Reencuentro con Elena

También creo que Valentina no reaccionará exactamente bien luego de enterarse lo mucho que Irene sabe sexualmente de Javier.
Aunque más que molestarse con él, pienso que se sentirá algo decepcionada de si misma. Mezclado con algunos celos por Irene.
Sin duda ha faltado mayor comunicación y transparencia entre ellos. Herméticos como ostras, ambos.
Sabemos muy bien lo determinante que la incapacidad de comunicarse de Javier, fue en su anterior relación con "la otra persona".
Viendo la mitad llena del vaso, podríamos esperar a una Valentina dispuesta a revertir esta imagen que ahora tienen de ella.
Demostrarles, que puede ser más cercana y abierta sexualmente con Javier de lo que es Irene. Todos ganan...ganamos!
Ahora de cómo lo intente, teniendo una semana, dependerá de Keranos...;)


Mientras, abrazada a su hermana y su madre, E...
 
Capítulo 557

-No pasa nada, ¿no? -le pregunté una vez nos quedamos solos.
-¿Mmm?
-Por lo del juego y eso.
-Ah... No. Ha sido solo eso. Un juego. Y ha sido divertido.
-No sé... Quizá era demasiado para...
-No te preocupes.
-Y eso de que Irene sabe todo eso...
-Es porque te has acostado con ella. Salta a la vista.
-Bueno...
-¿Cómo iba a saber todo eso de no ser así?
-¿Te molesta que lo haya hecho?
-No. La conoces desde hace mucho. Aunque ya estaba con Mario según lo que me habéis dicho. Vosotros sabréis.
-No te preocupes por eso.
-Pero que no pasa nada, de verdad. Nosotros nos conocemos desde hace poco y bueno, sí, nos hemos acostado y quizá debería saber ya todo eso, pero bueno... A lo mejor he estado más pendiente de mí misma que de ti.
-No digas eso.
-Que no lo digo por nada en especial. Es solo por las preguntas. He respondido muy segura ambas veces pensando que era así y no he acertado. Tendré que fijarme más.
-No tienes que fijarte más -dije acercándome a ella para abrazarla por la cintura-. Me gusta todo tal y como está.

Valentina me sonrió de manera muy bonita y puso una de sus manos en mi cara para acercarse y darme un pequeño beso en los labios, aunque sin sacar su lengua.

-No quiero que esta tontería chafe el buen rato que hemos echado -seguí.
-No lo ha hecho. Es un juego, Javi. Me lo he tomado como tal.
-Me ha sorprendido mucho que hayas seguido el rollo. Y también te quería pedir perdón por haber aireado lo de... En fin.
-Da igual. Ni que hubiéramos matado a alguien, jejeje.
-Ya. Pero sé cómo eres y sé que te gusta la discreción.
-Ya, bueno, sí. Pero, no sé... Me apetecía hacer un poco el tonto así. Tus amigos me han caído muy bien y no quería ser la que no está en la misma onda, ¿sabes?
-Ajá.
-Entonces, te gusta más que esté arriba, ¿no?
-Jajajaja.
-Pues habrá que ponerlo en práctica.

Me quedé mirándola fijamente durante unos segundos, quizá estando algo serio, aunque ella me aguantaba la mirada con media sonrisa que no se fue en ningún momento de ese instante. Me moría de ganas por besarla e incluso llegar a más y sabía que nada de aquello iba a tener lugar, pero no pude evitar seguir la conversación por ahí, seguramente por el alcohol que llevaba encima.

-¿Sabes qué me apetece ahora mismo?
-¿Qué?
-Besarte. Me muero por hacerlo.
-Ya, jaja...
-Lo digo en serio. Pero tranquila, sé que no quieres y no voy a hacerlo.
-¿Cómo que no quiero besarte? Me apetece bastante de hecho.
-Ya, pero una cosa es lo que te apetece y otra lo que vayas a hacer.
-Lo mismo te digo -dijo desafiante-. Tú me has dicho que te mueres de ganas, pero a ver lo que haces al final...
-¿Te gusta jugar con fuego?
-Bueno... -decía mirando a otro lado mientras se encogía de hombros.

De nuevo, nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos y yo me empecé a acercar un poco a ella, pero lo hacía de manera sutil. Ella seguía con esa preciosa sonrisa, aunque no me aguantó la mirada esta vez, porque echó un ojo a varios lados. Teníamos el local como a unos 30 metros de nosotros y la gente que había dentro era lo más cerca que teníamos, porque al otro lado estaba la playa desierta, en otro lado el mar y al contrario el paseo marítimo. Lo mejor de todo es que estábamos tan tenuemente iluminados que estaba bastante seguro de que nadie podría vernos hacer nada. Quizá podrían intuir algo por las siluetas, pero era imposible que nos vieran. Y supongo que, por eso, Valentina se animó a acercar su cara a la mía del todo para darme un pequeño y juguetón pico, retirándose con una pequeña risa después.

-Parece que tienes 15 años -dije riéndome.
-Oye, no te rías de mí...
-No, es que me hace gracia. Con el pedazo de mujer que eres y a veces te comportas de esa manera aniñada.
-Vaya... Ahora la niña soy yo, jeje.
-Lo has dicho tú, ¿eh?
-¿Qué quieres entonces, que nos demos un buen beso?
-Sí. Es lo que más deseo ahora mismo.

Valentina volvió a poner esa sonrisa de antes, mirándome fijamente a los ojos, aunque también lo hacía de manera breve a mis labios, al igual que lo hacía yo. También se humedecía los labios y eso era más que suficiente para mí para entender que me estaba pidiendo que lo hiciera sin usar palabras, por eso me acerqué a ella para darle un buen beso en el que usamos nuestras lenguas también a los pocos segundos. Valentina puso su mano en mi cara para acariciármela y yo puse una de las mías sobre su rodilla, haciendo que riera un poco en mi boca, aunque se esa risa se marchó cuando empecé a subir dicha mano por su pierna, por la parte interna de su muslo amenazante de llegar hasta el final.

-No, Javi. Eso no -dijo al apartarse de mis labios.
-Vale, perdona. Es que me tienes muy caliente.
-¿Por qué? -preguntaba riendo.
-Joder, por lo buena que estás. Es que eres una diosa. Entre la conversación y lo guapa que eres, pues ahora mismo estoy... Uff...
-No será para tanto...
-La tengo dura.
-Jajajaja -reía haciendo el esfuerzo por hacerlo bajito.
-Es verdad. Toca si quieres comprobarlo.
-Te creo, te creo.
-Y dices que te gusta cuando hablo guarro, ¿no?
-Bueno... Un poco. Pero solo en el momento... Ya sabes.
-Ya. Como este.
-Bueno... Me refería más a la cama, pero este momento es de esos que dan lugar a acabar ahí, así que sí.
-Podemos seguir besándonos, ¿no?
-Preferiría hacerlo más a solas.
-Pero si no hay un alma.
-Estamos muy cerca del chiringuito ese.
-Pero ahí cada uno va a su bola. Y esto está oscuro. Es imposible que nos vean.
-Es que te conozco. Y sé que vas a querer más y más. No quiero hacer nada aquí.
-Vale, ya lo he entendido antes. No pasa nada -dije empezando a besarle el cuello.

Valentina se relajó un poco e incluso lanzó un suspiro, metiendo su mano por dentro de mi camisa para acariciarme el pecho.

-¿Sabes qué me encantaría también ahora mismo? -dije ente beso y beso en su cuello.
-¿Qué?
-Me gustaría mucho que nos bañáramos desnudos en la playa.
-Jajaja...
-¿Lo has hecho alguna vez?
-Desnuda, no.
-Oh... Entonces tampoco habrás follado.
-Técnicamente se puede hacer con el bikini puesto, ¿no?

Me dio impresión oír eso y me despegué de ella de manera brusca, buscando una explicación con la mirada, aunque ella me miraba con una pequeña sonrisa, pasando a acariciarme la cara.

-No. No lo he hecho. Solo te tomaba el pelo.
-Pues no sabes lo que te pierdes.
-No será para tanto. Si tiene que ser incómodo... Ahí con la arena, el agua salada... Que te puedan pillar...
-Pero si eso es lo mejor, por el morbo.
-Bah... Por lo que veo tú sí lo has hecho, ¿no?
-Ajá.
-Y te ha gustado. Salta a la vista.
-La verdad es que estuvo muy bien.
-Donde esté una cama...
-Yo contigo lo haría en cualquier parte. No me importaría dónde.
-Jajaja.
-¿Te puedo hacer una pregunta?
-Claro.
-¿Qué te parece Mario?
-¿Cómo?
-Pues que si te atrae. Sé que es un chico muy guapo y que tiene un cuerpo muy bonito. Muchas chicas se quedan mirándolo. Y va bien afeitadito, como a ti te gusta, además de que viste mejor que yo.
-¿Por qué dices todo esto?
-Porque es la verdad. Es más tu tipo de chico.
-Mmm... ¿Dices esto para que me vaya con él y tú poder estar con Irene?
-¿Qué? -pregunté bastante sorprendido por su salida.
-¿Es eso?
-No. Para nada.
-Entonces, ¿por qué dices todo eso?
-Solo estamos hablando, Valentina. No estoy insinuando nada de nada.
-¿Eres de los que le pone eso...?
-Noooooo. Solo es una pregunta tonta.
-No me he fijado.
-Pfff... Venga, va -dije riéndome.
-¿No te ha quedado claro todavía que a mí me gusta estar contigo y que me dan igual los demás?
-Vale, tranquila. Solo era una chorrada. No te enfades.
-No, es que...
-Shhh... -siseé besándola.

Al separarnos, Valentina puso una sonrisa, aunque miraba al cielo por no echarme la reprimenda. La veía tan hermosa que no me paraba a reparar en lo que acababa de pasar, teniendo la mente solo en una cosa. Y así se lo dije, comentándole que estaba deseando hacerla vibrar tantas veces como pudiera. Ella reía como respuesta, aunque me reconoció que estaba deseando sentir eso, por lo que sugirió irnos al apartamento, pero yo tenía un problema y es que tenía una erección tremenda, por lo que le pedí que esperara unos instantes para que se me calmara el asunto y así poder irnos sin llamar la atención. Para ponérmelo más fácil, Valentina se puso de pie y fue a la orilla del mar, aunque sin llegar a mojarse, para dejarme tranquilo, terminando yo de tumbarme en la hamaca con las manos detrás de la nuca y poder así tranquilizarme.

El problema era que me daba por imaginar lo que iba a pasar en el apartamento y aquello no bajaba ni a tiros, por lo que me cansé de esperar y me la acomodé bien, poniéndola de manera casi vertical sujeta con el pantalón para que no se notara tanto, ayudándome con la camisa para tapar aquello. Me acerqué a ella y le dije de irnos, oyéndome ella y empezando a andar a mi lado para ir hasta el local en el que habían entrado de nuevo Irene y Mario. Allí los vimos bailando algo de salsa y les contamos que nos íbamos a ir al apartamento, poniendo como excusa que estábamos cansados. Ellos dijeron que se quedaban un poco más, cosa que nos venía muy bien para tener algo de intimidad, aunque es cierto que los notaba con alguna copa de más. Pero rápidamente nos pusimos en camino para volver, con Valentina tambaleándose un poco. Le pregunté qué le pasaba y ella me dijo que estaba un poco mareada por la bebida, aunque se la veía muy bien y ni siquiera arrastraba sílabas al hablar.

En cuanto llegamos al apartamento y entramos, la cogí en brazos para elevar su cuerpo, con ella abrazándose a mi cuello con sus brazos y a mis caderas con sus piernas. Ahora sí que nos estábamos dando un buen morreo sin nada ni nadie que nos pudiera molestar. Tan encendido estaba que la empotré contra una pared, aunque sin hacer nada más que besarnos. Mis manos agarraban su culo con firmeza y ella me agarraba la cara para que no me escapara, aunque al poco se despegó de mí entre risas para decirme de ir a la habitación. Una vez fuimos allí, le quité el vestido y los zapatos que llevaba para dejarla en ropa interior, haciendo yo lo mismo, aunque yo sí que me desnudé por completo. Valentina se acercó a mí para besarme de nuevo, aprovechando para agarrar mi polla y empezar así a masturbarme con un ritmo más rápido del que cabría esperar para estar empezando.

Pero tampoco duró mucho la paja que me estaba haciendo, porque le quité su bonito sujetador para agarrar esos pechos que tanto me encantaban y llevarlos a mi boca, con ella riendo. Tras unos segundos degustando esa parte de su cuerpo, la tumbé en la cama para quitarle sus braguitas. Nada más hacerlo, me entró un escalofrío por el cuerpo por verle esa parte del cuerpo y cómo la llevaba. Era increíble lo que me gustaba. Y por eso me lancé a comérselo con muchas ganas. Al hacerlo con tanto ímpetu y rapidez, a ella le daba la risa, aunque rápidamente se dejó llevar y se abandonó a lo que sentía. Al rato de estar haciéndole sexo oral a ella, Valentina se incorporó con suma brusquedad para que cambiáramos puestos, tumbándome yo boca arriba y poniéndose de rodillas entre mis piernas para empezar a comérmela.

De nuevo lo hacía sin condón y eso hacía que me entrara un subidón por el cuerpo bastante alto. Hasta me animaba a hacerle una coleta con las manos para que estuviera más cómoda, pero también empujaba su cabeza para hincársela lo más profundo que pudiera, con ella lanzando sonidos de atragantamiento, aunque reía cuando se la sacaba de la boca para coger aire. Pero yo quería que se corriera en mi boca y al poco la moví para volver a esa posición inicial para volver a comérselo, con ella riendo de nuevo y dejándose hacer. Estaba en la gloria comiéndoselo y juraría que ella también lo estaba. Y justo parecía que iba a correrse por los movimientos que hacía y los gemidos que lanzaba pese a ser bastante reprimidos, pero de pronto oímos la puerta de la calle abrirse y paré. Valentina me hizo una señal para que me estuviera quieto, haciéndome otro para que guardara silencio.

Oímos a mis amigos hablar algo, con la voz bastante afectada por la borrachera que llevaban encima y cómo paraban en la cocina para ir a al baño después, pasando por el pasillo y, por lo tanto, por nuestra habitación. Mientras lo hacían, yo le daba besos en los muslos y en el pubis a una Valentina que de pronto se volvió muy tímida y trataba de taparse como si en algún momento fueran a entrar a la habitación. Hasta me pidió que parara y que me apartara. Yo, algo desconcertado, le hice caso, incorporándome con la polla más dura que una piedra y esperé hasta que oí como ellos se iban a su habitación. Una vez los oí por ahí me volví a poner encima de Valentina con la intención de seguir, pero ella parecía haber cambiado de opinión. Para que se calmara, me tumbé a su lado y la empecé a besar, estando ambos tapados con una sábana. Eso sí que le parecía bien, aunque mi cuerpo me pedía algo más a gritos, por eso le pregunté si se sentía más cómoda para seguir.
 
"Estaba en la gloria comiéndoselo y juraría que ella también lo estaba. Y justo parecía que iba a correrse por los movimientos que hacía y los gemidos que lanzaba pese a ser bastante reprimidos, pero de pronto...
...temblando se deja caer logrando separarse de mi, llegaba extasiada, casi ida, a un clímax que hasta ahora en ella no había visto, desfallecida a mi lado y recuperando algo de aliento me confiesa...

- lo siento Javi, intenté controlarlo, quise esperarte pero demasiado era lo que lo deseaba, me sentí sobrepasada...
- Jajaj, si te prendieras siempre así, me tendrías en serios aprietos, y este pico sexual a que se debe?...tanto te he puesto?...
_ Ay...es que entre el jueguecito ese y lo que me has contado...no sé...primera vez que me sucede tal ...
- ajam... te traicionó tu imaginación...entonces...
- qué decirte, si tú me conoces como me porto en situaciones semejantes, pero ahora ni yo me reconozco...
- bien, todo para mejor...creo...tan ida estabas que hasta celoso me he puesto cuando cerrabas los ojos...que nunca lo haces...
- jijijih...mi niño...tanto se me notó?...qué decirte...fue lo que preguntaste, y verdad que es muy mono...creo me he puesto así por Mario"

Esto ocurre en el multiverso de Keranos.;)
 
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Capítulo 558

No parecía muy convencida de aquello, por lo que me levanté para echar el pestillo, cogiendo la sábana y extendiéndola sobre el suelo.

-¿Qué haces? -me preguntó ella sentándose de lado en la cama.
-Ven -dije dando palmaditas en el suelo cubierto por la sábana-. Aquí no haremos nada de ruido.

Valentina sonrió y cogió la almohada para echarla encima de la sábana también y volvimos a besarnos una vez más.

-Te quiero follar bien. No podemos quedarnos con este calentón.
-Vale. Yo también tengo ganas. Pero no quiero que nos oigan.
-Tranquila.

Cogí un condón de la caja que llevé y me lo puse, tumbándose ella boca arriba y poniéndome yo sobre ella para metérsela muy poco a poco en un misionero en el que ella vació sus pulmones una vez la metí por completo. La empecé a follar de manera muy lenta mientras nos mirábamos a los ojos muy fijamente, aunque ella pasó a acariciarme la cara e incluso llegó a poner sus manos en mi culo para estrujarlo y también empujarlo y así acelerar un poco la follada. Pero le dije de cambiar un poco, susurrándole que se pusiera a cuatro, como ella más le gustaba. Valentina reaccionó en un atisbo, susurrándome esta vez ella a mí que teníamos que hacerlo como a mí más me gustaba, pero le dije que eso lo haríamos después. Finalmente se colocó como le dije y se la metí desde atrás, con ella lanzando un jadeo muy placentero de oír para mí, animándome a follarla a buen ritmo al agarrarla de sus caderas, pero llevando cuidado de no hacer ruido.

Los que no tuvieron cuidado de hacer ruido fueron mis amigos, que empezaron a follar con gemidos a todo trapo que me llegaron a causar hasta risa. Valentina también rio y me agarró una mano para tirar de mí y ponerme conforme estábamos en esa postura, pero más sobre ella. Seguí dándole a buen ritmo durante un rato más, con ella teniendo la cara de lado y jadeando. Era muy excitante verla así. Tanto, que ya me empezaba a notar cerca de llegar, pero no quería acabar aún. Por eso paré y la incorporé al poner mis manos en su torso y tirar de ella hacia a mí.

-¿Qué pasa?
-Nada. Un pequeño descanso.
-¿Estás cansado?
-No. Pero me noto cerca y quiero que dure un poco más.
-Am...
-¿Has visto lo preocupados que están ellos de que los oigamos?
-Ya... Jajaja.
-No hace falta que te reprimas tanto si no puedes. Ellos no están prestando atención.
-Bueno, pero es que me da vergüenza.
-Ay... Mira, ven.

Pegué su cuerpo al mío y le señalé el espejo del armario que teníamos allí, pudiéndonos ver en él reflejado, estando en una postura sexy, con ella sentada sobre mí regazo. Eché mano a mi polla y se la metí, con ella murmurando mientras cerraba los ojos y ponía cara de placer.

-Abre los ojos. Míranos.
-Ya nos veo.
-Estás preciosa -dije empezando a mover mis caderas.
-Ummm... -gemía flojito.
-Mira cómo botan tus tetas. Son increíbles -dije para empezar a besarle el cuello.

Valentina volvió a abrir los ojos, mirando sus tetas, cosa que me encantó que hiciera y que incluso me animó a apretar un poco para follarla más rápidamente y que así sus tetas botaran aún más.

-¿Te gusta cómo te follo?
-Me encanta.
-Joder... Cómo me pones.
-Espera.
-¿Qué pasa?
-Quiero moverme un poco.

Valentina se levantó y se puso en cuclillas de cara a mí, agarrando mi polla para metérsela. Ambos quedamos sentados, con nuestras piernas abiertas, aunque las de ella abrazaron mi cuerpo y sus brazos mi cuello para empezar a moverse y reanudar así la follada. Era una postura bastante placentera en ese momento y verla de espaldas en el espejo me permitía admirar ese culazo que no dudé en agarrar. Pero tampoco es que se prolongara mucho aquello, porque me volvió a susurrar que me lo quería hacer como a mí más me gustaba. Por eso me tumbé boca arriba y ella se puso sentada sobre mí para metérsela y botar un poco, aunque después le diría que así no era como me gustaba del todo, pero también quería disfrutar de volver a ver sus tetas botar, así que aguanté un poco.

Al rato, le dije que así no era y le indiqué cómo tenía que hacerlo y ella se puso a ello. Me tenía loco haciéndomelo así mientras veía lo increíblemente preciosa que estaba. Y ambos estábamos cerca, mucho, pero se notaba que ella lo estaba más que yo, porque paraba muy de seguido y resoplaba casi con fastidio. No quería prolongar más la cosa a esas alturas y le dije que siguiera, pero ella me comentó que quería que ambos acabáramos a la vez. Se me pasó una idea por la cabeza que no llegué a sopesar en el momento, pero que sabía que funcionaría al 100%. Le dije que me follara así y que cuando notara su orgasmo venir que me besara el cuello. Conforme estaba, si me hacía eso, era más que suficiente para hacerme acabar al instante. Valentina se quedó unos segundos pensativa e incluso me llegó a preguntar si estaba seguro. Yo me asentí y ella se puso a ello.

En cuestión de dos minutos se echó por completo sobre mí para besarme el cuello, dándome un fuerte escalofrío que fue preludio a un fuerte orgasmo por mi parte que hizo que se me erizara la piel y que levantara mis caderas para hincársela lo más profundo que pude. El cuerpo de Valentina empezó a vibrar de manera exagerada, abrazándose con mucha fuerza a mí y hundiendo su cara en mi cuello. Nos quedamos quietos como 10 minutos, sin movernos absolutamente nada, conmigo acariciando su espalda y ella dándome pequeños besitos por la zona por la que su cara se dejaba caer. El condón me lo quité casi en el acto al acabar, en cuanto me recuperé, tirándolo a la papelera para estar más cómodo. Y menos mal que lo hice, porque estuvimos un buen rato tumbados en el suelo como acabo de decir.

Valentina estaba ya muy ida como para seguir, por eso la subí a la cama, con ella acurrucándose. Puse también la almohada y la sábana y me tumbé a su lado, abrazándose a mí para caer dormida en cuestión de segundos. Tenía una idea algo diferente en mi cabeza de cómo iba a ser la noche, imaginando mucho más sexo, pero lo cierto es que no me importó en absoluto, porque el que tuvimos fue inmejorable para mí y me sació bastante pese a solo hacer acabado una vez, aunque es verdad que el calentón que llevábamos era enorme, sobre todo con ese momento a solas en la playa. Y seguro que el alcohol que llevábamos encima tenía mucho que ver también. La sensualidad de Valentina cubría de sobra esas ganas de seguir haciéndolo, cosa que ya me había pasado anteriormente, pero con ella en ese momento ya no era así.

No acabamos tan tarde como pensaba que haríamos, siendo poco más de las 2 de la mañana. Ella cayó dormida en el acto prácticamente y yo no tardé mucho más pese al escándalo que tenían montado mis amigos en su habitación. Fue un polvo tan reconfortante que fui capaz de descansar para las casi 6 horas que pude dormir, despertándome abrazando a Valentina por detrás, siguiendo los dos desnudos. Me despertaron mis ganas de ir al baño, y pese a la noche que habíamos pasado, me desperté con una erección descomunal que se encontraba encajada entre las nalgas de Valentina y mi torso. Mis manos estaban en su vientre y podía notar cómo ella dormía muy profundamente, pero me agarraba la mano izquierda con fuerza, casi como si estuviera despierta. No pude evitar subir mi mano derecha hasta sus pechos al tenerla libre para tocarlos con delicadeza y no despertarla. Era genial poder palpar abriendo la mano por completo y agarrárselas por turnos, acariciando también sus pezones de manera leve. Pero necesitaba ir al baño, por lo que me intenté zafar de su agarre para ir, pero la desperté.

-¿Qué pasa? -me preguntó muy adormilada.
-Tengo que ir al baño.
-No, quédate aquí conmigo. Estoy muy cómoda.
-Es que me voy a mear aquí como no me dejes ir. No tardo nada, te lo prometo.
-No tardes -decía haciéndose la remolona e hincando su cara en la almohada.

Me desperecé bien al poder levantarme finalmente y me marché corriendo al baño, desnudo y sin ponerme nada encima. Después de aliviarme bien tras todo lo bebido por la noche, me lavé la cara bien, porque sabía que no iba a poder dormirme más. Vi que eran poco más de las 8 de la mañana y que estaba un poco nublado, así que pensé que haría una temperatura estupenda para salir a correr un poco. Por eso, al volver a la habitación, me puse a buscar ropa de deporte y me la puse tratando de no hacer ruido, pero de nuevo, Valentina se despertó, empezando a desperezarse y a frotarse los ojos. Hice un ruido de molestia, porque no quería que se despertara, ya que era muy temprano y pensé que le vendría bien descansar un poco más después de estar siempre levantándose tan temprano y por estar de vacaciones, pero ella se me quedó mirando después de taparse con la sábana hasta la barbilla. Estaba muy mona y hasta graciosa así, pareciendo tener frío.

-¿Qué haces? ¿Por qué te vistes?
-Voy a salir a correr un poco.
-Nooooo, vente aquí conmigo.
-¿No tuviese suficiente anoche? Jajaja.
-Sí. Fue fantástico. Me quedé dormida.
-Ayer tuviste un día bastante largo con el viaje, el día de playa y luego por la noche.
-Mmm, pero no fue tanto por cansancio. Estoy acostumbrada a días largos y duros. Fue más por lo que me hiciste sentir.
-Sí -dije sentándome a su lado en la cama-, yo esperaba estar más tiempo follando.
-Tsss... -reprochó por mi lenguaje, ocasionado que me riera.
-Pero la verdad es que acabé muy contento. Fue muy muy bueno.
-Veníamos muy calientes.
-Sí.
-Va... Vente aquí conmigo.
-No voy a poder dormir más, Valentina. Y menos contigo desnuda a mi lado.
-Pero descansas. Cierras los ojos y descansas un poco.
-Voy a empezar a dar vueltas en la cama y no te voy a dejar descansar. Quiero que lo hagas tú que puedes, que para eso estamos de vacaciones.
-Quédate, por favor.
-Voy a salir un poco a correr. No voy a tardar mucho. Una hora como mucho. Quiero aprovechar que no hace calor para hacerlo ahora.
-¿Quieres que te acompañe?
-No hace falta. Tú descansa, que es muy temprano y quiero que estés descansadita para que me aguantes más cuando vayamos a follar.
-Ya, jejeje. ¿Qué hora es?
-Las 8. Para las 9 estoy aquí, ¿vale?
-Bueeeeeno. ¿Pero y si se despiertan tus amigos?
-Joder, ni que te fueran a comer... Pues ya está, si se despiertan pues nada. Tú descansa todo lo que puedas. Además, no creo que lo hagan. Anoche llegaron bastante borrachos y estuvieron un buen rato dale que te pego. No creo que se despierten hasta las 11 por lo menos.
-Ten cuidado, ¿vale?
-Claro, jaja. Voy a correr por la playa. Estoy aquí antes de que te des cuenta -dije acercándome a ella para darle un beso.

Nos dimos un pequeño beso en los labios, aunque sin lengua ni nada, solo labios contra labios, aunque húmedos y con ella acariciando mi cara. No pude evitar acariciarle la cara al verla tan bonita en ese momento y le di un beso en la frente para arroparla bien y marcharme después de preguntarle si quería que le diera algo de ropa por si tenía frío. Al final le acerqué un pijama de verano que llevó en su maleta y la ropa interior de la noche anterior, aunque solo se puso sus braguitas. Me dio un abrazo y un beso de nuevo y se volvió a tumbar, arropándola yo de nuevo para esta vez sí, irme a correr un poco. Salí del apartamento y sí que hacía buen día para hacer ejercicio. Tampoco es que hubiera rocío ni nada parecido, pero ese día no hacía el típico calor pegajoso de la zona. Era una mañana fresca con una brisa ligeramente fría que hacía que se te pusiera la piel de gallina por momentos, así que bajé a la playa trotando después de hacer algo de calentamiento para correr por la playa.

Estuve un rato corriendo por la blanda arena alejada de orilla, pero no estaba nada acostumbrado a ello y me notaba muy raro. Tenía la sensación de que en cualquier momento me iba a partir un tobillo en una mala pisada, por eso tenía que estar muy pendiente. Y al final me cansé, no por el esfuerzo ni por la actividad física, sino por tener que estar más atento a dar buenos pasos que a otra cosa. Por eso me moví a la arena que estaba pegada a la orilla, la cual es mucho más firme y dura, pero más blanda que el pavimento, permitiéndome estar más relajado y poder centrarme en otras cosas. En ese rato estuve pensando en la noche anterior y ahora sí que pude sopesar más lo de dejar que Valentina me besara en cuello. No me arrepentía de haberlo hecho, pero era algo que notaba raro ahora que me paraba a pensarlo. Era una sensación que tenía ya muy olvidada y que pensaba que no iba a experimentar más, pero lo cierto es que me gustó que lo hiciera ella.
 
Una duda...por qué sigue usando condón con Valentina?...no esperaría hasta los exámenes para dejar de usarlos con ella?
Por otra parte, Javier sigue abriendo candados, dando acceso a Valentina a ciertos gestos que en el pasado reservó a "la otra persona".
Lento pero seguro parecen ir. Sacrificando por ella bastante de su estándar sexual, y ella adaptándose gradualmente al entorno de él.
Aún queda que Javier mejore su capacidad de expresarse mejor en pareja, tal vez indicar de manera clara lo que a veces le molesta.
Sigue dubitativo reflexionando y contradiciéndose, constantemente es un "me molesta pero no me molesta tanto".
Va quedando claro que será una semana de playa más bien tranquila y tradicional.
Qué esperaban pervertidos???...:dancer1:



Mientras, angustiada por la batalla que su corazón y mente libraban cada noche, E...
 
Una duda...por qué sigue usando condón con Valentina?...no esperaría hasta los exámenes para dejar de usarlos con ella?
Por otra parte, Javier sigue abriendo candados, dando acceso a Valentina a ciertos gestos que en el pasado reservó a "la otra persona".
Lento pero seguro parecen ir. Sacrificando por ella bastante de su estándar sexual, y ella adaptándose gradualmente al entorno de él.
Aún queda que Javier mejore su capacidad de expresarse mejor en pareja, tal vez indicar de manera clara lo que a veces le molesta.
Sigue dubitativo reflexionando y contradiciéndose, constantemente es un "me molesta pero no me molesta tanto".
Va quedando claro que será una semana de playa más bien tranquila y tradicional.
Qué esperaban pervertidos???...:dancer1:



Mientras, angustiada por la batalla que su corazón y mente libraban cada noche, E...
No, lo de los exámenes era para volver a tener sexo. Sin unos resultados positivos no se iba a hacer nada de nada. Y ella dijo que lo de no usar preservativo era más bien para parejas que tenían total exclusividad y que se cuidaban a la perfección en ese aspecto.
 
Capítulo 559

Y de pronto me di cuenta de precisamente eso, de que no me parecía mal. Me paré en seco y pensé si lo que teníamos Valentina y yo estaba yendo a más, sobre todo por mi parte al hacer cambios significantes con respecto a otras chicas que se habían cruzado en mi camino. Quizá puedan parecer detalles insignificantes para el resto, pero permitir que ella jugara con la parte más sensible de mi cuerpo en un momento así, sí que era algo reseñable, especialmente cuando la única que me había hecho sentir cosas fuertes al hacerlo ya no estaba en mi vida. Asociaba esos momentos a ella y a lo que teníamos y cómo de duro fue lo que terminó pasando. Por eso le daba mucha importancia. Y también estaba la promesa de darle una exclusividad típica de una pareja al decirle que no me vería con otras. Y esta vez lo decía en serio, siendo algo que salió más de mí que de ella al pedírmelo. Aunque habría que ver si era capaz de cumplir esa promesa ahora que mi vida era bastante diferente a cuando me propuse ser fiel bastante tiempo atrás con otra chica.

Llegué sobre la hora que le dije a Valentina, con algo de desayuno recién hecho para los cuatro. En cuanto entré, Valentina levantó su cabeza al estar mirando su móvil sentada en el sofá del salón, estando sentada con sus piernas echadas a un lado y con su pijamita, aunque ahora sí que llevaba sujetador. Puso una de esas sonrisas preciosas que tenía ella y rápidamente dejó su móvil sobre la mesa para levantarse y venir hacia mí, dándome un abrazo y buscando mis labios para besarme.

-No, que estoy sudado...
-Me da igual. Me apetece besarte. No me hagas el feo, anda.
-Vale.

Nos dimos un beso en los labios, de nuevo, de manera húmeda y esta vez, además, colando ella un poco su lengua en mi boca, apartándose con una risita a los pocos segundos.

-¿Qué traes? -me pregunto al verme con una bolsa colgando de mi mano.
-Algo de desayunar para los cuatro.
-Am, qué bien. La verdad es que me ha entrado hambre.
-Voy a darme una ducha rápida.
-Vale. Yo mientras preparo esto para comerlo.

Me di una ducha rápida para quitarme la sudada que llevaba encima y tras eso, eché la ropa a lavar, aunque antes pasé por la habitación de mis amigos, que tenía la puerta muy entornada, casi cerrada para decirles que había traído algo de desayunar, aunque ellos no estaban muy por la labor, con Irene diciendo con tono muy adormilado que tenía mucho sueño y que en un rato irían. Mario ni se despertó pese a que hablamos con tono de voz normal, mis pequeños golpes en la puerta para llamar antes de asomarme y por la luz que entraba por la ventana. Volví con Valentina a la cocina después de ver cómo ambos estaban totalmente desnudos y sin nada que los cubriera. Parecía que se lo habían pasado muy bien la noche anterior, porque hasta llegué a ver algún que otro juguete sexual. Ya en la cocina, Valentina y yo empezamos a desayunar tranquilamente con ella dándome las gracias por haber comprado algo tan rico.

-¿Y cómo es que te has levantado ya?
-No me he podido dormir cuando te has ido.
-Vaya... Te estás acostumbrado demasiado a mí -dije para pincharla un poco.
-Pues sí. Eso parece, jejeje. No, es que tenía que ir al baño también. Anoche bebimos demasiado líquido.
-Ah...
-Y bueno, también es que estoy acostumbrada a madrugar mucho. Me pasa un poco como a ti. Llega un punto en el que no puedo estar más en la cama.
-Bueno, ¿y qué tal? ¿Estás cómoda? ¿Estás descansando? ¿Te lo estás pasando bien?
-Sí a todo, jejeje. Hacía mucho tiempo que no tenía tanto rato tranquilo. Es hasta raro, ¿sabes? Noto el cuerpo raro, porque como a veces tengo tantas cosas en la cabeza, pues ahora tanta tranquilidad me tiene intranquila.
-Jajajaja.
-Es verdad. Que bueno, eso no quita esté consultando el móvil a cada poco por si acaso. También pregunto bastante cómo va la cosa por allí.
-Ya. Te veo mucho con el móvil.
-Que es por eso, ¿eh? No pienses que...
-¿Qué? No, no lo decía por eso, jajaja. Lo decía por el tema de desconectar.
-Ah. Ya. Es que no puedo dejarlo todo así tan descuidado. Lo siento. Soy así, jejeje.
-Bueno, por lo menos te veo contenta y que estás disfrutando de esto. Eso me vale.

Valentina me sonrió y acabamos de desayunar tranquilamente, recogiendo lo que usamos y yéndonos al salón después de pasar por la habitación y que ella se pusiera otra ropa, escogiendo el otro bikini de entre los que me dio a elegir el día anterior, poniéndose también un pareo bastante bonito y cogiendo sus gafas de sol y su pamela para echarla en el bolso en el que llevaba cremas y demás para ir a la playa. Yo me puse un bañador y nos fuimos al salón para esperar a que mis amigos se levantaran. Nos quedamos viendo la tele mientras tanto, aunque entre una cosa y otra le empecé a acariciar uno de sus muslos y nos calentamos, sobre todo yo. Por eso nos besamos y le empecé a acariciar su cuerpo, en especial su culo mientras se me empezaba a levantar una buena erección. Al final, viendo que no venían, nos fuimos a la habitación para echar un rapidito después de echar el pestillo. Puse a Valentina contra la pared, y me puse un condón para metérsela desde atrás mientras la agarraba de sus caderas.

Fueron unos 5 minutos de pequeños jadeos por su parte y de algún que otro bufido por la mía, con ella pegando su cara y sus manos a la pared. Ni siquiera nos desnudamos, porque tan solo le subí su pareo hasta arriba y le bajé la parte inferior de su bikini hasta medio muslo, haciendo lo mismo con mi bañador para no perder el tiempo y darnos placer de inmediato. Fue increíble cómo ella manifestó su orgasmo con su respiración entrecortada siendo reprimida al taparse la boca con su mano y por cómo le temblaban las piernas. No la llegué a reventar como a ella le gustaba, pero sí que procuraba mantener un ritmo firme y constante. Tanto me gustó el polvo que echamos que logré acabar yo también pese a llevar una goma puesta y a haber follado hacía escasas horas, pero es que con Valentina era más sensual todo y estaba encantado con cómo iba la cosa, especialmente después de la reconciliación del día anterior habiendo hablado todo y de pasar un día tan bueno disfrutando de todo lo que teníamos allí.

Al final mis amigos no aparecieron hasta bien pasadas las 11, con Irene viniendo con una cara de sueño importante y con sus ojos hinchados. Al menos llevaba su pijama de verano puesto y no apareció desnuda, aunque sí que marcaba los pezones de manera exagerada, llegando incluso a transparentarlos al ser un pijama blanco y fino y al tener ella los pezones oscuros, de la misma manera que transparentaba su vello púbico. Nos dio los buenos días, sentándose a nuestro lado, aunque rápidamente se levantó diciendo que se nos iba a ir la mañana, yendo a vestirse para que bajáramos a la playa. De nuevo, le dije que traje desayuno, pero ella me contestó diciendo que se lo comerían en la playa tranquilamente, pero que no quería perder el tiempo. En un cuarto de hora aparecieron los dos listos para irnos, aunque lo hicimos en mi coche al volver a irnos a un sitio más retirado. No fuimos exactamente al mismo del día anterior, pero tampoco estaba muy apartado, aunque sí que había algo más de gente, pero había mucho niño, pareciendo ser familias.

La cosa estuvo bastante calmada de primeras, con mis amigos desayunando, aunque más bien devoraban lo que les compré, dándome ambos las gracias por haberlo hecho y diciendo que estaba muy bueno. Valentina los miraba divertida con una sonrisa en su cara, aunque su cara fue un poema cuando Irene dijo que cerca de donde estábamos había una playa nudista. Hasta medio bromeó diciendo que tal vez nos podíamos acercar para dar un pequeño paseo por ella. Valentina en este caso apartaba la mirada sin llegar a decir nada, pero ya sabía yo lo que había. Tampoco es que pensara hacerlo si ella nos decía que fuéramos nosotros mientras ella se quedaba allí, pero me hacía gracia ver cómo de cortada se ponía por momentos. Tampoco la hizo sufrir mucho más Irene con eso después de lanzar la propuesta al aire de nuevo, aunque con tono de broma. Mario se quedó sin decir nada, aunque miraba a Valentina y me figuraba que deseaba ir para poder verla desnuda.

Pero luego, mi amiga saldría con el tema del topless. Valentina esta vez no apartaba la mirada como antes, sorprendiéndome bastante de hecho por pasárseme por la cabeza que tal vez no le pareciera mal y que se podría hasta animar a hacerlo, pero qué iluso era pensando eso, porque dijo que no le parecía mal el tema, aunque ella no iba a hacerlo de ninguna manera. Irene se puso algo desafiante, preguntándole por qué no quería hacerlo. Valentina le respondió diciendo que le daba vergüenza desnudarse delante de desconocidos, mencionando que no mucha gente le había visto desnuda. Además, pensaba que iba a llamar mucho la atención por tener los pechos grandes y no se iba a encontrar para nada cómoda. Irene le preguntó qué pensaba de sus pechos y ella le respondió que les parecía bonitos y que eran perfectos para hacer topless, pues no eran tan grandes, siendo normalito de tamaño para no llamar mucho la atención.

Por eso, Irene, con toda su cara, se quitó la parte de arriba de su bikini para dejar sus pechos al aire, teniendo la marca del moreno, por lo que se echó crema. De nuevo, le preguntó a Valentina qué le parecían y ella volvió a decir que eran muy bonitos y que se notaba que era joven. Aquí sí que intervino más seria diciéndole que ella era una mujer muy atractiva y que no aparentaba ni de lejos la edad que tenía. Valentina difería un poco de ella, aunque aquí yo estaba con mi amiga. Y así estuvieron un rato, charlando de temas de chicas con sus cuerpos y demás mientras yo sonreía por la gracia que me hacía la situación en general, aunque intervendría si veía a Valentina incómoda, pero salvo ese pequeño momento en el que se nombró la playa nudista, no vi nada como para tener que intermediar. Así, Irene dijo que tenía ganas de dar un paseo, preguntándole a Valentina si quería acompañarla para seguir hablando de cosas de chicas. Por lo que nos dejaron solos, aunque Valentina le preguntó si no se ponía la parte de arriba, respondiendo Irene que no, que quería coger color, dejándonos ambas a Mario y a mí allí solos, permitiéndonos poder hablar con intimidad.

-Joder, Javi...
-¿Qué pasa? Jajaja.
-Que es increíble lo buena que está esta mujer.
-A mí me lo vas a decir.
-Me encantó el momento que echamos anoche en la playa los cuatro retirados. Hablar de temas más... Me dio morbo.
-Ya, jajaja.
-Y ahora con el tema del nudismo y del topless, pues más todavía.
-Ya. Creía yo que iba a estar más cortada con estos temas, porque sabía que iban a salir por mucho que Irene me prometiera que iba a intentar no hacer nada. Pero la verdad es que me ha sorprendido que haya seguido el rollo casi en todo momento.
-Eso es que le va la marcha, ¿no?
-No como a nosotros. Te lo aseguro. Eso sí, es muy fogosa en la intimidad y se esfuerza por contentar a la otra persona. También se nota que se está esforzando por estar en nuestra onda para que no penséis que es una recatada o algo.
-Qué tontería.
-Ya, un poco. Pero es que, por lo que me ha contado, ella no es que socialice mucho más allá de la relación que tiene en el trabajo con sus empleadas. Y sé que ella es muy profesional y todo eso y no va a ir hablando de estos temas con esa gente. Entonces pues quiere caeros bien y que veáis que es alguien divertida.
-A mí me gustaría otra cosa, pero bueno.
-Ya. Me lo imagino, jajajaja.
-¿Crees que hay alguna posibilidad de...?
-Ni la más mínima.
-Joder. Qué putada.
-Ya, jaja.
-¿No será que te pondrías celoso y no quieres ver como se la folla otro? Jajajaja.
-Qué va. Sabes que no.
-Bueno...
-Anoche nos calentamos cuando nos dejasteis solos.
-No fuisteis los únicos. Irene se puso muy tonta con la conversación esa. Cuando íbamos al local para bailar y eso me agarraba la mano con fuerza. Ya sabía cómo iba a ir la noche nada más ver ese gesto. Resoplaba por el camino y cuando llegamos nos pusimos a bailar, muy pegados. Me agarraba de la nuca para besarme y me susurraba lo cachonda que estaba, lo que le ponía Valentina, cómo nos imaginaba haciendo un trío con ella y también estando los cuatro. Se le pusieron unas chapetas y todo, ¿sabes? También me metía mano de vez en cuando, pero de manera disimulada.
-Pues para cómo es en esas situaciones...
-Ya ves... Al estar tan pegados me tapaba bien y no se me notaba que la llevaba como una piedra. Yo también aprovechaba, no te creas. Estuve agarrando su culo todo el tiempo. Al poco de iros vosotros, nos bajamos a donde estuvimos, a las hamacas esas y ahí nos enrollamos más tranquilos. Hasta me acabó haciendo una mamada. Y yo también le hice un dedo. Ya nos fuimos al apartamento, porque conforme estábamos, si follábamos ahí, nos iban a pillar por los gritos que íbamos a pegar.
-Ya, si cuando llegasteis hubo una buena serenata.
-Jajajajaja. Íbamos cachondos como monos y borrachos. Imposible contenerse y no hacerlo así.
-Ya, ya lo sé. Jajaja.
-¿Y vosotros? Follaríais también, ¿no? Porque viniste marcando tú también, jajaja.
-¿Se me notaba?
-Sí.
-Joder... Es que empezamos con el tonteo allí donde nos dejasteis. Algún beso tonto, nada más, pero nos calentamos muy rápido. Y nos pillasteis en plena faena cuando llegasteis.
-¿En serio? Joder, pues perdona por haberos jodido el polvo, porque en ningún momento se oía nada.
-Llevamos cuidado. Ella es muy tímida para follar con gente al lado y estuvimos en silencio. Fue genial.
-Joder, tío. Ni oírla podemos. A Irene le va a dar algo estos días.
-Jajajajaja. Pues es lo que hay. Esta mujer no va a hacer absolutamente nada. Ya te digo que bastante que le ha dado por hablar así más...
-Eres un cabrón, que lo sepas.
-¿Por? -pregunté riéndome.
-Por traer a un pibonazo así sin que sea juguetona.
-Si juguetona es, pero solo conmigo.
-Tampoco te tires el rollo, que para haber estado enfadados es para que estuvierais todo el día follando y poco veo.
-Ayer en cuanto vino y fuimos al apartamento para dejar sus cosas echamos un buen polvo. Por la noche otro y esta mañana también. Así que...
-Yo si estuviera con una mujer así, no saldría de la cama.
-Así hemos estado. Ya llevamos unas semanas viéndonos. Ya os lo he contado. Solemos follar bastante, hazme caso, porque ella trabaja bastantes horas al día y encontramos hueco. Imagínate si estuviera más libre.
-Pues me alegro por ti. Yo no he tenido nunca una aventura con una mujer así. Me refiero a la edad. Tiene que dar mucho morbo.
-Sí, jajaja.
-Ya en serio. ¿Te gusta?
-Joder, vaya pregunta. ¿Cómo no me va a gustar?
-Ya sabes a qué me refiero.
-Ah...
-He visto cómo la miras. No cualquiera mira así a una persona hablar de algo que no le interesa mucho y de lo que no tiene mucha idea.
-Ya.
-Que me parece de puta madre, ¿sabes? Me alegra que... Bueno, ya sabes.
-Es que...
-Tú sin prisa. Entiendo que sigas un poco... Pero ya han pasado varios meses. Entiendo que no quieras cometer los mismos fallos, que no quieras agobiarte por ciertas cosas, pero algún día habrá que dar el paso, ¿no?
-Es que tampoco me quiero complicar la vida. Entonces, pues así veo la cosa bien.
-Yo solo digo lo que veo. Veo que os entendéis, que tenéis complicidad. Aunque ella no es mucho de mostrar nada en público. Pero hay detalles que dan que pensar.
-Yo qué sé... La verdad es que para el poco tiempo que nos llevamos viendo, la cosa ha sido intensa. Bastante. Hemos tenido broncas fuertes, y con motivos. Pero las hemos solucionado y está muy claro que ambos queremos seguir viéndonos y que estamos a gusto con el otro.
-Ahí es a donde voy.
-¿No piensas que la edad sea un problema?
-No. No lo pienso.
-Pero, ¿y el tema de los hijos?
-Coño, no quieres decir que lo vuestro es más serio de lo que dices, ¿y ya estás pensando en tener hijos con ella? Jajajajaja.
-Noooooooo. Calla, coño. Es porque ella dice que no le gustan los niños y eso. Si es que tiene hecha hasta la ligadura de trompas.
-Y tú sigues queriendo tener una niña, ¿no?
-Pues sí. Me hice a la idea en su día y la verdad es que me gustaría en un futuro. ¿Eso no afectaría en una hipotética relación?
-No sé. Imagino que sí. Pero todo es hablarlo. Jajajaja.
-¿De qué te ríes?
-Nada, es que me hace gracia que no quieras nada, que nos eches la bronca cuando decimos que es tu novieta y sales con esas... Es como que quieres y no quieres a la vez.
-Será eso. ¿Y vosotros? ¿Cómo va el tema de tener un bebé?
-Pues lo hemos hablado en serio.
-¿Sí?
-Sí. No sabes lo que me ha costado que lo hayamos hablado, porque siempre se ponía con su risa tonta. Irene dice que aún somos muy jóvenes para tener un hijo y que aún nos falta por disfrutar. Dice que le gustaría hacer algunos viajes en pareja solos y que también estamos ahora bastante a gusto con el trabajo estando los dos juntos y yendo la cosa tan bien. Y la verdad es que tiene razón.
-Vamos, que te ha convencido.
-Un poco, sí. Creo que tiene razón y que podemos esperar un poco, pero no te vayas a pensar que las ganas se me han ido.
-Tiene pinta de que fue una conversación de las intensas.
-Un poco. No estábamos tampoco tan serios, pero el tema lo era. Ni siquiera nos hemos casado todavía y es algo que también me gustaría hacer, aunque eso no lo llegamos a hablar. Bastante seria estaba ya la cosa con ese tema. Pero no pasó nada, no te vayas a pensar. Al final acabamos follando, jajaja.
-Lo suponía. Jajajajaja.

Seguimos hablando de otras cosas mientras las chicas venían, aunque estaban tardando. Nos preguntábamos qué estarían haciendo e incluso estuvimos cerca de llamarlas al móvil, pero al final acabaron apareciendo. A medida que se acercaban, Mario lanzó un sonido de que veía un problema. Le pregunté qué pasaba y él me dijo que conocía a su novia y que le veía la cara muy seria, sobre todo al estar de vacaciones y con Valentina. Pensaba que algo había pasado, especialmente cuando ni siquiera se acercó a nosotros, diciéndonos Valentina que iba a darse un baño en cuanto llegó a donde estábamos. Mario me miró y Valentina pasó a sentarse entre mis piernas, siendo un gesto típico de pareja que dejó a Mario algo desconcertado, aunque más lo estaba yo, porque parecía estar muy cariñosa al echarse sobre mi pecho. Mario nos dijo que iba con Irene para darse un baño también. Desde luego, la cosa estaba rara.
 
Cada vez parece más claro que se está afianzando la relación con Valentina. Le puede poner el nombre que quiera, pero prácticamente es ya una relación.
Irene llegó sería porque está claro que intento algo con Valentina y esta no se dejó.
 
Sin embargo, es Valentina la que no trae cara de pocos amigos y está cariñosa con Javi, mientras que Irene parece molesta. Da la sensación de que Valentina le leyó la cartilla a Irene... Será eso posible...? Ya estoy intrigado jajajajaja. Mañana más. Dale @Keranos
 
Bueno, me he decidido a leer desde que cambió de foro, lo primero gracias por el trabajazo de pasarlo completo, sigo pensando que este relato sin Elena no tiene sentido, creo que Valentina es de todas las chicas con las que ha estado con la que menos pega, ahora va de bueno, pero Javi lleva mucho tiempo pensando solo con la polla y eso seguramente volverá pronto y Valentina es la más cerrada de todas con las que se ha metido.

Yo aún sigo necesitando remover el pasado,el pasado que quedó super abierto, entendía que todas las chicas que Javi conocía y que se follaba tan fácilmente eran un relleno para alargar el tiempo hasta volver a Elena, pero ahora que está tan centrado en Valentina me parece simplemente otra historia, ya no hay reencuentro con Elena, hay un conquistando a Valentina o algo así.

En el otro foro mi nick era oeoeoe para que más o menos sepan quién soy, la cosa es que soy muy duro con este relato, quizás con el que más duro soy de esta y de la otra web, y lo soy porque creo que era uno de los mejores relatos y ahora me está costando encontrarle el gusto a la lectura, y eso que me estoy saltando partes de esta historia.

Espero que sigas escribiendo realmente como hasta ahora, voy a seguir leyendo con la esperanza de volver a sentir lo que sentía al acabar un capítulo, con las ganas de leer más.
 
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