Reencuentro con Elena

Capítulo 702

-¿Pasa algo? -pregunté al verla así.
-Sí.
-¿Qué es? -pregunté algo preocupado.
-Javi, ha sido un error que quedáramos anoche para cenar.
-¿Por qué?
-Porque yo no quería acabar así -dijo sin atreverse a mirarme a la cara.
-Ah...
-Fue ese vino, que parece que no, pero... Bebimos mucho anoche.
-Sí. Es verdad. Pero algo de ganas tenías que tener también para haber acabado así.
-No.
-¿Cómo qué no?
-Pues eso. No.
-Valentina, nadie se acuesta con alguien si no le apetece por muy bebido que esté.
-Ay... -decía resignada- Es que... Javi, ¿cómo no voy a tener ganas con todo lo que hemos vivido...? No es que sean unas ganas explícitas, porque yo no quería hacer esto contigo. Ya te lo dije. Pero al final ha acabado pasando. Anoche me ablandé y con el vino... Y luego con ese beso que me diste. Por un momento parecía que habíamos vuelto a finales de Julio, antes de que tú...
-Ya. Eso fue justo lo que me pasó a mí anoche. Te vi comiendo chocolate con esa forma tuya, cerrando tus ojos, poniendo esas caras, estando tan guapa y sexy que me recordó a las caras que ponías cuando nos besábamos siendo pareja. No pude evitar hacerlo.
-Ha sido un error -repitió.
-Bueno... Yo lo he pasado bien. Fue una noche fantástica con la cena y eso.
-Ya. ¿Cómo no te va a gustar? -dijo molesta.
-No quería decir... Pues sí, Valentina -reconocí tras pensarlo-. Después de volver a verte y ver que la cosa se había reencaminado me entraron ganas de vernos para... Como cuando nos conocimos.
-Javi, es lo que te dije. Solo te importa el sexo.
-No es tan así, Valentina. Fuiste tú la que me propusiste quedar para cenar y hablar.
-Y tú encantado.
-Pues sí -le volví a reconocer-. Porque últimamente me siento de solo... Valentina, no te estoy mintiendo con todo esto. Lo estoy pasando mal de verdad.
-Y después de hablar tenías pensado algo más, ¿no?
-Pues en realidad no. ¿No viste que no llevaba condones encima?
-Esa es otra...
-No pasa nada. Si en realidad...
-Déjalo -dijo algo agotada-. ¿Cómo es que no trajiste si querías volver a…?
-Pensaba que me iba a costar más. O que no lo iba a poder conseguir.
-Serás... Mira, a lo mejor Irene tiene razón. Tal vez lo mejor sea alejarse de ti.
-Valentina...
-Es que no quieres verlo. Tus amigos han hecho esto para que despiertes y te des cuenta. ¿No lo ves?
-No sé. Lo que dijeron fue muy feo. Y la forma también.
-Te deberías replantear algunas cosas.
-¿Es que hay alguien más?
-¿Qué? ¿Te refieres a si me veo con alguien?
-Ajá.
-Ya estoy escarmentada después de que me hayan engañado dos veces. No hay nadie.
-¿Ya no vas a querer conocer a nadie más?
-Por ahora no. Necesito dejar pasar un poco de tiempo. ¿Por qué lo preguntas?
-Por nada...
-No te hagas ilusiones de nada -dijo interrumpiéndome-. Ya te lo dije. No pienso volver contigo y tampoco quiero hacer lo que hicimos anoche. Esto ha sido un arrebato. Que te quede bien claro.
-Vale. No he preguntado por eso. Pensaba que con el daño que te había hecho ya no querrías estar con nadie más.
-Por ahora va a ser así.
-Es que como me has dicho que tenías una llamada y una reunión importante, pensaba que había alguien más.
-Pues no. Solamente estaba hablando con Daniela, que estaba preocupada por no haber vuelto anoche a casa.
-Vale.

Valentina me llevó de vuelta a casa, en lo que fue un momento que se me hizo largo y bastante incómodo. La veía arrepentida de lo ocurrido hacía unas horas y la verdad es que dejaba todo muy claro en esa conversación que acabábamos de tener. Yo no buscaba absolutamente nada tampoco, pero me pareció demasiado dura al decirme todo aquello.

-Javier -dijo en un tono más serio mientras esperábamos a que el semáforo en el que estábamos se pusiera en verde-, creo que lo mejor es que nos dejemos de ver y que dejemos de hablar.
-¿Eso es lo que quieres?
-Sí -dijo mirándome a los ojos esta vez-. Quiero que sepas que he pasado momentos muy buenos contigo, pero me duele mucho lo que me hiciste. Y sé que si hablamos de esa manera tan cercana voy a querer que nos veamos. Y si nos vemos va a pasar lo que pasó anoche. Y no quiero. Reconozco que me gusta, que me haces sentir muy joven y que me lo paso bien, pero no es lo que quiero.
-Vale. Pues así será.
-Quizá más adelante, cuando pase un tiempo podamos empezar una amistad -dijo mirando al frente.

No dijimos nada más hasta que llegamos a mi casa. Ella paró el coche justo en la puerta y yo la miré. Valentina miraba al frente, sin decir nada en absoluto. Así que me despedí de ella y ya sí que dijo algo también para despedirse, bajándome yo del coche y marchándose ella antes de que pudiera abrir la puerta de mi casa. Fue una situación rara e incómoda. Estaba muy claro que le había hecho bastante daño por esas palabras que me dijo al final. Aunque me gustaba que dijera eso de poder iniciar una amistad pasado un tiempo. Al final no habíamos acabado tan mal como yo pensaba en un primer momento en cuanto empezó esa conversación en su coche. Algo desconcertado entré en casa y me cambié de ropa para ponerme más cómodo, avisando a mi amiga Sofía para que viniera cuando quisiera, aunque no esperaba que lo hiciera tan rápido, porque en cuestión de media hora estaba llamando al timbre de mi casa.

-Joder, ¿cuánto has corrido? -le pregunté en cuanto vi que era ella.
-Nada. Ya estaba viniendo.
-¿Y eso? Si te puse antes que no sabía muy bien cuándo iba a volver a casa. Te has lanzado a la aventura y podrías haber venido para nada.
-Da igual, si tenía pensado dar una vuelta por aquí igualmente para ir de compras.
-Ah, bueno... Pasa.

Hice un par de cafés para los dos y volví con ella para sentarme en el sofá, a su lado.

-¿Y cómo es que has venido ya a casa? ¿No se ha animado la cosa después de la noche que habéis pasado?
-Pues la verdad es que no.
-¿No se animó la cosa anoche directamente, o...? -preguntó algo decaída.
-No, no. Sí que se animó. Pero esta mañana...
-¿Qué ha pasado?
-Pues que estaba muy esquiva.
-¿Esquiva? ¿Por? Si dices que anoche fue bien...
-Ya. Fue bien porque bebimos bastante. Empezamos con el vino y no paramos. Si hasta seguimos bebiendo un poco cuando acabamos y nos sentamos en el sofá para seguir charlando.
-¿Fue aquí?
-No. Fue en el chalet. ¿Te acuerdas de él?
-Claro. Si estuvimos ahí hace unos meses. ¿Te llevó ahí?
-Sí. Fue un poco sorpresa, porque no me dijo en ningún momento a dónde íbamos. Y eso que le pregunté. Cuando empezamos a entrar por el camino de tierra ya sabía que íbamos hacia allí.
-¿Y qué tal?
-Muy bien. Está muy bonito todo pese a estar empapado por la lluvia. Lo vi un poco por encima. Me encontré las canchas tapadas y la piscina vacía, pero muy bien. Lo sigue cuidando.
-¿Y la cena cómo fue?
-Bueno...
-Uy...
-No, a ver... Es que fue bien y mal por momentos.
-¿Por?
-Bien, porque hablamos de muchas cosas, más que lo malo, el tema de Irene y Mario y también cosas referentes a nuestra pasada relación.
-Ammm...
-Ella me daba sus puntos de vista y tal, pero ya está. Luego nos comimos el postre. Le llevé un surtido de chocolate. Ya sabes lo que le gusta.
-Ajá.
-Y empezó a poner esas caras que pone cuando lo come, que parece que se la están metiendo.
-Hala, jajajaja.
-Es que es verdad. Y pues me recordó mucho a cuando estábamos juntos, a cuando nos besábamos cuando empezamos a ser pareja y no me pude aguantar y la besé.
-¿Y qué hizo ella?
-Pues se asustó un poco y se echó para atrás.
-Uff...
-Cuando vi que se puso así, pues me disculpé y le dije que ya me marchaba, pero ella me agarró del brazo y tiró de mí para besarme. Y ahí empezamos a liarnos de manera bastante guarra, subiendo poco después a la habitación, aunque nos costó. Allí ya follamos como locos durante un buen rato.
-Anda...
-Y me quedé dormido. Me desperté esta mañana solo en la cama. Ella estaba en la ducha y cuando acabó vino a la habitación, envuelta en una toalla. Cuando la toqué, como que se asustó otra vez. Dijo que mejor me dejaba solo y se fue. Me di una ducha y cuando acabé bajé para buscarla, pero no la encontré, así que me puse a desayunar. Entró desde fuera para decirme que tenía una llamada importante, mientras tapaba el micrófono del móvil. Luego entró como con prisa diciendo que nos teníamos que ir, porque tenía una reunión.
-Bueno.
-Pero no había ninguna reunión ni nada.
-¿Entonces?
-Estaba muy arrepentida de haberme invitado a cenar.
-No... -decía con pena.
-Pues sí. En resumen, me ha dicho que lo mejor es que nos dejemos de ver, porque piensa que siempre que nos vayamos a ver vamos a acabar así. Dice que le hago sentir muy joven, que le gustan esos encuentros y que pasó momentos muy buenos conmigo, pero que no es lo que quiere. No se le olvida el daño que le he hecho y no quiere que nos veamos más por lo mismo. Quizá podamos ser amigos algún día. Eso me ha dicho.
-Pues vaya... -decía desanimada.
-No sé por qué te pones así, si estaba claro que iba a seguir sin querer saber nada de mí.
-No ha dicho eso. Ha dicho que más adelante...
-Ya. Seguro que va a pasar eso... -dije escéptico.
-¿Y por qué no?
-Ha dicho eso para salir del paso.
-No seas tan negativo, Javi.
-Soy realista más bien. Sigue resentida conmigo, que lo entiendo, pero sigue diciendo que me da igual lo que pueda sentir la gente y que solo voy a lo que voy. Solo me va a ver de esa manera de aquí en adelante.
-No tiene por qué... -dijo intentando dar positivismo a la conversación.
-Dudo que la vuelva a ver.
-No pienses así, va...
-Da igual...
-Es que tú quieres seguir viéndola. Es eso, ¿no?
-Bueno... Tampoco es para tanto. Es verdad que tenía ganas con ella después de volverla a ver, pero de ahí a volver a intentarlo... No estoy ahora mismo para eso.
-Pues vaya.
-Bueno, ya que has venido, ¿comemos fuera o nos pedimos algo?
-¿Eh? No, no. Si yo me tengo que ir ya.
-¿Ya? ¿Pero no decías que ibas a dar una vuelta y luego de compras?
-Sí, pero me tengo que volver temprano, que tengo que hacer alguna cosa del trabajo.
-Ah... ¿Pero por qué no te vas después de comer?
-Porque no sé muy bien cuánto me va a llevar y no quiero retrasarme mucho.
-No te entiendo. Podrías haber venido otro día entonces para las compras y eso.
-También he venido a verte.
-Pero no lo tenías seguro. Estabas avisada.
-He venido para verte y tenía ese plan B por si al final no podías. Al final he tenido suerte -dijo sonriendo.
-Bueno...
-Me voy a ir ya, ¿vale? ¿O te vienes conmigo de compras?
-La verdad es que muy divertido no pinta.
-Ya, jajajaja. Pues nos vemos otro día, ¿vale? A ver si te pasas más por allí.
-Vale.
-Y de paso ves a la familia -dijo levantándose.
-Espera.
-¿Qué pasa?
-Te tengo que dar algo -dije yendo hacia mi habitación, aunque regresé de inmediato.
-¿Qué es? Ah, no. No me lo voy a llevar.
-Sí, llévatelo. Es mejor así.
-Javi, este reloj te lo regalaron ellos. Fue algo muy bonito.
-Ya, ya lo sé. Pero Irene dijo...
-Da igual -dijo interrumpiéndome.
-No. No da igual. Si dijo eso es porque lo piensa de verdad, así que va ser mejor que te lo lleves y se lo des.
-No me lo voy a llevar, Javi. Si quieres devolvérselo, hazlo tú mismo.
-Por favor, Sofía. No me pongas esto más difícil.
-Pero te lo puedes quedar para recordar esos momentos -intentó convencerme.
-Que no, Sofía. Que es mejor que lo tengan ellos. Llévatelo ya que vas a volver y se lo das cuando puedas.
-Javi, ¿tú tampoco quieres ser amigo de ellos?
-¿Cuándo he dicho yo eso?
-Es la impresión que me da dándome este reloj.
-Te lo doy, porque es así como lo quieren ellos. No por otra cosa.
-¿De verdad?
-Sí.
-Bueno, ya verás cómo dentro de poco te lo vuelven a dar -decía intentado volver a ser optimista.
-Venga, no te pongas así -dije dándole un abrazo y después un beso en la mejilla.
 
No quiero parecer egoísta pero, que bueno que vuelva a desaparecer un personaje tan intrascendente para la historia. Espero se quede así hasta el final.

Personalmente, de mis personajes favoritos y con diferencia de la obra. De lejos las mejores folladas han sido con ella, y creo que hubiese sido un buen cierre para el propio protagonista haber acabado con ella.
 
Personalmente, de mis personajes favoritos y con diferencia de la obra. De lejos las mejores folladas han sido con ella, y creo que hubiese sido un buen cierre para el propio protagonista haber acabado con ella.
En la historia ha habido 13457 folladas. Creo que sería un poco difícil determinar un ranking
 
Todo muy predecible, demasiado.:oops:

Parece ser que lo de Javier puede llegar a ser contagioso, Valentina torpemente dando una excusas infantiles acerca del encuentro.

Eran claras sus intenciones de un principio. No iba a elegir la remota y privada cabaña para charlar de la vida, lo quería en el entorno preciso. cosa que Javier fuera Javier.

Lo más sano para Valentina que se aleje y queme las naves, y que en el futuro si a él le nace, intente algo con ella.

Con Sofía "ocurre algo", ahora como que siempre está cerca, se la ve más seguido en la ciudad de Javier, y en cada encuentro anda con prisa por tener otras "diligencias" que atender.

Además ha pasado bastante tiempo que no lo busca sexualmente, siendo muy extraño por lo que ella siente con él. Es como si esos intereses ya estuvieran siendo bien atendidos.

Creo todos imaginamos por quién. ;)
 
Última edición:
Todo muy predecible, demasiado.:oops:

Parece ser que lo de Javier puede llegar a ser contagioso, Valentina torpemente dando una excusas infantiles acerca del encuentro.

Eran claras sus intenciones de un principio. No iba a elegir la remota y privada cabaña para charlar de la vida, lo quería en el entorno preciso para que Javier fuera Javier.

Lo más sano para Valentina que se aleje y queme las naves, y que en el futuro si a él le nace, intente algo con ella.

Con Sofía "ocurre algo", ahora como que siempre está cerca, se la ve más seguido en la ciudad de Javier, y en cada encuentro anda con prisa por tener otras "diligencias" que atender.

Además ha pasado bastante tiempo que no lo busca sexualmente, siendo muy extraño por lo que ella siente con él. Es como si esos intereses ya estuvieran siendo bien atendidos.

Creo todos imaginamos por quién. ;)
Totalmente de acuerdo. No termina de sorprender las excusas tontas de Valentina, las cuales fueron directamente proporcional a las expectativas de Javi.

Lo de Sofía parece muy evidente, y de nuevo, percibimos algo obvio desde la mente de Javi, pero este ni siquiera se lo plantea. Qué está pasando entonces?
 
Valentina, organiza una encerrona en toda regla, para cepillarse a Javi, si o sí... Y ahora dice que mejor dejen de verse.
Javi se deja llevar en exceso por sus instintos, y Valentina desea hacer lo mismo, pero se reprime.
Cuando le venga el próximo calentón, Valentina vuelve a organizar otra charla con Javi.
Por otra parte, hay un misterio por resolver en esta historia:
Cómo es que, el " irresistible para todas", Javi, no ha conseguido conquistar a su compañera de piso?
Tiene Andrea de verdad un novio?
Alguien lo ha visto?
Rechazó a Javi, porque en realidad le van las chicas?
O simplemente será la Criptonita de Javi?
 
Valentina, organiza una encerrona en toda regla, para cepillarse a Javi, si o sí... Y ahora dice que mejor dejen de verse.
Javi se deja llevar en exceso por sus instintos, y Valentina desea hacer lo mismo, pero se reprime.
Cuando le venga el próximo calentón, Valentina vuelve a organizar otra charla con Javi.
Por otra parte, hay un misterio por resolver en esta historia:
Cómo es que, el " irresistible para todas", Javi, no ha conseguido conquistar a su compañera de piso?
Tiene Andrea de verdad un novio?
Alguien lo ha visto?
Rechazó a Javi, porque en realidad le van las chicas?
O simplemente será la Criptonita de Javi?

Es su pareja actual. ;):oops::rolleyes::eek::cool:
 
Hola, buenos días.

En fin, cuantas desgracias le caen encima al pobre Javi, sí, sí. Como ha dicho alguien arriba, se va a quedar más solo que Judas. Pues claro, si te pasas la vida tratando mal a todo el mundo, llega un momento en que todo el mundo pasa de ti, porque eres una persona tóxica, como se dice ahora. A las mujeres sólo piensa en follárselas. A los hombres, a los amigos, les oculta la verdad y no los trata bien, a su hermano, a Mario, a Hugo aún no le ha dado tiempo a putearlo...

Creo que la única persona a la que trató bien, fue Elena, salvo que no le quiso contar los problemas que tenía con su hermana, lo cierto es que siempre la amó y casi que le respetó. El problema es que la cosa explotó por otro lado y fue ella quien le mandó a la mierda.

Valentina... sí me ha sorprendido, releyendo parece sospechoso la forma que ha elegido de organizar esa "charla", como dice alguien arriba. Pero no sé, ni me encaja con una mujer así ni me encajan su reacción posterior.

Vamos a ver que le pasa al pobre protagonista la semana que viene, a ver con quien satisface sus urgencias...

Saludos y gracias.

Hotam
 
Capítulo 703

Sofía se apartó un poco bruscamente de mí. No entendí por qué hizo eso, sobre todo cuando tenía una sonrisa en su cara y me acarició la mía. Quizá le di el beso demasiado cerca de la boca, pero tampoco entendía cuál era el problema en eso, si ya nos habíamos besado en varias ocasiones, y más cosas que habíamos hecho. No le di tampoco más importancia y ella me devolvió el abrazo, para esta vez sí, marcharse de casa, pidiéndome que fuera a verla cuando tuviera ocasión si tenía algún descanso en el trabajo o algo, porque le gustaba mucho verme. No quedamos en concreto cuándo hacerlo, pero sí que dijimos que nos llamaríamos para mantener el contacto. Me quedé un poco pensativo con ese gesto de apartarse de esa manera. La verdad que es que me parecía raro, al igual que eso de no querer quedarse a comer cuando acababa de irse de casa para dar una vuelta e ir de compras. No sabía qué pasaba con ella, aunque una llamada por parte de Ángela no mucho tiempo después me distrajo bastante y se me acabó olvidando el tema.

Le conté a Ángela lo mismo que a Sofía, porque me llamó interesándose por cómo había ido la cena con Valentina. Dijo que era una pena, aunque la notaba que no sabía muy bien qué decir. Ella no había visto ni siquiera a Valentina en persona para saber cómo era, pero con lo que le hice y con lo que le conté yo se hacía una idea y no le sorprendía tampoco mucho la reacción que tuvo esa misma mañana. Su opinión era que Valentina seguía sintiendo cosas por mí, que por eso se seguía preocupando, quería seguir viéndome y demás, pero que le entró miedo seguramente por acabar descontrolando como lo hizo. También me preguntó cómo estaba yo, diciéndole que bien, porque tampoco tenía pensado retomar nada con ella, en especial después de la mala impresión que seguía teniendo de mí y porque no nacía nada en mí al verla más allá del cariño que le cogí en su día y de ese deseo que fui capaz de complacer la noche anterior. La seguía queriendo, pero no era lo mismo. También mencionó el tema del reloj, porque Sofía la había llamado minutos antes y le había contado que se lo había dado para que se lo devolviera a sus dueños.

A ella tampoco le pareció bien que hubiera hecho eso, porque para mí seguían siendo mis amigos y así debía seguir siendo, porque estaba segura de que ambos iban a cambiar de opinión en unos días, pensando que seguro que me llamaban para volver a vernos y hacernos amigos de nuevo. Yo no lo tenía tan claro, porque ni ella ni Sofía vieron cómo estaban Irene y Mario y como me dijeron todo aquello, en especial esas últimas palabras. Dudaba mucho que nos fuéramos a reconciliar, aunque lo deseaba con todas mis fuerzas, porque ya me sentía solo de por sí en las últimas semanas, pero con esto de perderlos a ellos también, me sentía mucho más solo. Ángela parecía leerme la mente, animándome de nuevo para que fuera a verla en el puente, pero yo seguía sin verlo claro, llegando ella a decir que estaba pensando en pedirse unos días para volver antes a casa y poder verme así antes, cosa a la que me negué por miedo a que le dijeran algo o a que lo tuvieran en cuenta para mal, diciéndole que no estaba tan mal la cosa como para hacer eso, sobre todo cuando no quedaba casi nada para vernos.

La semana siguiente empezó relativamente tranquila, porque el lunes me levanté bien temprano para ir al gimnasio y recuperar algo del tiempo perdido de los días que no pude ir. No me encontré a Hugo, como solía hacer, cosa que me extrañó, pero que al mismo tiempo me vino hasta bien para poder concentrarme mejor en mis ejercicios, porque cuando nos encontrábamos nos poníamos a hablar y a veces me quedaba algo corto de tiempo. Ese día sí que rendí mejor, aunque tampoco es que hubiera descansado mucho más de lo que lo hacía últimamente como para tener más energía, pero no podía quedarme en casa sin hacer nada. Necesitaba activarme y cambiar un poco el ritmo de vida en vista a tanta negatividad. Pero me costaba. Se estaban acumulando demasiados palos en los últimos meses y sentía que tragaba y tragaba y me lo guardaba dentro todo. Quizá se me notara por momentos, porque algunos alumnos me llamaban la atención o intentaban sacar algún tema de conversación como tantas veces hacían, pasando yo a no participar en la conversación o a cortarla directamente.

Y también estaba más callado de la cuenta, más de lo que solía al intentar que las clases fueran más amenas pensando que estaría bien entablar esas conversaciones con los alumnos para que me vieran más como un colega que como un profesor al que le tienen que hacer caso cuando ni siquiera quieren estar ahí. Sacaba mi trabajo adelante, resolvía dudas, explicaba el temario que me preparaba en casa en algunos ratos muertos, pero mi cercanía no era la misma. Estoy seguro de que Andrea también notaba esto, porque ahora con lo que había pasado con mis amigos la notaba mucho más cercana que en las últimas semanas. Desde que apareció Noelia por casa, básicamente. Se esforzaba por sacarme tema de conversación mientras comíamos o cenábamos, y yo participaba, pero no de la misma manera que antes. Me limitaba a comunicarme con ella con monosílabos o con oraciones de escasa construcción sintáctica.

Me preguntaba mucho si me encontraba bien, a lo que yo siempre le respondía que sí, o simplemente asentía con la cabeza. Me sugería jugar juntos a la consola, ahora que se había vuelto un poco fanática de ello, pero yo la verdad es que tenía pocas ganas. Incluso me regaló un juego, al que jugamos juntos tan solo una vez, porque yo solía encerrarme en mi habitación para tenderme en la cama y tratar de descansar, aunque no pudiera dormir, pero al menos el cuerpo se relajaba. También miraba alguna cosa en el ordenador o en el móvil. No jugaba a gran cosa. No me apetecía simplemente. Había momentos en los que de repente sí que me entraban ganas de jugar a algo o de hacer algo en especial, pero es que segundos después se me iban las ganas completamente. Sí que me esforcé más cuando me preguntó si le podía echar una mano con el francés. No fue como hacíamos en el curso anterior, porque de tiempo no echábamos ni la mitad diría yo, pero al menos ella quedaba contenta con el resultado, porque tampoco es que tuviera gran cosa hasta el momento, además de que se ayudaba de sus amigas para hacer trabajos y demás.

Ese mismo lunes me encontraría la sorpresa de ver a Noelia tras la puerta cuando llamaron poco más de la 1 de la tarde. Estaba con sus manos juntas por delante, entrelazando sus dedos, con sus cejas caídas y pasando a mirar al suelo. Me había acostumbrado a su no presencia en los últimos días, aunque de un ligero cambio en mi rostro no pasó la sorpresa. Le dije que no quería verla, pero ella puso la mano en la puerta para impedir que la cerrara y pedirme, o más bien suplicarme que la dejara pasar, que se quería disculpar bien conmigo. Le dije que no hacía falta y que lo que quería era que me dejara en paz. Ella insistió y la dejé pasar, pidiéndole que fuera algo rápido. Entró y anduvo lentamente hacia el salón, donde dejó su mochila en el suelo, apoyada contra el sofá, pasando a sentarse en él, esperándome a que me acercara, quedándome yo de pie a su lado. Se me quedó mirando durante unos segundos y le repetí que fuera rápida.

-Lo siento -empezó, poniendo una cara triste-. En ningún momento quería que pasara nada de lo que ha pasado. No tenía ni idea de que iban a venir. Te lo juro.
-Ya...
-Javi, de verdad. No lo sabía. Si hasta lo estuvimos comentando Andrea y yo. Precisamente no quería que pasara algo así y ella tampoco sabía nada. Por eso montamos la fiesta. Fue un poco improvisado, pero tuvimos suerte de que vinieran todos.
-Sí, fue una suerte que vinieran todos -dije enfatizando esa última palabra.
-Bueno, claro... Yo me quedé de piedra cuando los vi. En realidad, me alegró verlos, porque sé que son muy importantes para ti y yo también he tratado con ellos y...
-Al grano.
-No supe qué hacer, por eso intenté llevarlo con normalidad, pero está claro que no pudo ser. Me da mucha pena que no podamos...
-¿Qué no podamos, qué?
-Pues que no podamos ser como erais... Pfff... -resopló, pasando a agarrar mis manos para que me sentara a su lado, siguiendo con ese agarre- Me gustaría que estuviéramos juntos y que todos podamos ser amigos. Quiero que todo sea igual que antes de que nos viniéramos tú y yo a vivir a esta ciudad. Me encantaría estar contigo y que ellos fueran nuestros amigos, quedar con ellos, salir juntos a cenar, hacer algún plan...
-Ya empiezas con tus delirios...
-Qué no. Que te lo digo de verdad. De corazón.
-Y yo te digo de verdad que estás delirando. ¿Cuántas veces te he dicho que quiero que me dejes en paz y que no te quiero ver?
-Muchas. Muchísimas. Pero es que yo no quiero dejar de verte. Te quiero tanto... Y no quiero que estés solo. Sé que por mi culpa lo estás. Y mucho. Y quiero llenar ese gran hueco que tienes por mi culpa.
-¿Llenarlo? ¿Cómo? ¿Metiéndote en mi casa cada dos por tres sin mi permiso? ¿O cómo?
-No. Quiero que tú seas el que quiera estar conmigo también. Me gustaría mucho poder pasear contigo de la mano, comer y cenar juntos, incluso vivir contigo. Aunque eso ya lo hemos hecho, jeje.
-Flipo contigo, de verdad.
-Javi, Andrea me ha dicho que Irene y Mario te han dado de lado. Me quiero disculpar contigo por eso. No sé cómo compensarte. Bueno, sí sé cómo hacerlo, pero también tienes que querer tú. Por favor, dame una oportunidad -suplicaba con sus ojos llenos de lágrimas a punto de desbordarse.
-No. No. No. No sé cuántas veces te lo tengo que decir.
-Pero... -dijo empezando a llorar.
-Noelia, no hay nada en este mundo que me haga cambiar de opinión. No puedes hacer nada para que sea como tú quieras.
-Pero Javi, estás muy solo y muy triste. Y yo también. ¿Por qué no nos hacemos compañía y resolvemos ese problema?
-Porque no te soporto. Nunca lo he hecho.
-Ya no soy así. Date cuenta de una vez.
-Sí que lo eres, pero estás haciendo un papel.
-No. No lo estoy haciendo. Yo también lo he pasado mal, ¿sabes? La gente cambia, como lo has hecho tú también.
-No estoy tan seguro de ello.
-¿Qué tengo que hacer para que me perdones y me des una oportunidad?
-¿Te lo tengo que decir otra vez?
-Mira, Andrea me ha dicho que no venga más por aquí, que le has dicho que se tendría que ir si me traía más. Y no he venido. ¿Ves?
-Y sin embargo estás aquí.
-Porque necesitaba hablar contigo y quería hacerlo en persona. Estamos hablando cosas importantes como para hacerlo por llamada o mensaje y para que encima no me respondas.
-¿Me lo echas en cara?
-No, no. Es que quiero hablar contigo, ver cómo te ha ido el día, pero tú nunca respondes.
-Ya sabes de sobra porqué.
-He respetado esos días que necesitabas para estar tranquilo. ¿No tienes en cuenta esos detalles?
-Lo malo pesa demasiado.
-No quiero que estés solo, por favor -dijo acariciándome la cara-. He venido ahora para que Andrea no me eche la bronca luego. Que habíamos quedado todas para hacer un trabajo juntas, pero solo tenemos disponible esta casa por una cosa u otra. A ver cómo lo hago para ayudar...
-En la biblioteca hay mucho sitio.
-No nos gusta. Algunas se distraen mucho y hacemos la mitad de lo que solemos hacer aquí.
-Mira... Me da igual que vengáis aquí mientras esto esté libre para cuando salga de trabajar.
-Eres tan bueno... -dijo acariciándome la cara de nuevo- Por favor, Javi, piénsatelo un poquito más. No quiero que estemos solos y mal. Sé que lo vamos a estar si seguimos así. Pero si estamos juntos, no. Nos podemos dar cariño y todo lo que tú quieras. Mira -decía buscando alternativas, diciéndolo incluso animada, aunque tenía la cara llena de lágrimas aún-, podemos vernos muy poco a poco si quieres. A lo mejor cuando Andrea se vaya a su casa los fines de semana. Así no nos ve nadie, si eso es un problema para ti.
-Ese no es el problema.
-Y ahora se acerca la Navidad -seguía-. Podemos vernos en esos días, que se paran las clases. Mmm, yo puedo venir en autobús o me puedo quedar unos días más y quizá podamos vernos. Mmm, no sé, para cenar, para vernos una peli, lo que tú quieras.
-Noelia, de verdad... Estás fatal.
-Fatal voy a estar si no nos vemos. No sabes la de noches que me he pasado llorando. Menos mal que Andrea ha pasado alguna de ellas conmigo y me lo ha hecho más llevadero. Es una gran amiga.
-También es mi amiga. ¿Ves cómo no estamos tan solos?
-Ya. Es verdad. Y también tengo a las demás. Pero yo necesito algo así -dijo apretándome las manos-. ¿Y tú? ¿A quién tienes además de Andrea?
-A mi amiga Ángela, a Sofía, a mi amigo Hugo. A todos los que viste aquí en la fiesta. Y a mi familia.
-Ah, ¿con Sofía no hay problema? Creía que sí.
-No. Ella siempre es muy comprensiva.
-Menos mal... Ojalá haberla conocido un poco mejor. Seguro que nos podríamos haber hecho amigas. Pero de todas maneras... A los otros que había aquí en la fiesta... Seguro que no son amigos tan cercanos como...
-Y qué más te da eso a ti.
-Por lo que te he dicho, Javi. Necesitamos a alguien más. Yo solo tengo a Andrea como alguien muy cercano. Con las demás no es lo mismo.
-Yo la tengo a ella, a Sofía y a mi amiga Ángela.
-Pero Sofía está en tu ciudad. ¿Y Ángela no andaba lejos también?
-Pero hablamos todos los días prácticamente.
-Y eso está muy bien. Pero no es lo mismo que un trato en persona.
-Bueno, ¿has acabado ya?
-Si fuera por mí seguiría y me quedaría aquí, pero quiero que veas que respeto lo que me dices, así que me voy a ir ya. Y de paso evitamos problemas con Andrea. Pero, por favor, piénsatelo. ¿Vale?
 
Lo que queda claro: Es que para Noelia, Javi no es un capricho pasajero. Puede que esté enamorada o quizá obsesionada, pero su persistencia es encomiable. Ni las humillaciones, los insultos o los desprecios la apartan de su objetivo.
De todas formas, creo que en el fondo a Javi le halaga, eso de tener a una adolescente loquita por él. Y el hecho de ser la hermana de su ex, le pone más pimienta al asunto.
Parece que de un modo insano, Javi mantuviera un vínculo con Elena a través de Noelia.
 
Lo que queda claro: Es que para Noelia, Javi no es un capricho pasajero. Puede que esté enamorada o quizá obsesionada, pero su persistencia es encomiable. Ni las humillaciones, los insultos o los desprecios la apartan de su objetivo.
De todas formas, creo que en el fondo a Javi le halaga, eso de tener a una adolescente loquita por él. Y el hecho de ser la hermana de su ex, le pone más pimienta al asunto.
Parece que de un modo insano, Javi mantuviera un vínculo con Elena a través de Noelia.
Creo que si tienes razón en lo que dices de Noelia, aunque no lo veo sano, por otro lado si Javi piensa de verdad que no quiere tener nada que ver con ella, no se por que siempre acaba cediendo, es lo que no alcanzo a entender.
 
Debemos recordar que Noelia estuvo en una relación con Alejandro, durante todo el tiempo que fue novio de su hermana Elena.

Justificó eso por lo enamorada que dijo estar por él, así, el cuento con los novios de Elena parece patológico. Será el problema con su hermana???.

Contra todo, ella me cae bien, pero llega a ser enfermizo ese deseo por Javier, una obsesión que podría causar daño a todos.

Que Javier se deje influenciar por su parecido a Elena, y que ese recuerdo no le permita ser más drástico con ella, lo hace más difícil.

Respecto a los "amigos", lo acontecido estos últimos días me hace dudar de la amistad de todos.

En general, para nada ha actuado bien él, pero peor han reaccionado ellos, salvo Valentina.

A Andrea tuvo que amenazarla con echarla para que le hiciera caso, sabiendo por él todo el daño que Noelia le hizo.

Mario e Irene exageradamente pasan de él, cuando han sido sólo dos ocasiones que él les ha ocultado cosas, ambas sí con Noelia.

La "desaparición" de Hugo parece estar relacionada a lo que suponemos pasa con Sofía.

Y siendo así, el secretismo de Sofía parece innecesario, incluso si lo de ella con Hugo escala a algo más que follamigos.

Todo ese oscurantismo me hace pensar algo peor, que el grupo de los cinco ya haya reemplazado a Javier con Hugo. :oops:




Mientras, tras una dura y sincera conversación entre ambas, se atreve a contarle todo...hay algo que no te he dicho Irene...
 
Creo que si tienes razón en lo que dices de Noelia, aunque no lo veo sano, por otro lado si Javi piensa de verdad que no quiere tener nada que ver con ella, no se por que siempre acaba cediendo, es lo que no alcanzo a entender.
Yo siento que hay cosas que Javi no se cuenta así mismo :LOL: (y por ende a nosotros), y son cosas como las que mencionas. Javi tiene una fijación, un fetiche o como quieran llamarlo que no lo expresa en su mente, que le encanta, pero que no lo menciona ni a él mismo :LOL:, aunque suene raro y gracioso.
 
Capítulo 704

Hice un gesto de agotamiento, aunque ella se lo tomó bien, supongo que porque no fue un "no" rotundo para ella. Se levantó y yo también lo hice. Me dio un abrazo y se marchó sin decir nada más. Cada vez que la veía me perturbaba por la cantidad tan grande de tonterías que decía, pero por lo menos ya se había ido y ahora estaba solo y tranquilo. Andrea no tardó mucho más en llegar, poniéndonos entre los dos a hacer la comida, aunque yo ya había preparado alguna cosa para no tardar tanto. Comimos y nos quedamos un rato en el sofá. Yo estuve pensando en el momento que Noelia había venido a casa y en todo lo que había dicho. Ella no debería saber que en realidad sí, me sentía muy solo y prácticamente no tenía a nadie más que Andrea allí, y casi ni eso por el comportamiento tan dispar de las últimas semanas. Mis amigas Ángela y Sofía estaban ahí, pero sí es verdad que no es lo mismo el trato que teníamos que hacerlo en persona. Noelia intuía cosas y la verdad es que dio justo en el clavo.

Cuando salí de trabajar por la noche me fui en coche hasta su casa, aunque no hice nada. Simplemente quería ver dónde vivía, ya que me había mandado su dirección por WhatsApp en una de las tantas ocasiones en las que me hablaba y no le hacía caso. La casa en la que vivía estaba en un barrio bonito en realidad y que bordeaba la ciudad, aunque estaba pegado justo a uno que era un poco problemático y que le seguía uno bastante peor. Pero la zona en la que ella vivía no estaba nada mal, teniendo de hecho un mirador bastante bonito y que yo había visitado bastantes veces. Además, la zona estaba muy de moda entre los estudiantes, porque había unos cuantos locales que hacían de bar, cafetería e incluso de pub. Tomarse algo en una terraza con esas vistas era algo que estaba muy bien, aunque el tiempo no acompañaba ya. La vi aparecer no muchos minutos después de llegar yo y aparcar en un sitio que era perfecto al estar varios metros retirado, pero con una buena visión de la casa.

Llegaba sola y con una mochila a la espalda. Suponía que venía de mi casa, de haber pasado la tarde con Andrea y seguramente con las demás. También la estuve vigilado algunos días más entre semana. Cuando salía de trabajar al mediodía y dejaba todo preparado en casa, me acercaba en coche, porque estaba bastante retirado el lugar en realidad. Cada vez que fui me la encontré llegando a la misma hora, que era justo lo que debería tardar andando desde la universidad hasta allí. Y por la noche lo mismo, aunque no la veía tanto. También vi entrar a otras dos chicas, pero ningún chico ni nada por el estilo. Parecía tener una rutina bastante normal dentro de lo que había. Tampoco me atosigó con mensajes o llamadas, dándome mi espacio. En esos momentos en los que esperaba verla para ver si se desviaba de su rutina pensaba que tenía razón y que me sentía bastante solo. Esas palabras calaron hondo en mí. Seguro que ella no tenía ni idea de cuánta razón tenía diciendo eso, pero no me lo podía quitar de la cabeza.

Un día, de casualidad, escuché a Andrea hablar con ella por llamada. Fue al llegar de trabajar por la noche. Ese día no fui a casa de Noelia para ver si llegaba o se iba, optando por ir directamente para cenar, porque estaba cansado. Debió ser por eso por lo que estaba en su habitación, porque como empezaba a llegar tarde a casa con la excusa de que tenía que hacer algo en la academia cuando en realidad vigilaba a Noelia, ella seguro que pensaría que ese día también iba a llegar tarde. El caso es que estaba hablando con Noelia. Lo sé, porque oí cómo decía su nombre pese a no escucharla a ella. Capté que le decía que tenía que dejar de pensar en mí, haciendo que ganara interés en la conversación para ver qué comentaban. Andrea le decía que se tenía que olvidar de alguien que pensé que era yo, sobre todo por eso de que no le hacía caso. Y de ahí pasó a nombrar a un chico de su clase, diciéndole que le diera una oportunidad a él, porque parecía estar muy colado por ella.

Andrea acabó cansada de hablar con ella, diciéndole que era una cabezona y que no iba a hablar conmigo, ahora sí diciendo mi nombre, porque ese ultimátum que le di le había acojonado mucho y también porque era su amigo y no quería estropear esa relación que ya se había encargado de mermar en las últimas semanas. Así que sí, se daba cuenta de lo que estaba haciendo, pero al menos había recapacitado y volvía a ser como antes de que Noelia interfiriera. De hecho, lo seguía intentando, pero Andrea se mantenía firme esta vez. Esperaba que siguiera así y mientras lo pensaba, me fui hacia la puerta para abrirla y cerrarla, para simular que acababa de llegar. No dijo nada de aquello en ningún momento en el que estuvimos haciendo la cena entre los dos y estuvimos cenando tranquilamente, cosa que era de esperar. Como ya era viernes, podía estar un rato más en el salón y no irse a dormir tan temprano, momento que aprovechó para jugar un poco con la consola, quedándome yo con ella, aunque no tardé en marcharme a la cama.

El sábado también fui al gimnasio, y no me encontré a Hugo, como no pasó en ningún día en toda la semana, así que lo llamé cuando volví a casa y me di una ducha. Le pregunté si estaba bien, porque no lo veía por allí. Él me dijo que sí, que solo era que habían tenido una baja en la cocina y que estaba cubriendo un poco, estando más ocupado de lo habitual. No sé de dónde saqué las ganas, pero fui yo el que le propuso quedar para salir a cenar o tomarnos algo por ahí, aunque él me dijo que no podía, que ya tenía un plan, así que lo dejamos ahí. Lo que no me esperaba era encontrar una foto en redes sociales en la que salía en un restaurante junto a Sofía, Irene y Mario. Y bien vestidos. También me había puesto en contacto con Sofía para ir a verla, como me dijo que hiciera, pero me dio largas también. No sé si Irene subió esa foto adrede, pero me sentí sustituido y me molestó bastante. Me sorprendí a mí mismo al arreglarme e irme hacia el coche para montarme e ir a casa de Noelia, llamando y abriéndome una de las chicas que vivía ahí, preguntando yo por ella, quien apareció enseguida.

-¿Javi? ¿Qué haces aquí? -preguntó sorprendía e ilusionada.
-Eso me pregunto yo...

Ni se lo pensó, agarrándome de la mano para meterme en su casa. Se me hacía una casa un tanto rara, porque era alargada y estrecha. Básicamente, tras la puerta había un largo pasillo que disponía habitaciones a ambos lados. La primera que encontré fue una cocina a mano izquierda, siguiendo un gran salón a mano derecha, donde estaba una de sus compañeras de piso, quien tampoco es que dijera nada, al igual que yo. Siguiendo, había un baño, una habitación con la puerta cerrada, suponiendo yo que era la habitación de alguna de ellas, otra habitación cerrada, pensando yo que era lo mismo que la anterior, otro baño en el lado opuesto al de antes y finalmente la habitación de Noelia, que es donde entramos. Tampoco es que me pudiera fijar muy bien en nada, porque me llevaba a rastras, metiéndome en la habitación cuando llegamos para cerrar la puerta al echarse sobre ella de espaldas. Su cara estaba muy iluminada, con una sonrisa enorme y sus ojos brillaban.

-¿Qué haces aquí? Estás muy guapo -dijo a pesar de ir yo con una sudadera y unos vaqueros, como siempre, además de un abrigo.
-Pues...
-Ni te imaginas la ilusión que me hace que estés aquí -dijo viniendo hacia mí para darme un abrazo enorme...
-Ya...
-Ven, siéntate -dijo tirando de mí para que lo hiciera sobre su cama-. ¿Te lo has pensado mejor? ¿Quieres que...?
-Solo pasaba por aquí.
-¿Sí? Mmm, ¿y por qué has llamado al timbre? -preguntaba risueña.
-Me he acordado de que me dijiste que vivías por aquí. Si me mandaste ubicación y todo.
-Es verdad. ¿Estabas tomando algo por aquí cerca y te han entrado ganas de...? -preguntaba con una risita aguda.
-No, solo que tenía que darle una cosa a mi jefa, que vive en este barrio -me inventé.
-Qué guapo estás...
-Si voy con la ropa de siempre.
-Pues lo estás -dijo poniéndose de rodillas sobre la cama, enfrente de mí para agarrar mi cara con sus manos.

Dudó si darme un beso o no, pero al final me dio uno muy tierno. Tan solo se humedeció los labios un poco para posarlos sobre los míos. Cuando se despegó de mí tenía una cara muy atontada, pasando a reírse. Joder, si es que estaba hasta bonita haciéndolo. Su sonrisa se parecía mucho a la de su hermana, sobre todo con esa forma de achinar tanto los ojos. Tras eso, no se le iba la cara de asombro. Era la viva imagen de la felicidad.

-No te imaginas lo caliente que me he puesto ahora mismo, jijijiji. Joder... Si es que estoy mojada con este besito que nos hemos dado. Déjame 10 minutos para prepararme, ¿vale? Solo eso. Cuando vuelva te voy a complacer como a ti te gusta -dijo esas últimas palabras de manera muy sexy al susurrarlas a mi oído.

Noelia cogió algo de ropa y una muda limpia y se marchó, empezado a oír yo de manera casi instantánea la ducha correr. Estaba muy descolocado pese a ser yo quien había ido por mi propio pie, pero más que por mi decisión de hacerlo, era por la manera que tenía Noelia de comportarse. La veía feliz de verdad. Me parecía muy difícil imitar ese sentimiento que ella me transmitía con sus caras, gestos y manera de hablar. Me quedé mirando su habitación, simple y bonita a la vez. Curioseé un poco para ver qué podía encontrar y vi algunas cosas, como algunos libros que seguramente usaba en clase. Algunos de ellos me sonaban, pensando yo que debían ser los siguientes a los que usó el curso anterior cuando le ayudé con alguna duda que tenía cuando vivíamos juntos. También vi algunas fotos que tenía por ahí. Principalmente, tenía varias con sus nuevas amigas, en donde Andrea salía siempre, aunque también tenía alguna con su familia, pero solo se veía en ellas a su madre y a su abuela.

Hasta encontré una foto en la que salía yo. Y estaba recortada, porque era una en la que salía con mi ex. Lo recordaba perfectamente, porque era una de las fotos que teníamos por casa cuando vivía con ella y Noelia se nos acopló. Vi que también tenía diferentes libros que no tenía ver mucho con el grado que estaba estudiando, dándome por pensar que se había aficionado a la lectura. La habitación era pequeña y no daba para más, teniendo una cama individual, un escritorio con una silla y una estantería, donde encontré todo aquello. Sobre el escritorio tenía una pequeña lámpara y algunas notas apuntadas. Me percaté de que había una caja de lo que parecían unas pastillas, dándome cuenta de que eran píldoras anticonceptivas. Recordé que me dio que las tomaba y que podríamos mantener relaciones sin usar preservativo. Y al parecer me decía la verdad, porque estaba a medias. La dejé donde estaba y miré lo que había un poco por encima en su portátil, aunque no encontré nada del otro mundo. Sí que vi que tenía el WhatsApp ahí y eché un ojo, pero nada interesante. Sí que parecía estar bastante sola.
 

📢 Webcam con más espectadores ahora 🔥

Atrás
Top Abajo