Son complicadas si tienes la capacidad empática de una cuchara como Javi, si no fuese un egoísta y un cagón la relación sería para bien o para mal mucho más fácil.
Reencuentro con Elena
- Thread starter Keranos
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Carlos Sevillista
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Pues no estoy de acuerdo con tú punto de vista.
Elena estaba hablando con amigos y el aprovecho para hablar con Ángela. No veo nada malo en eso.
No me cabe ninguna duda que es más fácil llevar a Elena que a Javi.
Carlos Sevillista
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La actual Elena, no lo creo. Está muy irascible.
Estaría bien si no supieses ya de antemano que Elena está celosa de Ángela.
¿Cómo reaccionaría Javi si Elena le deja hablando con unos amigos para irse durante la mayor parte de la fiesta con Alberto? Es más, es k ni Alberto, se enfadaría aunque la otra persona fuese Irene. Porque si el hubiese querido que Elena esté con él y ella no lo estuviese se comería la cabeza.
El problema mayor que yo le veo a Javi es que hace todo lo que no quiere que le hagan.
Carlos Sevillista
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No me compares al capullo de Alberto con la dulce de Ángela. Aunque se lo que quieres decir.
Pero mientras uno es un capullo, un chulo y un prepotente, Ángela es una buena chica, dulce, sensible y que si Javi no estuviera ciego, es con quién tenía que estar.
Por eso digo que el tendría k haber al menos intentado acercar a Elena. De Alberto hasta hace nada realmente no sabíamos tampoco mucho más que unas conversaciones de WhatsApp y ya a Javi le ponía negro, Elena sabe que Ángela es la única otra mujer k le podría competir su amor, y k estaban liados. Puestos así, Elena tiene más razones ahora para celarse que Javi hasta la reunión con el tonto.
Luego como personajes obviamente Ángela es la única persona madura de la historia. Y yo no quiero verlos juntos xq me da que acaba con la salud mental de Ángela como acabó con la de Cintia. Y porque además ya le tiene bastantes secretos escondidos como haberse follado a su hermana.
javieron
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Lo de haber estado más con Angela que con Elena en la fiesta, no está claro, sólo se habla de esos momentos pero no de todo el tiempo, así que creo que el enojo de Elena aún no se sabe si es justificado sobre ese punto.
Sobre el desplante a Angela, pues Elena ha mostrado, en varios pasajes de la historia, complejo de inferioridad ante otras mujeres.
Igual que varios, creo que su personaje tampoco a evolucionado.
Carlos Sevillista
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De todos los personajes, a mí la que más me gusta de largo es Ángela.
Independientemente de cómo es Javi, a mí me hubiera gustado que acabarán juntos, pero como Javi no ha podido olvidar a Elena, no va a poder ser.
Lo que si espero es que encuentre a alguien con la que sea feliz, porque se lo merece.
Independientemente de cómo es Javi, a mí me hubiera gustado que acabarán juntos, pero como Javi no ha podido olvidar a Elena, no va a poder ser.
Lo que si espero es que encuentre a alguien con la que sea feliz, porque se lo merece.
La situación es muy curiosa:
A nosotros Javi nos va contando sus sensaciones y sus sentimientos, y respecto a Elena no sabemos nada.
Como no hay ningún tipo de comunicación en ésta pareja, Javi tiene la misma visión de las cosas que nosotros.
Quedar con Elena es lanzar una moneda al aire, quizá salga cara, y pases un buen rato, o puede salir cruz y te vas para casa frustrado y cabreado. Esa es la perspectiva de Javi.
Keranos nos está mostrando a una Elena rara e insoportable... Cambiará ésto en unos capítulos?
A nosotros Javi nos va contando sus sensaciones y sus sentimientos, y respecto a Elena no sabemos nada.
Como no hay ningún tipo de comunicación en ésta pareja, Javi tiene la misma visión de las cosas que nosotros.
Quedar con Elena es lanzar una moneda al aire, quizá salga cara, y pases un buen rato, o puede salir cruz y te vas para casa frustrado y cabreado. Esa es la perspectiva de Javi.
Keranos nos está mostrando a una Elena rara e insoportable... Cambiará ésto en unos capítulos?
riojanosumiso
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Repito... Mándala al carajo!!! Ya!!! Es un mal bicho!!!
Ángela!!! Pídele matrimonio!!!
Natalia!!! Rómpele la polla!!!
Valentina!!! Dale a tu cuerpo alegría Valentina!!!
Ángela!!! Pídele matrimonio!!!
Natalia!!! Rómpele la polla!!!
Valentina!!! Dale a tu cuerpo alegría Valentina!!!
Es verdad que no sabemos si ha estado más tiempo con Ángela k con Elena, pero si el autor todo el valor de la fiesta se lo da a Ángela será por algo, me explico, solo se habla de Elena para saber cuando la dejo para irse con Ángela, para el regalo de Sofia y para el desplante y despedida.
Es verdad que sabemos las cosas de Javi porque lo narra él, eso es lo k nos hace ver todo lo que hace mal, y también es verdad que tampoco sabemos nada de Elena más allá de lo que la cabeza de Javi monta, y ya se ha demostrado muchas veces en esta historia que de lo que Javi ve a la realidad van varios km de distancia. Y como él no habla nada con Elena nosotros seguimos ciegos totalmente.
En cualquier caso, nuestra perspectiva está claramente sesgada por el "malefico" Keranos
.Nos muestra los pensamientos y sensaciones de Javi, con sus incongruencias y su aparente falta de madurez. Pero nos oculta el pensamiento y la óptica de Elena. Quizá si la conociéramos podríamos empatizar más con ella... O descubrir que está aún más perturbada que Javi.
En el fondo, todos somos como Javi. No somos capaces de ver el mundo, más que a través de nuestra mirada.
No olvidarse que fue quien se metió en medio de la relación Javi Valentina. Asi que sus razones reales para uqe elena este celosa de Angela existen y son fundadas. El otro es un idiota, pero por ahora no hizo nada (o no lo sabemos realmente).
Keranos
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Capítulo 833
No me podía dormir, por eso me acabé levantando para sentarme en el sillón que estaba más próximo a la ventana, abriendo un poco la cortina para poder ver la calle y no estar mirando a la oscuridad. La abrí muy poco para no molestar a Elena, quien parecía dormir ya, aunque pensaba que no le molestaría igualmente al dormir ella con la persiana de su habitación un poco subida, entrando tanto la luz de las farolas por la noche, como la del sol cuando amanecía.
Aunque me equivocaba una vez más, porque me preguntó qué hacía ahí. Le dije que no podía dormir, diciendo ella que ahí sentado menos ganas me iban a entrar, pidiéndome que volviera a la cama y que echara la cortina.
Como no podía dormir, cogí el móvil, aunque ahora sí que no la molestaba, porque me seguía dando la espalda. Recibí un mensaje de Ángela en ese mismo momento, diciéndome que me vio en línea y que pensaba que no podía dormir, como efectivamente era.
Estuvimos hablando de manera breve, diciéndome que ella ya había llegado a casa después de dejar a cada una de sus amigas en las suyas. Me preguntó si seguía dándole vueltas a la cabeza con lo que había pasado en la fiesta, diciéndole que sí. Ella me rogaba que no le diera tanta importancia una vez más, diciéndome que a ella no le importaba y había sido quien lo había sufrido, aunque le dije que yo también lo sufrí.
Ella seguía con que lo dejara estar y con que no le reprochara nada a Elena, porque la cosa podría acabar mal. Comentamos un poco lo demás de la fiesta, diciendo ella que le había gustado lo que le habíamos regalado, aunque no tenía queja con aquello con lo que yo le regalé en Navidades.
Me hizo un poco mejor ese momento amargo por el que estaba pasando, diciéndome también que podíamos vernos la próxima semana si me parecía bien. Por supuesto que me parecía bien, le dije que jamás le haría ascos a una visita suya, por lo que quedamos en que nos veríamos algún día para comer, viniendo ella al tener un horario más flexible que el mío.
Al día siguiente me levanté bien temprano para darme una ducha y vestirme con ropa de día a día y salir a dar un paseo para despejarme. Le dejé una nota a Elena sobre la mesita de noche, para que estuviera informada de dónde estaba. Me recorrí bastante parte de la ciudad, parándome en una cafetería para tomarme un café, siguiendo pensando en lo pasado la noche anterior, aunque fue la misma Elena quien me sacó de eso al llamarme, preguntándome dónde estaba.
Le dije que un poco lejos, pero no fue un problema, porque en lo que iba, ella se iba a ir duchando para dejar la habitación en cuanto llegara, diciéndome que tenía hambre y que le apetecía desayunar algo consistente. Me hablaba como si no hubiera pasado nada la noche anterior, siendo así en un sentido, pero no en el que yo tenía en mente precisamente.
Así que me puse en camino hacia el hotel, pero no dando un paseo, sino yendo algo más rápido para no tardar tanto, aunque en realidad llegué bien de tiempo, pues ella estaba terminando de secarse el pelo.
Mantuvimos ese silencio que se nos sumó en las últimas horas del día anterior, marchándonos de allí y yendo a una cafetería no muy lejana para que pudiéramos desayunar. Bueno, ella sobre todo, porque yo tenía el estómago un poco cerrado.
Mientras lo hacía me contó que había quedado en que comeríamos con Irene y con Mario en su casa, pero para eso quedaba aún bastante. No sabía muy bien qué proponer, porque tampoco es que tuviera muchas ganas de hacer nada en particular y ella tampoco proponía nada, quedándose bastante callada todo el tiempo.
Se me ocurrió visitar a nuestras familias, aunque cada uno a la suya, así dejaba un poco de espacio entre los dos, porque seguía molesto con ella, aunque me esforzaba porque ella no se diera cuenta. Le pareció bien cuando le conté lo que me pasó por la mente, por lo que nos montamos en el coche y la llevé a su pueblo para dejarla en su casa, diciéndole que me avisara si quería volverse o algo, volviendo yo para ir a ver a la mía.
Estuve un rato allí, bastante tranquilo, aunque mi madre me notó con el gesto algo torcido, por lo que me preguntó si me pasaba algo, aunque como siempre, lo hizo una vez estábamos los dos solos. Le conté lo que me ocurría, lamentándose ella por lo ocurrido, diciendo que sí que tenía que ser importante Ángela para mí para que me molestara tanto como para tener esa cara tan larga, aunque era algo que ya sabía de sobra.
Me dijo que pensaba que Ángela llevaba razón en aquello de no darle demasiada importancia, más que nada por el bien de lo que había entre Elena y yo. Le dije que no me parecía justo tragar con eso, porque precisamente era Ángela la que me había dado fuerzas y ánimos para que le hablara a Elena de nuevo, además de consejos para saber sobrellevar las situaciones que tenían lugar entre nosotros. Mi madre me dijo que le parecía muy bien y que si de verdad confiaba en ella, pues que siguiera este consejo, como había ido haciendo hasta ese momento.
Seguía sin estar muy conforme, pero no me quedaba otra, por lo que tendría que dejarlo estar completamente. No tardó en avisarme Elena para que fuera a por ella, acercándose la hora de comer, por lo que me despedí de mi familia, diciéndome mi madre de nuevo que le hiciera caso a mi amiga y me puse en camino para ir a por Elena. No estuvo tan callada cuando la recogí, diciendo que su abuela se alegraba mucho de tenerla tanto por casa, diciendo también que su madre también lo estaba.
Le pregunté a Elena si alguna de las dos le había preguntado por qué estaba tanto por aquí, porque a lo mejor Maribel podría haber atado cabos, aunque me dijo que en su día les contó que se estaba juntando de nuevo con Irene y que solía venir mucho a verla, pasándose también para hacerlo con ellas y poder tener más contacto que por llamadas. En cuanto llegamos a casa de nuestros amigos, nos abrieron y entramos, sentándonos todos en el salón viendo qué podíamos hacer para comer.
Estuvo bastante bien el rato que estuvimos pensando qué preparar mientras picábamos algo, porque también charlamos de otras cosas, sobre todo de la fiesta de la pasada noche. Empezamos a preparar todo lo necesario en la cocina, aunque cuando solo faltaba cocinarlo, las chicas nos echaron de allí, pidiéndonos que pusiéramos la mesa mientras se hacía la comida, así que les hicimos caso y nos quedamos en el salón una vez acabamos, cosa que nos llevó bastante poco tiempo.
Para mi sorpresa, pues Mario era bastante torpe para estas cosas, como él había admitido alguna que otra vez, me notó que estaba callado y en mi mundo, sacando a colación que también lo había estado durante el aperitivo para lo que yo era. Le conté lo ocurrido la pasada noche, cosa que hizo que pusiera una cara que me preocupó.
No se anduvo con rodeos, diciéndome que ese comportamiento le parecía tóxico. No sabía si le había contado a Elena que Ángela había sido mi confidente en los últimos meses, cosa que no hice, entendiendo Mario que hubiera hecho ese gesto de desprecio.
Aun así, era algo que me molestaba bastante, sugiriéndome mi amigo comentárselo para que tratásemos de buscar una solución, pero le dije que lo había hablado también con Ángela y que ella me había aconsejado lo opuesto para no ocasionar más desencuentros, comentándole también que ella misma me había dicho que no le había importado que hubiera hecho eso.
Mario siguió diciendo que él pensaba que eso era lo de menos, porque era yo el que estaba entre las dos. Al fin y al cabo, Ángela tenía una relación nula con Elena, por eso no le importaba, pero yo sí que tenía bastante relación con ambas y ahí era donde estaba el conflicto.
Le dije que a mí no me tenía que convencer mucho, porque pensaba igual que él, aunque le acabé dando el detalle de Yolanda, pensando que era una situación muy paralela como para sacarle el tema a Elena sin que ella me lo nombrara y me lo echara en cara.
Dejamos de hablar cuando las chicas nos llamaron para que sacáramos los platos y poder ir comiendo en lo que se seguía charlando tal y como lo hacíamos en el aperitivo. Intenté ser más participativo que en ese momento previo, pero me costaba, porque seguía molesto y no quería hacer ningún comentario que pudiera sobrar.
Por eso traté de cambiar de tema en varias ocasiones, porque la fiesta de la noche anterior era el tronco de la conversación. Al no tener mucho éxito, opté por quedarme más callado que otra cosa. También nos tomamos un café al salir a la calle para ir a una cafetería cercana, echando un poco la tarde entre que nos lo tomábamos y luego paseábamos.
Veía a nuestros amigos de la mano, o con Mario pasándole un brazo por encima del hombro a Irene y luego nos miraba a Elena y a mí y no tenía nada que ver la estampa. Si es que a veces íbamos a cada lado de la pareja en vez de ir el uno al lado del otro.
Cuando acabamos de dar el paseo, Elena fue quien dijo de despedirnos para volver a casa, porque aún nos quedaba un buen tramo y también tenía que preparar algunas cosas, por lo que nos pusimos en camino al despedirnos de ellos.
Nos montamos en el coche y regresamos, siendo gran parte del camino en silencio, aunque luego Elena charló un poco conmigo como si tal cosa, pero viendo que no le daba mucha bola, sacó su móvil para llamar a su amiga Yolanda y charlar con ella, siendo íntegramente la conversación acerca del trabajo y de lo que tendrían que hacer la semana en la que estábamos por entrar.
No percibí nada que me diera que pensar, porque con esa amiga que tenía, cualquier cosa podía pasar. Pero no terminó de ser así. Cuando llegamos a su casa, la dejé en la misma puerta, aunque no paré el motor del coche. Me sorprendió que se despidiera de mí de manera tan afectuosa al darme un buen abrazo y un beso en la mejilla que quedó muy cerca de los labios, diciéndome después que había sido un buen fin de semana.
Volví a casa con una desazón importante, porque pese a tratar de poner de mi parte, teniendo también lo mío, veía que la cosa con Elena estaba delicada. Corrí demasiado al imaginarnos como antes cuando la realidad era que había que trabajar mucho aún para llegar a esa utopía que veía muy difícil de alcanzar.
Cuando llegué a casa me dediqué a lavar la ropa que me llevé para ese fin de semana que agonizaba ya en sus últimas horas en la tarde y que daban paso a la noche, preparándome después algo para cenar, haciéndolo tranquilamente mientras veía la tele sin prestarle prácticamente atención por lo que no dejaba de rondar mi cabeza, aunque intenté distraerme después al mirar unas cosas del trabajo y al jugar un poco con la consola, pero no lograba desconectar. No sabía qué hacer para distraerme, aunque Irene me hizo una llamada.
No me podía dormir, por eso me acabé levantando para sentarme en el sillón que estaba más próximo a la ventana, abriendo un poco la cortina para poder ver la calle y no estar mirando a la oscuridad. La abrí muy poco para no molestar a Elena, quien parecía dormir ya, aunque pensaba que no le molestaría igualmente al dormir ella con la persiana de su habitación un poco subida, entrando tanto la luz de las farolas por la noche, como la del sol cuando amanecía.
Aunque me equivocaba una vez más, porque me preguntó qué hacía ahí. Le dije que no podía dormir, diciendo ella que ahí sentado menos ganas me iban a entrar, pidiéndome que volviera a la cama y que echara la cortina.
Como no podía dormir, cogí el móvil, aunque ahora sí que no la molestaba, porque me seguía dando la espalda. Recibí un mensaje de Ángela en ese mismo momento, diciéndome que me vio en línea y que pensaba que no podía dormir, como efectivamente era.
Estuvimos hablando de manera breve, diciéndome que ella ya había llegado a casa después de dejar a cada una de sus amigas en las suyas. Me preguntó si seguía dándole vueltas a la cabeza con lo que había pasado en la fiesta, diciéndole que sí. Ella me rogaba que no le diera tanta importancia una vez más, diciéndome que a ella no le importaba y había sido quien lo había sufrido, aunque le dije que yo también lo sufrí.
Ella seguía con que lo dejara estar y con que no le reprochara nada a Elena, porque la cosa podría acabar mal. Comentamos un poco lo demás de la fiesta, diciendo ella que le había gustado lo que le habíamos regalado, aunque no tenía queja con aquello con lo que yo le regalé en Navidades.
Me hizo un poco mejor ese momento amargo por el que estaba pasando, diciéndome también que podíamos vernos la próxima semana si me parecía bien. Por supuesto que me parecía bien, le dije que jamás le haría ascos a una visita suya, por lo que quedamos en que nos veríamos algún día para comer, viniendo ella al tener un horario más flexible que el mío.
Al día siguiente me levanté bien temprano para darme una ducha y vestirme con ropa de día a día y salir a dar un paseo para despejarme. Le dejé una nota a Elena sobre la mesita de noche, para que estuviera informada de dónde estaba. Me recorrí bastante parte de la ciudad, parándome en una cafetería para tomarme un café, siguiendo pensando en lo pasado la noche anterior, aunque fue la misma Elena quien me sacó de eso al llamarme, preguntándome dónde estaba.
Le dije que un poco lejos, pero no fue un problema, porque en lo que iba, ella se iba a ir duchando para dejar la habitación en cuanto llegara, diciéndome que tenía hambre y que le apetecía desayunar algo consistente. Me hablaba como si no hubiera pasado nada la noche anterior, siendo así en un sentido, pero no en el que yo tenía en mente precisamente.
Así que me puse en camino hacia el hotel, pero no dando un paseo, sino yendo algo más rápido para no tardar tanto, aunque en realidad llegué bien de tiempo, pues ella estaba terminando de secarse el pelo.
Mantuvimos ese silencio que se nos sumó en las últimas horas del día anterior, marchándonos de allí y yendo a una cafetería no muy lejana para que pudiéramos desayunar. Bueno, ella sobre todo, porque yo tenía el estómago un poco cerrado.
Mientras lo hacía me contó que había quedado en que comeríamos con Irene y con Mario en su casa, pero para eso quedaba aún bastante. No sabía muy bien qué proponer, porque tampoco es que tuviera muchas ganas de hacer nada en particular y ella tampoco proponía nada, quedándose bastante callada todo el tiempo.
Se me ocurrió visitar a nuestras familias, aunque cada uno a la suya, así dejaba un poco de espacio entre los dos, porque seguía molesto con ella, aunque me esforzaba porque ella no se diera cuenta. Le pareció bien cuando le conté lo que me pasó por la mente, por lo que nos montamos en el coche y la llevé a su pueblo para dejarla en su casa, diciéndole que me avisara si quería volverse o algo, volviendo yo para ir a ver a la mía.
Estuve un rato allí, bastante tranquilo, aunque mi madre me notó con el gesto algo torcido, por lo que me preguntó si me pasaba algo, aunque como siempre, lo hizo una vez estábamos los dos solos. Le conté lo que me ocurría, lamentándose ella por lo ocurrido, diciendo que sí que tenía que ser importante Ángela para mí para que me molestara tanto como para tener esa cara tan larga, aunque era algo que ya sabía de sobra.
Me dijo que pensaba que Ángela llevaba razón en aquello de no darle demasiada importancia, más que nada por el bien de lo que había entre Elena y yo. Le dije que no me parecía justo tragar con eso, porque precisamente era Ángela la que me había dado fuerzas y ánimos para que le hablara a Elena de nuevo, además de consejos para saber sobrellevar las situaciones que tenían lugar entre nosotros. Mi madre me dijo que le parecía muy bien y que si de verdad confiaba en ella, pues que siguiera este consejo, como había ido haciendo hasta ese momento.
Seguía sin estar muy conforme, pero no me quedaba otra, por lo que tendría que dejarlo estar completamente. No tardó en avisarme Elena para que fuera a por ella, acercándose la hora de comer, por lo que me despedí de mi familia, diciéndome mi madre de nuevo que le hiciera caso a mi amiga y me puse en camino para ir a por Elena. No estuvo tan callada cuando la recogí, diciendo que su abuela se alegraba mucho de tenerla tanto por casa, diciendo también que su madre también lo estaba.
Le pregunté a Elena si alguna de las dos le había preguntado por qué estaba tanto por aquí, porque a lo mejor Maribel podría haber atado cabos, aunque me dijo que en su día les contó que se estaba juntando de nuevo con Irene y que solía venir mucho a verla, pasándose también para hacerlo con ellas y poder tener más contacto que por llamadas. En cuanto llegamos a casa de nuestros amigos, nos abrieron y entramos, sentándonos todos en el salón viendo qué podíamos hacer para comer.
Estuvo bastante bien el rato que estuvimos pensando qué preparar mientras picábamos algo, porque también charlamos de otras cosas, sobre todo de la fiesta de la pasada noche. Empezamos a preparar todo lo necesario en la cocina, aunque cuando solo faltaba cocinarlo, las chicas nos echaron de allí, pidiéndonos que pusiéramos la mesa mientras se hacía la comida, así que les hicimos caso y nos quedamos en el salón una vez acabamos, cosa que nos llevó bastante poco tiempo.
Para mi sorpresa, pues Mario era bastante torpe para estas cosas, como él había admitido alguna que otra vez, me notó que estaba callado y en mi mundo, sacando a colación que también lo había estado durante el aperitivo para lo que yo era. Le conté lo ocurrido la pasada noche, cosa que hizo que pusiera una cara que me preocupó.
No se anduvo con rodeos, diciéndome que ese comportamiento le parecía tóxico. No sabía si le había contado a Elena que Ángela había sido mi confidente en los últimos meses, cosa que no hice, entendiendo Mario que hubiera hecho ese gesto de desprecio.
Aun así, era algo que me molestaba bastante, sugiriéndome mi amigo comentárselo para que tratásemos de buscar una solución, pero le dije que lo había hablado también con Ángela y que ella me había aconsejado lo opuesto para no ocasionar más desencuentros, comentándole también que ella misma me había dicho que no le había importado que hubiera hecho eso.
Mario siguió diciendo que él pensaba que eso era lo de menos, porque era yo el que estaba entre las dos. Al fin y al cabo, Ángela tenía una relación nula con Elena, por eso no le importaba, pero yo sí que tenía bastante relación con ambas y ahí era donde estaba el conflicto.
Le dije que a mí no me tenía que convencer mucho, porque pensaba igual que él, aunque le acabé dando el detalle de Yolanda, pensando que era una situación muy paralela como para sacarle el tema a Elena sin que ella me lo nombrara y me lo echara en cara.
Dejamos de hablar cuando las chicas nos llamaron para que sacáramos los platos y poder ir comiendo en lo que se seguía charlando tal y como lo hacíamos en el aperitivo. Intenté ser más participativo que en ese momento previo, pero me costaba, porque seguía molesto y no quería hacer ningún comentario que pudiera sobrar.
Por eso traté de cambiar de tema en varias ocasiones, porque la fiesta de la noche anterior era el tronco de la conversación. Al no tener mucho éxito, opté por quedarme más callado que otra cosa. También nos tomamos un café al salir a la calle para ir a una cafetería cercana, echando un poco la tarde entre que nos lo tomábamos y luego paseábamos.
Veía a nuestros amigos de la mano, o con Mario pasándole un brazo por encima del hombro a Irene y luego nos miraba a Elena y a mí y no tenía nada que ver la estampa. Si es que a veces íbamos a cada lado de la pareja en vez de ir el uno al lado del otro.
Cuando acabamos de dar el paseo, Elena fue quien dijo de despedirnos para volver a casa, porque aún nos quedaba un buen tramo y también tenía que preparar algunas cosas, por lo que nos pusimos en camino al despedirnos de ellos.
Nos montamos en el coche y regresamos, siendo gran parte del camino en silencio, aunque luego Elena charló un poco conmigo como si tal cosa, pero viendo que no le daba mucha bola, sacó su móvil para llamar a su amiga Yolanda y charlar con ella, siendo íntegramente la conversación acerca del trabajo y de lo que tendrían que hacer la semana en la que estábamos por entrar.
No percibí nada que me diera que pensar, porque con esa amiga que tenía, cualquier cosa podía pasar. Pero no terminó de ser así. Cuando llegamos a su casa, la dejé en la misma puerta, aunque no paré el motor del coche. Me sorprendió que se despidiera de mí de manera tan afectuosa al darme un buen abrazo y un beso en la mejilla que quedó muy cerca de los labios, diciéndome después que había sido un buen fin de semana.
Volví a casa con una desazón importante, porque pese a tratar de poner de mi parte, teniendo también lo mío, veía que la cosa con Elena estaba delicada. Corrí demasiado al imaginarnos como antes cuando la realidad era que había que trabajar mucho aún para llegar a esa utopía que veía muy difícil de alcanzar.
Cuando llegué a casa me dediqué a lavar la ropa que me llevé para ese fin de semana que agonizaba ya en sus últimas horas en la tarde y que daban paso a la noche, preparándome después algo para cenar, haciéndolo tranquilamente mientras veía la tele sin prestarle prácticamente atención por lo que no dejaba de rondar mi cabeza, aunque intenté distraerme después al mirar unas cosas del trabajo y al jugar un poco con la consola, pero no lograba desconectar. No sabía qué hacer para distraerme, aunque Irene me hizo una llamada.
Pues lo dicho, el siguiente capítulo iba a ser con una charla con Ángela por WhatsApp, bueno, ya le contó el problema a todo el mundo, ya están todos enterados. Ahh no espera... Si Elena es la única que queda por saberlo... Supongo que será porque ella no tiene nada que ver.
Me hace gracia el no se lo digo xq me va a sacar lo de Yolanda.
Ahora eso sí, con Ángela ya estoy quedando para ir a mi casa la semana que viene, no entiendo que Elena esté celosa por eso, si yo soy un Ángel incapaz de acostarme con otra mujer, ni siquiera con Ángela, con la que ya le puse cuernos a mi anterior relación.
Me hace gracia el no se lo digo xq me va a sacar lo de Yolanda.
Ahora eso sí, con Ángela ya estoy quedando para ir a mi casa la semana que viene, no entiendo que Elena esté celosa por eso, si yo soy un Ángel incapaz de acostarme con otra mujer, ni siquiera con Ángela, con la que ya le puse cuernos a mi anterior relación.
javieron
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Increíble que el personaje más florero de la historia haya sido el único cuerdo en este capítulo y haya recomendado lo que creo todos los lectores anhelamos: Que hablen y afronten.
Pero claro, eso no va a pasar, porque parece es su fetiche, jugar al mudo.
Lo que es interesante es que Elena también tiene justificación de desprecio hacia Angela, por lo de querer minar su relación en aquel momento y por lo único que si debió quedarse callado Javi, que es vender a Angela como la culpable de su ruptura con Valentina.
Pero claro, eso no va a pasar, porque parece es su fetiche, jugar al mudo.
Lo que es interesante es que Elena también tiene justificación de desprecio hacia Angela, por lo de querer minar su relación en aquel momento y por lo único que si debió quedarse callado Javi, que es vender a Angela como la culpable de su ruptura con Valentina.
Yo creo que para consolidar la reconciliación con Elena Javi debería contarle que se acostó con su madre... A partir de ahí, la cosa irá rodada.
Absurdo, verdad?. Pues así es éste lamentable intento de resucitar una relación muerta y enterrada.
No hay amistad, no hay complicidad, no hay confianza... Sólo queda un poco atracción sexual y mucho rencor.
O ésto da un vuelco inesperado, o veo pocas posibilidades de continuidad para éste dúo.
Absurdo, verdad?. Pues así es éste lamentable intento de resucitar una relación muerta y enterrada.
No hay amistad, no hay complicidad, no hay confianza... Sólo queda un poco atracción sexual y mucho rencor.
O ésto da un vuelco inesperado, o veo pocas posibilidades de continuidad para éste dúo.
onatrapse
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Esto ya parece sistémico en el relato, nada de lo que sucede con los personajes se profundiza en su real mérito, es frustrante ver como han ido quedando buena cantidad de hilos sin resolver, y cuando se logra volver a algunos, reciben un tratamiento tan superficial que resulta insuficiente para aclarar un mínimo que justifique haberlos retomado, es muy decepcionante.
riojanosumiso
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Qué manía estoy cogiendo a Elena!!!
Casa vez se parece más a su madre. Y Javi, es un inmaduro, que tiene el don de actuar, tarde y escogiendo siempre el camino equivocado.
Casa vez se parece más a su madre. Y Javi, es un inmaduro, que tiene el don de actuar, tarde y escogiendo siempre el camino equivocado.