Reencuentro con Elena

Sea como sea, lo mejor sería que acaben amistosamente en la medida de lo posible, pero cada uno por separado.
Esto yo no creo que vaya a avanzar positivamente ya.
Pero el se emperra en acercarse a Elena, cuando se ve que ella no demasiado.
 
A mí me cae mejor Elena que Javi claramente, pero ha cometido bastantes errores también, el problema es que los errores que se nos presentan como hechos para hacer daño a Javi son lo k Javi piensa, no lo que realmente ocurre.

Y lo normal sería que al estar en la cabeza de Javi, fuese con él con quien empatizaramos, pero es que no es fácil.

Por cierto, a Yolanda aún no se la ha tirado, no dudes que acabe en algún juego sexual en algun momento.
 
Todas las discusiones de pareja valen la pena, porque después viene la reconciliación... Esas reconciliaciones intensas, apasionadas, dulces etc... 😍
En éste caso de Javi y Elena, la reconciliación o el intento... Está resultando más desagradable aún que la ruptura en si!!!

Javi está con Ángela, y es como la luz de la mañana en un bonito día de primavera.

Sin embargo está con Elena, y es un triste frío y nublado día de Noviembre.

Carlosss!!! Díselo de una vez, que Javi no se entera... 😂😂
 
La diferencia de algunas críticas a Javi o a Elena, es que la mayoría de las dirigidas hacia Javi están justificadas por sus propios pensamientos, palabras y obras, digamos que son fundamentadas en la "documentación" que ofrece el relato, pero para hacer lo mismo con Elena, se necesita especular sobre sus pensamientos, de sus palabras solo conocemos las que se cruza con Javi y de las acciones que nos narran, las vemos a través de los ojos de Javi. Es lo que hay, a mi me cuesta mucho criticar a alguien basándome en especulaciones, cuando Elena ha actuado mal, como con la invitación de Yolanda sin tener en cuenta a Javi, la he criticado, aunque me ha costado, porque ella tal vez no era del todo consciente de la animadversión de Javi hacia Yolanda, tal vez en su día o no vio o no quiso ver lo que hubo, porque con Elena siempre estaremos en un "tal vez" ...
Me pasa esto totalmente. Por eso muchas veces no estoy de acuerdo con quienes matan a Elena porque no entienden que lo que nos cuentan son las apreciaciones de Javi, no una son verdad absoluta, es lo que el sintió con respecto a algo que pudo haber hecho Elena. En cambio, lo que sabemos de Javi es lo que el mismo vivió. Y para entenderlo es cuestión de volver al momento de la crisis de ellos. El estaba picado porque Elena habia recibido unos mensajes del jefe. Recibir esos mensajes no implican que ella hubiese hecho nada ni nada parecido. En cambio que Elena se enterara de que Javi y Noelia se acostaban a sus espaldas, y el se justificaba en que ella lo habria buscado. Pero no habia manera de que Elena supiera eso, solo supo de la infidelidad real.
Se ve que sois fan de Javi,eh.
Es curioso vuestro blanqueo continuo con Elena, aunque es respetable. No digo que Javi haga las cosas bien, pero no creo que aquí sea el malo.
Luego decís que le oculta lo de Ángela, joer, si se lo dice se pondría hecha una furia.
Yo espero, sin embargo, que Javi abra los ojos de una vez y cierre de una vez su etapa con Elena y vea que es con Ángela con quién tiene que estar. Es el quien tiene que dar el paso
Con respecto a que oculta lo de Angela porque se pondria hecha una furia... lo haces o no lo haces, no lo ocultas. Sabes que a Javi le molestaria que Elena se encuentre a solas en su departamento con el hermano de Javi, que coman a solas y que lo invite a quedarse a dormir... que haria Elena? Lo invitaría? Lo llevaria a comer a algun restaurant para no estar a solas? Le contaria a Javi?? Te lo planteo asi, porque si la que lo hubiese hecho era Elena la hubieses condenado a la hoguera. En cambio si lo hace Javi, se lo justifican porque ella debe ser la toxica que se pondria hecha una furia si se entera.
 
Se ve que sois fan de Javi,eh.
Es curioso vuestro blanqueo continuo con Elena, aunque es respetable. No digo que Javi haga las cosas bien, pero no creo que aquí sea el malo.
Luego decís que le oculta lo de Ángela, joer, si se lo dice se pondría hecha una furia.
Yo espero, sin embargo, que Javi abra los ojos de una vez y cierre de una vez su etapa con Elena y vea que es con Ángela con quién tiene que estar. Es el quien tiene que dar el paso.
Joder Carlos que a echo la pobre para desearle ese castigo😂😂😂
 
Todas las discusiones de pareja valen la pena, porque después viene la reconciliación... Esas reconciliaciones intensas, apasionadas, dulces etc... 😍
En éste caso de Javi y Elena, la reconciliación o el intento... Está resultando más desagradable aún que la ruptura en si!!!

Javi está con Ángela, y es como la luz de la mañana en un bonito día de primavera.

Sin embargo está con Elena, y es un triste frío y nublado día de Noviembre.

Carlosss!!! Díselo de una vez, que Javi no se entera... 😂😂
Es que aquí no hay reconciliación alguna, parece que hay un ajuste de cuentas pendientes y la necesidad imperiosa de Javi de que su conciencia deje de molestarle, todo esto no es algo que Elena haya buscado en ningún momento. Era Javi el que tenía cuentas pendientes sin resolver que lo torturaban y le empujaron a buscar el "perdón" de Elena. Obtenido el "perdón", y un par de polvos, se ve claramente que aquí no hay amor. Como bien dice @Carlos Sevillista , cuanto antes lo vea Javi mejor para todos ... incluso para él mismo y para Elena.
 
Última edición:
Por cierto, el capítulo de ayer fue muy esclarecedor tanto en su contenido como en su estructura. Contraponer la tranquilidad de espíritu que Ángela le proporciona a Javi con la alteración permanente que le produce Elena, fue muy elocuente. Y el contraste al colocar primero el "encuentro" con Ángela y luego el "desencuentro" con Elena, fue muy acertado, hacerlo al revés no habría funcionado igual, así pudimos ver las idas y venidas del ánimo de Javi y asociarlas mejor a sus desencadenantes.

:unsure: ... ¿No se habrá equivocado el autor con el título? Tal vez quiso decir: Desencuentro con Elena.
 
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Capítulo 814

-Nada, te quería avisar del plan de esta tarde -me puso Sara en un mensaje en WhatsApp como respuesta al que le envié yo antes de salir de casa de Elena.
-¿Qué plan?
-¿No has leído el grupo estos días?
-La verdad es que no.
-Estás muy desaparecido... ¿Va todo bien?
-Si, sí. De hecho, es que estoy con mis amigos, los que había en mi fiesta de cumpleaños. ¿Recuerdas?
-Sí, claro.
-He hecho las paces con ellos y solemos quedar los fines de semana.
-Ah, qué bien. Me alegro mucho de que hayas arreglado las cosas con ellos.
-Gracias.
-Pues en el grupo lo hemos estado hablando. Nos vamos a juntar esta tarde para jugar, pero no todos los de la tienda. Solo los de nuestro grupillo, ya sabes.
-Ah, pues joder, es que no me he dado cuenta. No he leído esos mensajes.
-Nos queríamos juntar todos porque hoy es el cumpleaños de Amaya y... Queríamos hacerlo para recordarla y poder pasar un poco de tiempo todos juntos, que ya no solemos hacerlo tanto. Pero si no puedes, no pasa nada. Entiendo que estés ocupado y tuvieras otros planes.
-Joder, me sabe mal. Es que estoy en mi ciudad y todo...
-No te preocupes, de verdad. Para la próxima nos vemos, ¿vale? Pásatelo bien 😘

No pude evitar poner gesto triste al acabar esa conversación, porque me parecía algo especial y me habría encantado ir y pasar un rato con ellos, porque hacía bastante que no los veía, además de por recordar a Amaya. Me pareció un gesto bastante bonito el que organizaron y me sentía muy mal por no poder formar parte de aquello, porque para hacerlo, dejaría tirados a mis amigos y también quería arreglar un poco la cosa con Elena.

Era imposible quedar bien para irme a otro plan por mucho que les dijera de qué trataba y lo especial que era. Y la cosa no estaba como para hacer feos, sobre todo con Elena. Me entristeció tanto no poder participar en aquello, que me metí en el grupo para leer esos mensajes de los que me habló Sara, en donde también encontré una foto en la que salíamos todos, incluida Amaya. Me quedé un rato mirando esa foto, haciendo zoom para verla sobre todo a ella, porque la echaba de menos.

Pero la solución a este problema vino rápida, porque no me percaté de que Elena estaba detrás de mí al estar tan sumido en mis pensamientos en lo que me había dicho Sara. Al parecer las chicas habían terminado de ver algo que Irene les quería enseñar y ella vio lo que estaba haciendo, que tampoco es que fuera nada del otro mundo, pero sí que fue suficiente como para que ella lanzara un suspiro, pasando a lamentarse, aunque sin decir nada.

Las chicas preguntaron qué ocurría para que se pusiera así, a lo que ella respondió que yo estaba más pendiente de mis amiguitas que de hacerle caso a ellos, primero con la del pelo rosa y ahora con esta, pasando a decir que si tan interesado estaba en otras personas, pues que me podía haber quedado en casa o salir con ellas en vez de con los amigos que habíamos quedado. No pasaron desapercibidas esas palabras para nadie por las caras que encontré en los demás mientras yo estaba como en shock por lo que me había dicho, aunque no me quedé callado, especialmente al ponerme ella cara de querer una respuesta.

-Elena, estás quedando como una gilipollas, porque estás viendo cosas donde no las hay, sobre todo, porque esta chica, mi amiga, está muerta. Llevas razón, debería haberme quedado en casa antes de venir y aguantar la cara de asco que tienes todo el tiempo, pero no pasa nada, ya me voy. Ahí te quedas con tus putos celos.

Me marché de allí muy enfadado con ella. Me molestó tanto lo que dijo como la forma en la que lo hizo. Y no poco precisamente, porque me fui de allí sin tener ella como volver a casa, aunque nuestros amigos podían llevarla, pero eso no me importaba nada en ese momento. Tan enfadado estaba que puse el móvil en silencio y bocabajo en el asiento del copiloto, donde ella se había sentado en la ida.

No tenía ganas de que me molestaran, porque sabía que me iban a estar llamando. Lo único que quería era largarme de allí para no decir una burrada más grande que la que dije. Desde luego me podría haber ahorrado el dinero que gasté en combustible para el coche, porque no hacía más que ir y venir y había casos, como este, que eran para nada, pues duraría en mi ciudad unos 30 minutos.

Pero con la tontería ya era la hora de comer y no me apetecía hacer nada, ni ir a ningún lugar en concreto, por eso acabé parando en un McDonald's que había en las afueras de la ciudad y que tenía de camino antes de que volviera a casa.

Allí estuve comiendo lo más tranquilamente que pude, porque estaba que soltaba chispas. Me senté en una mesa apartada, una que estaba en una esquina y allí comí, aunque me resultaba aburrido sin nada que hacer mientras tanto, porque no quería coger el móvil para no encontrarme mensajes que no quería leer en ese momento, como llamadas que no quería responder.

Pero al final lo acabé cogiendo, viendo que efectivamente, tenía unas cuantas llamadas perdidas, al igual que mensajes, pero pasé completamente de aquello para llamar a Sara y que me contara con un poco más de detalle de qué iba a tratar el plan del que me habló.

Era bastante sencillo en realidad, quedando en una casa para echar unas partidas, así de paso se veían todos, porque entre unas cosas y otras hacía bastante que no se juntaban todos al mismo tiempo. Tenían pensado echar la tarde jugando y luego cenar juntos, ya fuera allí mismo al pedir algo a domicilio, o al ir a un bar.

Parecía confusa con la llamada que le había hecho, no entendiendo por qué quería que me contara eso, pasando yo a decirle que había tenido lugar un cambio de planes y que al final iba a tener toda la tarde libre, por si había hueco para mí. Ella dijo que por supuesto que había hueco para mí, sobre todo porque la casa en la que iba a tener lugar aquello iba a ser en la suya, aunque comentó que tendríamos que dividirnos entre dos mesas, una que tenía en el salón y otra que había preparado para que pudiéramos jugar todos.

Estuve a nada de decirle que podíamos hacer aquello en mi casa, pero luego recordé que tal vez podrían ir a mi casa para buscarme y no me apetecía nada y también porque nos cortarían el rollo y no buscaba eso precisamente al ser una ocasión especial para recordar a una persona que ya no estaba entre nosotros. Así que me dijo hora y quedamos en que nos veríamos un rato después, terminando yo de comer para irme a casa y coger mis cosas para ir a la suya.

El problema es que una vez en casa me di cuenta de que lo que yo usaba para jugar estaba muy desactualizado, pero aun así me lo eché para jugar, aunque allí me podían prestar algo más actualizado. Pero era muy temprano aún y quería pasar el menor tiempo posible en casa para evitar visitas indeseadas, por lo que me acabé yendo a una cafetería que quedaba cerca de la casa de Sara, donde me entretuve como pude mientras llegaba la hora a la que se había quedado.

Se me hizo un poco largo, pero al final llegó el momento y fui a su casa, recibiéndome ella con un abrazo muy fuerte, haciéndome pasar y dándome cuenta de que era el primero, aunque los demás no tardaron en empezar a venir. Nos saludamos todos y nos pusimos a jugar mientas picábamos y bebíamos algo que había preparado Sara. Lo pasamos bastante bien, pudiendo yo jugar un poco de todo, recibiendo también ayuda para adaptar lo que yo usaba para jugar.

Pero también hubo momentos en los que no estuvimos tan alegres, porque al fin y al cabo, estábamos allí por nuestra amiga Amaya. Su pérdida aún pesaba bastante, en especial en dos personas, en Sara y en el chico que estaba enamorado de ella, pero por suerte no fue tan extenso ese momento, ni tan malo como yo imaginaba que podía ser.

Nos pusimos a contar anécdotas y momentos compartidos con ella mientras seguíamos jugando. A Sara se le pusieron los ojos vidriosos en algunas ocasiones, pero la cosa no fue a más. La verdad es que fue una tarde mucho más buena de lo que me esperaba. Me sentía bien con ellos y me ayudaron mucho a distraerme de la mierda que me había pasado por la mañana.

Durante la cena comentamos aspectos de las partidas que habíamos jugado por la tarde, pero yo estaba más pendiente de eso, de cómo de bien se había dado y lo que me había gustado asistir a ese plan en memoria de nuestra amiga.

Cenamos allí al final, en casa de Sara, ayudándole yo a recoger todo una vez se fueron los demás al tener plan para la noche. Yo le ayudé a limpiar un poco lo que habíamos ensuciado y a mover la mesa adicional que habíamos usado hasta la habitación en la que se encontraba originalmente.

Me dio mucho las gracias, en especial por eso último, porque le había costado bastante moverla ella sola cuando lo preparó antes de que fuéramos, pero entre los dos había sido muy fácil y muy rápido. También me preguntó si me pasaba algo, porque me notaba un poco callado, aunque supuso que era por el tema de Amaya, y sí que era así, pero también le conté que era por otra cosa, narrándole lo que había pasado.

Sara se lamentó por aquello y dijo que tal vez habría estado bien afrontarlo de otra manera para no llegar a enfadarse así, pero le dije que no me arrepentía de haberme ido de allí, porque entonces no habría podido disfrutar de la tarde tan buena que habíamos pasado todos juntos. Ese comentario le gustó mucho, como demostraba la sonrisa tan bonita que puso en su cara.

Tras recogerlo todo me preguntó si tenía plan para la noche, no teniendo yo ninguno, así que sugirió salir a tomar algo, pero de manera tranquila, así que se cambió y volvió al salón con una ropa más de salir. Me dijo que yo había ido muy guapo y que no teníamos que pasar por mi casa para cambiarme, así que nos fuimos, dando un pequeño paseo, pero yendo a un pub no muy lejano, porque hacía bastante frío.

Nos tomamos un par de copas y bailamos un poco, aunque yo no es que tuviera muchas ganas. Pero ella se esforzaba en animarme al ver cómo estaba por lo que le había contado antes de salir de su casa. No fue un rato muy largo en realidad, aunque estuvo bien, pero nos acabamos yendo, acompañándola yo a casa siendo cerca de las 2 de la madrugada.

Cuando llegamos, recogí lo que había llevado para jugar y me despedí de ella con un abrazo, como el que nos dimos cuando nos vimos, dándome ella un beso en la mejilla y diciéndome que le había encantado que hubiera ido a jugar con ella y los demás, esperando también que se me pasara pronto en enfado que tenía encima por lo que había pasado antes de que volviera.

Pude haberme quedado con ella y seguramente pasar la noche juntos, con lo que ello conlleva. Me dijo que me podía quedar un rato y notaba disponibilidad en ella en ese aspecto, aunque no se lanzó ni se insinuó, supongo que por respeto a estar yo pensando en una persona, como le mencioné.

Podría haberme acostado con ella, pero no lo hice. Y no eran por falta de ganas, tanto por echar un polvo, como por venganza por así decirlo, porque en algunos momentos en los que pensaba en caliente, creía que Elena se merecía que me acostara con otra para darle una lección y que pudiera decir todas esas tonterías con razón, pero no lo acabé haciendo, porque en realidad seguía con ganas de que todo entre nosotros se arreglara y pudiéramos estar tan bien como estuvimos en su día.

Yo solo quería estar junto a ella, como una pareja, como lo que fuimos en su día, sobre todo ahora, que no teníamos prácticamente nada interponiéndose entre nosotros, pero sus gestos, su comportamiento por momentos, sus puyas y sobre todo, sus celos y desconfianza no ponían aquello nada fácil.

Al día siguiente me levanté con el ánimo bastante bajo y sin ganas de hacer nada pese a no haber sido mala la tarde del día anterior al pasarla con mis otros amigos, en donde me pude distraer bastante dentro de lo que había. Me dediqué a recoger un poco la casa y luego a darme una ducha, desayunando algo además.

Seguía sin mirar el móvil para nada, porque no me apetecía en absoluto ver las llamadas ni los mensajes que pudiera tener, dejándolo en silencio y poniéndome a jugar un poco con la consola, aunque no duré mucho, porque ni ganas de eso tenía. Y aquello era un problema, porque al no tener ganas de nada, no hacía otra cosa que quedarme en el sofá tumbado y solo me daba por pensar en lo ocurrido, enfadándome bastante por lo mismo.

Aunque llamaron a la puerta a media mañana. No quería ir a abrir, pero la voz que escuchaba llamándome la reconocía y la verdad es que me venía muy bien que esta persona estuviera por casa en ese momento.
 
Es imposible que confíen el uno en el otro si no han hablado del pasado, Elena se vino arriba y Javi por esta vez tuvo la razón.

Yo no estoy entendiendo el relato ya, no sé si estamos otra vez en el punto de intentar que Elena sea la mala o que, no sé si es un intento de volver a justificar otro kiki esporádico x ahí. Siento que hay muchos capítulos que no van a ningún sitio, no entiendo el podría acostarme con Sara, porque ganas no me faltan y x venganza, pero no lo hago por respeto. Lavado de imagen hacia el lector?

supongo que quien fue a verlo es Ángela, Irene le habrá llamado sabiendo que a los demás no les coge el teléfono, esa es mi idea. Y es muy probable que detrás de Ángela al rato aparezca Elena y se encuentren en la casa las 2 y Elena le pegue para completar el pack de acciones para enfadarnos con Elena.

Yo no creo que Ángela le ilumine por ser Ángela, lo que pasa es que es con la única persona que habla de verdad, y es la única que le dice las cosas que quiere oír o que necesita oír.
 
Recuerdo haber puesto este gif hace tiempo en esta historia. Pues la situación no ha cambiado nada :ROFLMAO: .

T17EEh.gif
 
Javi ha hecho muy bien al alejarse de Elena. Ahora sólo tiene que darle continuidad a la acción... Por ejemplo, durante los próximos 40 años.
Javi no se quiere enterar que ésa historia se acabó, que intenta resucitar una relación llena de desconfianza y rencor.
Debería dejar en paz a esa chica, que viva su vida y él hacer lo mismo.
La verdad es que después de todo lo que están viviendo, me sorprendería que ésta pareja siga existiendo a dia de hoy.
 
Ni contigo ni sin ti
mis males tienen remedio.
Contigo porque me matas
y sin ti porque me muero.

Esta es la relación de Javi con Elana.

"El perro del hortelano, ni come ni deja comer."

Esta es la relación de Elena con Javi.

Estos dos juntos no van a ningún sitio, por lo menos a ningún sitio bueno. Hasta que no se sienten y hablen, se digan todo lo que se necesitan decir, se cuenten el uno al otro lo que quieren saber cada uno del otro, pero con sinceridad y caiga quien caiga, lo mejor es que estén separados, a ser posible cada uno en un continente distinto.
Y después, si siguen vivos y quieren volver a intentarlo, pues olé sus cojones y pa lante.
 
Demasiados malentendidos, demasiadas terceras personas...como va a saber Elena que la otra niña ha fallecido y están de homenaje...lo que ve es que hay mucha "lagarta" rondandole, y con sus antecedentes...Y luego ella tampoco le da un voto de confianza y sigue con sus toxic@s particulares: la Yoli, el jefe, el hermano...
Demasiado veneno y anda que no quedan guests starring por salir. Se me ocurre por ejemplo cuando intente quedar con su antigua amiga Laura y se entere que Javi el niño polla también triunfó en esa plaza...
Esto solo lo puede arreglar Ángela. Se lo folla y se lo queda o le lee la cartilla una vez mas...
Y la orgia cada vez más lejos, pobre Irene
 
Capítulo 815

-Hola Ángela. ¿Qué haces aquí? -dije al abrirle la puerta, después de mirar por la mirilla por si no venía sola.
-Pues he venido a verte, porque estaba un poco preocupada. Como no coges las llamadas ni abres los mensajes...
-Ah... Es que...
-Sé lo que ha pasado.
-Lo imaginaba. No me apetecía nada hablar con nadie de esto sinceramente, pero pasa. No te quedes ahí.
-¿Cómo estás? -preguntó entrando y yendo hacia el salón.
-¿Tú qué crees?
-Pues enfadado.
-Diana.
-Pero tampoco es para que no nos cojas el teléfono a nadie, ¿sabes?
-Noto que también estás molesta tú.
-Claro que lo estoy. Me preocupo por mi amigo y éste no hace por donde para hablar conmigo.
-Lo siento. De verdad, pero es que estaba muy enfadado y no quería joder la cosa más.
-Bueno, pues si esto te vuelve a pasar, preferiría que no te aislaras tanto, ¿vale?
-Lo tendré en cuenta.
-Ayer la cosa se puso tensa. Sofía me contó.
-¿Sí?
-Sí. Me dijo que estaban echando el día todos juntos, pero que tú te fuiste muy rápido, porque al parecer Elena hizo un comentario no muy acertado.
-Si te ha dicho eso, te ha dado una descripción muy vaga.
-Le pregunté qué fue lo que dijo exactamente, porque sé que Sofía siempre evita malos rollos.
-¿Y qué te parece lo que me dijo?
-Pues bastante mal. Eso está claro.
-Clarísimo.
-Pero también tienes que tener en cuenta que ella no sabía que tu amiga estaba...
-Ya, lo sé. Pero si es que el comentario ese lo hizo a malas igualmente. Que no supiera que está muerta no le quita culpa, ¿sabes?
-Ya.
-Es que no sé a qué coño vino ese comentario. Te lo dijo en serio. Si le hubiera dado alguna razón para hacerlo, pues ya está, pero es que no he hecho nada para que le dé por pensar que estoy todo el día follando con toda chica que me cruzo.
-Bueno, no lo haces ahora.
-Exactamente. Ese es el punto de todo esto. No lo hago desde que me he vuelto a ver con ella. Solo he tenido sexo con ella y con nadie más. Joder, sabes que lo he pasado mal por lo mismo, porque vengo acostumbrado a tener bastante sexo y ahora tengo solo una vez a la semana con ella, cuando nos podemos ver. Y a veces ni eso...
-Ya. Ya me lo has contado.
-Y tampoco es como antes. Me encantan esos momentos con ella, pero no sé... Los noto muy diferentes.
-¿A qué te refieres?
-Pues a que antes de que me dejara, era mucho mejor. Teníamos más complicidad, mucha más. Y lo hacíamos mucho más. Ahora es echar un polvo y ya está. Me quedo con ganas de más...
-No me parece tan raro en realidad. Tienes que tener en cuenta que aún se está haciendo a verte y tal...
-Ya, ya, ya... Lo de siempre.
-Ay... -dijo dándome un abrazo.
-Esta vez se ha pasado -volví a cargar-. Ya van unas cuantas, y estos comentarios sobran mucho, porque estoy haciendo bien las cosas. Además de que no somos pareja para exigir tal fidelidad. Coño, que se aclare y diga qué somos antes de soltar esas perlas.
-Joder, sí que te ha sentado mal...
-Pues claro que sí, coño. Es que me estoy cansando ya un poco de su comportamiento de mierda. Si vieras a veces cómo me mira... Como cuando dijo eso, era como si me tuviera asco.
-No digas eso.
-Es lo que me transmite.
-A ver, cuéntame un poco qué pasó para que lanzara ese comentario.
-Cuando fui a por ella a su casa me llamó una amiga, pero no se lo pude coger porque estaba en el baño. Le mandé un mensaje preguntándole qué ocurría y ahí ya se puso a mirar de reojo.
-Desconfía.
-Ya, me ha quedado muy claro. Luego, cuando llegamos, pues esta chica habló conmigo por WhatsApp y me explicó que se iban a juntar todos los del grupillo que jugamos en la tienda para recordarla y tal, porque ayer hubiera sido su cumpleaños y le dije que estaba en otro sitio y demás. Como no podía ir, pues me entristeció un poco. Me quedé mirando una foto de nuestra amiga y Elena me vio haciendo eso. Fue entonces cuando soltó aquello.
-Bueno...
-No le he dado ningún motivo para desconfiar de mí así.
-Es por lo que pasó cuando te dejó.
-Pero ya le expliqué que fue un malentendido.
-Ya, pero le pesa mucho.
-¿Y qué hago? ¿También me tengo que tragar esta mierda? Porque estoy empachado de tanto tragar. Podría poner ella también un poco de su parte, ¿no?
-Puede que sí. Estoy segura de que te llamará para disculparse. Ayer Sofía me contó que siguieron con el plan y que obviamente se habló de lo que pasó. Elena estaba como medio en shock, muy callada y cabizbaja. Hablé con Sofía mientras todos se tomaban un café, después de comer y según me contó, no es que hubiera mal rollo, ¿sabes? Haciendo ese comentario y con la respuesta que le diste lo más normal es que estuviera enfadada, pero no fue así. Tiene pinta de que se arrepiente bastante de lo que te dijo, por eso pienso que te va a llamar. ¿Lo ha hecho ya?
-No lo sé. No me he parado a ver quién me ha llamado y de quién son los mensajes.
-Pues hazlo. Lo mismo te llevas una sorpresa.
-A ver... -dije mirando el móvil- Pues no. No hay nada de ella.
-¿En serio? -dijo mirando mi móvil.
-No. Nada.
-Qué raro... A lo mejor está esperando a que se te pase el cabreo, cosa que necesitas.
-Tengo de todos menos de ella.
-Bueno, eso no importa ahora. Estoy segurísima de que te llamará.
-¿Y si no lo hace?
-¿Cómo no lo va a hacer?
-No sé...
-Estás muy enfadado ahora y así no puedes pensar con claridad. Así que, cuanto menos pienses en eso, mejor.
-¿Qué te parece si te quedas aquí conmigo? No quiero estar solo.
-Es lo que iba a hacer, cariño -dijo dándome un abrazo.
-Ojalá Elena se comportara conmigo la mitad de bien que lo haces tú.
-Está muy dolida aún por lo que pasó, Javi.
-No es la única. Y yo estoy poniendo de mi parte para que la cosa salga bien.
-Y ella también, solo que vais a un ritmo diferente.
-No me da la sensación de que se esté esforzando mucho si te digo la verdad.
-Bueno, ya está bien de hablar de esto. ¿Vamos a la cocina a ver qué preparamos para comer?
-Anda, sí.
 
Esta claro que Elena aparecera por casa y se volvera a liar la cosa cuando vea que Angela esta con el.
Con lo dulce, guapa y buena que es Ángela... No me extrañaría que pasen una tarde de lo más entretenida.
Ángela sabe cómo calmar a las fieras... Mira que tranquilita tiene a Cinthia. 😜
 
Desde el día siguiente al quiebre he tenido el deseo de ver reconciliados a Javier y Elena, algo que los últimos capítulos se han encargado de poner en duda de manera creciente.

Querer a Elena le está resultando cada vez más difícil a Javier, al parecer, el resentimiento acumulado entre ambos es una muralla infranqueable que no les permite avanzar en la recuperación de la confianza, un conflicto mucho más patente en ella.

No es para menos, ella vivió estos quince meses con la idea en su cabeza de una prolongada infidelidad de su novio con su hermana, una doble traición que devastaría hasta el más fuerte, para agravarlo con el conocimiento que actualmente seguían siendo pareja, en cuanto a Javier, la incertidumbre de que Elena pudo engañarlo con su jefe, y la idea posterior a la ruptura, que se desquitó cruelmente liándose con David, su hermano, tampoco es que lo tuvo fácil.

Es un enigma lo que pueda estar pasando en la mente y corazón de Elena, parece emocionalmente contenida, no puede o no quiere sentir más por su ex, una hostilidad que se manifiesta sin necesidad de causa, parece culparlo por el pasado, y castigarlo por este desolador presente que la ha obligado a vivir, uno que a pesar del esfuerzo que ponga, jamás le permitirá volver a sentir el mismo amor que alguna vez tuvo por Javier.
 
Última edición:
Capítulo 816

Ángela y yo estuvimos preparando entre los dos algo para comer juntos ese domingo, estando bastante entretenidos al preguntarme ella cómo había ido el día anterior con los amigos de la tienda, pidiéndome que le contara con detalle lo que habíamos hecho, aunque no se enteraba de nada del juego, pero no le hice pasar por aquello, contándole por encima los problemas que tenía al poder jugar con lo que yo tenía.

Me encantaba el interés que mostraba en aquello, aunque no le entendiera. Ponía una cara tan bonita al prestarme atención que me daban ganas de besarla, pero me mantenía fuerte. Obviamente salió el tema de Amaya y del vacío que había dejado en nuestro grupo. Le conté a mi amiga ese momento algo tenso que tuvo lugar al recordarla, pero que al final se solventó bien.

Se lamentaba mucho de lo que había pasado con ella, poniendo su mano en mi espalda para acariciarla con cariño, aunque al final dijo que se alegraba de que tuviera a esos amigos, invitándome a jugar más con ellos y no dejar ese hobby que tenía de lado, porque sabía de sobra que me gustaba mucho y al mismo tiempo me servía para despejarme, como lo hizo el día anterior.

A ella le hacía gracia cómo no se enteraba de nada del juego cuando me pedía que le contará de qué iba. Más bien era que el juego contenía demasiadas mecánicas y no sabía cómo éramos capaces de retener tanta información y tener tantas cosas en cuenta a la vez mientras jugábamos, sin contar lo que le fascinaba que fuéramos capaces de saber qué hacía cada carta con tan solo ver el dibujo de ésta.

A medida que pasaba el tiempo, el cual fue bastante rápido con su presencia, mi cabreo se iba rebajando bastante hasta que llegó un punto en el que estaba bien, pero es que ella me lo ponía muy fácil. Siempre lo era con ella, y de hecho se lo dije antes de que se fuera a casa sobre las 8 de la tarde.

Ella le restaba importancia a lo que yo le decía, como si fuera algo normal, pero es que a mí me llamaba mucho la atención que fuera capaz de hacerme pasar buenos momentos incluso cuando estaba atravesando momentos problemáticos.

No le llegué a decir nada, pero sí que pensé que quizá todo hubiera sido más fácil si ella hubiera estado presente cuando Elena me dejó, o cuando la volví a ver después de tantos meses poco antes de Navidad. Estaba completamente seguro de que no habría hecho tantas tonterías ni habría estado tan mal.

Sí que le dije que ya iban un par de veces en las que me había enfadado mucho y ella había pasado tiempo conmigo, calmándome y haciendo que ese mal humor desapareciera. Le di un fuerte abrazo, diciéndole que no sabía qué sería de mí sin ella, porque a lo mejor ella no lo veía para tanto al restarle importancia, pero la ayuda que me daba siempre era enorme, ya fuera pasando tiempo conmigo o dándome esos consejos tan buenos que siempre tenían todo el sentido del mundo para mí.

Hice que se ruborizara, dándole otro abrazo y apretándole bastante, llegando a levantarla del suelo. Ella me lo devolvió y me dio las gracias por las cosas tan bonitas que le decía, dándome además un beso en la mejilla. Nos despedimos con ella pidiéndome que le contara cómo había ido la cosa cuando Elena se disculpara conmigo, respondiéndole yo que así sería.

El lunes continué con la rutina de gimnasio y trabajo, aunque me llevé una sorpresa bastante grande cuando salí de trabajar, pues había alguien esperando frente a mi puerta, siendo ni más ni menos que Irene. Me quedé bastante pasmado al verla allí, estando muy guapa al ir con un jersey de cuello alto negro, unos vaqueros y unas zapatillas, aunque sobre todo eso llevaba un abrigo de paño de color marrón.

Hacía un día un poco regular, pero ella sostenía un paraguas, llevando además una bolsa en la otra mano. Le pregunté qué hacía ahí bastante impresionado, diciéndome ella que tenía un par de días libres y que había pensado en venir a verme. No la hice pasar más frío y la invité a entrar en casa, donde dejamos los abrigos y nos fuimos al salón para hablar allí.

Lo que traía en la bolsa era para que pudiéramos comer juntos, sobre todo por la hora que era ya. Me comentó que me avisó por WhatsApp de que iba a venir, pero no lo vi al tenerlo en silencio y bocabajo mientras estaba trabajando. Pero no importaba, porque no había ningún problema en que estuviera ahí.

De hecho, estuvimos un buen rato hablando de varias cosas, aunque al final acabó saliendo el tema que tenía que salir: lo ocurrido el sábado. Irene me contó que estaba bastante confusa con lo que había pasado, sobre todo en el momento, pero que luego entendió algunas cosas.

Como hizo Ángela el día anterior a través de las palabras de Sofía, Irene me contó lo que hicieron el sábado, siendo tal cual lo que me contó Ángela. Aunque no sabía que Elena se quedó a dormir con ellos y que también pasó gran parte del domingo con ambos. No le gustó ver a Elena tan alicaída por lo que había pasado el sábado, por eso trataron de levantarle el ánimo al pasar tiempo con ella y al acompañarle a ver a su familia, llevándola después a casa.

Me contó con detalle ese momento en el que estuvieron en su casa y vieron a Maribel y a su abuela, estando ambas como cuando las vieron por última vez. Fue un shock para Maribel verles de nuevo, pero la cosa fue bien según me contó Irene.

Elena le contó a su madre que se habían vuelto a ver no hacía mucho, pero en ningún momento me llegó a nombrar a mí, cosa que agradecí, aunque algo me decía que Maribel se podía oler algo, porque tonta no era precisamente. Pero no tener noticias de ella por mensaje o llamada era algo que me tranquilizaba, como le acabé contando a Irene, estando ella de acuerdo, porque seguía teniendo el carácter tan fuerte que tenía en su día según me contó.

También mencionó que estaba preocupada por nosotros, pues estábamos chocando bastante en periodos cortos de tiempo y no le gustaba nada aquello. Antes de que yo le expusiera mis razones, Irene me dijo que sabía que yo estaba poniendo mucho de mi parte para que la cosa fuera bien.

Primero, porque era algo que podía ver con sus propios ojos al fijarse en algunos detalles cuando estábamos todos presentes y además, porque era algo que había hablado algunas veces con Sofía. No había hablado con Ángela directamente, pero sí con Sofía, y ella le contaba lo que Ángela le decía, palabras que venían directamente de mi boca, porque con ella era con quien más hablaba.

Irene llegó a poner su mano en mi cara para acariciarme y darme así algo de cariño, pasando después a darme un abrazo. Era muy evidente que aún se sentía culpable por lo ocurrido meses atrás y por su comportamiento, pero eso ya era agua pasada para mí, porque ahora mismo lo que más rondaba mi cabeza y lo que más me preocupaba era Elena y su comportamiento. Irene no entendía qué era lo que pasaba para que Elena saltara así, porque lo hacía de manera fea.

Y también entendía que yo hubiera saltado así el sábado con lo que ella me dijo, pero también pensaba que mis formas no habían sido las mejores y que eso no había hecho más que empeorar la cosa. Le confesé que me pilló en un momento no muy bueno, explicándole que era el cumpleaños de mi amiga, que ya no estaba entre nosotros y que hablara así de ella pues no me había sentado bien, además de la desconfianza en mí al insinuar que me estaba viendo con más chicas además de con ella cuando la realidad estaba muy alejada de aquello.

Elena le contó que yo le había dicho varias veces que no me veía con nadie más, pero que no podía evitar pensar en que sí, porque ahora estaba mucho más en forma que antes y con esos tatuajes llamaba mucho la atención, siendo algo que atraía a la gente al estar de moda.

Pensaba que me había acostado con muchas chicas en todo ese tiempo que no nos vimos y que lo tendría tan fácil para seguir haciéndolo que le resultaba muy difícil confiar en mí, sobre todo teniendo en cuenta cómo acabaron las cosas. Nos quedamos en silencio unos momentos después de que me dijera aquello, pero rápidamente, Irene cambió de tema y hablamos de otras cosas, contándome que le tenían que dar dos días libres y que quería venir a verme, porque me echaba de menos también y le parecía que habíamos estado mucho tiempo sin vernos para lo que nosotros éramos.

Así que pensó que podíamos comer juntos ese día y que se podía quedar conmigo hasta que entrara a trabajar, volviéndose entonces a casa. Con tono de broma me dijo que así dejaba a Mario también un poco tranquilo, porque pasaban demasiado tiempo juntos entre trabajar en el mismo sitio y vivir juntos, aunque es verdad que no es que estuvieran pegados todo el día en el trabajo, viéndose alguna vez, sobre todo en la hora de comer.

Le di las gracias por pensar en mí de esa manera y por emplear uno de sus días libres en pasar tiempo conmigo, sonriendo ella. Según me contó, compró algo cuando vino mientras yo salía de trabajar, así que nos fuimos a la cocina a emplatarlo y calentarlo, comiendo mientras hablábamos de otras cosas.

Veía a Irene muy guapa, con su peinado de siempre y con esa sonrisa tan bonita que le hacía achicar tanto sus ojos. Me seguía sorprendiendo a esas alturas cómo podíamos estar hablando tranquilamente, con ese acercamiento y con ese cariño que percibía por su parte con sus gestos y con cómo me acariciaba las manos, teniendo en cuenta la pelea que habíamos tenido.

De hecho, ese fue el tema de conversación que estuvimos tratando durante un rato, pues ella se volvió a disculpar conmigo, pidiéndole yo que no lo hiciera más. Ella me dijo que estaba bien, pero me preguntó si algún día estaríamos tan unidos como lo estuvimos en otros tiempos.

Mi respuesta fue quizá algo desalentadora, porque le dije que no era adivino para ver el futuro y poder decirle si sí o si no, pero que desde luego a mí me gustaría que así fuera, como también le prometí que haría todo lo que estuviera en mi mano para que así fuera, porque les había echado bastante de menos a los dos en esos meses en los que no nos hablábamos. Irene me miraba con unos ojos muy tiernos que podrían derretir a cualquiera.

Parecía una niña pequeña. Por eso le di un abrazo, al que ella se sumó, apretando mucho mi cuerpo. De hecho, nos quedamos así durante bastante tiempo mientras permanecíamos en silencio, viendo la televisión, aunque apuesto a que ninguno le prestábamos atención. Puedo asegurar que no era así por mi parte, porque la veía tan apenada y tan arrepentida de lo que pasó entre nosotros que no se me iba de la cabeza su carilla con esos ojillos.

Pero por desgracia acabó llegando la hora de regresar al trabajo, así que nos despedimos con un gran abrazo, dándome ella un beso en la mejilla también, tal y como lo hizo Ángela el día anterior. También me dijo que no me preocupara, que Elena me llamaría para disculparse.

Por la noche de ese mismo día, una vez llegué a casa después de trabajar y de cenar, llamé a Ángela para comentarle que Irene me había hecho una visita tal y como lo hizo ella el domingo. Se interesó bastante por aquello, pidiéndome que le contara, por lo que lo hice.

Le comenté lo que pasó, mencionando que me parecía curioso lo parecidos que habían sido esos momentos a los que compartimos ella y yo el día anterior, porque fue en el mismo contexto y me acabaron diciendo lo mismo con eso de que no tenía que preocuparme, porque pensaban que Elena me llamaría para disculparse.

Ángela se alegraba mucho de ver cómo Irene se interesaba por mí y cómo trataba de arreglar lo ocurrido meses atrás. Aunque lo que más pendiente me tenía era Elena, cómo no. Me puso nervioso que no me contactara en los próximos días, tanto como para estar un poco pensativo todo el tiempo, yéndoseme el santo al cielo en algunas ocasiones en el trabajo, aunque el jueves la encontré en la puerta de casa cuando salí de trabajar por la tarde.

Me quedé un poco perplejo al verla allí, porque viendo que no me había dicho nada en esos días desde que ocurrió aquello, pues ya iba a dando por sentado que no me diría nada. Sin embargo, ahí estaba, bien abrigada y sujetando su bolso con las dos manos al tenerlas por delante de su cuerpo.

No me dio muy buena sensación encontrarla así de sería, porque lo estaba, y mucho. Sus ojos oscuros me analizaban y no cambiaba su gesto, siendo yo el que rompió el hielo al saludar. Ella me devolvió el saludo y abrí la puerta, porque estaba empezando a llover y hacía bastante frío.

Le pedí que entrara, haciéndolo ella, ayudándole yo a colgar su abrigo para irnos después al salón, aunque encendí la calefacción antes de que habláramos nada. Antes de que pudiera decirle nada, mientras me acercaba a ella, Elena me dio un abrazo muy fuerte, pero fuerte de verdad, hundiendo su cara en mi pecho.
 
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