Follow along with the video below to see how to install our site as a web app on your home screen.
Note: This feature may not be available in some browsers.
Pues porque pegará con la situación por si no se quiere que se sea escuchado o si hay complicidad entre dos o más personas, dándose el típico momento en el que hablas de esa manera pudiendo hacerlo de manera normal.¿Por qué repites tanto "en susurros"? lo he leído como 50 veces.
Uffff!!! Mira que pensaba que era sólo un mete y saca pero cuando se puso en escena la hermana uffffff!! Me sorprendiste muy gratamente, por favorCapítulo 8
En los próximos días no ocurrió relevante, hablaba con Elena de chorradas por mensajes, acordamos en quedar ese fin de semana con más amigos en común para luego irnos a su casa como en los dos fines de semana anteriores.
Hasta que llegó el jueves. Estaba liado con el trabajo, ya que trabajaba como traductor para un periódico y lo hacía desde casa. Vino mi madre a avisarme que una chica preguntaba por mí, que la hizo pasar y estaba en el salón. Me extrañó. No esperaba visita de nadie y menos a esa hora, poco más de la 1 de la tarde. Pensé que lo mismo era Elena, que se había pasado para darme una sorpresa, como hice yo la semana anterior. Bueno, eso es lo que le dije, porque fui por otra cosa muy distinta. Llegué al salón y ahí estaba Noelia. Me quedé un poco parado sin saber qué decir o hacer.
-Hola (dijo Noelia muy alegremente).
-Hola, ¿qué haces aquí? (Pregunté un poco cortado sin saber qué decir).
-Pues que venía a preguntarte unas cosas...
Mi madre me miró extrañada y Noelia dijo reaccionando rápidamente:
-Es que me está echando una mano con los idiomas, se le dan muy bien y a mí no, para ver si me podía explicar algunas cosillas.
-Ah, claro, pasa a su habitación, niña (dijo mi madre convencida).
Yo estaba flipando mientras iba a mi habitación y ella me seguía. Entramos y cerré la puerta. La miré. Iba bastante guapa, bien peinada, con ropa normal, pero bastante bonita y una mochila colgada a la espalda.
-¿Qué haces aquí?
-He pasado a verte y a preguntarte si te habías decidido ya.
-¿Cómo sabes que vivo aquí...?
-Fácil, porque vives al lado del instituto y te he visto alguna vez entrar y salir de esta casa.
Era cierto, vivía justo al lado del instituto donde estudié yo y también su hermana, donde nos conocimos, y ella, ya que el pueblo donde vivían era tan pequeño que no tenía instituto, sólo colegio para niños.
-¿No deberías estar en clase?
-Sí, pero el que nos da las dos últimas horas hoy ha faltado y no quería estar ahí encerrada. Y hasta que me vaya en el autobús tengo un rato.
-Ya... ¿y esa excusa de los idiomas?
-Pues yo que sé chico, lo primero que se me ha ocurrido jajaja, que tú estabas en blanco.
-Es que no esperaba una visita y menos tuya... Pero me refería a como sabes que se me dan bien.
-Ah, porque mi hermana habla mucho de ti a sus amigas y a veces estoy con ellas cuando vienen a casa y dijo que te dedicabas a traducir para un periódico o algo así.
-Sí, de hecho, en eso estaba (dije señalando el ordenador donde se podían ver textos en una pantalla y mis anotaciones en otra).
-Vaya, que guay.
-Sí, es muy divertido (dije con sarcasmo).
-Bueno, no sé... pero se ve muy profesional.
-Entonces... ¿a qué dices que has venido...?
-A saber si te habías decido ya.
-¿De qué?
-Tú qué crees...
-Ah... Pues la verdad es que no he pensado nada aún, estoy muy liado con el trabajo.
-¿De verdad...? (dijo acercándose a mí lentamente).
-Mmm no. Y ni se te ocurra intentar nada aquí con mi familia en casa, que te veo venir.
-Que aburrido eres...
-Prefiero ser aburrido que estar loco, jaja.
-Lo que te dije iba en serio. Mira, yo sólo quiero pasar un buen rato contigo. Me pones y creo que yo a ti también, por lo que pasó la última vez. Pero puede que acabe con un chico con el que me estoy viendo y me gustaría aprovechar. No veo el problema.
-No sé, es que a mí no me gusta hacer las cosas así... Luego, eres menor, te saco 7 años.
-Ya... lo que tú ves como problemas, yo lo veo como escusas porque estás pillado por mi hermana.
-Te equivocas, Elena y yo somos buenos amigos, nada más.
-Yo noto otra cosa. Sólo hay que veros.
-Ya...
-Bueno. No te molesto más, que te veo liado. Dale una vuelta a eso y me dices. ¿Nos damos nuestros números...?
-Venga va, prefiero que me escribas directamente a que le quites el móvil a tu hermana.
-Te dije que me iba a portar bien...
-Ya, y lo estás haciendo bien, sobre todo cuando viniste el domingo por la mañana. Me agradó la conversación y tu trato. Tu hermana me preguntó si había hablado contigo o algo, te notó rara... más agradable de lo habitual.
-Ya... tengo un motivo...
-Pues no deberías tener motivo para ser así.
Sonrió y nos intercambiamos los números.
-Me voy, que hay un bus que sale ya mismo.
-Venga, hablamos.
-¿Te puedo dar dos besos como el otro día o te vas a poner tenso por estar en tu casa y con tu familia...? Jajaja.
-Claro, no pasa nada por dos besos.
Me encorvé, porque ella era bastante bajita y yo bastante alto, entonces se agarró a mi cuello para darme los dos besos y mientras me los dio susurró:
-Si fuera por mí te follaba aquí ahora mismo (acabó de decir dándome un mordisquito en la oreja).
Me estremecí y resoplé.
-Jajaja, hasta luego.
-Adiós…
Y se marchó por la puerta, despidiéndose de mi madre alegremente.
Me senté en la silla todavía un poco en shock por lo que acababa de pasar y también un poco encendido. La situación me había puesto un poco cachondo. Me gustaba sentirme deseado y Noelia me atraía. Entonces vino mi madre preguntando:
-¿Quién es la chica?
-Es la hermana de una amiga, que me ha pedido que le explique unas cosas.
-Es mona.
-Mamá... que va al instituto aún...
-¿Cuántos años tiene?
-17.
-Bueno, casi 18.
-Es muy chica para mí, anda no seas pesada, que te gusta mucho buscarme novia.
-Si es que ya te pinta ponerte novio, hijo.
-Estoy a gusto como estoy.
-Bueno, lo que tú veas.
Se fue y me quedé mirando la pantalla pensando en la situación. ¿Qué haría con Noelia? No tenía ni idea. Me decidí a pensarlo esa misma tarde después de comer.
Cuando terminé de comer y reposar, me senté en la cama para tomar la decisión. Anoté los pros y los contras. Como pros puse que me atraía bastante, sabía que lo hacía bien por nuestro breve encuentro y me gustaba sentirme tan deseado. Como contras, que era aún menor, que tenía un medio novio y que no sabía como se podía sentir Elena si se enteraba. El contra de lo de Elena me pesaba demasiado, me gustaban demasiado nuestros encuentros y la consideraba una buena amiga para echar el rato, no sólo para follar y no quería perderla, hacía mucho que no tenía algo así. Fui incapaz de decidirme.
Más tarde estuve hablando con Elena para concretar lo del fin de semana. Era seguro que tendríamos su casa para pasar la noche, su madre seguía yendo a dormir con su abuela.
Al rato me escribió Noelia.
-Me ha dicho mi hermana que este sábado también vienes.
-Sí, pero antes vamos a casa de unos amigos y luego ya vamos para allá.
-Vale, así te veo.
-No me jodas Noelia, no quiero uno de tus jueguecitos con Elena delante.
-Ay... si es que cuanto más te resistes, más me pones.
-Pues vete con tu amigo, que él te ayude.
-No tiene ni idea de follar el pobre.
-Ese no es mi problema.
-Jajaja, sí que lo es, porque quiero follar contigo.
-Aún no me he decidido... me está costando...
-En serio, le das demasiadas vueltas a las cosas, si solo va a ser un polvo...
-Es que no quiero cagarla por un calentón.
-Bueno, tal vez esto te ayude a decidirte...
Tardó un rato en contestar. Me estaba oliendo una de las suyas. Entonces me pasó una foto de sus tetas. Abrí la foto e hice zoom para verlas bien, eran preciosas. De tamaño normal, con una forma cónica y puntiagudas hacia arriba, con unos pezones de tamaño normal rosaditos de punta, se veían bastante duros.
Cuando cerré la foto, vi que había enviado otra. Era una de su coño, totalmente depilado, muy pequeñito, con sus labios rositas. Me entraron ganas de comérselo al verlo. Resoplé y cerré la foto, pero había otras dos. En la primera salía su coño abierto. Qué pinta tenía, brillaba de lo mojado que lo tenía. Me empecé a tocar por encima del pantalón. Después abrí la otra y era una de su coño, pero en esta se estaba metiendo los dedos. Estaba totalmente empalmado, metí mi mano dentro de mis boxers para empezar a tocarme. Entonces recibí un video. Salía ella tocándose las tetas, pellizcando sus pezones, luego enfocó su coño, acariciando su clítoris, para luego meterse los dedos lentamente y acelerar un poco, pudiéndose oír como una especie de chapoteo. Ahí acabó el video. Estaba tan cachondo que me bajé los pantalones y los boxers y me eché una foto a la polla empalmada y se la mandé. Respondió con varios emoticonos de la cara roja sudado con la lengua fuera. Entonces me llamó.
-Como me tienes cabrón... Mira como me pongo cada vez que me acuerdo del polvo que echamos...
-Joder Noelia, que cachondo estoy... (susurré mientras me pajeaba fuertemente).
-Ojalá te pudiera comer la polla ahora mismo, que rica estaba... mmm...
-Y que bien lo hacías... casi me corro cuando me la comiste...
-Quiero que me folles fuerte, como dijiste que podías hacer (dijo con la voz un poco entrecortada).
-Si te tuviera delante ahora mismo lo haría...
-No me digas eso cabrón, como me arrepiento de no haberlo intentado hoy cuando he ido a tu casa...
-Demasiado riesgo...
-Merecería la pena...
-Noelia, no puedo más... me voy a correr... (dije susurrando entrecortadamente mientras soltaba chorros corriéndome).
-Yo también... Ay... (dijo con un pequeño gritito ahogado y una respiración agitada y entrecortada).
Nos quedamos un poco en silencio para recuperarnos. Entonces dijo:
-Eres un cabrón, que lo sepas. Me tienes todo el día con la miel en los labios.
-Otra cosa te ponía yo en los labios... (dije aún cachondo por la situación).
-Javi, no me calientes que me planto mañana en tu casa a primera hora, que no puedo más...
-Ni se te ocurra, que mi madre se pone muy pesada.
-Joder tío... el sábado os dejo solos, porque como te vea no voy a aguantar y me voy a lanzar encima tuya.
-Está bien, vamos a follar.
-¿Cuándo? (preguntó ansiosa).
-No lo sé. Tenemos que hacerlo bien.
-Pfff... yo quiero ya...
-Vas a tener lo que querías, ¿vale? No te pongas como una niña pequeña.
-Vale, pero joder, estoy cachondísima. No puedo esperar.
-Mira, vamos a follar, pero con mis condiciones, ¿vale?
-A ver... cuéntame.
-Lo primero y más importante, tu hermana no se puede enterar. No quiero joder la cosa.
-Vale, ¿qué más?
-No puede ser ni en mi casa, ni en la tuya.
-Joder, pues ya me dirás donde lo hacemos...
-Ya se nos ocurrirá algo...
-¿Algo más?
-Sí, que seas discreta con esto. Y muy importante, que nos respetes a tu hermana y a mí. Se pone muy incómoda cuando empiezas con tus puyitas.
-Vale, acepto todo.
-Bien.
-Qué ganas, por dios...
-Yo también tengo ganas...
-Mmm... Te dejo, que andan por aquí mi hermana y mi madre. Como siga hablando contigo me voy a volver a tocar y me voy a poner a gritar como una loca cuando me corra...
-Jajaja, vale... pensaré algo para ver donde puede ser.
-Vale, nos vemos, un beso.
Y colgó. Aún seguía empalmado, estaba cachondísimo. Recogí el estropicio que había liado y me tumbé en la cama. Finalmente le había dicho de quedar para follar y había aceptado todas mis condiciones. Parecía que todo iba bien, pero seguía temiendo que Elena se enterara. Me olía que Noelia la podía liar yéndose de la boca fácilmente, si me había dicho a mí que se veía con otro chico, con el que probablemente llegara a más, dudaba si se podría mantener callada por lo nuestro... Decidí no darle más vueltas, ya le había dicho que quería, no había vuelta atrás. Confiaría en ella para que todo saliera bien.
Utilizamos cookies esenciales para que este sitio funcione, y cookies opcionales para mejorar su experiencia.