Memorias de una solitaria

Si la leí, pero no me acuerdo como lo solucionaron o si fueron a la fiesta.
Además acá estamos viendo la historia desde el punto de vista de Claudia, contada por ella

Pero la historia es la misma contada desde otras perspectiva. Si fueron o no a la fiesta, eso no va a cambiar. Pero lo bueno es conocer las dos versiones para saber como vivieron los mismos hechos, tanto Luis, como Claudia, y no solo lo de esta fiesta, todo lo que vivieron. Te aconsejo que la vuelvas a leer. Se entiende mejor la historia.
 
Como le dé por leerselo. Son solo 526 páginas. 🤣🤣
Si, recontra largo lo leí hace tiempo y no me acuerdo que pasó en toda esa semana de vaciones, solo que la pasaron vieron.
Además acá estamos viendo lo que paso desde el punto de vista de Claudia, que es sumamente diferente al de Luis al contar la historia
 
Pero la historia es la misma contada desde otras perspectiva. Si fueron o no a la fiesta, eso no va a cambiar. Pero lo bueno es conocer las dos versiones para saber como vivieron los mismos hechos, tanto Luis, como Claudia, y no solo lo de esta fiesta, todo lo que vivieron. Te aconsejo que la vuelvas a leer. Se entiende mejor la historia.
Si recuerdo la historia, solo que hay partes que uno se olvida, por ejemplo si me acuerdo de la semana de vaciones y que la pasaron muy bien, pero algunos detalles como el sinfueron a la fiesta o no uno se olvida por el tiempo que ha pasado desde que la leí.
 
Para recordar:

"Nos levantamos para jugar a las palas y no podía evitar fallar algún punto ante el movimiento de sus pechos al golpear la bola. Aun así yo gané más puntos. Pero mientras jugábamos volvió el pesado de las rastas que seguía sin perder detalle de las tetas de mi chica. “Tanto amor libre y tanta desnudez natural pero el colega está embobado…” pensé al verlo asomar de nuevo.

-Oye, que venía a invitaros a una fiesta- dijo el chaval.

Claudia se giró para escucharlo y el tío siguió diciendo:

-Al final nos vamos a quedar esta noche y vamos a hacer barbacoa y tocar música para dar gracias a la naturaleza por el principio del verano…
-Qué chulo…-dijo Claudia que volviéndose a las sombrillas comentó a nuestros amigos- ¿Qué os parece si venimos?

Sin tiempo a contestar preguntó al chico:

-¿Qué hay que traer?
-Pues algo de comida y lo que queráis compartir…
-Ya teníamos planes, Claudia…-interrumpí.
-Puedo desplumaros otro día pero la fiesta sólo es hoy…-respondió ilusionada.-¿A qué hora?
-El ritual será a la media noche…-respondió el chico.
-Vale, gracias. Hasta luego…

Claudia había decidido por el grupo. Yo me estaba mosqueando. Víctor y Lourdes estaban contrariados. Pero ninguno puso reparos hasta volver al piso."
 
Para recordar:

"Nos levantamos para jugar a las palas y no podía evitar fallar algún punto ante el movimiento de sus pechos al golpear la bola. Aun así yo gané más puntos. Pero mientras jugábamos volvió el pesado de las rastas que seguía sin perder detalle de las tetas de mi chica. “Tanto amor libre y tanta desnudez natural pero el colega está embobado…” pensé al verlo asomar de nuevo.

-Oye, que venía a invitaros a una fiesta- dijo el chaval.

Claudia se giró para escucharlo y el tío siguió diciendo:

-Al final nos vamos a quedar esta noche y vamos a hacer barbacoa y tocar música para dar gracias a la naturaleza por el principio del verano…
-Qué chulo…-dijo Claudia que volviéndose a las sombrillas comentó a nuestros amigos- ¿Qué os parece si venimos?

Sin tiempo a contestar preguntó al chico:

-¿Qué hay que traer?
-Pues algo de comida y lo que queráis compartir…
-Ya teníamos planes, Claudia…-interrumpí.
-Puedo desplumaros otro día pero la fiesta sólo es hoy…-respondió ilusionada.-¿A qué hora?
-El ritual será a la media noche…-respondió el chico.
-Vale, gracias. Hasta luego…

Claudia había decidido por el grupo. Yo me estaba mosqueando. Víctor y Lourdes estaban contrariados. Pero ninguno puso reparos hasta volver al piso."
Bueno, Claudia estaba desbocada, pero nada que una puteada a solas no lo arregle. No, ya en serio, era cuestión de hablar. Igual a veces un alma entusiasta viene bien.
 
Me resulta raro que con lo inteligente que es Claudia no se dé cuenta de que esa libertad que tanto ansía se la está quitando a su novio y a sus amigos al cambiar los planes de esa manera y al "obligarlos" a ir a esa fiesta para que no vaya ella sola.

En mi opinión, eso que ha dicho es una chorrada bastante grande. No veo la necesidad de meterse en ese embrollo cuando sabes de sobra que ni a tu pareja ni a tus amigos les gusta ese ambiente. ¿No había otra manera de hacerlo para quedar todos contentos?

Por cierto, lo de "carajotes"... Qué poco le pega a Claudia decir eso 😂
 
Tampoco había contado con los celos. Estaba tan pillada por Luis que lo veía tan perfecto que suponía que carecía de esos defectos. Cuando habíamos tenido nuestras largas charlas a lo largo del curso era un tema que no habíamos tocado o de haberlo hecho habíamos negado. Pero ahora saltaba.

Luis no estaba enfadado porque no quisiera ir a una fiesta hippie, lo estaba porque la invitación había venido de aquel tío desnudo en la playa que hablaba directamente conmigo, y a ratos con mis tetas. Pero ¿qué voy a decir? Aparte de que no tenía razón yo me negaba a cambiar los planes por ese motivo, y fui capaz de convencer a Lourdes y Víctor. El silencio de Luis era la muestra de su enfado, pero ya se lo quitaría yo.

Seguro que Luis contaría esto de forma muy diferente. Quizá hasta diría que mi actitud era provocadora pero nada más lejos de mi intención. Cuando llegamos a la fiesta aquello seguía siendo una mezcla variopinta de gente muy diferente que disfrutaban del inicio del verano. La excusa era un cambio de ciclo lunar. ¿Qué más da? Era una celebración de la juventud y la libertad.

Pero Luis no lo entendió así. Y es que las circunstancias fueron particulares. La celebración aparte de en comer y beber como en todas tenía una suerte de ritual de los cuatro elementos de la naturaleza que comportaba saltar sobre el fuego y meterse en el agua. Yo me había arreglado para una fiesta sin haber pensado que era en una playa y podríamos acabar con el agua.

Ya al verme salir vestida Luis fue capaz de piropearme mostrando sus celos. El muy tonto pensaba que por haber querido ir a la fiesta yo estaba pensando en el chaval de la mañana. Los hombres a veces pueden ser demasiado simples y a Luis no le pegaba serlo, pero allí estaban sus celos.

Abajo en la playa quizá fueron más justificados cuando el tío que nos había invitado me dio un abrazo completamente desnudo. Y es que para que negarlo, la única churra con la que me interesaba refregarme era la de mi novio celoso, y cualquier otra me daba tremendo asco sin más.

Pero esta vez no pensé con la cabeza y actué dejándome llevar por esa sensación de libertad que sentía desde que me había subido al tren en mi ciudad. La misma libertad que me había llevado a follar con mi novio en el baño de un vagón de tren en marcha y hacer topless. Empujada por el ambiente de aquella gente con esa música repetitiva de timbales y flautas, y el inconfundible olor del hachís, no pensé que a mi tradicional novio mi desnudez le molestara. Viendo que no me acompañaba en el ritual, ni nuestros amigos me quité la ropa quedándome en bragas y seguí los pasos que el tío de las rastas me indicaba hasta sumergirme en el agua.

Sin embargo sentí mucho frío y ahí estaba mi novio para cubrir mi desnudez con su camisa y mi frío con el calor de su cuerpo. No sé si fue por mi actitud o simplemente porque se sentían fuera de lugar entre aquella gente, pero nos fuimos. Bueno, en realidad estaba helada y Luis me llevaba casi en volandas. Pero estaba enfadado. Lo notaba una vez más con sus silencios incómodos. No me podía creer que estuviera realmente celoso y por supuesto me decidí a hablarlo con él. Ya sentados en el dormitorio me preguntó si ya se me había pasado el frío y la tiritera.

-Sí…me ha encantado la experiencia, tenías que haber entrado al agua conmigo, los dos juntos…- le dije quitando importancia pero se quedó callado y serio, así que lo pregunté ya abiertamente-¿Estás celoso? ¡Estás celoso de ese chico! Me encanta, jajajaja. No te preocupes, gordo, que la única polla que me va a follar esta noche va a ser la tuya…

Pero no reaccionaba así que como hacíamos en la residencia cuando sólo éramos amigos lo senté en la cama y empecé a hablarle:

-Vamos a ver Luis, ¿tú crees que después de pasarme un curso entero esperándote ahora que te tengo me voy a ir con el primero que se me pase por delante?

Tenía la mirada baja y no respondía, así que continué:

-¿Te cuento un secreto? Es la primera vez que hago topless. Y me encanta, jajaja. Tener la libertad que tenéis vosotros, poder lucir mi cuerpo sin marcas de sol.

-Pero ese tío, desnudo, tocándose la polla hablando contigo…-dijo al fin.

Yo ni me había fijado en ese detalle así que pregunté:

-¿Yo le di pie a algo? ¿Ser amable significa me quiero acostar contigo? No, verdad. ¿Cada vez que tú eres amable con una chica le estás diciendo ábrete de piernas que allí voy? Contigo Luis, he descubierto una libertad maravillosa. Estar juntos y poder ser nosotros mismos. Yo eso no podía hacerlo con mis ex. Yo era su chica y ellos eran mis dueños. Pero yo no soy tu dueña ni tú el mío. Nos tenemos el uno al otro pero seguimos siendo nosotros mismos. Y yo este año me he encontrado a mí misma y tú me has ayudado a eso.

Por fin levantó la mirada buscando mis ojos y me abrazó fuerte disculpándose:

-Perdóname princesa. Me da tanto miedo perderte…-le dije abrazándola.

El numerito por supuesto acabó en sexo, pero para reafirmar nuestra complicidad se me ocurrió afeitarle su pubis y eso me puso mucho más caliente que los celos de mi chico. ¿Cómo algo tan negativo como la desconfianza de los celos pueden tener una respuesta sexual de apetencia? No lo sé. Sólo sé que la polla dura de mi novio brillante por la crema hidratante que le extendí tras rasurarle su pubis me puso cachondísima y se lo hice saber:

-Ahora me vas a hacer el amor…porque tus celos me han puesto muy caliente…
 
Y aquí la versión de Luis, para recordar:

La pequeña discusión se produjo al entrar en el apartamento. Básicamente fue por el hecho de que ella hubiera decidido por los 4. Aunque en mi caso se me unió el hecho de que no me hacía gracia el tonteo que se traía el rastas con mi chica.

Bueno la cuestión es que Claudia fue capaz de convencer a Lourdes y Víctor y yo tuve que ceder de mala gana pues no quería que se notara que era cuestión de celos.

Por fin decidimos vestirnos para bajar a la fiesta “especial” de los hippies como yo la llamaba. Claudia estaba espectacular. Se puso una falda vaquera blanca (me sorprendió el color pues solía ir siempre de oscuro) y arriba un top de los que con una tira fina se anudan al cuello y a la espalda dejando toda su espalda dorada por dos días de playa a la vista. El top sólo apretaba bajo el pecho por donde la tira de modo que sus tetas se apoyaban en la fina tela de algodón sin nada que las sostuviera con su movimiento natural y marcando pezón, cayendo el resto de la tela suelto sobre la barriga de modo que cuando la brisa movía su prenda su vientre quedaba a la vista. Cuando la vi me salió decir:

-¿Para quién te has puesto tan guapa?

-Para mí, jajaja…y para ti, tonto, que estás hoy muy tonto…-y me dio un pico.

El chico que nos había invitado se acercó jovialmente abrazándonos a todos como si nos conociera de toda la vida. En un momento dado me pareció que el chico se tocaba la polla. A ver, es muy común entre los hombres el gesto de colocarse el nabo, yo mismo con algunos calzoncillos tengo que recolocarme la churra en algunas posturas. ¡Pero ese tío estaba en bolas!¡No podía apretarle el calzoncillo!

De golpé paró la música, cesó el lanzamiento de llamas y nuestro “amigo” nos dijo es la hora de purificarse en las aguas limpias del mar.

-Primero tenéis que saltar sobre la hoguera y después entrar en el agua. Tierra, aire, fuego y agua. Los cuatro elementos de la naturaleza.

-La tierra que da fuerza, el aire que te limpia, el fuego que ilumina y calienta como el sol y el agua que purifica para nacer a una nueva vida…-seguía explicando.

-Vamos Luis…vamos a hacerlo-me tiraba Claudia de la mano poniéndome en la cola que se había formado.
-Pero…
-Venga vamos…

-No traemos bañador…-dije al llegar a ese punto.

-¿Y qué más da? Desnúdate…

La idea de desnudarme me daba igual lo que quería evitar a toda costa es que lo hiciera Claudia.

-Venga, Luis. No seas soso…

Para entonces Claudia se había quitado la falda y se soltaba el top. ¡Se había puesto un tanga! Joder. El primer día que le veía uno y tenía que ser público…

Claudia como poseída corrió sólo con el tanga y se sumergió en el agua tres veces como decía la costumbre de aquella gente. El rastas corrió en cuanto la vio entrar ero Claudia ya salía fuera tiritando cuando llegó el muy vivo. Yo al verla me quité la camisa y se la eché por encima.

-Vas a coger una pulmonía loca…

-Tenías que haberlo hecho conmigo, Luis…ha sido emocionante-me decía con los dientes castañeando.

La abracé para darle calor y le dije:

-¿Por qué no nos vamos ya?

-Sí, tengo frío…

-¿Ya has entrado en calor?

-Sí…me ha encantado la experiencia, tenías que haber entrado al agua conmigo, los dos juntos…

Me vio serio sin contestar.

-¿Estás celoso?

No contesté.

-¡Estás celoso de ese chico! Me encanta, jajajaja. No te preocupes, gordo, que la única polla que me va a follar esta noche va a ser la tuya…
 
Recordándome sus consejos de hermana mayor me hizo sentarme en la cama. Aunque el término de hermana mayor me rechiscaba en la cabeza, pues con una hermana no haría las cosas que yo disfrutaba con Claudia.

-Vamos a ver Luis-me dijo cogiéndome la mano- ¿tú crees que después de pasarme un curso entero esperándote ahora que te tengo me voy a ir con el primero que se me pase por delante?

No respondí.

-¿Te cuento un secreto?-siguió-Es la primera vez que hago topless. Y me encanta, jajaja. Tener la libertad que tenéis vosotros, poder lucir mi cuerpo sin marcas de sol.
-Pero ese tío, desnudo, tocándose la polla hablando contigo…
-¿Yo le di pie a algo? ¿Ser amable significa me quiero acostar contigo? No verdad. ¿Cada vez que tú eres amable con una chica le estás diciendo ábrete de piernas que allí voy? Contigo Luis, he descubierto una libertad maravillosa. Estar juntos y poder ser nosotros mismos. Yo eso no podía hacerlo con mis ex. Yo era su chica y ellos eran mis dueños. Pero yo no soy tu dueña ni tú el mío. Nos tenemos el uno al otro pero seguimos siendo nosotros mismos. Y yo este año me he encontrado a mí misma y tú me has ayudado a eso.

Los argumentos de Claudia como siempre tenían una racionalidad que me superaba, y sobre todo partían de una experiencia de la que yo carecía. Ella admiraba en mí algo que yo me estaba cargando con mis miedos y mis inseguridades. Y era cierto, el día que se cansara de mí se iría me pusiera yo como me pusiera. Así que tenía que aprender a controlarme como hice el primer día de playa.

-Perdóname princesa. Me da tanto miedo perderte…-le dije abrazándola.

Me recibió con agrado apretándome. Y entonces se levantó con una sonrisa y salió sin decir nada del dormitorio. Me levanté a ver que hacía y la oí decirles a los chicos en la terraza que ella y yo teníamos que hablar y que nos retirábamos ya al dormitorio. Le preguntaron si pasaba algo y ella dijo que nada grave pero que lo íbamos a hablar entre nosotros. Me metí al dormitorio, me quité el bañador y la esperé desnudo en medio de la habitación. Ella entró y me vio. Sonrió y se movió el labio en un gesto muy lascivo que ya me había hecho otras veces cerrando la puerta.

-Este es un dormitorio nudista.-dije-Aquí se entra sin ropa…
-Perdone usted…-y se quitó la camiseta y la braga quedando totalmente desnuda.

Era la primera vez que veía su chochito depilado pues hasta ahora lo había tocado pero no visto. Mis ojos se clavaron en él y Claudia cruzó sus piernas.

-Oiga usted caballero, ¿me está mirando el chocho? Jajaja
-Perdone usted, señora. Tiene usted un chochito precioso-respondí acercándome a ella para besarla.
-Te ha impresionado mi chochito pelón de niña pequeña…-me dijo al oído abrazándome.
-Si lo dices así me corto…-respondí- estoy deseando besarlo…
-¿Me quieres comer el chochito?
-Te quiero comer entera…-respondó poniéndome de rodillas.

Mi cara quedaba frente a su ombligo y lo besé. Claudia se estremeció. Me levanté de nuevo e intenté cogerla en brazos.

-Jajajaj, que me tiras…

Pero aun así pude cargar con ella y la deposité en la cama. Ella se acomodó apoyándose en sus codos y flexionando las piernas dejándolas entreabiertas. Me estaba ofreciendo su chocho. Me senté a su lado y empecé a pasar mi dedo por su cuerpo dibujando el contorno de su nariz, labios, barbilla, cuello, pechos, ombligo y me detuve en la parte de su cuerpo que había sido rasurada haciendo circulitos mientras mi chica me miraba complaciente. Entonces se levantó de forma inesperada con una sonrisita maliciosa. Me dejó algo desconcertado. Totalmente desnuda abrió la puerta y cruzó corriendo el pasillo al baño. Al minuto regresó con un recipiente lleno de agua.

-¿Dónde está tu neceser?-me preguntó.
-En la mochila…
-Túmbate en la cama.
-¿Qué vas a hacer?-pregunté extrañado.
-Vamos a estar iguales…

Se sentó a mi lado y empezó a extender el agua por mi pubis de vello recortado. Después sacó mi espuma de afeitar del neceser y apartando mi polla tiesa la extendió sobre mi zona cubierta de vello recortado.

-Ten cuidado que le tengo mucho aprecio…-dije.
-Y yo- dijo sonriéndome.

Cogió mi maquinilla de afeitar y empezó a retirar la espuma y el vello enjuagándola en el recipiente con agua. Mi morbo era tremendo en ese momento viendo a mi novia utilizar mi maquinilla para acomodar mi cuerpo a su gusto. Como sostenía mi polla y después con su mano limpiaba la zona. Cuando terminó su obra retiró los restos de espuma y me besó la zona afeitada. Después sacó una crema hidratante de su neceser y me la extendió por el pubis rasurado y el tronco de mi polla excitándome aún más.

-¿Y ahora qué?-pregunté.
-Ahora me vas a hacer el amor…porque tus celos me han puesto muy caliente…
 
Mmmmm... una cosa son los celos y otra que le vean la cara de estúpido, y no lo digo por Claudia, sino por el otro tipo que no conozco de nada. Claudia podría hablar de ella y se le cree sin ningún problema, pero sería ella muy ingenua si comienza a justificar al otro sin conocerlo de nada.

Y en eso si debió tener cuidado Claudia, ya que el mundo está lleno de estúpidos y debemos cuidar de que no queden mal parados las personas que queremos.

Por suerte el agua estaba fría, porque si no, hubieran estado un rato ella con el otro en bolas conversando dentro ante la mirada de Luis y sus amigos, haciéndolo pasar un rato incómodo. Como dije, tampoco hay que ser ingenuo con gente desconocida.

Si yo hiciera eso, mi mujer me degüella 😂
 
Por suerte el agua estaba fría, porque si no, hubieran estado un rato ella con el otro en bolas conversando dentro ante la mirada de Luis y sus amigos, haciéndolo pasar un rato incómodo. Como dije, tampoco hay que ser ingenuo con gente desconocida.
Tienes razón.
Pero si luis fuese un poco menos capullo también estaría bien.
Si tu novia se despelota y se mete en el agua tu haces lo mismo.
 
Y tan caliente que estaba yo… y él. Menudo polvazo echamos. El jueguecito de los celos parecía que lo ponía caliente. A mí desde luego me puso mucho. Bueno, en realidad fue el conjunto de todo: la fiesta de los hippies, los celos de Luis, depilarlo. El resultado fue que volvimos a dormir felices y abrazados después de otra sesión intensa de sexo. ¿Había sido una pequeña crisis lo del día anterior? Por el resultado no lo pareció.

Sin embargo por la mañana no fui Luis quien concitó mi atención. La menstruación de Lourdes se había cruzado en nuestra semana de diversión. Lo habíamos organizado para pasar unos días de descanso, diversión y sexo con nuestros novios y ahora mi amiga veía como un inoportuno adelanto de su regla mensual la privaba de cumplir sus planes.

La pobre tenía ganas de de llorar mientras me lo contaba en el baño. Yo rápidamente empecé a proponer soluciones. Afortunadamente su menstruación no solía ser ni muy dolorosa ni muy abundante así que la parte que tenía que ver con bañadores y playa la intentaríamos solventar con ibuprofeno y tampones. De todos modos mi amiga estaba tan desanimada que le propuse sustituir la playa ese día por hacer turismo. Mientras se lo pensaba bajé al supermercado a por los tampones y compresas.

Al regreso la encontré más tranquila. Se vistió y le propusimos el plan a los chicos que por supuesto aceptaron. Víctor estuvo muy cariñoso con ella todo el día mientras con el coche recorríamos los alrededores disfrutando de los increíbles paisajes de la Costa Tropical andaluza. Desde algunos puntos aún se podían observar las cumbres nevadas de la sierra homónima mientras disfrutábamos de la brisa mediterránea en un mirador. Yo había viajado muy poco y disfrutaba con todas las novedades.

Por la tarde los chicos se bajaron a la piscina mientras nosotras planeábamos qué hacer con las limitaciones de la situación de Lourdes, ya más animada que por la mañana. Lourdes estaba muy sensible y se nos ocurrió hacer aquella noche una celebración de la amistad. Compramos velas y una botella de tequila para brindar por nosotros.

Cuando subieron nuestros novios de la piscina les propusimos bajar a la cala para hacer nuestra propia fiesta. No pusieron reparos y tras la cena nos pusimos bañadores y bikinis y bajamos a la calita que ya sin los hippies estaba completamente solitaria. Allí nos sentamos sobre las toallas en círculo, encendimos las velas que habíamos comprado y yo tomé la iniciativa de explicar lo que Lourdes y yo habíamos pensado:

-Sé que no os gustó lo de anoche con gente desconocida y tal. Y mi Luis se puso celosito y, bueno, eso ya lo arreglamos él y yo y tal. Que, veréis, Lourdes y yo hemos estado pensando lo importante que son estas vacaciones para nosotras, que nos hemos pasado todo el año juntas en clase y estudiando, y sin esperarlo, pues mira aquí estamos con los dos chicos que nos gustaron desde el principio. Y estamos muy bien. Y se nos ha ocurrido hacer nuestro propio ritual por la amistad y el amor…

Entonces fue Lourdes la que siguió explicando mirando a su novio a los ojos:

-Para mí es muy especial venir a mi playa con mi novio y mis amigos y esto lo podíamos haber dicho en la casa pero queríamos un recuerdo especial. Por eso pensamos en la cala, la luna, el mar, y nosotros…

-Bueno, y esto…- dije enseñando la botella de tequila-…vamos a brindar por nosotros, por que sigamos juntos mucho tiempo y que esto sólo sea el principio y no el fin de nuestra amistad y de algo más.

-Niñas, os estáis poniendo tan trascendentales que casi me estáis asustando…-dijo mi novio

-Pues vamos a brindar…-propuse mientras repartía el licor en los vasos y les acercaba los gajos de limón con los que se suele tomar esa bebida.

-Por nosotros- repetimos a coro chocando los chupitos.

Cayeron más rondas recordando historias de aquel curso, las impresiones que nos habíamos causado al conocernos y como habíamos acabado allí los cuatro como parejas.

De golpe recordé la partida de póker. No, no pensé en repetirla, pero sí que se me ocurrió el juego de pasarnos el limón de boca a boca de forma que nos diéramos un pico, aunque cuando Luis me lo devolvió nos entretuvimos más tiempo. Había sido divertido, y se me ocurrió hacerlo más divertido aún, pero ahora yo se lo pasaría a Lourdes y los chicos entre ellos una mitad de gajo. Ellos se negaron. Tienen que defender su masculinidad las 24 horas del día y si se rozaban sus labios se volverían gais de golpe los muy tontos…desde luego si no nos gustaran…

Al final terminaron el juego para nuestra risa pasándose el limón casi sin rozarse. Pero Luis nos sorprendió, se desnudó completamente caminando hacia la orilla mientras nos invitaba a seguirlo. Yo no me lo pensé. Al final nuestros amigos se desnudaron, excepto Lourdes que se dejó la braga del bikini por su menstruación y cogidos de la mano entramos al agua imitando el baño de los hippies de la noche anterior. Sin importarnos la desnudez nos abrazamos en una celebración de la amistad. Sí, la amistad, algo que yo nunca había conocido de verdad. Estaba verdaderamente emocionada y con los ojos llenos de lágrimas me confesé:

-No sabéis lo que significa esto…lo que estamos viviendo no se va a repetir nunca, este año ya no va a volver. Tenemos que disfrutar cada segundo por si algo cambia a peor. Pero hoy me hacéis muy feliz los tres.

Mi chico me abrazó. Creo que me entendía en ese momento.
 
Y aquí la versión de Luis, para seguir la historia en paralelo:


El sexo con Claudia siempre era explosivo y placentero pero que mis celos y mi forma de “enfadarme” la excitara me dio que pensar cuando nos despertamos por la mañana. Ella dormía plácidamente mientras yo miraba al techo dándole vueltas a la cabeza.

Cuando se despertó su sonrisa disipó mis malos pensamientos iluminándome. Estaba llena de churretes blanquecinos pues había dormido con mi corrida encima.

-Estás asquerosita…-le dije besándola.
-Por tu culpa ¿ya no te gusto así?
-A mí me gustas de cualquier manera…y desnudita especialmente…

Me sonrió de nuevo y me besó. Se levantó y cogió su toalla. Miró si estaban los chicos y cruzó corriendo desnuda al baño. Yo me quedé en la cama sumido de nuevo en los pensamientos. No me gustaban los celos. Pero a Claudia parecía encenderla verme celoso. No me aclaraba con ese juego pero tampoco quería indagar demasiado. Seguro que fueron palabras del momento.

Me levanté, me puse el bañador y salí fuera. Víctor y Lourdes seguían acostados. Preparé café para mí y para Claudia y unas tostadas. Cuando estaba sacándolo a la terraza apareció mi chica recién duchada con la braga del bikini puesta y una camiseta.

-Ummm, que rico el desayuno…-dijo sentándose.
-Te tenías que haber dejado los pegotones…
-A mi macho le gusta marcar a su hembra, jajajaja

Justo en ese momento apareció Víctor.

-Hola…-dijo algo contrariado- Claudia, Lourdes te anda buscando. ¿Puedes ir al baño?
-Claro…-respondió mi chica levantándose.
-¿Qué pasa?-pregunté a Víctor.
-Para 5 días que tenemos y se le ha adelantado la regla.
-Vaya putada. Y con regla ¿na de na?

Víctor se encogió de hombros y después me dijo:

-Y mientras vosotros dale que dale…anoche se os oía hablar y gritar que no veas ¿siempre es así?

Algo cortado respodí:

-Siempre no, pero anoche estábamos motivados…

Al momento llegó Claudia.

-Chicos, voy un momento al súper de ahí abajo…

Claudia le hizo a Lourdes el favor de bajar a por tampones al supermercado. Salió del baño contrariada pero no comentó nada delante de mí. De hecho cuando Claudia volvió se encerraron las dos en el dormitorio y tardaron en salir. Para ayudar propusimos en vez de ir a la playa hacer turismo por la costa. Así en media hora estábamos sentados en el coche. Nos comimos los bocadillos en un mirador sobre acantilados desde el que se veía la impresionante costa montañosa. Antes del anochecer volvimos. Víctor y yo bajamos a la piscina un rato a nadar y refrescarnos pero las chicas se quedaron en el apartamento. Cuando subimos nos hicieron una propuesta:

-¿Qué os parece si cenamos y después bajamos a la cala con bebida y nos tomamos un baño de mar y luna?-dijo Claudia.
-¿A ti te apetece?-preguntó Víctor a Lourdes.
-Sí…estamos de vacaciones-respondió su novia.
-¿Te puedes bañar?
-Claro, jajaja. Pero aunque no pudiera os bañáis vosotros.

Me fijé que mientras los chicos habíamos estado en la piscina ellas habían ido otra vez al supermercado. Pero no veía qué habían comprado. Como íbamos a bajar a la playa no nos duchamos y cenamos en el balcón. Después las chicas se pusieron unos vestidos blancos sobre los bikinis y cogimos toallas para secarnos después y no pasar frío y la misteriosa bolsa del supermercado. Llegamos a la cala. Estábamos solos. Era miércoles y se habían ido los hippies.

Extendimos las toallas sobre los chinos en círculo y nos sentamos los 4. Las chicas sacaron velas perfumadas de la bolsa misteriosa y las encendieron mezclando el olor a canela y vainilla con el olor a mar de la marea baja. Después Claudia explicó:

-Sé que no os gustó lo de anoche con gente desconocida y tal. Y mi Luis se puso celosito y, bueno, eso ya lo arreglamos él y yo y tal. Que, veréis, Lourdes y yo hemos estado pensando lo importante que son estas vacaciones para nosotras, que nos hemos pasado todo el año juntas en clase y estudiando, y sin esperarlo, pues mira aquí estamos con los dos chicos que nos gustaron desde el principio. Y estamos muy bien. Y se nos ha ocurrido hacer nuestro propio ritual por la amistad y el amor…

Víctor y yo nos mirábamos intrigados por ver por dónde iban las chicas. Pero fue Lourdes la que siguió hablando:

-Para mí es muy especial venir a mi playa con mi novio y mis amigos y esto lo podíamos haber dicho en la casa pero queríamos un recuerdo especial. Por eso pensamos en la cala, la luna, el mar, y nosotros…
-Bueno, y esto…

Dijo Claudia sacando una botella de tequila con sus vasitos de chupito, sus gajos de limón y un poco de sal.

-…vamos a brindar por nosotros, por que sigamos juntos mucho tiempo y que esto sólo sea el principio y no el fin de nuestra amistad y de algo más.
-Niñas, os estáis poniendo tan trascendentales que casi me estáis asustando…dije.
-Pues vamos a brindar…-dijo mi chica abriendo la botella.

Con un “por nosotros” a coro bebimos una primera ronda de chupitos. Todos pusimos caras raras al tragar el licor pese a la sal y el limón. Después pasamos un buen rato recordando anécdotas del curso o como nos fuimos conociendo. ¿Quién me iba a decir que aquel chico alto y delgado que se me presentó mi primera ducha en la residencia sería ahora mi mejor amigo? En el fondo disimulaba ese sentimentalismo pero lo estaba sintiendo realmente. Claudia, Víctor, después Lourdes habían sido personas muy importantes aquel año y al final me estaba gustando la idea de las chicas de tener ese momento como colofón a aquel año aunque nos quedasen varios días de vacaciones.

Serví otra ronda de tequilas pero al sacar los gajos de limón mi chica propuso un juego. Estábamos estratégicamente sentados chico frente a chico y chica frente a chica. La ocurrencia de Claudia era pasar el limón de boca en boca. Ella empezó, pero en vez de pasármelo a mí se lo pasó a Víctor rozando levemente sus labios. Éste se lo pasó a su novia deteniéndose más. Lourdes a mí rozando también nuestros labios, hasta que llegué a Claudia y nos besamos largamente con el limón en la boca. Reímos como tontos al terminar. Claudia propuso repetir pero cortó el gajo por la mitad. Literalmente nos dimos picos unos a otros pasándonos el limón.

Mi chica estaba muy crecida con risas y palmas a nuestros picos de amigos y lo quiso rematar diciendo:

-Otra ronda, ahora yo se lo paso a Lourdes a Luis a Víctor…

Mi amigo y yo nos miramos con cara de “no te voy a comer la boca” pero para entonces Claudia ya le estaba pasando el limón a Lourdes mientras los dos chicos mirábamos embobados en silencio Lourdes riendo me lo pasó a mí pero yo no me movía para acercarme a Víctor.

-Vamos, no seáis sosos, que no os vais a volver gays por hacer esto, jajaja-insistía mi novia.

Al fin empujando el limón con la lengua y sujetándolo con los incisivos se lo pasé a Víctor que se lo devolvió a mi novia. Viendo las ocurrencias de Claudia, poco acostumbrada a beber y llevaba ya varias rondas de tequila, me levanté y dije ahora toca ese baño de mar y luna. Me quité la camiseta y empecé a andar hacia la orilla, pero antes de llegar me quité el bañador quedando desnudo y los llamé:

-¿A qué esperáis?
 
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