bebe, gasta,
da una fiesta, excédete en la dieta,
celebra, sonríe, canta, haz el idiota,
haz clinc-clinc hasta que saque humo la tarjeta.

Ya no más, lo lamento, yo me apeo,
me han hartado los vaivenes del trineo,
las campanillas, Ho-Ho-Hos y otras matracas.
Cuando quiera comer, besar, amar,
ser feliz, beber, comprar, saltarme dietas,
ya lo haré cuando a mí me venga en gana.
A su Ya no más, me sumo.
Y lo hago mio. 😎

PD. Edito, porque no queremos dogmas ni himnos.

💋 💋
 
Última edición:
De InfantHeroicidades.


Ya ha pasado, el gran día del olvidado,
Herodes y sus órdenes de muerte,
que cruel, que salvaje, cuan infame,
masacrando a los infantes inocentes.
Es curioso , que pasados veinte y tres,
más dos mil, de los años gregorianos,
con apenas unos metros de distancia,
el Agripa siga vivo y en gran forma,
escondido bajo el disfraz de un estado,
haciendo de las suyas, muy moderno,
pero eso, no hay día para recordarlo.
 
Vete preparando.

Vete preparando.
Te necesito.
Me lo merezco.

Vete preparando.
Te quiero para lo mejor.
Tengo dispuesto el corazón.

Vete preparando.
No más excusas, ni mentiras.
No más dolor, ni falsa brillantina.

Vete preparando.
Sé quién soy, sé donde estoy.
El año empieza hoy.

💋 💋 💋
 
Del hastío.

Este día me he levantado con la aurora,
como todos, desde que tengo memoria,
y, habitando el lugar en el que habito,
(que vivir es un asunto bien distinto),
mis canoras aves mañaneras,
son el tráfago constante de vehículos,
sirenas de ambulancias, policía,
tintineo de botellas , voces, gritos.

No es mal modo de asomarse a un nuevo día,
si consideran que son los ruidos de la vida,
para alguien que amanece, igual que duerme,
para mí, que soy un muerto que camina,
un autómata que realiza sus funciones,
en esquemas impuestos, prefijados,
dejando que las horas pasen lentas,
con desgana, por inercia, con desidia,
para al fin derrumbarse en una cama,
indiferente a que amanezca otro mañana.
 
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