Miniescritos, prosa y verso.

Házmelo lento!

Hazme el amor lento, pero muy lento.
Tanto, que sienta cada centímetro de tu dura excitación entrando en mí.

Tanto, que note la rugosidad de tus venas y lo húmedo que estás solo de ver cómo me abro para tí.
Tanto, que mi boca se abra para poder respirar.
Tanto, que mis ojos no puedan dejar de mirarte.
Tanto, que cada gemido que salga de mi boca, sea porque mi cuerpo se arquea para tí.
Tanto, que los dedos de mis pies se cierren cogiendo las sábanas.

Hazlo lento, que quiero sentirte y saber que no es un cuento.
 
Pasos de Vida.

Zapatos de alto tacón y medias color ilusión, para vivir con intensa pasión.
Katiuskas de lunares y preciosos paraguas, para los días de llover y llover y todos esos charcos que saltas.
Mocasines con borlas y divertidas corbatas, para las responsabilidades que a tus pies y espalda, fuertemente se atan.
Rojas bailarinas sin cintas de raso y esperanzadores pasos de baile, a la vida dan brillante purpurina, cuando la vida se hace cuesta arriba.
 

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Pasos de Vida.

Zapatos de alto tacón y medias color ilusión, para vivir con intensa pasión.
Katiuskas de lunares y preciosos paraguas, para los días de llover y llover y todos esos charcos que saltas.
Mocasines con borlas y divertidas corbatas, para las responsabilidades que a tus pies y espalda, fuertemente se atan.
Rojas bailarinas sin cintas de raso y esperanzadores pasos de baile, a la vida dan brillante purpurina, cuando la vida se hace cuesta arriba.
Citando el título de un libro, usted sabe poner "el dardo en la palabra".

Simplemente gracias.
 
Pasos de Vida.

Zapatos de alto tacón y medias color ilusión, para vivir con intensa pasión.
Katiuskas de lunares y preciosos paraguas, para los días de llover y llover y todos esos charcos que saltas.
Mocasines con borlas y divertidas corbatas, para las responsabilidades que a tus pies y espalda, fuertemente se atan.
Rojas bailarinas sin cintas de raso y esperanzadores pasos de baile, a la vida dan brillante purpurina, cuando la vida se hace cuesta arriba.
Esto sí que es rematar un texto. 😍
 
Pasos de Vida.

Zapatos de alto tacón y medias color ilusión, para vivir con intensa pasión.
Katiuskas de lunares y preciosos paraguas, para los días de llover y llover y todos esos charcos que saltas.
Mocasines con borlas y divertidas corbatas, para las responsabilidades que a tus pies y espalda, fuertemente se atan.
Rojas bailarinas sin cintas de raso y esperanzadores pasos de baile, a la vida dan brillante purpurina, cuando la vida se hace cuesta arriba.
Simplemente maravilloso
 
Ni una gota.

Por la ventana corren
las gotas de una lluvia,
pertinaz y monótona.
Juegan a las carreras,
se persiguen a locas,
y cuando dan alcance,
las unas a las otras,
forman un reguerillo,
que corre más aprisa,
y salta los alfeizares,
cual breve catarata,
como si gota a gota,
no fuese suficiente,
como si la premura,
de verterse en el suelo,
fuese el fin y no el medio.

Así somos nosotr@s,
como estúpidas gotas,
que corren alocadas,
a fundirse en riachuelos,
que se vuelven cascadas,
y despeñan los sueños .
 
Última edición:
El poder de la imágenes es infinito...

Una fotografía,
un cuadro, un video,
una impresión en papel,
el instante,
el perfecto momento,
o no tan perfecto.
La velocidad, la inmediatez,
el color exacto,
la textura precisa
de una piel,
lo ves, lo revives,
recuerdas, conoces,
todo está y lo ves,

Pero...

La palabra
exacta y certera,
la evocación onírica,
el sentimiento implícito,
lo que se dice,
aún sin decirlo,
hormigas corriendo
sobre un blanco lecho,
juntando sus cuerpos,
formando sentidos,
y significados.
La mente que vuela,
a sitios lejanos,
que quedan tan cerca,
están en tus manos.
 
El poder de la imágenes es infinito...

Una fotografía,
un cuadro, un video,
una impresión en papel,
el instante,
el perfecto momento,
o no tan perfecto.
La velocidad, la inmediatez,
el color exacto,
la textura precisa
de una piel,
lo ves, lo revives,
recuerdas, conoces,
todo está y lo ves,

Pero...

La palabra
exacta y certera,
la evocación onírica,
el sentimiento implícito,
lo que se dice,
aún sin decirlo,
hormigas corriendo
sobre un blanco lecho,
juntando sus cuerpos,
formando sentidos,
y significados.
La mente que vuela,
a sitios lejanos,
que quedan tan cerca,
están en tus manos.
Eterna palabra escuchada, leída.
Efímero instante, vivido, sentido.
Perpetua memoria, realidad sabida.

💋 💋 💋
 
Dónde estás

I

Dónde estás,
en qué lugar te encuentras.

Dónde está tu palabra,
que es mi beso.
Dónde está tu risa,
que es mí caricia.
Dónde está tu locura,
que es mí cordura.
Dónde está tu desvelo,
que es mí sueño.
Dónde está tu libertad,
que es mí dueña.
Dónde está tu fantasía,
que es mí realidad.
Dónde está tu sitio,
que es mí hogar.
En qué espacio te habitas,
compañera,
quedo vacío y solo.

Dónde estás,
en qué lugar te encuentras.
Amada

II

Donde menos busques,
me encontrarás.

Donde tu torpeza
no llene mi cabeza.
Donde tu lamento
no sea mi tormento.
Donde tu cometa
no sea mi meta.
Donde tu ansiedad
no sea mi realidad.
Donde tu pasión
no sea mi obligación.
Donde tu amor
no sea mi dolor.
En ese justo lugar
compañero.

Donde menos buscas,
me encontrarás.
Amor
 
De la dulzura de la tristeza.


Es cierto, no lo niego,
que cuando me visita,
la acojo con agrado,
le brindo mi atención,
la arropo aquí a mi lado,
le dejo que me arrulle,
que me envuelva en sus brazos,
que me acune despacio.
Pero no, no me duermo,
no caigo en su regazo,
sé bien de sus zalemas,
los oídos regalados,
de sirena sus cantos,
no caigo en sus halagos,
conozco sus maneras,
desde tiempos pasados.
 
De abrigos y camas.

Es tiempo de prodigios,
de misterios y espíritus,
de tormentas y vientos,
de reservar los ímpetus.
Es otoño lluvioso,
de castañas, boletos,
de fuego en chimeneas,
de botas y paraguas.
Es época de camas,
con cobertor de plumas,
de cobijas calientes,
de franela pijamas.
Es ocasión propicia,
para calor humano,
para brazos tendidos,
cuerpos bien apretados.
Es tiempo de quererse,
y abrazados dormirse,
la cucharita haciendo,
de sentirte a mi lado.
 
De vez en cuando...

De vez en cuando escribo,
pasiones, sentimientos,
momentos de dulzura,
amargos pensamientos.

De vez en cuando siento,
urgente y acuciante,
la ruin necesidad
de hacerte mucho daño,
dejar a mi crueldad,
oculta y amarrada,
que una vez tome el mando,
por ver que es lo que ocurre;
y entonces, solo entonces,
mi mano acerco al fuego,
y me quemo los dedos,
para con el dolor,
y haciéndome yo daño,
exorcizar demonios,
fantasmas del pasado.

Pero es la mano zurda,
la siniestra (mal nombre)
no la mano culpable,
la que ha sufrido el daño,
en tanto con la diestra,
(esta sí la acertaron)
la que escribe certera,
las palabras crueles,
con las que se lastima,
todo aquello que amo.

De vez en cuando pienso,
en juntar en un libro,
mis miedos, mis deseos,
ilusiones, desvelos,
mi furia, mis tormentos,
mas pronto se me pasa,
nadie quiere beber,
de otra mano el veneno.
 
Cajón de los Olvidos.

Asomándome al cajón de los olvidos, no sé a dónde van las cartas no enviadas, las palabras no dichas ni los sentimientos guardados.

No sé donde están los besos no dados, los abrazos no compartidos ni las caricias no recibidas.
No sé donde están los calcetines desparejados, ni los ovillos de lana con los que nunca se tejió.
No sé donde quedan los "te quiero" ni los "te deseo" donde la memoria sufrió.
No sé donde quedan los susurros de medianoche, las canciones desafinadas ni el compás de un roto corazón.

No sé donde están los lápices, las gomas de borrar de ataño ni los años vividos, que en el cajón del olvido alguien metió.
No sé donde el recuerdo de nuestro tiempo, donde nuestras miradas sonriendo, donde el viento se llevó.

💋 💋 💋
 
Cajón de los Olvidos.

Asomándome al cajón de los olvidos, no sé a dónde van las cartas no enviadas, las palabras no dichas ni los sentimientos guardados.

No sé donde están los besos no dados, los abrazos no compartidos ni las caricias no recibidas.
No sé donde están los calcetines desparejados, ni los ovillos de lana con los que nunca se tejió.
No sé donde quedan los "te quiero" ni los "te deseo" donde la memoria sufrió.
No sé donde quedan los susurros de medianoche, las canciones desafinadas ni el compás de un roto corazón.

No sé donde están los lápices, las gomas de borrar de ataño ni los años vividos, que en el cajón del olvido alguien metió.
No sé donde el recuerdo de nuestro tiempo, donde nuestras miradas sonriendo, donde el viento se llevó.

💋 💋 💋
Escribes como los ángelitos, no dejes de hacerlo... 💋 💋 💋
 
Recuerdo el día que te conocí. Se me congeló la memoria y desde entonces, llevo tu sonrisa bien guardada, en mi bolsillo del cariño.

Recuerdo el día que te conocí. Me asusté ¿como te podía amar? De repente, una sonrisa fugaz escapó de tus labios. La atrapé, sabiendo que mi hogar está contigo.

 
Desde el hilo blanco y negro,
me vengo a bailar aquí,
al ritmo de un sensual tango,
que en Buenos Aires yo vi,
aunque más bien, no era tango,
era milonga civil.

En un bar de una barriada,
una pareja de edad,
sin que nada les llamara,
se dejaron arrastrar,
por la música sacada,
de un viejo bandoneón.

Ella chiquita, delgada,
pollera larga y tacón,
el cabello en alto iba,
sujeto con prendedor;
él garboso y espigado,
con traje negro color,
sin corbata y arreglado,
el cabello en fijador.

La música que sonaba,
la tocaba así en sordina ,
un joven barbilampiño,
mezclada con los ruidos,
de cantina en esplendor.

Se levanta el caballero,
con gesto altivo, señor,
erguido como una lanza,
su mano tiende a su flor,
ella duda, se averguenza,
y en un rapto de furor,
toma la mano extendida,
se levanta en un tirón,
pegando su cuerpo viejo,
al de su viejo amador.

Y aquí comienza el milagro,
de la música, el amor,
de la milonga sentida,
del dolor y el desamor.

La música gana fuerza,
los parroquianos retiran,
las sillas a la carrera,
se improvisa una gallera,
en el tiempo de un amén.

La pareja ni les vé,
sus ojos ciegos al mundo,
en él los ojos de ella,
en ella los ojos de él.
Giran, paran, se acarician,
él hierático, ella cruel,
le seduce, le castiga,
le ruega, le pide, ven.
El sale de su quietud,
la sigue, se hace querer,
sus cuerpos que se entrelazan,
dibujan sexo en las lineas,
que trazan sobre el parquet.

Nada más puedo contarles,
más que lo que les conté,
sólo me resta decirles,
que de ellos me enamoré.
 
Última edición:
NUEVAS EXPERIENCIAS.

Tengo la piel erizada, no sé muy bien si por el frío de la desnudez, o por la espectativa.
Mis pezones se ha puesto tumefactos, erguidos y duros.
Me miro, un vistazo rápido, para autoconvencerme de que no se me ve tan mal para mi edad...
Dudo, es algo nuevo para mí, nunca lo he experimentado y la prevención se mezcla con la curiosidad. Me has hablado tanto de ello, me has prometido que será placentero y agradable, que el contraste de sensaciones es algo imposible de describir, que tengo que probarlo, me has jurado que si no lo soporto, si me resulta desagradable, lo dejaremos en ese mismo momento...
Me lanzo, no lo pienso más.
No más abrir la puerta, te veo, en tu espléndida desnudez.
El calor me envuelve como una sábana, mi cuerpo arde de repente y una ola de rubor me enciende.
Mis ojos vagan por el recinto, observan los detalles, las brasas, tú. Un manojo de ramas en un recipiente, tú. La madera que recubre el recinto, tu cuerpo desnudo, tú . Un lugar preparado para tumbarse o sentarse, tus ojos inquisitivos, tú. La puerta por la que he entrado, tu sonrisa,tú ...
Con un gesto, sin una palabra, me invitas a tumbarme.
Tus manos recorren mi cuerpo, con morosidad, sin prisa, acarician, estrujan, palpan, se demoran, aprietan.
El calor reinante, tu desnudez, tus manos, mis nervios, hacen que mi cuerpo arda como una tea.
Mis ojos se cierran y mis pensamientos se vuelven inconexos, sólo disfruto de las sensaciones. El silencio, tu respiración acompasada, tus manos sobre mi piel, el borboteo del agua que hierve en un samovar, el olor a madera y a tí...
Un sonido crujiente me saca de mi ensoñación. Sin apenas percibirlo, ha pasado un largo intervalo de tiempo, y mi piel se ha ido perlando de gotas de sudor, que resbalan suavemente.
Un zumbido y un escozor repentino sobre la piel de mi espalda es la primera noticia que tengo de la utilidad de aquellas ramas que yo creí atrezzo.
Los cintarazos suaves y acompasados con que me flagelas, hacen que pequeños gemidos involuntarios escapen de mis labios entreabiertos.
Los azotes van ganando en fuerza e intensidad, y mi cuerpo responde a ellos con pequeñas contracciones, y un enrojecimiento paulatino. Las sensaciones que me recorren, cada vez que me golpeas, son como pequeñas descargas eléctricas; mi cuerpo se relaja brevemente entre golpe y golpe, como si, por su propia iniciativa, quisiera anticipar cuando llegará el próximo.
Es una sensación extraña, diferente; la combinación del calor, tu presencia, tus manos y la confianza implícita en tu saber hacer, mezcladas con la controlada violencia de los golpes, forman un todo placentero, en contra de lo que había imaginado, y mi cuerpo reacciona agradecido.
De pronto, y sin aviso previo, los golpes cesan.
A través de mis sentidos agudizados, siento cómo te separas de mí. Oigo tus pasos y la puerta al abrirse.
Un chorro de agua helada cae sobre mi cuerpo ardiente, haciéndome exhalar un chillido de sorpresa.

- Ahora puedes ponerte el albornoz, vamos a tomar el té. La sauna rusa no es tan terrible, ¿ verdad ?
 
Última edición:
Sombra de Justicia

Durante años, he visto cómo desgarraban mi tierra. Esa tierra que vio crecer a mis antepasados, que jugaba con sus sombras al atardecer y susurraba cuentos de esperanza con el viento entre los árboles. La vieron arruinada, despreciada por aquellos que deberían haberla protegido. Sin inversiones, con chanchullos, comprando voluntades políticas con favores y sonrisas falsas. Observé con amargura cómo se desvanecía su esplendor, cómo se convertía en un mero instrumento de avaricia.

Pero, en el fondo de mi desesperación, germinó una determinación férrea. Me propuse destruirlos desde dentro, aunque ello me llevase toda una vida. Repudiaba su presencia, me asqueaba solo con escuchar sus voces, pero sabía que necesitaba ascender en su partido, en sus filas, para lograr mi objetivo. Me convertí en una sombra entre ellos, sonriendo cuando era necesario, asintiendo a sus planes, siendo parte de su círculo.

Durante años, hice lo que juré que nunca haría. Pero nunca perdí de vista mi objetivo. Fui paciente, recopilando datos, guardando cada secreto, cada transacción sospechosa, cada conversación incriminatoria. Me convertí en el confidente de sus secretos más oscuros, el custodio de sus peores acciones.

Y hoy, hoy es el día del juicio. Desde lo más alto de la tribuna, con el peso de años de silencio, los desenmascaré a todos. Mis palabras resonaron en la sala, claras y fuertes, cada acusación respaldada por pruebas irrefutables. Los vi palidecer, tambalearse bajo el peso de la verdad. Por fin, la justicia para mi tierra parece posible.

Ojalá fuera real y no solo un sueño.
 
Última edición:
Volver.
La infancia es una quimera,
que se mira con nostalgia,
desde la lejana puerta,
acá donde habito yo.
Mas la memoria persiste,
la nostalgia se hace fuerte,
empuja, tira, no se,
la cosa es que hay que tomar,
la dificil decisión,
de partir para
"bajo el burlón mirar, de las estrellas,
que con indiferencia, me ven
volver"
a unos tiempos ya pasados,
a un lugar que ya no es yo,
a las calles y a las casas,
que me miraron crecer,
a las gentes que se han ido,
a lo que nunca quedó.




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